Un club con identidad y pertenencia, dos rasgos que describen y distinguen a Barrio Alberdi Nuevo Centro Organizativo, popularmente conocido como B.A.N.C.O., una institución clave en la Zona Norte de la ciudad de Rosario que no descansa ni un minuto en sus ganas de seguir progresando. Y esta aseveración no es azarosa, sino que está fundamentada en el trabajo diario y planificado que realiza su joven comisión directiva dando respuestas y generando acciones concretas para sus socios.

Es viernes y la institución tiene el movimiento propio de esos días de práctica, con chicos, adolescentes y jóvenes yendo y viniendo, haciendo lo que más les gusta. Alrededor de una mesa están Pablo Olita (presidente), Carlo Valerioti (secretario), Matías Viscusso (tesorero), Laura Olmos (vocal), Oscar De Toro (vocal), Martina De Toro -hija de Laura y Oscar- y el presidente de la Asociación Rosarina de Fútbol, Mario Giammaria. Hay café, camaradería y ganas de contar la experiencia de cómo es trabajar todos los días por un club de barrio que no para de crecer a pesar de las dificultades que imponen estos tiempos.

¿Cómo está organizado el club en la actualidad y cómo fue el proceso?

Pablo Olita, su presidente, explica dicho proceso: “Desde el mes de octubre o noviembre de 2020 que nos hicimos comisión venimos pregonando la idea de trabajar en equipo, en conjunto, por nuestra institución que es un club de barrio con una estructura grande. Por esta razón que mencionamos formamos una comisión de varias personas y somos unas diez las que activamente estamos durante la semana y los fines de semana poniendo lo mejor de nosotros para darle respuestas a la gente. La idea es que no todo descanse en uno o dos directivos porque ese es precisamente el problema que tienen algunas instituciones y lo que dificulta la continuidad de su proyecto. Si descansa todo en una o dos personas y por alguna razón esas personas no están, desaparece todo.”

“Cuando decimos que la estructura es grande nos referimos a las dos líneas de baby, la escuelita, el fútbol femenino y todas las líneas de masculino. Estamos muy satisfechos por los logros que hemos conseguido en este tiempo, a pesar del contexto. Si bien nosotros tres venimos hace ya 6 años trabajando en la comisión con la anterior gestión los logros para el club no han sido pocos. Desde el sistema del riego artificial hace dos años, la construcción de vestuarios para árbitros y equipo visitante para tenerlos separados del local, las redes de contención que dan vuelta toda la cancha y antes estaban detrás del arco, en fin, quizás no lo parezca pero son cosas muy importantes para nosotros y nuestra comunidad”, agrega.

“Contamos con 300 a 350 chicos y chicas entre todas las actividades, sumada la Escuelita de Fútbol. Hay padres que quieren que sus hijos jueguen pero no que compitan. También acompañamos a la realidad de la liga en cuanto al récord de fichaje a través de la incorporación de chicos en todas las divisiones aprovechando lo del primer fichaje gratis, una medida sumamente positiva que impulsó la Asociación”, enumera el presidente de BANCO.

¿Cómo es el hecho de asumir una gestión en medio de una crisis sanitaria de esta magnitud sin perder la motivación para poder continuar esta tarea?.

Toma la posta Matías Viscusso y afirma: “No se si hay una definición exacta lo que sí creo es que tiene que ver con el mismo justificativo por el cual somos comisión y el que usamos para seguir estando y luchando por el club, dando lo mejor de nosotros. Obviamente que la situación de la pandemia nos alteró un poco el orden natural. Hace tiempo que venimos tomando decisiones sumamente importantes para la institución. En este caso, lo nuestro pasó por acomodar lo que ya veníamos haciendo, reestructurar un poco las cosas que no se estaban haciendo del todo bien, y meterle mucho hincapié en ver cómo estaba nuestra gente.”

“El año pasado, desde julio a noviembre, hemos repartido bolsones de alimentos para nuestra gente. Cada vez que nos llegaba un cargamento de comida lo separábamos y salíamos a repartirlos a las familias de nuestro club. Identificamos a 35 familias como aquellas con más necesidades, algunas porque los padres o alguno de los padres no tenían trabajo y otras que ya venían teniendo dificultades desde antes de la pandemia”, completa Carlo Valeriotti, secretario de la institución.

¿Cuál creen ustedes que es el sello distintivo de B.A.N.C.O.?

“El sentido de pertenencia”, afirma sin dudar Pablo Olita. “Tenemos poca experiencia como dirigentes pero desde los 5 años que estamos acá adentro. La mayoría de los que estamos en la comisión jugamos en el club desde niños. Y después, hay casos como el de Laura que tenía a su hijo jugando en el baby y ahora en inferiores y se sumó a la comisión. Vivir dentro del club desde hace tanto tiempo te da conocimiento de la idiosincrasia, de la cultura, de cómo se manejan las cosas. No te resulta ajeno, por eso, el sentido de pertenencia es fundamental y destaca a nuestro club. Independientemente del hecho que varios jugadores nos hayamos convertido en dirigentes ese hecho nos diferencia de otros clubes, quizás.

Identidad social

Acciones como el festejo del Día del Niño - colaborando durante ocho años consecutivos con el Hospital de Niños Zona Norte y el Victor J Vilela- reencuentros de compañeros, profesionalización de las áreas deportivas, todo eso y más está plasmado en el adn de sus dirigentes. Al respecto, coinciden en que esta identidad social “se creó a raíz del festejo del Dia del Niño y tantas otras acciones. Hemos hecho un reencuentro de jugadores llegando a juntar 15 categorías de 20 deportistas y reunimos a más de 700 personas. Jugadores que nacieron en los 70 y quizás no se veían hace quince años con sus compañeros. Para esa ocasión hicimos un arroz con pollo, todo a pulmón, homenajeamos a ex dirigentes, técnicos, todas esas cosas son las que aportan a ese sentido de pertenencia del que hablamos.”

¿Cuántas horas le dedican a la dirigencia?

“Con la virtualidad le perdés el rastro a cuánto tiempo le dedicás. Si contamos desde el momento que nos empezamos a mandar mensajes podríamos decir que todo el día, excepto cuando dormimos”, acuerdan todos.

Laura Olmos, también aporta su mirada al contar cómo transcurre la experiencia de pasar muchísimas horas en el club no sólo en su rol de madre sino también como dirigente: “Nunca pensé formar parte de una comisión en un club de fútbol. Siempre me dediqué al baile y cuando dejé esa actividad de a poco me fui metiendo en la vida institucional de BANCO. Mi marido también jugaba con mis compañeros de comisión y así fue como él empezó primero a traer a nuestro hijo para que juegue al baby y después me sumé yo. Realmente me gustó y me encanta trabajar, ayudar y colaborar con el club.”

¿Qué proyectan para un futuro no tan lejano y cuál es el club que sueñan en ese futuro?

“En lo deportivo, seguir nutriéndonos de gente capacitada al frente de los planteles. Creemos que eso es un imán para atraer chicos y gente que quiera estar en el club. Tuvimos la posibilidad de contar con Emilio Aquino, que es un profesional de renombre con pasado en Nob y en el fútbol chileno y lo pudimos traer a la institución y hoy es el coordinador de inferiores, Y otro nombre importante como es Carlos Machado con un pasado en fútbol de campo y que no sólo está al frente de la primera sino que la jerarquizó. Y la materia pendiente en lo deportivo es mantener lo que pudimos lograr este año y apuntalar al baby de modo tal que podamos brindarle una mano a los técnicos actuales con alguien que pueda hacer una bajada de un proyecto interesante”, apunta Olita.

“Pensamos un club que siga creciendo sin detenerse a través de las personas de los espacios y obviamente desde la cuestión deportiva. Si vos te nutrís de gente capacitada al frente de los planteles y manejas con idoneidad el club a través de la comisión, los resultados deportivos más tarde o más temprano, van a llegar. Creemos fervientemente en crear bases sólidas que te permitan crecer tal vez más lento pero sabiendo que esas bases se van a mantener en el tiempo”, resume el presidente de esta institución que tanto ha sumado y justifica el lema de “Rosario, capital del fútbol argentino.”