• Línea de Tiempo

    1. 1905
    2. 1906
    3. 1907
    4. 1908
    5. 1909
    6. 1910
    7. 1911
    8. 1912
    9. 1913
    10. 1914
    11. 1915
    12. 1916
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    14. 1918
    15. 1919
    16. 1920
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    26. 1930
    27. 1931
    28. 1932
    29. 1933
    30. 1934
    31. 1935
    32. 1936
    33. 1937
    34. 1938
    35. 1939
    36. 1940
    37. 1941
    38. 1942
    39. 1943
    40. 1944
    41. 1945
    42. 1946
    43. 1947
    44. 1948
    45. 1949
    46. 1950
    47. 1951
    48. 1952
    49. 1953
    50. 1954
    51. 1955
    52. 1956
    53. 1957
    54. 1958
    55. 1959
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    57. 1961
    58. 1962
    59. 1963
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    61. 1965
    62. 1966
    63. 1967
    64. 1968
    65. 1969
    66. 1970
    67. 1971
    68. 1972
    69. 1973
    70. 1974
    71. 1975
    72. 1976
    73. 1977
    74. 1978
    75. 1979
    76. 1980
    77. 1981
    78. 1982
    79. 1983
    80. 1984
    81. 1985
    82. 1986
    83. 1987
    84. 1988
    85. 1989
    86. 1990
    87. 1991
    88. 1992
    89. 1993
    90. 1994
    91. 1995
    92. 1996
    93. 1997
    94. 1998
    95. 1999
    96. 2000
    97. 2001
    98. 2002
    99. 2003
    100. 2004
    101. 2005
    102. 2006
    103. 2007
    104. 2008
    105. 2009
    106. 2010
    107. 2011
    108. 2012
    109. 2013
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    112. 2016
    113. 2017
    114. 2018
    115. 2019
    116. 2020
    117. 2021
    118. 2022
    119. 2023
    • Año 1905

      Reseña del año

      A comienzos del Siglo XX los partidos de fútbol, tanto en Buenos Aires como en Rosario, no eran considerados una contienda deportiva, sino más bien un evento social. Una de las muchas actividades que organizaba la colectividad inglesa. En nuestra ciudad el epicentro de esas reuniones fue desde un comienzo la mítica Plaza Jewell, predio que pertenecía al Rosario Atlético y que había sido donado por Eduardo y Carlos Jewell con la expresa consigna de que se utilizara siempre para la actividad deportiva. Quedaba (tal como en la actualidad) en Rioja entre Iriondo y Crespo, y allí se jugaban partidos de cricket, foot-ball y lawn-tennis (denominaciones eminentemente británicas que se utilizaban por entonces para designar a estos deportes).

      La prensa hacía hincapié, invariablemente, en que los juegos se desarrollaban ante una distinguida concurrencia de familias británicas. Algo curioso es que quienes practicaban tenis, o representaban a Atlético del Rosario en rugby, eran los mismos que integraban el equipo de fútbol. Middleton, Talbot, y Le Bas son algunos de los apellidos que se repetían en cuanta justa deportiva se realizase. En los diarios de ese año tampoco existía, como es de suponer, una sección deportiva. Los encuentros de fútbol, rugby o cricket, se ubicaban dentro de las noticias “Sociales”, junto con los enlaces, veladas literarias, bailes de gala, o tertulias. Es más, los “goles” solían ser mencionados como “puntos”.

      Los deportes se alternaban por “temporadas”, tal como actualmente ocurre en Estados Unidos. Ni bien concluía la temporada de cricket en abril, comenzaba la de fútbol que duraba hasta septiembre u octubre. Esto a fin de evitar las altas temperaturas ya que los partidos eran siempre por la tarde (hasta fines de la década del 30, momento en que se inauguraron las primeras torres de luz artificial en nuestras canchas). Aquí llegamos a la fundación de la Liga Rosarina de Fútbol. El 30 de marzo de 1905 en el Hotel Britania (una vez más se hace presente el sello de la colectividad) ubicado en calle San Martín, entre Tucumán y Catamarca, se reunieron representantes de cuatro clubes locales para conformarla.

      En aquel cónclave se eligió a Ricardo Le Bas como Presidente de la flamante entidad y a Juan Hudson como Secretario. Los clubes fundadores fueron Rosario Atlético (hoy conocido como Atlético del Rosario), Rosario Central, Newell’s Old Boys y el Club Atlético Argentino, hoy Gimnasia. Se labró el acta fundacional y se resolvió que la Liga se incorporaría a la Asociación Argentina de Fútbol. El intendente de Rosario, Santiago Pinasco (quien también era comerciante e importaba yerba del Brasil y vinos de Mendoza), donó a la Liga una Copa llamada “Challenger” para que sea disputada por equipos de segundo nivel. Sin embargo, la Copa adoptó su nombre a los pocos días y no sólo aún existe, sino que se ha instaurado como el Trofeo que recibe, simbólicamente, el club que gana el Torneo de Segunda División de la actual Asociación.

      En su segunda reunión, la Liga decidió que de la Copa Pinasco no podrían participar aquellos jugadores que estuviesen disputado la “Copa Competencia” que organizaba AFA; mientras que en el tercero de sus encuentros, celebrado el 26 de abril, se incorporaron dos nuevos clubes: “Provincial” y “The Córdoba And Rosario Railway Athletic Club”, completando así el sexteto de equipos que tomaría parte del primer campeonato local. La institución que más tarde castellanizaría su nombre a Central Córdoba, tuvo su primera cancha en Bulevar Argentino (hoy Av. Pellegrini) y 25 de diciembre (hoy Juan M. de Rosas).

      Ese año en Rosario ya moraban 131.000 personas, y el deporte despertaba tal entusiasmo que todas las semanas se fundaban nuevos clubes. Cualquier grupo de amigos, más o menos numeroso, podía constituir un equipo, una comisión directiva (que casi siempre era integrada por ellos mismos), y salía a buscar desafíos con un balón bajo el brazo. Algunas de las entidades surgidas por entonces fueron: “Libertad”, “Estrella Polar”, “Atlético Rivadavia”, “Mariano Moreno”, “Ombú”, “Liniers” y “Echesortu F.C”. Era tanto el auge del fútbol, y la cantidad de gente que deseaba practicarlo, que los clubes se vieron en la obligación de armar varios equipos. A raíz de esto es que surgieron las distintas categorías, así como las segundas y terceras divisiones.

      Lo más trascendente del año que dio inicio a la actividad futbolera local, fue sin dudas la visita del Nottingham Forest. El conjunto inglés llegó a Sudamérica, tras un extenuante periplo en barco, para realizar nueve partidos de exhibición ante equipos de Argentina y Uruguay. En nuestra ciudad se los esperó con ansias y aguardando que dieran una lección de fútbol. La admiración que despertaban era tanta que la prensa anunció la visita con bombos y platillos desde abril, y el único partido que jugaron en Rosario fue el 16 de junio. Los británicos, luciendo casacas rojas y pantaloncitos blancos, ganaron 5 a 0 en el marcador más estrecho que obtuvieron a lo largo de la gira.

      Las crónicas de la época aseguran que una extraordinaria concurrencia “aplaudió los golpes dados al balón con maestría”. Por Rosario jugó un combinado especialmente formado para la ocasión. Dos semanas antes se había programado una jornada en Plaza Jewell con todos los equipos locales, para que una comisión selectora eligiera a los jugadores más sobresalientes. Fue aquel probablemente el primer Selectivo Rosarino de la historia. La formación fue la siguiente: Goal-keeper: A. Norris; Backs: Zenón Díaz y R. Stuart; Halves: Armando Ginocchio, Ricardo Le Bas, C. Nissen; y Forwards: Eduardo Le Bas, Alberto Le Bas, Daniel Green, Wilfrid Stocks y G. Middleton.

      Un año antes, en 1904, el Southampton inglés había visitado Buenos Aires y había estado a punto de pasar por Rosario. Sin embargo, su llegada se frustró a último momento. El arribo del Nottingham sirvió para cumplir un sueño y demostrar que el fútbol rosarino era de vanguardia, puesto que Zenón Díaz, el arquero Norris, y Ricardo Le Bas, todos ellos de excelente actuación, fueron convocados para integrar los combinados nacionales que el 29 de junio y el 2 de julio, volvieron a perder por escándalo ante los maestros del Reino Unido. No obstante, las diferencias abismales fueron limándose rápido y al año siguiente el Alumni de Buenos Aires le ganó a un seleccionado de Sudáfrica (por entonces colonia inglesa) 1 a 0, en lo que fue la primera victoria argentina sobre los inventores del fútbol.

      Dos días después del partido con el Nottingham, Rosario vivió otro acontecimiento histórico: se jugó el primer cotejo oficial entre Newell’s y Central. El partido se disputó en Plaza Jewell y la euforia que empezaba a despertar el fútbol generó que mucha gente se movilizara para presenciarlo. El trámite del encuentro fue parejo y la lucha intensa. El primer tiempo se cerró sin goles y todo se definiría en el segundo. Faustino González, delantero que integraría durante varios años la línea de forwards rojinegra, fue el encargado de marcar el único gol de la brega. El árbitro fue el Presidente de la Liga, Ricardo W. Olavarría Le Bas.

      Una de las curiosidades de esos primeros años era que los partidos eran arbitrados por jugadores, en general los más experimentados. Miguel Green, Ricardo y Alberto Le Bas, Juan Hudson, y Deolindo Barcelone, fueron quienes lo hicieron con mayor asiduidad, aunque claro está, siempre se desempeñaban en encuentros en los que no participaba su equipo. Además, lo hacían sin silbato. Teniendo que sancionar las infracciones a los gritos. Eran épocas en que los jugadores utilizaban pantalones muy ajustados (casi como una calza) que les cubrían el muslo y le llegaban hasta las rodillas. El cabello perfectamente aseado y unos bigotines erizados en sus puntas.

      En lo concerniente a la Liga recientemente fundada, ocurrió en la cuarta reunión algo francamente novedoso: se produjo la primera transferencia. Se trató del traspaso del inolvidable Harry Hayes, delantero que dejó el Club Atlético Argentino (actual Gimnasia y Esgrima) para jugar en Rosario Central, previo pago de la módica suma de $5. En diversos rincones del país, mientras tanto, nacían clubes fundamentales en la historia del deporte. Boca Juniors, Independiente, Estudiantes de La Plata, Belgrano de Córdoba y Colón de Santa Fe, son algunas de las instituciones más importantes que vieron la luz en 1905.

      Por esos días los responsables de la Liga se alarmaron ante la posibilidad de que la Comisión Directiva de Atlético del Rosario tomara una decisión polémica. Al parecer, los dirigentes del club fundador tenían previsto cobrar entrada a todos aquellos que no fueran socios de la entidad y desearan presenciar los partidos a disputarse allí. Por intermedio de una extensa carta se los instó a rever su actitud, y se les hizo entender que al tratarse del primer año de actividad era necesario hacer cuanta concesión fuese posible, para que el deporte prosperase y se hiciese popular.

      En lo estrictamente relacionado a la competencia, Newell’s ganó con autoridad el primer torneo organizado por la Liga. Sumó 17 puntos. Jugó diez partidos, ganó siete, empató los tres restantes y fue el primer campeón invicto de la historia. Central terminó segundo. También con siete victorias pero con un empate y dos derrotas que lo dejaron con 15 unidades. Córdoba y Rosario fue tercero con 10, el Club Argentino cuarto con 8, Atlético del Rosario (que participaba con un equipo de segundo nivel) sumó 5, y cerró la tabla junto a Provincial de idéntica campaña. La formación base del campeón fue la siguiente: José Calosso; José Hiriart y Deolindo Barcelone; W. Wheler, Agapito Balbiani y J. Fradua; Víctor Heitz, Guillermo Moore, Faustino González, José Viale y A. Lyon. Los rojinegros tenían atacantes de primer nivel y sus backs eran los más seguros del torneo. En todo el campeonato sufrieron sólo 4 goles en su portería, y el viernes 8 de septiembre recibieron de manos de Diego Le Bas la Copa Pinasco. El hermoso trofeo había sido previamente exhibido en las vidrieras de la tienda “Gath y Chávez”, ubicada en San Martín al 700.

      Otro dato significativo, que merece ser consignado, es que los primeros partidos oficiales de la Liga se disputaron simultáneamente el domingo 21 de mayo. En Plaza Jewell Central derrotó 3 a 1 a Atlético del Rosario, y en la Plaza Central, Newell’s venció a Argentino 4 a 1. Por último, el 8 de septiembre un grupo de entusiastas que se juntaba a jugar en los terrenos descampados de San Martín y Amenabar, y entre los que se encontraba Alejandro Berruti, fundó “Sparta”, entidad que tomaría los colores blanco y negro (a bastones verticales) y que iría en paulatino progreso durante varias décadas. Sobre el final de la temporada el que desapareció fue “Albión Rosarino”, un club que tuvo corta vida y que había sido fundado en 1904 por empleados del Banco Español. Jugaban en Mendoza y Vera Mujica y se los denominaba “los atorrantes con galera”.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1905

      • Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        1. 1905 - 1909

      Campeones de la Rosarina en 1905

    • Año 1906

      Reseña del año

      Durante el verano de este año dos acontecimientos sacudieron a la opinión pública. Uno, la muerte del ex presidente Bartolomé Mitre, el 20 de enero. El otro, el fallecimiento del presidente Manuel Quintana, el 15 de febrero. La temporada futbolística en tanto, comenzó el 20 de mayo con el partido entre el equipo B de Provincial y el representativo C de Newell’s. El triunfo correspondió a Provincial por 8 a 0. Como se ve, el fútbol sumaba adeptos rápidamente y no pocos clubes se vieron en la obligación de formar más de un equipo. Esta fue la última temporada en la que jugaron todos mezclados ya que en 1907 se dividieron los torneos en categorías a fin de nivelarlos y ordenarlos.

      Para fines de septiembre terminó el campeonato y el que festejó fue el rojinegro. Luego de igualar en puntos con Argentino debió disputar dos finales para definir al campeón. Aunque aquí cabe hacer una aclaración: este Argentino es en realidad Gimnasia y Esgrima de Rosario. Allá por sus inicios GER era conocida bajo esa denominación, lo que se prestó a innumerables confusiones con el “salaíto” de Barrio Sarmiento. La institución “azul y oro” fue fundada el 10 de septiembre de 1904 y recién adoptaría su actual denominación en 1914, tras la Asamblea del 9 de agosto de ese año.

      La primera final se jugó el 30 de septiembre en la cancha de Argentino, sita ya en el Parque Independencia e inaugurada pocos meses antes. Newell’s goleó 5 a 0 y dio claras muestras de superioridad. Ginocchio y Lercari convirtieron en el primer tiempo, mientras que José “pinoto” Viale y Faustino González en dos oportunidades redondearon el resultado en el complemento. La inapelable victoria de los muchachos del Colegio Inglés, hacía pensar que el campeonato ya tenía dueño. Y así fue, porque su claro predominio se repitió en la revancha. En ella se impuso por 5 a 1 y se consagró bicampeón.

      Su campaña totalizó 11 victorias sobre 12 partidos jugados (incluidas las finales), 80 goles a favor, y sólo 2 en contra. Otra de las particularidades que dejó aquel segundo torneo oficial, es el insuperable 25 a 0 con el que Newell’s despachó a Provincial B el 5 de agosto. Fue, obviamente, el resultado más abultado, que incluso pudo haber sido peor, ya que los jugadores de Provincial, disgustados con la derrota, se marcharon antes de finalizado el tiempo reglamentario. Por esos días, Isaac Newell viajó a Europa y se vio privado de presenciar la segunda coronación de sus muchachos. Por su parte, el Consejo Deliberante decidía darle curso a un pedido de las autoridades del Colegio Nacional que pretendía cambiar el nombre de la calle Libertad por el de su insigne fundador, Faustino Sarmiento. Así es que el 11 de septiembre se inauguró dicho nombre en tan importante arteria.

      Así como la de Nottingham fue la visita más trascendente en 1905, la llegada de la Selección de Sudáfrica a Rosario fue el acontecimiento que sacudió a todos en 1906. Tal fue el alboroto originado en torno al partido amistoso (que se jugaría, como no podía ser de otra manera, en Plaza Jewell), que el Diario La Capital le otorgó una página entera de cobertura. Lo que hoy parece poco, en ese momento era descomunal, ya que de 2 o 3 párrafos que diariamente se concedían a la difusión del fútbol, se pasó a un comentario completo de las acciones y se publicaron dos fotograbados de los equipos contendientes formados, tal y como lo hacen hoy en día. Seguramente fueron aquellas las primeras imágenes de futbolistas que pudieron apreciarse en nuestra ciudad.

      El cotejo fue una fiesta pese a la persistente lluvia que cayó sobre la ciudad. Asistieron alrededor de 1500 personas. Sin embargo, en la cancha no hubo equivalencias. Los sudafricanos (todos blancos y pertenecientes a la colonia inglesa que en esos años gobernaba aquel país) a los 3 minutos ya ganaban 1 a 0. El primer tiempo culminó 5 a 0 y los jugadores decidieron pasar directamente a la etapa complementaria, sin descanso alguno, ya que se estaban empapando. Al final terminaron goleando 9 a 0 y siendo ovacionados por los presentes. Por Rosario jugó un combinado compuesto por: E. Knight; Zenón Díaz y Ricardo Le Bas; Armando Ginocchio, A. Postell, y H. Fallot; P. Jones, L. Newell, A. Ellk, Daniel Green y E. Paling.

      En la Rosarina en tanto, se aprobaba (el 26 de junio) la creación de la tercera división, estableciéndose para su ganador una Copa llamada Comercio. De ella participaron varios clubes recientemente fundados, como Estrella del Oriente, Tiro Federal, Lavalle y Reformer (cuya cancha estaba ubicada en Santa Fe y Cafferata). El mencionado Lavalle nada tiene que ver con el actual (ubicado en Cochabamba y Lima). Adoptó esa denominación en el año seis pero había sido fundado en 1903 con el nombre de Echesortu F.C. Tenía su cancha en San Luis y Cafferata y más tarde la trasladó a Vera Mujica y Santa Fe. Su casaca era totalmente negra y se disolvería como institución en 1911.

      El martes 28 de agosto se da otro claro indicio de la importancia que paulatinamente iba adquiriendo el fútbol: El Diario La Capital por primera vez saca de la columna “Sociales” a sus novedades y le confiere un espacio exclusivo bajo el título de “Sports”. Los partidos disputados el domingo, las formaciones, y hasta los goleadores, empezaron a ser consignados en la columna que se le concedió al balompié local. Por último, el 3 de octubre se inauguraron los tranvías eléctricos en la ciudad, un servicio que sería utilizado masivamente hasta la década del 60. Pese a esto, en sus inicios los usuarios se quejaron mucho por la falta de horarios fijos, y por lo grosero de los choferes, muchos de los cuales no hablaban castellano.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1906

      • Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        1. 1905 - 1909

      Campeones de la Rosarina en 1906

    • Año 1907

      Reseña del año

      El fervor que despertaba el deporte traído por los ingleses continuó en franca expansión durante el año 7. Tanto es así, que fue la temporada en la cual se agregaron dos campeonatos más. Para el de primera división se instituyó como premio la Copa Nicasio Vila, para el de segunda se delegó la ya existente Copa Pinasco, mientras que para el ganador del campeonato de tercera se dejó la Copa Comercio.

      La Copa Vila sería disputada en su primera edición, por cinco clubes: Newell’s, Central, Provincial, Argentino y Rosario Atlético. Se invitó a participar también a Tiro Federal pero los albicelestes se negaron y se inscribieron en la segunda división. En ésta, estarían entre otros Sparta, Bartolomé Mitre, y Aprendices Rosarinos, entidad que tenía su cancha en calle Crespo entre Catamarca y Tucumán. Este club, fundado precisamente en 1907 y cuyo primer presidente fue Don Francisco Diez, jugó en la Liga ininterrumpidamente hasta 1914, ese año se desafilió y volvió a inscribirse en 1923, para desaparecer definitivamente a finales del 25. Su camiseta era roja y verde por mitades.

      A fines del verano se empezaron a organizar, como era costumbre, los primeros amistosos. Por entonces resultaba inconcebible jugar con altas temperaturas ya que los espectadores concurrían a las canchas ataviados con trajes, sombreros y zapatos. El primero de junio se llevó a cabo una reunión en la casa de Isaac Newell para organizar el fixture. Al día siguiente arrancó la competencia oficial de la Liga con la victoria del C. A. Victoria por 5 a 0 sobre el C. A. Belgrano en tercera división. Ese año se comenzó a jugar los sábados. La cantidad creciente de partidos y el reducido número de canchas habilitadas, obligó a tomar esa determinación.

      El 17 de junio en tanto, llegó a Rosario el Club Lomas de Buenos Aires para enfrentar a Central por la Copa Competencia. Esta Copa, organizada por la Asociación Argentina de Fútbol, se instauró en el año 1900, era disputada por equipos argentinos y uruguayos, y en su primera edición la jugaron sólo 6 clubes. El elenco de nuestra ciudad que la jugó de entrada fue Rosario Atlético, campeón en 1902, tras superar en la final al histórico Alumni, en 1904 y en 1905, ambos títulos obtenidos en ásperas finales contra Peñarol de Montevideo. Central venció aquella tarde 4 a 1 a Lomas, pero poco después, el 21 de julio, cayó ante Alumni por un inobjetable 5 a 0.

      El título local una vez más, y por tercera vez consecutiva, quedaría en manos de Newell’s. El conjunto rojinegro venció a Provincial 6 a 0, a Argentino 10 a 1 y a Rosario Atlético 4 a 1. La superioridad suya y de Central respecto al resto empezaba a ser manifiesta. Los amantes del fútbol sólo aguardaban los choques entre las dos escuadras más poderosas para ver rivalizar a fuerzas parejas. En el primer cruce del año el rojinegro ganó 5 a 3. El match se disputó en cancha de Argentino, tuvo un primer tiempo intenso en el que Central sacó una ligera ventaja y se fue al descanso con un 2 a 1 parcial, y una segunda mitad sorprendente, en la que Newell’s marcó 4 goles en 12 minutos. Vázquez lograría descontar a poco del final pero la suerte ya estaba echada, era triunfo y festejo del bicampeón, que parecía encaminarse a un nuevo éxito.

      En la revancha, jugada el 8 de septiembre, Central pudo darse el gusto de ganarle por primera vez a Newell's. No hubo goles en la etapa inicial, pero faltando diez minutos para la expiración del tiempo reglamentario, Vázquez consiguió anotar, y poco después, Jones selló la victoria con una nueva conquista. Esa noche en los cafetines de Avenida Alberdi hubo un gran alboroto y el triunfo se festejó hasta altas horas. De todos modos, los muchachos del Colegio Anglo Argentino se quedarían con la gloria al término de la temporada. De los 4 clásicos oficiales que disputaron (dos en primera y dos en segunda división) ganaron tres, y en el amistoso de pretemporada golearon por un apabullante 10 a 0. La formación base que se quedó con la Copa Vila (convirtiendo 40 goles y recibiendo sólo 10) fue la siguiente: Mac Master; Barcelone e Hiriart; Hoddinott, Mooney y Wheeler; M. González, Heitz, F. González, Mallet y Viale.

      Tiro Federal por su parte se quedó con la Copa Pinasco y adquirió así el legítimo derecho de jugar en primera al año siguiente. De su formación sobresalía Conrado Grieshaber, un goleador de buena gambeta y potente remate. En cuanto a la tercera división, no se terminó de completar el fixture, con lo cual quedó en suspenso el destino de la Copa Comercio, trofeo estipulado para el ganador de dicho campeonato. En una reunión de principios de 1908, se la declaró vacante porque resultaba imposible jugar los partidos faltantes. La decisión generó polémicas y enojo en delegados de varios equipos. La Copa, en exhibición en Casa Pusterla, sería entregada por primera vez el año entrante.

      El 15 de agosto se jugó en Buenos Aires la Copa Lipton, tradicional trofeo que se ponía en disputa anualmente entre los seleccionados argentinos y uruguayos. Representando a Rosario viajó Armando Ginocchio, jugador y fundador de Newell’s. El partido se llevó a cabo en cancha de Estudiantes, en Palermo, y los nuestros ganaron 2 a 1. La primera vez que un rosarino integró un combinado nacional había sido en 1904 cuando Eduardo Jewell y Federico Boardman viajaron a Buenos Aires para enfrentar al Southampton. Finalizado el torneo Newell’s viajó a Capital para jugar un amistoso ante Estudiantes de Buenos Aires. Los de nuestra ciudad ganaron 4 a 3 y gracias a esa victoria se sintieron capacitados para disputar la Copa Competencia, que al año siguiente, los tendría como animadores por primera vez.

      En Inglaterra mientras tanto, se le aplicaban algunas reformas al reglamento. Fue modificado el artículo 6, por el cual se resolvía no pitarle más off-side al jugador que se encontrara en campo propio. Meses después se informó que el reglamento se podía conseguir en la librería ubicada frente al correo, “The English Bock Echange”, y se recomendaba a los árbitros y jugadores comprarlo cuanto antes. Otro hecho curioso se produjo a fines de octubre cuando Central organizó un amistoso con un equipo porteño llamado Olympian. Los auriazules reforzaron sus líneas con algún jugador de Argentino y Rosario Atlético. Sin embargo, cuando el equipo salió a la cancha la concurrencia se sorprendió: José Viale y Faustino González, los astros de Newell’s, se negaron a vestir la casaca de su más encumbrado rival. Habían respondido a la convocatoria porque suponían que se usaría la vestimenta de los seleccionados rosarinos. Tomás Mooney sin embargo, otro integrante del plantel rojinegro, sí se sumó al partido. Un gesto caballeresco que la prensa de la época elogio profusamente.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1907

      • Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        1. 1905 - 1909

      Campeones de la Rosarina en 1907

    • Año 1908

      Reseña del año

      Para su cuarto año de vida, la Liga Rosarina congregaba a un total de 39 equipos, que al igual que el año anterior, se dividieron en tres categorías. Seis disputaban la Copa Vila de primera división (Argentino, Newell’s, Rosario Central, Provincial, Atlético del Rosario y Tiro Federal), 10 la Copa Pinasco de segunda, y 23 la Copa Comercio de tercera. En la Pinasco jugaban las instituciones de primera (que también tenían un equipo de segunda), junto a Córdoba y Rosario, Libertad, Sud América, y Belgrano, institución que daba sus primeros pasos y tenía su cancha en la intersección de Rueda y España.

      Por último, la tercera categoría estaba compuesta por Peñarol, Arroyito, 1° de Mayo, Victoria, Sparta, Aprendices Rosarinos, y dos líneas de Newell’s, Central, Argentino y Tiro Federal entre otros. Peñarol tenía su cancha en el baldío donde tiempo después fue construido el Hospital Centenario. Había sido fundado a principios de año y su casaca era aurinegra como la de su homónimo uruguayo. En cuanto a lo institucional, la Liga comenzó a permitir que los delegados fueran menores de 22 años. La medida se tomó porque entre los equipos de tercera era muy difícil hallar integrantes mayores de esa edad.

      Para entonces Newell’s y Central ya eran considerados los dos clubes más fuertes de primera. El miércoles 25 de marzo jugaron un amistoso en cancha de Provincial, sita entonces en Urquiza y Pueyrredón, y ganaron los rojinegros 6 a 3. Otro amistoso de pretemporada se jugó en Tiro Federal, donde se vieron las caras dos combinados divididos según la región de la ciudad. Se denominaban Norte y Sur y el triunfo correspondió al Norte por 3 a 1. Entre los ganadores había jugadores de Central y Tiro Federal, mientras que el equipo Sur estaba compuesto por diez jugadores de Newell’s y uno de Argentino.

      Los clásicos oficiales de ese año quedarían en manos de Central. En el primero de ellos “el canalla” venció 9 a 3. En realidad, ese cotejo primeramente había salido 2 a 2, y se había jugado el 9 de julio ante una gran concurrencia. Central ganaba dos a cero con goles de Harry Hayes, pero en el complemento había empatado Newell’s con tantos de Ginocchio de penal y Manuel González, aunque según parece el árbitro R. González había cumplido una deficiente actuación. Sus fallos habían revelado una ostensible parcialidad hacia Newell’s, y habían provocado el malestar del público que invadió el campo obligando a suspender el partido. El 2 de agosto se lo reanudó y se trajo a un referí de Bueno Aires, Rodrigo Campbell. El resultado final (9 a 3 favorable a los auriazules) significó la derrota más abultada que sufrió ese año el tricampeón Newell’s.

      La revancha también fue caliente y nuevamente quedó en manos de Central. El triunfo esta vez fue por 3 a 0 pero el dato anecdótico lo aportaron Wilson (de Central) y Ginocchio (de Newell’s) que se tomaron a golpes de puño. El improvisado asalto boxístico tenía una explicación: Wilson, a su llegada a la ciudad, se empleó en el Colegio Anglo Argentino. Cuando se armó el primer equipo quiso un lugar en él, pero al quedar excluido no dudó en pasar a Central. Ese viejo antagonismo derivó en las trompadas post partido.

      Ese año se disputó también, auspiciada por la Liga Rosarina, una Copa Escolar que donó Claudio Newell y que se denominó Isaac Newell, en honor a su padre fallecido el 16 de octubre de 1907, luego de haber contraído una pertinaz enfermedad. La Copa en cuestión fue jugada por alumnos menores de 15 años. La temporada sería prolífica, lamentablemente, en reclamos y partidos suspendidos. Sobre todo en los correspondientes a la tercera división, donde al parecer no abundaba la caballerosidad que anhelaban los ingleses, y se producían incidentes con asiduidad. Los groseros errores de algunos árbitros (que desconocían las principales reglas del juego), devenían en conflictos permanentes y en duelos extremadamente bruscos.

      Una reglamentación que generó quejas fue la que permitía a los jugadores de un mismo club pasar por cualquiera de sus equipos, ya sean estos de tercera, segunda o primera división. La concesión pretendía, en su origen, ser un aliciente para el jugador que hubiese sido ubicado en la lista de buena fe del segundo equipo y cuyo buen rendimiento le permitiese ser considerado para el primero. Sin embargo, muchos clubes utilizaban esa licencia para “bajar” a sus jugadores más reconocidos a los elencos de segunda y tercera categoría, obteniendo un salto de calidad y desvirtuando las Copas Pinasco y Comercio respectivamente.

      El 15 de agosto, como siempre, se jugó la Copa Lipton. Argentinos y uruguayos se midieron esta vez en Montevideo y el que viajó de aquí fue el wing izquierdo de Newell’s, José “Pinoto” Viale. Este criollo de ascendencia itálica, había llegado de Centeno para estudiar en el Colegio Inglés y de inmediato se sintió atraído por el deporte que con tanta pasión practicaban sus compañeros de apellido inglés. Modesto y pueblerino, rápidamente se convirtió en uno de los más veloces y efectivos delanteros. El resto de aquel equipo nacional, estuvo conformado por jugadores de Buenos Aires, en su mayoría de Alumni. Junto a Viale viajó el wing derecho rojinegro Manuel “Lito” González, que sería suplente en aquel desafío. El duelo se llevó a cabo ante 7.000 personas y terminó 2 a 2. A partir de entonces, el crack de Newell’s sería pieza fundamental de varios combinados nacionales.

      La temporada se cerró el 11 de octubre con el triunfo de Central sobre Argentino por 4 a 1. Para el pueblo auriazul la alegría fue completa. Al título conseguido por su primer equipo en la “Copa Vila” (el primero que lograba) se sumó la obtención de la “Copa Pinasco” de su segundo team. Tiro Federal en tanto, se consagró campeón de tercera, adjudicándose la “Copa Comercio”, entregada por primera vez. Para festejar Central jugó un amistoso entre sus dos conjuntos campeones. En la jornada se entregaron medallas de plata y se celebró largamente. La primera alineación ganó 4 a 2 y formó con: V. Pisso; Z. Díaz y H. Grant; A. Words, M. Mackenzie y J. Díaz; J. Recanzone, P. Wilson, H. Hayes, A. Vázquez y E. Paling. El once del equipo B tuvo a: A. Winn; T. Harris y J. Canton; C. Pringles, J. Sinclair y A. Postel; F. Fielder, J. Ramos, T. Corti, R. Buhler y D. Green.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1908

      • Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        1. 1905 - 1909

      Campeones de la Rosarina en 1908

    • Año 1909

      Reseña del año

      En el año 1909 la ciudad se engalanó de nuevo para recibir a un equipo inglés. En este caso el que arribó a Rosario fue el Tottenham Hotspur, campeón de la liga de aquel país. El 14 de mayo habían partido rumbo a la Argentina acompañados de otro elenco británico, el Everton. El 6 de junio jugaron en Buenos Aires un amistoso entre sí que terminó 2 a 2 y despertó gran admiración entre el público criollo. El domingo 20 de ese mes el Tottenham se presentó en la cancha de Argentino ante un Seleccionado Rosarino con un marco récord, 5.000 personas. La victoria visitante era considerada un hecho, sin embargo el 9 a 0 con el que se despacharon causó cierto estupor. A los 38’ del segundo tiempo convirtieron el último gol y la crónica dice que, aunque pudieron marcar algún tanto más, los frenó su propia caballerosidad. Durante el partido la más recordada incidencia es el penal que marró Harry Hayes a los 13 minutos cuando los ingleses ganaban apenas 1 a 0. El centreforward de Central, habitualmente seguro, mandó esta vez el balón por sobre el travesaño.

      La conformación del combinado local provocó, como ya era costumbre, disidencias entre los aficionados. Para muchos era una total injusticia que el arquero no fuera Mac Master, por lejos el puesto de mayor controversia. La formación fue: J. Podestá (Argentino); Ricardo Le Bas (Atlético del Rosario) y Zenón Díaz (Central); P. Wilson, S. Mackenzie y J. Díaz (Central); Manuel González (Newell’s), J. Jenkins (Provincial), Harry Hayes, A. Vázquez y E. Paling (los tres de Central). Otro de los que no estuvo presente en el team rosarino fue José Viale. El hombre de Newell’s integró ese mismo día el seleccionado nacional que se midió en Buenos Aires ante el Everton. Tan descollante fue su actuación que antes de marcharse los ingleses quisieron llevárselo. El fútbol en el Reino Unido ya estaba profesionalizado y la oferta era más que tentadora, sin embargo “Pinoto” no aceptó y siguió destacándose en nuestro medio varios años más.

      Ocho días después, Isidro Quiroga reemplazaba a Santiago Pinasco en la intendencia. Por entonces, la escultora Lola Mora presentaba un proyecto para la construcción del Monumento a la Bandera, aunque al igual que el presentado en 1872 por el ingeniero Nicolás Grondona, el suyo también quedaría trunco. Volviendo a la llegada del Tottenham, su visita dejaría otro tipo de huellas, nada beneficiosas por cierto. Al parecer lo que asombró a los presentes, más que la destreza de los ingleses, fueron las artimañas que usaron para consolidar la victoria. Se pueden mencionar por ejemplo: Tirar el balón afuera del campo cuando el asedio rival se intensificaba; tomar de la casaca a los forwards contrarios; o tirarse al suelo para fingir lesiones inexistentes. Estos recursos poco deportivos no eran conocidos en nuestro país, pero prendieron rápido en jugadores y niños. Desde entonces, en cualquier baldío en el que rodara un balón, se podía ver como la muchachada imitaba el juego desleal practicado por los británicos.

      Newell’s por su parte, fue ese año semifinalista de la Copa Competencia. En Octavos de Final eliminó al por entonces segundo equipo en importancia de Capital Federal, River Plate. Tras dos empates, lo sacó del torneo venciéndolo 5 a 2 en un tercer partido. Aquella eliminatoria, se convirtió en la primera vez que el club de la banda roja disputaba un partido oficial en nuestra ciudad. Volviendo a la Copa, el rojinegro en venció en Cuartos de Final a Estudiantes de Buenos Aires 2 a 1, y en la semi cayó 5 a 1 ante el que sería campeón, Alumni.

      En otro orden de cosas, una extensa nota editorial publicada por el Diario La Capital a mediados de julio, merece ser transcripta. Evidentemente ciertos disturbios ocurridos en los escenarios de fútbol durante 1908, preocupaban a quienes deseaban el normal desarrollo del deporte. Decía así: “A simple vista parece que el público de un partido no tiene más misión que la de mero espectador. Sin embargo, hoy en día se consagra árbitro gratuitamente, dando sus fallos antojadizos a los gritos. (…) Pretender un público inmóvil y silencioso es imposible. Las exclamaciones y las voces de aliento surgen inevitables. Pero que algunos, por el solo hecho de ser partidarios de un club, se concedan el derecho de insultar a los adversarios, es muy incorrecto. De igual modo, que otros pretendan, cual maestro, indicar a un jugador la maniobra que debe hacer, es ridículo. Y cuando los espectadores llegan a pelearse entre sí, es definitivamente denigrante. (…) La conducta del público influye en el progreso de este saludable sport, ya que si una persona que no asistió nunca concurre a un partido con público tan grosero, no volverá jamás a un field”. Obsérvese el tenor de la proclama, muy propio de aquellos tiempos. Era lo que se dice un mensaje de paz, seguramente pionero en este tipo de manifestaciones.

      Los clásicos de este año fueron para Newell's. El 18 de julio, el rojinegro venció al auriazul por 3 a 2 en partido correspondiente a la Copa de Honor. Central atacó con insistencia y mereció mejor suerte, pero chocó contra una defensa impenetrable, y la implacable efectividad de Manuel González que señaló los tres tantos. El 8 de agosto se enfrentaron de nuevo en cotejo oficial de la Liga. El cotejo lo ganaba 2 a 0 Central con goles de Hayes y Green, y lo empató Newell’s por intermedio de Viale y Manuel González. Sin embargo, a 4 minutos del final José Viale, que para entonces era popularmente conocido como el mejor wing izquierdo del país, realizó una jugada extraordinaria. Eludió a cuanto rival se cruzó en su camino y puso el 3 a 2 final.

      Fue esta una temporada inmejorable para los rojinegros. El 24 de octubre los “boys” cerraron el año venciendo 8 a 2 a Tiro Federal y se consagraron campeones de Primera División. Recibieron la Copa Vila de manos del Vicepresidente del Consejo de la Liga, Juan Cecchi, quien esa tarde también distinguió al Atlético del Rosario, invicto ganador de la Copa Pinasco (con 50 goles a favor y 15 en contra), y a Provincial, nuevo dueño de la Copa Comercio. La institución roja había sido fundada por el propio Cecchi seis años antes. Por último, cabe agregar que este año fue fundado el Club A. Centroamérica. Su cancha se ubicó en Cafferata y Córdoba en el barrio conocido como “La Francesa”. El mote se debía a que la cercana Estación de Ferrocarril a Santa Fe pertenecía a una compañía de nacionalidad gala llamada “Five Lille”.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1909

      • Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        Sr. Ricardo W. O. Le Bas

        1. 1905 - 1909

      Campeones de la Rosarina en 1909

    • Año 1910

      Reseña del año

      Para 1910 son muchos los acontecimientos que van transformando al fútbol. Si bien gana en popularidad, tiende a descomponerse. Los hinchas toman por costumbre generar desórdenes e invadir el terreno de juego cuando no están conformes con el resultado o el accionar de un árbitro. Ese clima detonaría en una crisis poco después. Mientras tanto, el país vivía una efervescencia notable por el centenario de la patria, y el mundo se conmovía por la aparición del cometa Halley. La gente de todos los rincones del globo temía que el planeta chocara contra el astro, por lo cual colmaba las azoteas, las iglesias y divulgaba oscuros vaticinios. No obstante, el cometa pasó y el mundo siguió girando. Casi a la misma velocidad que una pelota de fútbol.

      En lo que respecta a la Liga, el 9 de abril se nombró nuevo presidente a Claudio Newell, cuyo desafío era reemplazar nada más y nada menos que al fundador Ricardo Le Bas. En la Asamblea también se eligió Vicepresidente Primero a Alberto Le Bas, y Vice Segundo a Juan Roda. En pos de favorecer la difusión del fútbol, esa Comisión lanzó una interesante iniciativa: Decidió otorgar carnés oficiales a los periodistas deportivos para que puedan acceder gratuitamente a las canchas. La medida obedecía a favorecer el ejercicio del periodismo, cuya tarea por entonces era imprescindible para difundir el deporte.

      Mientras tanto, los equipos anotados en la Liga eran cada vez más. En segunda división se inscribieron nueve; los ya tradicionales y algunos debutantes como Peñarol, Lavalle, Olimpia, y River Plate, que tenía su cancha en Moreno y Pellegrini. En tercera, siempre la más numerosa, hubo 17 participantes que pasaron a dividirse en dos grupos. Nueve integraban la sección A y ocho la B. Por último, en lo que significó otra de las novedades de la temporada, se creó el campeonato de cuarta división, que fue disputado por una reducida cantidad de equipos, apenas seis. Además, la LRF ordenó que los partidos entre Newell’s y Central, y los de éstos contra Tiro Federal, se jugaran siempre en cancha neutral, con una entrada única de 1$, y con 20 policías remunerados como mínimo. La resolución, tendiente a eliminar los disturbios, prohibía terminantemente que el público invadiese el campo una vez finalizado el match. Evidentemente, eran tiempos en los cuales era necesario aclarar ese punto.

      En 1910 también se comenzó a exigir que los jugadores sean socios del club para el que jugaban y se estableció un registro con las correspondientes firmas de cada uno. En otro orden de cosas, se resolvió que los árbitros estuviesen al servicio de la Liga y que los clubes ya no podrían, como ocurría hasta entonces, elegir al juez de común acuerdo. Por último, se dispuso oficializar una costumbre que algunos clubes llevaban a cabo como un ritual cada domingo. Servirles un té con leche a los jugadores una vez finalizado el partido. Seguramente una tradición que provenía de las primeras reuniones futbolísticas concertadas allá por fines del siglo XIX.

      El 20 de agosto la Asociación Argentina de Fútbol decidió suspender todos los encuentros con equipos o seleccionados uruguayos a raíz de los incidentes producidos en la Copa Lipton de ese año. En dicho cotejo hubo cuatro futbolistas locales: Armando Ginocchio, José Viale y Faustino González (todos de NOB) más Harry Hayes de Central. Newell’s en tanto, fue campeón por quinta vez. Se coronó en la Copa Vila el 16 de octubre. Venía de vencer a Central el 2 de ese mes (2 a 1 con goles de Manuel González), a Tiro Federal el domingo 9 (4 a 1), y a Provincial en la última fecha, por un inapelable 6 a 1. En total jugó 10 partidos, ganó 9 y empató uno. Convirtió 29 tantos y recibió 8. Manuel González fue su goleador con 13 y José Viale su escolta con 9. Para entonces la entidad contaba con 300 socios, y su primer equipo formaba con: Mac Master; Hamblin y Bordabehere; Redín, Ginocchio y Torelli (el único jugador nuevo del plantel); Mallet, Manuel González, Faustino González, Caracciolo González y José “pinoto” Viale.

      El día de la raza asumió la presidencia de la nación Roque Sáenz Peña, hijo del también presidente Luis Sáenz Peña. La Copa Pinasco en tanto, quedó en manos de Aprendices Rosarinos, equipo que ganó 14 encuentros, empató uno y perdió otro (ante Central), totalizando 29 puntos en su haber. Su once titular regularmente era el siguiente: P. Fernández; F. Díaz y F. Hotopf; J. Fuggini, C. Garassino y M. Vázquez; F. Pisso, M. Argüello, P. Zárate, G. Hotopf y S. Rodríguez. En la Copa Comercio de tercera división el que se consagró fue Peñarol, luego de vencer 3 a 0 en la final a Córdoba y Rosario; equipo éste último, que se adjudicó la flamante Copa Roma de cuarta división.

      Para los últimos días del año sobreviene la muerte de Pedro Lino Funes, Vicegobernador de la provincia, y un esperado partido entre las Ligas Porteña y Rosarina. El duelo, a beneficio del Hospital Centenario, finalizó con el triunfo de Buenos Aires por 3 a 1. El desafío se llevó a cabo en la mejor cancha de entonces, la de Argentino (actual Gimnasia y Esgrima). Ganaba Rosario con gol de Manuel González, pero una lesión de Hamblin en el segundo tiempo dejó al equipo local con 10 (puesto que ya había realizado la única modificación permitida). La formación de la Rosarina estuvo compuesta por: Mac Master; Hamblin y Bordabehere; Uris, Ginocchio y Zanni (reemplazado por Torelli); Conrado Grieshaber, Guillermo Dannaher (ambos pertenecientes a Tiro Federal), Manuel “lito” González, Caracciolo González y José “pinoto” Viale.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1910

      • Dr. Claudio L. Newell

        Dr. Claudio L. Newell

        1. 1910 - 1911
        2. 1916 - 1917

      Campeones de la Rosarina en 1910

      • Copa Nicasio Vila - Primera División L.R.F.

      • Copa Santiago Pinasco - Segunda División L.R.F.

        • Aprendices Rosarinos
      • Copa Comercio - Tercera División L.R.F.

        • Peñarol de Rosario
    • Año 1911

      Reseña del año

      La de 1911 sería otra temporada de gloria para los muchachos del Colegio Anglo Argentino. No sólo por el título de primera que obtuvieron (el sexto en siete años de competencia), sino por la inauguración de su estadio del Parque Independencia. Pero recorramos la temporada cronológicamente. En los tradicionales amistosos previos al inicio del torneo no les había ido tan bien. Habían perdido el 9 de abril con San Isidro 3 a 0, partido en el cual se les notó un deficiente estado físico; y con Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires 3 a 1, en donde su arquero Mac Master fue responsable de dos tantos.

      Sin embargo, en la primera fecha del campeonato oficial el rojinegro apareció en su máximo esplendor, casi como por arte de magia: Venció 4 a 1 a Argentino. Por esos días la provincia de Santa Fe se encontraba momentáneamente intervenida por las serias irregularidades suscitadas en los comicios que habían colocado a Ignacio Crespo como Gobernador. En la LRF, el 22 de abril fue reelegido presidente Claudio Newell y nombrado Vicepresidente Ricardo Le Bas. En Primera jugaron 7 equipos, en Segunda 10, en Tercera 20, y en Cuarta División nueve. La novedad fue la aparición de Aprendices Rosarinos en primera luego del título alcanzado en la Copa Pinasco de 1910.

      Otro signo que perduraría en el tiempo, y que ese año se viviría por primera vez, fue la partida de jugadores rosarinos rumbo a Buenos Aires. A principios de marzo Armando Ginocchio se sumó al plantel de Estudiantes aprovechando que iba a estudiar medicina a Capital. A él se agregó Lorenzo Hulme, jugador de Rosario Central, que ahora vestiría la casaca de San Isidro. En cuanto a la vida de los rosarinos de aquel entonces, podemos decir que fumaban cigarrillos 43, Mitre, Centenario, Monterrey y Colón, así como también habanos Santos. Las publicidades de las tabacaleras distaban mucho de las actuales. Mientras hoy es obligación agregar la leyenda “el fumar es perjudicial para la salud”, en 1911 se afirmaba que “el fumar es una necesidad orgánica”.

      La prensa de la época fustigaba a Tiro Federal por haber generado inconvenientes en varios partidos. En el cotejo del 2 de julio ante Argentino presentó sólo 8 jugadores y perdió 5 a 0. Luego del primer tiempo sus hombres no regresaron al campo y cedieron los puntos. El fin de semana siguiente los tirolenses volvieron a tener problemas. En el partido ante Central el árbitro Mac Carthy convalidó un gol en el que consideró que el arquero de Tiro, Araujo, había traspasado la línea de sentencia con el balón en sus manos. Lo que exasperó al público fue que el juez pitó estando atrás de la mitad de la cancha y cuando ni los propios jugadores auriazules reclamaban. Lo cierto es que su decisión generó la suspensión del partido y hasta el presidente de la liga, Claudio Newell, debió ingresar para calmar los ánimos.

      El 30 de julio Newell’s ganó un clásico por demás meritorio. Se enfrentó a Central por los Cuartos de Final de la Copa Cusenier en forma desventajosa. Presentó en su formación titular un forward de cuarta categoría (Blotta), y un arquero (Hiriart) que había sabido ser back y hacía sus primeras armas bajo los tres palos. Todo hacía prever que caería derrotado, sobre todo porque el domingo anterior (23 de julio) había inaugurado su estadio del Parque con una pésima actuación. En esa fiesta se notó al rojinegro falto de entrenamiento, y terminó perdiendo 5 a 0 con Porteño, un tradicional club de Buenos Aires. Los huéspedes habían sido agasajados y paseados en tranvía por la ciudad, sin embargo no se apiadaron de su anfitrión. Ante Central en cambio, Newell’s ganó 2 a 1 y debió su victoria (más que nunca) a Viale, el gran artífice de la misma.

      La Liga en tanto, pretendía adquirir un local para utilizarlo a modo de Sede. Pese a que constantemente realizaba partidos a beneficio su situación económica no era del todo buena. Ese año se creó también un libro de firmas, que cada club guardaba en su poder (y que recién a partir de 1913 la Liga habilitaría en su sede), a los efectos de dar cumplimiento al artículo 18 que establecía que “todo jugador inscripto en los registros de un club, no podrá jugar en otro durante el año en curso”.

      En esta época se empezaron a notar ciertas diferencias en cuanto a implementación de estilos. Por un lado estaba Newell's, que prefería hacer un culto al juego inglés. El aprendido en el patio del Colegio. Un juego sobrio y sin aparatosidades. Con pocos moños pero productivo. Gustaban de rematar sorpresivamente al arco y en eso eran especialistas Lito González y Pinoto Viale. Por el otro lado estaba Central, club en el cual avanzaba la tendencia al firulete. La gambeta, que demoraba el avance pero tejía jugadas más vistosas, era implementada por futbolistas como Julián Parr, un verdadero malabarista de aquel entonces (campeón con Rosario Atlético de la Copa Competencia), Daniel Green y Harry Hayes. Así, los gustos futbolísticos empezaban a debatirse.

      A todo esto, el profesor de educación física Juan B. Arrospidegaray propone a las autoridades de la Liga convertirse en el primer masajista oficial del fútbol rosarino. Su prestigio y aquilatada experiencia constituían una garantía, sin embargo muchos dirigentes y jugadores no daban crédito a sus prácticas. No concebían que fricciones o ungüentos pudiesen mejorar el rendimiento de los futbolistas. Finalmente el Consejo, convencido porque en Inglaterra ya se instrumentaban estos procedimientos, aprueba en 1912 su proyecto y es así como se incorpora la figura del masajista a los vestuarios locales.

      El campeón Newell’s, sufrió en su devenir al título algunas derrotas inesperadas. Cayó 1 a 0 ante el ascendido Aprendices (que entró a la Copa Vila con el pie derecho), y 2 a 1 ante Tiro Federal. De Buenos Aires mientras tanto llegaban noticias tristes. El famoso Alumni dejaba de competir, lo cual no dejaba de sorprender, ya que se lo consideraba un “poderoso exponente” del deporte. El fin de año trajo la merecida coronación de los campeones. Newell’s ganó la Copa Vila, la Copa Comercio, y la Copa Tienda Roma. Provincial se quedó por primera vez con la Copa Pinasco. El 5 de noviembre en tanto, se originó un hecho que traería cola. Newell’s enfrentó a Peñarol en Uruguay, por la final de la Copa de Honor Cusenier creada en 1905. El torneo se dividía en una sección argentina y una uruguaya. En la semifinal de nuestro país el rojinegro había eliminado a San Isidro 1 a 0, y en la final había superado a Porteño 3 a 2.

      Era la primera vez que un equipo rosarino llegaba a la final de dicha Copa (las cuales eran siempre en Montevideo). Esa tarde el árbitro fue muy cuestionado por convalidar dos goles del conjunto uruguayo en evidente posición adelantada y los rosarinos tomaron una sorpresiva, aunque valiente decisión: abandonaron la cancha en el entretiempo. El retiro rojinegro no causó buen efecto entre los mirasoles que acusaron a los visitantes de adoptar una posición antideportiva. El desenlace anómalo traería consecuencias para Newell’s, ya que la Asociación Argentina lo descalificaría en lo sucesivo para participar de Torneos Internacionales.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1911

      • Dr. Claudio L. Newell

        Dr. Claudio L. Newell

        1. 1910 - 1911
        2. 1916 - 1917

      Campeones de la Rosarina en 1911

    • Año 1912

      Reseña del año

      En esta temporada se produjeron muchísimas novedades. En primer lugar Unión de Santa Fe se sumó a los siete equipos que formaban la primera división de Rosarina, y compitió por la Copa Vila. Además, se produjo la renovación de autoridades en la Liga y se eligió a un nuevo presidente. En la Asamblea del 12 de abril, se designó para el cargo al Doctor Enrique Fidanza, en reemplazo de Claudio Newell. Dos días después se hundiría, en su primer viaje, el mítico transatlántico “Titanic” al chocar contra un Iceberg. En nuestro país, también le dio mucha tela para cortar a los medios la caída de la famosa piedra movediza de Tandil.

      Pero volviendo al fútbol, cabe decir que el 18 de abril se reunió el Consejo en la casa del Doctor Fidanza –quien asumió con grandes bríos– para analizar un proyecto a futuro. Se adquiere el local de calle Córdoba 847 para que se instale la Administración y Secretaría de la Liga; se designa un delegado en Buenos Aires; y se retocan algunos reglamentos. Por esos días, otra innovación transformaría al fútbol para siempre: Se establecía que el arquero sólo podía tocar el balón con las manos dentro del área penal. Hasta entonces tenía permitido hacerlo en cualquier lugar del campo.

      El 14 de julio inicia su actividad oficial en Buenos Aires la Federación Argentina de Fútbol, primera escisión que sufre la AFA. Este nuevo ente rector surgió como una forma de reaccionar ante ciertas actitudes arbitrarias de la Asociación Argentina de Fútbol, y fue apoyado, entre otros, por el presidente del Club Lomas, Chevallier Boutell, el mismo que había donado la Copa Competencia.

      Sin embargo, lo más importante del año fue que, por algunos inconvenientes, la Liga Rosarina tomó la decisión de suspender y declarar desierta la Copa Vila. En parte fue por el altercado que mantuvo con Sparta, club que abandonó la competencia por una cuestión extra-futbolística. Los “albinegros” habían nombrado delegado a Sebastián García, pero al no ser Presidente o Secretario de la entidad fue rechazado por el Consejo. No obstante, el inciso g del artículo 51 lo respaldaba, y con la autorización que llevaba le hubiese sido suficiente. Sparta no tomó para nada bien la decisión y se retiró de la competencia en disconformidad.

      Pese a todo, el 28 de julio se jugó el primer Newell’s-Central del año. La Liga no respetó la reglamentación impuesta por la gestión anterior (que obligaba a jugar los clásicos en cancha neutral) y el partido se llevó a cabo en cancha de Central. Newell’s jugó excelentemente, impuso una supremacía abrumadora, y terminó goleando 7 a 0. Esa tarde hubo alrededor de 3.000 personas (cantidad promedio que iba a los grandes partidos en esos años), el gran Manuel González convirtió 4 de los goles rojinegros, y Zenón Díaz erró un penal. Poco después se enojó con un fallo arbitral y se fue del campo varios minutos. Luego, más calmo, reingresaría. Curiosamente la parcialidad de Central, considerada entonces como la más “pasional y exaltada”, no originó disturbio alguno.

      El fútbol perdió seguidores durante esos años. Las reacciones violentas (tanto de público como de jugadores) espantaba a las personas más refinadas, que añoraban la paz de los comienzos. El mismo domingo en que Provincial y Tiro Federal suspendían su cotejo por incidentes, en el hipódromo Independencia se cortaron 38.000 entradas. Todo un síntoma de que la gente optaba por otras alternativas. A comienzos de octubre cundió la preocupación. El campeonato estaba muy demorado y las altas temperaturas volvían incómoda la práctica del deporte. Se consideraba antihigiénico y un verdadero despropósito jugar en noviembre y diciembre. Tiro Federal fue otro de los que se quiso retirar de la Liga, pero ésta no se lo permitió. Poco después los tirolenses se desafiliaron de la Asociación Argentina por entender que venían siendo sistemáticamente perjudicados en la Copa Competencia. Según sus dirigentes, el sorteo siempre los hacía jugar en Buenos Aires, no le pagaban los gastos, y de la recaudación le deducían porcentajes insólitos.

      El 9 de octubre se realizó una Asamblea que planteó suspender la Copa Vila. Se pretendía seguirla en marzo pero esto luego no se concretó. Sí se mantuvo en disputa las Copa Pinasco y Comercio. La de Segunda División quedó en manos de Argentino, que sumó 15 unidades en 10 partidos. A un punto terminó Córdoba y Rosario, y Central concluyó tercero con 12. En tercera Rosario Atlético le ganó 2 a 1 a Aprendices Rosarinos en el partido decisivo y se quedó con el título de la categoría. A estas competencias se agregó la Copa de Caridad, que fue eliminatoria entre los conjuntos de primera, y que intentó llenar el bache dejado por la Copa Vila.

      El 22 de noviembre, en el local de Córdoba 1867, se fusionaban los clubes Atlantic y Sportman, surgiendo de esta unión el C. A. Atlantic Sportsmen que a partir del año 13 se sumaría a la Liga. Otro de los clubes que vio la luz en 1912 fue “Embarcaderos Córdoba y Rosario”, luego “Nacional” y más tarde “Argentino”. La fundación del “salaíto” se concretó en la casa de Zenón Cabral, quien sería elegido como su primer presidente. La sede del club se ubicó en la calle Junín, entre Falucho y Rawson, y su primera cancha en Avellaneda y Gorriti, todo dentro del Barrio Refinería.

      Los jugadores rosarinos en tanto, seguían demostrando ser de lo mejor del país cada vez que eran llamados desde Buenos Aires. Harry Hayes y José Viale por ejemplo, viajaron a Brasil con la Selección nacional. Fue la segunda excursión de combinados nacionales por tierras brasileras. Jugaron en Río de Janeiro y ganaron 5 a 0 con cuatro goles del hombre de Central. Por último, el representativo de la recientemente fundada Federación Rosarina le ganó 2 a 1 a la Federación Argentina con goles de Hayes y Zenón Díaz. Ese equipo estaba formado en su totalidad por jugadores de Central y Tiro Federal, dos de los clubes disidentes (junto a Sparta) que habían abandonado la Liga Rosarina.

      En un partido entre Central y Tiro correspondiente al torneo de la Federación ocurrió un hecho lamentable. Sobrevino un penal favorable a Tiro Federal que se dispuso a patear Guillermo Dannaher. Su ejecución fue atajada por el golero auriazul, Serapio Acosta, sin embargo detrás del arco se encontraba el padre del guardameta quien, estremecido por la emoción, cayó fulminado y falleció ahí mismo. El partido fue suspendido y se completó el tiempo restante días después donando la recaudación a la viuda de Acosta.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1912

      • Dr. Enrique Fidanza

        Dr. Enrique Fidanza

        1. 1912 - 1913

      Campeones de la Rosarina en 1912

      • Copa Nicasio Vila - Primera División L.R.F.

        • No terminó de disputarse
      • Copa Santiago Pinasco - Segunda División L.R.F.

        • Club Atlético Argentino (GER)
      • Copa Comercio - Tercera División L.R.F.

        • Rosario Atlético
    • Año 1913

      Reseña del año

      El advenimiento de 1913 significó una bifurcación en el camino que hasta aquí tan hermanadamente venía recorriendo el fútbol rosarino. Es que se consolida la constitución de otro ente regulador paralelo a la Liga Rosarina, la Federación Rosarina de Fútbol. Su sede se instala en el local de San Lorenzo 1220 y de su primer campeonato tomarían parte Rosario Central, Tiro Federal, Sparta (los 3 clubes que renunciaron a la Liga), y los novatos Embarcaderos Córdoba y Rosario (la célula que más tarde daría origen a Argentino de Rosario) y Brown de Santa Fe.

      La Liga por su parte, confirmó el 3 de enero a Enrique Fidanza como presidente y a Luis Maffei como Vice. Ese mismo día se le remitieron medallas de oro a José Viale, Manuel González, Harry Hayes y Guillermo Dannaher por su participación en partidos internacionales. El 18 de marzo se abrió la inscripción a los torneos oficiales. En primera división jugaron Newell’s, Rosario Atlético, Argentino, Provincial, Atlantic Sportsmen, Unión de Santa Fe y Córdoba y Rosario, que participaba por primera vez de la Copa Vila (en 1905 había jugado la Pinasco, por entonces único trofeo en disputa). También se aprobó la Memoria y Balance del ejercicio anterior y se inauguró un libro como registro de firmas. El 26 de ese mes Arturo Araiz, jugador de Newell’s, estampó en él la primera e histórica rúbrica.

      En la misma sede de la Liga Rosarina se crea la Liga Ferro-Bancaria destinada a empleados de esos populosos gremios. Por entonces, en un terreno cercano al Hopital Español, se funda el Club Rosario Sud. Años más tarde el terreno sería cedido por el Doctor Rafael Calzada, y en honor a él, la institución tomaría el nombre de Club Atlético Calzada. En Buenos Aires en tanto, se suman al torneo de la Asociación Argentina, Ferrocarril Oeste, Boca Juniors y Platense.

      El campeonato de la Liga Rosarina se puso en marcha el 20 de abril. Esa tarde Newell’s venció ajustadamente al debutante Atlantic Sportsmen;  y Rosario Atlético despachó a Córdoba y Rosario con un claro 7 a 1. Ese comienzo avasallante de los hombres de Plaza Jewell no sería casualidad y su enorme campaña los dejaría a un paso de ganar la Copa Vila; la cual quedaría, una vez más, en manos de Newell’s. El rojinegro disputó 12 partidos, ganó 10 y totalizó 21 puntos. Goleó en muchas de sus victorias: 7 a 1 a Provincial, 5 a 0 a Argentino, y 7 a 0 a Córdoba y Rosario. El único partido que perdió fue precisamente ante Plaza en la primera rueda. Rosario Atlético fue su escolta a un punto. Cayó ante el campeón en el partido revancha, y empató dos cotejos (con Argentino y Unión).

      Una de las historias más sabrosas de 1913 fue la de Juan Manuel Rogers, wing derecho de Provincial. Rogers había sido tentado por otros equipos y le había pedido el pase al club y a la Liga sucesivamente. Provincial decidió no cederlo y la Liga le comunicó que la transferencia debía tener la anuencia de la institución. El jugador amenazó con abandonar la entidad roja y optar por Rosario Central (miembro por entonces de la gran rival de la Liga, la Federación), pero finalmente Rogers desistió y permaneció en Provincial, brilló en los combinados de la Liga, y hasta fue seleccionado para los equipos nacionales, prueba inequívoca de sus grandes cualidades.

      El 14 de junio en tanto, llegaron desde Buenos Aires noticias funestas. Armando Ginocchio, el crack de Newell's que llegó a ser presidente del club en 1906, había fallecido. Ginocchio también había participado en la reunión de fundación de la entidad, había jugado encuentros internacionales con combinados rosarinos y porteños, y había sido multicampeón con su equipo. Sus restos fueron traídos a Rosario en tren, y acompañados por un cortejo numerosísimo hasta la necrópolis del Salvador. En homenaje a su memoria la Liga decidió suspender todos los partidos de ese fin de semana.

      La Federación por su parte culminó el campeonato en octubre. El título quedó en manos de Rosario Central y el escolta acabó siendo Tiro Federal. A la postre, la desunión y la creación de dos instituciones rectoras, no trajo nada bueno. Faltó calor en las contiendas y se extrañó, sobremanera, el tradicional encontronazo entre auriazules y rojinegros. Esto produjo magras recaudaciones y obligó al público a dividir sus simpatías. La Liga decayó económicamente, y la Federación tampoco dio indicios de un futuro crecimiento. En definitiva, aquella fragmentación llevó a que más de uno citara la célebre frase del Martín Fierro, “los hermanos sean unidos”, procurando explicar con ella, que en un período embrionario como el que se vivía, cualquier desavenencia era nociva para el desarrollo del deporte.

      Todas las competencias fueron llegando paulatinamente a su feliz conclusión. En la Copa Pinasco ese año se coronó Atlantic Sportsmen. En Primera los verdiblancos habían sacado sólo un punto, pero en Segunda redondearon una gran campaña y pudieron festejar. En Tercera división, Argentino fue quien se quedó con la Copa Comercio. Mientras que en Cuarta Newell’s fue el soberano. La temporada además, dio a luz a dos nuevos trofeos. La Copa Lisandro de la Torre, donada precisamente por el recordado tribuno, y la Copa Cassini, cedida por Roque Cassini, dueño de la tienda inaugurada en 1910 en la esquina de Rioja y San Martín. La primera fue instituida para los equipos de Segunda división y la segunda para los de Tercera, aunque lo que las diferenció de las Copas Pinasco y Comercio respectivamente, fue que los partidos eran eliminatorios y en un par de domingos se llegaba a la final.

      Belgrano fue el ganador de la Copa “De la Torre” venciendo en la final a Rosario Atlético. Esa misma noche (7 de diciembre) hubo una extensa fiesta en un restaurante de Barrio Vila en la que se sirvió a los comensales un arroz que sería de ahí en más, el plato típico de los belgranenses. La Copa “Cassini”, cuyo original diseño se asimilaba a una pelota de rugby, fue obtenida por Provincial. Ese año el Doctor Carlos Ibarguren, Ministro de Justicia de la Nación, donó una Copa (que llevó su nombre) para que sea disputada por los campeones de las ligas de Buenos Aires y Rosario. En su primera edición, Racing superó a Newell’s 3 a 1 y se quedó con el novel premio. En cuanto a los enfrentamientos entre seleccionados de una y otra ciudad, comenzaron en 1912. La Copa Reyna había quedado en poder de Rosario en su primera edición (había ganado 4 a 3), y del local en su segunda, tras un atrayente empate en cuatro goles. El otro trofeo que disputarían por varios años se llamó “Copa Rosario” o “Culaciatti”. El trofeo se conoció así porque había sido cedido por el Intendente de la ciudad, Miguel Culaciatti.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1913

      • Dr. Enrique Fidanza

        Dr. Enrique Fidanza

        1. 1912 - 1913

      Campeones de la Rosarina en 1913

      • Copa Nicasio Vila - Primera División L.R.F.

      • Copa Santiago Pinasco - Segunda División L.R.F.

        • Atlantic Sportsmen
      • Copa Comercio - Tercera División L.R.F.

        • Club Atlético Argentino (GER)
    • Año 1914

      Reseña del año

      Corta vida tuvo la Federación Rosarina de Fútbol. Su endeble organización apenas sobrevivió una temporada. La Liga recobró la importancia de otrora y volvió a tomar las riendas del fútbol en la ciudad. El 24 de enero asumió como Presidente Francisco Romero y el 31 de ese mes se inauguró la Sede en el local de Entre Ríos 853. Luis Lehman (vicepresidente electo) y Alejandro Berruti (Secretario) presentaron, en las primeras reuniones, un proyecto revolucionario. Ellos entendían que la Liga debía independizarse de la Asociación Argentina de Fútbol. Hasta entonces, la Rosarina no hacía nada sin comunicarlo antes a Buenos Aires. Consultaba constantemente y esperaba sumisa sus instrucciones.

      “No es más que un club afiliado a la AAF” decía Berruti, quien formuló un encendido discurso exigiendo derechos, libertades, y trazando una analogía con la Liga Uruguaya. No obstante, no todos los delegados estaban de acuerdo. Representantes de Newell’s, Rosario Atlético y Argentino entendían que era provechoso apoyar a la Asociación por ser la más antigua del país y por contar con los mejores jugadores. Alejarse de su tutela podía significar, según ellos, que no se repitieran las visitas de equipos ingleses. Finalmente se votó y se produjo un empate en cinco. Definió el presidente Romero, quien se inclinó por la negativa. El proyecto fue rechazado y se mantuvo la conservadora postura de depender de la AAF.

      En ese año se produciría el aciago comienzo de las hostilidades que darían paso a la primera guerra mundial. El 1° de agosto estalló el conflicto bélico del que participarían 32 naciones y que la prensa rosarina mencionaba, apenas, como “la Guerra de Europa”. Pero no todo era malo en el mundo. En el 14 se inauguró el Canal de Panamá, una de las obras de ingeniería más grandes de la historia. En Rosario la Liga recibió buenas noticias. El gobierno provincial le otorgaba la personería jurídica, trámite que había iniciado el presidente Fidanza. El 28 de marzo Sparta y Embarcaderos fueron admitidos en su seno, señal inequívoca de la desaparición de la Federación. Tiro Federal también solicitó que se le permita regresar. Todos los clubes que integraban la FRF pasaron a la Liga Rosarina de Fútbol. Fue ese un día histórico para el balompié local, pues se reincorporaba un club fundador como Rosario Central. Unión de Santa Fe en cambio, canceló su afiliación.

      El 19 de abril en cancha de Argentino, y con la presencia del intendente municipal, Dr. Oscar Meyer, Rosario le ganó 3 a 1 a Buenos Aires por la Copa Reyna. Siete días después comenzó la Copa Vila con récord de participantes: Once. Pese a la mayor cantidad de partidos y al mal tiempo que obligó a suspender varias jornadas, los torneos terminaron en época propicia. La organización sin dudas había mejorado. Ya no había partidos sueltos sino un fixture ordenado con 5 encuentros por domingo y un equipo que quedaba libre. El campeón fue Rosario Central que se consagró por segunda vez en su historia. Jugó 20 partidos, ganó 19 y empató el restante; 4 a 4 ante Tiro Federal. Marcó 99 goles y recibió sólo 10. Harry Hayes se consolidó como su gran cañonero, a partir de la friolera cifra de 51 tantos, más del 50 % de los hechos por su equipo.

      Su formación base fue la siguiente: Serapio Acosta; Zenón Díaz e Ignacio Rota; Juan Díaz, Alberto Ledesma y Pablo Molina; Federico Flynn, Antonio Blanco, Harry Hayes, Ennis Hayes y Fidel Ramírez. Newell’s ocupó el segundo lugar con 34 puntos (a 5 del líder). El tercer puesto le correspondió a Tiro Federal que sumó 29. Cuarto quedó Córdoba y Rosario con 22, y más atrás terminaron: Rosario Atlético (21 puntos), Provincial (19), Argentino (18), Embarcaderos (13), Sparta (12), Atlantic Sportsmen (11), y Aprendices Rosarinos (2).

      Sin embargo, lo que despertó más ansiedad en la gente ese año, fue sin dudas el retorno del viejo pleito: Central y Newell’s, luego de un año de no verse las caras, reeditaban el duelo más esperado. El primero se jugó el 25 de mayo y convocó a una multitud. La cancha centralista de Villa Sanguinetti era un hormiguero. A la vera del campo, las vías tenían vagones en cuyo techo los aficionados hallaban una tribuna gratuita. Central ganó 6 a 2, con tres goles de Harry Hayes (los dos de Newell’s los marcó, quién otro sino Manuel González). En la revancha, jugada el 11 de octubre en el Parque Independencia, se volvió a imponer Central. En esa ocasión 5 a 0 (de nuevo con tres tantos de Hayes), y ahí se aseguró el título. Su parcialidad marchó en caravana por la calle Plata (hoy Ovidio Lagos) hasta el barrio Talleres, epicentro del carnaval auriazul. En esos años Central era el club con mayor número de seguidores, sin embargo, las derrotas sufridas ante Newell’s lo tenían a maltraer. Por eso es que sus hinchas disfrutaban tanto cada vez que lo vencían.

      Uno que no la pasó nada bien esa temporada fue el arbitro Teodoro Biener. El pobre tuvo la mala suerte de impartir justicia en una época en la que cualquier motivo insustancial (un foul, un penal, un resultado impensado), era capaz de generar la reacción reprochable del hincha o el jugador. Así fue que en Rosario Atlético-Tiro Federal, debió huir precipitadamente del campo (cuando aún faltaban veinte minutos) por el malestar que provocó uno de sus fallos. En un encuentro jugado 10 días después, también tuvo problemas. Newell’s le ganó 2 a 1 a Córdoba y Rosario pero lo más curioso fue que Miguel Zárate, delantero charrúa que había sido expulsado, pasó buena parte del segundo tiempo hostigando a Biener mediante furibundos gomerazos.

      En esa temporada Central también ganó la Copa de Caridad. Debía enfrentar a Newell’s en la final pero éste no se presentó pues muchos de sus jugadores eran de localidades cercanas a Rosario y ya se habían marchado a sus pagos. En segunda, la Copa Pinasco también fue para Central, mientras que la Copa Lisandro de la Torre quedó en manos de Tiro Federal. En tercera, Belgrano se adueñó de la Copa Comercio, y Argentino de la Copa Cassini. En ese intenso 1914 merecen ser destacados dos hechos más: los nueve goles que convirtió en un partido ante Aprendices el delantero de Rosario Atlético, Guillermo Potocsnyak; y la visita a Rosario de otro equipo inglés, el Exeter City, que jugó en Argentino ante el combinado local y se impuso por 3 a 1.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1914

      • Foto no Disponible

        Sr. Francisco Romero

        1. 1914

      Campeones de la Rosarina en 1914

    • Año 1915

      Reseña del año

      Esta temporada se caracterizó por el cambio de nombre que implementaron varias instituciones rosarinas. Gimnasia y Esgrima había dejado de ser Argentino en la Asamblea de agosto del año 14, sin embargo recién en el campeonato del 15 estrenó su nueva denominación. El 9 de enero Córdoba y Rosario and Railway Club castellanizó su nombre y pasó a ser el Club Atlético Central Córdoba. Además su antigua casaca color borra de vino, se cambió por la azul con vivos rojos. Por último, Embarcaderos Córdoba y Rosario se transformó este año en Nacional.

      Alejandro Berruti fue elegido nuevo presidente de la Liga en reemplazo de Francisco Romero, y Francisco Goicochea asumió como vice. Sin embargo, no durarían demasiado al frente de la Liga. Berruti renunció en marzo por no estar de acuerdo con una decisión del Consejo. El 19 de abril ocupó su lugar Antonio Fradua. Debido a la personalidad fuerte y al carisma del saliente directivo, esta noticia resultó trascendente en su momento. Berruti había implementado algunas modificaciones tendientes a ordenar y dar un viso de seriedad al fútbol nuestro. Por ejemplo, le exigió a los árbitros que dirigieran con uniforme ya que algunos solían ir desarreglados a sus compromisos. Le envió a los clubes una circular diciendo que era “obligación el uso de los colores del club en todos los jugadores que disputasen partidos oficiales”, y por último, y dado que algunos players acostumbraban a jugar en zapatillas (e incluso descalzos), la Liga ordenó que en lo sucesivo sería obligatorio el uso de botines.

      Gracias a la gestión de Ignacio Rota, se inauguró el torneo de quinta división. En su primera edición fue ganado por Belgrano, que en su juvenil plantel contaba con Julio Libonatti, delantero que años más tarde deslumbraría con sus cualidades. En primera hubo de nuevo 11 equipos. El único debutante fue Belgrano, institución que fue ascendida por la Liga en reemplazo de Aprendices Rosarinos. Esta última entidad vivió sobre finales del 14 una debacle económica, cayó en bancarrota y acabó disolviéndose.

      De segunda división también participaron 11 conjuntos. Los mismos que en primera salvo Provincial y Sparta que no poseían un segundo equipo. En su lugar estuvieron Tráfico y River Plate (que ese año se había fusionado con el Club Dublín). Entretanto, la Liga comenzó a implementar el uso de carnets para los jugadores. Compró 1.500 a seis centavos cada uno. Llevaban un sello, una foto, y un número identificatorio. Por otra parte, se resolvió no volver a pedir árbitros a Buenos Aires. La decisión se basó en cierta disconformidad que habían generado los jueces porteños.

      La población de Rosario al 31 de mayo era de 232.304 habitantes. En lo que hace al fútbol, hubo muchos traspasos de pretemporada. Serapio Acosta y Fidel Ramírez pasaron de Central a Rosario Atlético; Victorino Revilla dejó Nacional para incorporarse a Newell’s; y Pedro Mónaco se fue de Tiro para anclar en Atlantic Sportsmen. Sin embargo, los refuerzos más importantes tuvieron que ver con los arribos de Atilio Badalini (ex Colón de Santa Fe), y los hermanos Ernesto y Adolfo Celli (santafesinos del Salado) a la institución “mens sana” de nuestra ciudad. Los tres adquirirían fama y jugarían en los combinados rosarinos.

      Lo cierto es que 1915 fue un año inolvidable para Central. Ganó 5 Copas: las dos de primera (Vila y de Caridad), las dos de segunda (Pinasco y Lisandro de la Torre), y una de tercera (la Copa Comercio). Apenas si le dejo a Tráfico la Copa Cassini de tercera y a Newell’s la Copa Roma de cuarta. En primera volvió a consagrarse invicto y además vio surgir a Eduardo Blanco, un magnífico centro half. Marcó 104 goles en 20 partidos, y recibió sólo 4. Era evidente que las simpatías de la afición rosarina se repartían entre los dos clubes grandes, sin embargo los auriazules gozaban de mayor arraigo popular y quizás por eso, porque tantísimos jóvenes deseaban jugar en Central, es que siempre había pichones de crack golpeando las puertas de dicha entidad. Tal peculiaridad le permitía a su Comisión Directiva (por entonces las encargadas de elegir al once titular) tener recambio y contar siempre con un team competitivo.

      Central se convirtió en el primer equipo en ganar la Copa Ibarguren. El 26 de marzo empató 0 a 0 con Racing (campeón porteño) en cancha de Independiente luego de 120 minutos de fútbol. Como no se pudieron sacar ventaja jugaron por segunda vez el 30 de abril en Palermo. El encuentro, que reunió a una multitud debido a los antecedentes de ambos conjuntos, iba 1 a 1 en el primer tiempo (gol de Laiolo para Central). Sin embargo, el árbitro Luis Gil comenzó a perjudicar ostensiblemente al representante de nuestra ciudad. Al parecer cobraba dudosas infracciones favorables a la Academia y por último no convalidó un remate de Laiolo que había sido gol y a causa de una rotura en la red pareció no entrar.

      En el suplementario, Laiolo a los 5’ y Woodward a los 28’, pusieron el 3-1 final. Magnífico triunfo del once auriazul que luego fue homenajeado por las autoridades de la Liga con un banquete en el Hotel Mayo. Claudio Newell en persona se encargó de colgarle las medallas a los campeones. Desde 1905 (cuando Rosario Atlético ganó la Copa Competencia) que los clubes rosarinos no alcanzaban una hazaña semejante. Aquel famoso equipo formó con: Moyano, Zenón Díaz e Ignacio Rota; Rogotti, Eduardo Blanco y Jacinto Perazzo; Barbieri, Antonio Blanco, Laiolo, Ennis Hayes y Woodward.

      Newell’s en cambio, padeció dificultades. El club que durante una década había mantenido, con ligeras variantes, la hegemonía del fútbol local, ahora estaba ligeramente debilitado. Perdió los dos clásicos por resultados humillantes. El 25 de mayo cayó 6 a 0 en Villa Sanguinetti, en un partido en que Ennis Hayes marcó un gran gol (el primero). El 17 de octubre, en la revancha jugada en el parque, su suerte sería aún peor. El conjunto “canalla” reafirmó su buen momento y le asestó 6 goles en los primeros 45 minutos. Los rojinegros decidieron no salir al campo para la segunda etapa dando por terminada la contienda.

      Un hecho por demás curioso ocurrió en un partido entre Central y Central Córdoba por la Copa Competencia. Los auriazules llegaban invictos pero acabaron perdiendo 1 a 0 en su cancha. La hinchada charrúa celebró jubilosamente mientras los centralistas se retiraban cabizbajos. Entre ellos Zenón Díaz, zaguero que se había batido valientemente en el terreno de juego. Los ganadores repararon en él y lo levantaron en andas. Lo retiraron como un triunfador, y así lo trasladaron hasta su casa ubicada a pocas cuadras. Sin dudas, un gesto emotivo y lleno de deportividad, que no podría suceder en nuestros días.

      Tiro Federal disfrutó en 1915 de uno de los triunfos más resonantes de su historia. Le ganó como visitante 4 a 0 a Boca Juniors en una de las semifinales de la Copa Competencia. Los protagonistas de la gesta tirolense fueron: Lorenzo Colombo; Oreste Scarpone y Florencio Sarasibar; Ernesto Faggiani, Miguel Argüelles y Silvio Barbieri; Conrado Grieshaber, Ernesto Simpson, Juan Vergara, Carlos Guidi y Antonio Pimentel. Los tres primeros tantos fueron marcados por la gran figura del equipo, Carlos “Milán” Guidi, y la cuenta se cerró por intermedio de Pimentel. El elenco rosarino estuvo a punto de completar la proeza y alzarse con el Trofeo (que hasta ahí sólo Rosario Atlético había traído para Rosario), pero en la final, y tras reñida disputa, cayó 2 a 1 ante Racing. Marcovecchio y Ohaco convirtieron para “la Academia”, y Guidi, cuando no, para Tiro.

      El 25 de octubre jugaron en cancha de GER Rosarinos y Uruguayos por la Copa Asociación, y ese terminaría siendo el gran acontecimiento del año para el fútbol rosarino. La victoria del seleccionado de nuestra ciudad fue la primera sobre los orientales. El combinado local formó con: Airaldi; Díaz y Varni; Johnston, Eduardo Blanco y Faggiani; Antonio Blanco, Badalini, Hayes, Guidi y Pimentel. El primer tiempo terminó 2 a 2, pero en el segundo, más precisamente en el último minuto de juego, llegó el tercer y definitivo tanto para nuestra representación. Los tres goles los señaló Carlitos Guidi, que tuvo su tarde soñada. Legítimo éxito de Rosario y algarabía inenarrable entre los presentes.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1915

      • Foto no Disponible

        Sr. Alejandro E. Berruti

        1. 1915
        2. 1922
      • Foto no Disponible

        Sr. Antonio Fradua

        1. 1915

      Campeones de la Rosarina en 1915

    • Año 1916

      Reseña del año

      El 9 de abril de 1916 debutó en el equipo de tercera división de Central Córdoba un hombre que haría historia: Gabino Sosa. Este maestro del fútbol jugó sólo 3 partidos en esa categoría. El 30 de abril ya lo hicieron debutar en primera y ese mismo año (más precisamente en noviembre) le pusieron los pantalones largos, siendo aún un purrete, para que viajara a Montevideo y pudiera enfrentar a Uruguay por la Copa Asociación. Datos que permiten intuir la calidad incuestionable que despilfarraba Sosa en cada toque de balón. Lo cierto es que durante dos décadas este magistral conductor de líneas delanteras hizo escuela, regaló su extraordinario talento en cada una de las canchas que pisó y deleitó al espectador amante del buen fútbol.

      El flamante presidente de la Liga era el Dr. Claudio Newell, y a poco de asumir, decidió conformar un Consejo Superior con un grupo de notables. A comienzos de temporada se creó un nuevo club “Rosario a Puerto Belgrano”. El mismo fue fundado por obreros del ferrocarril del mismo nombre. Se inscribió en el Torneo de segunda división, y utilizó como cancha los terrenos de Berruti y Riobamba. El campeonato local comenzó el 20 de abril con una ligera novedad: Tiro Federal cambió colores. Del azul marino y blanco que usaba, pasó al celeste y blanco, por supuesto siempre a bastones verticales. Entre las transferencias más notorias se pueden enumerar la del arquero Serapio Acosta (de Plaza a Rosario a Puerto Belgrano), y la de Julio Morgoux (de Plaza en este caso a Newell’s). Además, Belgrano incorporó a Francisco Ballart, Rosario a Puerto Belgrano a Juan Francia, y Provincial a Guillermo Potocsnyak.

      Este año Rosario Atlético (o Plaza Jewell) se retiró definitivamente de la práctica del fútbol. Sin dudas una sensible pérdida, ya que llevaba casi medio siglo fomentando este deporte en la ciudad. El motivo de su partida se basó en el desmembramiento de sus equipos. La deserción de esta institución, pionera en nuestro medio, recordó a la de Alumni en Buenos Aires, aunque aquel se disolvió por completo. Caso distinto al de Atlético que a partir de entonces centró sus actividades en el rugby.

      Otro club de la ciudad, Provincial, inauguró cancha nueva. Desde 1908 estaba frente al Rosedal, pero el 25 de mayo de 1916 se mudó a los terrenos ubicados detrás del hipódromo. Organizó una gran fiesta en la que se midieron primeramente dos combinados locales, y luego el anfitrión y Platense, team porteño que le ganó 1 a 0. A todo esto la Liga Rosarina organizó un amistoso entre el campeón, Central, y un combinado del resto de los equipos. Ganó el auriazul 2 a 1. Casa Cassini donó las 11 camisetas del selectivo y Gath y Chávez la pelota con la cual se jugó. El 18 de junio se disputó la Copa Reyna en Buenos Aires y en un partido más que discreto ganó el local 2 a 1. El gol rosarino lo convirtió Carlos Guidi, que venía sumamente derecho para el arco. Nuestro representativo salió con estos once: Colombo (TF); Díaz (RC) y Sarasibar (TF); Johnston (Ros.Atl), Eduardo Blanco y Jacinto Perazzo (ambos de RC); Antonio Blanco, José Laiolo (los dos también de Central), Atilio Badalini (GER), Carlos Guidi (TF) y Antonio Pimentel (TF).

      El 24 de septiembre el fútbol rosarino tuvo su pronta revancha. En el match por la Copa Rosario se impuso 2 a 0 (con dos tantos del inefable Guidi). El cotejo se disputó en Gimnasia y el elenco local tuvo algunas modificaciones. Se alistó con: Jorge Repucci (de Belgrano); Zenón Díaz (RC) y Florindo Bearzotti (Bel); Ernesto Celli (GER), Eduardo Blanco (RC) y Jacinto Perazzo (RC); Andrés Jauregui (GER), Atilio Badalini (GER), José Laiolo (RC), Carlos Guidi (TF) y Ennis Hayes (RC). La entrada general costó $ 1, la tribuna $ 2, y los militares, soldados y conscriptos, entraron gratis.

      Para Newell’s fue un año malo. Perdió todos los clásicos. El primero, por la Copa de Honor Cusenier, 8 a 0. José Laiolo metió tres goles, Antonio Blanco y Ennis Hayes dos cada uno, y Fidel Ramírez el restante. Para colmo el primero de noviembre, por el campeonato local, volvió a caer por goleada: En ese caso fue por 6 a 0. Por si fuera poco, su rival de toda la vida salió campeón invicto por tercera vez consecutiva y rubricó sus éxitos con la obtención de otros trofeos. A la Copa Vila le sumó la Copa de Caridad (en la final superó 3 a 0 a Central Córdoba), la Pinasco, la Lisandro de la Torre (ambas de segunda), y la Copa Roma, de cuarta división.

      El cuadro de campeones se completó con Provincial y Nacional (ganadores de la Copa Comercio y Cassini respectivamente, ambas de tercera). Durante aquel diciembre Central tuvo demasiados compromisos. La mayoría dotados de una singular trascendencia. Se adjudicó la zona Argentina de la prestigiosa Copa Competencia. Eliminó a River en semifinales (3 a 2 en cancha de GER) y superó a Independiente en la final (2 a 1 en cancha de Racing). Ese duelo se desarrolló ante 3.000 personas y Central formó con: Niblo; Díaz y Rotta; Rigotti, Furlon y Perazzo; Eduardo Blanco, José Laiolo, Antonio Blanco, Harry Hayes y Ennis Hayes. Los goles fueron convertidos por Antonio Blanco y Harry Hayes.

      Sin embargo, el trajinar del conjunto canalla fue excesivo, y acabó perdiendo tres finales en veinte días. El 10 de diciembre cayó ante Nacional 6 a 1 en la definición de la Copa de Honor Cusenier. No fue un buen partido del equipo de nuestra ciudad, que según la opinión de la prensa de la época, había subestimado a los tricolores uruguayos. La tarde del 24, en plena víspera de Navidad, perdió 3 a 0 ante Peñarol en la gran final de la Copa Competencia. El cotejo se jugó en Avellaneda y la figura fue el centrodelantero del mirasol, Piendibene, que marcó los tres tantos. Por último, el 30 de ese mes, volvió a medirse con Racing por la Copa Ibarguren. En 1915 ya se habían enfrentado y ahí el título se lo había adjudicado el canalla. Ahora, en 1916, los albicelestes se tomaron una dulce revancha ya que se impusieron por el exagerado score de 6 a 0. Recuperaron así, el trofeo que premiaba a los campeones de las ligas más importantes del país.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1916

      • Dr. Claudio L. Newell

        Dr. Claudio L. Newell

        1. 1910 - 1911
        2. 1916 - 1917

      Campeones de la Rosarina en 1916

    • Año 1917

      Reseña del año

      Durante 1917 se convulsionó el ambiente futbolero con el sonado caso de Atilio Badalini, Ernesto y Adolfo Celli. Los tres santafesinos de Gimnasia y Esgrima pasaron a Newell’s a principios de temporada, pero de inmediato recibieron una denuncia del Presidente de GER, que los acusaba de haber preferido al rojinegro debido a una remuneración que les habían prometido. La Liga analizó el caso, citó a los involucrados, y terminó inhabilitando para toda la temporada a Ernesto Celli y Atilio Badalini. El clima quedó enrarecido y todo el mundo se preguntó si de veras habrían cobrado por prestar sus servicios futbolísticos. La mayoría consideró que la pureza del amateurismo se había mancillado. En el aire flotaba la certeza de estar frente a un profesionalismo encubierto. A Fidel Ramírez, jugador que pasó de Central a Tiro Federal, también le gritaban en la cancha, a modo de ofensa, “profesional”.

      Mientras tanto, el Dr. Claudio Newell empleó a Badalini y Celli en el establecimiento educacional que dirigía, el Comercial Anglo Argentino. En los recreos los astros del fútbol se entreveraban con los escolares en los picados que éstos realizaban, pero los chicos les exigieron, como para disminuir sus extraordinarias capacidades, que jugaran con los brazos atados. Así lo hicieron, originando naturalmente escenas risueñas. Sin embargo, a la postre terminaron desarrollando mayores aptitudes y en 1918, cuando volvieron al fútbol oficial, fueron aún más diestros que antes de la suspensión.

      El 15 de abril comenzó la Copa Vila con una novedad: Rosario a Puerto Belgrano fue subido a primera en lugar de Rosario Atlético, que no inscribió equipo alguno. Participaron 10 clubes del máximo certamen rosarino: Central, Newell’s, Central Córdoba, Nacional, Belgrano, Sparta, Tiro Federal, Gimnasia, Provincial y Rosario a Puerto Belgrano. Además se afilió Estudiantes, un club fundado el 6 de octubre del 16 por empleados de la droguería Del Águila. Estudiantes actuaría en segunda división hasta 1920, año en el que obtuvo el ascenso. Su primera cancha estaba en el terreno comprendido entre las calles Virasoro, Gálvez, Callao y Pueyrredón, y su camiseta era roja, verde y blanca a bastones verticales, siendo su diseño similar al de Fluminense de Brasil.

      El 14 de mayo nació otra institución, el Alberdi New Boys. Una barriada tan amplia (aunque caracterizada como zona náutica), merecía tener un representante futbolero. El presidente fundador fue un porteño activo y culto que con tesón llevaría al club al círculo superior de la Rosarina años más tarde, don Francisco Barrera Carrasco. En la segunda fecha se suscitó una gran sorpresa. Tiro Federal venció a Rosario Central por el abultado marcador de 4 a 0. El elenco auriazul perdió así un invicto que llevaba tres años. Ese día el tricampeón de la Copa Vila se quedó con 9 hombres. Zenón Díaz protestó el primer gol y se retiró enojado de la cancha, al rato se lesionó Síntora, y la desigualdad terminó siendo clave. El árbitro Rovassi (singular apellido si los hay) fue profusamente increpado por los hinchas centralistas.

      El equipo del parque continuó ese año con paso cambiado. En el primer clásico frente a Central sus directivos tomaron una insólita decisión: ceder los puntos y presentarse a jugar el partido en forma amistosa. Muchos le achacaron falta de espíritu deportivo, pero ellos estaban tan desmoralizados, tanta diferencia advertían entre su rendimiento y el del conjunto auriazul, que apelaron a ese cuestionable recurso. En el amistoso (que sí se realizó) disputado ante sus rivales de toda la vida, incluyeron a Badalini y a los hermanos Celli y terminaron ganando 2 a 0. La duda que quedó flotando por entonces, fue qué habría pasado si hubieran jugado oficialmente y sin los inhabilitados.

      En la soleada tarde del 9 de julio Rosario recibió una vez más a Uruguay. Ausentes los hermanos Hayes, fueron reemplazados por Gabino Sosa y Manuel González. La excelente delantera local formó con Antonio Blanco (RC), Gabino Sosa (CC), Carlos Guidi (TF), Manuel González y José Viale (ambos de NOB). El partido fue reñido y el triunfo correspondió a los celestes por la mínima diferencia. Nuestro representativo estrenó ese día una nueva divisa. De la blanca con franja horizontal azul que venía usando, pasó a la albiroja con listones verticales.

      Otra curiosidad de ese encuentro, fue que sobre el final se produjo un remate cruzado de Gabino Sosa que se fue apenas desviado y que parte del público creyó que había sido gol. Para colmo el árbitro pidió la pelota y la llevó hacia el círculo central pitando el final. Gran cantidad de asistentes a la cancha de Gimnasia, se retiraron convencidos de haber visto un empate. Durante aquella jornada patria, en Manuela Pedraza y Cramer, Platense inauguró su cancha e invitó a Provincial a la fiesta. Así, el club rojo de nuestra ciudad respondía a la gentileza que el marrón había tenido el año anterior.

      Por iniciativa de Ignacio Rota (el defensor de Central que ya incursionaba como árbitro y delegado), en lo sucesivo los árbitros realizarían reuniones semanales para fortalecer sus conocimientos de las reglas del juego. Sin dudas una buena idea. El 15 de julio en el choque por la Copa Rosario jugado en cancha de Racing, Gabino Sosa ocupó por primera vez la posición de centrodelantero en los combinados de nuestra ciudad. Por entonces se consideraba que el que jugaba en ese lugar manejaba los ataques. Así, tomaba la posta de grandes valores como Harry Hayes o Carlos Guidi. Ese encuentro terminó 2 a 2. El 6 de septiembre se instauró una nueva copa. La misma sería disputada entre rosarinos y cordobeses. Se la llamó Gregorio Martínez en alusión al Presidente de la Liga de esa provincia. Se firmó un convenio entre ambas entidades para la realización anual del match y en su primera edición ganó Rosario 2 a 0 con goles de Dante Bianchi y Ennis Hayes.

      El 9 de septiembre Central volvió a vapulear a Newell’s. Le ganó 9 a 0 en su campo de Villa Sanguinetti. Paupérrimo funcionamiento rojinegro que dejó completamente desencantada a su afición. Los locales que formaron con: Juan Bruno; Zenón Díaz e Ignacio Rota; Pablo Molina, Eduardo Blanco y Jacinto Perazzo; Manuel Mesa, Antonio Blanco, José Clarke, Ennis Hayes y Alfredo Woodward. Fue en estos años cuando Central empezó a ser nombrado con el mote de “La Academia”. Al ganar los torneos de los años 14, 15, 16, 17 y 19 se empezó a decir que daba cátedra con su fútbol. A excepción del campeonato de 1917, todos los trofeos fueron obtenidos de manera invicta, lo que remarca el gran equipo que tenían los de Arroyito por entonces.

      En la Copa Vila Central se alzó con su quinto título y el cuarto consecutivo. Alcanzaba de esa manera a su histórico rival que también era pentacampeón local. Sin embargo, en la sumatoria total de trofeos Central superaba a Newell’s por 19 a 17, ya que tenía 4 Copas de Caridad, 6 de segunda división, 2 de tercera y 2 de cuarta; contra 1 Copa de Caridad, 4 de segunda, 2 de tercera y 5 de cuarta que poseía el rojinegro. Además, era el único rosarino que había ganado la Copa Ibarguren.

      El 7 de octubre en cancha de Provincial se vivió una gran final de segunda división, nada menos que Central y Newell’s. Las camisetas pesadas que se enfrentaban propiciaron una gran recaudación. El triunfo correspondió a Ñuls por 4 a 0. De ese modo la lepra ganaba la Copa Pinasco y se recomponía un poco de sus últimas derrotas. Además, los viejos muchachos de Newell obtuvieron el certamen eliminatorio de tercera (Copa Cassini) goleando 11 a 1 a Sparta en la final, y la Copa Roma de 4ta. de manera invicta. Central, como fue dicho, se adjudicó el título en primera habiendo perdido un solo partido (ante Tiro Federal, que terminó segundo) y ganado todos los restantes. El auriazul obtuvo también la Copa Comercio y apenas si quedó para Provincial la Copa Lisandro de la Torre. Ese año, cabe agregar, no se jugó la Copa de Caridad.

      En diciembre un último triunfo rosarino puso de parabienes a la ciudad. En cancha de Gimnasia se le ganó 3 a 1 a Buenos Aires por la tradicional Copa Mariano Reyna. El combinado local formó con: Lorenzo Colombo (TF); Florindo Bearzotti (Bel) y Florencio Sarasibar (TF); Rodolfo Mulhall (TF), Eduardo Blanco (RC) y Ernesto Faggiani (TF); Miguel Faivre (TF), Benito Wille Bille (Prov), Dante Bianchi (Bel), José Clarke (RC) y Juan Francia (TF). Como se ve, por primera vez no hubo jugadores de Newell’s integrando el selectivo. Todo un síntoma del flojo momento que transitaba la entidad del Parque. Bien distinto era el presente de Tiro Federal, que aportó seis de sus hombres al combinado local.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1917

      • Dr. Claudio L. Newell

        Dr. Claudio L. Newell

        1. 1910 - 1911
        2. 1916 - 1917

      Campeones de la Rosarina en 1917

    • Año 1918

      Reseña del año

      El torneo del 18 recuperó a todos los cracks suspendidos. El 15 de febrero se otorgó una amnistía general que alcanzó no sólo a Celli y Badalini, acusados de profesionalismo al igual que Manuel Márquez, sino también a Ennis Hayes (inhabilitado por originar disturbios), a Manuel González y al petiso Antonio Miguel entre otros. Durante 1917 alrededor de 1.350 jugadores de todas las categorías habían registrado sus firmas, cifra que se incrementó a 1.403 en 1918.

      Lo más destacado sin embargo, pasó por el liderazgo que adquirió la Liga entre las Asociaciones del interior del país. La Rosarina organizó una Convención entre las entidades que se consideraran olvidadas por la Asociación Porteña. Para ello se puso en contacto con las Ligas de Córdoba, Villa María, Santa Fe, Pergamino, Bahía Blanca, la Federación Platense y la Unión Mendocina. La Asociación Argentina de Fútbol, que estaba al corriente del cónclave, no lo avaló y envió una irónica nota en la que le restaba valor. La respuesta de la Liga Rosarina fue durísima. Acusó al ente porteño de condenar a la exclusión a las ligas del interior, y de gravitar negativamente sobre la evolución del deporte. Poco después la A.A.F. cambió de autoridades y asumió el Dr. Ricardo C. Aldao, quien rápidamente le tendió una mano a la LRF y prometió manejos más federales. Su intervención hizo renacer la calma.

      Previo al comienzo del campeonato varios jugadores cambiaron de club. Una institución que perdió a muchas de sus figuras fue Tiro Federal. Florencio Sarasibar y Antonio Miguel pasaron a Rosario Central. El wing Juan Francia firmó para Newell’s, y Umberto y Vicente Libonatti se alistaron en las huestes de Gimnasia y Esgrima. Sin embargo, los tirolenses ven surgir de entre sus filas menores a Roberto Cochrane (defensor) y Eduardo Bonzi (puntero derecho), que tendrían enormes actuaciones durante su carrera. Simultáneamente aparecieron en la ciudad unos personajes, por entonces indeseados: “Los contratistas”. Hombres que habían elegido a Rosario como mercado propicio y que llegaban de Buenos Aires con el fin de tentar a los futbolistas locales a trasladarse a Capital a cambio de dinero. Estuvieron a punto de llevarse a Bernardo Pambrún y José López Ramos de Belgrano, a quienes la Liga, disgustada, les negó el pase interligas. Igualmente podrían haberse marchado, pero fueron los propios jugadores los que optaron por quedarse.

      Esta es la temporada del resurgimiento de Newell’s Old Boys. El rojinegro había sufrido goleadas dolorosas en los clásicos durante los años 14, 15, 16 y 17, y para peor, había tenido que ser testigo del tetracampeonato de su archirival. No obstante, su once titular fue correctamente reforzado y volvieron los triunfos. El primer indicio de que cambiaría su suerte se produjo el 12 de mayo en el enfrentamiento con Central. Allí, después de varios años, se vio un duelo equilibrado. El auriazul volvió a ganar, pero apenas 1 a 0. Harry Hayes burló al “alemán” Celli y batió a la “china” Airaldi, en lo que fue el único gol. Los del parque por su parte, tuvieron esa tarde (y casi todo el año), a este quinteto atacante: Salvador Juanto, Julio Libonatti, Atilio Badalini, Ernesto Celli y Juan Francia.

      El principal torneo local contó con los mismos 10 equipos del año 17. Vale recordar que eran tiempos en los que el viento tenía significativa importancia en el trámite de los partidos. Las canchas carecían de resguardo y por ello en el sorteo de vallas el que ganaba se aseguraba de elegir el arco que tuviera el viento a sus espaldas. Además, otro factor que solía molestar era el público, que se ubicaba a un costado de las rayas demarcatorias y en cotejos muy concurridos obligaba a dirigentes y policías a hacer esfuerzos sobrehumanos para contener a la marea de gente, y que ésta no entorpeciese el accionar de los jugadores.

      Un buen triunfo rosarino fue el del 25 de mayo. El seleccionado de nuestra ciudad se presentó en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires para enfrentar al combinado de esa metrópoli por la Copa Reyna. Ese día se lucieron todos sin excepción. A los 13’ abrió la cuenta Harry Hayes, a los 28’ estiró las cifras Julio Libonatti, y a los 16’ del segundo tiempo puso el 3 a 0 final Juan Francia, con un remate desde larga distancia. Un desempeño sin fisuras del representativo de Rosario que formó con: Eduardo Araya; Silvio Battaini y Florencio Sarasibar; Adolfo Celli, Eduardo Blanco y Victorio Faggiani; Antonio Blanco, Julio Libonatti, los dos Hayes y Juan Francia.

      La Rosarina siempre había demostrado ser muy solidaria, de eso no quedaban dudas. Hasta cuando sus arcas estaban flacas seguía organizando encuentros a beneficio y prestando a sus jugadores, árbitros y canchas. En esta temporada los que solicitaron una ayuda fueron los cordobeses. Así fue que la LRF armó un partido en cancha de Newell’s en el cual el selectivo local superó 3 a 1 a los visitantes, que satisfechos se llevaron lo recaudado. En Cuarta División mientras tanto, Newell’s fue campeón nuevamente (venció 1 a 0 a Tiro Federal en la final). Además marcó un récord sudamericano de goles el 9 de mayo cuando le ganó 28 a 0 a Alberdi New Boys. Ese año en tanto, los empleados de la Compañía Argentina de Tabacos fundaron, con el aval de la Rosarina, la “Liga Comercial Bancaria”.

      Cerca de fin de año surgió un nuevo conflicto entre la AAF y la LRF. El motivo del entredicho fue que la Asociación Argentina autorizó a Manuel Márquez a jugar en Huracán cuando la Liga de aquí le había negado la transferencia. Se envió una carta a Buenos Aires que la Asociación no contestó, y luego otra que tampoco tuvo respuesta. Una vez más se acusó a la A.A.F. de ser desconsiderada con sus pares del interior. Pese al problema, desde Buenos Aires siguieron citando jugadores rosarinos para participar de cotejos internacionales. Para un partido contra Uruguay viajaron los Hayes, Francia, Eduardo Blanco (que debutó de cinco en la Selección), y Antonio Blanco, que marcó uno de los goles del triunfo nacional en aquel encuentro.

      Al segundo clásico del año Newell’s llegó ya campeón. Llevaba 4 puntos de ventaja y huelga decir que muchísimo público concurrió al Parque Independencia. Esa tarde ganó Central 1 a 0 con gol de Eduardo Blanco y las dos parcialidades se retiraron felices. El rojinegro terminó con 29 puntos, Central con 27 y más atrás Tiro y Gimnasia con 25, Central Córdoba con 24, Belgrano con 20, Nacional y Sparta con 9, Provincial con 7 y Rosario a Puerto Belgrano con 6. Nótese la brecha que hubo entre los últimos cuatro y el resto.

      En octubre varios equipos rosarinos quedaron eliminados de la Copa de Honor. Platense le ganó 3 a 2 a Central Córdoba, River 1 a 0 a Gimnasia y Esgrima, y Porteño 2 a 1 (en alargue) a Tiro Federal. El tirolense de todas formas cerró el año obteniendo varios títulos. Fue campeón de la Copa Pinasco venciendo 1 a 0 a Central en la final (se jugó en cancha de Atlantic Sportsmen, ubicada en Rioja y Lavalle) y de las dos copas de tercera. Le ganó 2 a 1 a Gimnasia por la Copa Comercio, y 4 a 3 a Newell's por la Cassini. Completó el cuadro de campeones Central quedándose con la Copa Lisandro de la Torre. El rojinegro festejó en primera tras cuatro años de no poder hacerlo, y además se dio el gusto de ganarle a Central en primera (3 a 0 por la Copa de Honor Cusenier) luego de un prolongado lapso.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1918

      • Foto no Disponible

        Sr. Sebastián J. García

        1. 1918 - 1921

      Campeones de la Rosarina en 1918

    • Año 1919

      Reseña del año

      Este fue un año inmejorable para el fútbol rosarino de selección. En junio comenzó una sucesión de triunfos que terminó el 28 de septiembre con una histórica goleada sobre Uruguay. Pero repasemos los hechos cronológicamente. A principios de temporada se afiliaron dos nuevos clubes a la Liga: Calzada y Ferrocarril Santa Fe. Este último había sido fundado el año anterior y tenía su cancha en Cafferata y Santa Fe. Estudiantes por su parte, mudó su cancha a las calles San Martín y Avenida del Rosario, mientras que Gimnasia cambió de colores procurando que sus jugadores se diferenciaran mejor dentro del campo. Adoptó los colores verde y granate (a rayas verticales de 3 centímetros), separados por listones blancos (de 1 cm).

      Una vez más se otorgó un indulto a los jugadores suspendidos, aunque se aclaró que era por última vez para que los más díscolos no volvieran a incurrir en faltas. Un caso aparte fue el de Ennis Hayes, extraordinario jugador que había sido sancionado a perpetuidad debido a su reincidencia. Central pidió especialmente por él ya que la Liga se resistía a habilitarlo, y tanta fue la presión (el jugador también era requerido por la Selección nacional) que se decidieron a darle una última oportunidad.

      En primera división no hubo cambios respecto a los equipos participantes. En segunda fueron 16, los 10 que también tenían un representante en la máxima categoría, más Calzada, Alberdi New Boys, Atlantic Sportsmen, F. C. Santa Fe, Estudiantes y Unión. En tercera hubo 40 anotados y en total, sumando las cinco categorías, se llegó a la cifra récord de 92 equipos inscriptos. El 11 de marzo de ese año –en una reunión llevada a cabo en la Sede de G.E.R– se fundó el Club Remeros Alberdi. El 4 de mayo en tanto, en el Parque Independencia, se jugó uno de los clásicos más intensos y atrayentes de principios de siglo.

      Los dos equipos llegaban invictos y muy bien posicionados en el torneo que había arrancado el 30 de marzo. Esto generó una enorme expectación entre los hinchas. Seis mil personas se apretujaron en la tribuna y en los alrededores de la cancha, cantidad extraordinaria para la época. Central arrancó ganando con gol de Harry Hayes, luego hubo dos penales atajados, uno por bando. Más tarde empató Saruppo para Ñuls. Libonatti puso el 2-1 para el local, y Ennis sobre el final, clavó el 2 a 2 definitivo. Lucido clásico del cual todos se retiraron satisfechos. Newell’s formó con: Enrique Nieto, joven surgido de inferiores; Isidoro Bourguignon y Adolfo Celli; Juan Martín, Filedolfo Salcedo y Alfonso Gregnon; Julio Libonatti, Ernesto Celli, Atilio Badalini, Blas Saruppo y Juan Francia. Central salió con estos once: Octavio Díaz, que había llegado de Sparta; su tío Zenón y Florencio Sarasibar; Rodolfo Mulhall, Eduardo Blanco y Jacinto Perazzo; Ernesto Guaraglia, Antonio Blanco, Harry y Ennis Hayes, y Antonio Miguel. Ese fue precisamente el último partido del grandioso Zenón Díaz. A los 38 años sus tobillos ya no soportaban el trajín y decidió, en el medio del encuentro, retirarse. El “negro” se acercó hasta el arco y al primero que se lo comunicó, emocionado ya, fue a su sobrino Octavio.

      Durante el mes de junio Central dejó su reducto de Villa Sanguinetti y se alojó a espaldas del F. C. Central Argentino, cerca de la Estación Castellanos. Mientras duraron las refacciones el canalla hizo de local en la cancha de sus rivales. Mientras tanto, en la Copa América jugada en Brasil, Argentina cayó derrotada ante el local y la prensa de la época cargó las tintas sobre la Asociación Argentina de Fútbol. Le recriminó espíritu localista pues habían dejado afuera del seleccionado a importantes valores del fútbol rosarino. Ahí mismo, como tocados en su orgullo, los muchachos de nuestra ciudad empezaron a cosechar triunfos. El 19 de junio se le ganó 5 a 0 a Santa Fe en cancha de Gimnasia y Esgrima de Rosario. Atilio Badalini en tres ocasiones, Blas Saruppo y Harry Hayes metieron los goles. El 7 de septiembre nuestro combinado viajó a Córdoba para enfrentar al combinado de esa provincia. Concurrieron 4.000 almas, ávidas por ver al afamado conjunto rosarino. La victoria correspondió a Rosario por 1 a 0 con gol de Bernardo Pambrún.

      El 14 de ese mes Rosario recibió en GER al seleccionado de la Asociación Argentina. Estaba en juego la tradicional Copa Mariano Reyna y las ansias de que el trofeo quedará en la ciudad eran muchas. El once local llegaba entonado y formaba con: Eduardo Araya (GER); Natalio Molinari (GER) y Adolfo Celli (NOB); Isidoro Bourguignon (NOB), Ernesto Celli (NOB) y Silvio Battaini (GER); Julio Libonatti (NOB), Umberto Libonatti (GER), Atilio Badalini (NOB), Gabino Sosa (CC) y Juan Francia (NOB). Con una gran actuación colectiva se obtuvo una merecidísima victoria por 2 a 0. Ambos goles fueron obra del “turco” Umberto Libonatti, el mayor de los hermanos.

      Una semana después se le volvió a ganar a Santa Fe en lo que fue el cuarto triunfo consecutivo del equipo de la LRF. El marcador final fue un contundente 5 a 1 y la formación, prácticamente la misma. Por fin, el 28 de septiembre, el balompié de Rosario escribió una de las páginas más brillantes de su rica historia: Le ganó 4 a 1 a Uruguay. El fútbol charrúa vivía un presente encumbrado, había vencido tres veces al seleccionado argentino en las copas de Honor, Newton y Lipton. Sin embargo, esa tarde se las tuvo que ver con un motivado y embravecido equipo que lo maniató en todo momento. La cancha de GER quedó chica, el público desbordó las instalaciones. Julio Libonatti marcó el primer gol provocando un bullicio ensordecedor. Badalini metió el segundo y el entusiasmo se volvió éxtasis. El festejo fue apoteótico e incluyó al público entrando al campo para felicitar calurosamente a sus jugadores. Los visitantes descontaron por intermedio de Fraga dando paso a un lapso de angustia, pero Umberto Libonatti y Gabino Sosa dieron forma al marcador final que provocó, nuevamente, la invasión del público y el retiro en andas de los protagonistas.

      Aquella alegría se extendió a los bares de la ciudad durante varios días y suscitó telegramas de felicitación de otras ligas. Días más tarde, la Asociación Argentina de Fútbol comprendió la valía de los jugadores rosarinos y convocó a cuatro de ellos para enfrentar a Uruguay en Buenos Aires: Araya, Badalini, Julio Libonatti y Ernesto Celli. Estos dos últimos marcaron nada menos que 4 de los 6 goles con los que el elenco albiceleste despachó a los orientales.

      También los clubes se contagiaron de las proezas del combinado. Belgrano por ejemplo, enfrentó en un amistoso a Boca Juniors en Buenos Aires y le ganó 3 a 1. Los once belgranenses fueron: Repucci; Florindo Bearzotti y Panciroli; Beltramo, Mujica y Ballart; Cintora, Bianchi, Pambrún, Antuña y Silvio Bearzotti. Tiro Federal no quiso ser menos y en una excursión por Córdoba, superó 4 a 2 a Belgrano. Otro con proyección fue un árbitro, Teodoro Biener. La AAF lo llamó para dirigir un partido entre Lanús y Argentino de Quilmes y como su labor fue destacada, posteriormente le envió una felicitación por escrito.

      Con tanto encuentro de selección los campeonatos locales se retrasaron mucho (el de primera por ejemplo debió concluir en enero del 20). En los certámenes menores arrasó Central. Ganó la Copa Pinasco (3 a 2 en la final a Estudiantes, que igual ascendió), la Copa de la Torre (2 a 1 a Tiro Federal) y la Copa Roma de Cuarta. La Comercio en tanto, fue la única que se dirigió a otra vitrina. Tiro Federal venció a Sportsmen Unidos y se la adjudicó con justicia. En primera auriazules y rojinegros igualaron en puntos (33). Sumaron 15 victorias y 3 empates en 18 partidos. Idénticas campañas que los obligó a disputar una final el 11 de enero en cancha de Gimnasia.

      Esa tarde hubo tanta gente que 200 personas eligieron el techo de los vestuarios como tribuna. Los tirantes cedieron y los hinchas cayeron sobre los jugadores que se cambiaban. Milagrosamente todos resultaron ilesos. Iban 2 a 2 y faltaban siete minutos cuando el árbitro decidió suspenderlo por la invasión de algunos hinchas que generaron un absurdo altercado. El 25 de ese mes se completó el partido. El empate persistió y se pasó a un alargue. Un gol de Jacinto Perazzo sobre el final, le dio la festejada victoria y el título al auriazul que, cabe aclarar, tuvo esa tarde un hombre de más, ya que Badalini, titular en la primera parte de la final, se había lesionado y según los reglamentos no podía ser reemplazado.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1919

      • Foto no Disponible

        Sr. Sebastián J. García

        1. 1918 - 1921

      Campeones de la Rosarina en 1919

    • Año 1920

      Reseña del año

      La Liga Rosarina de Fútbol se mudó este año al local de Presidente Roca 719. A los 1.727 jugadores registrados en 1919 se sumaron ahora 111 más. Por entonces, el Consejo Deliberante dictó una ordenanza por la cual los clubes asentados en terrenos municipales debían abonar el 10 % del ingreso bruto por entradas vendidas. Eran épocas en que los jugadores se desempeñaban en cualquier posición. Zenón Díaz, el famoso ex defensor, había arrancado como arquero. Eduardo Blanco, consolidado centrohalf, supo ser centroforward. Y así tantos otros, como Bernardino Nuin, Ernesto Celli y Julio Libonatti, que cambiaron de puesto a lo largo de su carrera. También eran años de familias futboleras. Los Lucero por ejemplo eran 6 hermanos, los Bearzotti cuatro, los Revilla, los Libonatti y los Blanco tres, los Antuña, los Sosa (Gabino y Blas), los Bianchi, los Rota y los Faggiani (por mencionar sólo algunos) eran dos.

      El 8 de febrero Central cayó 1 a 0 ante Boca Juniors en la final de la Copa Ibarguren. El cotejo se jugó en GEBA y el gol xeneize fue señalado por Miranda. Una semana más tarde Belgrano invitó a Boca a jugar un amistoso y vengó al auriazul. Le ganó 3 a 0 con goles de Martínez, Síntora y Bianchi (recordemos que ya lo había superado a fines del 19). Era un momento en que el poderío del fútbol rosarino hacía que todos los equipos del país quisieran venir a medir fuerzas con los exponentes locales. En febrero por ejemplo llegó Talleres de Córdoba para jugar con Central. Los de la T cayeron por un categórico 4 a 1. Quince días más tarde volvieron, y entonces perdieron 2 a 0 con Central Córdoba. Unión, otro que realizó una gira por Rosario, fue doblegado por Newell’s 3 a 1.

      Las brillantes exhibiciones de nuestros clubes continuó. En mayo Central visitó Santa Fe y goleó 7 a 2 a Unión en un amistoso. Dos semanas más tarde el auriazul se llegó hasta Córdoba y volvió a vencer a Talleres 4 a 1. Ese mismo día (25 de mayo), Tiro Federal recibió a Belgrano de Córdoba y le ganó 1 a 0 con gol de Francia. Entretanto, se producía un acontecimiento lamentable: Gimnasia y Esgrima se desafiliaba de la Liga. El inconveniente se había desatado por los arreglos que había que hacer en la cancha tras la final Newell’s-Central. La reparación del techo, de un alambre, una mesa y varias sillas averiadas, demandaba (según GER) 1.295 $. La cifra les pareció elevada a canallas, leprosos y dirigentes de la Liga, que de inmediato buscaron otro presupuesto y aprobaron abonar refacciones por un valor de 680 $. La dirigencia “mens sana” se disgustó y luego de una Asamblea de socios decidió retirarse tras 15 años de ser protagonista principalísimo de los torneos rosarinos. El que se iba, era nada menos que uno de los clubes fundadores.

      En Primera volvieron a ser 10 equipos. La salida de GER se compensó con el ascenso de Estudiantes. En cuanto a los tradicionales partidos ante Buenos Aires el saldo fue positivo. En el que se jugó en Rosario por la Copa Culaciatti, se impuso el local 2 a 0 con dos golazos de Atilio Badalini; mientras que en el duelo por la Copa Reyna jugado el 9 de julio en cancha de Sportivo Barracas, rosarinos y porteños no se sacaron ventajas y entregaron un pálido 0 a 0. Ese mismo día sin embargo, otro seleccionado de nuestra ciudad, superaba 1 a 0 a la Liga Santafesina en cancha de Newell’s. Una prueba tangible de que en esos años era posible armar dos selectivos de igual calidad sin que se resintiera el nivel.

      A partir de la gestión del incansable Alejandro Berruti, el 14 de marzo se fundó el Círculo de la Prensa en nuestra ciudad. En la Liga en tanto, volvió a fisurarse la armonía el 1 de julio. Se desafilió Rosario Central. El club decano se alejaba tal como lo había hecho en 1912. Se retiró siguiendo los pasos de GER, que poco antes se había afiliado a la Asociación Amateur. Cada desavenencia surgida en la Liga era aprovechada por esta entidad paralela que se fortalecía a fuerza de acoger a los descarriados desprendidos del seno del ente rector decano en la ciudad. Ese año también se sumaría a ella Nacional, que dejó la LRF el 20 de septiembre. A los tres clubes se les aclaró que en caso de que quisieran regresar deberían reinsertarse en el torneo de segunda división. Los jugadores fueron declarados libres y algunos, en especial los de Central, hicieron apuestas fuertes: Octavio Díaz por ejemplo pasó a Central Córdoba y el puntero izquierdo Antonio Miguel, nada menos que a Newell’s.

      En 1920 Gabino Sosa debió cumplir el servicio militar obligatorio en un regimiento de Córdoba. Para despuntar el vicio no se privó de jugar en Instituto, equipo en el que lógicamente descolló. Durante el mes de julio el club de sus amores, Central Córdoba, viajó a la docta para enfrentar a “la gloria” en un amistoso. El charrúa ganó 3 a 0 pero el conscripto Gabino esa tarde no jugó porque estaba defendiendo los colores del seleccionado cordobés que, por primera vez, se medía con el seleccionado de la Asociación Argentina de Fútbol. Aquel cotejo concluyó en triunfo de los visitantes porteños por 4 goles a 2.

      El 11 de julio llegó por primera vez a Rosario un equipo mendocino. Fue Independiente Rivadavia, que exhibió un meritorio funcionamiento en su duelo ante el combinado rosarino y se llevó para Cuyo un valioso empate en uno. Asimismo, se disputó ese año la Copa América en Viña del Mar. La Argentina terminó invicta pero el campeón acabó siendo Uruguay. Badalini, Francia, Bearzotti, Libonatti y el arquero Díaz fueron los 5 rosarinos que formaron parte de aquel plantel. El fútbol nuestro no paró de enorgullecer a sus adeptos. El 25 de julio volvió a vencer al combinado de Córdoba, 2 a 0 con goles de Francia y Loyarte. Poco después se desarrolló en Buenos Aires, el primer Campeonato Argentino organizado por la Asociación Amateur. Participaron seleccionados de la mayoría de las provincias, y el de Santa Fe estuvo compuesto por todos jugadores rosarinos. La formación (integrada exclusivamente por futbolistas de los tres clubes grandes que militaban en ese momento en la Asociación Amateur) fue: Ortolani (NAC); Sarasibar (RC) y Molinari (GER); Mulhall (RC), Revilla (NAC) y Perazzo (RC); Curell (NAC), Blanco, los hermanos Hayes, y Francia (todos de Central). Rosario fue subcampeón tras perder la final ante Capital Federal 2 a 0.

      Pero el gran título de 1920 fue sin dudas el brillante lauro obtenido por Central en la Copa Competencia. Ya había perdido la final en 1916, pero esta vez pudo darse el gusto. Superó a River 2 a 0 en octavos de final, a San Isidro 2 a 0 en cuartos, a Nacional de Montevideo 3 a 2 en la semi, y al sorprendente Almagro 2 a 0 en la final (equipo que había eliminado a Racing entre otros). El partido decisivo se jugó en GEBA y los tantos del triunfo canalla fueron marcados por “el inglés” Ennis Hayes y Antonio Macías. La formación que se trajo toda la gloria fue la siguiente: Vicente Pugliese; Patricio Clarke y Florencio Sarasibar; José Pignani, José Fioroni y Jacinto Perazzo; Antonio Macías, Juan Francia, Harry y Ennis Hayes, y Enrique Tami.

      En el campeonato local Newell’s y Tiro pelearon el título hasta la última fecha. Sin Central, Gimnasia y Nacional, el camino se allanó para ambos, aunque fue el tirolense el que sacó mejor provecho. Se benefició con la derrota de Ñuls 3 a 2 ante Central Córdoba en la penúltima fecha y llegó a la última con un punto de ventaja sobre el rojinegro. Justamente se enfrentaban entre sí, y el empate obviamente coronaba a Tiro. Era una tarde de mucho calor y el 0 a 0 final terminó con 15 años de hegemonía de Central y Newell’s. Tiro Federal fue campeón de la Copa Vila por primera vez. Un enorme júbilo asaltó a su afición. La formación base fue la siguiente: Lorenzo Colombo; Roberto y Juan Cochrane; Victorio Faggiani, Santiago Morgoux y Ernesto Faggiani; Eduardo Bonzi, Gerardo Waelkens, Luis Segalerba, Carlos Guidi y Antonio Pimentel. En la Pinasco también se consagró Tiro Federal; en la Copa Lisandro de la Torre, el F.C. Santa Fe; en las dos de tercera (Comercio y Cassini) Sparta; y en la de cuarta división Estudiantes.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1920

      • Foto no Disponible

        Sr. Sebastián J. García

        1. 1918 - 1921

      Campeones de la Rosarina en 1920

    • Año 1921

      Reseña del año

      El que armó una revolución a principios del 21 fue Rosario a Puerto Belgrano. La entidad ferroviaria empleaba a los jugadores en el ferrocarril y por ello logró reclutar a grandes futbolistas. Octavio Díaz, Natalio Molinari y Rodolfo Mulhall entre otros. Apareció nuevamente el fantasma del profesionalismo y las autoridades de la Liga se inquietaron por la facilidad con la que la entidad de Riobamba y Berruti conseguía valiosos refuerzos. Se decía que eran una “Cooperativa”.

      A los ocho clubes de primera (recordemos que no estaban Central y Nacional) la Liga les sumó a Atlantic Sportsmen, Alberdi New Boys, F.C. Santa Fe y Riberas del Paraná, institución oriunda de Villa Constitución cuya camiseta era roja y blanca a rayas verticales, tal como la de tantos otros clubes que se inspiraron en la divisa del viejo Alumni porteño. Calzada por su parte cambió colores: adoptó el rojo y negro a bastones.

      La Copa Vila empezó el 10 de abril en medio de una gran ansiedad por ver a los clubes nuevos. Cinco partidos se jugaron esa tarde, con grandes concurrencias todos, y entre los debutantes hubo dos que arrancaron con el pie derecho: Atlantic Sportsmen, que le ganó a Belgrano 2 a 0, y Alberdi New Boys, que doblegó a Estudiantes 4 a 1. Pese a la escisión en la organización del fútbol se advertía un progreso sostenido. El público no amenguaba ni mucho menos. La Liga (que seguía siendo presidida por Sebastián García) le exigió a los clubes que construyeran casillas exclusivas para los árbitros, que hasta entonces seguían cambiándose junto con los jugadores.

      A principios de mayo volvió Nacional a la Liga. Se lo integró, contradiciendo lo que se había advertido, en primera división. A fines de junio en cambio, se desafilió Sparta. Todo empezó cuando perdió un partido con Atlantic Sportsmen en el que había sido expulsado el jugador Vachet. El resto del conjunto spartano se retiró del campo en solidaridad con su compañero. Algo bastante usual en esos tiempos. Lo cierto es que el asunto se trató en el Consejo y éste optó por respaldar la decisión del árbitro, lo cual naturalmente ofuscó al delegado y a los socios de la entidad albinegra. Como toda respuesta los directivos de Sparta quitaron al club de la Liga y lo inscribieron en la Liga Amateur de Rosario, fundada ese año y dependiente de la Asociación Amateur Argentina.

      El 29 de junio ocurrió algo curioso. Se jugó la final de la Copa Ibarguren entre los campeones 1920 de las Ligas más importantes del país: Boca Juniors y Tiro Federal. Ganó el xeneize 3 a 1, sin embargo el equipo rosarino protestó porque tres jugadores de Boca (Tesorieri, Galíndez y Martínez) ya no pertenecían a ese club y habían sido perjudicados a todas luces con su irregular inclusión. Se pidió la anulación del cotejo y la reprogramación. La Asociación Argentina revisó su fallo pero no lo modificó, confirmó el triunfo del elenco azul y oro. Sin embargo, el propio Boca admitió jugar de nuevo la final, y como debía ser, con su actual formación. Así fue que se la reprogramó para el 6 de febrero del 22.

      A fines de agosto se jugó por décima vez la Copa Reyna. Rosarinos y porteños se enfrentaron en el Parque Independencia y como siempre los acompañó un marco de público multitudinario. Los dueños de casa se impusieron por un claro 2 a 0 que tuvo en Blas Saruppo y Gabino Sosa a sus goleadores. Veinte días después, en Buenos Aires, se puso en juego la Copa Rosario en cancha de Boca. El público porteño esperaba ansioso tomarse revancha de la reciente derrota, sin embargo tuvieron que esperar hasta mejor oportunidad. El equipo de nuestra ciudad abrió el marcador rápidamente a través de Gabino Sosa y luego se encargó de sostener la ventaja mínima. La formación del Seleccionado Rosarino que triunfó en Capital fue: O. Díaz; A. Celli y F. Bearzotti; J. Vieyra, F. Ballart y U. Libonatti; J. Libonatti, E. Bonzi, B. Saruppo, G. Sosa y V. Aguirre.

      Este año la Liga mudó su sede nuevamente. Ahora se instalaría en España 517. En ese local organizó un campeonato de clubes del interior de la provincia de Santa Fe. Se inscribieron Juventud Unida de Cañada Rosquín, Los Andes de Alcorta, San Martín de Carlos Pellegrini, Centenario de Venado Tuerto, Trebolense de El Trebol, Belgrano de Las Rosas, Alumni de Casilda, San Jerónimo de esa localidad, América, Everton y Sport Club de Cañada de Gómez. En lo que hace a la competencia local en cambio, la Liga no pudo más que presenciar la desafiliación de otro de sus equipos, F.C. Santa Fe, que se marchó por problemas económicos.

      En octubre se jugó por primera vez en Buenos Aires la Copa América. Cinco jugadores rosarinos integraron el plantel nacional. Los dos zagueros titulares: Adolfo Celli de Newell’s y Florindo Bearzotti de Belgrano; uno de los insider encargado de organizar los ataques: Blas Saruppo; otro que fue utilizado de insider (sólo en el primer partido), Gabino Sosa; y el gran goleador del equipo: Julio Libonatti. Contra Brasil el único gol de la brega fue marcado precisamente por el delantero rojinegro. En el 3 a 0 a Paraguay el propio Julio marcó el primero y Saruppo el segundo. Mientras que en la final con Uruguay, partido al cual asistió un contingente rosarino que se identificó en las tribunas de Sportivo Barracas con un gran cartel que indicaba su procedencia, volvió a ganar Argentina por la mínima diferencia. Allí, una vez más el tanto de la victoria lo hizo Libonatti, la indiscutida estrella del equipo. Argentina fue campeón provocando el delirio del público que hizo flamear cientos de banderitas celeste y blancas y retiró en andas a sus héroes. En Rosario se recibió a los campeones en la Estación y luego se les brindó un homenaje en el Teatro La Comedia.

      El 6 de noviembre Tiro Federal volvió a demostrar que atravesaba un momento de gloria deportiva. Invitó al seleccionado de Paraguay a un partido amistoso y le ganó 4 a 0. El conjunto guaraní jugó bien, dominó por momentos, pero los rosarinos tuvieron una altísima efectividad. La formación tirolense fue esta: Lorenzo Colombo; Roberto Cochrane y Santiago Morgoux; Juan Cochrane, Victorio Faggiani y Pastor Romero; Miguel Faivre, Eduardo Bonzi, Gerardo Waelkens, José Podestá y Celestino López. Los goles fueron convertidos por Podestá y Faivre en el primer tiempo, y por Bonzi y Waelkens en el segundo. Por la noche se agasajó a los paraguayos en el Hotel Mayo.

      Una vez más el torneo oficial se atrasó por la superabundancia de amistosos y desafíos interligas. La LRF dio por terminado el campeonato cuando faltaban unos pocos partidos. En su resolución afirmaba que por las altas temperaturas reinantes dejaría a los clubes en las posiciones que ocupaban hasta ahí. Newell's fue declarado campeón aunque a decir verdad ya lo era. Le faltaban dos partidos por jugar, tenía 21 triunfos y una derrota, 42 puntos. Tiro, su escolta, ya no podía alcanzarlo. Le quedaba pendiente sólo un cotejo y sumaba 37 unidades. Más atrás habían quedado: Central Córdoba con 33, Rosario a Puerto Belgrano 32, Nacional 27, Belgrano 24, Atlantic Sportsmen 23, Alberdi New Boys 21, Estudiantes 17, Riberas del Paraná 16, Provincial 11, F.C. Santa Fe 7 y Sparta 6.

      La formación base del campeón fue esta: Bernardino Nuin en la valla, el primer arquero que ejecutó y convirtió goles de penal; la consolidada zaga estuvo integrada por Adolfo Celli e Isidoro Bourguignon; Alfredo Chabrolin, Filedolfo Salcedo y Alfonso Gregnon estuvieron en el medio; y Julio Libonatti, su hermano Umberto, Atilio Badalini, Blas Saruppo y Ernesto Celli conformaron el ataque. El cuadro de campeones se completó con Newell’s y Calzada, que obtuvieron las dos copas de segunda división (Pinasco y de la Torre respectivamente). Por cierto, ese triunfo le valió a Calzada el ascenso a primera. Mientras que los dos trofeos de tercera (Comercio y Cassini) fueron para Belgrano, y el de cuarta también para Calzada, que superó en la final a Provincial 2 a 1.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1921

      • Foto no Disponible

        Sr. Sebastián J. García

        1. 1918 - 1921

      Campeones de la Rosarina en 1921

    • Año 1922

      Reseña del año

      La Liga renovó autoridades y nombró presidente a Alejandro Berrutti. El tenaz dirigente asumió por dos años y ni bien tomó el cargo se entregó a la tarea de unificar al fútbol rosarino. Berrutti llamó a la cordura a los litigantes, le escribió una carta a Isidoro Calero, presidente de la Liga Amateur, y propició reuniones entre directivos de todos los clubes. En principio nadie dudó en que lo mejor era fusionarse una vez más. Así y todo no fue fácil. Las negociaciones por las viejas multas fueron arduas. Finalmente se llegó a un acuerdo y Berrutti hizo realidad su sueño, Central, Gimnasia, Sparta y F.C. Santa Fe no tardaron en reinscribirse.

      Así pues, el Torneo tomó un impulso extraordinario. Se palpaba muchísimo entusiasmo en la gente. El 29 de enero Newell’s viajó a Buenos Aires para enfrentar al campeón de la A.A.F, Huracán. Estaba en juego la Copa Ibarguren del año 1921. Los campeones se midieron en cancha de Boca y el rojinegro sumó un nuevo pergamino a su larga cadena de lauros. Venció 3 a 0 con dos goles de Atilio Badalini y uno del campeón sudamericano Julio Libonatti.

      Una semana después, el 6 de febrero, se volvió a poner en juego la misma Copa, pero en este caso entre los campeones de 1920. Recordemos que había quedado pendiente su disputa por la mala inclusión de tres jugadores de Boca. El populoso club de la ribera porteña debía medirse con Tiro Federal, el monarca rosarino de esa temporada. La victoria fue para el albiceleste que demostró en la cancha una superioridad abrumadora. Dos tantos de Podestá, uno de Waelkens y otro de Juan Cochrane de penal, redondearon un contundente 4 a 0 que puso en el tapete una vez más al fútbol rosarino. Este match anual equivalía, por el poderío de los que se medían, al título de campeón argentino. De ahí su valía y prestigio.

      Ese año se afilió Sociedad Puerto Belgrano y se reinscribió Aprendices Rosarinos. F.C. Santa Fe en cambio, tuvo inconvenientes para formar a su primer equipo y a poco de comenzado el campeonato se retiró de competencia. Algunos de los traspasos más importantes fueron la llegada de Blas Saruppo a Rosario a Puerto Belgrano, y el arribo de un santafesino, Tomás Loyarte, que daría que hablar en Newell’s. Washington, institución que practicaba y fomentaba el fútbol desde principios de siglo (y cuya divisa era color azul y roja), comenzó a construir su cancha en el barrio Vila, casi pegada a la de Belgrano. Los dirigentes de éste último no se sintieron muy a gusto con la llegada del nuevo vecino, ya que (entre otras cosas) más de una vez los de una cancha debían pedirle la pelota a los de la otra.

      La pasión volvió a encresparse el 18 de junio cuando les tocó verse las caras de nuevo a los eternos rivales de la ciudad. Debido al alejamiento de Central, en 1921 no se habían jugado clásicos. En realidad hacía exactamente dos años que no se enfrentaban, ya que su último cruce había sido el 3 de junio de 1920. Ñuls formó con: Bernardino Nuin, Isidoro Bourguignon y Adolfo Celli; Alfredo Chabrolin, Filedolfo Salcedo y Alfonso Gregnon; Julio y Umberto Libonatti, Atilio Badalini, Ernesto Celli y Alejandro Quintana. Central presentó estos once: Santiago Scolari; Patricio Clarke y Florencio Sarasibar; José Fioroni, León Díaz y Jacinto Perazzo; Antonio Macías, Juan Francia, Antonio Miguel, Ennis Hayes y Julio Fornasier. El cotejo reunió a una multitud en el parque y el triunfo quedó en manos de la lepra por la mínima diferencia. El único gol: Umberto Libonatti.

      El 9 de julio se jugaron dos partidos que merecen ser mencionados. En Buenos Aires, ante 10.000 personas, se enfrentaron los seleccionados de Rosario y Buenos Aires por la Copa Reyna. Ganaron los porteños 2 a 1 con un gol de penal de Gaslini sobre la hora. La sanción fue largamente protestada por los jugadores de nuestra ciudad e incluso “el mono” Francia sacó varias veces la pelota del punto penal resistiéndose enérgicamente a que ejecutaran la falta. En Rosario mientras tanto, Tiro Federal jugó con Boca un amistoso. Para ese momento casi podía decirse que Tiro tenía de hijo al xeneize, ya que volvió a ganarle, en este caso 3 a 2. Vencía cómodo 3-0 en el primer tiempo (dos goles de Pagliarusco y uno de Podestá) pero como los de Boca creían que uno de los goles había sido en off-side, cambiaron al árbitro en la segunda etapa (por expreso pedido de ellos), y casi lo empatan.

      El 6 de agosto llegó a Rosario un combinado de la Federación Guipuzcoana, compuesto en su totalidad por jugadores oriundos de lo que hoy se conoce como País Vasco. Este fue el primer equipo proveniente de la madre patria (y el séptimo elenco internacional) que se presentó en nuestra ciudad. El desafío se llevó a cabo en Newell’s y las entradas estuvieron bastante caras en relación a los precios de la época. La liga se hizo cargo de todos los gastos de traslado Buenos Aires-Rosario y le concedió el 75% de lo recaudado a la delegación visitante. El seleccionado local formó con: O. Díaz; R. Cochrane y A. Celli; A. Chabrolin, J. Beltramo y J. Sosa; J. Libonatti, E. Bonzi, G. Sosa, E. Celli y J. Francia.

      El público respondió, y como siempre que había un partido importante, colmó la cancha. Rosario terminó imponiéndose 2 a 1 con sendas conquistas de Ernesto Celli. Mariano Arrate, el capitán de los vascos (que había salido subcampeón olímpico con España), declaró luego del encuentro que: “el fútbol rosarino se encuentra indiscutiblemente por encima del porteño”. El 30 de agosto en tanto, se fundó en la vecina localidad de Alvarez, el Sportivo Fútbol Club, entidad que sería protagonista de los torneos de la Rosarina durante varias décadas.

      El 7 de septiembre se jugó por primera vez la Copa Jorge Coen. El nombre refería al Presidente de la Liga de Villa María que llegó a la ciudad interesado en concertar un desafío anual interligas. La Rosarina estuvo de acuerdo y ganó cómodamente el primer cotejo (jugado en GER) por 6 a 0. Los goles fueron de Sosa, Romero, Libonatti (2) y Badalini (2).

      La Copa Vila como se dijo, tuvo récord de participantes, dieciséis. Sin embargo, se la dio por finalizada el 8 de agosto. Pasó lo siguiente: como seis importantes jugadores (Francia, Libonatti, Sarasibar, Chabrolin y los hermanos Celli) habían sido convocados para disputar el sudamericano en Río de Janeiro con la selección nacional los clubes locales no quisieron seguir jugando diezmados en su potencial. La Liga entendió el reclamo y decidió esperar el regreso de los cracks, pero luego, sacando cuentas, notó que no tendría tiempo de completar el fixture. Así, abruptamente, dio por concluido el campeonato cuando apenas se habían disputado 15 fechas, es decir, una rueda. Newell’s iba puntero e invicto (15 partidos, 14 triunfos) con 29 puntos, seguido por Belgrano y Nacional con 25, Central (23), Central Córdoba y Tiro Federal (21) en las primeras posiciones.

      Para ocupar las fechas libres se organizó una Copa llamada “Estímulo”, que tuvo a todos los equipos divididos en dos zonas. La A la ganó Tiro Federal y la B Rosario Central. En la final se impuso el auriazul 1 a 0 con gol de Ennis Hayes y una notable tarea de su arquero Scolari. El canalla además ganó las dos copas de segunda división, mientras que Central Córdoba se quedó con las dos de tercera y la Copa Roma de cuarta. Antes de fin de año hubo dos logros más para el fútbol rosarino: se le ganó 1 a 0 a Buenos Aires por la Copa Culaciatti y se le aportó 7 jugadores al seleccionado argentino que empató 2 a 2 con Uruguay por la Copa Newton. Encima los dos tantos los convirtió Atilio Badalini, uno de los tantos miembros de la “armada rosarina” que reforzó la escuadra albiceleste.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1922

      • Foto no Disponible

        Sr. Alejandro E. Berruti

        1. 1915
        2. 1922

      Campeones de la Rosarina en 1922

    • Año 1923

      Reseña del año

      A principios de temporada hubo cambios en la cúpula directiva de la Liga Rosarina. Alejandro Berrutti renunció una vez más a la presidencia debido a que se marchaba a Capital Federal. Provisionalmente asumió Jorge Kurtzeman, pero días después la Asamblea eligió a Rómulo Barri para que se hiciera cargo de la entidad. En 1922 hubo 1.618 jugadores inscriptos, en esta temporada la cifra ascendió a 2.441, un evidente y notorio progreso. Además la Liga ascendió a Aprendices Rosarinos y descendió a F.C. Santa Fe. En categorías menores se afilió Fisherton, institución que tenía casaca celeste y marrón.

      De la Copa Vila de Primera División tomaron parte 15 equipos, ya que a último momento Gimnasia y Esgrima no se inscribió. Central, Newell’s, Córdoba, Nacional, Provincial, Tiro, Sparta, Belgrano, Calzada, Aprendices, Rosario a Puerto Belgrano, Atlantic Sportsmen, Alberdi New Boys, Riberas del Paraná y Estudiantes fueron los participantes.

      Este año la Copa Ibarguren se le escapó increíblemente a Newell’s. El rojinegro enfrentó a Huracán el 4 de marzo y empató 1 a 1. Ganaba 1 a 0 con gol de Loyarte, pero se perdió varios tantos (y hasta el arquero Nuin estrelló un penal en el travesaño), y terminó padeciendo el empate del globito sobre el final (Chiessa fue su autor). El desempate se jugó el 22 de abril en cancha de Sportivo Barracas y ahí Huracán ganó 1 a 0. El gol fue nuevamente de Chiessa, que convirtió tras recibir el rebote de un penal que Nuin le había atajado previamente.

      El 25 de mayo el Club Nacional de Fútbol llegó a Rosario proveniente de Montevideo para medirse en un amistoso ante Newell’s. Una gran amistad unía por entonces a ambas instituciones (sentimiento que se rompería 65 años más tarde). Asistió a aquel encuentro el Cónsul uruguayo, Sr. Nuñez Regueiro, y la lepra se impuso por 1 a 0 con gol de Julio Libonatti. El 17 de junio se enfrentaron Newell’s y Central, siendo ambos, los únicos invictos del torneo. Una multitud, como siempre, colmó el Parque de la Independencia. El cotejo no fue muy vistoso pero tuvo goles, fue un 1 a 1 que mantuvo a los dos en lo más alto de la tabla. Juan Francia marcó para el auriazul y Ernesto Celli para el rojinegro.

      Por esos días se había generalizado la costumbre de pagarle a los jugadores los jornales que dejaban de percibir por no ir a sus respectivos trabajos cuando estaban en misión deportiva. Para Federico Flynn, presidente de Central, tal actitud era cuestionable y consideraba que se estaba incurriendo en un profesionalismo encubierto. La Liga no obstante, analizó la cuestión y convalidó esa compensación económica en casos específicos.

      Siempre había una enorme expectativa por ver el lance interligas más importante del país. El 24 de junio de 1923 no fue la excepción. La cancha de Newell’s fue el escenario elegido para un nuevo derby por la Copa Reyna. El árbitro, curiosamente, fue el ex goleador Harry Hayes. Rosario arrancó perdiendo pero tuvo una notable reacción y lo dio vuelta con tres goles del gran Ernesto Celli. Terminó ganando 3 a 2 y siendo ovacionado por el enfervorizado público. Cuatro días más tarde se jugó la Copa Rosario en Buenos Aires, una suerte de revancha que los porteños no pudieron aprovechar ya que el match terminó sin que se abriera el tanteador.

      Del año 20 al 22 no se había disputado la Copa Asociación debido a que la Federación Uruguaya había tenido algunas discrepancias con su par de Argentina. Solucionada esta cuestión se reestableció el duelo con los celestes. El primero de julio jugaron y Rosario formó con: Nuin; Celli y Sarasibar; Chabrolin, Salcedo y Perazzo; Macías, Miguel, Sosa, Aguirre y Francia. Faltando 7 minutos para el final del primer tiempo Gabino Sosa tejió una vistosa jugada y le cortó una pelota a Vicente Aguirre que el delantero aprovechó para establecer la apertura. En la segunda mitad empató rápidamente el seleccionado charrúa, pero el “chueco” Aguirre, que estaba en su tarde, marcó dos goles más para el 3 a 1 final. Enorme algarabía invadió a la ciudad luego de esta nueva y trascendental victoria. Era la tercera sobre la celeste y la segunda consecutiva.

      Como para corroborar que el nivel rosarino era superlativo, el 8 de julio se le ganó 6 a 0 al combinado de Villa María (Copa Coen) y el 15 de ese mes 3 a 1 al representativo de Santiago del Estero. Con los villamarienses se formó un equipo alternativo en el que no jugó ninguno de los que vencieron a Uruguay. Mientras tanto otro suceso deportivo de proporciones conmocionaba al país. El 14 de septiembre Luis Angel Firpo, apodado “el toro salvaje de las pampas”, peleaba por el título mundial ante Jack Dempsey. El argentino lo sacaría del ring tras una andanada de golpes, pero el árbitro le contó hasta 17 y entre los periodistas y el público lo ayudaron a volver al cuadrilátero. El norteamericano se recompuso y terminó ganando la pelea. La prensa local y los fanáticos del boxeo se sintieron agriamente desilusionados.

      Ese año visitó la Argentina el Genoa de Italia. Aunque la Liga Rosarina lo quiso traer a la ciudad, la visita no se concretó. El pedido de los organizadores era excesivo. El que sí arribó a la “Chicago Argentina” fue el Wanderers de Montevideo. El conjunto uruguayo jugó un amistoso contra Central y perdió 6 a 1, en un partido que defraudó a los presentes que esperaban mayor paridad entre los contendientes.

      El 25 de noviembre la ciudad se paralizó con el clásico Central-Newell’s. La lucha fue ardiente como siempre que se han enfrentado estos colores, aunque esta vez la gente estaba demasiado excitada y transmitía su nerviosismo a los protagonistas. Ennis abrió el marcador para Central. Newell’s buscó denodadamente el empate, pero cuando lo consiguió, Ernesto Celli no pudo con su genio y se burló de Perazzo que reaccionó. Intervinieron Adolfo Celli y los Libonatti, la gresca se generalizó. La revuelta obligó a suspender el partido. Luego una comisión investigadora citó a los actores, suspendió a varios provisionalmente y a Perazzo y Celli por un año.

      Central fue campeón de la Copa Comercio y de la Copa Roma. La Cassini quedó en manos de Tiro Federal, y las dos de segunda (Pinasco y de la Torre) fueron para Central Córdoba. En primera el camino quedó expedito para Rosario Central luego de que el 8 de diciembre, y precisamente a raíz de las suspensiones post-clásico, Newell’s decidiera abandonar la Liga. Por cierto, era la primera vez que la institución rojinegra tomaba tal medida. Debido a su retiro perdió los puntos en las últimas cuatro fechas (además se le dio por perdido el encuentro con Central), y allanó el camino del auriazul.

      Central se coronó por séptima vez en la Vila redondeando una campaña brillante. Ganó 27 partidos y empató uno. Terminó invicto (con 93 goles a favor y 12 en contra) y le sacó 13 puntos de ventaja al escolta Newell’s. Tercero quedó Nacional (37), y más atrás Belgrano, Córdoba y Tiro (36), Atlantic (32), Riberas del Paraná (25), Sparta (23), Estudiantes (21), Aprendices, Calzada y Alberdi (19), Rosario a Puerto Belgrano (10) y Provincial (9).

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1923

      • Foto no Disponible

        Sr. Rómulo Barri

        1. 1923

      Campeones de la Rosarina en 1923

    • Año 1924

      Reseña del año

      A mediados de febrero la Liga renovó autoridades. Víctor Heitz, que fuera el primer presidente de Newell’s, asumió el cargo. Su llegada a la presidencia era un buen presagio, hacía suponer que la institución del Parque (que se había alejado a fines del 23) se reafiliaría rápidamente. Así fue. El propio Heitz se encargó de enviar una carta a la dirigencia rojinegra expresándole sus respetos y elogiando al club profusamente. Un grupo de asociados de Central mientras tanto, se alejaron de la institución y fundaron el Club Talleres. En 1925 esa nueva entidad se fusionaría con Aprendices Rosarinos.

      Por entonces, y tal como sucede en la actualidad, los jugadores tenían cábalas, talismanes y todo tipo de amuletos. Se creía en la suerte y en los fetiches que la propiciaban. Un ejemplo pintoresco es el de Belgrano. El club de Barrio Vila cambió este año los colores de su camiseta y estrenó la nueva divisa ganando. Desde entonces la adoptó gustoso, y sus hinchas terminaron amándola ya que con ella se coronaron campeones de primera división por única vez en su historia. La entidad había sido fundada por los puesteros del mercado central. Ellos le pusieron el nombre del creador de la bandera, sin embargo los rivales le asignaron el mote de “los paperos”. Su camiseta era azul surcada por delgados bastones amarillos. El parecido con la casaca de Central había colaborado para que hubiese una ardorosa rivalidad con “los canallas”. Lo cierto es que ni bien Belgrano adoptó el celeste como color llegaron los triunfos. Sea por el destino o lo que fuere, el sortilegio dio resultado positivo.

      El fútbol rosarino, que ya había dado numerosas muestras de su altísimo nivel, siguió corroborando su jerarquía en cuanta oportunidad se le presentó. Merced al virtuoso desempeño de sus jugadores cobró celebridad internacional. Para los críticos foráneos existía un modo de jugar rosarino. Se decía que aquí se había adoptado la técnica y el ordenamiento del fútbol inglés pero que se le había adosado la picardía y la improvisación. La gambeta y el regate. En síntesis, se decía que Rosario había “desarreglado” aquel orden original a gusto y paladar de la idiosincrasia local creando un estilo propio.

      Hacia principios de año llegaban las noticias de que Uruguay se había coronado campeón olímpico de fútbol en los Juegos de París. La Liga Rosarina envió una elogiosa nota a la Asociación Uruguaya felicitándola por la brillante campaña. La esquela afirmaba que semejante victoria engrosaba los lauros del fútbol sudamericano. Aquí, el triunfo charrúa generó una sincera alegría. La ciudad celebró aquella hazaña sintiéndose parte del éxito. En ese entonces fuertes vínculos de admiración mutua unían a Montevideo y Rosario.

      En junio llegó proveniente de Inglaterra el “Plymouth Argyle”. Su presencia en nuestro país no hizo más que posicionar una vez más al fútbol rosarino en la más alta consideración popular. El conjunto británico arrancó su gira ganándole 2 a 0 a Buenos Aires y 4 a 0 a Uruguay. Más tarde jugó contra la selección nacional. Allí jugaron cuatro rosarinos: Bearzotti, Goicochea, Sosa y Adolfo Celli. Gabino convirtió los dos primeros goles, el segundo tras una formidable jugada personal en la que dejó en el camino al arquero. La victoria 3 a 0 de Argentina generó una gran alegría en el público porteño. El 6 de julio el “Plymouth” llegó a Rosario. La expectación por verlos era superior a cuando habían venido los vascos. A los antecedentes que traían, le sumaron su victoria en Montevideo, la cual inflamó notablemente su prestigio. El cotejo se jugó en Newell’s, pero Central facilitó una tribuna transportable para ampliar la capacidad. En la cancha estuvo el Cónsul Británico, y los presidentes de la Liga Rosarina y la Asociación Argentina de Fútbol. El trámite fue intenso, deslucido, áspero por momentos. Fastidió al público la utilización de recursos ilícitos por parte de los ingleses. Al final empataron 0 a 0.

      Dos días después se jugó la revancha en Buenos Aires. El capitán del Plymouth pronosticó un triunfo esta vez. El árbitro fue Mc Revee, un miembro de la delegación británica. Rosario formó con el mismo equipo, es decir: Octavio Díaz; Adolfo Celli y Florindo Bearzotti; Alfredo Chabrolin, Filedolfo Salcedo y Umberto Libonatti; Eduardo Bonzi, Julio Libonatti, Gabino Sosa, Ernesto Celli y Manuel Morosano. Otra vez el juego fue fuerte y enérgico. Ernesto Celli abrió la cuenta con un cabezazo a la salida de un corner, pero Russell empató gracias a un penal inexistente que indignó al público porteño. La gritería fue infernal, el aliento al team rosarino ensordecedor. A poco del final Ernesto Celli, tras pase de Morosano, puso el 2-1 definitivo. Antes de emprender el regreso hacia Inglaterra el Plymouth le ganó 1 a 0 a un combinado de la A.A.F, lo cual dio mayor brillo al triunfo del selectivo de nuestra Liga. Sin dudas, fue aquella otra de las páginas gloriosas que escribió el fútbol rosarino, esta vez jugando extrañamente en cancha de Boca Juniors.

      El Torneo local continuó. El 3 de agosto Newell’s y Central empataron 1 a 1. Libonatti para el rojinegro, Macías para el auriazul. Una semana después Tiro Federal le ganó por la mínima a Central y Belgrano quedó como único escolta. Estos tres equipos eran precisamente los que venían peleando el título. En los juegos olímpicos mientras tanto, el rosarino Luis Brunetto ganaba la medalla de plata en salto triple. Brunetto, antes de dedicarse al atletismo, había defendido los colores de Provincial en la Copa Vila.

      A Buenos Aires se le ganó este año las dos veces. El 15 de agosto como visitante se lo goleó 5 a 0. Aquella vez Rosario dominó con claridad desde un principio y se impuso con holgura gracias a los goles de Gabino Sosa, Eduardo Bonzi (2) y Vicente Aguirre (2). El 12 de octubre en GER, y por la Copa Culaciatti, se lo superó por 3 a 2. Pese a lo estrecho del marcador hubo (otra vez) una marcada superioridad rosarina. Francisco del Toro en dos oportunidades y el pelado Filedolfo Salcedo convirtieron los goles del local. Por entonces Rosario ya tenía un entrenador para sus selectivos: era Atilio Bruni, que había debutado en el cargo ante el Plymouth inglés.

      Para el 21 y 28 de septiembre se programaron dos partidos de Argentina ante Uruguay, el seleccionado que se había coronado campeón olímpico recientemente. En el primero de ellos (jugado en Montevideo), los tradicionales rivales del río de la Plata empataron 1 a 1. Para la revancha hubo tanta gente aglomerada que fue imposible jugar. El partido debió suspenderse para cuatro días más tarde porque la cancha de Sportivo Barracas no daba a basto. El jueves 2 de octubre, un día laborable de mucho calor, por fin se pudo concretar el gran duelo. Igualmente ante muchísimo público.

      Argentina formó con: Américo Tesorieri; Florindo Bearzotti y Adolfo Celli; Segundo Medici, Mario Fortunato y Emilio Solari; Domingo Tarascone, Ernesto Celli, Gabino Sosa, Manuel Seoane y Cesáreo Onzari. Como se ve, cuatro rosarinos integraron el once nacional. A poco de comenzado el juego Onzari convirtió un gol desde el corner sin que nadie la tocase. Un día antes había llegado la nota de FIFA anunciando la modificación reglamentaria que ahora permitía el remate directo. Por haber sido convertido a “los olímpicos” uruguayos, aquella histórica conquista quedó en el recuerdo como gol olímpico. Cuatro minutos antes del final, los uruguayos se enojaron y se retiraron del campo. Argentina ganaba 2 a 1. Los locales esperaron dentro del terreno varios minutos y viendo que sus rivales no retornaban hicieron un recorrido por las líneas demarcatorias saludando a la gente. Para todos, aquello fue una “vuelta olímpica”.

      El torneo local tuvo un final apasionante. Belgrano, Tiro Federal y Central igualaron el primer puesto con 23 puntos. El sorteo quiso que Belgrano jugara ante Central y que Tiro pasara directo a la final. El 16 de noviembre en cancha de Ñuls Silvio Bearzotti le dio el triunfo a los celestes por la mínima diferencia. Siete días más tarde nuevamente “el choba” Silvio Bearzotti marcó el tanto que le dio el 1 a 0 a Belgrano sobre Tiro en la final. De este modo su equipo se coronaba campeón por primera y última vez. Su alineación era la siguiente: Jorge Repucci (hasta mitad de año, luego una enfermedad lo obligó a trasladarse a Cosquín y a dejar su lugar a Nicolás Santana); Gabriel Mujica y Florindo Bearzotti; Manuel Martínez, Leandro Pastrana y Antonio Galli; Fernando Massei, Osvaldo Goicochea, Silvio Bearzotti, Francisco Montolio y Bonifacio Cabeza. También participaron Mario Bianchi, Juan Beltramo y Felipe Arrieta. Los torneos de competencia de segunda y tercera división fueron interrumpidos. Belgrano se quedó con la Copa Comercio venciendo 3 a 0 a Central, y Calzada con la Pinasco, luego de un polémico fallo del Consejo Superior que le dio por perdido un partido a Newell’s que el rojinegro ganaba 3 a 0 y en el que sus jugadores reaccionaron ante el juez del partido.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1924

      • Sr. Víctor G. Heitz

        Sr. Víctor G. Heitz

        1. 1924 - 1925
        2. 1932

      Campeones de la Rosarina en 1924

    • Año 1925

      Reseña del año

      Por estos años el dirigente empieza a darle ciertos gustos al futbolista. Le paga un traje, le da monedas para el tranvía, para el vermú, y hasta realiza alguna colecta entre los hinchas para ofrecerle unos pesos motivadores antes de algún partido importante. Se estaba gestando, con tales actitudes, el profesionalismo. Hasta entonces el jugador tomaba al fútbol como un pasatiempo. Le servía para el fortalecimiento físico y espiritual, pero paralelamente se forjaba un porvenir en otras actividades remuneradas. De ahí que fueran tantos los ciudadanos reconocidos que pasaron por la Liga Rosarina. Los hermanos Monserrat por ejemplo, jugaban en Newell’s y fueron directores del banco que llevaba su nombre. Florentino Malaponte fue un renombrado escribano que pasó por Central. Luis Brugnerotto jugó en Tiro y llegó a ser Diputado de la Nación. Adolfo Cristini (Riberas del Paraná) Diputado Provincial, y Rodolfo y Desiderio Ivancich (players de Newell’s) adquirieron gran notoriedad como doctores. No fueron las únicas personalidades salidas de las canchas. Luis Albornoz (de GER) fue Ministro de Instrucción Pública de Santa Fe. Luis Ferrari (Belgrano y Washington) un político de relieve. Claudio Newell, Tertuliano Martín, José Olaeta, y Gerardo Scarabino entre otros, fueron médicos y abogados reconocidos. Mientras que Alberto Ludueña (delantero de Newell’s) tuvo cargos diplomáticos en el exterior.

      Aunque, como se sabe, el fútbol no es practicado sólo por el rico, sino también por el pobre. De modo que no todos los que dejaban su práctica se convertían en grandes magistrados. Antonio Miguel por ejemplo, tuvo un puesto de diarios y revistas en San Martín y San Juan que lo convirtió en otro rosarino de estirpe, muy querido y respetado por sus clientes. Es decir, el fútbol es un deporte que nivela, que no sabe de clases sociales, que genera vínculos imperecederos, y en el cual tanto el canillita como el militar, el carnicero o el escritor, se sienten identificados por la misma pasión por la redonda. Así es que no importaba que dos personas tomaran distintos caminos en la vida, bastaba con que una vez hubiesen coincidido en una cancha de fútbol (como compañeros o rivales) para que esa antigua simpatía reflotara de inmediato y les hiciese estrecharse las manos como viejos amigos.

      La temporada arrancó con algunos traspasos llamativos. Ennis Hayes y Antonio Miguel pasaron de Central a Tiro Federal; Vicente Aguirre de Central Córdoba a Newell’s; y Juan Francia retornó a Newell’s procedente de Central. Nacional modificó su casaca. El salaíto tenía antes una franja celeste cruzándole el pecho de manera oblicua, pero esta temporada se la quitó y la llevaría sólo en miniatura en el bolsillo ubicado sobre el corazón.

      El 2 de marzo murió Ernesto Celli. El gran delantero tenía 30 años y estaba en la cúspide de su carrera. Celli había salido de juerga la noche anterior, había bailado tangos y milongas en el bar “La Bolsa” de San Martín y Santa Fe, y el domingo se había presentado a jugar un amistoso de pretemporada ante Nacional (en la cancha del “salaito” que estaba ubicada en Gorriti e Iguazú, pleno corazón del humilde barrio industrial). El partido lo ganó Newell’s 3 a 1 pero el malogrado futbolista no convirtió. Se sentía descompuesto. El calor era muchísimo y para peor, una vez finalizado el encuentro el presidente de Nacional convidó a los visitantes con cervezas frías para calmar la sed. El cóctel fue demasiado para Celli que perdió el conocimiento poco después, y ya no habría de recuperarlo. Ernesto fue hombre de selección, excelente compañero y el mundillo futbolero estuvo de duelo varios días tras su muerte. El féretro fue cubierto con los colores de Ñuls y curiosamente su hermano Adolfo, tampoco volvió a jugar. Una lesión, sufrida en el partido con “los olímpicos” uruguayos, lo marginó para siempre.

      En definitiva el 25 fue un año de pérdidas y renovaciones. Ignacio Rota se convirtió definitivamente en árbitro. Jacinto Perazo, famoso por sus barridas, se retiró de la actividad al igual que Carlos “Milán” Guidi, el centroforward de Tiro que se fue tras un partido ante Belgrano. Disgustado por algunas acciones violentas de sus rivales, Guidi se marchó dejando los botines colgados en el vestuario para siempre. Los cronistas de la época acuñaron la frase “colgó los botines” a partir de este acontecimiento. Harry Hayes en cambio, volvió a jugar en Rosario Central después de algún tiempo de no hacerlo.

      Por primera vez un equipo argentino salió de gira por Europa. Se trató de Boca Juniors, quien para reforzar sus líneas convocó a Octavio Díaz de Central y Roberto Cochrane de Tiro Federal. En su periplo obtuvo 15 victorias, un empate y tan solo tres derrotas. En el primer clásico rosarino la lepra le ganó 3 a 0 al canalla como visitante (con goles de los hermanos Libonatti y Santiago Guindani) y en el segundo empataron 2 a 2. Los auriazules no andaban muy bien. Estaban sintiendo las ausencias de Ennis, Miguel, Francia y Octavio Díaz (de gira).

      Ganarle a Buenos Aires en tanto, se estaba haciendo una sana costumbre. El 25 de mayo, en un reñido encuentro por la Copa Reyna, Rosario lo superó 1 a 0 con gol del “chueco” Vicente Aguirre. El “once” rosarino estuvo compuesto por: Bernardino Nuin; José Barbieri y Florencio Sarasibar; Alfredo Chabrolin, Filedolfo Salcedo y Umberto Libonatti; su hermano Julio, Aguirre, Gabino Sosa, Ennis Hayes y Celestino López. En la revancha jugada el 6 de agosto en Capital, se volvió a imponer el representativo de la segunda ciudad de la república. En ese caso el triunfo fue por 3 a 2 con dos goles de Luis Indaco y uno de Bearzotti de penal.

      El año guardaba aún varios hitos para el fútbol rosarino. Por ejemplo el 9 de agosto el combinado de la ciudad le ganó 2 a 0 al Boca que venía de triunfar por Europa. Además, como una forma de adherir a la celebración del segundo centenario de la ciudad, la Liga organizó un torneo interprovincial. En él su seleccionado goleó 7 a 0 a Tucumán, 9 a 1 a Paraná, y 4 a 2 a Santa Fe. Se coronó campeón con Díaz en el arco; Fernández y Bearzotti en el fondo; Trufa, Faggiani y Conti en el medio; y Galván, Libonatti, Sosa, Indaco y García (éste último fue el goleador con 7 tantos) en la línea delantera. Por último, el Torino de Italia contrató a Julio Libonatti, que desde entonces y hasta el año 38 fue digno embajador del fútbol rosarino en el calcio. El “potrillo”, que fue ídolo de los tifosi y hasta llegó a integrar el seleccionado azurro, se convirtió así en el primer argentino en jugar en el fútbol italiano.

      Como si fuera poco, este es el año en el que Central inauguró su cancha de Avenida Génova y Juan B. Cordiviola. El día preciso en el que quedó habilitado el histórico estadio fue el 3 de diciembre de 1925. Tiro Federal mientras tanto vivía meses de gloria. Su segunda división se consagraba campeón de las Copas Pinasco y Lisandro de la Torre, y su primer equipo ganaba la Copa Vila por segunda vez. El tirolense superó 4 a 2 a Central Córdoba el 13 de diciembre, y con esa victoria mantuvo los 4 puntos de ventaja que llevaba sobre Newell's. El título fue festejado ruidosamente. Volaron sombreros al viento y los héroes fueron sacados en andas. Su formación base era: Gerardo De Marchi; Roberto y Juan Cochrane; Carlos Pignani, Victorio Faggiani y Felix Romano; Oscar Rodríguez, Eduardo Bonzi, Antonio Miguel, Ennis Hayes y Celestino López. También participaron en la campaña Francisco Pagliarusco y Santiago Morgoux.

      Newell’s (que en el partido de Tiro ante Córdoba había ido a alentar a los charrúas) terminó segundo, Central tercero, Belgrano cuarto y Nacional quinto. Las dos copas de tercera, cabe mencionar, fueron para el canalla. Y para terminar, bien vale mencionar una perlita más. Newell’s invitó a Brasil a jugar un amistoso a nuestra ciudad ya que en Buenos Aires se estaba disputando la Copa América. El rojinegro perdía 2 a 0 ante el poderoso conjunto verdeamarelho, sin embargo remontó el resultado con dos tantos de Badalini y acabó consiguiendo un valiosísimo empate en dos.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1925

      • Sr. Víctor G. Heitz

        Sr. Víctor G. Heitz

        1. 1924 - 1925
        2. 1932

      Campeones de la Rosarina en 1925

    • Año 1926

      Reseña del año

      El año 26 arrancó bien para Newell’s. El equipo rojinegro le ganó el 13 de enero la final de la Copa Estímulo a Rosario Central por 3 a 1. Este torneo, correspondiente al año 25, se había postergado por falta de fechas disponibles. Además, el conjunto del parque realizó algunos buenos amistosos de pretemporada. Le ganó 2 a 1 a Boca Juniors y perdió 3 a 2 ante Nacional de Montevideo. Central en tanto, jugó casi toda el año en la cancha del Club Bolsa de Comercio, ubicada en 9 de Julio y Lagos, ya que a la de Génova y Cordiviola le faltaban algunos retoques.

      El presidente del Consejo Superior de la Rosarina en ese momento era Pedro L. Arias. El 13 de mayo se jugó en Buenos Aires la Copa Ibarguren pendiente entre los campeones del año 24. Se enfrentaron Boca y Belgrano. Ganaba el equipo de nuestra ciudad dos a cero con tantos de su goleador, Silvio Bearzotti, sin embargo los xeneizes se recuperaron y lo empataron en dos. Al celeste rosarino se le lesionaron dos hombres y pese a la desventaja opusieron una tenaz resistencia. Concluido el tiempo reglamentario igualado se pensaba que se jugaría una revancha en días subsiguientes, pero no. Los dirigentes locales cerraron las puertas del vestuario y obligaron a los protagonistas a que disputasen un alargue. Así se hizo, y ocurrió lo que se preveía. Llegó el gol de Boca que desniveló, aunque al parecer fue tan polémico que originó airados reclamos de parte de los jugadores de Belgrano. Finalmente decidieron retirarse de la cancha en disconformidad tras lo cual el árbitro dio por terminado el juego otorgándole el triunfo y la copa al club de la ribera.

      La Copa Vila comenzó el 20 de mayo con la participación de 15 equipos. Talleres fue el que arrancó peor. Recibió duras goleadas en las 3 primeras fechas y le convirtieron 35 goles. Su mala campaña lo llevaría a una rápida disolución. Newell’s en cambio conformó una delantera brillante que estuvo a la altura de viejas y gloriosas líneas de ataque. Se sumó Agustín Peruch al extremo derecho de la misma y junto a Umberto Libonatti, Atilio Badalini, Vicente Aguirre y Juan Francia, constituyó un inolvidable quinteto. Central en cambio no anduvo bien. El “maestro” Harry Hayes estaba en su ocaso deportivo y no surgieron nuevos valores de sus filas. Llegó a perder con equipos de menor envergadura como Calzada y Alberdi New Boys. Quizás por esas actualidades distintas que atravesaban los dos grandes de la ciudad, es que extrañó el empate en uno que el auriazul rescató en el parque ante su clásico rival.

      El 6 de junio el combinado de la Liga se enfrentó a la selección de Paraguay que venía de jugar la Copa Chevallier Boutell en Buenos Aires. El encuentro convocó bastante público y terminó igualado en cuatro. Antonio Miguel, Gabino Sosa y Genaro Ayala en dos ocasiones, convirtieron los goles locales. El 9 de julio se volvió a empatar, en este caso 2 a 2 y ante el seleccionado porteño por la Copa Rosario. Libonatti y Molinari marcaron en esa oportunidad.

      El partido más esperado del año sin embargo fue el que se jugó el 11 de julio en cancha de Newell’s. Ese día se presentó en la ciudad el Real Deportivo Español, equipo en el que atajaba Ricardo Zamora, “el divino”. El público rosarino ya había sabido admirar a talentos foráneos como Russell del Playmouth, Arrate de los vascos, o Piendibene de Uruguay. Ahora el que concitaba toda la atención era este arquero de enorme popularidad, considerado por la prensa como el mejor de Europa. La gente comenzó a ingresar a las 9 de la mañana y tal como si concurriese a un pic-nic entraba al estadio con sus viandas. Al mediodía la avalancha fue tal, que la capacidad de la cancha se vio desbordada y las autoridades no pudieron más que cerrar las puertas dejando a miles de personas afuera.

      Ese día Rosario dio cátedra. Se impuso 3 a 0 con dos goles de Miguel y uno de Sosa. Aquella fue la única derrota del equipo español en nuestro país. Los once que concretaron la hazaña fueron: Hectorino Paccotti; Roberto Cochrane y Natalio Molinari; Alfredo Chabrolín, Carlos Villa y Silvestre Conti; Agustín Peruch, Umberto Libonatti, Gabino Sosa, Antonio Miguel y Rafael García. Una frase que guardaron con orgullo todos los que asistieron a aquel partido fue “cuiden al pequeñín, cuiden al pequeñín”. Eso era lo que le gritaba “el divino” Zamora a sus compañeros refiriéndose al petiso Miguel, que aquella tarde estuvo imparable por el sector izquierdo.

      El resultado sorprendió tanto a los europeos que pidieron revancha antes de marcharse. La misma se concretó el 24 de ese mes en cancha de Sportivo Barracas de Buenos Aires. Quince mil personas se dieron cita. Rosario tuvo tres cambios respecto a su anterior alineación, pero nuevamente demostró superioridad. Esta vez el marcador terminó en blanco, pero el 0 a 0 en parte se debió a que la defensa ibérica contuvo los embates rosarinos con rudeza desmedida y juego brusco. Quesada fue expulsado debido a las mencionadas asperezas, y la mala predisposición de los visitantes fue repudiada por el público y sufrida por Gabino y compañía.

      En agosto firmó para la tercera de Newell’s Bernabé Ferreyra. “La fiera” había llegado procedente de Rufino y debutó en primera el 12 de septiembre. Fue en el 1 a 1 ante Sparta. Aquel día, el quinteto rojinegro de ataque formó con: Peruch, Ferreyra, Badalini, Aguirre y de la Torre. Hasta finales del año 26 “el mortero de Rufino” jugó en Ñuls. Es un dato que no muchos conocen. Luego retornó a su localidad natal y más tarde marchó hacia Buenos Aires, donde recaló en River y se convirtió en la figura más grande de los primeros años del profesionalismo.

      El 19 de septiembre Huracán superó 2 a 1 a Tiro Federal por la Copa Ibarguren del año 25. Con esta nueva derrota, Buenos Aires dominaba el historial y de las 13 ediciones había ganado 10. Sólo Central, Newell’s y Tiro (una vez cada uno) habían podido alcanzar ese título. El globo jugó en su cancha y aunque el tirolense buscó denodadamente el empate, logró sostener el resultado favorable. Semanas más tarde Newell’s invitó al elenco capitalino a jugar un amistoso en nuestra ciudad y lo venció 2 a 1 demostrando su vulnerabilidad.

      El gran triunfo rosarino del año 26 fue el título obtenido en el Campeonato Nacional de Ligas, Copa Presidente Roque Sáenz Peña. El combinado de nuestra ciudad le ganó 6 a 2 a Venado Tuerto, 8 a 1 a Río Cuarto, 3 a 1 a Santiago del Estero y 7 a 3 a la Liga de Colón (Entre Ríos) en la final. Los entrerrianos habían dado el gran batacazo eliminando a Buenos Aires en semifinales y contaban con un atacante de impresionante efectividad, Alfredo Frei. Ese centrodelantero convirtió los tres tantos de su equipo, que en el partido decisivo, hicieron menos abultada la derrota. Su olfato goleador no pasó desapercibido y en 1927 fue incorporado por Newell’s. El equipo de Rosario que se consagró campeón fue el siguiente: Barrera; Rizzi y Fernández; Chabrolín, Faggiani y Ascani; Peruch, Libonatti, Caligaris, Bearzotti (que en la final metió 4 goles) y García.

      En noviembre se jugó el primer clásico oficial en Arroyito y Central ganó por 4 a 2. Era la tercera vez que se enfrentaban en el año. Newell's ganaba 2 a 0 pero Sarasibar de penal, Castagno en contra, y Bertei en dos oportunidades, señalaron los goles que dieron vuelta la historia y le regalaron una alegría grande a la afición auriazul. La derrota postergó un poco al rojinegro en la lucha por el campeonato. Era el gran candidato a alzarse con la Copa Vila, pero Tiro Federal, su principal amenaza, siguió ganando y pasó al frente a pocas fechas del final. El 26 de diciembre el tirolense se consagró campeón por tercera vez en su historia. Le ganó en cancha de Gimnasia 2 a 0 a Central con goles de Pagliarusco y Buzzolini y mantuvo así (cuando aún faltaba una fecha) los tres puntos de ventaja que llevaba sobre Newell’s. Convirtió 83 goles y le hicieron 21. Sumó 49 puntos contra 46 del rojinegro, 42 de Belgrano, 41 de Nacional, 35 de Central, 33 de Sparta y 32 de Córdoba. Formó, habitualmente, con: Félix Cupulutti; Roberto y Juan Cochrane; Eduardo Mendoza, Victorio Faggiani y Oscar Rodríguez; Félix Romano, Alberto Cattaneo, Francisco Pagliarusco, Félix Buzzolini y Alberto Cambiasso. También jugaron algunos partidos el arquero internacional Lorenzo Colombo, Eduardo Bonzi, y el petiso Antonio Miguel.

      El resto de los títulos quedaron en manos de Central. El auriazul fue campeón de cuarta, de tercera, y de segunda. La Copa Pinasco se la ganó nada menos que a Newell’s en la final. Fue un claro triunfo por 3 a 0 que coronó una impecable campaña de 17 fechas invicto. Mientras tanto Octavio Díaz retornaba de Chile en donde había defendido el arco de la selección en la Copa América. Su brillante actuación ante Uruguay cosechó copiosos elogios de la prensa nacional. A todo esto, futuros cracks de Newell’s hacían sus primeras armas en otros clubes. Fermín Lecea surgía en Calzada y Alfonso Etchepare aparecía en la primera de Riberas del Paraná. A raíz de una nueva disposición de la Liga, los cuatro últimos de la Copa Vila perderían la categoría y conformarían un nuevo certamen: el de intermedia. Así fue como Talleres, Provincial, Alberdi y Rosario a Puerto Belgrano, se tuvieron que resignar a dejar el círculo de elite local.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1926

      • Foto no Disponible

        Sr. Pedro L. Arias

        1. 1926 - 1928

      Campeones de la Rosarina en 1926

    • Año 1927

      Reseña del año

      Once equipos tomaron parte del torneo rosarino del año 27. Central, Newell’s, Tiro Federal, Central Córdoba, Nacional, Belgrano, Sparta, Calzada, Estudiantes, Atlantic Sportsmen y Riberas del Paraná. Del flamante torneo de Intermedia participaron cinco conjuntos: Washington, Fisherton, Provincial, Alberdi New Boys y Rosario a Puerto Belgrano. Talleres, que debía integrarse a este certamen, a último momento se desafilió. En total, sumando todas las categorías, hubo inscriptos aquel año 99 equipos.

      En los cotejos de pretemporada los rosarinos pusieron de manifiesto una vez más su jerarquía. Tiro Federal le ganó a Racing en Buenos Aires 3 a 1 y Newell’s a Independiente en Rosario 3 a 0. El campeonato comenzó el 17 de abril nada menos que con el clásico. Sin dudas, un programa inaugural inmejorable. El duelo, disputado como no podía ser de otra manera ante una abigarrada muchedumbre, se jugó en Newell’s y terminó con victoria de Rosario Central. El debutante Arturo Podestá le dio el triunfo al canalla con un violento remate en el segundo tiempo.

      Varios cambios significativos modificaron los planteles. El arquero goleador Bernardino Nuin, pasó de Newell’s a Central Córdoba. Su colega Hectorino Pacotti, de Atlantic Sportsmen a Tiro Federal. A la vez, en Atlantic Sportsmen surgía Cataldo Spitale, en Tiro Federal Denessine y Scaroni, y en Belgrano se consolidaban seis hermanos como titulares: los tres Santana y los tres Del Felice.

      Ese año fue fantástico en lo que hace a los enfrentamientos contra Buenos Aires. El 25 de mayo se jugó el primer encuentro en cancha de River, Alvear y Tagle, con 25.000 personas presenciándolo. Estaba en juego la Copa Rosario. Nuestro combinado ganó con autoridad 2 a 0 y formó con Díaz; Bearzotti y Florencio Sarasibar; Félix Sarasibar, Fioroni y Conti; De Muri, Medina, Sosa, Luis Indaco y Esteban Indaco. Los goles fueron obra de Luis Indaco y Sebastián Medina. El 29 de junio se disputó la Copa Reyna en cancha de Newell’s y el marcador sería el mismo. Dos a cero para los nuestros. Fue aquella una bella tarde, y el reducto del parque Independencia se colmó de gente. El partido, intensamente disputado, tuvo en Agustín Peruch y Gabino Sosa a sus grandes figuras. Sin embargo, los goles los convirtió en ambas ocasiones el afilado goleador que por entonces tenía nuestra ciudad, Luis Indaco.

      En otros partidos interligas Rosario también obtuvo resultados favorables. En su visita a La Plata, el 16 de junio, consiguió un empate en uno gracias al gol del inspirado Indaco. Allí se puso en juego una Copa donada por el diario “La Prensa”. En Villa María, por la Copa Coen, se goleó 6 a 1 a los locales y en Córdoba, por la Gregorio Martínez, se igualó 2 a 2 con los de la docta. Mientras tanto, el Ministro de Hacienda y Obras Públicas de Santa Fe, Dr. Félix Roca, donaba la Copa de Oro que disputarían de ahí en más rosarinos y santafesinos. El trofeo era de oro 18 kilates y pesaba más de 600 gramos. En su primera edición, disputada el 9 de julio de ese año, Rosario ganó 2 a 0. Tras un reñido desarrollo, los 90 minutos terminaron sin que se abriese el marcador. Pero en el alargue Peruch e Indaco convirtieron dos tantos en tres minutos y sellaron el triunfo.

      Un curioso acontecimiento, de esos dignos de mención, se suscitó el 3 de julio en el partido entre Estudiantes y Tiro Federal. A los 25 minutos del segundo tiempo, cuando el encuentro estaba 0 a 0, el árbitro pitó un penal favorable a los tirolenses. Los jugadores de Estudiantes no estuvieron de acuerdo con la sanción y se retiraron del campo en señal de protesta, sin embargo uno optó por quedarse. Su arquero Tomás Ronco. El golero se tenía fe, y vaya si le sirvió. Atajó el remate y logró que sus compañeros, que lo observaban desde la puerta del vestuario, retornasen a felicitarlo. Éstos decidieron seguir, pero el árbitro dio por terminado el cotejo considerando que con su retirada Estudiantes había cedido los puntos.

      En julio llegó a la Argentina el Real Madrid. El 17 se presentó en Rosario sabiendo que aquí hallarían a sus rivales más diestros. Esto era lo que les habían transmitido sus colegas que ya habían venido de gira por estos pagos. Por primera vez un visitante enfrentaba a un club y no al combinado de la ciudad. En este caso, el que se midió con los merengues fue Newell’s Old Boys. Los dos conjuntos españoles que anteriormente habían jugado en Rosario se habían retirado perdidosos, y el Madrid no sería la excepción. El rojinegro lo goleó 4 a 0 con tantos de Libonatti, Francia y Aguirre (2). Los del parque formaron con: Ruin (único refuerzo pedido a Central Córdoba); Rizzi y Bearzotti; Chabrolín, Villa y Castagno; Peruch, Libonatti, Frei, Aguirre y Francia. Como se ve, un equipo que tranquilamente podía ser el seleccionado de la ciudad.

      Entre tanto, una mala noticia. Riberas del Paraná, el club de Villa Constitución, decidía retirarse de la Liga. Uno que llegó a la ciudad y salió airoso de su paso por ella fue Gimnasia y Esgrima de Santa Fe. El legendario equipo de la capital provincial se midió con los poderosos Central y Newell’s, y les ganó a ambos 2 a 0. Aunque con la salvedad que ante los auriazules el partido duró 15 minutos menos, ya que los visitantes debieron retirarse precipitadamente de la cancha porque perdían el tren que los conducía de vuelta a su ciudad. Motivo más que atendible para dar por terminado un encuentro en aquellas épocas.

      A todo esto la prensa de 1927 se asombraba con Gabino Sosa, ya que el notable delantero de Central Córdoba no guardaba una disciplina adecuada previo a los partidos. En más de una oportunidad debieron ir a buscarlo a su casa para rescatarlo de alguna trasnochada. Así y todo, Gabino se duchaba y entraba a la cancha a dar una exhibición. Tales comportamientos generaban una ambigua sensación. El periodismo no sabía si recriminarle sus desarreglos, o elogiarle sus cualidades innatas que pese a todo, siempre salían a relucir.

      Armar el equipo que representaría a Rosario en el Campeonato Argentino de Ligas no fue fácil. Habiendo tantos buenos jugadores en cada puesto, la tarea de designar y elegir no era sencilla. Se arrancó ganándole 2 a 0 a la Liga Casildense. Luego se venció 2 a 1 a Paraná. Y finalmente se cayó 3 a 2 con Santiago del Estero en el alargue de un partido muy emotivo. El público porteño hinchaba para los Santiagueños, como siempre ocurre cuando un público neutro presencia un cotejo de dos fuerzas dispares, se inclina por la más débil.

      Llegando a fin de año Alberdi New Boys se coronó campeón del Torneo de Intermedia. Le sacó tres puntos a su escolta que fue Rosario a Puerto Belgrano. De ese modo consiguió el ascenso a primera. En la Copa Vila el calendario venía atrasado. El 21 de diciembre había dos punteros, Central y Tiro Federal, aunque el auriazul tenía tres partidos menos que el albiceleste. Newell’s y Central Córdoba marchaban 7 puntos por debajo. Abruptamente, en la reunión del 24 de diciembre, el Consejo decidió terminar el torneo y declarar campeón a Rosario Central. La determinación surgió a partir de que se suponía que si jugaba los partidos pendientes superaría la línea de Tiro. Además, había en todos un unánime deseo de que el torneo terminara.

      Antes de fin de año Central y Newell’s jugaron una vez más. Fue un amistoso a beneficio de las ampliaciones que se irían a realizar en el Estadio Municipal. Una muestra más de que el fútbol estaba siempre dispuesto a colaborar con las buenas causas. Mientras tanto, en la Copa Pinasco el campeón fue Central Córdoba, que le ganó 1 a 0 la final a Central. En la Copa Comercio el que se coronó fue el equipo “canalla” y en la Copa Roma de cuarta, el que festejó fue Estudiantes. Por entonces retornaba al país, convertido en héroe, Octavio Díaz. El guardameta rosarino había custodiado el arco de la selección en la Copa América disputada en Lima y en la cual el representativo nacional había sido campeón. En la semi fue figura (triunfo de nuestros compatriotas 3 a 2 sobre Uruguay) y en la final casi no trabajó (5 a 1 a Perú). Octavio se ganó el respeto y la consideración de todo el país y seguiría ligado a la selección.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1927

      • Foto no Disponible

        Sr. Pedro L. Arias

        1. 1926 - 1928

      Campeones de la Rosarina en 1927

    • Año 1928

      Reseña del año

      El año comenzó con novedades en la Liga Rosarina de Fútbol. Se reformaron los estatutos. Dejó de haber un Consejo Superior y uno Divisional y se instauró un Consejo Directivo y uno de Apelación. Además, asumió como presidente el doctor José Antelo. Su gestión fue progresista. Propició el acercamiento con otras ligas y generó recursos para la adquisición de un edificio propio. Luis Caffarena fue su vicepresidente.

      En lo estrictamente futbolístico el año comenzó con un hecho curioso en nuestra ciudad. Al abrirse el libro de firmas uno de los primeros en concurrir fue Gabino Sosa. Los dirigentes charrúas, para garantizarse su fidelidad, le habían prometido que si continuaba en la entidad le obsequiarían una muñeca para su hija. Fue lo que el jugador, por el que hoy seguramente se pagarían millones de dólares, había pedido. Así fue que tras hacerse acreedor del humilde presente, decidió continuar en la entidad de Tablada. Entretanto, Octavio Díaz se trasladaba a Buenos Aires para sumarse al plantel nacional que viajaría a los Juegos Olímpicos de Ámsterdam, y Gimnasia y Esgrima de Santa Fe volvía a Rosario para jugar dos amistosos. En el primero empataría 1 a 1 ante Newell’s, y en el segundo caería derrotado 2 a 1 ante Central Córdoba.

      Este año llegaron tres equipos extranjeros a nuestro país. El primero en arribar fue el Motherwell, equipo de la primera división de Escocia y uno de los más destacados de ese país. El 25 de mayo se enfrentó con el combinado de Rosario en Buenos Aires. Los escoceses ganaron 4 a 3 dando vuelta un partido increíble. Ganaba Rosario 3 a 1 y por momentos se floreaba, pero algunos errores del arquero Nuin le permitieron a los británicos virar el marcador. En el equipo de nuestra ciudad faltaron esa tarde algunos hombres importantes como José Fioroni, Alfredo Chabrolín y Osvaldo Goichochea. El Motherwell continuó su gira ganándole 3 a 0 al seleccionado nacional, 3 a 0 a un combinado Argentina-Uruguay, y 3 a 2 a un equipo de las Ligas del interior. Finalmente se presentó en nuestra ciudad el 7 de junio para jugar la revancha. Volvieron a imponerse los escoceses, esta vez 3 a 2. Los visitantes demostraron que aunque no tenían un modo de juego muy lucido, siendo más bien austeros en su forma de mover el balón, eran efectivos en ataque y durísimos en defensa.

      Bahía Blanca celebró en 1928 sus cien años de vida. Rosario adhirió al acontecimiento y participó de un cuadrangular organizado por los locales, en el cual estuvieron también Buenos Aires y Uruguay. El combiando de la L.R.F venció 6 a 2 a Bahía Blanca y perdió 1 a 0 con Buenos Aires en la final. Los once que representaron a nuestra ciudad fueron Bernardino Nuin; Juan González y Segundo Fernández; Alfredo Chabrolin, José Fioroni y Silvestre Conti; Agustín Peruch, Antonio Miguel, Gabino Sosa, Luis Indaco y Manuel Morosano. Poco después, la Liga organizó un partido a beneficio de los menesterosos. Una vez más la Rosarina demostraba su altruismo. Fue en cancha de Newell’s, y en los combinados (llamados Norte y Sur) se alistaron las principales figuras de nuestro fútbol. Se recaudaron $ 460 que fueron destinados para comprar ropa.

      El 10 de junio mientras tanto, demostrando que por entonces el fútbol sudamericano llevaba cierta ventaja sobre el europeo, Argentina y Uruguay se enfrentaron en la final de los Juegos Olímpicos. El partido culminó 1 a 1 y tuvieron que volver a jugar el día 13. Allí la suerte de la albiceleste no sería tan buena, Argentina perdió 2 a 1. Figueroa y Scarone convirtieron los goles de los orientales y Monti, el único tanto argentino. Uruguay se consagraba campeón olímpico por segunda vez. En nuestro país, el evento generó tanta expectativa que la gente se apiñaba contra las pizarras de los diarios para seguir las noticias provenientes de Ámsterdam.

      En el fútbol local los clubes grandes se reforzaron bien. Newell’s incorporó a Fermín Lecea de Calzada, a Silvio Bearzotti de Belgrano, y a Rafael García de Sparta. Central a Félix Romano de Tiro y Ernesto Cordone de Atlantic Sportsmen. El primer clásico del año se jugó en el Parque y lo ganó el local 2 a 0 con goles de Beltramini y García. Como siempre ocurría en las grandes jornadas, la cancha estuvo repleta.

      El 9 de julio el seleccionado de Rosario se midió con la Liga Cordobesa de Fútbol en cancha de Central. El triunfo quedó en manos de los locales por 4 a 1. A fines de julio llegaron otros dos equipos extranjeros, el Celta de Vigo y el Barcelona F.C. El 29 de julio, sin jugar bien, el combinado rosarino le ganó 1 a 0 al Celta. El marco en la cancha de Ñuls fue magnífico. El gol lo convirtió Cristini. Pero lo anecdótico de aquella jornada fue el gol que le anularon a Goicochea. Los gallegos entendieron que había sido off-side y empezaron un reclamo tan perseverante y tozudo que lograron que el árbitro cambiara su fallo. Hasta el Dr. Antelo ingresó al campo para que el juez se rectificara y los huéspedes no se retiraran de malhumor.

      La agria rivalidad entre Central y Belgrano tuvo un nuevo capítulo en 1928. Al parecer la gente de Central se había quedado con la sangre en el ojo luego del partido que en 1927 los celestes le ganaron 5 a 4 tras ir perdiendo 3 a 0. En esta oportunidad volvió a ganar Belgrano, y la parcialidad auriazul, mientras se retiraba fastidiosa, no tuvo mejor idea que prenderle fuego a la lona que rodeaba la cancha. Los belgranenses indignados, empezaron a repetir una frase que muchas versiones indican como el inicio de un mote: “son unos canallas, son unos canallas”.

      El Barça jugó en Rosario el 19 de agosto y se comió un verdadero baile. El seleccionado de la ciudad lo venció 4 a 0 con una formidable actuación de Luis Indaco. El delantero marcó los cuatro tantos, tres de ellos en ocho minutos, y se fue ovacionado. Patentó esa tarde “la bicicleta”, famosa jugada en la que su pie iba y venía sobre el balón como si estuviese sobre un pedal. La formación rosarina fue la siguiente: Guida; Cochrane y Capitanelli; Podestá, Villa y Conti; Peruch, Libonatti, Sosa, Indaco y López. El flamante técnico de los combinados rosarinos era Harry Hayes.

      En los cotejos con Buenos Aires a Rosario no le fue bien esta temporada. Perdió 2 a 0 por la Copa Rosario jugando como local en Arroyito, y 6 a 0 de visitante en el duelo por la Copa Reyna. Aplastante derrota que quizás haya tenido que ver con la fatiga por la acumulación de partidos. Hacía poco se había comenzado a desarrollar en Buenos Aires la etapa final del Campeonato Argentino de Ligas y Rosario venía jugando un partido tras otro. Le había ganado 5 a 0 a Venado Tuerto, 1 a 0 a Corrientes, y 5 a 1 a Mendoza. En la semifinal el representativo de nuestra ciudad quedó eliminado a manos de la Liga Paranaense, equipo que ya había dado muestras de su capacidad a lo largo del torneo. Ausente Gabino, se resintió el andamiaje del equipo rosarino y se perdió por 1 a 0. En la final, Santiago del Estero venció a Paraná y fue campeón por primera vez.

      La urbanización en Rosario perjudicó a Atlantic Sportsmen (como a tantos otros clubes), y la picota del progreso le pasó por encima. A su cancha, ubicada en la quinta San Pedro, le pusieron bandera de remate y se vio obligado a alquilar el campo del C. A. Piccardo. Fisherton en tanto se coronó campeón invicto de Intermedia luego de vencer 2 a 0 a Rosario a Puerto Belgrano. Con ese título logró el ascenso a la Copa Vila y sus parciales festejaron el logro en un bar de Salta al 1700.

      En diciembre Tiro Federal logró un histórico triunfo. Le ganó 3 a 2 al Seleccionado Paraguayo en plena ciudad de Asunción. El once tirolense que obtuvo semejante victoria estuvo compuesto por: Hectorino Paccotti; Roberto Cochrane y Carlos Noe; Julio Iglesias, Victorio Faggiani y Antonio Denessine; Eduardo Bonzi, Francisco Scaroni, Alberto Cattaneo, Ramón Calvet y Celestino López. Dos días después, en la continuidad de su gira por tierras guaraníes, Tiro jugó la revancha con la albiroja y empató 4 a 4.

      El título lo pelearon ese año Central, Newell’s y Belgrano. Central venció a Belgrano y lo desalojó del primer lugar a fines de septiembre. Se tomó revancha así de sus últimas derrotas ante el equipo de Barrio Vila. Luego goleó 5 a 1 a Newell’s en Arroyito (vengando la derrota de la primera rueda) y se perfiló definitivamente como gran candidato. Finalmente Newell’s igualó en puntos a Central y forzó un partido desempate. El 16 de diciembre se realizó el match decisivo que, como se imaginará, tuvo una cantidad de público enorme. La lucha fue dramática, el encuentro equilibrado. José Podestá con un remate rasante marcó el único gol y le dio el triunfo a Central. Finalizado el cotejo los hinchas auriazules sacaron en andas al goleador, le quitaron su botín, y armaron una caravana por las calles de la ciudad elevando como estandarte el citado calzado.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1928

      • Foto no Disponible

        Sr. Pedro L. Arias

        1. 1926 - 1928
      • Foto no Disponible

        Dr. José N. Antelo

        1. 1928 - 1930

      Campeones de la Rosarina en 1928

    • Año 1929

      Reseña del año

      Eran épocas en que algunos clubes de nuestra ciudad tenían emisarios que viajaban por el interior del país para descubrir talentos. Sin embargo, los ídolos pueblerinos no siempre se dejaban tentar por el viaje a la segunda ciudad de la república. Casi nunca estaban dispuestos al desarraigo que el traslado significaba. Así y todo, en el 29 llegaron varios jugadores de afuera. Los tres hermanos Luna (miembros del equipo santiagueño campeón argentino del año 28), Teófilo e Ignacio Juárez de Tucumán, Camilo Aguiar de Paraná, y Ricardo Ravazzola de Chabás. Newell’s incorporó a Cataldo Spitale y Natalio Molinari. Y en Central surgió Marcelo Tamalet, delantero que descolló en los tres partidos de pretemporada anotando diez goles.

      En la primera fecha del torneo sin embargo, Central perdió ante Sparta 1 a 0. Como los albinegros siempre complicaban a los auriazules, se los catalogó como “la sombra negra de Central”. El 9 de mayo Rosario le ganó 2 a 0 a Buenos Aires en un amistoso a beneficio de la casa propia de la Liga. Scaroni, tras gran jugada de Gabino, y Barreiro, a poco del final, señalaron los tantos de nuestro representativo. Esa tarde hubo una gran concurrencia, no sólo por el buen destino al que se destinarían los fondos recaudados, sino por las estrellas que trajo Buenos Aires (Peucelle y Onzari entre otros).

      La primera tribuna de cemento en nuestro país la había inaugurado Independiente el 4 de marzo de 1928. La primera en Rosario la habilitó Newell’s, el 25 de mayo del 29. Le vendió a Provincial su vieja tribuna de madera y construyó en su lugar la legendaria tribuna de la visera. Invitó a Boca Juniors para el amistoso inaugural (que ganó el xeneize 3 a 0) y en el ingreso de los jugadores al campo se dio algo que habla de la unión de los clubes en esa época. Detrás de los 22 protagonistas ingresaron representantes de todos los clubes afiliados a la Liga Rosarina adhiriendo al acontecimiento.

      El clásico ha sido siempre un episodio saliente dentro del fútbol rosarino. El 2 de junio Newell’s le ganó 1 a 0 a Central en Arroyito en un partido vibrante. Su arquero Serena le atajó un penal a Podestá, y poco después Julio García desvió un remate de Libonatti marcando el único gol. Una semana después murió en Madrid el Dr. Adrián Beccar Varela, ex presidente de la Asociación Amateur de Buenos Aires. La Liga Rosarina remitió una nota de condolencia sumándose al pesar por el fallecimiento de este dirigente que tanto luchó por el desarrollo del fútbol.

      El 16 de junio otro prestigioso visitante se presentó en Rosario, el Chelsea inglés. Antes de su arribo al país un rotativo bonaerense dijo “cada vez que nos visita algún team extranjero Argentina encuentra sus mejores representantes en Rosario. El amor propio y la destreza que caracteriza a sus jugadores ha hecho que el fútbol rosarino se convierta en el más perfecto que se juega en el país”. Ese bien cimentado prestigio del que gozaba Rosario tenía su explicación en los resultados que lograba. Al Chelsea por ejemplo, le ganó 2 a 1. Se imponían los británicos pero dos anotaciones de Félix Buzzolini dieron vuelta el marcador. Al orgullo que significó ese gran triunfo hay que sumarle otro detalle que ennoblece a los dirigentes de esa época: la Liga le donó lo que le correspondía de la recaudación a los damnificados por un terremoto que se había producido en Mendoza.

      La formación de esa tarde fue: Carlos Guida; Andrés Garramendi y Ginés Burset; Alfredo Chabrolin, Victorio Faggiani y Silvestre Conti; Eduardo Bonzi, Gerardo Rivas, Gabino Sosa; Félix Buzzolini y Celestino López. El 9 de julio ese combinado (con unos pocos cambios) empató en cancha de Central, 1 a 1 con Santa Fe por la Copa de Oro. Luis Indaco marcó el gol de nuestro selectivo. Poco después hubo dos amistosos más con Santa Fe. Fueron a beneficio de los clubes de intermedia de ambas ligas y la iniciativa correspondió al Presidente de la Rosarina, Dr. Antelo. En ambos partidos ganó Rosario. En cancha de Ñuls 3 a 2, y en la de Gimnasia de Santa Fe 4 a 1.

      A propósito de la Intermedia, en el Torneo de esa categoría jugaron seis equipos. Alberdi New Boys, Provincial, Intercambio, Washington, Rosario a Puerto Belgrano y Ludueña. El título lo pelearon Washington y Provincial. El 11 de agosto se enfrentaron en una suerte de final. Ganó Washington 2 a 1 con goles de Juan Fedele y Silvio Bearzotti. Éste último, ex jugador de Belgrano e identificado con el celeste, se había ido a jugar al rojiazul (recordemos que eran vecinos y que sus canchas estaban pegadas) lo que prueba una vez más que en esa época primaba un sentimiento de hermandad entre las instituciones, más fuerte que cualquier rencor o celo. Con el título en el bolsillo, Washington se ganó el ascenso a la Copa Vila.

      El 15 de agosto se presentó el Torino de Italia en Rosario. Un detalle se les pasó por alto a los visitantes en su ingreso al terreno de Central: se olvidaron de dar las hurras (tan típicas de esa época) y lograron que una desacostumbrada rechifla los recibiera. Rosario se fue al descanso ganando 2 a 0 gracias a los tantos de Vázquez y Rivas, pero un insólito quedo del combinado, le permitió a los turineses dar vuelta la historia en la segunda parte. Los italianos terminaron imponiéndose 4 a 2. Tres días después Newell’s vengó a la Liga venciendo al Torino 2 a 0. Jerónimo Díaz; Fermín Lecea y Florindo Bearzotti; Alfredo Chabrolin, Cataldo Spitale y Julián Sosa; Agustín Peruch, Umberto Libonatti, Walter Haumuller, Rafael García y Segundo Luna, integraron el once ganador. Brillante victoria del rojinegro que salvó la honra de nuestro fútbol. Esa tarde se enfrentaron los hermanos Libonatti, ya que Julio, recordemos, jugaba hacía varios años en el Torino.

      El 21 de ese mes Newell’s enfrentó a otro visitante de renombre, el Bologna. Fue un miércoles que en Rosario había huelga general y todas las actividades estaban paralizadas. El equipo del norte italiano había vencido en la final del calcio precisamente al Torino, había triunfado en Uruguay 1 a 0, y llegaba a la ciudad envuelto en halagos. Sin embargo Newell’s no se amilanó, salió a jugarle de igual a igual, y consumó otra de sus grandes hazañas. Le ganó 2 a 1 con goles de Peruch y Cagnani.

      Por entonces, la Liga tenía su Sede en calle Santa Fe 1490 y el amateurismo tenía los días contados. La mayoría de los grandes jugadores recibía furtivamente una remuneración o paga. De no ser así, eran empleados por mediación de sus clubes. En definitiva, siempre se encontraba la forma para retribuir por sus servicios. En otro orden de cosas, el Dr. Antelo empezó las gestiones para restablecer la relación con la A.U.F y reeditar así, los emotivos duelos con Uruguay por la Copa Asociación que no se jugaban desde 1923. Sus tratativas tuvieron éxito y los celestes se presentaron a fines de agosto en la cancha de Newell’s. Del Felice había puesto en ventaja a Rosario, pero los charrúas terminaron imponiéndose 2 a 1 con más garra que otra cosa.

      En la Copa Vila peleaban Central, Newell’s y Central Córdoba. Un gentío rebasó las instalaciones de Central Córdoba cuando el local recibió al canalla. Se programó el cotejo para un día jueves a fin de quitarle concurrencia. Así y todo la cancha estuvo llena. Se registró una “misteriosa epidemia” y todo el mundo se reportó enfermo en sus puestos de trabajo. Los estudiantes faltaron a la escuela y las oficinas públicas quedaron vacías. Antonio Morales hizo el único gol del partido con el cual el charrúa se impuso 1 a 0.

      Pero lo más grandioso del año fue sin dudas el título que obtuvo Rosario en el Campeonato Argentino Interligas. Arrancó ganándole a Comodoro Rivadavia 5 a 0. Más tarde eliminó a Zárate (4 a 0), a San Juan (3 a 1) y a Santa Fe (2 a 0). Como se ve, un solo gol en contra en cuatro partidos. El 15 de octubre en cancha de River se jugó la gran final ante Tucumán. Veinticinco mil espectadores colmaron el estadio. Nuestro combinado formó con: Octavio Díaz (RC); Francisco De Cicco (RC) y Juan González (RC); Silvestre Conti (Nac), Victorio Faggiani (TF) y Julián Sosa (NOB); Agustín Peruch (NOB), Francisco Scaroni (TF), Adolfo Cristini (Bel), Luis Indaco (RC) y Francisco Barreiro (Nac).

      El enérgico árbitro Macías expulsó a Julián Sosa por protestar uno de sus fallos. Rosario se quedó con 10. Las crónicas indican que hasta los propios tucumanos le pedían al juez que no lo expulsara. Ganaban ellos 1 a 0 pero a poco del final un tiro libre de González emparejó las cifras. El referí consultó a los capitanes para ver si querían jugar un suplementario o volver a enfrentarse otro día. Decidieron continuar. Ahí sí Macías permitió el retorno de Sosa. Once contra once Rosario fue superior y encontró, por intermedio de Indaco, el gol que le dio la victoria por 2 a 1. Una conquista que robusteció aún más el prestigio del fútbol nuestro.

      Rosario Norte se vio atestado de gente que quería recibir a los héroes. Los futbolistas fueron sacados en andas de los vagones y se improvisó una caravana por la ciudad que tenía más de seis cuadras de largo. Numerosos actos se realizaron en homenaje a los campeones. La Liga les obsequió un reloj y una medalla de oro a cada uno. Hasta se les compuso un himno llamado “Hurras campeones”, con letra de Lito Bayardo y música de Santiago Paris. En la Copa Vila en tanto, Newell’s y Central Córdoba empataron el primer lugar. El 29 de diciembre jugaron el desempate en Arroyito. Los charrúas no habían ganado nunca el título de primera división y lo ansiaban fervientemente. Pero las huestes de Gabino tendrían que esperar porque Spitale y Libonatti le dieron el triunfo a la lepra por 2 a 0.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1929

      • Foto no Disponible

        Dr. José N. Antelo

        1. 1928 - 1930

      Campeones de la Rosarina en 1929

    • Año 1930

      Reseña del año

      Para el 30 ya era “vox populi” que la mayoría de los jugadores de primera estaban a sueldo. Al menos los pertenecientes a los clubes de más recursos. Fisherton en cambio, se autoproclamó en su Memoria y Balance como el único club amateur “no contaminado” de Rosario en un claro intento por diferenciarse del resto. El Presidente de Nacional por su parte, Dr. José Martín Olaeta, sacudió el mercado de pases trayendo al ex guardameta de Boca, Américo Tesorieri.

      En primera hubo 12 equipos: Newell’s, Central, Tiro Federal, Central Córdoba, Nacional, Belgrano, Sparta, Provincial, Atlantic Sportsmen, Calzada, Estudiantes y Washington. Newell’s, luego de obtener su noveno título en la Copa Vila, seguía fuerte y cosechando éxitos. Durante marzo no paró de darle alegría a sus parciales. Le ganó 3 a 1 a Gimnasia y Esgrima de La Plata y 3 a 2 a Boca Juniors en dos amistosos de pretemporada. El segundo naturalmente, generó más interés en la afición. Días más tarde venció 2 a 0 a otro calificado rival internacional, Nacional de Montevideo. Por último, el 30 de marzo la lepra le ganó a Central un amistoso en Arroyito 2 a 1. El santiagueño Segundo Luna convirtió los goles del celebradísimo triunfo rojinegro. El match entre los dos más grandes exponentes del fútbol rosarino tenía una explicación: festejar las bodas de plata de la Liga. Incluso esa noche, los caballeros que la fundaron en el año cinco, se reunieron en el Hotel Britania para conmemorar el acontecimiento.

      En medio de lo que se conoció como “La Gran Depresión del 30”, Alfredo Le Bas viajó a Inglaterra como enviado del Comité Organizador del Primer Campeonato Mundial. A su regreso los periodistas le pidieron las impresiones que le había causado el fútbol en las islas y dijo: “Sin desmerecer, considero que los jugadores británicos no valen lo que por ellos se paga”. El 13 de abril comenzó el campeonato local, una vez más con el clásico en la primera fecha. El público encantado por supuesto. Los dos arqueros tuvieron magistrales intervenciones aquella tarde. Los Díaz, tanto Octavio (RC) como Jerónimo (NOB), fueron los grandes responsables de que el partido terminara 0 a 0.

      El primero de mayo por la Copa Rosario Buenos Aires le ganó 1 a 0 a Rosario, y tampoco nos iría bien en la revancha por la Copa Reyna. Allí el conjunto porteño se impondría aún con más amplitud: 4 a 2. A partir de algunas modificaciones reglamentarias que el Consejo de la Liga implementó, se produjo cierta disconformidad entre los jugadores que los impulsó a realizar una huelga, la primera en el fútbol rosarino. Dos artículos fueron los que generaron la polémica. Uno tenía que ver con la libertad de acción y otro con los pases interclubes. El campeonato se paró. Los huelguistas se reunían en la Federación Agraria. Finalmente la Liga cedió y los artículos que eran cuestionados fueron modificados. La huelga se levantó y el torneo recomenzó, pero aquel incidente sentó un precedente, y le dio la pauta a los jugadores de que en sus manos tenían las armas necesarias para reestructurar el fútbol. Aquel conflicto por cierto, propició la renuncia del Dr. José Antelo. En su lugar asumió Alberto Labastié, un dirigente que defendía el amateurismo.

      En el Campeonato Argentino Rosario sorteó las primeras rondas (como siempre), sin mayores dificultades. Le ganó 4 a 1 a Cañada de Gómez, 4 a 1 a Venado Tuerto, y 3 a 2 a Casilda. El 20 de julio superó (en cancha de River) 3 a 2 a Córdoba en un partidazo. Rosario se imponía 3 a 0 con goles de Francisco Barreiro pero los de la docta se recuperaron en el complemento y a poco estuvieron de empatar. Ya en semifinales, y en cancha de Boca, el combinado de nuestra ciudad eliminó a la Liga Esperancina con un categórico 5 a 0, y en la gran final, disputada el 27 de julio, una gran concurrencia se hizo presente para ver el encuentro ante Santiago del Estero.

      Buzzolini y Del Felice pusieron rápidamente a Rosario 2 a 0 arriba. Parecía que se avecinaba otra goleada y un nuevo título. Sin embargo los santiagueños contestaron golpe por golpe y se recuperaron a otro gol rosarino (convertido por Benavídez) para terminar el primer tiempo 2-3 abajo. El propio Benavídez señaló el cuarto y ahí sí la victoria de nuestro representativo parecía un hecho. Pero no. Con mucha valentía y amor propio, el equipo del norte argentino levantó el resultado y terminó ganando 5 a 4. La formación base de Rosario en el torneo fue la siguiente: E. Funes; S. Fernández y R. Acosta; M. Rosendo, C. Albaroa y M. Castagno; M. Delavedova, R. Paz Murúa, J. Benavídez, F. Buzzolini y F. Barreiro.

      El 13 de julio comenzó en Uruguay el primer Campeonato Mundial de Fútbol. El Centenario de Montevideo fue el primer estadio completamente hecho de cemento y vivió grandes jornadas durante aquel torneo. Trece selecciones tomaron parte del mismo, aunque sólo cuatro provenientes de Europa: Francia, Rumania, Yugoslavia y Bélgica fueron las delegaciones que se animaron a cruzar el océano. Los partidos de Argentina convocaban tanta gente como los de Uruguay, entre 40.000 y 50.000 personas. Aunque el público charrúa desde un primer momento dejó en claro su rechazo por el conjunto albiceleste.

      El 30 de julio Argentina y Uruguay llegaron a la final reeditando así el duelo de 1928 cuando dirimieron la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam. La Copa Jules Rimet quedó finalmente en manos de Uruguay. El triunfo de los locales fue por 4 a 2. No obstante, la manifiesta parcialidad demostrada por el árbitro Belga John Langenus, generó enorme disconformidad en nuestro país. Una multitud se congregó frente a la embajada uruguaya en Capital Federal y cerca se estuvo de romper relaciones diplomáticas con los orientales. En Rosario, Newell’s organizó una excursión para presenciar el match definitorio y un barco llamado “Paris” zarpó repleto de aficionados. El arribo estaba previsto para la mañana del día 30, sin embargo una densa niebla atrasó a la mayoría de las embarcaciones y los hinchas llegaron cuando la final ya había concluido. En realidad, de los 30.000 argentinos que viajaron, sólo la mitad pudo llegar a tiempo.

      Durante ese mes de julio llegó a Rosario, por primera vez, un equipo de Estados Unidos. El Hakoah All Star jugó aquí tres partidos y los empató a todos por el mismo marcador: 1 a 1. Ante Central, Newell’s y Belgrano. Siempre fue perdiendo y siempre logró igualar el tanteador. En tanto, el selectivo de la ciudad seguía ganando trofeos. Se quedó con la Copa de Oro al vencer 3 a 1 a Santa Fe, y con la Gregorio Martínez tras superar 4 a 1 a Córdoba. En ese cotejo uno de los goles de Antonio Del Felice fue “olímpico”. Antes de fin de año también se le ganó a Buenos Aires (3 a 2) un amistoso jugado en la Bombonera.

      Por entonces, comenzó a impresionar en el arco de Provincial Juan Elías Yustrich, golero llegado de Fisherton que más tarde sería bautizado “el pez volador”, y se convertiría en ídolo de Boca Juniors. En noviembre se llevó a cabo el Torneo “Bodas de Plata”. Fue un cuadrangular del que participaron, además de Rosario, las Ligas de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. El intendente de la ciudad era por entonces el Dr. Víctor J. Vilela. El mandatario donó un trofeo para el certamen y al mismo se le asignó su nombre. Los organizadores decidieron que en caso de registrarse algún empate habría 15 minutos de suplementario y de subsistir la igualdad, el árbitro decidiría al ganador por sorteo. El cotejo entre Rosario y Santa Fe terminó 2 a 2, y el de Córdoba ante Buenos Aires también fue un empate. Con lo cual los finalistas fueron elegidos por el azar de una moneda al aire. Rosario y Córdoba fueron los afortunados y el 2 de noviembre se enfrentaron en Arroyito.

      El campo no estuvo en buen estado a causa de una persistente lluvia. Rosario goleó a Córdoba 6 a 1 y lo superó así por tercera vez en el año. El equipo formó con: Jerónimo Díaz; Andrés Garramendi y Juan González; Arturo Podestá, Victorio Faggiani y Silvestre Conti; Martín Delavedova, Luis Indaco, Gabino Sosa, Antonio Del Felice y Francisco Barreiro. Para todos ellos hubo 11 medallas de oro y un banquete que ofreció la Liga en la Federación Agraria Argentina.

      En los campeonatos menores Tiro Federal fue campeón de tercera división y Central de segunda y cuarta. En primera, “canallas” y “charrúas” pelearon hasta el final. Faltando cuatro fechas Córdoba enfrentó a Nacional en su cancha y ante 5.000 personas, casi un récord para nuestra ciudad. El ataque “charrúa” era conducido por Gabino Sosa y el “salaíto” por Julio Benavídez, todo un lujo. La visita ganaba 2-0 pero los azules lo dieron vuelta sobre el final y mantuvieron sus aspiraciones. En la fecha siguiente tuvieron otro partido clave. Ante el puntero invicto: Central. Hasta el jefe de policía Fermín Lejarza concurrió a la cancha ese día. El auriazul ganó 3 a 2 y Córdoba perdió la gran oportunidad de alcanzar la punta. En la penúltima Central perdió el invicto ante Sparta, su sombra negra, pero aún así fue campeón al domingo siguiente. El último del amateurismo. A los de Tablada, tal como les ocurriera en el 29 (cuando Ñuls les arrebató el campeonato en un desempate), se les escapó el título por poquito. Debieron contentarse con tener al goleador del certamen, Vicente Aguirre (30 conversiones), quien al recibir una medalla de oro por su logro, la dedicó a Gabino Sosa, el hombre que lo asistía permanentemente.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1930

      • Foto no Disponible

        Dr. José N. Antelo

        1. 1928 - 1930
      • Foto no Disponible

        Sr. Alberto E. Labastié

        1. 1930

      Campeones de la Rosarina en 1930

    • Año 1931

      Reseña del año

      Si bien la profesionalización del deporte número uno de nuestro país sucedió en 1931 tanto en Buenos Aires como en Rosario, no ocurrió simultáneamente. En Capital Federal se implantó el 18 de mayo y en nuestra ciudad se concretó recién el 22 de junio.

      La Copa Nicasio Vila tuvo su primera fecha el 31 de marzo y aunque se disputó normalmente hasta junio, durante su transcurso corrieron innumerables rumores acerca de un posible cambio de rumbo. Se presumían modificaciones. Desde Buenos Aires llegaban noticias que hablaban de la casi segura concreción de una Liga Profesional, y se decía que Central, Newell’s, Peñarol y Nacional, podían ser invitados. En Rosario en tanto, había serias divergencias entre los clubes grandes y los clubes chicos. Los más pequeños sostenían el espíritu tradicionalista mientras que los más importantes pretendían la profesionalización de la actividad. Desde principios de temporada se efectuaron reuniones entre dirigentes de Buenos Aires, Rosario y Santa Fe para sentar las bases del nuevo sistema.

      Del último torneo amateur tomaron parte 12 equipos. Newell’s se reforzó de manera envidiable. Alfonso Etchepare (de Sparta), Antonio Denessini (de Tiro), y Ricardo Reol (de Central) pasaron a engrosar sus filas. El 29 de marzo el Teniente General, y Presidente Provisional, José Félix Uriburu llegó a Rosario. El primer mandatario había depuesto a Hipólito Irigoyen en septiembre del 30 y aprovechó su estadía aquí para concurrir al Parque Independencia y ver un amistoso entre Newell’s y Unión. Esa tarde el puntapié inicial lo dio el Dr. Lisandro de la Torre y una salva de aplausos recibió a ambos.

      El 3 de abril el combinado de Rosario se midió con su par de Buenos Aires en lo que ya era un clásico de esos tiempos. El cotejo se jugó en cancha de Boca ante veinte mil almas, terminó 2 a 2, y acabó siendo una recordada remontada de nuestros conciudadanos, quienes luego de ir 2 a 0 abajo, lograron igualar con goles de Osvaldo Goicochea (Belgrano) y Gabino Sosa (C. Córdoba). Sin embargo, el más importante de esos amistosos fue el que jugaron el 29 de abril el Hadjuck Split de Yugoslavia y Newell’s Old Boys en el parque Independencia. La presentación de los europeos tuvo un marco de público acorde a la ocasión y finalizó con el festejadísimo triunfo de los rojinegros, quienes con tres goles de José Bussi y uno de Pedro Galimberti se impusieron 4 a 1.

      También en abril Independiente anduvo de gira por Rosario. Perdió 3 a 0 con el poderoso Newell’s, y 3 a 2 con el no menos poderoso Central. El 25 de mayo se jugó la Copa Rosario (o Culaciatti) y nuestro Seleccionado venció al Porteño por el poco frecuente resultado de 10 a 0. Al team de Buenos Aires, cabe aclarar, le faltaron sus principales figuras pues en ese momento había una huelga de futbolistas en Capital. El 31 de ese mes, se disputó el último clásico del amateurismo. Fue en el Parque Independencia y ganó Newell’s 2 a 1. Siete días más tarde Sparta (para variar) volvió a ganarle a Central.

      Ese campeonato quedó trunco cuando se habían llevado a cabo sólo 8 fechas y el pobre Central Córdoba marchaba puntero e invicto. La tabla mostraba a los charrúas con 14 unidades (seis triunfos y dos empates), seguidos por Newell’s con 12 y un partido menos. El domingo 21 de junio se disputó el último encuentro amateur en nuestra ciudad. Se trató del empate en dos que animaron Central Córdoba y Rosario Central. Al día siguiente, el histórico 22 de junio de 1931, se constituyó oficialmente la Asociación Rosarina de Fútbol.

      La reunión se produjo en la sede de Newell’s ubicada en Maipú 1025 y duró casi cuatro horas. Hubo representantes de siete clubes: Domingo Brebbia (Newell’s), Francisco Ciuro (Tiro Federal), Antonio Onis (Central Córdoba), Emilio Navarini (Provincial), Federico Flynn (R. Central), Ángel Rossini (Belgrano) y Sixto Martínez (Nacional). Todos ellos, oficialmente, fundaron una Sociedad Civil a la que llamaron Asociación Rosarina de Fútbol, cuya finalidad era fomentar la práctica del deporte en la ciudad y la región.

      Los principales cargos se decidieron según las posiciones de los clubes en la Copa Vila del 30. Flynn fue elegido presidente porque Central había sido el campeón. Córdoba, por haber terminado segundo, ubicó a Antonio Onis como Secretario de la Casa, mientras que Newell’s (el tercero), designó a Víctor Heitz como Tesorero. El flamante titular de la ARF ya hacía 16 años que ocupaba posiciones directivas en Central. En uno de sus principales ítems, el acta fundacional reconocía que los clubes afiliados tendrían derecho a realizar contratos con sus jugadores, y podrían pagar sueldos y viáticos en caso de creerlo necesario. Tres días después, en una nueva Asamblea, se agregaron Washington y Sparta, y con ellos se completó la lista de nueve instituciones que participarían del primer torneo rentado de nuestra ciudad.

      En esos años cualquier asalariado ganaba entre 120 y 150 pesos mensuales, sin embargo los privilegiados que podían vestir los colores de Newell’s y Central ganaban hasta 50 pesos por partido, lo cual en el mes redondeaba la apetecible cifra de $200. Nada mal, si se tiene en cuenta que además las entidades solían gestionarle a sus jugadores estrellas, trabajos paralelos en alguna repartición estatal a fin de retenerlos. De todos modos, no era fácil acceder a ese anhelado nivel. Los clubes más chicos ofrecían remuneraciones considerablemente más bajas y los que jugaban en la cuarta especial no cobraban más de $10. Para tener una idea más aproximada del valor que por entonces tenían estas cifras, podemos decir que la entrada popular a los estadios era de $1, la oficial $2, y los menores pagaban 0,50 centavos. Un kilo de pan salía $0,20; un litro de vino $0,35; un kilo de azúcar $0,25; y un atado de cigarrillos $0,20.

      El primer match interasociaciones que hizo la Rosarina (a partir de su nueva denominación) fue ante la Liga Santafesina. La ARF formó con Octavio Díaz (R. Central); Francisco De Cicco y Juan González (ambos de Central); Alfredo Chabrolin (Newell’s), Felix Ibarra (C. Córdoba) y Julián Sosa (Newell’s); Agustín Peruch (Newell’s), Antonio Morales, Gabino Sosa (ambos de C. Córdoba), Félix Buzzolini (Tiro Federal) y Francisco Barreyro (Nacional). Un verdadero lujo de selección. Rosario se impuso por 3 a 1 con dos tantos de Buzzolini y uno de Barreyro.

      El 5 de julio la flamante Asociación Rosarina dio comienzo a su campeonato, mientras la debilitada Liga hacía lo propio con el suyo. La Liga Amateur quedó ostensiblemente debilitada con el alejamiento de sus clubes más importantes y debió salir a buscar nuevos participantes para su torneo. Finalmente, hubo 10 equipos anotados en él: Calzada, Fisherton, Alberdi New Boys, Rosario a Puerto Belgrano, Atlantic Sportsmen, Intercambio, Ascot, Estudiantes, Zavalla y Belgrano Old Boys, una nueva entidad. Uno de los que no pudo superar el traspaso al profesionalismo fue Estudiantes, que desapareció este año y le vendió su cancha al equipo de la Tienda “Gath y Chaves”.

      El 9 de julio –fecha estratégica que siempre se usaba para realizar amistosos-, se organizó un choque entre dos combinados locales con el propósito de recaudar fondos para la construcción del Estadio Municipal. Además, la Asociación había dispuesto que los partidos entre clubes “grandes” y “chicos” se disputasen en cancha de los primeros, a fin de reunir a una mayor cantidad de público. Así y todo varios de los considerados chicos obtuvieron valiosos resultados en sus confrontaciones ante los tres de mayor convocatoria. Provincial venció a Central 1 a 0; Belgrano a Central Córdoba 3 a 2; y luego le empató 1 a 1 a Newell’s, llegando así a la punta del torneo.

      El primer clásico del profesionalismo se jugó en cancha de Central. Newell’s ganaba 2 a 0 con goles de Peruch y González, pero cuando el árbitro pitó una falta penal favorable a Central los rojinegros no aceptaron la decisión y el partido fue suspendido. Se reanudó 19 días después, el penal fue convertido, y aún quedaban 20 minutos por disputar. La parcialidad auriazul se ilusionó con el empate. Sin embargo, rápidamente Galimberti marcó la tercera conquista para la lepra, que selló el 3 a 1 definitivo.

      En agosto culminó la primera ronda del campeonato (8 partidos) y comenzaron las revanchas. El 25 de octubre Córdoba y Newell’s concitaron la atención de todos los futboleros. Se veían las caras en Tablada los dos punteros. Sin embargo, casi no hubo paridad. Los boys ganaron 4 a 0 y ampliaron la ventaja que hasta entonces llevaban. De ahí al final no se bajaron de lo más alto de la tabla. Se consagraron como el primer campeón del profesionalismo local sumando 23 puntos y superando apenas por uno a su escolta, el gran Central Córdoba de Gabino que por tercera vez consecutiva terminaba segundo. Tercero fue el sorprendente Nacional.

      El 25 de octubre la LRF definió al campeón de la Copa Vila. El Club Zavalla (perteneciente a esa localidad santafesina), visitaba a Fisherton, entidad a la cual venció 5 a 2 con dos goles del ex Central, Alberto Bertei. En segunda campeonó Fisherton y en tercera Intercambio. Volviendo a la actividad de la Asociación, se realizó antes de terminar el año un campeonato corto, con partidos eliminatorios, en cuya final se enfrentaron Tiro Federal y Central Córdoba. Con goles de Aguirre, Medina y dos de Morales, el conjunto azul y rojo ganó 4 a 0 y tuvo su recompensa a tan buena temporada: Ganó su primer título oficial de primera división.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1931

      • Foto no Disponible

        Sr. Ramón I. Stringaro

        1. 1931
      • Sr. Federico J. Flynn

        Sr. Federico J. Flynn

        1. 1931

      Campeones de la Rosarina en 1931

      • Copa Nicasio Vila - Primera División L.R.F.

        • Club A. Zavalla
      • Copa Santiago Pinasco - Segunda División L.R.F.

        • Club Fisherton
      • Copa Comercio - Tercera División L.R.F.

        • Club A. Intercambio
      • Primera División "A" – Copa Gobernador Molinas

    • Año 1932

      Reseña del año

      De la mano de Gabino Sosa y con un equipo que era una verdadera maquinita, Central Córdoba se quedó con el primer título grande de su historia: Nada menos que la primera edición de la Copa Gobernador Molinas. Ese campeonato del 32 tuvo tres ruedas y fue disputado por los mismos nueve equipos que compitieron el año anterior. El torneo entregó durante todo su devenir, una tenaz lucha entre “charrúas” y “leprosos” y la suerte recién se decidió en la última jornada.

      El Presidente José Félix Uriburu prohibió por decreto el uso de la palabra “Nacional” y fue por esto que una de las instituciones de nuestra ciudad debió cambiar su nombre. El salaíto pasó a ser desde entonces: Club Atlético Argentino. Por entonces asumía la gobernación de nuestra provincia Luciano F. Molinas, abogado y profesor que pertenecía al Partido Democrata Progresista junto con Lisandro de la Torre. La Asociación utilizaría su nombre para llamar al flamante trofeo de primera división local.

      En ese verano los clubes se vieron envueltos en una fiebre por obtener refuerzos. Era la primera vez que el mercado se abría y se conocían las cifras de las contrataciones. Toda una novedad. Central obtuvo los servicios de los santafesinos Julio “brujo” Gómez y Enrique “chueco” García, inolvidable jugador que con los años se convertiría en el mejor wing izquierdo del país. También llegó un centrodelantero cordobés, Sebastián Guzmán. Newell’s contrató a los hermanos Ezequiel y Oscar Tarrío, una pareja de zagueros llegados de Buenos Aires que reemplazaría a Lecea (cedido a Independiente) y Bureu (a Tiro). Juan Elías Yustrich, de Provincial, y Cataldo Spitale, de Newell’s, se incorporaron a Boca Juniors, mientras que Julio Benavídez de Argentino pasó a la entidad porteña de Tigre. El refuerzo más trascendente sin embargo, fue realizado por Central Córdoba. La incorporación de Félix Buzzolini, renombrado atacante de Tiro Federal, terminó siendo clave ya que se erigió en el máximo artillero del campeón con 28 goles.

      Durante esa pretemporada un hecho se destacó por sobre el resto: la victoria obtenida por Argentino en un amistoso jugado en Buenos Aires. El equipo salaíto le ganó a Boca Juniors, el 26 de febrero, por un impensado 6 a 3. En el elenco de la ribera porteña jugaban entre otros Arico Suárez, Francisco Varallo y Roberto Cherro. Todos hombres de selección. Esa tarde Francisco Barreyro convirtió en tres ocasiones y los albos se fueron despedidos por una cortina de aplausos.

      River Plate llegó a Rosario en otra tarde de febrero para medir fuerzas con el campeón local, Newell’s. Los de la banda roja habían incorporado a mansalva. Tras adquirir, entre otros, a Bernabé Ferreyra de Tigre (en $35.000); a Juan Arrillaga de Quilmes ($22.000); y a Carlos Santamaría de Platense ($15.000); recibieron el mote de “millonarios”. La superioridad que manifestaron ante el cuadro del parque fue notoria, y aunque sólo se jugó el primer tiempo (porque en el segundo se desató una lluvia torrencial), ganaron cómodamente 3 a 1.

      Uno de los últimos encuentros no oficiales que merece ser consignado es el que apuraron Central Córdoba y Tiro Federal. El encuentro se realizó con el motivo de juntar fondos para que Gabino Sosa pudiera comprarse una casa. La hinchada charrúa acudió masivamente y se recaudaron más de 5.000 pesos, sin dudas una buena suma para alcanzar el objetivo fijado. Gabino hacía ya 16 años que se desempeñaba en la primera de Córdoba (salvo ese breve período en Instituto cuando se fue a hacer el servicio militar). El ídolo de Tablada (que más tarde adquiriría su propiedad en Mitre al 2900) jugó ese día un partido brillante. Metió dos goles, uno de 30 metros y se emocionó mucho con el cariño de su parcialidad, que lo idolatraba. Por eso fue que aunque varias veces lo tentaron para vestir otras casacas, jamás quiso marcharse del club que lo vio nacer.

      El 21 de marzo murió en Buenos Aires Juan Cecchi, el dirigente que fundó Provincial. En su velatorio el Presidente de la institución roja en ese momento, José Cura, expresó unas emotivas palabras en las que prometía hacer grande al club. Y vaya si lo hizo. Bajo su mandato la entidad del parque creció notablemente. En relación a la Liga hay que decir que hubo 11 equipos que participaron de la última edición de la Copa Vila. Uno más que en el año 31. Numancia reemplazó a Atlantic Sportsmen, y retornó Gimnasia y Esgrima. Viejo animador del certamen, y uno de los cuatro fundadores de la LRF.

      El comienzo del campeonato fue inmejorable para los azules de zona sur. En la primera jornada tenían que vérselas con el que les había arrebatado el título hacía apenas unos meses, Newell’s. Lo vencieron 3 a 2. En la segunda superaron a Argentino como visitante por 3 a 2 (por entonces aún no eran considerados clásicos rivales), y en la tercera dieron fácil cuenta de Belgrano por 6 a 3. Más tarde quedaron libres, vencieron a Sparta, y llegaron invictos al esperado partido ante Central. Otro de los que marchaba sin derrotas. La “sinfónica” de Gabino también dio cátedra en Génova y Cordiviola, imponiéndose por 4 a 3 al durísimo “once” auriazul, resultado con el que se aseguraron la punta en soledad.

      Central Córdoba demostraba, ya en esos años, que era preferible nutrirse con pollos de su propia incubadora, antes que recurrir a refuerzos foráneos (tal como habían hecho Central y Newell’s). El quinteto ofensivo de los azules es uno de los tantos que quedó en la historia: el “ciclón” Sebastián Medina; Antonio Morales, casi siempre solicitado para los seleccionados locales, Gabino Sosa, el genial conductor; el “chueco” Vicente Aguirre, de inoxidable olfato goleador; y el invalorable refuerzo de Tiro Federal, Buzzolini. Eran épocas aquellas en que los jugadores de fútbol utilizaban largos pantaloncitos, casi como si se tratase de bermudas. Además, la mayoría de las camisetas tenían cordones en el cuello.

      El 31 de mayo nació, en los fondos de una despensa ubicada en la esquina de Güemes y Alvear, uno de los tantos clubes de barrio que proliferaron en nuestra ciudad: el “Británica Football Club”. Esa humilde institución tuvo el privilegio de ser la que vio dar sus primeros pasos al gran Ángel Perucca, que más tarde pasaría a Intercambio, y luego alcanzaría fama en Newell’s Old Boys. En cuanto a los clásicos de esa temporada todos favorecieron a Newell’s. El 22 de mayo en el Parque Independencia el rojinegro ganó 3 a 1 con goles de Manuel Azurmendi, Napoleón Seghini e Ignacio González. La “chancha” Guzmán descontó sobre la hora para Central. La revancha en Arroyito fue nuevamente triunfo para la visita. Tres a cero, con dos de Azurmendi y uno de González. El último (que también fue en el parque), terminó 2 a 2, pero el empate, alcanzado sobre el final, favorecía a los locales que conservaban la punta a poco de concluir el certamen.

      A los partidos de la Asociación Rosarina de Fútbol iba mucho público, a los de la Liga no. Ahora bien, pese a que ésta última entidad desfallecía lentamente, aún lograba éxitos importantes. El 30 de agosto su combinado le ganó 2 a 1 a Uruguay en cancha de Sportivo Barracas. Los dos tantos de aquel enorme triunfo de los futbolistas amateurs rosarinos, fueron convertidos por Alberto Bertei. Consignemos además, que a la devaluada Copa Vila se la llevó nuevamente el Club Zavalla.

      El 17 de julio se enfrentaron en el parque los clásicos rivales de la provincia: rosarinos y santafesinos. El triunfo volvió a quedar en manos de los muchachos de nuestra ciudad. Los goles, para el 2 a 1 final, fueron señalados por el “salaíto” José Freije y el “charrúa” Félix Buzzolini. En “el Molinas” en tanto, charrúas y leprosos seguían punteando la tabla con comodidad. Para las últimas fechas la ventaja sobre sus perseguidores (Argentino y Central) era mucha. El 25 de septiembre chocaron por última vez entre sí en lo que se tomó como una final adelantada. El empate en uno mantuvo el suspenso del torneo. No obstante, Córdoba aprovechó que Newell’s debió quedar libre, superó a Washington 7 a 2 y llegó a la punta en soledad. En la última fecha el charrúa conservaba los dos puntos de ventaja sobre el rojinegro y jugaba en Virasoro y Juan M. De Rosas ante Rosario Central.

      Las tribunas repletas disfrutaron de una goleada impensada y excesivamente holgada: 8 a 0. Ñuls goléo 6 a 2 a Tiro pero de nada le sirvió. Después de dos décadas de luchar por obtener el máximo galardón y no conseguirlo, la afición de Tablada se daba el gusto de festejar a lo grande. Se coronó campeón con 41 puntos, la delantera más goleadora (91) y la valla menos vencida (28). Por último, vale decir que ese año Belgrano fue campeón de tercera división (en la ARF) y Central de segunda. Para esta categoría se instauró la Copa Colombres. La misma fue donada por el Dr. Carlos Colombres, animoso deportista y dirigente de Newell’s.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1932

      • Sr. Víctor G. Heitz

        Sr. Víctor G. Heitz

        1. 1924 - 1925
        2. 1932

      Campeones de la Rosarina en 1932

    • Año 1933

      Reseña del año

      El conjunto del Parque fue campeón nuevamente en 1933. Tras haber sido el más taquillero del 32 y haber perdido el título apenas por dos puntos, se reforzó copiosamente y armó un equipo casi invencible. Ganó el campeonato (que volvió a tener dos ruedas y fue jugado por nueve equipos) por cinco puntos de diferencia. Ese verano Rosario Central abrió las puertas de una nueva Sede en calle Corrientes 450. Aquel espacio no sólo servía de administración y lugar de reunión para la Comisión Directiva, sino que también tenía una sala de juegos con varias mesas de billar. En Newell’s, Hermenegildo Ivancich (h) asumía como Presidente en reemplazo de Víctor Heitz.

      Los rojinegros sacudieron el mercado con contrataciones fuertes. Compraron a Dante Bianchi de Argentino en $10.000, todo un récord para la ciudad. Sumaron a sus filas a Joaquín Valdez, un centromedio nacido en España que actuaba hacía años en Santa Fe, y al “ciclón” Sebastián Medina, proveniente de Central Córdoba. Toda la expectativa que había generado su nueva formación se vio satisfecha el último domingo de febrero, cuando llegaron a Rosario para jugar un amistoso River Plate y todas sus estrellas.

      Cada vez que un equipo de Buenos Aires se presentaba en la ciudad la convocatoria era enorme, ya que la fama de los jugadores porteños se propagaba al interior por medio, principalmente de la radio, y en segundo lugar de los noticieros fílmicos, que se exhibían en cine diariamente. Lo cierto es que River llegó resentido por la ausencia de su máxima figura, Bernabé Ferreyra, al cual intentó reemplazar con Roberto Peucelle. No le alcanzó. Esa tarde los que brillaron fueron los “boys” locales. Cuatro goles de Castro y uno de Appolito le dieron a Newell’s una victoria resonante de 5 tantos contra 1.

      El 26 de febrero el campeón rosarino, Central Córdoba, se presentó en Buenos Aires ante Huracán y dejó bien sentado el prestigio de nuestro fútbol. Empató 3 a 3 en un partidazo. Otro que realizó una proeza en los amistosos de pretemporada fue Argentino. Los albos se presentaron el 4 de marzo en Avellaneda y en gran actuación derrotaron a Racing por 3 a 1. Previamente se habían reforzado con Martín Delavedova de Provincial, y con el tucumano Juan Marvezzi, dos que serían baluartes. Mientras tanto, la Asociación Rosarina decidía que las mujeres paguen entrada en las canchas. Hasta entonces las damas entraban gratis y la decisión de cobrarles no causó buena impresión en algunos clubes que se resistieron a obedecer la medida y continuaron franqueando el paso de la concurrencia femenina.

      El torneo comenzó el 15 de abril. Los que picaron en punta fueron Tiro Federal, Newell’s y Central. El primer clásico en Arroyito fue intenso y con dominio compartido, pero quedó en poder de la visita, que con un agónico gol de Sebastián Medina a los 44’ del segundo tiempo, se impuso por la mínima diferencia. En tanto, Tiro Federal se erigía en serio candidato al título manteniéndose invicto y puntero hasta la fecha cinco. Con un arquero como Ramón Bresoli, que más tarde jugaría en Atlanta y la Selección Nacional, un centrocampista como Victorio Faggiani, y un delantero como Manuel Ramos (que con 15 goles fue el tercer mejor artillero del torneo), los albicelestes se animaban a soñar.

      Tras numerosas reuniones y debates, los dirigentes de la Liga Rosarina de Fútbol resolvieron, el 11 de abril, la disolución de la misma. El Presidente era Ramón Stringaro. Vencida por la indiferencia de los aficionados quedó en bancarrota y debió desmembrarse. Cinco días después se disputó la primera fecha del Molinas, en la cual Central le ganó 2 a 0 a Washington. Ese día debutó en el equipo perdedor el arquero Pedro Araiz, que pese a la derrota tuvo una extraordinaria actuación y atajó nada menos que cuatro penales. Tal hazaña le valdría pasar al auriazul poco después. Como ya era tradición, se midieron en el Parque Independencia Rosario y Santa Fe. El combinado local ganó 4 a 1 en una demostración de calidad que arrancó furiosos aplausos. En la línea de ataque no se podía pedir más: Martín Delavedova (de Argentino), Antonio Morales, Gabino Sosa (ambos de Central Córdoba), Gabino Ballesteros (un purrete de gambeta incontenible que Newell’s acababa de traer de Carcarañá) y Enrique García (de Rosario Central). Un quinteto como para abrir cualquier defensa.

      El 25 de mayo Rosario le ganó, en otra formidable exhibición de fútbol, 7 a 2 a Córdoba. La formación local estuvo compuesta por: Luis Bray (RC); Aurelio Bona (Arg) y Oscar Tarrío (NOB); Dante Bianchi (NOB), Joaquín Valdez (NOB) y Silvestre Conti (Arg); Donato Penella (Arg), Guerino Malacarne (Prov), Tomás Constantino, Antonio Morales y Guillermo Fernández (los tres de Central Córdoba). El Club Belgrano en esos meses, se fusionaría con el Club de básquet INCA, que estaba en Oroño y 3 de Febrero, y a partir de entonces su Sede funcionaría ahí.

      El final de la primera rueda mostraba a Newell’s puntero con 15 puntos, a cuatro de sus más inmediatos perseguidores. El 15 de agosto River se tomó revancha de la humillante derrota que a principios de año le había propinado “la lepra”. Los millonarios esta vez se aseguraron de traer a “la fiera” Bernabé Ferreyra, y éste no los defraudó. Con dos potentes remates suyos los visitantes recompusieron su imagen y se alzaron con un triunfo justo: 2 a 0. Esa tarde una sensacional concurrencia dejó en boleterías $22.400. El domingo siguiente se jugó el segundo clásico del año y otra vez fue para el poderoso líder del campeonato, Newell’s, que ganó 2 a 0.

      Otro gran equipo que llegó a Rosario ese año fue Gimnasia y Esgrima de La Plata. Aquel conjunto, conocido por los hinchas como “El expreso”, venía cumpliendo una magnífica labor en el torneo Afista y se despachó con un inapelable 6 a 2 ante Rosario Central en Arroyito. Mientras tanto, Argentino vendía al “ómnibus” Evaristo Barrera a Racing en $ 22.000. El delantero sería cuestionado en sus primeros partidos pero se coronaría goleador en el torneo porteño del año 34.

      El rojinegro sufrió una sola derrota como local. Se la propinó Tiro Federal, su escolta. Los tirolenses se pusieron a un punto pero en la fecha siguiente quedaron libres y el rojinegro llevó a tres la ventaja, que encima pudo ampliar en la última fecha cuando superó con comodidad a Provincial y se coronó campeón de Rosarina por decimotercera vez, segunda desde la incorporación del profesionalismo. En segunda división el campeón invicto fue Argentino, que era conducido por un tal Juan José Zorrilla, jovencito que años más tarde se convertiría en ídolo de Independiente junto a “Capote” de la Mata.

      El 12 de noviembre comenzó a disputarse en nuestra ciudad un clasificatorio para la Copa “Beccar Varela”. Dicho torneo le otorgaba dos plazas a los equipos de Rosario, ocho a los porteños, una a los santafesinos, una a los cordobeses, y cuatro a los uruguayos. Los que accedieron a la fase final representando a la ARF fueron Central Córdoba, que terminó líder del mini-certamen, y Argentino, que derrotó 4 a 0 a un desmembrado Newell’s en la última jornada. Por último, Argentina se dio el gusto de vencer en un amistoso a Uruguay. El cotejo, jugado en el Estadio Centenario, terminó 1 a 0 para la albiceleste gracias al gol del “cañoncito” Varallo. Triunfo muy festejado en todo el territorio nacional por considerárselo una revancha de la final del mundial del 30.

      Newell’s cerró un año brillante con otro acontecimiento rutilante: inauguró la iluminación artificial de su cancha. Fue aquel otro suceso determinante en la historia del fútbol local. Se concretó el 16 de diciembre. Seis torres y setenta y cuatro reflectores se encendieron justo cuando los equipos saltaban al campo de juego provocando un murmullo de admiración y fascinación entre los presentes que nunca más volvería a repetirse. Los rojinegros esa noche vencieron a Belgrano de Córdoba 3 a 2 en el cotejo amistoso que se organizó como excusa. Desde entonces una intensa actividad tuvo ese estadio llegándose a jugar hasta tres partidos nocturnos por semana.

       Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1933

      • Dr. Antonio C. Onis

        Dr. Antonio C. Onis

        1. 1933

      Campeones de la Rosarina en 1933

    • Año 1934

      Reseña del año

      El año 34 dejó muchas alegrías para el fútbol rosarino. Los equipos y combinados de nuestra ciudad alcanzaron hazañas que aumentaron la consideración popular que ya de por sí se le tenía. La mayor proeza, probablemente, fue la que gestó Central Córdoba al ganar la Copa “Beccar Varela”. Ese grupo de jugadores que había logrado la Copa Estímulo en el año 31, y el Molinas en el 32, se dio el gran gusto de ratificar sus lauros a nivel nacional. El 4 de enero los charrúas eliminaron a Platense en Buenos Aires ganándole 2 a 0 con sendas conquistas de Telmo Collins, wing derecho que poseía una potencia física difícil de controlar. Ese mismo día en cancha de Newell’s y ante numerosa concurrencia, Argentino perdía 3 a 2 frente a Racing de Avellaneda en cotejo correspondiente al mismo torneo. Los albos eran el otro equipo local clasificado para el certamen, y esa derrota los dejó afuera rápidamente.

      El 15 de ese mes Córdoba eliminó a Atlanta superándolo por un claro 2 a 0 en lo que ya eran cuartos de final. En esa instancia, Racing eliminó a Belgrano de Córdoba, Gimnasia y Esgrima de Santa Fe a Estudiantes, e Independiente a Defensor de Montevideo. En las semifinales Racing e Independiente metieron 25.000 personas en un inolvidable 3 a 3 que obligó a jugar un desempate. Los vecinos de Avellaneda volvieron a enfrentarse en cancha de River y allí se impuso “la Academia” 4 a 1. Los azules de nuestra ciudad en cambio, no tuvieron mayores dificultades para deshacerse de Gimnasia de Santa Fe. Con goles de Antonio Morales ganaron 3 a 0 y se aseguraron un lugarcito en la definición.

      La gran final se disputó el 11 de febrero en cancha de River ante 28.000 almas. Conidares abrió el marcador para Racing y Collins igualó de penal para los de Tablada. Zito puso el 2-1 para los albicelestes y Constantino volvió a nivelar el score. Tras ese empate fue Córdoba quien dominó las acciones y consiguió que, faltando poco para el final, se le pitase un penal a favor. La sanción no fue bien recibida por los jugadores racinguistas y el árbitro debió suspender el encuentro ante los improperios que recibió. Un detalle: cuando los jugadores “charrúas” saludaron y se retiraron del campo fueron ovacionados, cuando los de Racing hicieron lo propio, fueron despedidos con una estruendosa silbatina. La prensa de entonces decía: “la infracción que el juez pitó y el team perjudicado se negó a reconocer fue una positiva realidad”.

      El 19 de febrero el Consejo de A.F.A. otorgó por unanimidad el triunfo a Central Córdoba y el valioso Trofeo viajó para Rosario. El mismo descansa en las vitrinas de la Sede de calle San Martín y es una suerte de carruaje escultural que impresiona por su tamaño. El “once” que consiguió tan grandioso halago formó con Ernesto Funes; Andrés Garramendi y José Bussano; Lorenzo D’Uva, Germán Gaitán (que era de Provincial pero estaba a préstamo para reemplazar al lesionado Félix Ibarra) y Ricardo Solero; Telmo Collins, Tomás Constantino, Gabino Sosa, Antonio Morales y Félix Buzzolini.

      A fines de enero, Newell’s organizó un amistoso en el que venció 3 a 0 a Platense y en el que actuaron dos refuerzos de Central. El chueco García y el golero Casagrande –además de Fiocchi de Tiro Federal y dos jugadores de Belgrano-, se pusieron sin problemas la casaca rojinegra. Otra prueba más de que en aquellos tiempos, más allá de la rivalidad que existía entre “canallas” y “leprosos”, había códigos de respeto que estaban por encima de cualquier fanatismo y existía una colaboración mutua y desinteresada entre los clubes con el sensato propósito de aumentar la atracción de los espectáculos deportivos y potenciar al máximo el poderío de las escuadras locales.

      Los triunfos rosarinos siguieron sucediéndose. Central ganó un torneo nocturno en Santa Fe en el que venció 3 a 1 a Colón y 5 a 2 a Unión. Meses más tarde también se luciría goleando 6 a 1 a Chacarita Juniors. Por el lado de Newell’s no faltaron las grandes victorias. En enero recibió al campeón porteño del 33, San Lorenzo, y le ganó 2 a 1 con tantos de Ballesteros y Gigena. Mientras que en febrero goleó 4 a 1 al buen conjunto de Gimnasia de La Plata. Mientras tanto, Gimnasia y Esgrima mostró interés en incorporarse a los torneos profesionales de la Asociación Rosarina de Fútbol. GER pretendía inscribirse aunque finalmente no pudo. Necesitaba que todos los clubes estuvieran de acuerdo y Provincial le votó en contra. Hubo una nueva Asamblea, se lo intentó convencer, pero la institución roja volvió a oponerse al regreso del club mens sana.

      Argentino realizó durante el mes de marzo una gira por Uruguay y Brasil. El salaíto se midió con rivales muy difíciles (como Nacional de Uruguay o Botafogo de Brasil) y sólo pudo ganar un partido (4 a 0 a Peñarol en Montevideo). El 3 de ese mes River se puso celoso del triunfo charrúa en la Beccar Varela y lo invitó a jugar un amistoso en Buenos Aires. Por entonces al equipo de Gabino le llovían ofertas para medir fuerzas. Los “millonarios” eran el equipo sensación en Capital y tenían un “divo” como Bernabé Ferreyra. “La fiera” esa tarde marcó los 3 goles con los que River superó 3 a 1 a los azules de Tablada.

      Durante el primer semestre la ARF organizó un Torneo llamado Preparación. Lo ganó también Central Córdoba, que tenía un equipo maduro, consolidado, y contaba con un conductor como Gabino Sosa que estaba en su esplendor. El equipo revelación fue Washington, que le ganó 2 a 1 a Newell’s y 5 a 3 a Central. Llegó a semifinales y en ella fue eliminado por el futuro campeón apenas por 1 a 0. El torneo Molinas en tanto, comenzó en pleno invierno: el primero de julio. El siempre aguardado clásico entre rojinegros y auriazules se dio esta vez en la segunda jornada. El triunfo correspondió a Newell’s por 3 a 2. El equipo del parque, jugando como visitante, fue siempre arriba en el tanteador y gracias a esa victoria quedó prematuramente solo en la punta con 4 unidades.

      En Italia mientras tanto, Mussolini preparaba la segunda Copa del Mundo. La FIFA no reconocía a la Liga Profesional de nuestro país y sí a la amateur, por lo que el Seleccionado viajó sensiblemente disminuido. No pudieron ir las estrellas del momento, como Bernabé Ferreyra, Roberto Cherro, Francisco Varallo, José María Minella, Antonio Sastre o el mismísimo Gabino Sosa. En su lugar lo hicieron un grupo de ignotos futbolistas que, tras 2 meses de travesía en barco, jugaron un solo partido, perdieron 3 a 2 ante Suecia, y quedaron eliminados. En la Copa sin embargo se lucirían otros argentinos. Cuatro compatriotas: Raimundo “Mumo” Orsi, Enrique Guayta, Atilio De María y Luis Monti, que ya jugaban en la península, y fueron claves para la obtención del título azurro. En la final ante Checoslovaquia los locales perdían uno a cero, pero un golazo de Orsi sirvió para igualar y forzar al suplementario.

      En el torneo local Argentino había arrancado bien pero poco a poco se fue quedando. Newell’s, Central y Central Córdoba fueron los que animaron los primeros puestos. El 30 de agosto el Seleccionado Rosarino recibió a su similar de Buenos Aires y le ganó 5 a 0. En los visitantes no había ningún jugador de los equipos “grandes” y el salto de calidad se notó. Los rojiblancos nuestros formaron con: Manuel Merello (NOB); Andrés Garramendi (CC) y Juan Fiocchi (TF); Alfredo Díaz (NOB), Germán Gaitán (Prov) y Antonio Denessini (NOB); Juan Cagnotti, Julio Gómez, Sebastián Guzmán (todos de Central), Ricardo Staggi (Washington) y Enrique García (RC).

      El segundo clásico lo ganó Newell’s 4 a 1. Gabino Ballesteros en dos oportunidades, Francisco Rúa y Eduardo Gómez marcaron los tantos para el local, que festejó animadamente el resonante triunfo. “La chancha” Sebastián Guzmán (máximo anotador del torneo) hizo el único gol auriazul. Faltando dos fechas Argentino venció a los azules de Tablada y le dio una gran mano a Newell’s que iba puntero y amplió su ventaja a tres unidades. Al domingo siguiente la lepra se consagró campeón venciendo 2 a 1 a Tiro Federal. La tabla final quedó así: Newell’s 26, Central 23, Córdoba 22. La habitual formación de los parquenses era la siguiente: “el oso” Jerónimo Díaz; Ezequiel Tarrío y Landolfi; Alfredo Díaz, Joaquín Valdez y Antonio Denessini; Francisco Rúa, José Fabrini, Eduardo Gómez, Gabino Ballesteros y “el petiso” Plinio Guiribaldi.

      En diciembre el combinado de Rosario obtuvo un par de triunfos históricos. Primero vapuleó 7 a 2 a su similar de Santa Fe, y después, el día 11, enfrentó a Uruguay en cancha de Newell’s en un partido nocturno que reunió a casi 30.000 personas. El primer tiempo terminó 2 a 2 pero en el segundo Rosario fue una aplanadora. Gómez, Pereyra y García llevaron la cuenta a cinco y dejaron bastante exaltado el ánimo de los celestes que entendieron como una mofa algunas jugadas en exceso lujosas. Fue aquel uno de los triunfos más brillantes de nuestro fútbol, superando con contundencia al país que había sido campeón olímpico en los años 24 y 28 y ganador de la Copa del Mundo en 1930. La revancha fue poco después en el Centenario y ante 70.000 personas. Pese a la enjundiosa presión de los orientales, los hábiles y valientes hombres de nuestra ciudad pudieron rescatar un empate en dos y redondear de ese modo un año espectacular para el deporte rosarino.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1934

      • Dr. Hermenegildo Ivancich

        Dr. Hermenegildo Ivancich

        1. 1934 - 1937

      Campeones de la Rosarina en 1934

    • Año 1935

      Reseña del año

      El año 35 comenzó idéntico a como terminó el 34: a puro triunfo rosarino. Fue una temporada de inolvidables victorias que acrecentaron el enhiesto prestigio del fútbol nuestro. El 16 de enero se enfrentaron los campeones rosarino y santafesino de 1934 para dilucidar quien era el mejor de la provincia. Esa suerte de título provincial se había empezado a jugar en 1932 y en su tercera edición volvió a imponerse el equipo de nuestra ciudad, ya que Newell’s le ganó 2 a 0 a Unión.

      Ese verano Newell’s, Central y Central Córdoba jugaron un triangular nocturno en la cancha del primero. El local venció 6 a 0 al charrúa y Rosario Central hizo lo propio pero por 3 a 1. No es que la escuadra azul estuviera particularmente debilitada, sino que leprosos y canallas estaban más fuertes que nunca. Central tenía en el ataque a Juan Cagnotti, Julio Gómez, Sebastián Guzmán, el cabezón Roberto D’Alessandro y Enrique García. Newell’s a Francisco Rúa, José Fabrini, Eduardo Gómez, Gabino Ballesteros y Plinio Guiribaldi. Dos quintetos ofensivos que quedaron en la historia. La definición del triangular fue un verdadero duelo de destrezas. Se sabía que las delanteras eran letales y se creía que ganaría quien presentase la mejor defensa. Finalmente el triunfo quedó en manos de Newell’s, que superó por 4 a 2 al canalla, en un partido absolutamente brillante.

      El 2 de febrero se produjo otro acontecimiento especial para la ciudad. Central inauguró su iluminación artificial. Hacía poco más de un año que Newell’s lo había hecho y a partir de entonces fueron dos los estadios disponibles para encuentros nocturnos. Esa velada concurrió un entusiasta gentío a ver el triunfo auriazul por 5 a 0 sobre Peñarol de Montevideo, entidad amiga de “los canallas” tanto como Nacional lo era de “los leprosos”. El 24 de marzo llegó a la ciudad el campeón de AFA (Boca Juniors) para enfrentar al campeón de la ARF, Newell’s. La confrontación entre los campeones de las dos ciudades más populosas del país había sido habitual hasta el año 25. Sin embargo, la Copa Ibarguren había dejado de jugarse y se pondría en juego nuevamente recién en 1937. En este caso fue un amistoso que ganó Ñuls gracias a la descollante actuación (y los dos goles) de Eduardo Gómez. Dos a uno sobre un xeneize que descontó por intermedio de “Pancho” Varallo.

      Otro que tuvo un buen arranque de temporada fue Central Córdoba. El campeón de la Beccar Varela reverdeció sus pergaminos ganándole 2 a 1 a Estudiantes de La Plata, 6 a 1 a Ferro, y 3 a 0 a Vélez Sársfield (con tres tantos de su flamante incorporación, el centrodelantero Ricardo Staggi, ex Washington). Newell’s viajó a Boedo para un amistoso contra San Lorenzo y empató 3 a 3 con dos tantos de Gómez. Así, Eduardo pudo demostrarle a su antiguo club que se había equivocado al cederlo al fútbol rosarino. En los primeros días de mayo, el Seleccionado rosarino viajó a Santa Fe para enfrentar a su par de aquella ciudad. El cotejo se jugó en cancha de Unión y terminó 7 a 0 a favor de los nuestros. Amaya, Laporta y Fabrini (en una oportunidad) y Guzmán y el chueco García (en dos) se hicieron presentes en el marcador. Una clara demostración de que el fútbol de ambas urbes estaba en ese momento, en niveles muy diferentes.

      Previo al torneo oficial se disputó el Campeonato Preparación. Provincial fue la revelación y llegó a la última fecha con chances. Sin embargo perdió y debió conformarse con el tercer puesto. Central Córdoba y Argentino igualaron en puntos y jugaron un desempate en cancha de Newell’s. Marvezzi y Delavedova para los salaítos, y Morales y Fernández para los charrúas, marcaron los tantos durante el tiempo reglamentario. En el suplementario Juan Andrés Marvezzi le dio el triunfo a los albos que tuvieron así justo premio a tanta buena campaña. Su fútbol atildado y de alta escuela muchas veces le había significado jugar mejor que su rival y retirarse perdidoso. Esta vez tuvo su premio. Después de 23 años de historia, el “club de los 3 nombres” (primero fue Embarcaderos, luego Nacional, y finalmente Argentino) obtuvo el primer título en primera división. Aquel día formó con: Merello; Paz y Stimolo; Rodríguez, Pioto y Conti; Delavedova, Medrano, Marvezzi, Kagel y Cravero.

      El 16 de junio arrancó el Molinas. El campeón una vez más fue Newell’s. El torneo tuvo un club más respecto a los 9 que lo venían disputando. El que se agregó fue Gimnasia y Esgrima, institución que ya había intentado ingresar la temporada anterior. En esta edición el que peleó palmo a palmo con el rojinegro fue Rosario Central.

      Lo más trascendente del 35 fue la sobresaliente victoria que el Combinado de Rosario obtuvo ante la Selección de España el 21 de julio. Un público ansioso copó la cancha para ver a los europeos que venían de empatar 2 a 2 en Buenos Aires ante la Selección Nacional. La escuadra local formó con Funes (CC); Tarrío (NOB) y Fiocchi (TF); Díaz (NOB), Bianchi (NOB) y Conti (Arg); Delavedova (Arg), Fabrini (NOB), Liztherman (Bel), Ballesteros (NOB) y Fernández (CC). Como se ve no hubo jugadores de Central. El motivo fue que sus dirigentes se enojaron con la ARF porque designaron la cancha de Newell’s como escenario y no la suya, pese a que le tocaba por un tratado de alternancia que habían firmado. La decisión apuntaba a lograr una mayor recaudación. Lo cierto es que Pereyra, Gaitán, Guzmán y García, convocados para el encuentro, adujeron una misteriosa enfermedad y debieron ser reemplazados. En 1912 ya había pasado algo parecido. En un partido contra Uruguay, los “canallas” Serapio Acosta, Ignacio Rota, Pablo Molina y Harry Hayes decidieron no jugar disgustados por la no inclusión de su compañero Zenón Díaz.

      En definitiva, Fabrini y Liztherman convirtieron los goles para el 2 a 0 con el que Rosario doblegó a los españoles. Sin dudas un triunfo inolvidable. Dos días más tarde otro hecho histórico ocurría en el Senado de la Nación. Enzo Bordabehere, demócrata progresista electo por Santa Fe, era asesinado en plena Cámara Alta. Bordabehere, en su juventud, había jugado al fútbol defendiendo los colores de Sud América. La definición del torneo fue muy apretada. El primero de diciembre, se enfrentaron en Arroyito los dos máximos exponentes de nuestro fútbol. El partido, correspondiente a la penúltima fecha, era decisivo para la suerte de ambos, ya que podía significar el título para Newell’s (que le llevaba un punto a Central), o el cambio de líder (si es que ganaba el auriazul). El local abrió el marcador a través del pibe Enrique Hayes, hijo de Harry, pero Eduardo Gómez, una verdadera máquina de convertir, dio vuelta las cifras antes del final de la etapa. Más tarde, un proyectil hirió en la frente al back rojinegro Ezequiel Tarrío y el árbitro decidió suspender el encuentro. El 11 de diciembre se completaron los minutos restantes a puertas cerradas en cancha de Belgrano (España y Rueda), pero el 2 a 1 ya no se modificaría. Newell’s sacaba así tres puntos de ventaja y se coronaba campeón faltando una fecha.

      Newell’s sumó 31 unidades, Central fue segundo con 28, Argentino tercero con 24 y Córdoba cuarto con 23. El goleador fue nuevamente Sebastián Guzmán (con 18 tantos). El delantero cordobés jugaba con la camisa afuera del pantalón exhibiendo un abdomen abundante, impropio a un futbolista. Sin embargo, era dúctil y efectivo cuando se enfrentaba a los arqueros. Otra aparición fuerte de ese torneo se produjo en Tablada. Un tal Vicente de la Mata, con apenas 17 años, llegó al primer equipo. En su temporada inaugural metió nada menos que 12 goles. “Capote” ya había salido campeón de cuarta especial el año anterior, y su meteórico crecimiento prometía una carrera rica en triunfos.

      La división “Intermedia” se jugaba los sábados. Además de los diez clubes que participaban del Molinas, intervenían Atlantic Sportsmen, Calzada, Zavalla, Intercambio y Fisherton, es decir los viejos animadores de la Liga Amateur que habían pedido afiliación. Rosario Central se coronó campeón en esta categoría con 49 puntos, a dos de su tradicional rival al que venció 2 a 0 en un partido definitorio.

      Sin embargo, hubo otros encuentros durante el año en los que la representación de nuestra ciudad tuvo oportunidad de demostrar su altísimo nivel. En julio por ejemplo, Rosario viajó a Avellaneda para medir fuerzas con el Seleccionado de AFA. Bernabé Ferreyra de penal y Pereyra habían convertido para ese equipo de ensueño que tenían los porteños. Pero el santiagueño José Fabrini, formidable insider rojinegro, se encargó de marcar los dos tantos para el empate final. En octubre, el Seleccionado rosarino le ganó 5 a 3 a Santa Fe en plena cancha de Unión, mientras que el 29 de diciembre en Montevideo, le puso un broche de oro a su campaña. Se dio el lujo de vencer al Seleccionado de Uruguay por 4 a 2, con tres conquistas de Eduardo Gómez y una del “salaíto” Nicanor Kagel. La elogiadísima tarea de los rosarinos fue tan virtuosa durante la primera etapa que llegó a estar 4 a 0 arriba, dejando pasmada, como es lógico, a la numerosa parcialidad oriental que se dio cita en el Centenario.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1935

      • Dr. Hermenegildo Ivancich

        Dr. Hermenegildo Ivancich

        1. 1934 - 1937

      Campeones de la Rosarina en 1935

    • Año 1936

      Reseña del año

      Durante los tres primeros meses de 1936 se realizó un torneo novedoso que concitó la atención de la gran patria futbolera. Una competición nocturna en la que participaron los dos clubes más importantes de Montevideo, Buenos Aires, Rosario, Avellaneda, más San Lorenzo de Almagro. El campeón fue Independiente. Terminó invicto en ocho partidos, con 13 puntos y esgrimiendo la delantera más eficaz y la defensa menos vencida. En los rojos ya jugaba el paraguayo Arsenio Erico, a la postre el máximo goleador del fútbol argentino. Segundo con 12 unidades quedó San Lorenzo, y tercero con 10 Rosario Central. Más atrás terminaron River con 9 y Newell’s con 8. En definitiva, los clubes rosarinos cumplieron una destacada labor quedando por encima de los dos uruguayos, de Boca y de Racing.

      Además, obtuvieron resultados memorables. Central venció en Buenos Aires a Boca, equipo en el que brillaban Menéndez en el fondo, Lazzatti en el medio, y Cherro en el ataque. Los auriazules también golearon 4 a 1 a Peñarol en Montevideo y superaron 2 a 1 a Racing. Newell’s por su parte, se anotó una victoria ante Boca (3 a 2), y se quedó con el clásico ante Central (2 a 1), con goles de Fabrini y sin contar con tres jugadores suspendidos. Este Torneo Nocturno, que tanto éxito tuvo, fue la semilla a partir de la cual germinó en algunos dirigentes la idea de incluir a Newell’s y Central en los torneos de AFA.

      En el mes de febrero Central Córdoba realizó una gira por Cuyo en la que venció, entre otros, a un combinado de Mendoza por 8 a 3. A fines de abril mientras tanto, Central transfirió a Racing al mejor wing del país, el famoso “Chueco” Enrique García. El delantero pasó cuatro años en Central y para aprobar su venta debió reunirse una Asamblea de socios. El pase se hizo en una cifra récord: $40.000. Para suplirlo, la dirigencia canalla contrató a Aníbal Maffei de Provincial, apodado “el burro” por su potente patada.

      Ese año se jugó el Torneo Preparación, el cual duró hasta principios de julio. Central y Newell’s (que por entonces parecían con intenciones de acaparar todos los cetros), empataron en el primer puesto. Jugaron un desempate el 19 de ese mes en cancha de Gimnasia. Fue un partido pobre, deslucido, pese a los goles. Gómez y Rúa para Ñuls, D’Alessandro y Maffei para Central, habían puesto el 2 a 2 que obligó a un suplementario. En él, nuevamente “el burro” Maffei quemó las redes y permitió así que Central ganará el primer título de primera en el profesionalismo. Desde que se había implementado el fútbol rentado, la divisa auriazul no había podido dar una vuelta olímpica. El goleador del Torneo, con nueve goles en su haber, fue Vicente de la Mata.

      El 9 de julio el Seleccionado de Rosario le propinó al de Buenos Aires una de las goleadas más memorables de su historia: 6 a 1. Inapelable triunfo local (se jugó en cancha de Newell’s) en un cotejo en el que estuvo en juego la Copa Reyna. Los héroes rosarinos fueron Ernesto Funes (CC); Ezequiel Tarrío (NOB) e Ignacio Díaz (RC); Francisco Rodríguez (Arg), Joaquín Valdez (NOB) y Dante Bianchi (NOB); José María Freije (Arg), Vicente de la Mata (CC), Eduardo Gómez (NOB), Luis Amaya (Prov) y Plinio Guiribaldi (NOB). Gómez convirtió cuatro goles, Amaya y de la Mata los restantes. Para los porteños jugaban, entre otros, el gran delantero de Estudiantes Zozaya, y José Manuel Moreno, de River, que con 20 años daba sus primeros pasos en la Selección.

      El torneo Molinas comenzó el 25 de julio y fue uno de los más reñidos de esos años. Un pelotón de punteros numeroso y un liderazgo que cambió seguido de manos, fue el condimento ideal para un certamen muy atractivo. Finalmente la fiesta la pudo desatar Central Córdoba, que tras batallar arduamente con todos, pero en especial con el siempre poderoso Newell’s, se coronó campeón por segunda vez. Su equipo base formaba con “Tito” Funes; Andrés Garramendi y José Bussano; Italo Emanuelli, Félix Ibarra y José Casalini; Simón Osta, Vicente de la Mata, Gabino Sosa, Eugenio Maigán y Celestino Lizarraga. Aunque en varios partidos también supieron estar Carlos Rodríguez de Lara, Ricardo Solero, Guillermo Fernández y Manuel Bafaully.

      Central fue puntero e invicto hasta la fecha cinco, pero en la sexta visitó a Newell’s y cayó derrotado por 2 a 1. Constantini y Ballesteros para los rojinegros, y Hayes para Central, hicieron los goles. En ese momento la punta quedó en manos del ganador del clásico, de su histórico rival de Arroyito, y de Belgrano. En la octava fecha Newell’s trepó a la punta en soledad; en la novena tuvo ese privilegio Central Córdoba (tras la sorpresiva goleada de Belgrano 4 a 1 sobre la lepra); y en la décima, luego de vencer 4 a 0 al equipo de Tablada, “los boys del Parque” volvieron a recuperar la cima. El triunfo de Argentino 4 a 1 sobre Ñuls (en la fecha 14) propició el advenimiento, nuevamente, de Córdoba al liderazgo. Privilegio que no abandonaría más, y que afianzaría tras la jornada 15, cuando Central le rapiñó un empate en dos a Newell’s luego de ir perdiendo dos a cero. En ese clásico ambos tenían chances de arrimar, pero se neutralizaron mutuamente y terminaron jugando para los azules de Tablada que en su cancha le metieron 8 a Gimnasia.

      El 2 de agosto, porteños y rosarinos se vieron las caras por segunda vez en el año, aunque esta vez en el marco de la tradicional “Copa Rosario”. Con goles de Sastre, Zozaya, Moreno y el “chueco” García (que por estar en Racing ya representaba a Buenos Aires), los porteños se impusieron 4 a 1 (De la Mata convirtió el único gol de Rosario, que formó exactamente igual que en el duelo del mes de julio). Ese día, Central le ganaba 3 a 2 a Boca un amistoso jugado en Arroyito.

      Con otro Seleccionado que Rosario jugó dos veces ese año fue con el uruguayo. Hasta entonces rosarinos y charrúas se habían enfrentado doce veces, con seis triunfos de los celestes, cinco de los albirojos y un empate. Evidentemente la paridad que existía entre las dos plazas futboleras los impulsaba a medir fuerzas seguido. El primer choque reunió a una impresionante concurrencia en el Parque de la Independencia. Una enorme expectativa se había generado en torno a Uruguay, que venía de vencer al combinado de la Asociación Argentina. Rosario se adelantó en el marcador con gol del inefable Eduardo Gómez pero Villadónica igualó las acciones en el complemento para el 1 a 1 final.

      El 15 de octubre, en cancha de Chacarita y ante 25.000 personas, se produjo el segundo duelo. Rosario formó con: Ernesto Funes; Armando Fagotti y Aurelio Bona; Alfredo Díaz, Héctor Barón y Dante Bianchi; José Vilariño, Vicente de la Mata, José Liztherman, Roberto D’Alessandro y Juan Cerro. Esta vez Rosario ganó por la mínima, y se dio el gusto de empardar el historial con los rudos muchachos de la vecina orilla. El único gol del encuentro lo señaló Vicente “capote” de la Mata de cabeza, luego de un centro del “cabezón” D’Alessandro. Ese encuentro fue en el marco de un cuadrangular en el que también participaron combinados de Capital y Provincia de Buenos Aires. Tres días después de su triunfo sobre Uruguay, Rosario debió jugar la final con Capital Federal ante quien cayó por 3 a 0.

      En esos últimos meses de 1936 se retiró Gabino Sosa. Después de jugar casi 21 años en Primera (debutó con dos goles el 30/4/16 ante Provincial) y de conducir como nadie las más diversas delanteras. Una Asamblea de socios decidió asignarle una pensión vitalicia. Además, se fue campeón, detalle que aquilató aún más su prestigio. En Intermedia, el que se consagró fue Newell’s, que ganó 15 partidos, empató uno y perdió dos. Ese año empezaron a transitar las canchas rosarinas algunos nombres que harían historia más adelante: José Liztherman en Belgrano, Manuel Aragüez en Argentino y Alfredo Fogel en Central.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1936

      • Dr. Hermenegildo Ivancich

        Dr. Hermenegildo Ivancich

        1. 1934 - 1937

      Campeones de la Rosarina en 1936

    • Año 1937

      Reseña del año

      Central Córdoba pudo disfrutar poco a Vicente de la Mata. Ni bien arrancó el año 37 el “crack” rosarino fue adquirido por Independiente en $27.500 al contado (de los cuales 10.000 eran para el jugador) y la realización de un partido amistoso. En él, se despidió de la afición porteña Gabino Sosa. El joven de la Mata recibiría además $200 de sueldo y el 22% de las recaudaciones del rojo. En su debut jugó un gran partido, “hizo capote” como solía decirse por entonces. De ahí en más se lo conoció con ese apodo.

      Junto a él emigraron varios más. Alfredo Díaz de Newell’s pasó a Racing y Ramón Bresoli, arquero de Tiro Federal, a Atlanta. Los bohemios se convirtieron en una verdadera filial rosarina. Llegaron a tener ocho jugadores de esta ciudad en su alineación titular. Se llevaron a José M. Freije, Ismael Covacich, Antonio Morales, Antonio Del Felice, Oscar Irazoqui y los hermanos Valdatti. Cuando vinieron a jugar un amistoso con Córdoba captaron mucha atención, ya que la parcialidad charrúa no se olvidaba de “cherrito” Morales y quería volver a verlo en acción. En enero, el Senado de la Nación aprobó el pago de $1.000.000 al municipio para la construcción del Monumento a la Bandera. El 17 de ese mes, falleció Hermenegildo Ivancich, dirigente que fuera presidente de Newell’s y la Asociación Rosarina de Fútbol. Esa misma temporada se disputó por primera vez la Copa que lleva su nombre (y que sigue jugándose actualmente).

      En Buenos Aires mientras tanto, se disputó ese verano la Copa América de selecciones. Algunos de los participantes visitaron Rosario para jugar amistosos con los respetados equipos de nuestra ciudad. El 23 de enero Newell’s recibió al Seleccionado de Chile y lo venció 7 a 2, evidenciando la supremacía que por entonces mantenía el fútbol argentino (junto al uruguayo y al incipiente brasilero) respecto al resto de América. Cuatro días después fue Paraguay el que llegó a la ciudad. Su anfitrión, Rosario Central, lo venció por 2 a 1 con goles de Maffei y Ciraolo.

      De la Copa América participaron seis seleccionados. Argentina y Brasil empataron en el primer lugar con ocho puntos gracias a la victoria albiceleste de la última fecha ante los verdeamarelhos. El triunfo fue obra de un ex Central, el chueco García, quien ya había sido bautizado como “El poeta de la zurda”. En el desempate jugado en el “Gasómetro” de Avenida La Plata el héroe fue otro salido de acá: el ex charrúa Vicente de la Mata. Capote había ingresado por el lesionado Varallo y fue el autor de los dos goles que significaron el triunfo y el título de América para nuestro país. El partido terminó sin goles en el tiempo reglamentario y jugaron 30’ de alargue, que sumados a una larga detención que ya se había producido, hicieron que el cotejo terminase casi a la madrugada. Ese 1º de febrero de la Mata opacó a los veteranos Cherro y Bernabé Ferreyra, y quedó consagrado para siempre.

      Entretanto, los dos grandes de nuestra ciudad gozaban de un presente arrasador. Barrieron a cuanto rival se les cruzó en el camino. Central le ganó 4 a 3 a Vélez, 3 a 2 a Independiente, 2 a 1 a Belgrano y 4 a 2 a Talleres. Newell’s venció 3 a 2 a Huracán y 4 a 3 a Racing, rival al que tenía verdaderamente alquilado. La Asociación Rosarina de Fútbol organizó, en marzo, el Torneo Ciudad de Rosario. Participaron de él los representativos de Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán. La Selección local arrancó ganándole 6 a 3 al combinado cordobés con goles de Fabrini (2), Gómez (2), Bianchi y Ballesteros. Los de la docta habían armado una selección poderosa, y uno de sus principales valores era Heredia, jugador que más tarde brillaría en nuestro medio. La final fue en Arroyito, y el once local volvió a imponerse por 6 a 3, en este caso a Santa Fe. El campeón formó con: Pedro Araiz; Justo Lezcano y José Bussano; Ignacio Díaz, Dante Bianchi y Ricardo Solero; José Vilariño, José Fabrini, Eduardo Gómez, Gabino Ballesteros y Aníbal Maffei.

      Central Córdoba por su parte, se enfrentó como campeón rosarino a su par santafesino, Unión, y tras vencerlo 2 a 1 se coronó campeón provincial. Los goles los convirtieron Eugenio Maigan y Waldino Aguirre, un jovencito que estaba jugando sus primeros partidos y no tardaría en ganarse un lugar privilegiado en la historia. El 8 de abril –día en el que Manuel Iriondo asumió como Gobernador– comenzó el Torneo Molinas. En esta temporada contó con dos clubes menos. Washington y Gimnasia y Esgrima se bajaron del circo dejando en ocho el número de participantes. La primera de estas instituciones terminó así su paso por la Rosarina, la cual duró 6 años y no fue muy rica en triunfos. En tres campeonatos fue penúltimo, en dos último, y en uno terminó séptimo. Incluso, en una edición de la Revista “Monos y Monadas” del año 34, el periodista Luis Luisín llegó a decir: “este fin de semana Washington no fue derrotado, claro... no jugó. La jornada se suspendió por lluvia”. Toda una ironía para calificar al conjunto colista del Torneo.

      El campeón fue Central, ganando así su primer Torneo Molinas. La primera rueda terminó con el auriazul puntero con 12 unidades y Newell’s segundo con 9. En el clásico jugado en Arroyito (en la 5ta. fecha) los locales habían ganado 2 a 0 con goles del paraguayo Laterza y del centromedio Ferreyra. En la revancha, y tras emotivo cotejo, “leprosos” y “canallas” igualaron dos a dos. Laporta en dos oportunidades había sacudido a la parcialidad visitante, pero Fabrini y Rúa de penal, le dieron el empate a los “viejos muchachos de Newell”. De ese modo, Central conservó una ventaja de tres puntos sobre su perseguidor rojinegro faltando dos fechas. Sólo ellos tenían chances, el resto de los equipos (Córdoba, Argentino y Provincial) marchaba siete puntos atrás y ya no podía soñar.

      El canalla fue campeón el fin de semana siguiente, cuando venció a Central Córdoba 2 a 0 con goles del cabezón D’Alessandro. Lo curioso de aquel partido definitorio es que en el charrúa reapareció como titular, después de mucho tiempo, y a pedido de sus parciales, Gabino Sosa. La formación base del auriazul fue la siguiente: Pedro Araiz; Justo José Lezcano e Ignacio Díaz; Rafael Luongo, Félix Ferreyra y Alberto Espeche; Héctor Gómez, Ricardo Cisterna, Benjamín Laterza, Roberto D’Alessandro y Aníbal Maffei. Aunque también tuvieron significativa participación Luis Amaya, Germán Gaitán, Salvador Laporta y Juan Cerro. Terminaron sacándole 7 puntos a Ñuls y ocho al “salaíto” que fue tercero. El máximo artillero del torneo fue Máximo Fernández de Provincial, con 13.

      Por entonces en el Parque Independencia se instalaban 1400 palomas que le dieron vida al famoso “Palomar” y el 5 de junio, en lo que fue un gran paso para las comunicaciones terrestres de nuestro país, se inauguró la ruta pavimentada entre Buenos Aires-Pergamino-San Nicolás-Rosario-Córdoba. El debilitamiento de las escuadras locales de fútbol, a raíz de la inmensa cantidad de jugadores que se iba a Buenos Aires, empezó a notarse en el nivel de los partidos y en el rendimiento de los combinados. Por la Copa Reyna por ejemplo, se perdió 5 a 3 en Buenos Aires, y por la Copa Rosario, 2 a 1 en nuestra ciudad. Síntomas de esta tendencia había a raudales. Racing le compró en esos días a Newell’s a Dante Bianchi. En la “Academia” ya había cuatro rosarinos. En su clásico rival, Independiente, cinco. En Almagro otros cinco, en San Lorenzo, Huracán y Vélez dos. Pronto casi no quedarían elencos porteños que no contaran con un exponente de aquí en sus filas.

      Los partidos con los uruguayos de ese año fueron muy parejos. El primero se jugó el 5 de septiembre en el Centenario y terminó uno a cero para los locales. Severino Varela, el goleador de la boina blanca, marcó de cabeza el único tanto de la reñida disputa. La revancha fue el 26 de ese mes en el Estadio de Génova y Cordiviola, por entonces el único de la ciudad que era completamente de cemento. La brega entre “celestes” y “rojiblancos” fue tan intensa como la anterior, aunque en este caso finalizó sin que se abriera el tanteador.

      El Ivancich comenzó el 15 de agosto y se jugó a una sola rueda. En su penúltima fecha Central le ganó 2 a 1 a Newell’s (con tantos de Maffei para el canalla y Guiribaldi, olímpico, para la lepra) y forzó un desempate con Tiro Federal. Se jugó en la cancha tirolense de Moreno y 27. Se la conocía como “la cancha del tanque” porque estaba al lado de un tanque de Obras Sanitarias. Con dos goles de Cisterna, se impuso el auriazul 2 a 1 y se coronó campeón invicto. Segundo título grande de la temporada para el equipo de Arroyito. Durante los últimos días de 1937 se podía vislumbrar a grandes jugadores en la “Intermedia”. Angel Perucca (en el Club Intercambio) y León Strembel (en Sparta), ya empezaban a destacarse y serían tiempo después integrantes de la Selección Nacional. Un camino igualmente ascendente recorrería Mario Morosano, insider izquierdo que pasó rápidamente a la segunda división de Newell’s y poco después (en un amistoso jugado ante Huracán en noviembre) debutó en el primer equipo.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1937

      • Dr. Hermenegildo Ivancich

        Dr. Hermenegildo Ivancich

        1. 1934 - 1937
      • Sr. Carlos Urrutia

        Sr. Carlos Urrutia

        1. 1937

      Campeones de la Rosarina en 1937

    • Año 1938

      Reseña del año

      El campeonato de 1938 se reserva el curioso privilegio de ser el último en el que Rosario Central y Newell’s Old Boys presentaron sus mejores elementos en el marco de nuestro medio. A partir del 39 las dos instituciones más poderosas de la ciudad se afiliarían a la AFA y participarían de dichos torneos con sus jugadores más destacados, afrontando a su vez, el torneo Gobernador Molinas, con sus hombres de reserva.

      Esta temporada estuvo signada además, por el alejamiento de importantes jugadores. El destino de los que se marchaban era en general Capital Federal, y el motivo que los impulsaba, muy sencillo: el económico. En Buenos Aires se pagaban mejores sueldos y eso atraía. Sólo unos pocos, muy apegados al terruño o a los colores de su camiseta de origen, se libraban de este fenómeno. La sangría afectó a la competencia local y también al representativo de la ciudad, que ya no fue capaz de obtener las rutilantes victorias que en otros tiempos había conseguido.

      La mayoría de los transferidos eran baluartes en sus respectivos equipos. Algunos de los más renombrados que fueron contratados por entidades porteñas son: Gabino Ballesteros, de Newell’s a San Lorenzo; Jaime Liztherman, de Belgrano a Atlanta; Juan Cerro, de Central también se fue a la entidad de Villa Crespo; Ricardo Staggi, de Central Córdoba a Almagro; Máximo Fernández, de Provincial a Platense; y Francisco Rúa de Ñuls a Vélez. Ellos son sólo algunos de los que emigraron. La lista es aún mayor.

      De todos modos, por algo se dice que la cantera del fútbol rosarino es inagotable. A medida que se iban vendiendo contingentes enteros de futbolistas, iba surgiendo la sangre joven que cubría los vacíos dejados por los consagrados. Perucca y Morosano, se afianzaron en Newell’s, Alfredo Fogel en Central, Waldino Aguirre y Eugenio Maigán en Central Córdoba, Manuel Aragüez en Argentino, y el gran Reinaldo Martino en Belgrano. El año comenzó con la vuelta de la Copa Ibarguren. El trofeo por el que pugnaban los clubes campeones de Rosario y Buenos Aires se había disputado desde 1913 hasta 1925. Luego había quedado en el olvido. El 8 de enero, en cancha de San Lorenzo, 50.000 personas fueron testigos de la goleada 5 a 0 de River sobre Central. El primer tiempo terminó con el score en blanco, pero en el complemento, el conjunto canalla no logró resistir los constantes embates del millonario.

      El 22 de ese mes, empezó el atractivo torneo nocturno que ya se había realizado en 1936 y que reunía a los máximos exponentes de las ciudades más futboleras. A los nueve clubes que habían participado de la primera edición se sumó Estudiantes de La Plata. El certamen despertaba enorme entusiasmo y multitudes colmaban los diferentes estadios. El campeón esta vez fue Nacional de Montevideo. El “tricolor” uruguayo realizó una fantástica campaña ganando siete partidos y perdiendo apenas los dos últimos, cuando ya tenía el título en el bolsillo. Los uruguayos puntearon toda la competencia y su máximo artillero fue Atilio García, un argentino.

      Los clubes de nuestra ciudad hicieron campañas más que dignas. Newell’s terminó cuarto con diez puntos (a 4 del campeón) y Central séptimo con ocho. Newell’s hacía de local en la cancha de Central y viceversa. Entre las victorias más resonantes obtenidas por el rojinegro se puede mencionar el 5 a 1 con el que despachó a River en nuestra ciudad. La victoria 5 a 3 en el “Gasómetro” sobre otro grande porteño: Boca. Y como para completar la trilogía, y cerrar el certamen más que satisfechos, la lepra superó en el Parque a su clásico rival: uno a cero con gol de Mario Morosano. Central se anotó un espectacular triunfo en el Centenario ante Peñarol por 5 a 2. En los “mirasoles” había nombres ilustres como los de Obdulio y Severino Varela, y el arquero Barrios, que más tarde pasaría a River. Pero no fue el único revés que los auriazules propinaron en cancha ajena. También ganaron en La Plata, 3 a 2 a Estudiantes; y en Capital, 2 a 0 a River.

      El 25 de mayo, conmemorando su 37 aniversario, River Plate inauguró su nuevo estadio (en Núñez) ante Peñarol. Hasta entonces los de la banda roja tenían su cancha en Figueroa Alcorta y Tagle. El último partido en ese escenario fue poco antes, precisamente por el torneo nocturno, y lo jugaron Independiente y Newell’s. También el 25, pero aquí en Rosario, jugaron por la Copa Reyna rosarinos y porteños. La visita trajo un verdadero equipazo que era prácticamente el Seleccionado Nacional. En él se destacaban Sastre de Independiente, Masantonio de Huracán, y el Chueco García, ahora en Racing. Los hombres de blanco ganaban 2 a 0, pero Eduardo Gómez descontó al minuto del complemento y el mismo jugador puso el agónico empate a poco del final. El centrodelantero de Newell’s, si bien no necesitaba más méritos para consagrarse, vivió esa tarde un momento glorioso.

      Central, Newell’s y Central Córdoba jugaron el triangular que venían disputando hacía un tiempo, y que llamaban “Amistad”. Cada equipo ganó un partido e igualaron en puntajes, pero lo anecdótico es otro hecho. En el clásico correspondiente a ese torneo, que ganó Newell’s 4 a 0, debutaron dos centrocampistas que pasarían muchos años como titulares: Ángel Perucca en Newell’s y Constancio Rivero en Central.

      El 8 de abril comenzaría el Ivancich. Los mismos 8 equipos que integraban por entonces la Asociación se enfrentaron a una rueda. El campeón fue Argentino. Segundo título oficial de primera para él (el primero había sido el Torneo Preparación del 35). El 12 de junio Central le ganó 2 a 1 a Newell’s (cuando el rojinegro marchaba segundo) y le permitió al salaíto ser más puntero que nunca. Más tarde el albo empató 2 a 2 con el conjunto del Parque y mantuvo su ventaja de dos puntos hasta el final. Su formación base era: Bonini; García y Bona; Pérez, Rezoagli y Yuerin; Delavedova, Cassan, Casagrande, Kagel y Rosendo.

      El Molinas arrancó el 17 de julio. Desde un primer momento fue arduamente disputado por los cuatro grandes de la ciudad: Central, Newell’s, Central Córdoba y Argentino. A la sexta fecha llegó el clásico y tanto auriazules como rojinegros eran punteros e invictos. La cita fue en Arroyito y por primera vez se enfrentaron dos hermanos en un duelo rosarino: Pedro Perucca en los locales y Ángel Perucca en la visita. Concluida la brega, todos quedaron contentos. Fue 1 a 1 y ambos equipos siguieron liderando.

      El “canalla” arribó a la decimotercera y penúltima fecha con dos puntos de ventaja sobre Newell’s y Argentino, y tres por sobre Central Córdoba. El 13 de noviembre se jugó la misma, y en el Parque Independencia se veían las caras los rivales de toda la vida en un clásico que era prácticamente una final. Ñuls tenía la última chance de trepar a la punta y Central, la posibilidad de salir campeón en la casa de su eterno contrincante. Francisco Rodríguez hizo estallar a la tribuna visitante cuando marcó el único gol del partido. Con el triunfo Central sepultó las posibilidades de Newell’s pero no pudo dar la vuelta olímpica porque Argentino venció ampliamente a Córdoba y se mantuvo a dos puntos y con chances. Encima en la última fecha, por caprichos del fixture, Central recibía al salaíto en Génova y Cordiviola. A los albos sólo les servía ganar para forzar un desempate, pero no pudieron lograrlo. Ante la algarabía desbordante de una hinchada que colmó el estadio, Central empató 1 a 1 y fue campeón por segundo año consecutivo. El canalla del 38 solía formar con: Juan Sánchez; Pedro Perucca e Ignacio Díaz; Carlos Echeverría, Constancio Rivero y Alfredo Fogel; Salvador Laporta, Oscar Díaz, Pedro De Biasi, Ricardo Cisterna y Francisco Rodríguez.

      El 30 de agosto se convirtió en un acontecimiento multitudinario el “Gran Premio Ciudad de Rosario”. El mismo se corrió en el Parque Independencia y fue ganado por Carlos Arzani, al comando de un Alfa Romeo. A nivel mundial, Italia se adjudicó nuevamente la Copa del Mundo. Nuestro país no participó a modo de repudio, ya que había pedido ser sede y la FIFA, olvidando su promesa de respetar una alternancia entre los continentes Americano y Europeo, le otorgó la organización a Francia. Antes de finalizar el año, más precisamente el 3 de diciembre, Central sumó un nuevo título. Con dos goles de Oscar Díaz y uno de Antonio Ciraolo, le ganó 3 a 0 al campeón santafesino, Unión, consagrándose campeón provincial de esa temporada.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1938

      • Ing. Juan T. Louhau

        Ing. Juan T. Louhau

        1. 1938 - 1939

      Campeones de la Rosarina en 1938

    • Año 1939

      Reseña del año

      En 1939, año bisagra si los hay, los dos equipos más importantes de la ciudad se incorporaron a los torneos oficiales de A.F.A. Esta decisión trajo innumerables polémicas. Muchos la consideraron errónea e improductiva. Suponían que el alejamiento de Newell’s y Central devaluaría al Torneo Molinas. De hecho, hasta llegó a costarle el puesto al Presidente de la Rosarina, Ingeniero Juan T. Louhau. Cuando leprosos y canallas comenzaron a gestionar su ingreso a la Asociación del Fútbol Argentino, cundió tal disgusto entre los otros clubes que elevaron una declaración pública: “Ante los rumores no desmentidos de que Newell’s y Central tramitan su afiliación a la Asociación del Fútbol Argentino bueno es recordar la terminante prohibición que al efecto existe en los reglamentos del Consejo Federal. Los mismos establecen que la AFA no concederá afiliación directa a clubes del interior, debiendo estos anotarse a la Liga más próxima a su asiento”. Pese a la advertencia, rojinegros y auriazules no dieron marcha atrás en el asunto.

      Lo cierto es que en una Asamblea General Extraordinaria realizada el 13 de marzo (en la que no estuvieron los delegados de RC y NOB) se resolvió por unanimidad no otorgarle a dichos clubes el permiso solicitado para participar en AFA. Además, se los sancionó con la desafiliación y se informó al presidente de aquella liga, Dr. Adrián Escobar, acerca de la decisión. El 3 de marzo, sin esperar la resolución de la Asamblea en Rosarina, el Consejo de AFA ya había dispuesto la incorporación de Newell’s y Central. Esta desconsiderada actitud causó mucho malestar entre los delegados de los clubes locales que consideraron “un proceder arbitrario el de AFA y un mal ejemplo, lleno de absolutismo deportivo”. En Buenos Aires mientras tanto, ya se sorteaba el fixture. El enojoso asunto también había causado polémicas allá, ya que no eran pocos los que preferían un torneo con menor cantidad de equipos.

      El 19 de marzo fue un día histórico para el fútbol rosarino: comenzó el primer campeonato de AFA que contó con Central y Newell’s entre sus participantes. La iniciativa de incorporar a los laureados elencos rosarinos había surgido de la dirigencia de Racing, y su presidente, Dr. Munin, realizó un breve discurso en ocasión del debut de Newell’s en el Torneo. En su primer partido oficial en AFA la lepra recibió a San Lorenzo. Veinte mil personas presenciaron la victoria del equipo del Parque, que se impuso 2 a 1 con goles de Gómez y Belén. Central en tanto, debutó en Parque Patricios ante el poderoso Huracán de Masantonio y Baldonedo. Ganaba 1 a 0 con gol de Rodríguez, pero cinco goles en doce minutos dieron vuelta la historia y sellaron una cómoda victoria para “el globito”.

      Finalmente la cuestión se resolvió. Los máximos exponentes del fútbol local realizaron una tentadora oferta a los restantes seis clubes que integraban la ARF y éstos le concedieron el permiso (y dejaron sin efecto la desafiliación) en otra Asamblea Extraordinaria, realizada el 28 de abril. El arreglo hablaba del 10% de las recaudaciones y la concreción de un torneo nocturno previsto para el verano de 1940.

      El 15 de marzo Manuel Aragüez y Fabio Cassan de Argentino, se incorporaron a Chacarita. Aragüez brilló durante años en el funebrero y la Selección Nacional, consolidándose además como el defensor más goleador del fútbol argentino hasta que fue sobrepasado por Passarella. A ese club también llegaron dos jugadores de Central Córdoba: Rodríguez de Lara y Emanuelli. Además, Eugenio Maigán (CC) pasó a Atlanta, Armando Fagotti (Bel) a Argentino de Quilmes, y Roberto D’Alessandro (RC) a River. La sangría de jugadores no se detuvo allí. Fueron muchísimos los cracks de los clubes que seguían compitiendo en Rosarina, que acabaron siendo absorbidos por leprosos, canallas o instituciones de Capital. Ese fenómeno desmanteló aún más a Belgrano, Tiro Federal y Argentino entre otros. Veamos: Becerra de Tiro pasó a Vélez; Toledo de Provincial a Platense; Strembel de Sparta a Lanús; Palma de Belgrano a Estudiantes de La Plata; mientras que Tigre se quedó con los pases de Kagel de Argentino, Luongo de Central y Muro de Central Córdoba.

      El 30 de abril Central recibió a Independiente (que sería campeón ese año), en lo que fue un récord de recaudación. Esa marca sin embargo, no duraría mucho. El 7 de mayo Boca jugó en el Parque ante Newell’s y también saturó las arcas locales estableciendo un nueva marca. Más tarde Racing haría lo propio y el 14 de junio el líder (por entonces) Huracán, a quien la lepra superó por 2 a 1. Entretanto, no se puede dejar de mencionar una visita ilustre que en esos días arribó a la ciudad de Rosario invitado por Alberto Martín: el francés Jules Rimet, Presidente de F.I.F.A.

      El 18 de mayo en cancha de Newell’s el seleccionado rosarino le ganó 3 a 1 al combinado de Santa Fe. Los locales no utilizaron jugadores de Central y Newell’s y estuvieron conformados por valores de Belgrano, Sparta, Argentino y Central Córdoba, detalle que le confiere aún más valor al triunfo. Los tantos nuestros fueron convertidos por Martín Delavedova (2) y Waldino Aguirre.

      El Molinas ese año se llamó “Torneo del Litoral”, ya que agregó a equipos de Santa Fe y Paraná en busca de generar mayor atracción. No obstante, la continua presencia de las estrellas de Buenos Aires visitando Arroyito y el Parque Independencia provocó que la atención de la afición local se centrara casi exclusivamente en el torneo nacional y le diera la espalda al que hasta entonces era el semillero más rico en talentos de todo el país.

      El 18 de junio se enfrentaron Newell’s y Central por primera vez en AFA. El cotejo se jugó en el Parque y se recaudaron $23.000. Ángel Perucca abrió el marcador para el local pero Barrios, insider derecho del auriazul, puso el 1 a 1 final. Ese día el puntapié inicial lo dio el Presidente de la AFA, Adrián Escobar.

      La opinión pública porteña mientras tanto, no paraba de elogiar y reconocer los méritos de Newell’s, que en su primer año en AFA le había ganado a 4 de los 6 equipos grandes, y en el empate ante River en “la herradura” de Nuñez, desperdició un penal sobre la hora. En ese torneo sin embargo, la nota más destacada la dio Central ya que venció en Avellaneda 3 a 1 al líder Independiente. Los rojos estaban invictos en su cancha, tenían la delantera más goleadora, la defensa menos vencida y cinco jugadores de Selección. Otro orgullo para Rosario es que en ese poderoso equipo brillaban varios hombres de aquí. Incluso hubo partidos en los que presentó una delantera íntegramente rosarina: José Vilariño, Vicente de la Mata, Raúl Natino, Moisés Beressi, y Juan José Zorrilla. Además en el fondo se lucía Fermín Lecea (un ex Newell’s).

      Mientras tanto, Provincial se coronaba en el Ivancich. El Torneo eliminatorio duró poco menos de un mes, y al equipo rojo le bastó con ganar 3 encuentros para conseguir por primera vez en su historia un título de Primera. En la final vencieron 2 a 1 a Tiro Federal siendo su equipo base el siguiente: Casagrande; Dezorzi y Tonelli; Pereyra, Sucho y Vilaró; Lacerna, Pendino, Moreno, Nuara y Copello.

      El 13 de agosto la Selección nacional viajó a Asunción para enfrentar a Paraguay. Estaba en disputa el trofeo “Chevallier Boutell”. Argentina ganó 1 a 0 con gol de José Fabrini, el insider santiagueño de Newell’s. Dos días más tarde un combinado de jugadores de Ñuls y Central (seis leprosos y cinco canallas para ser más exactos) enfrentó a un cuadro formado por jugadores de Flamengo y Vasco da Gama. El singular cotejo fue ganado por los rosarinos 1 a 0 y el tanto de la victoria lo señaló el inoxidable Eduardo Gómez.

      El Torneo del Litoral tuvo un final muy emotivo. Central Córdoba finalizó con la misma cantidad de puntos que Unión de Santa Fe y por tanto ambos debieron disputar dos desempates, que a la postre serían tres. En el primer encuentro jugado en Santa Fe el charrúa sufrió la lesión de dos jugadores y jugó gran parte del partido con 9 hombres. Perdió ese duelo 6 a 2. Siete días después, en plena víspera navideña, se recuperó ganando 3 a 1. Todos los goles fueron obra de Federico Monestés. El tercer y decisivo cotejo se llevó a cabo en cancha de San Lorenzo. Allí el triunfo correspondió a los azules de Tablada, que con goles de Francisco López y Francisco de la Mata, hermano menor de Vicente, superaron a los tatengues por 2 a 1. Aquel título colaboró para que llegue a la Presidencia de la ARF el Dr. Tertuliano Martín, titular del club.

      A nivel mundial este sería un año trágico. El primero de septiembre tropas alemanas marcharon sobre Polonia y durante ese mes de bombardeos e invasiones se empezó a gestar la segunda guerra mundial, conflicto bélico que se extendió hasta el año 45 y que significó una verdadera calamidad para la humanidad. El 27 de diciembre Central festejó su 50 aniversario. Deportistas provistos de antorchas caminaron desde la Sede (San Lorenzo entre Mitre y Entre Ríos) hasta el Estadio de Arroyito. Allí, abanderados de los clubes de AFA (entre los cuales estaba representado Newell’s), Nacional y Peñarol recorrieron el campo. Además se le entregó una medalla a Tomás Hooper, octogenario socio fundador de la institución, y se realizó un amistoso ante un combinado porteño, que terminó igualado 1 a 1.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1939

      • Ing. Juan T. Louhau

        Ing. Juan T. Louhau

        1. 1938 - 1939
      • Dr. Tertuliano Martín

        Dr. Tertuliano Martín

        1. 1939 - 1940

      Campeones de la Rosarina en 1939

    • Año 1940

      Reseña del año

      Una Asamblea que se produjo en AFA a fines del año 39, determinó la inclusión definitiva de Central y Newell’s a sus torneos, ya que la incorporación de ambos en un primer momento había sido provisoria. En tanto, cumpliendo con lo pactado, canallas y leprosos jugaron un torneo eliminatorio con los seis equipos que quedaron participando en Rosarina. Central eliminó a Provincial, Newell’s a Tiro Federal, Argentino a Belgrano, y Central Córdoba a Sparta. En semifinales Central superó al salaíto y Córdoba al rojinegro. De ese modo, charrúas y canallas accedieron a la final. El primero de febrero en cancha de Ñuls, y ante 10.000 personas, se midieron en un gran partido. Empataron 2 a 2 luego de 110 minutos de intenso desarrollo. La definición se pasó para el 24 de ese mes, fecha en la cual Central terminó imponiendo su jerarquía y ganando 3 a 1. Sin dudas, la mejor manera de seguir festejando su 50 aniversario, el cual había celebrado en diciembre del 39.

      Por el cumpleaños de la entidad de Arroyito, hubo más partidos amistosos. Primero ante un combinado de AFA y más tarde ante Newell’s. El 7 de marzo se jugó aquel clásico que, como para que la fiesta fuese redonda, ganaron los auriazules 2 a 0 con goles de Francisco Sosa y Harry Hayes (hijo). Newell’s, pese a perder el clásico y a no acceder a la final en el torneo nocturno, también tuvo triunfos significativos ese verano. Le ganó 4 a 1 a Racing, equipo que tenía una rivalidad especial con los clubes de la ciudad (sobre todo luego de perder la Copa Beccar Varela ante Central Córdoba) y que constantemente estaba en busca de revancha. También venció 5 a 2 a San Lorenzo y 5 a 1 a Talleres. En el conjunto cordobés brilló ese día (y marcó el único gol) Juan Carlos Heredia, un wing que fue visto por dirigentes de Central y que llegaría al canalla poco después.

      La selección Argentina mientras tanto, ganaba la “Copa Roca” tras enfrentar tres veces a Brasil. En el último de los encuentros, jugado a mediados de marzo, la escuadra albiceleste se impuso por 5 a 1 y se quedó con el trofeo. El rosarino Fabio Cassan, ex jugador de Argentino y por entonces en Chacarita, anotó uno de los goles. También integraron el combinado nacional (que dirigía Guillermo Stábile), Ángel Perucca, Manuel Aragüez y el chueco Enrique García.

      El 31 de marzo se disputó en el “Gasómetro” la Copa Ibarguren entre Central Córdoba (campeón de la ARF) e Independiente (campeón de AFA). El encuentro finalizó 5 a 0 y no hubo equivalencias entre uno y otro. La disparidad de fuerzas se fue incrementando paulatinamente en estos choques debido a la ausencia de los dos principales representativos de la ciudad, ahora afectados a los torneos de AFA. A la postre, esa sería la gran causal de que esas confrontaciones dejaran de realizarse dos años más tarde. El desguace que sufrió el fútbol rosarino continuó cruel e incesante. Central transfirió a River al delantero Oscar Díaz. Newell’s vendió a José Fabrini a San Lorenzo. José Batagliero y Francisco Rodríguez de Tiro Federal pasaron a Atlanta. Al igual que Scliar de Belgrano. Ferro Carril Oeste en tanto, se llevó a Sangenito y Giménez de Sparta. Es más, de los 18 equipos que competían en el máximo torneo Afista, 16 tenían algún jugador de nuestra ciudad.

      En aquel tiempo, cada vez que un equipo rosarino obtenía algún triunfo importante en Capital la gente se reunía en la estación Rosario Norte y le brindaba una calurosa bienvenida a sus héroes. Asimismo, era bastante común que el aficionado medio fuera a las dos canchas. Es decir, tanto en la década del 30, como en la del 40 inclusive, había personas que siendo simpatizante de Ñuls presenciaba partidos de Central en Arroyito o viceversa. Lo que atraía era el fútbol propiamente dicho y no tanto los colores. No existía aún ese fanatismo obsesivo que impide admirar a los buenos jugadores que visten otra camiseta.
      El entusiasmo por ver fútbol seguía intacto. La desesperación por no perderse los partidos era tal, que en más de una oportunidad se produjeron accidentes en los alrededores de la cancha de Newell’s, más precisamente en los árboles de las adyacencias, a raíz de que la gente se trepaba a las ramas y en ocasiones era tanta, que éstas terminaban cediendo ante el peso y provocando caídas masivas.

      El 25 de abril ocurrió un hecho luctuoso, falleció quien fuera Presidente de la Liga durante los años 1912 y 1913, el Dr. Enrique Fidanza. El 19 de mayo en tanto, Boca inauguró la Bombonera venciendo 4 a 1 a Racing. Al igual que River el año anterior, los xeneizes abrieron las puertas de su nueva casa sin que la obra se encontrase del todo terminada. Faltaba construir nada menos que la tribuna de Casa Amarilla y el tercer piso del resto de la cancha. En agosto debutó en Newell’s Juan Silvano Ferreyra, un puntero que integró el ala izquierda del ataque durante mucho tiempo junto a Mario Morosano. En este año también apareció en River un arquero español llamado Blasco que impuso en el fútbol argentino la (por entonces desconocida) modalidad de atajar con guantes.

      El Torneo Ivancich del 40 tuvo dos particularidades: fue jugado por Newell’s y Central (que no lo habían disputado la temporada anterior), y quedó desierto. Precisamente los dos grandes del fútbol rosarino fueron los que accedieron a la final. El encuentro terminó 0 a 0, y aunque reglamentariamente hubiese correspondido jugar un suplementario, los jugadores de uno y otro equipo se pusieron de acuerdo y abandonaron el campo. A la Asociación Rosarina no le cayó muy en gracia esa actitud destemplada de los protagonistas y declaró vacante el trofeo.

      El 7 de abril empezó el Torneo de AFA. Los clásicos de ese año fueron victoria de los elencos visitantes. En la primera rueda el duelo más esperado de la ciudad se disputó en el Parque y ganó Central 3 a 1. Se imponía Newell's con gol de Gómez pero lo dio vuelta el auriazul con tantos de Heredia, Hayes y Maffei. En la revancha disputada el 1º de diciembre en Arroyito, Newell’s ganó 2 a 0 con goles de Ferreyra y Dorado. Las formaciones bases de uno y otro en el torneo de AFA fueron las siguientes: Newell’s tuvo a Luis Heredia en la valla; Gilli y Sobrero en el fondo; Pellegrini, Ángel Perucca y Reynoso conformaban la línea de medios; Gayol, Morosano, Gómez, Dorado y Ferreyra en el ataque. También supieron estar varias veces Sisniega, Franco, Pairoux y Ozcoidi. Por Central actuaron Araiz; Lezcano y Díaz; Maidana, Rivero y Fogel; Juan C. Heredia, Laporta, Hayes (h), Cisterna y Maffei. También solían jugar Pedro Perucca y Ríos.

      El 27 de julio comenzó el Torneo Molinas. Una semana más tarde Central inauguró su Sede de calle al Mitre 800. Días después, el 15 de agosto, Rosario y Buenos Aires se enfrentaron por primera vez en el año. Estaba en juego la Copa Rosario o Culaciatti. Durante ese año el combinado de nuestra ciudad se dio el gusto de vencer a los porteños en los dos encuentros. El primer triunfo fue contundente: 5 a 1 en cancha de Newell’s. Sin embargo estos partidos Rosario-Buenos Aires ya no concitaban la atención de años anteriores. Al parecer la gente, a partir del advenimiento del profesionalismo, dejó de sentirse plenamente identificada con sus representativos. De hecho en este duelo el único gol de los “porteños” lo hizo un rosarino: Cassán. Y cuatro de los cinco tantos “rosarinos” los convirtió un porteño, el centrodelantero de Newell’s, Eduardo Gómez.

      El segundo cotejo fue en cancha de San Lorenzo y el triunfo de los nuestros fue por 3 a 1. El elenco visitante se constituyó del siguiente modo: Luis Heredia (NOB); Néstor Gilli (NOB) e Ignacio Díaz (RC); Fernández (Sparta), Ángel Perucca (NOB) y Francisco Aguirre (TF); Juan Carlos Heredia (RC), Humberto Fiori (CC), Federico Monestés (CC), Waldino Aguirre (CC) y Rosendo (Arg). Los goles fueron convertidos por los charrúas Fiori y Monestés, éste último en dos oportunidades.

      Boca fue el campeón de AFA y de los 35 máximos anotadores, 9 surgieron de Rosario. Marvezzi de Tigre (que en realidad era tucumano), Hayes y Maffei de Central, de la Mata y Zorrilla de Independiente, Liztherman de Ferro, Cassán de Chacarita y Staggi de Platense. Respecto a Liztherman hay algo curioso. El ex Belgrano fue un delantero francamente nómada. Se lo conoció como el jugador golondrina. En el año 38 estuvo en Atlanta, en el 39 en Boca, en el 40 en Ferro, en el 41 en Racing, y en el 42 en Chacarita. Algo inusual para esa época. Otro rosarino que deambuló bastante fue Cataldo Spitale. Jugó en Boca en el 31, en Argentinos Juniors en el 32, en Platense en el 33, y en Gimnasia y Esgrima de La Plata en el 41.

      El Torneo Molinas quedó en manos de Rosario Central. El conjunto canalla sumó 12 victorias, un empate y una derrota (en la última fecha ante Provincial). El Molinas de entonces, se disputaba los sábados a la tarde y en los clubes que actuaban paralelamente en AFA (RC y NOB) solían jugar futbolistas jóvenes, promesas del futuro, o bien veteranos en el ocaso de su carrera. Los clásicos fueron: empate en la primera rueda (1 a 1), y victoria canalla (3 a 1) en la segunda.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1940

      • Dr. Tertuliano Martín

        Dr. Tertuliano Martín

        1. 1939 - 1940

      Campeones de la Rosarina en 1940

    • Año 1941

      Reseña del año

      Esta temporada fue brillante para Newell’s. Su equipo terminó tercero en el máximo torneo del país, a seis puntos del campeón River. Tan privilegiada ubicación sería la mejor de un equipo rosarino durante 30 años, superada recién en 1970, cuando Central fue sub-campeón del Nacional. Además contó con el goleador del campeonato, “el conejo” Cantelli, que marcó 30 tantos superando a monstruos de la talla de Arsenio Erico, Isidro Lángara o Jaime Sarlanga. Los muchachos del Parque conformaron ese año una delantera inmejorable que sus seguidores repetirían de memoria durante muchísimo tiempo. Por si fuera poco, también se adjudicaron el torneo Molinas de nuestra ciudad.

      El 4 de enero se jugó en cancha de Chacarita el tradicional partido por la “Copa Ibarguren” entre los campeones de la ARF y la AFA del año anterior, en este caso Rosario Central y Boca Juniors. Fue la penúltima edición de este trofeo y nuevamente ganó con comodidad el cuadro porteño, 5 a 1 para los xeneizes que tenían a Marante y Lazzati entre sus principales figuras. Lo curioso es que por el campeón del Molinas no jugaron los valores de reserva que se desempeñaban en el torneo local, sino prácticamente el mismo plantel que participaba en AFA.

      El 11 de ese mes Newell’s le ganó un amistoso a River 3 a 2, y dos días después Belgrano de nuestra ciudad transfirió a Reinaldo Martino a San Lorenzo de Almagro en $ 13.000. El día 22 comenzó un torneo internacional nocturno del que tomaron parte los dos equipos más tradicionales de Río de Janeiro, Flamengo y Fluminense, junto a Independiente, San Lorenzo, Huracán, y un combinado formado por Central y Newell’s. El certamen fue por puntos, todos contra todos y a una sola rueda. Esa formación tan atípica que mixturó a “leprosos” y “canallas” en su primera presentación estuvo constituida de la siguiente manera: L. Heredia (NOB); N. Gilli (NOB) e I. Díaz (RC); Eguiluz (RC), A. Perucca (NOB) y A. Fogel (RC); J. C. Heredia (RC), R. Cisterna (RC), H. Hayes hijo (RC), M. Morosano (NOB) y J. Ferreyra (NOB). Un lujo para la época. Un equipo que difícilmente pudiese perder. Y así fue. El temible mix “Central-Newell’s” vapuleó 5 a 2 a San Lorenzo, 7 a 0 a Flamengo, 4 a 1 a Fluminense, y 3 a 0 a Huracán. El último compromiso ante Independiente, era una suerte de final, ya que ambos lideraban con holgura las posiciones. El match (que se jugó en Buenos Aires el 15 de febrero) fue sumamente parejo, pero acabó imponiéndose el durísimo rojo de Avellaneda por 3 tantos contra 2. Salió campeón a un punto del combinado rosarino.

      Cuando Flamengo llegó a la ciudad para enfrentar al combinado NOB-RC se había generado una gran expectativa. Su ataque era conducido por el afamado delantero Leonidas y mucho público concurrió atraído por sus pergaminos. Sin embargo la gente se retiró decepcionada al ver el flojo rendimiento de los cariocas. Al parecer, la noche anterior habían salido de juerga y tal desarreglo minó ostensiblemente sus capacidades. El 22 de febrero el combinado Newell’s-Central tendría su revancha. Se quedó con el Torneo Relámpago Nocturno disputado en cancha de Chacarita. Lo jugaron los mismos 6 equipos y los partidos fueron de 20 minutos a eliminación directa. En primera ronda los rosarinos eliminaron por penales a Fluminense (tras igualar 0 a 0), luego por sorteo pasaron directo a la final, y en ella vencieron 1 a 0 a Huracán.

      Por aquellos días los aficionados locales se conmocionaron al oír la noticia que Newell’s pagaría $ 22.000 a Gimnasia y Esgrima de Santa Fe por tres jugadores de esa entidad: César Garbagnoli, José Cantelli y René Pontoni. Los 2 últimos con su inacabable caudal de goles se ganaron la consideración popular, y Pontoni incluso, fue considerado por muchos como el mejor centrodelantero argentino de la década, junto a Adolfo Pedernera. Ambos debutaron en el 3 a 0 que el equipo fusión le propinó a Huracán en el torneo nocturno, y René lo hizo marcando dos tantos.

      Central por su parte, se desprendía de Ricardo Cisterna y Aníbal Maffei a cambio de $ 17.000. Los citados players anclarían en Platense. Poco después su defensor Ignacio Díaz también se fue. San Lorenzo pagó por él $ 35.000. Su lugar en la zaga auriazul lo ocupó, muy bien por cierto, Rodolfo Dezorzi, que venía de Provincial. El 9 de febrero Newell’s otra vez revolucionó el mercado concretando la transferencia récord desde la instauración del profesionalismo. Su arquero, el cordobés Luis Heredia, pasó a San Lorenzo a cambio de $ 55.000 y la cesión de Montoya. Poco después, el presidente rojinegro Vicente Pomponio viajó a Perú para contratar a un reemplazante, Juan Honores.

      En Chile en tanto, se disputó la Copa América. Participaron sólo cinco selecciones: Argentina, Uruguay, Perú, Ecuador y los locales. Nuestro representativo ganó los cuatro encuentros y fue campeón. En esa Selección se destacaron dos surgidos de acá: el chueco García, que convirtió el gol para vencer a Chile en el último partido, y Marvezzi, que le metió cinco a Ecuador. A todo esto, Central intentaba reforzarse incorporando a jugadores provenientes del Molinas: el joven Waldino Aguirre de Central Córdoba, y José Casalini, un “half” derecho también del conjunto de Tablada. Federico Monestés en cambio, otro valor surgido de la cantera charrúa, pasó a Boca y poco después suplió con goles la ausencia de Jaime Sarlanga.

      El 23 de marzo, en un amistoso que enfrentó a Newell’s y Nacional de Montevideo, se formó por primera vez el tan mentado ataque compuesto por Alberto “la bruja” Belén, José Cantelli, René Pontoni, Mario Morosano, y Juan Silvano Ferreyra. Un quinteto que, tal como la máquina de River, no duró mucho inalterable, pero que con ligeras variantes pudo ser disfrutado varios años. En 1941 hizo estragos por primera vez. Aquel debut ya auguraba grandes éxitos: fue victoria 5 a 2 sobre los tricolores. Mientras tanto, el éxodo de jugadores rosarinos no cesaba. Central transfirió a Constancio Rivero a Independiente. Newell’s le vendió a Félix Díaz a Racing. Roberto Gayol se fue a Tigre y Norberto Pairoux a Atlanta. El 30 de marzo, día en el que se cumplían 36 años de la fundación de la Liga Rosarina, comenzó el torneo de AFA. Newell’s debutó con el pie derecho: goleó 5 a 1 a San Lorenzo en el parque; Central en cambio tuvo un traspié en Capital, perdió 3 a 0 ante Huracán.

      El 19 de abril una noticia enlutó al mundillo futbolero: había fallecido José “Pinoto” Viale, el notable puntero izquierdo de Newell’s que descollara durante los primeros años del Siglo XX. En el Torneo Ivancich el campeón fue Central Córdoba. Su equipo base formaba con Molina; Cossio y Papetti; Villalba, Barroso y Vacca; Yagish, Gallardo, Dávila, Francisco de la Mata y José López. El 7 de junio se definió el torneo en Tablada. Los azules jugaron la última fecha contra Central, que venía invicto y también tenía chances de campeonar. Esa tarde hubo 8.000 personas en la cancha y ganó Córdoba 5 a 2.

      El Molinas comenzó el sábado siguiente. Tomaron parte los mismos nueve clubes que jugaron el Ivancich: Newell’s, Central Córdoba, Central, Provincial, Argentino, Belgrano, Tiro Federal, Atlantic Sportsmen, y Sparta. De hecho esas fueron las posiciones finales. El título se definió el 2 de noviembre en la última fecha. Córdoba venía puntero pero quedaba libre, Newell’s venía segundo (1 punto por debajo) y jugaba contra Tiro. Al rojinegro sólo le servía ganar para coronarse y lo logró. Fue 1 a 0 con gol de Dorado. A la afición charrúa (que concurrió al Parque para hinchar por los tirolenses) le quedó el consuelo de que su equipo fue el más goleador del Torneo con 58 conquistas.

      El 19 de junio Rosario se presentó en el Centenario para enfrentar a Uruguay. El combinado de nuestra ciudad formó con Di Marco (Arg); Cossio (CC) y Anderé (Arg); Villalba (CC), Rezzoagli (Arg) y Fernández (Sparta); Gayol (NOB), Casagrande (Arg), Vidal (Arg), Scalona (Prov) y López (CC). Como se ve, todos valores del torneo de la rosarina. Los orientales dieron cuenta del selectivo de nuestra ciudad con un cómodo 3 a 0. Un mes después los orientales visitaron nuestra ciudad y ahí sí se impuso el rojiblanco equipo local. Fue un inobjetable dos a cero con goles de Casagrande y Heredia. En comparación con el primer partido, Rosario había agregado a cinco futbolistas de Ñuls y Central para reforzar sus líneas.

      El primer clásico de la ciudad (correspondiente al torneo de AFA) se jugó en Arroyito en la fecha 13. Con gol de René Pontoni ganó Newell’s 1 a 0. A la revancha (faltando dos jornadas para la finalización del torneo), Newell’s llegaba peleando arriba y Central muy alicaído y enredado en los últimos puestos. El resultado fue el previsible: 5 a 0 para los del Parque Independencia con tres de Morosano y dos de Pontoni. En las 3 primeras temporadas jugadas en AFA (del 39 al 41), el rojinegro recaudó más que el auriazul. Seguramente como consecuencia de sus mejores campañas.

      El 31 de agosto Newell’s recibió a Racing e inauguró las plateas de hierro en reemplazo de las de madera. El pueblo ñulista vivió ese día una tarde de festejos ya que obtuvo un triunfo (por 1 a 0) que le permitió acceder del cuarto al tercer lugar de la tabla. Central se hundió aún más en su lucha por no descender y tuvo que viajar a Banfield para decidir su suerte. Un lapidario 4 a 2 del taladro mandó al equipo rosarino a la segunda división del fútbol argentino por primera vez. En el plano local, Provincial inauguró su edificio ubicado sobre Av. 27 de Febrero y el Club Fisherton también habilitó un local propio.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1941

      • Sr. Jorge Ferri

        Sr. Jorge Ferri

        1. 1941 - 1942

      Campeones de la Rosarina en 1941

    • Año 1942

      Reseña del año

      El presidente de la ARF, electo el 21 de abril, fue ese año Miguel Llauró. Los directivos de Central ejercieron gran presión para revertir en los escritorios lo perdido en la cancha. Enviaron esquelas a Ramón Castillo hijo, Presidente de AFA y al mismísimo Agustín Justo, Presidente de la Nación, para que interpusieran sus buenos oficios e interviniesen en favor de la entidad de nuestra ciudad. La AFA, sin embargo, decidió mantener el sistema de ascensos y descensos utilizado hasta entonces. Lo anecdótico y sorprendente (un detalle que marca a las claras lo distinto de aquellas épocas), es que el delegado de Newell’s en AFA, Manuel González, formuló una extensa exposición refiriéndose a los méritos deportivos de Central, por los cuales, según él, merecía permanecer en Primera. Apoyo éste que hoy en día resultaría imposible tan solo imaginar.

      Del 9 de enero al 7 de febrero se disputó en Uruguay una nueva edición del Torneo de Selecciones más antiguo del mundo, la Copa América. Además de los dueños de casa participaron Argentina, Brasil, Paraguay, Perú, Chile y Ecuador. El combinado nacional, en el que fue titular Angel Perucca (apodado “El portón de América”), debió soportar en cada presentación una cerrada desaprobación del público charrúa que siempre alentaba a nuestros rivales. Aún así Argentina logró ganar los cinco partidos iniciales y llegar al último, justamente ante los celestes, invicto y en igualdad de condiciones. En él, la Selección cayó derrotada por la mínima diferencia y debió resignarse al subcampeonato. Por los nuestros jugaron, además de Perucca (titular inamovible), Heredia de Central y Ferreyra de Newell’s.

      El 22 de marzo en cancha de Ferro se vieron las caras Newell’s y River, por la Copa Ibarguren. En los de Núñez ya jugaba la famosísima línea de medios compuesta por Yácono, Rodolfi y Ramos; y arriba empezaba a tomar forma “la máquina”: Muñoz, D’Alessandro, Pedernera, Labruna y Deambrosi. El último en ingresar a aquel memorable quinteto (que jugó junto tan sólo 18 partidos) fue Loustau, ya que Moreno, que aquí es el otro ausente, ya había debutado en River en agosto del 35. En definitiva, ganó el millonario 3 a 0 y convirtió todos sus goles en el primer tiempo. El rojinegro, cabe aclarar, estuvo compuesto completamente por los futbolistas que ganaron el Molinas. El árbitro fue Eugenio Braunn, que no cobró en el complemento un claro penal por mano de Vaghi.

      Fue la última edición de la Copa Ibarguren que protagonizaron durante años los campeones de Rosario y Buenos Aires. En junio de esa temporada el Consejo Directivo de AFA decidió que en lo sucesivo el trofeo sería disputado por el campeón del torneo de primera de AFA y el combinado de la liga que ganase el Campeonato Argentino. Cuando no se realizase dicho certamen –aclaraba el documento– el Consejo decidiría qué equipo tomaría su lugar. Fue una determinación que impactó negativamente en los rosarinos ya que la Copa Ibarguren era un incentivo muy grande para el campeón local y todos querían jugarla.

      A todo esto seguía la venta indiscriminada de jugadores. Argentino transfirió a su zaguero Raúl Anderé a Racing y a su centrodelantero Mario Casagrande a Tigre. Central Córdoba hizo lo propio con Francisco de la Mata (hermano de “Capote”), quien recaló en San Lorenzo. Newell’s le vendió a “la bruja” Belén a Platense y desarmó así su magnífica delantera. En contrapartida trajo a dos paraguayos, Grange y Escobar. El torneo de AFA comenzó el 5 de abril y Newell’s debutó con Huracán en Parque de los Patricios. Ganó “el globito” 4 a 1 demostrando ser un equipo muy poderoso. Masantonio, Baldonedo y Norberto “Tucho” Mendez, eran sus figuras. Para el final de la primera rueda del torneo, River lideraba a seis puntos de San Lorenzo y Estudiantes, y a siete de Newell’s y Huracán.

      En segunda división en tanto, Central realizó una buena campaña desde el primer momento y se mantuvo siempre en los puestos de vanguardia. La pelea más encarnizada la sostuvo con Vélez, Argentinos Juniors, Defensores de Belgrano, All Boys y Excursionistas. Otros equipos que participaban eran Quilmes, Chicago, Temperley, Talleres y Unión. De este campeonato de ascenso tomaron parte 17 equipos, dieciséis aún existentes y uno, Sportivo Alsina, desaparecido (equipo de casaca rojiverde que había sido campeón de tercera en el 41 y había ascendido). El conjunto de nuestra ciudad era acompañado a todos lados por su fiel parcialidad. El 14 de junio, en ocasión de un partido ante Unión (que de ganar le podía significar la punta en soledad al auriazul), una verdadera multitud viajó a Santa Fe. Se sacó un tren especial cuyo boleto costaba $ 4 y la gente respondió. Los jugadores también. Central ganó 5 a 0 y quedó como único líder.

      El Torneo Gobernador Molinas comenzó el 18 de abril. Poco después, arrancó el de tercera división, campeonato que ganaría Tiro Federal y al cual se sumaron varios equipos de localidades vecinas. Unión de Alvarez, Atlético Funes y Talleres de Villa Diego entre otros. El 25 de mayo en cancha de River, Argentina y Uruguay se midieron por una edición más de la Copa Newton. La nacional formó con Gualco (FCO); Salomón (RA) y Alberti (H); Yácono (RP), Perucca (NOB) y Arnaldo (SL); Muñoz (RP), Moreno (RP), Pontoni (NOB), Martino (SL) y Enrique García (RA). Equipazo conducido por Stábile que ganó 4 a 1 (con 2 goles de Pontoni y 1 de Martino), y que convocó a más de 40.000 personas en el estadio.

      El 31 de mayo Central le ganó 5 a 4 a Newell’s por el Molinas en un verdadero partidazo. Ahí no sólo le quitó el invicto sino que le sacó 4 puntos de ventaja. Al día siguiente se jubilaba Harry Hayes del F.C. Central Argentino, luego de prestar servicios durante 30 años en la empresa. A principios de septiembre el auriazul se quedó con el Molinas. Perdió el invicto en el último partido ante C. Córdoba (1-2). Su equipo formaba con Héctor Ricardo (que años después llegó a vestir la casaca nacional); Pedro Perucca y Ricardo Hussein; José Casalini, Nicéforo Fernández y Adolfo Santiago; Elmo Tissera, Acevedo, Humberto Maffei, Víctor Vachet y Aníbal Maffei. Newell’s terminó segundo, Belgrano tercero y Central Córdoba cuarto.

      El 9 de agosto Sparta abrió las puertas de su nueva sede en José Ingenieros al 1100 y poco después, Tiro Federal hizo lo propio en Ocampo 1748. Además, inauguró una cancha de fútbol en Moreno y 27 de Febrero. La ya mítica cancha “del tanque”, conocida así por la proximidad de un gigantesco tanque propiedad de Agua y Energía. El 13 de septiembre se jugó en el Parque un partido que despertó tanta expectativa que acabó reuniendo la mayor cantidad de público desde el advenimiento del profesionalismo. Newell’s recibía a la máquina de River. Los de la banda roja acumulaban una sola derrota en 35 encuentros. La recaudación lo dice todo: $ 43.128. Si se toma en cuenta que los menores pagaban 50 centavos y los mayores 1 peso, sumado a los colados (que los había también por entonces) periodismo y dirigentes, hay que llegar a la conclusión que esa tarde hubo alrededor de 50.000 personas en el Estadio.

      Pontoni y Morosano pusieron en ventaja a Ñuls. Tras una ofensiva sostenida, River llegó al descuento a través de un gol en contra de Reynoso. Se temió por el empate, pero el rojinegro aguantó el resultado y consiguió así uno de los triunfos más resonantes de su historia. Por la jerarquía del rival y la trascendencia que había adquirido aquel duelo.

      En una encuesta auspiciada por los cigarrillos “Nobleza” se votó a los mejores jugadores de cada puesto en el torneo de AFA. De los cinco hombres de ataque elegidos, cuatro pertenecían o habían surgido de Rosario: Belén (Platense) ex Newell’s, Pontoni (santafesino jugador rojinegro), Martino (San Lorenzo) ex Belgrano de nuestra ciudad, y Enrique García (Racing) otro santafesino ex Central. Además, Martino y Pontoni fueron los máximos artilleros del campeonato.

      Central fue campeón de la B tras una gran campaña. Le sacó 8 puntos de ventaja a Excursionistas, su escolta, y convirtió 110 goles en 30 partidos. Logró el único ascenso disponible, y en su reemplazo bajó a segunda Tigre. Su formación base era la siguiente: Martínez; Lezcano y Dezorzi; Santiago, Rivero y Fogel; Antonio Vilariño, Luis Izaga, Humberto Maffei, Ángel De Cicco y Ernesto Vidal. El Ivancich de ese año lo definieron Central Córdoba y Argentino el primero de noviembre y lo ganó el charrúa por 4 a 2.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1942

      • Sr. Jorge Ferri

        Sr. Jorge Ferri

        1. 1941 - 1942
      • Foto no Disponible

        Sr. Miguel Llauró

        1. 1942

      Campeones de la Rosarina en 1942

    • Año 1943

      Reseña del año

      Mientras Europa y el mundo se conmovía por las bombas y las atrocidades de la segunda guerra mundial, en nuestro país el fútbol seguía su marcha inalterable. Durante los meses de enero y febrero se disputó una vez más el Torneo Internacional Nocturno con la participación de 8 equipos. Peñarol, Nacional, Racing, Independiente, San Lorenzo, Huracán, Boca y Newell’s. Salvo el reciente campeón del fútbol argentino, River, participaron todos los grandes del Río de la Plata. Newell’s se coronó campeón, demostrando una vez más el altísimo nivel del fútbol nuestro. Segundo terminó Boca y tercero Independiente. Los rojinegros formaron casi siempre con el peruano Juan Honores; Néstor Gilli y Juan C. Sobrero; Antonio Carlucci, Angel Perucca y Carmelo Reynoso; Juan C. Cámer (llegado de Tigre poco antes), José Cantelli, René Pontoni, Mario Morosano y Juan Silvano Ferreyra. Una justa coronación para un equipo que merecía quedar en la historia. Fue un torneo que atrajo muchísimo público y que suscitó la mayor recaudación en el choque Ñuls-Boca.

      En marzo fue elegido Presidente de la Asociación Rosarina de Fútbol el Dr. Emilio Sotelo. Sin embargo el dirigente dimitió poco después y aunque la Comisión Directiva lo instó a seguir, Sotelo confirmó su renuncia. El Vice, Hugo Buffetti, fue quien se hizo cargo de los destinos de la institución. El día 10 de ese mes, en una reunión de Comité Ejecutivo, la ARF se expidió en relación al pedido del club Central Córdoba para participar de los torneos de ascenso organizados por AFA. La Rosarina le concedió el permiso y Córdoba debutó el 17 de abril venciendo 1 a 0 de visitante a Almagro con gol de Telmo Collins. En esos años había un solo ascenso a primera, y naturalmente, un solo descenso a la B. El charrúa arrancó peleando arriba en las primeras fechas, pero luego se fue cayendo. La argumentación del club para justificar dicha solicitud decía que a partir del alejamiento de Central y Newell’s en el año 39 “el público se ha desinteresado de los torneos locales notablemente y se ha alejado casi por completo de nuestras canchas. Esto le ha ocasionado graves trastornos financieros a las entidades que han seguido participando aquí y hoy las recaudaciones no alcanzan para solventar los gastos mínimos”. Sin dudas un pedido atendible.

      El 4 de abril Argentina y Uruguay se enfrentaron en el Centenario. Entre los titulares del Seleccionado nacional hubo esa noche 5 jugadores de Newell’s, uno de los equipos más poderosos del momento. Hacía años que la divisa albiceleste no se retiraba gananciosa de Montevideo y en esa ocasión pudo lograrlo. Fue un ajustado 1 a 0, con gol del “conejo” Cantelli y una notable actuación de otro rojinegro, Sobrero.

      El 28 de ese mes comenzó el torneo de primera y Central festejó su vuelta al círculo superior con una victoria en Arroyito, 2 a 0 sobre Atlanta. Newell’s empezó tibio, y apenas logró igualar 1 a 1 en su visita a Chacarita. El 7 de mayo el diario La Capital publicó en sus páginas que tras una reunión en Buenos Aires, los directivos de River, Boca, Racing, Independiente, San Lorenzo y Huracán, habían decidido incorporar a Newell’s al bloque de los clubes denominados “grandes”. La noticia agregaba que se habían tenido en cuenta sus antecedentes desde que ingresó en AFA, y que “los resultados lo colocan en pie de igualdad con los más poderosos”. El reciente éxito de la lepra en el Torneo Internacional Nocturno, la destacada actuación de sus jugadores en la selección, y la inteligente gestión de su Presidente (Vicente Pomponio) en Buenos Aires, hicieron posible esta consideración.

      El 15 de mayo comenzó el Torneo Ivancich organizado por la Asociación Rosarina. Participaron en él los mismos nueve clubes que venían jugando habitualmente. En las dos primeras fechas ganaron Central, Newell’s, Belgrano y Provincial y picaron en punta. En ese mes también empezaron los torneos de tercera, cuarta especial, cuarta común, y quinta, que la ARF solía organizar cada año. Por entonces Provincial ya era una institución con muchísima vida social. Festejando su 40 aniversario se organizaron torneos de pelota, tenis, básquet, patín, atletismo, y bochas, entre otras tantas disciplinas.

      En el primer equipo de Central debutó ese año Rubén Marracino, wing izquierdo santafesino de endiablada gambeta, y también el defensa Roberto Yebra, otro representante de la capital provincial que reemplazó a Pedro Perucca en la zaga. Estos nombres se vinieron a sumar a un plantel más que interesante en el que entre otros, brillaba Rubén Bravo, centroforward de espléndido cabezazo, muy querido por la hinchada. El recordadísimo equipo de Central en ese torneo del 43 estuvo compuesto por: Héctor Ricardo; Roberto Yebra y Rodolfo Dezorzi; José Casalini, Constancio Rivero y Alfredo Fogel; Bernardo Vilariño, Antonio Funes, Rubén Bravo, Waldino Aguirre y Rubén Marracino. Los del parque solían saltar a la cancha con: Honores; Garbagnoli y Sobrero; Nieres, Perucca y Escobar (o Reynoso); Cámer, Cantelli, Pontoni, Fiore y Ferreyra. En ocasión del clásico, máximo acontecimiento deportivo de nuestra ciudad, se alcanzó la notable recaudación de $ 41.407 (la sexta más alta de todo el torneo). Fue en la última fecha y la expectativa era tan grande porque en el 42 no se habían enfrentado. El único gol del partido lo convirtió Saturnino Funes para Central y de ese modo el canalla logró terminar la primera rueda como único escolta, a un punto del líder River. Lamentablemente para la “falange auriazul”, su equipo no logró sostener la campaña en la segunda mitad del torneo y se fue desdibujando paulatinamente hasta terminar noveno.

      El 26 de junio comenzó el Torneo Comercial, campeonato que por primera vez era organizado por la Asociación Rosarina de Fútbol. Lo jugaron 10 equipos: Club Policial, Unión Telefónica, Diario La Capital, La Comercial de Rosario, y el Club Municipal entre otros. La definición llegó bien sobre fin de año. El 19 de diciembre se jugó una final-desempate entre los que terminaron igualados en el primer puesto: La Florida y S.E.R. Durante el torneo La Florida había ganado los dos partidos, sin embargo en el cotejo decisivo, que se llevó a cabo en cancha de Newell’s, ganó S.E.R (Sindicato Eléctrico de Rosario) por 2 a 0 y fue campeón.

      En el mes de julio en tanto, la Selección Nacional venció 5 a 0 a Paraguay por la Copa Chevallier Boutell. La revancha, jugada en Asunción, favoreció a los guaraníes por 2 a 1 pero no les alcanzó para quedarse con el trofeo. En la última fecha del Ivancich. Provincial le ganó 5 a 2 a Atlantic Sportsmen y Newell’s 4 a 2 a Sparta. Con esos resultados Provincial y Newell’s igualaron el primer lugar y tuvieron que disputar un partido desempate. Los rojos ya se habían quedado con el Torneo de 1939, los rojinegros en cambio todavía no lo habían ganado. En este campeonato, cabe agregar, Central y Newell’s animaron un muy emotivo 3 a 3 en la 6ta. fecha. Lo cierto es que el primero de agosto Azurro; Córdoba y Garbagnoli; Lizardo, Nieres y Reynoso; Pessarini, Cantelli, Estrella, Scliar y Calanchini fueron los que saltaron a la cancha por Ñuls y estamparon un contundente 4 a 0 que le permitió a la institución fundada por Don Isaac Newell levantar la Copa Ivancich por primera vez, y terminar invictos en la competición.

      El Torneo Molinas del 43 tuvo once participantes, los nueve tradicionales y dos nuevos: Argentino de San Lorenzo y Aprendices Casildenses. Ambos jugaron con una precaria habilitación de sus respectivas ligas. Los dos arrancaron perdiendo en la primera fecha. Aprendices en Casilda 3 a 1 ante Sparta, y Argentino (SL) 8 a 0 ante Newell’s. Sin embargo, pese a ese cachetazo inicial, los sanlorencinos terminarían redondeando una más que digna campaña.

      Hacia fines de agosto se disputó en Buenos Aires un partido entre los combinados de Capital y Provincia. En el primero actuaban jugadores pertenecientes a clubes de Capital, aunque en muchos casos fueran rosarinos (como Reinaldo Martino y Francisco de la Mata que jugaban en San Lorenzo); mientras que en el segundo no sólo había hombres de Racing, Independiente, Lanus y Gimnasia, sino también unos cuantos de Newell’s y Central que hacían las veces de refuerzo (Dezorzi, Pontoni y el torito Aguirre por ejemplo). Capital ganó 5 a 3 en un espectáculo sin precedentes que terminó siendo una constelación de estrellas sobre el terreno de juego.

      El 23 de septiembre el Club de Regatas Rosario inauguró su sede. El 12 de diciembre Central obtuvo el Molinas. Fue un torneo que tuvo una variante en relación a los anteriores. Los 11 equipos jugaron todos contra todos la primera rueda, pero concluida ésta se eliminó a los últimos 5 y se dejó a los 6 mejores. Así es que fueron 15 partidos para los que accedieron a la etapa final. Los auriazules ganaron 9, empataron 3 y perdieron 3, y terminaron un punto arriba de Argentino de San Lorenzo y Newell’s, sus escoltas. Cuarto quedó Tiro Federal y más atrás Belgrano y Provincial. El conjunto sanlorencino, que terminó invicto en su cancha, llegó con chances a la última jornada pero no pudo vencer a Tiro (empató 1 a 1) y debió conformarse con el segundo puesto. Por último, los títulos en Cuarta especial y Cuarta común fueron para Central Córdoba.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1943

      • Dr. Hugo Buffetti

        Dr. Hugo Buffetti

        1. 1943

      Campeones de la Rosarina en 1943

    • Año 1944

      Reseña del año

      El 15 de enero comenzó a disputarse el torneo nocturno, ya común cada verano. Participaron diez equipos, los seis grandes de Buenos Aires más Estudiantes, Central, Newell’s, y Peñarol de Montevideo. Se dividió en dos zonas y los ganadores de cada una de ellas, en este caso River y Central, se enfrentaron en el Gasómetro para definir al campeón. El cabezón D’Alessandro, oriundo de Arroyo Seco y ex jugador canalla, metió los dos goles con los que “el millonario” se impuso 2 a 0 y pudo levantar la Copa en su edición 1944. “No hay peor astilla que la del mismo palo” fue la frase más oída por esos días.

      Un terrible terremoto azotó a San Juan dejando el nefasto saldo de 800 personas muertas y 4.000 heridas. El sismo había destruido también el 90% de las viviendas, por lo cual los sobrevivientes debieron acampar en las calles de la ciudad. Coherente con su habitual afán solidario, la Asociación Rosarina de Fútbol organizó un partido amistoso a fin de reunir fondos para las víctimas de la tragedia. Por un lado se armó un combinado integrado por Torrezán; Tigero y Tonelli; Barroso, Sánchez y Paniza; Gauna, Drovandi, López, Fernández y de Vita. Y por otro, se mezcló a los mejores hombres de Central y Newell’s, formación que alineó a: Juan Elías Musimessi (arquero que aún no había debutado en el primer equipo de Ñuls); Córdoba y Herrera; Santiago, Nieres y Escobar; Tissera, Micci, Hayes, Giménez y Pessarini. Ganaron éstos últimos 4 a 1 con tres goles de Hayes y uno de Tissera. Además, hubo un partido entre veteranos (entre los cuales estaba Peruch, Libonatti, Cochrane, Sarasibar y Chabrolin).

      Newell’s ganó unos cuantos encuentros durante esa pretemporada. Venció 3 a 0 a Ferro y 4 a 0 a la Liga Paranaense. Sin embargo, antes de que comenzara el campeonato oficial de AFA su técnico, Adolfo Celli, renunció a su cargo. El Presidente Pomponio a su vez, declaró intransferible a Pontoni, que por entonces era pretendido por Peñarol de Montevideo. El 7 de marzo asumió como presidente de la ARF el señor Ángel Isern. José Martín Olaeta era el Síndico de esa Comisión. El 15 de abril el que vivió su gran fiesta fue precisamente Argentino. En ocasión de su debut en los torneos de ascenso organizados por AFA, inauguró su estadio de Sorrento y Víctor Mercante. Los terrenos habían pertenecido al mencionado Olaeta y por ello recibió su nombre el flamante reducto. El albo recibió esa tarde a All Boys y empató 2 a 2. Formó con: Balducco; Virginio y Anderé; Dioses, Maurino y Poletti; Negro, Trincherri, Cóllere, Casagrande y Amoedo. Los goles fueron convertidos por Trincherri y Casagrande.

      No fue el salaíto el único club que había solicitado permiso para jugar en AFA. También Tiro Federal optó por esa alternativa. Los albicelestes jugaron en Moreno y 27 de Febrero ante Gimnasia y Esgrima de La Plata y perdieron 5 a 2 en su debut. Formaron con: Aguirre; Cardona y Zanazzi; Barbieri, Hernández y Carugno; Razzari, Blanco, Pisani, Drovandi y De Vita. De este modo, eran tres los representantes rosarinos en el torneo de ascenso nacional, ya que Central Córdoba había hecho punta durante la temporada anterior, y en el debut, ese 15 de abril, había perdido 3 a 1 con Nueva Chicago.

      En lo que a ventas y refuerzos se refiere, Curuchet, de Central Córdoba, pasó a Vélez, y Vitantonio de Belgrano de nuestra ciudad a Atlanta. Sin embargo, fue Newell’s el que por lejos más vendió. Transfirió a José Cantelli en $ 18.000 a Platense. Vendió a su arquero Juan Honores, también al calamar. Los de Vicente López incorporaron a Dorado, un ex ñuls que se había ido a Chacarita en el 43. La lepra no cesó allí sus ventas: se desprendió de Mario Morosano que fue a River (aunque allí jugó muy poco), del “piojo” Franco que desembarcó en Chacarita, y de Isaac Scliar que recaló en Vélez a cambio de $ 12.000.

      El torneo superior de AFA comenzó el 16 de abril. Ese mismo día empezó el Torneo Ivancich. Central le ganó a Córdoba, Newell’s a Atlántic Sportsmen, Tiro Federal a Sparta y Argentino a Provincial. Libre quedó Belgrano. El 29 de ese mes el salaíto le ganó a Gimnasia de La Plata por el torneo de ascenso y quedó segundo. El 27 de mayo comenzó el Torneo Comercial que puso en juego la Copa “La Comercial de Rosario”.

      El 11 de junio se jugó el clásico en Génova y Cordiviola. Cinco días después del desembarco de los aliados en las playas de Normandia, por entonces ocupada por la Alemania Nazi. Un hecho histórico de la Segunda Guerra Mundial. Pese a que Rosario Central puso en cancha a sus mejores hombres y Newell’s estaba bastante desmembrado por la sangría de jugadores sufrida, el visitante se impuso por 3 a 1. El desencanto del público canalla fue muy grande porque desde que ambos jugaban en AFA no le habían podido ganar a Newell’s en Arroyito. La parcialidad auriazul entendía que era una oportunidad inmejorable para cortar esa racha adversa, pero no pudo hacerlo sino hasta la temporada siguiente.

      Una semana después el auriazul tuvo su revancha. Con goles de Rubén Bravo y Alfredo Fogel le ganó 2 a 0 como visitante al hasta ahí puntero e invicto Independiente. El Ivancich del 44 tuvo un final apasionante. A la última fecha llegó Newell’s con 11 puntos, Tiro Federal y Central con 10, y los rojinegros tenían que enfrentarse con los albicelestes. Cualquiera podía ser campeón. Sin embargo el que se consagró fue el elenco del Parque que venció 4 a 3 a Tiro en un partidazo. Central, que en ese torneo había perdido el invicto precisamente ante Newell’s, tenía que ganarle al flojo Atlantic Sportsmen y esperar. No obstante, apenas pudo empatar 0 a 0.

      El 1° de julio arrancó el Molinas con una novedad: se incorporó a un décimo equipo, Argentino de San Lorenzo. Además se armó una segunda división (que ganó Newell’s) con los segundos equipos de los clubes grandes e instituciones de menor envergadura como Saladillo, La Florida, Unión de Alvarez y Unión de Arroyo Seco. En aquel invierno Newell’s distinguió como socios vitalicios a los 3 hijos de Hermenegildo Ivancich, ex presidente del club.

      El 9 de julio un grupo de personas vinculadas al Mercado de Abasto fundaron el Club Social y Deportivo Pleamar, institución que años después sería famosa por su participación en la Liga Comercial. El 22 de ese mes el vicepresidente de la Nación, Coronel Juan Domingo Perón, llegó a la ciudad y congregó a los obreros para un discurso en el estadio de Newell’s. La Rosarina suspendió la fecha completa por su llegada. A mediados de agosto se realizó un nuevo partido entre rosarinos y porteños en nuestra ciudad. El triunfo correspondió a Buenos Aires que se impuso con justicia por 3 a 0. En ese entonces en las jornadas domingueras de Rosario podían verse tres partidos. Primero el cotejo que el club local (Newell’s o Central) jugaba ante algún rival por el Torneo Molinas, luego el partido de tercera de AFA, y recién después el de primera.

      La revancha del clásico fue el 8 de octubre y acabó siendo un empate en uno gracias a las conquistas de Olivares (RC) y Pontoni (NOB). En el Campeonato de AFA Central tuvo una última fecha desagradable. Perdió 7 a 3 con Platense y seis de los goles del marrón fueron convertidos por ex jugadores de Newell’s. Tres de Cantelli, uno de Belén y dos de Dorado. La lepra tampoco cerró el torneo bien. Cayó 5 a 3 ante River que fue segundo detrás de Boca. El que descendió fue Banfield y el que subió Gimnasia de La Plata. De los rosarinos el que hizo mejor campaña en el ascenso fue Argentino que terminó octavo. Ese año hubo dos Torneos Comerciales. El primero lo ganó S.E.R al igual que en la temporada del 43, y el segundo (a dos ruedas) Molinos Río de la Plata. En noviembre llegó a su fin el torneo de Cuarta Especial que ganó nuevamente Central Córdoba.

      El Molinas quedó por primera vez en poder del salaíto, que con 31 puntos terminó por encima de Newell’s (30), Central Córdoba (23), Central (19), Argentino de San Lorenzo (18), Provincial (17), Atlantic Sportmen y Belgrano (13), Tiro Federal (10) y Sparta (5). El campeón era dirigido por Gerónimo Díaz y su equipo base formaba con: Di Marco; López y Yuerin; Dioses, Maurino y Carmona; Quinteros, Vidal, Cólere, Ballestrieri y Fava. También supieron estar Mujica, Carmona, Pereyra, y Pistone.

      El 28 de diciembre se jugó en cancha de San Lorenzo una edición más del eterno duelo “Buenos Aires-Rosario”. Esta vez el que festejó fue el conjunto de nuestra ciudad, que no ganaba la Copa Culaciatti desde hacía varios años. El “torito” Aguirre y Juan Silvano Ferreyra (un exponente auriazul y otro rojinegro) señalaron las conquistas que sellaron el 2 a 1 final. En el equipo “porteño” se alistaron cuatro rosarinos: Martino, de la Mata, Perucca y Pontoni, estos últimos, pese a que aún jugaban en clubes rosarinos, vistieron la casaca albiceleste a fin de ensayar con sus compañeros de Selección que se aprestaban a viajar a Chile para jugar la Copa América.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1944

      • Sr. Angel Isern

        Sr. Angel Isern

        1. 1944 - 1945
        2. 1948 - 1949

      Campeones de la Rosarina en 1944

    • Año 1945

      Reseña del año

      1945 fue un año brillante a nivel técnico y por la calidad de jugadores. Altísimas recaudaciones (en San Lorenzo-River se alcanzó la cifra récord de $ 80.100) y la entrada popular seguía costando un peso. El bicampeón nacional Boca integró una línea media de lujo con Sosa, Lazzatti y Pescia, sin embargo perdió el cetro a manos de su archirival River. Los rosarinos terminaron ubicados en mitad de tabla y entre las máximas figuras de ese torneo se puede mencionar a Pío Corcuera, Mario “el atómico” Boyé, Rinaldo “Mamucho” Martino, Severino Varela, Ángel Amadeo Labruna y Adolfo Pedernera. El que perdió la categoría fue Gimnasia, que en la última fecha cayó derrotado nada menos que ante Estudiantes. Central en esa última jornada debió enfrentar a otro que peleaba por no descender, Chacarita, con el cual perdió 4 a 2. Traspié que acabó siendo el comienzo de una estrecha amistad entre ambas parcialidades.

      En materia futbolística el año se abrió bien temprano, el 6 de enero, con un triunfo rosarino sobre Uruguay. Fue en el Parque Independencia y el combinado nuestro estuvo compuesto por cinco jugadores de Newell’s, cinco de Central y uno de Argentino, Mario Casagrande, precisamente el que le dio la victoria con su gol en la etapa complementaria. Dos a uno para la albiroja que había abierto el marcador por intermedio de Humberto Fiore y había presentado a baluartes como Yebra y Sobrero en el fondo, Fogel en el medio, y “el torito” Aguirre en la ofensiva. Entre los celestes estuvieron Máspoli bajo los tres palos, Obdulio Varela en el centro del campo, y Falero y Porta en el ataque.

      Durante enero la selección nacional también realizó una exitosa e intensa campaña. Le ganó la Copa “Chevalier Boutell” a Paraguay. En los dos partidos lo goleó y entre los titulares estuvieron el arquero Héctor Ricardo (de Central), Ángel Perucca y René Pontoni (de Newell’s). Luego ganó, de manera invicta, la Copa América realizada en Chile. Siete fueron los participantes y nuestro representativo terminó con 11 puntos, producto de 5 victorias y un empate (frente al local 1 a 1). Segundo terminó Brasil y tercero Chile. Los goleadores de la competencia fueron dos connacionales: Norberto “Tucho” Mendez y “el huevo” René Alejandro Pontoni. En el partido ante Uruguay se escribió otra página que enorgullece al fútbol rosarino: “el gol de América”. Así se denominó al histórico tanto que convirtió Reinaldo Martino. “Mamucho” eludió a todo el que se le puso delante en una jugada magistral que fue de izquierda a derecha y terminó con un toque suave, por sobre el cuerpo de Máspoli.

      El 16 de febrero Newell’s transfirió a Pontoni a San Lorenzo en $ 40.000 (y la cesión de 2 jugadores). También se desprendió de Fiore que fue a Racing por $ 17.300 (y el traspaso de Félix Díaz). La lepra a su vez trajo a Rafael López de Provincial de nuestra ciudad y a Emilio Baldonedo de Huracán, goleador que había lucido durante 10 años la casaca del globo marcando en ese lapso 167 goles. Central por su parte, vendió a Rodolfo Dezorzi a Boca en $ 60.000, y a Bernardo Vilariño (que recaló en Estudiantes), pero incorporó a Luis Bravo de Colón de Santa Fe.

      El primero de marzo Olaeta fue electo presidente de Argentino. El 10 Central goleó 5 a 1 a Boca en un amistoso cuya recaudación (en realidad $ 10.000 de ella) irían para el auriazul en parte de pago por el pase de Dezorzi. El 11 de ese mes Newell’s le ganó 4 a 0 a Gimnasia y el 25 cayó en Uruguay 3 a 2 ante Nacional en dos amistosos de pretemporada. El 12 de abril falleció el presidente norteamericano Franklin Roosevelt y asumió el vice, Harry Truman. Éste último fue el responsable de uno de los despropósitos más grandes de la humanidad: las bombas atómicas lanzadas, el 6 de agosto sobre Hiroshima, y el 9 de agosto sobre Nagasaki.

      Ese año muchos jugadores argentinos emigraron al fútbol mexicano. Entre ellos José Manuel Moreno, Ignacio Díaz, Luis Heredia, Miguel Rugilo, Isidro Lángara, Luis Menéndez y Bruno Rodolfi. El 22 de abril comenzó el Torneo de AFA y el Ivancich simultáneamente. Por el máximo torneo nacional Newell’s recibió en su cancha a River, y por el que organizaba la Rosarina visitó a Central en Arroyito. Fue una tarde grata para el rojinegro. Su primer equipo superó al poderoso conjunto de la banda roja por 3 a 2 con tantos de Raúl Micci, Mario Fernández y Félix Díaz. Su alineación alternativa venció a Central por 2 a 1 con goles de Boero y Chirico. El detalle más curioso de aquel día, lo brindan las recaudaciones de ambos encuentros. Mientras en el Parque Independencia quedaron en boleterías $ 21.800, en Génova y Cordiviola sólo $ 1.500. Y eso que era el clásico. Todo un indicio de la diferencia que ya se había establecido entre el Torneo de AFA y el Local.

      El 29 de abril se jugó en cancha de Central el gran clásico de nuestra ciudad correspondiente en este caso a la segunda fecha del torneo de AFA. El cotejo quedó en manos de Central y los goles fueron obra de Waldino Aguirre y Benjamín Santos de chilena. Previo al encuentro una firma comercial homenajeó con plaquetas a Yebra, Ricardo, Fogel y Perucca por su participación en la Copa América de Chile.

      En ese momento había registrados en Rosario 6.000 automóviles, 4.800 camiones, 5.000 vehículos de tracción a sangre, y 22.000 bicicletas. La formación base de Central en AFA era la siguiente: Ricardo; Yebra y Sabotig; Casalini, Rivero y Fogel; Francisco De Cicco, Benjamín Santos, Rubén Bravo, Waldino Aguirre y Rubén Marracino. También supieron estar los backs Julián y Armándola, los halves Santiago y Mello, y los delanteros Geronis y Vázquez. Newell’s en tanto solía presentarse con: Musimessi; Colman y Sobrero; Antonio Carlucci, Cayetano Nieres y Enrique Boero; Raúl Micci, Félix Díaz, Alfredo Runzer, Emilio Baldonedo y Juan S. Ferreyra. También jugaron Bustos, Reyes, Moyano y Fernández.

      El 17 de junio Newell’s obtuvo el “Torneo de Honor” organizado por la ARF. Así le llamaban por entonces al Ivancich, que era idéntico al Molinas pero en vez de jugarse a dos ruedas se disputaba a una. A la última fecha llegaron sólo dos equipos con chances: Argentino y Ñuls. El salaíto había ganado sus 8 partidos y sumaba 16 puntos, la lepra había empatado en la segunda fecha con Provincial y había ganado el resto. Tenía 15. Jugaron un domingo a la mañana en Sorrento y Víctor Mercante y se generó bastante expectativa porque los dos podían ser campeón. A la postre se impondría el rojinegro por 2 a 0, equipo que tuvo en Romano a su máximo artillero con 10 goles.

      El 30 de junio comenzó el Torneo Molinas. En julio el Club Policial inauguraba su local de calle Entre Ríos 251, el cual aún existe. El 13 de agosto, el emperador Hirohito aceptó las condiciones de rendición impuestas por los Aliados y se anunció, por fin, la conclusión de la guerra. De inmediato hubo festejos en todo el mundo. El 26 de ese mes se jugó aquí el segundo clásico del año. En esa oportunidad el triunfo quedó en manos del rojinegro, que con un bonito gol de Alfredo Runzer de emboquillada, ganó 1 a 0. Poco después (el 1° de noviembre) Newell’s volvió a vencer a Central. Fue 3 a 2 en un amistoso que puso en juego la Copa Colaboración. El dinero recaudado se donó entonces para el Monumento del General Las Heras, el cual fue inaugurado 20 días después en las adyacencias de la Plaza Las Heras. El torneo de AFA fue para River, Newell’s terminó en octavo lugar y Central duodécimo.

      El Molinas quedó en manos de Newell's, cuyo plantel base formaba con: Eusebio Chamorro; Colman y Córdoba; Arnaldo, Nieres y Lizardo; Enrique Pessarini, Félix Díaz, Raúl Micci, Buján y Giunnípero. Como se ve, había varios que jugaban en AFA y Rosarina. “La lepra” sumó 29 puntos y ganó 13 de sus 18 partidos. Idéntica campaña que Argentino, subcampeón con el que el rojinegro debió disputar una final desempate. Al igual que en el Ivancich, ambos se cortaron en la punta demostrando ser los mejores equipos locales. Newell’s fue el más goleador y Argentino el menos vencido. Bastante más atrás quedaron Provincial, Tiro Federal, Belgrano, Argentino de San Lorenzo, y el resto.

      El partido decisivo se jugó en Arroyito y terminó 0 a 0 en los 90 minutos. Recién en el tiempo suplementario los rojinegros pudieron desnivelar. De un corner de Pessarini llegó la única conquista señalada por Arnaldo. En cuarta especial el que campeonó fue el charrúa. Mientras que en el torneo de la B de AFA, hubo 21 equipos y Tigre fue el campeón que ascendió. Los rosarinos hicieron buenas campañas: Argentino terminó segundo a dos puntos del líder, Central Córdoba séptimo, y Tiro Federal décimo. Incluso el albo de Barrio Sarmiento era puntero a 4 fechas del final y el que le arrebató la ilusión fue el tirolense. En la cancha del tanque Tiro le ganó 4 a 2 con 4 tantos de Fiorella (figura descollante de la tarde) y “el salaíto” perdió el liderazgo a manos del matador de Victoria.

      Fuentes de información consultadas:

      * "Anales del fútbol rosarino", de Cipriano Roldán.
      * "Rosario, fútbol y recuerdos", de Oscar Armando Ongay.
      * Libros de Actas de la Asociación Rosarina de Fútbol.
      * Archivo de diarios locales, Hemeroteca de la Biblioteca Argentina "Dr. Juan Alvarez".

      Nuestro presidente en 1945

      • Sr. Angel Isern

        Sr. Angel Isern

        1. 1944 - 1945
        2. 1948 - 1949

      Campeones de la Rosarina en 1945

    • Año 1946

      Reseña del año

      Como ya venía siendo costumbre, la competencia para la Primera División de Rosario se dividió en dos torneos oficiales, el Hermenegildo Ivancich y el Gobernador Molinas. Sin embargo, ambos campeonatos tuvieron un mismo ganador: el Club Atlético Newell’s Old Boys. La entidad del Parque de la independencia, presidida en ese momento por Vicente Pomponio, también se alzó con el título en la división “Cuarta Especial”.

      Central Córdoba se quedó con el campeonato de Segunda, Rosario Central “A” ganó la Cuarta y Rosario Central “B” se quedó con la Quinta División.
      En el “Torneo de Honor”, como se conocía popularmente al Hermenegildo Ivancich, participaron ocho equipos, dos menos que la temporada pasada. En esa primera parte del año no participaron Argentino de San Lorenzo y Atlantic Sportmen. El torneo se realizó a una sola rueda y las posiciones fueron las siguientes: Newell´s Old Boys (14), Provincial (10), Argentino (8), Central Córdoba (8), Rosario Central (8), Tiro Federal (5), Belgrano (3) y Sparta (0).

      El primer partido se jugó el sábado 13 de abril, victoria de Rosario Central ante Belgrano por 1 a 0 con gol de Luis Bravo. Al día siguiente debutó Newell’s, quien venía de ganar las tres últimas ediciones del Ivancich. En el estadio José Martín Olaeta del club Argentino, los rojinegros vencieron a los locales por 2 a 0. La campaña de Newell's fue prácticamente perfecta. Ganaron el torneo de punta a punta sin perder un solo punto, con veintitrés goles a favor y solo tres en contra. Su delantero Miguel Pedro Martino fue el máximo goleador del torneo con ocho tantos. El sábado 18 de mayo, el Estadio de Arroyito fue sede del clásico de la 1ra. División de la ARF, entre Central y Newell’s. Un doblete de Alfredo Runzer y un gol del delantero cordobés Amable Raúl López, le dieron el triunfo por 3 a 1 a los visitantes, quienes de esa forma se aseguraron el título.

      Sucesos:
      El 23 de febrero se realizaron las elecciones presidenciales con el triunfo de la fórmula Perón - Quijano. En Rosario 68.536 votantes eligieron al binomio ganador, seguidos del Partido Demócrata Progresista con 25.167 votos. A fines de 1946 comienza el proceso de nacionalización de los trenes. El 17 de diciembre se firma el convenio por el cual el Estado Nacional adquiría los derechos de uso y desarrollo de las líneas ferroviarias a cargo de capitales franceses, incluidas la Compañía del Ferrocarril de Rosario a Puerto Belgrano y la Compañía Francesa de Ferrocarriles de Santa Fe.

      Torneo Gobernador Molinas:
      Para el inicio del Molinas, se reincorporó el Club Argentino de San Lorenzo. El conjunto albiazul de la histórica ciudad, fundado el 24 de marzo de 1918, participaba desde 1943 en los campeonatos de la ARF. El 8 de marzo dio inició la primera fecha con el partido más relevante, Newell's Old Boys enfrentando en su estadio a Rosario Central. Victoria rojinegra por 1 a 0, gracias al gol anotado por Amable López. Ese fue el primer paso que dio Newell's Old Boys para obtener el Torneo Molinas y de esa manera convertirse por segundo año consecutivo en bicampeón rosarino. Durante las dos ruedas, Newell's jugó un total de 16 partidos, en los cuales ganó once, empató cuatro y perdió solo uno, visitando a Argentino de Rosario el 13 de octubre (0-1).

      Las posiciones finales encontraron primero a Newell's Old Boys (26), Argentino (24), Central Córdoba (21), Rosario Central (21), Provincial (19), Tiro Federal (11), Belgrano (10), Sparta (8) y Argentino de San Lorenzo (4).

      Combinado Rosarino:
      El 11 de febrero se disputó en Montevideo el partido de ida por la Copa Asociación Argentina. La Selección Uruguaya venció 2 a 1 al Combinado Rosarino que formó con: Julio Musimessi (Newell’s); Santiago Armándola (Rosario Central) y Juan Carlos Sobrero (Newell’s); Roberto Martínez (Newell’s), Cesar Castagno (Rosario Central) y Manuel Galacho (Tiro Federal); Ernesto Ferreyra (Newell’s); Benjamín Santos (Rosario Central), Federico Geronis (Rosario Central), Juan Hohberg (Rosario Central) y Rubén Marracino (Rosario Central). El único gol rosarino fue convertido por Juan Hohberg, quien dos años después comenzaría una destacada carrera futbolística en tierras orientales. La revancha se jugó el sábado 15 de marzo en cancha de Newell's y nuevamente se impuso el once uruguayo. Transcurridos 65 minutos ganaba el Seleccionado Rosarino 1 a 0 con gol del notable defensor rojinegro, Ángel Perucca. Pero una tripleta de goles convertidos por Jose María Medina le dio el triunfo a los uruguayos y la obtención de lo que sería la última edición de esta Copa, que se venía disputando entre Rosario y Uruguay, con algunas interrupciones, desde 1912. Medina ese mismo año pasaría a integrar el plantel de Newell’s, siendo el segundo uruguayo que jugaba para los rojinegros en sus cuarenta y tres años de historia.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Rosario Central recibió el año nuevo disputando un amistoso en tierras extranjeras. El 1 de enero se enfrentó al Palmeiras de San Pablo en el Estadio Pacaembú, en lo que fue el segundo partido de la gira que se había iniciado un día antes por lo que por entonces eran los Estados Unidos del Brasil. Ese día Central cayó derrotado por 2 a 1, y luego de esa caída conseguiría tres triunfos consecutivos: ante Galicia, Vitoria y Bahía, todos equipos de la ciudad de Salvador, en el norte brasileño. Días después el plantel centralista bajó hasta el estado sureño de Minas Gerais para caer ante el Cruceiro por 1 a 0 y luego conseguir una gran victoria por 4 a 3 ante el Atlético Mineiro.

      El arquero Héctor Ricardo, el zaguero Roberto Yebra y el célebre delantero Rubén Bravo pasaron al Racing Club de Avellaneda por una cifra cercana a los $220.000. Otro que se alejó fue Constancio Rivero, quien llevó sus condiciones de excelente mediocampista al Club Tigre. Sin embargo, a pesar de no contar con jugadores tan relevantes, el andar de Rosario Central en el campeonato de primera división fue muy digno y cumplió la mejor campaña desde 1939, año en que había ingresado en los torneos de la Asociación del Fútbol Argentino. La jerarquía que todavía demostraban algunos “veteranos” como Alfredo Fógel, José Casalini o el mismísimo “Torito” Aguirre, se mixturó con la buena producción de jóvenes valores como Federico Geronis, segundo goleador del campeonato, Cesar Castagno y Osvaldo Pérez.

      Por el lado de los rojinegros del Parque de la independencia, la temporada de 1946 no dejó mucho hilo para cortar en cuanto al rendimiento futbolística. Tuvo una buena producción en la primera rueda del Campeonato de primera División de AFA, finalizando en la sexta colocación y con buenas producciones de local, tras resonantes goleadas ante Tigre, Vélez Sarsfield y Atlanta. Sin embargo, decayó su nivel en la segunda mitad del año y hubo un hecho que empalideció más esa pobre campaña.

      El 27 de octubre el club San Lorenzo de Almagro, a la postre campeón de ese año, visitó la cancha de Newell’s. Oscar Silva y el ex rojinegro René Pontoni anotan para la visita, que termina el primer tiempo arriba por 2 a 0. Pero al comenzar el segundo tiempo, dos goles de Alfredo Runzer ponen marcador empatado en dos. A falta de cinco minutos, Newell's convirtió el tercer gol. Sin embargo, el árbitro Osvaldo Cossio anuló el tanto por presunto off-side. Pocos minutos después fue convalidado un gol de San Lorenzo totalmente polémico. Parte del público rojinegro invadió el campo de juego tratando de “cazar” al referee, que salió corriendo del estadio en dirección al Parque. Es ahí cuando dos policías lo salvaron de un furioso grupo de hinchas que querían lincharlo. Según el informe de Cossio, el partido se suspendió a los 88 minutos con 50 segundos y en base a eso la AFA tomó una insólita decisión. Los 70 segundos restantes se jugaron el 11 de noviembre en cancha de Ferro Carril Oeste, en dos tiempos de 35 segundos cada uno, sin que haya variado el marcador. El contraste a ese irregular andar del primer equipo de Newell’s fue la tercera división rojinegra que ese año salió campeón por primera vez.

      Los clásicos rosarinos por AFA tuvieron la particularidad que abrieron y cerraron la temporada oficial de Central y Newell's. El 14 de abril, y por Copa Británica, Rosario Central ganó 4 a 2 en condición de visitante. El 8 de diciembre, los clásicos rivales rosarinos finalizaron el año en el Estadio de Arroyito, con un nuevo triunfo auriazul, esta vez por 3 a 2.

      En el Campeonato de la Segunda División de AFA, los equipos rosarinos no pelearon por el puesto de ascenso. Argentino de Rosario fue el que cumplió un rol mas destacado, terminando en una más que aceptable séptima posición, a veinte puntos del campeón Banfield. Central Córdoba finalizó a mitad de tabla y el más sufrido fue Tiro Federal, que solo tuvo por debajo a los dos equipos que descendieron, Acasusso y Barracas Central.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      El 28 de diciembre de 1947 el seleccionado argentino venció a su par uruguayo por 3 a 1 y de esa forma se coronó campeón, por tercera vez consecutiva, del Campeonato Sudamericano, que ese año se desarrolló en Ecuador. En el once titular de la albiceleste se destacó el defensor rojinegro Juan Carlos Sobrero, quien compartió plantel con otros dos jugadores de Newell’s, Ángel Perucca y Juan Carlos Colman.

      Nuestro presidente en 1946

      • Dr. Héctor Amato

        Dr. Héctor Amato

        1. 1946 - 1947

      Campeones de la Rosarina en 1946

    • Año 1947

      Reseña del año

      Por décimo año hubo dos competencias oficiales para la máxima división. El primero fue el Ivancich, ganado por Rosario Central y después el Gobernador Molinas, obtenido por Central Córdoba. Los otros campeones del año fueron Central Córdoba en 4ta especial, Rosario Central en Segunda, Rosario Central “A” en 4ta. división y Rosario Central “B” en 5ta. división.

      Torneo Hermenegildo Ivancich
      En Hermenegildo Ivancich participaron 10 equipos, los cuales jugaron todos contra todos a una sola rueda. La tabla de posiciones fue la siguiente: Rosario Central (14), Tiro Federal (14), Argentino (13), Newell’s (12), Central Córdoba (10), Saladillo (9), Provincial (7), Unión de Álvarez (6), Sparta (5) y Belgrano (0).

      Comenzó el sábado 20 de abril de 1947 con el triunfo de Tiro Federal ante Newell’s Old Boys por 2 a 1, con goles de Rojas y Pereyra para los tirolenses y Ferreyra para el conjunto del Parque de la Independencia.

      Al final del torneo llegaron empatados Rosario Central y Tiro Federal, compartiendo la punta con 14 puntos cada uno. Las campañas habían sido similares para ambos equipos: seis partidos ganados, dos partidos empatados y una sola derrota. Por tal motivo se jugaron dos finales a ida y vuelta para definir al campeón. El primer partido se jugó el 6 de junio y Rosario Central fue local, terminaron empatando 1 a 1. Seis días después los goles de Villariño, Zamaro y Agotegaray le dieron el 3 a 0 final a Rosario Central, que de esa forma se alzó con el título. Antonio Alcides Zamaro fue un centrodelantero santafecino, proveniente del Sportivo Belgrano de San Francisco (Córdoba) y ese año jugó doce partidos en la primera división de AFA y convirtió la considerable cifra de siete goles.

      El 18 de mayo, y por la fecha 4, se encontraron Newell's Old Boys y Rosario Central. Esa vez el clásico finalizó 1 a 1, convirtiendo De La Cruz Rodríguez para los locales y Solla para los centralistas.

      Sucesos:
      El año 1947 empezó con un singular suceso que sacudió la modorra de aquellos estivales días rosarinos: el 11 de enero se inauguró el Casino Flotante en el Balneario Los Ángeles, aquel pintoresco lugar de la zona suroeste, que se encontraba a las orillas del Arroyo Saladillo, en la desembocadura de la avenida Ovidio Lagos. Miles de vecinos disfrutaban de la frondosa arboleda y de las placidas instalaciones que ofrecía el balneario como las piletas, los baños de inmersión, bares y restaurantes. El domingo 1 de marzo la ciudad estuvo de fiesta con la realización del Gran Premio Automovilístico de Rosario. Participó del mismo el futuro multicampeón de Fórmula 1: Juan Manuel Fangio. Largando desde la última posición, pasó a todos sus contrincantes en solo 9 vueltas, para pasearse cómodamente por el sinuoso circuito del Parque de la independencia y conseguir una brillante victoria. Desde el 19 al 21 de abril se realizó el cuarto Censo Nacional, y los números finales señalaron que casi 16 millones de personas residían en el país. Por su parte la ciudad de Rosario contaba con aproximadamente 485.000 habitantes, el doble de residentes que se habían contado en el último censo de 1914.

      Torneo Gobernador Molinas:
      El torneo Molinas se realizó con los mismos diez equipos que compitieron durante la competición anterior, pero a dos ruedas, todos contra todos. El sábado 19 de julio se dio apertura a la competencia con el partido que disputaron en Arroyito, Rosario Central frente a Belgrano, triunfo del local por 6 a 2. Un día después hizo su debut el que sería campeón del torneo, el Club Atlético Central Córdoba. Los charrúas visitaron la cancha del Club Saladillo en Arijón al 100 y lograron un trabajoso triunfo por 4 a 3, con un doblete de Julio Cósimo Devito y las anotaciones de Corrales y José Cristini. Llegando a la última fecha, Central Córdoba le llevaba un solo punto de ventaja a Newell’s y ambos equipos se enfrentaron en el estadio rojinegro. Ninguno de los encumbrados rivales se sacaron ventaja y de esa forma el equipo de la zona sur se convirtió en el campeón.

      La tabla de posiciones finalizó de la siguiente forma: Central Córdoba (30), Newell’s (29), Rosario Central (26), Argentino (24), Saladillo (18), Tiro Federal (18), Unión de Álvarez (13), Provincial (11), Belgrano (10) y Sparta (1).

      Como el torneo se jugó a dos ruedas, fueron dos veces las que se encontraron Newell's Old Boys y Rosario Central en el clásico “chico” de la ciudad. El 7 de septiembre Newell’s derrotó en su estadio a Central por 2 a 1, con goles de Pérez y Rodríguez para el local y Romero para los auriazules. El domingo 16 de noviembre, el estadio de Arroyito vio como Newell’s volvió a ganar y por el mismo marcador. Esta vez Díaz y Elger Alarcón le dieron la victoria al equipo que terminaría siendo subcampeón.

      Combinado Rosarino:
      El 11 de febrero se disputó en Montevideo el partido de ida por la Copa Asociación Argentina. La Selección Uruguaya venció 2 a 1 al Combinado Rosarino que formó con: Julio Musimessi (Newell’s); Santiago Armándola (Rosario Central) y Juan Carlos Sobrero (Newell’s); Roberto Martínez (Newell’s), Cesar Castagno (Rosario Central) y Manuel Galacho (Tiro Federal); Ernesto Ferreyra (Newell’s); Benjamín Santos (Rosario Central), Federico Geronis (Rosario Central), Juan Hohberg (Rosario Central) y Rubén Marracino (Rosario Central). El único gol rosarino fue convertido por Juan Hohberg, quien dos años después comenzaría una destacada carrera futbolística en tierras orientales. La revancha se jugó el sábado 15 de marzo en cancha de Newell's y nuevamente se impuso el once uruguayo. Transcurridos 65 minutos ganaba el Seleccionado Rosarino 1 a 0 con gol del notable defensor rojinegro, Ángel Perucca. Pero una tripleta de goles convertidos por Jose María Medina le dio el triunfo a los uruguayos y la obtención de lo que sería la última edición de esta Copa, que se venía disputando entre Rosario y Uruguay, con algunas interrupciones, desde 1912. Medina ese mismo año pasaría a integrar el plantel de Newell’s, siendo el segundo uruguayo que jugaba para los rojinegros en sus cuarenta y tres años de historia.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Se profundizó la sangría que venía sufriendo desde hace unos años el plantel de Primera División de Rosario Central. Dos de sus mejores delanteros abandonan la entidad de arroyito para recalar en Buenos aires: el “Torito” Waldino Aguirre, verdadero emblema auriazul, es vendido al Racing Club y su compañero en la línea delantera, Federico Geronis, se alista en las lides de Boca Juniors. Ese mismo año abandona la actividad profesional José Casalini, uno de los puntales de la zaga defensiva. Había debutado en la primera de Central Córdoba durante el año 1936 y en 1941 recaló en el canalla. Bajo el liderazgo de Alfredo Fogel y la capacidad goleadora de Benjamín Santos y Juan Hohberg, los auriazules consiguieron un intrascendente décimo puesto, a 23 puntos del campeón River Plate, y solo a 7 del del descendido Atlanta.

      Un punto por debajo de Central finalizó Newell's Old Boys, quien ese año cumplió la peor campaña desde su incorporación al Campeonato de Primera División de la Asociación del Fútbol Argentino. Una victoria ante Rosario Central y la goleada 5 a 1 ante Huracán fueron los puntos más altos de una campaña tan floja que, por primera vez, no derrotó a ninguno de los cinco equipos grandes de Buenos Aires. El once rojinegro tenía como principal bastión al gran mediocampista defensivo, Ángel Perucca.

      A pesar del nivel tan bajo que mostraron los dos equipos rosarinos, los dos clásicos se jugaron con una gran cantidad de espectadores que no hicieron caso al pobre andar futbolístico de ambas escuadras. El domingo 26 de junio una inmensa cantidad de simpatizantes se llegaron hasta el Parque de la Independencia para colmar las instalaciones del estadio rojinegro con una recaudación récord. El local formó con: Eusebio Chamorro; Juan Carlos Colman y Juan Carlos Sobrero; Antonio Carlucci, Ángel Perucca y José Arnaldo; Antonio Giosa, Juan Benavidez, Rafael Lopez, Norberto Toledo y Ramón Moyano. La visita alineó a Roberto Quattrocchi; Santiago Armandola y Lidoro Soria; Ángel Gaetán, Cesar Castagno y Alfredo Fogel; Osvaldo Pérez, Antonio Funes, Juan Hohberg, Benjamín Santos y Onofre Solla.

      Juan Hohberg abrió el score para Rosario Central, pero poco después empató Ramón Moyano. Luego Norberto Toledo y Rafael López marcaron los goles para el 3 a 1 con el que se cerró el primer tiempo. En la segunda mitad Juan Benavídez aumento para Newell’s y Benjamín Santos descontó para Central. Final y gran festejo de los locales que de esa forma pudieron festejar un triunfo por primera vez en el campeonato.

      La revancha se jugó el domingo 19 de octubre, en un Estadio de Arroyito abarrotado por la presencia de 30.000 personas. El clima de fiesta que se vivió en las tribunas contrastó con el deslucido espectáculo que brindaron los dos equipos dentro del campo. El entrerriano Juan Carlos Colman anotó el 1 a o para Newell's y ya en la segunda etapa, empató para los centralistas Benjamín Santos, su delantero estrella. En lo minutos finales se hizo más fuerte el juego violento que reinó en todo el partido y se retiraron expulsados, Colman en Newell’s y Juan Hohberg y Antonio Funes en Central.

      Por el campeonato de AFA de la Segunda División, Argentino y Central Córdoba cumplieron destacadas actuaciones, finalizando en el cuarto y quinto lugar respectivamente. Los “salaítos” estuvieron cerca de conseguir el tan deseado ascenso, ya que faltando solo seis fechas se encontraban en la segunda posición. Alcanzaron esa ubicación el sábado 1 de noviembre, cuando vencieron 2 a 1 de visitante a Argentino de Quilmes. El equipo de la zona norte de la ciudad formó con: Luis Ángel Bianchi; Mario Virginio y Raúl Martín Andere; Floduardo Rolando Micci, Cayetano Rubén Nieres y Víctor Hugo Carreño; Julio Corcuera, Mario Enrique Casagrande, Raúl Nicolás Mario Micci, Mario Juan Garelli y José Alberto López. Pero una serie de caídas, sobre todo de local, lo alejó de la pelea por el título y fue Gimnasia y Esgrima de La Plata quien, finalmente, subió de división. Central Córdoba dio grandes espectáculos durante toda la temporada, desplegando un alto nivel de fútbol. Su equipo base se constituía con: Alfredo Plinio Alejandro Berti; Nicolás Luis Aresi y Raúl Cosio; Daniel Antonio Alonso, Basilio Mardiza y Antonio Felipe Díaz; Alfredo Nicolás Luis Becker, Jorge Alberto Laurich, Ignacio Celestino Sosa, Antonio Enjuto y José Cristini.

      La brillante actuación de Argentino y Central Córdoba se vio reflejada en la tabla final de goleadores, donde el delantero albo, Raúl Nicolas Mario Micci, lideró con 44 anotaciones. Detrás se ubicó el destacado forward, Ignacio Celestino Sosa, quien marcó 29 goles con la camiseta de Central Córdoba. Tiro Federal, el otro representante rosarino en la Segunda, obtuvo un magro decimotercer puesto.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      El 28 de diciembre de 1947 el seleccionado argentino venció a su par uruguayo por 3 a 1 y de esa forma se coronó campeón, por tercera vez consecutiva, del Campeonato Sudamericano, que ese año se desarrolló en Ecuador. En el once titular de la albiceleste se encontraba el defensor rojinegro Juan Carlos Sobrero, quien compartió plantel con otros dos jugadores rojinegros, Ángel Perucca y Juan Carlos Colman.

      Nuestro presidente en 1947

      • Dr. Héctor Amato

        Dr. Héctor Amato

        1. 1946 - 1947

      Campeones de la Rosarina en 1947

    • Año 1948

      Reseña del año

      Nuevamente un solo equipo se alzó con los dos máximos torneos que organizó la Asociación Rosarina de Fútbol. Como lo hizo Newell’s en 1945 y 1946, el Club Atlético Argentino se quedó con el Torneo Ivancich y el Gobernador Molinas. Los salaítos también gritaron campeón en la Cuarta Especial. El campeonato de Segunda División fue ganado por el Club Talleres, mientras que en la Cuarta y la Quinta fue la sección A de Rosario Central la que se alzó con ambos títulos.

      Sucesos:
      El 2 de enero se inauguró la línea de hidroaviones entre Rosario y Buenos Aires, a valores de $45 para la ida y $80 la ida y vuelta. El 1 de marzo, el Ferrocarril Central Argentino pasó a manos del estado, completando el proceso de nacionalización de los trenes que había comenzado el año anterior. El 5 de junio de 1948 comenzó a funcionar la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario en las instalaciones del Colegio Nacional N°1, ubicado en 9 de Julio y Necochea.

      Torneo Ivancich:
      El domingo 4 de abril comenzó el popular “Campeonato de Honor” con el partido más esperado de la Primera División de la Asociación Rosarina de Fútbol. En el Estadio de Arroyito, Rosario Central recibió a Newell’s y en un emotivo partido los locales ganaron 5 a 4. Para los auriazules convirtieron De Zorzi (2), Cascone, Suarez y Sosa, mientras que para el rojinegro anotaron Pogliani (2), Ricardo Raccaro y Medina. Ese mismo día, pero en el Parque Independencia, también se enfrentaron Central y Newell's, por la Copa Británica que organizaba la AFA. Fue otro triunfo centralista, esta vez por 3 a 2, con goles de Luis Bravo (2) y Benjamín Santos para los auriazules y José Arnado y Juan Benavídez para los del Parque.

      Al día siguiente, Argentino inició su camino hacia la obtención del doble título en la Rosarina. En su estadio de Sorrento y Víctor Mercante venció a Tiro Federal por 4 a 3, en lo que fue una final adelantada, ya que ambos equipos pelearon hasta la última fecha por el primer puesto de la tabla. El 13 de junio, Argentino goleó de local 4 a 0 a Belgrano y se coronó campeón. Poco importó la goleada de Tiro Federal en cancha de Newell’s. Luego de 9 partidos invictos, con 6 victorias y 3 empates, el equipo albo finalizó al tope de la tabla con 15 puntos. Lo siguieron Tiro Federal con 14, Central Córdoba con 13 y Newell's y Rosario Central con 11 puntos cada uno.

      Torneo Gobernador Molinas
      Dos semanas de que finalizara el Campeonato de Honor dio inicio el Torneo Molinas. Durante las dos ruedas, y las dieciocho fechas que duró el campeonato, Argentino y Central Córdoba pelearon palmo a palmo por ver quien ganaría el certamen. A falta de tres fechas ambos equipos llegaron punteros y fue en ese momento que se produjo un quiebre fundamental en la carrera hacía el título. El 21 de noviembre en el Parque de la Independencia, Newell's goleó 6 a 1 a Central Córdoba, un fuerte golpe a la aspiración charrúa por salir campeón. Unos días después los salaítos derrotaron de visitante 1 a 0 a Rosario Central, con gol de Juan Rodríguez. De esta forma le sacó dos puntos de ventaja a los de La Tablada y estiró a cinco puntos la distancia con Central, que le decía adiós a la posibilidad de ganar el torneo. El 14 de diciembre, Argentino recibió a Unión de Álvarez y como le alcanzaba con solo sumar un punto, el empate final 0 a 0 le sirvió para consagrarse campeón del Molinas. Las posiciones finales encontraron primero a Argentino (28), Central Córdoba (27), Rosario Central (24), Unión de Álvarez (24), Newell's Old Boys (19), Provincial (17), Saladillo (15), Tiro Federal (15), Sparta (9) y Belgrano (2).

      El 3 de octubre se realizó en el estadio de Newell’s el segundo derby del Torneo Molinas y los locales le ganaron 3 a 2 a Rosario Central. Curiosamente dos goles del equipo local fueron convertidos por Stewart Mac Callum, uno de los tres escoceses que llegaron ese año desde tierras británicas y que tuvieron un paso poco feliz por el club rojinegro.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      El Campeonato de Primera División AFA de 1948 estuvo compuesto por 16 equipos y se desarrolló en dos ruedas, desde el 18 de abril hasta el 12 de diciembre. Independiente fue el campeón de un torneo cargado de particularidades. Desde hacía bastante tiempo sobrevolaba el cuerpo arbitral argentino un manto de sospechas por corrupción y malos desempeños. Por tal motivo la AFA designó a Manuel “Lito” González, ex jugador de Newell’s, para viajar a Inglaterra con el encargo de contratar árbitros que dirigieran en la Liga Argentina. En pleno desarrollo, el torneo local se vio conmovido con una extensa huelga de jugadores profesionales. El reclamo se centraba en conseguir los beneficios que estaban obteniendo por esos días la gran masa de trabajadores argentinos y también peleaban por la libre contratación de jugadores. Las últimas cinco fechas se jugaron con juveniles y por este motivo fueron suspendido los descensos y además se produjo un importante éxodo de jugadores.

      Las campañas de Newell’s y Central fueron muy disimiles en cuanto a sus respectivos rendimientos. Los rojinegros lograron cambiar la pobre imagen que habían demostrado en los dos últimos años. Se habían transformado en un equipo sólido y regular que al final de las treinta fechas logro un meritorio quinto puesto, a nueve puntos del campeón y con la gratificación de tener la defensa menos vencida, sufriendo 37 goles en contra. Una victoria en la Bombonera y el triunfo 2 a 0 en el clásico del 8 de agosto, fueron dos de los momentos más destacados del once rojinegro. La base de aquel equipo fue Julio Musimessi; Juan Colman y Juan Sobrero; Francisco Lombardo, Ubaldo Faina y Roberto Puissegur; Antonio Giosa, Juan Benavídez, José Medina, Arturo Buján y Ramón Moyano. El delantero chaqueño Elger Poelo Alarcón fue el goleador de Newell’s con 9 anotaciones.

      Central inició el campeonato visitando a Independiente el 18 de abril, recibiendo una terrible goleada en contra por 10 a 2. Una semana más tarde, enfrentó en el Estadio de Arroyito a Platense y lo goleó 6 a 2. Esas dos primeras fechas fueron un claro ejemplo de lo que sería un andar por demás de irregular. De los 30 partidos, ganó 12, perdió 15 y empató solo 3 veces, siendo al mismo tiempo el equipo más goleador del campeonato y el tercero más goleado. De local consiguió significativos triunfos ante Veles Sarsfield (5-1), a Huracán (7-0), Independiente (5-1) y Racing (5-2). De visitante fue goleado por Independiente (2-10), Racing (2-6), San Lorenzo (1-5) y Platense (0-4). Por primera vez un jugador centralista fue el máximo goleador del campeonato, Benjamín Santos, quien convirtió 21 tantos. En cuanto a los enfrentamientos clásicos, al igual que en 1946, Rosario Central abrió y cerró el año futbolístico oficial contra Newell’s Old Boys. Este año también ganó Rosario Central ambos clásicos. El 11 de diciembre, y por la última fecha, el derby rosarino se jugó en la cancha de Rosario Central. Con un tanto de Alfredo Cauzabón y doblete de Alfredo La Spina, los auriazules ganaron 3 a 2 y formaron con: Pedro Bottazzi; Orlando Cuello y Esteban Gentile; Miguel Larosa, Antonio Inveninato y Obdulio Raneri; Víctor Hidalgo, Eduardo L'Epíscopo, Alfredo La Spina, Antonio Gauna y Alberto Cazaubón.

      El campeonato de la Segunda División de Ascenso tuvo una importante restructuración. Los 22 equipos que compitieron ese año en Segunda se dividieron en dos zonas de 11. Los seis primeros de cada grupo pasaron a disputar el ascenso y los cinco restantes competían por no descender. Cuando el 23 de octubre finalizó la parte clasificatoria del torneo, Tiro Federal y Argentino lideraban la zona “B”, pasando de esta forma a jugar por el campeonato. Central Córdoba finalizó en la séptima posición, a solo un punto de Argentinos Juniors, el último de los clasificados. En la zona ascenso, tanto Tiro Federal como Argentino siguieron cumpliendo una gran campaña. Sin embargo, la huelga de futbolistas profesionales afecto en gran forma al desarrollo del torneo de ascenso. Luego de siete fechas, la AFA toma la decisión de suspender el campeonato, anular los descensos a la Tercera y de forma totalmente arbitraria concederle el ascenso a la primera a Atlanta y a Ferro, con el único pretexto de que ambos equipos eran los últimos descendidos desde la máxima divisional. De esta forma, se truncaron los sueños de ascender de Argentino y Tiro Federal. Al momento de la anulación, los dos equipos rosarinos marchaban en tercer y cuarto lugar, a solo dos puntos del líder.

      Los tirolenses tenían como equipo base a: Jorge Lisindo Panciroli; Enrique Carlos Maffei y Primo Augusto Zanazzi; Juan Carlos Desimoni, Osvaldo José Diez y Nicolás Angel Carugno; Rafael Ramón Rípoli, Osvaldo García, Luis Di Matteo, Gabino Ballesteros y José Incalcaterra.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      La huelga de futbolistas, iniciada en noviembre de 1948, influyó no solo en los campeonatos organizados por la AFA. El accionar de la selección argentina de fútbol fue nulo durante este año ya que la mayoría de los grandes jugadores se plegaron a la protesta y de este modo no se pudo reunir un plantel de jerarquía que pudiera enfrentar a otros seleccionados. Lo mismo ocurriría al año siguiente.

      Nuestro presidente en 1948

      • Sr. Angel Isern

        Sr. Angel Isern

        1. 1944 - 1945
        2. 1948 - 1949

      Campeones de la Rosarina en 1948

    • Año 1949

      Reseña del año

      Durante el primer semestre del año la competencia más importante de la ARF fue el Torneo Ivancich, conocido popularmente como Campeonato de Honor, y tuvo como ganador al Club Talleres Rosario Puerto Belgrano. En la segunda mitad del año se jugó el relevante Torneo Gobernador Molinas y fue Rosario Central quien se alzó con el título. En el torneo de Cuarta Division en tanto, el ganador fue Rosario Central B y en Quinta División también fue campeón Central, aunque allí el ganador fue el equipo A del auriazul.

      Sucesos:
      El 13 de Febrero, Giuseppe Farina, futuro primer campeón de Fórmula 1, se consagró ganador del Gran Premio de Rosario. El piloto italiano consiguió con su Ferrari un trabajoso triunfo por las calles del Parque de la Independencia. El 15 de marzo se creó Teléfonos del Estado, al nacionalizarse los derechos telefónicos. El 25 de noviembre, el antiguo Hospital Rosario cambió su nombre por el de Doctor Clemente Álvarez, en homenaje al ilustre médico español que desde 1900, y por más de 40 años, brindó todos sus conocimientos en pos de la comunidad rosarina.

      TORNEO IVANCICH:
      Para el Campeonato de Honor de 1949 se incorporaron dos nuevos equipos: Sportivo de Álvarez y Talleres, que tenía su cancha en San Martín al 4200. Para sorpresa de todos, fueron los verdes de la zona sur de Rosario quienes lograron el torneo de forma invicta, ganando siete partidos y empatando cuatro. El domingo 3 de abril dio comienzo la primera fecha y ahí mismo Talleres dio muestra de ser un equipo a respetar. En la cancha de Central Córdoba venció a los locales por 4 a 1, con goles de Fernández, Mazzola, Valero y DI Giácomo. Argentino, campeón del año anterior, siguió con su buen nivel de juego y fue un férreo competidor. A la última fecha llegó Talleres un punto arriba de los albos, si vencía a Tiro Federal se aseguraba el título. Fue victoria por 3 a 0, tantos anotados por Roa, Pizzichiello y Balero. Ese día de la consagración, 11 de junio, los campeones de Talleres formaron con: Bernardo; A. Valero y J. Balero; Martín, Villalba y Ferreyra; Fernández, Ríos, Pizzichiello, Rao y Piggini. Las posiciones finales encontraron a Talleres con 18 puntos, Argentino y Rosario Central con 16, Newell’s 14, Central Córdoba 12, Saladillo y Unión de Álvarez 11, Tiro Federal 10, Provincial 9, Sportivo de Álvarez 8, Belgrano 6 y Sparta fue el último con solo 3 puntos.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      Los mismos doce equipos que participaron del Campeonato de Honor, fueron los que el 25 de junio dieron inicio al Torneo Gobernador Molinas. Rosario Central, Talleres, Unión de Álvarez y Newells Old Boys fueron los cuatro equipos que se disputaron entre si los primeros puestos, pero los centralistas fueron los de rendimiento más parejo durante las 22 fechas, motivo por el cual se coronaron campeones. Faltando cuatro partidos para la culminación del torneo, se disputó el clásico rosarino en el Estadio de Arroyito y los locales derrotaron a Newell’s por 4 a 2, con goles de Di Loreto (2), Rendal y Aimo. Gracias a ese triunfo, Central mantuvo la ventaja de cinco puntos que tenía sobre Talleres. Una semana después, el 5 de noviembre, Rosario Central visitó al Club Sparta y al derrotarlo por 2 a 0 se coronó campeón tres fechas antes del final. Ambos goles auriazules fueron convertidos por Eduardo Di Loreto, goleador de Central en ese torneo con 18 tantos y que ya había tenido su bautismo en la primera de AFA. Gran campaña de los auriazules, que luego de 22 partidos, ganaron 15, empataron 6 y solo perdió una sola vez, cuando Central Córdoba lo derrotó 3 a 1 en la cancha de Génova y Cordiviola. Es para destacar el muy buen torneo realizado por Talleres, que salió subcampeón y tuvo la delantera más goleadora (73) y también lo hecho por Unión de Álvarez, que finalizó en tercer lugar y con la valla menos vencida (29).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      En mayo de 1949 se puso fin a la huelga de futbolistas profesionales que había comenzado en noviembre del año anterior. El Ministerio de Trabajo cedió ante los reclamos gremiales pero la entidad madre del fútbol nacional contestó imponiendo un tope en los sueldos. Esto provocó un importante éxodo de jugadores hacia mercados externos, principalmente a la liga colombiana. Grandes figuras como Alfredo Di Stéfano, Nestor Rossi, Alfredo Pedernera o René Pontoni cambiaron los magros contratos locales por pagos muchos mayores. El fútbol rosarino también vio alejarse a alguna de sus figuras: Benjamín Santos y Osvaldo Pérez se marcharon a Italia y Colombia, respectivamente.

      Antes del inicio del fútbol oficial, Newell’s Old Boys y Rosario Central se enfrentaron en una serie de amistosos preparativos donde ninguno se sacó ventajas. El domingo 24 de abril se volvieron a enfrentar los clásicos rivales del deporte rosarino, pero esta vez por la primera fecha del Campeonato de Primera División de la AFA. El estadio de Arroyito, y la multitud que se hizo presente, fueron testigos del triunfo rojinegro por 3 a 2. Gran comienzo de los muchachos del Parque de la Independencia que durante esa temporada presentaron un gran nivel y desarrollaron una lúcida campaña que se coronó con un quinto puesto final y la obtención de una copa oficial de AFA. El once de Newell’s se cimentaba en una gran defensa compuesta por un arquero de gran jerarquía como Julio Elías Mussimessi y la pareja de backs conformada por el consagrado Juan Carlos Colman y un laborioso Atilio Miotti. Ese año, Newell’s obtuvo victorias consagratorias: dos veces le ganó a Boca Juniors, goleada de local 4 a 0 y 2 a 1 de visitante, goleó de local a Independiente 4 a 0 y le ganó a River Plate 2 a 1 en el Monumental.

      Pero las mayores alegrías rojinegras se dieron durante el último mes del año. En diciembre dio inicio la que fuera la última edición de la Copa Escobar, competencia por eliminación y organizada por la Asociación de Fútbol Argentino. Esta copa tenía un reglamento particular: participaban los siete mejores equipos del campeonato de primera división, los partidos duraban 40 minutos y si había empate se definía por córners a favor. El 10 de diciembre Newell’s jugó la final frente a Racing Club, flamante campeón de AFA. El partido y los 10 minutos de suplementario se cerraron con un 2 a 2 y Newell’s fue el campeón al finalizar con cuatro tiros de esquina contra dos de Racing. Cinco días después el plantel rojinegro partió desde Ezeiza hacia Europa, para realizar una exitosa gira en la que visitaron España, Portugal, Alemania y Bélgica, convirtiéndose en dignos embajadores del fútbol rosarino y nacional.

      El año futbolístico de Rosario Central en el campeonato de primera división fue muy distinto. El funcionamiento del equipo auriazul quedó totalmente desvirtuado ante la partida de significativos referentes como Benjamín Santos, Osvaldo Pérez, Cesar Castagno y Ángel De Cicco . Durante la primera rueda del torneo navegó por los últimos puestos, finalizando en penúltimo lugar, superando solamente a Boca Juniors. En esos días se hizo más que evidente el desfasaje entre las actuaciones que producía de local y de visitante. En su casa de Génova y Cordiviola goleó a San Lorenzo (5 a 1), a Velez Sarsfield (4 a 0) y al campeón Racing Club (4 a 1). Durante los 17 partidos que jugó de visitante perdió 12, empató 4 y solo ganó 1, en el estadio de Gimnasia y Esgrima de la Plata y por 3 a 1, con goles de Antonio Vilariño, Benjamín Santos y Luis Isidoro Bravo. Tuvo su mejor momento en los últimos cinco partidos del campeonato, cuando empató dos de visitante y ganó tres de local, incluidos los triunfos a Racing Club y River Plate, campeón y subcampeón respectivamente.

      Ese año la Segunda División de AFA cambió de nombre y pasó a llamarse Primera B, volviendo también a la vieja competencia de dos ruedas y todos contra todos. Así como la Primera División dio comienzo con el clásico Central-Newell’s, la Primera B se inició con otro derby rosarino: Argentino versus Central Córdoba. El 23 de abril ambos equipos empataron 2 a 2, con goles de Juan Cólere y Carlos Landrein para el salaíto y Enrique Esquide y Roberto Schiavo para los charrúas. El otro equipo rosarino en Primera B, Tiro Federal, arrancó el torneo perdiendo de visitante 1 a 0 ante Talleres de Remedio de Escalada. De los tres, fue Central Córdoba el que cumplió mejor campaña, finalizando en séptima posición a veinte puntos de Quilmes, campeón y ascendido a Primera. Tiro Federal, décimo, y Argentino, decimo primero, terminaron en mitad de la tabla.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Al igual que en el año anterior, en 1949 no hubo actividad de la Selección Argentina de Fútbol y en esto, también influyó la huelga de jugadores. El 3 de abril dio comienzo en Rio de Janeiro, el Campeonato Sudamericano y la AFA decidió no participar, aduciendo que por la huelga de profesionales no podía reunir una selección de jerarquía. La Confederación Brasileña de Fútbol no vio con agrado esa decisión y prohibió a los clubes brasileños que jugaran amistosos con sus pares argentinos. La entidad nacional, presidida en ese entonces por Valentín Suarez, redobló la apuesta y renunció también a la inscripción a la Copa del Mundo de 1950, que también organizaron los brasileños.

      Nuestro presidente en 1949

      • Sr. Angel Isern

        Sr. Angel Isern

        1. 1944 - 1945
        2. 1948 - 1949

      Campeones de la Rosarina en 1949

    • Año 1950

      Reseña del año

      En 1949 el Club Atlético Newell’s Old Boys volvió a dominar los torneos de la Asociación Rosarina de Fútbol, ganando, no solo los dos máximos torneos de Primera División local, sino también la Cuarta Especial. Como había ocurrido el año anterior, Rosario Central fue el dominador de Cuarta y Quinta división, con su equipo A de cada sección.

      Sucesos:
      El 7 de enero abrió sus puertas el Estadio Norte, templo máximo de los años dorados del box rosarino, que se encontraba en la esquina de Avenida Alberdi y José Ingenieros. En 1950 comenzó la construcción de la Estación Fluvial de Rosario. El 2 de septiembre, LT3 Radio Cerealista inauguró sus nuevas instalaciones en el edificio de calle Balcarce 840. El 1 de diciembre inició sus actividades la Estación Terminal de Ómnibus, sobre la base de lo que fuera la vieja estación francesa del Ferrocarril Provincial de Santa Fe, en Cafferata y Córdoba. En su momento fue considerada la terminal más grande de Sudamérica.

      TORNEO IVANCICH:
      Este año el Campeonato de Honor cambió su formato tradicional, aquel que se jugaba a una sola rueda, todos contra todos. Esta vez se dividió a los 13 participantes en dos zonas y los ganadores de cada grupo se enfrentarían en una final para decidir al campeón. En la zona A se encontraban: Newell’s Old Boys, Argentino, Belgrano, Tiro Federal y los dos representantes de la localidad de Álvarez, Unión y Sportivo. La zona B estaba integrada por: Rosario Central, Central Córdoba, Provincial, Sparta, Talleres (último campeón) y Alba Argentina de Maciel. El club tripero, fundado el 23 de mayo de 1909, hacía su estreno en la máxima división de la Rosarina.

      El 7 de abril, viernes santo, abrió la primera fecha del torneo el futuro campeón, Newell's Old Boys, goleando a domicilio a Sportivo de Álvarez por 4 a 1. En el otro grupo, Talleres recibió a Rosario Central en su cancha de San Martín 4253 y el triunfo local por 2 a 1 dio inicio a una racha imparable de seis victorias. De esta forma se adjudicó la zona B de forma invicta, sin perder un solo punto y clasificando sin problemas a la final. En el encuentro decisivo, jugado el sábado 10 de junio, Talleres se enfrentó a Newell’s. Los rojinegros lograron imponer su juego, superando completamente a su rival y consiguiendo un contundente 3 a 0. Ese día los goles del campeón invicto fueron convertidos por Elger Alarcón, Pinacca y Bandoni. Contando la final, Newell's ganó cinco partidos, empató uno y no conoció la derrota.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      A solo una semana de concluida la final por el Campeonato de Honor, dio comienzo el Torneo Molinas. Compitieron los mismos 13 participantes, en un formato de todos contra todos, en dos ruedas de trece fechas cada una. Esto significaba una gran cantidad de partidos a jugar en un solo bimestre y pronto aquel calendario tan ajustado iba a causar problemas. Nuevamente Newell's Old Boys y Talleres fueron animadores del campeonato, pero a estos se les unió Rosario Central, que quería revalidar el título logrado en el Torneo Molinas del año anterior. Para finales de noviembre los rojinegros lideraban con 27 puntos, dos más que Central y Talleres. Pero en ese momento salió a relucir una ordenanza municipal que impedía la práctica de fútbol en los estivales meses de diciembre, enero y febrero. Por tal motivo, el Concejo Directivo de la Asociación Rosarina de Fútbol decretó la suspensión del torneo según constó en el boletín n° 973. Las ocho fechas faltantes se completaron a partir de mayo del año siguiente y los tres mismos equipos se siguieron disputando los primeros puestos de la tabla de posiciones. Hasta que en la fecha 23 Talleres perdió sorpresivamente con Saladillo, lo que permitió que un Newell's victorioso se suba a la cima y no suelte más la punta hasta el final. El domingo 20 de mayo el rojinegro recibió a Alba Argentina y tras ganarle 2 a 0 se consagró campeón, por solo un punto arriba de Rosario Central y Talleres.

      Las posiciones finales encontraron a Newell’s Old Boys (39), Rosario Central y Talleres (38), Central Córdoba (30), Saladillo (28), Sportivo de Álvarez (31), Argentino y Provincial (30), Unión de Álvarez (19), Sparta y Tiro Federal (17), Alba Argentina (13) y Belgrano (11).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Luego de dos partidos realizados en España el 25 y 29 de diciembre de 1949, Newell´s Old Boys recibió el año nuevo jugando otro amistoso de la gira que lo llevó por primera vez a tierras europeas. Ese 1 de enero enfrentó a la Real Sociedad en la ciudad de San Sebastián y fue triunfo de los vascos por 2 a 0. Continuó el tour de Newell’s visitando Galicia, goleando 5 a 0 en Lisboa a un combinado del Sporting y el Benfica, consiguiendo varios triunfos en Alemania y finalizaron la épica gira venciendo al combinado de Amberes, en Bélgica. En total jugaron 14 partidos, ganaron 9, empataron 3 y solo perdieron 2. La vuelta al futbol nacional no fue con el nivel que se esperaba y que mostró durante su viaje europeo, ya que en el campeonato el andar se hizo muy irregular. Los rojinegro ganaban o perdían, consiguiendo muy pocos empates. En la primera rueda tuvo dos grandes alegrías: el 4 de junio cuando visitó Avellaneda y venció por 2 a 0 a Racing Club, futuro campeón de esa temporada y dos semanas después, cuando derrotó por tercer año consecutivo a Boca en condición de visitante. Al final de un campeonato muy cerrado, Newell´s finalizó en decima primera posición a quince puntos del campeón y solo a tres de Tigre, uno de los dos equipos descendidos.

      Rosario Central arrancó el año con la sangría de jugadores que se estaba haciendo común en cada comienzo de torneo y que, como sucedió anteriormente, trajo resultados catastróficos para el fútbol auriazul. Luis Isidoro Bravo pasó a Huracán y Antonio Vilariño engrosó las filas del Deportivo Cali de Colombia. A esto hubo que sumarle la ausencia, por una lesión, de Alfredo Fógel, capitán y máximo referente. La promoción de varios juveniles no alcanzó a equilibrar el funcionamiento del equipo y esa pérdida de jerarquía, sumada a la pobre campaña realizada como local, decantó en la pérdida de categoría.

      El domingo 11 de junio se disputó el primer clásico de la temporada. Rosario Central venía de caer ante River e Independiente. Por el otro lado, Newell's venía embalado por la victoria en el estadio de Racing Club y era el gran candidato a ganar. Encima a los tres minutos, el talentoso delantero Raúl Contini puso el 1 a 0 para los del Parque Independencia. Sin embargo, los centralistas se repusieron rápido y Eduardo L’Epíscopo empató dos minutos después. Waldino Aguirre puso en ventaja a Central pero Contini igualó antes del final del primer tiempo. En la segunda etapa, volvió Aguirre a subir a Central en el marcador y Eliseo Montaño empató, hasta que a los 78 minutos L’Episcopo puso el 4 a 3 con el que finalizó ese verdadero partidazo. La revancha se jugó el jueves 12 de octubre en el Estadio de Arroyito. Ese día, empataron 1 a 1 con goles de Waldino “Torito” Aguirre y Basilio Mardiza.

      En 1950 la AFA decidió una curiosa reestructuración para los campeonatos de ascenso y de un controvertido y polémico plumazo bajó de categoría a Argentino, Central Córdoba y Tiro Federal junto con otros cinco equipos. La excusa que se esgrimió desde la entidad madre del futbol argentino fue la ubicación de los estadios, la potencialidad económica y el capital social. Por lo tanto los tres representantes rosarinos en el ascenso pasaron a jugar el campeonato de la tercera categoría. Faltando dos fechas, Tiro Federal era el líder absoluto con grandes posibilidades de ascender, pero cayó primero en Buenos Aires ante All Boys, que sería el campeón, y luego ante Defensores de Belgrano, en la cancha que los tirolenses poseían en 27 de Febrero y Moreno.

      SELECCIÓN ARGENTINA:

      La huelga de jugadores profesionales trajo consecuencias deportivas que se apreciaron no solo en el ambiente del fútbol nacional. Por no reunir un equipo de nivel, Argentina no asistió en 1949 al Campeonato Sudamericano jugado en Brasil y estos, en represalia, prohibieron que sus clubes compitan con sus pares argentinos. Las relaciones desgastadas entre la AFA y la Confederación Brasileña de Fútbol llegaron a un punto tan álgido que Argentina decidió no participar de la Copa del Mundo organizada por Brasil durante 1950. La actividad oficial del seleccionado argentino se redujo solo a la disputa de la Copa Chevallier Boutell, compitiendo contra la Selección de Paraguay en dos encuentros. En el primero de estos partidos, jugado el 25 de marzo, fue back titular el entrerriano Juan Carlos Colman, quien se venía destacando desde 1945 en la defensa de Newell's Old Boys. Al día siguiente la comisión directiva rojinegra oficializó la venta de Colman por $600.000 y en la revancha ante Paraguay, del 29 de marzo, Colman volvió a ser titular en la selección argentina, pero ya perteneciendo a Boca Juniors, su nuevo equipo.

      Nuestro presidente en 1950

      • Sr. Antonio Garguichevich

        Sr. Antonio Garguichevich

        1. 1950 - 1956

      Campeones de la Rosarina en 1950

    • Año 1951

      Reseña del año

      A raíz de que el Torneo Gobernador Molinas de 1950 finalizó el 20 de mayo de 1951, la liga Rosarina de Football decidió no realizar ese año el Torneo Ivancich o como se lo conocía popularmente “Campeonato de Honor”. Por lo tanto, solo se realizó el Torneo Molinas para los equipos de Primera División y Rosario Central fue el ganador del mismo. En la Cuarta División Especial y la Cuarta División se coronó Newell's Old Boys. La Quinta División en tanto, vio como el equipo “A” de Rosario Central se alzó con el título.

      SUCESOS:
      El 17 de octubre de 1951 se realizó en Buenos Aires la primera transmisión televisiva argentina a través del Canal 7. En Rosario no había repetidora, pero en determinado momento del día, y con una muy buena antena, se podía ver aquella primigenia señal. El 2 de octubre se sancionó una nueva Ley Orgánica de las Municipalidades. El Artículo 24, quedó así: "El Concejo Deliberante se compondrá de miembros elegidos directamente por los vecinos de cada municipio en número de cinco, por los primeros diez mil habitantes, y uno, por cada treinta mil más o fracción mayor de veinte mil". El Artículo 28, "Los concejales durarán seis años en el ejercicio de sus funciones y podrán ser reelectos. Se renovarán por mitades cada tres años.".

      ASOCIACION ROSARINA DE FÚTBOL
      El sábado 2 de junio dio comienzo el prestigioso Torneo Gobernador Molinas, que se desarrolló durante 22 fechas, en dos ruedas de todos contra todos. Hubo un equipo menos en relación al año anterior ya que no participó Unión de Álvarez. El que si continuó fue Sportivo, el otro equipo de la localidad vecina a Rosario. El Sportivo Fútbol Club fue fundado el 30 de agosto de 1922 y durante el Torneo Molinas de 1951 obtuvo una más que destacada actuación, obteniendo el subcampeonato y logrando la valla menos vencida. Otro equipo que peleó los primeros lugares de la tabla fue el Club Atlético Provincial, su delantera fue la más goleadora de todo el campeonato.

      A pesar de las buenas actuaciones de Sportivo y Provincial, fue la primera local de Rosario Central quién se llevó el preciado título de campeón. Un espectacular sprint de ocho partidos ganados en las últimas ocho fechas, le sirvió al conjunto de Arroyito para quedarse por séptima vez con el Molinas. Desde el inicio hasta la fecha 17, Sportivo de Álvarez fue quien se mantuvo puntero, pero en la fecha 18, tras ganarle a Provincial, Central se subió a la cima de las posiciones y no se bajó más. Los auriazules también se llevaron las dos ediciones del clásico rosarino: el 23 de junio, 3 a 1 en el Estadio de Arroyito y el 23 de septiembre, nuevo triunfo centralista, esa vez por 2 a 1. En la última fecha, jugada el 18 de noviembre, Central y Sportivo llegaron con posibilidades de campeonar. Los de Álvarez cayeron 3 a 1 en su visita a la cancha de Argentino; Rosario Central ganó 2 a 1 en el estadio de Central Córdoba. Teixeira y Roberto Appiciafoco fueron los goleadores auriazules en aquella tarde consagratoria.

      Las posiciones finales fueron lideradas por Rosario Central (36), Sportivo de Álvarez (32), Provincial (31), Talleres (30), Central Córdoba y Newell’s (27), Tiro Federal (26), Argentino (18), Sparta (15), Alba Argentina (13), Saladillo (7) y Belgrano (2).

      ASOCIACION DEL FUTBOL ARGENTINO
      El 15 de abril de 1951 dio comienzo el Campeonato de Primera División de AFA, que tuvo como único representante de la ciudad al Club Atlético Newell’s Old Boys. Los rojinegros no cumplieron una buena campaña, con un andar por demás de irregular. Las actuaciones más descollantes se produjeron cuando derrotó como local a River Plate por dos a cero, por la segunda fecha, y la goleada ante Atlanta por 6 a 1 conseguida en el Parque Independencia. Como nunca, fue notorio el bajón que el equipo dirigido por Ricardo Martínez Carbonell tenía al actuar fuera de Rosario. Durante todo el torneo nunca pudo ganar en condición de visitante y recibió fuertes golpes como los ocho goles que le marcó Estudiantes de La Plata. Ese año el goleador del rojinegro fue Elio Rubén Montaño, quien marcó once tantos en los veinticuatro partidos que disputó. A principios del mes de diciembre Newell's comenzó una gira cuyos primeros seis partidos se disputaron en Ecuador, luego pasearon su fútbol por El Salvador y despidieron el año futbolístico el 30 de diciembre en La Habana, Cuba, venciendo 2 a 1 al equipo de Juventud Asturiana. Su equipo base era con: Julio Musimessi; Oscar Cabrera y Ares Kasparián; Francisco Lombardo, Ubaldo Faina y Roberto Puissegur; Ricardo Carlini, Basilio Mardiza, Alberto Fochi, Vicente De la Mata y Marcelo Ortigüela.

      El ganador del campeonato fue nuevamente Racing Club, quien por tercera vez consecutiva lograba el título de campeón. Los de Avellaneda tuvieron que batallar con un sorprendente Banfield, que obligó a los albicelestes a jugar dos partidos de desempate, venciendo Racing 1 a 0 en el último de aquellos encuentros definitorios.

      Una nueva restructuración en el Campeonato de Primera B, provocó que se sumaran cuatro equipos en comparación del año anterior para llegar a un total de 16 participantes. Gran arranque de Almagro con seis victorias en las primeras seis fechas. Pero de a poco empezó a acomodarse Rosario Central, que jugaba por primera vez en una categoría de ascenso, y comenzó a subir posiciones en la tabla. Hasta que en la fecha 26, ambos contendientes se enfrentaron en cancha de Atlanta. Almagro le llevaba un punto a Central y encima se puso 2 a 0 al finalizar el primer tiempo. Cuando todo era algarabía para los tricolores, Juan Intini a los 86’ y luego Eduardo Di Loreto a los 88’, le dieron el empate a Rosario Central. Semejante remontada elevó la moral de los auriazules y golpeó duramente a su rival. En las cuatro fechas siguientes, las últimas del torneo, Almagro empató dos, perdió una y ganó un solo partido. Al contrario, Central ganó sus cuatro encuentros. Por eso el 3 de noviembre, y en cancha de San Lorenzo de Almagro, los auriazules certificaron el ascenso a Primera División tras vencer 2 a 1 a Excursionistas, con goles de Eduardo Di Loreto y Germán Tisera.

      El 7 de agosto de 1951 la Asamblea General Extraordinaria de Rosario Central aprueba la permuta de terrenos, cediendo las tierras que el Club poseía en Iriondo y Pellegrini y recibiendo a cambio el solar que venía ocupando desde 1926 y cuyo dueño era la Municipalidad de Rosario. Tiro Federal, Central Córdoba y Argentino por su parte, tuvieron una gran actuación en el campeonato de la Primera Amateur de AFA. Tan buena que los tres rosarinos ocuparon los tres primeros puestos de la tabla de posiciones. El 27 de octubre Tiro Federal recibió a Juventud de Bernal y lo venció 5 a 1 consiguiendo de esa forma el ascenso a Primera B, recuperando de esa forma el lugar que había perdido luego de la injusta reestructuración del año 50. Los tirolenses fueron campeones con 48 puntos, seguidos por Central Córdoba y Argentino, con 43 y 45 puntos respectivamente.

      SELECCIÓN ARGENTINA
      El 25 de febrero de 1951 se inauguraron en Buenos Aires los primeros Juegos Panamericanos en el recientemente construido estadio de Racing Club. En la rama del fútbol, la delegación argentina consiguió el oro, colaborando en gran forma para que nuestro país obtenga el primer puesto en el medallero final. Argentina participó en el Torneo Panamericano de fútbol junto con los representativos de Costa Rica, Paraguay, Chile y Venezuela. La albiceleste terminó invicta, jugando y ganando cuatro partidos. Convirtió dieciséis goles y le hicieron solo dos. Dentro del plantel se encontraba el delantero Juan Intini, que por aquel año de 1951 empezaba a practicar con el plantel de la primera división de Rosario Central. Intini cumplió una muy buena labor en los Panamericanos, marcándole un gol a Venezuela (5 a 0) y dos a Costa Rica (7 a 1).

      Por su parte la selección mayor sólo jugó dos amistosos ese año, que se desarrollaron en Inglaterra y la República de Irlanda. Las gestiones de estos encuentros fueron realizadas por el histórico ex jugador de Newell’s, Manuel Paulino González. El 9 de mayo de 1951 el mítico estadio de Wembley vio como los locales derrotaron 2 a 1 a los argentinos, quienes tuvieron en su arquero Miguel Rugilo a la figura mas destacada del encuentro. Ese día nació la leyenda del “León de Wembley”, fruto de la brillante actuación del guardavalla de origen velezano. Cuatro días después, la Selección Argentina derrotó uno a cero en la ciudad de Dublín a su par de Irlanda. El gol argentino fue señalado por Ángel Labruna a los 59 minutos. Durante estos partidos hizo su debut en el combinado nacional Ubaldo Faina, excelente mediocampista formado en las divisiones inferiores de Newell’s.

      Nuestro presidente en 1951

      • Sr. Antonio Garguichevich

        Sr. Antonio Garguichevich

        1. 1950 - 1956

      Campeones de la Rosarina en 1951

    • Año 1952

      Reseña del año

      El Torneo Gobernador Molinas, que ocupó la mayor parte del calendario de primera división de la Asociación Rosarina de Fútbol, fue obtenido por Talleres, el club verde de la zona sur de Rosario. Newell’s Old Boys se alzó con el título de Cuarta División Especial durante el Torneo Molinas. La Copa Ivancich solo se disputó en el mes de diciembre con un formato singular y el campeón fue Argentino. En tanto que Central Córdoba y Rosario Central fueron los ganadores de la Cuarta y Quinta División respectivamente.

      El 9 de enero una fuerte tormenta destruyó varios tramos del cableado eléctrico utilizado por los tranvías de la ciudad, provocando la suspensión del servicio de varias líneas del transporte rosarino. El 25 de mayo se inauguró oficialmente la nueva sede del Consejo Deliberante, en la casona conocida como Palacio Vasallo, ubicada en la esquina de calle Córdoba y Primero de mayo. El 15 de noviembre, en la intersección de avenida Pellegrini y Ovidio Lagos, y a raíz del octogésimo quinto aniversario de la creación del diario La Capital, se inauguró el monumento que honraría la memoria de Ovidio Lagos, fundador del decano de la prensa argentina.

      El sábado 12 de abril de 1952 dio comienzo una nueva edición del Torneo Molinas. Ese día el campeón vigente, Rosario Central, derrotó en el Estadio de Arroyito a Sparta por 9 a 2. Al mismo tiempo Talleres, derrotó 2 a 1 en el Parque Independencia a Newell’s Old Boys. Esos dos resultados fueron la primera muestra de la carrera hacía el título que protagonizaron Talleres y Rosario Central durante las veintidós fechas que duró el campeonato. Es de destacar también la campaña de Saladillo, que durante todo el desarrollo del torneo se mantuvo expectante en el tercer puesto, sin perderles pisada a sus dos contrincantes más importantes. Tan pareja fue la lucha entre Talleres y Central que resultó clave el clásico del 8 de noviembre cuando en Arroyito, Central y Newell's empataron 1 a 1. Al mismo tiempo Talleres le ganaba de visitante a Central Córdoba por 1 a 0 y aumentaba su diferencia sobre el auriazul, ventaja que mantendría hasta el final. El 25 de noviembre, y por la última fecha, Talleres goleó 6 a 0 de visitante a Provincial, adjudicándose de esa forma el torneo.

      Al quedar disponible sólo el mes de diciembre en el calendario futbolístico de ese año, la Asociación Rosarina decidió realizar el Torneo Ivancich pero en formato de eliminación. Los doce equipos que jugaron el Molinas se enfrentaron en una sola fecha que se dividió en dos noches para evitar las tórridas tardes del verano. Los partidos se jugaron en dos tiempos de treinta minutos y de finalizar empatados se debía jugar un adicional de diez minutos. Si persistía el empate el partido se definía por córners a favor.

      El 12 de diciembre Tiro Federal venció a Sparta, Central a Alba Argentino de Maciel y Argentino a Newell’s. Mientral que el 16 de diciembre Saladillo despachó a Belgrano, Talleres a Sportivo y en tiempo suplementario Central Córdoba derrotó a Provincial. Los seis ganadores se enfrentaron entre ellos el 19 de diciembre y de esa jornada salieron victoriosos Saladillo, Tiro Federal y Argentino, que les ganaron a Talleres, Rosario Central y Central Córdoba respectivamente. Cuatro días más tarde dio inicio el triangular final. En la misma jornada Argentino derrotó 1 a 0 a Tiro Federal y por el mismo resultado venció un rato después al representativo del Club Saladillo. Por lo que, en ese 23 de diciembre, el salaíto se adjudicó aquella curiosa edición de la Copa Ivancich. Los delanteros de Argentino, Rivero y Berazza, fueron los goleadores del certamen, con tres tantos cada uno.

      Luego de que Racing Club dominara en los tres últimos años, esta vez el Campeonato de Primera División de AFA tendría un nuevo campeón en la edición de 1952: el Club Atlético River Plate. Los millonarios tuvieron un gran comienzo, ganando ampliamente la primera rueda. Sin embargo, declinaron su nivel en la segunda mitad del torneo, lo que fue aprovechado por Racing para entablar una lucha palmo a palmo que se definió favorable a los de la banda roja recién en la última fecha, cuando ganaron de visitante a Newell’s Old Boys, en un partido suspendido a los 60 minutos y que luego fuera ratificado por AFA como triunfo riverplatense.

      La actuación de Rosario Central y Newell's Old Boys fue demasiado intrascendente en aquel campeonato. Al final de la primera rueda ambos equipos navegaban en los puestos más bajos con idéntica cantidad de puntos, 15. Cuando terminó el campeonato los rojinegros fueron anteúltimos y los de Arroyito se ubicaron cuatro puntos por encima de su clásico rival, finalizando en la décimo tercera posición.

      Para el comienzo de la temporada de 1952 Rosario Central no hizo grandes incorporaciones. Uno de los que llegó fue Oscar Massei, jugador proveniente de Río Cuarto, quien tendría un paso más que fructífero por la entidad centralista, marcando 44 goles en 80 partidos. Se mantuvo la base del equipo que en 1951 había logrado el ascenso a la primera división, pero una vez más se dio la constante con respecto a las actuaciones de años anteriores. Una formación que se hacía fuerte jugando de local y que jugando de visitante buscaba como premio el poco ambicioso hecho de no perder. Los números finales fueron más que elocuentes: 19 puntos de local y 8 de visitante. Lo más significativo del año futbolístico de Rosario Central se dio durante el mes de octubre. El domingo 5 venció 2 a 1 a Banfield, subcampeón del año anterior. Siete días más tarde un nuevo triunfo, esta vez ante Newell’s Old Boys, de visitante y por 2 a 0. A la semana siguiente River Plate, futuro campeón, visitó Arroyito y se llevó una goleada. A los diez minutos ya ganaba Central 3 a 0, el primer tiempo se cerró con un 4 a 1 y el resultado final fue 5 a 3, producto de dos goles de Juan Portaluppi y los restantes de Roberto Appicciafoco y uno cada uno de los hermanos Juan y Federico Vairo.

      El 1 de enero de 1952 Newell’s recibió de gran forma al año nuevo. Goleada 9 a 0 al Deportivo Centro Gallego, campeón vigente de la liga cubana, en un partido disputado en La Habana. La gira que había arrancado en Ecuador, durante el mes de diciembre del año anterior, se cerró el 3 de febrero en la ciudad de Lima, capital del Perú. Ese día el cansancio de tan extenuante viaje se notó en el once de Newell´s y solo alcanzó un empate 1 a 1 ante los locales de Sport Boys. La primera fecha del campeonato de Primera División fue por demás de auspiciosa ya que derrotaron a Estudiantes de la Plata. Pero fue un espejismo en medio de lo que acabó siendo una campaña bastante pobre. Solo el mes de septiembre trajo un poco de aire fresco, al empatar con Estudiantes y Vélez Sarsfield y ganarle a Atlanta en Villa Crespo y a San Lorenzo de local. Pero luego todo fue cuesta abajo: en las siguientes once fechas solo rescató dos empates y perdió los otros nueve juegos. Por tal motivo terminó en la decimoquinta posición, teniendo debajo únicamente a Atlanta, que fue el único equipo que descendió ese año.

      Al igual que Central y Newell’s en primera, la campaña de Tiro Federal en el Campeonato de Primera B fue decididamente mala. Mantuvo la categoría gracias a un milagro sucedido a último momento. Su competidor por no descender, Defensores de Belgrano, llegó a la última fecha dos puntos debajo de Tiro Federal. Los rojinegros tenían que ganar y esperar que los albicelestes pierdan para forzar un partido desempate. Defensores de Belgrano hizo su trabajo y goleó 4 a 0 a Almagro. Al mismo tiempo Tiro Federal perdía en Rosario por 1 a 0 ante el recientemente afiliado Sarmiento de Junín. Hasta que, faltando un minuto para la finalización del partido, el delantero rosarino Luis Pichichello convirtió de cabeza el gol del empate, que le dio a los tirolenses el punto necesario para no caer a la Primera Amateur de AFA.

      En esa división el campeón fue Central Córdoba, que tras un peculiar torneo de tres ruedas y solo ocho equipos, tuvo la posibilidad de ascender a la B. El 20 de septiembre, cuando faltaban cuatro fechas para la finalización, los charrúas derrotaron en cancha de Defensores de Belgrano al Club Estudiantes por 3 a 2 y se aseguraron el título. Por otro lado, el andar de Argentino en ese campeonate fue opaco y terminó por la mitad de la tabla.

      En 1952 la Selección Argentina visitó el continente europeo para jugar un par de amistosos en las ciudades de Madrid y Lisboa. Estos partidos se encontraban dentro de los encuentros arreglados por Manuel González, aquel legendario jugador de Newell’s, devenido en dirigente y representante de los rojinegros en AFA. El domingo 7 de diciembre los argentinos se presentaron en Chamartin, el viejo estadio madridista, y le ganaron 1 a 0 a España con gol de Ricardo Infante. Una semana después, el 14 de diciembre, se produjo un nuevo triunfo de la albiceleste, esa vez en Lisboa y frente a Portugal. Dos goles de Ángel Labruna y uno de Félix Loustau sellaron el 3 a 1 final para Argentina. De ambos juegos fue partícipe Julio Elías Musimessi, recordado arquero chaqueño que entre los años 1944 y 1953 defendió la valla de Newell’s Old Boys.

      Nuestro presidente en 1952

      • Sr. Antonio Garguichevich

        Sr. Antonio Garguichevich

        1. 1950 - 1956

      Campeones de la Rosarina en 1952

      • Primera División "A" – Copa Gobernador Molinas

        • Talleres Belgrano
      • Torneo Hermenegildo Ivancich

    • Año 1953

      Reseña del año

      Por segundo año consecutivo el Club Talleres se alzó con el Torneo Gobernador Molinas. El campeonato de la segunda de ascenso fue para Talleres Belgrano de Villa Gobernador Gálvez, quien de esa forma lograba el premio de jugar en la Primera División local al siguiente año. En la Cuarta Común se consagró el equipo de Newell’s Old Boys, y en la Cuarta Especial el ganador fue Central Córdoba, al igual que en la Quinta División.

      Sucesos:
      El día 13 de enero se reinició la construcción del Monumento a la Bandera, que se hallaba suspendida desde 1950. El 15 de noviembre sale a la luz el primer número del diario “Democracia”. El 23 de diciembre se consagró campeón nacional de la categoría medio pesado el boxeador Oscar “Chino” Pita. Nacido en Córdoba, rosarino por adopción, fue uno de los más grandes exponentes del popular deporte de los puños durante la década del 50.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      Luego del insólito desarrollo que tuvo el año anterior la Copa Ivancich, jugándose solo en el mes de diciembre, la Asociación Rosarina de Fútbol decidió organizar una sola competencia para la Primera División, por tal motivo en el año 1953 se desarrollaría solo el Torneo Molinas. Fue Central Córdoba quien dominó en la primera parte del campeonato, hasta que el 31 de mayo los charrúas recibieron en su cancha de 25 de diciembre y Virasoro al fuerte equipo de Talleres, el campeón vigente. Dos goles de Pizzichillo y uno de Frade le dieron la victoria a los verdes de la zona sur, quienes se subieron a la punta de la tabla de posiciones y no se bajaron más hasta el final del campeonato. En esa misma fecha se jugó la primera edición del clásico chico, Rosario Central venció 2 a 1 a Newell's en el estadio de Génova y Cordiviola.

      La revancha en el Parque de la Independencia finalizó en una goleada 4 a 1 a favor de los rojinegros, producto de los dobletes de Mercado y Valdez. Ese mismo día, 6 de septiembre, Talleres se volvió a enfrentar a su escolta Central Córdoba y curiosamente se repitió el mismo resultado de la primera rueda con la misma secuencia de goleadores. Dos goles de Pizzichillo y uno de Frade le dieron el triunfo a Talleres por 3 a 0. Esa caída de los ferroviarios de tablada fue aprovechada por Newell’s, que se trepó al segundo puesto. Talleres se coronó bicampeón del Molinas en la penúltima fecha, jugada el 4 de octubre, cuando le ganó de local 2 a 1 a su más inmediato perseguidor, Newell’s Old Boys. Los campeones cerraron de esa forma una gran campaña, con 19 partidos ganados, uno empatado y dos perdidos, brindando en todas las canchas su juego atildado y armonioso. Aparte de ser el equipo que sumó más puntos, tuvo la delantera más goleadora (84) y el arco menos vencido (21). Las posiciones finales fueron: Talleres (39), Newell’s (34), Rosario Central (30), Provincial (26), Sportivo de Álvarez (23), Saladillo (18), Argentino (17), Tiro Federal (15), Belgrano (13), Sparta (11) y Argentino Alba de Maciel (6).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      La temporada 1953 de los equipos rosarinos en el máximo nivel de la Asociación Argentina del Fútbol fue un calco a la realizada el año anterior: Rosario Central navegando en los intrascendentes puestos de mitad de tabla y Newell's Old Boys enfrascado en la lucha por no descender. También se repitió la contienda por el Campeonato de Primera División, ya que River Plate y Racing Club volvieron a cotejar los puestos de vanguardia. Curiosamente la consagración de los millonarios se volvió a dar en la última fecha y con un triunfo ante Newell’s, la misma situación que se dio en la finalización del campeonato de 1952.

      A pesar de la discreta labor realizada en la temporada anterior, Rosario Central no realizó ninguna incorporación en la previa del campeonato de 1953. Solo subió al plantel de primera división a algunos jóvenes valores que se destacaban en los equipos juveniles. A lo largo de las treinta fechas que jugó, ganó 10 partidos, empató 8 y perdió 12. De local obtuvo 21 puntos contra los 7 que cosechó de visitante, volviendo a ser más que notoria la diferencia de resultados fuera y dentro de Rosario. El 26 de abril visitó el estadio del Parque de la Independencia para enfrentar a Newell’s Old Boys, su clásico rival. Aquella tarde los auriazules formaron con: Pedro Botazzi; Mario Virginio y Federico Vairo; Miguel La Rosa, José Minni y Alfredo Fógel; Antonio Gauna, Raúl Gómez, Roberto Appicciafoco, Juan Portaluppi y Oscar Massei. Fue victoria centralista por 3 a 1, siendo Antonio “Tata” Gauna el primer jugador de Central en convertirle tres goles a Newell's en un mismo partido, desde que ambos comenzaron a participar en campeonatos de AFA. Luego de finalizado el partido la parcialidad centralista llevó en andas a Gauna por la Avenida Pellegrini. Otro gran triunfo auriazul se dio el 4 de octubre, cuando de local goleó 4 a 1 a River Plate, en lo que fue otra coincidencia con el torneo del año anterior. Un año antes Central había vencido a River Plate 5 a 3 y los de la banda roja finalizaron campeones, igual que en 1953.

      Con cinco derrotas consecutivas empezó el sufrido camino de Newell’s por el campeonato afista. Recién en la séptima fecha consiguió su primer triunfo al vencer 2 a 1 a Platense, en su cancha de Manuela Pedraza y Crámer, en el porteño barrio de Núñez. Cuatro días después los rojinegros ganaban por primera vez de local, al superar 1 a 0 a Boca Juniors. Los vencedores formaron con José Castro; Orlando Peloso y Ricardo Coronel; Cayetano Volpe, Ricardo Bosich y Angel Echeverría; Raúl Contini, Bernabé Carranza, Manuel Cosio, Raúl Belén y José Alberto López. El único gol del duelo fue convertido de cabeza por José López, tras centro de Raúl Belén. A la última fecha, jugada el 22 de noviembre, Newell's llegó 2 puntos arriba del Club Estudiantes de Eva Perón y con la difícil misión de visitar a River, que necesitaba la victoria para campeonar. Si Estudiantes ganaba y Newell’s perdía, ambos equipos igualarían en 22 puntos y se tendría que definir por el promedio de goles a favor y goles en contra. Al final de la jornada, Newell’s perdió 2 a 1 y los estudiantes de la ex ciudad de La Plata le ganaron 6 a 1 a Chacarita Juniors. Newell’s tuvo un “gol average” de 0,680 contra los 0,625 de Estudiantes. Amplio festejo rojinegro, que de esa forma se mantuvo en el círculo máximo del fútbol argentino.

      Los equipos rosarinos en el ascenso de AFA, Central Córdoba, Tiro Federal y Argentino, siguieron la misma línea de pobres campañas que tuvieron ese año sus coterráneos de Primera División. En el campeonato de Primera B, charrúas y tirolenses estuvieron muy lejos de pelear por el ascenso a la Primera, ambos se vieron involucrados en la lucha por evitar el descenso. Tiro Federal empezó la penúltima fecha del torneo en el fondo de la tabla, un punto por debajo de Temperley. En la visita a Unión de Santa Fe, Tiro tenía que ganar y esperar una derrota del gasolero, para poder de esa forma encarar la última fecha con esperanzas de mantener la categoría. Sin embargo, en aquel fatídico 6 de diciembre, Temperley ganó su partido y en la capital provincial, Tiro cayó derrotado. De esa forma se concretó el descenso de los tirolenses de la zona norte rosarina. Central Córdoba, con 24 unidades, terminó tres puestos arriba de Tiro Federal. Una categoría más abajo, en la Primera Amateur, Argentino concretó una magra campaña y quedó a sólo cuatro puntos de Liniers, equipo que cerró la tabla de posiciones.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Durante 1953 la Selección Argentina disputó tres partidos, aunque en realidad podría decirse que jugó dos partidos y cuarto. El primero de esos encuentros se dio el jueves 14 de mayo, recibiendo a la prestigiosa selección de Inglaterra. Una multitud desafió al día laboral y rebalsó las instalaciones del estadio de River Plate, para ver lo que fue la primera victoria frente al combinado inglés. Un 3 a 1 ante los inventores del fútbol, largamente festejado por la patria futbolera. Tres días después se concretó la revancha en el mismo escenario y se produjo el récord de asistencia en las canchas argentinas, ya que ese día pagaron su entrada más de 90.000 espectadores. Sin embargo, la lluvia torrencial de aquella tarde otoñal hizo que el partido durara solo 23 minutos y sin que se abriera el tanteador. El último de los partidos del seleccionado en esa temporada ocurrió el 5 de julio. Ese domingo fue el turno de enfrentar a la selección de España, también en cancha de River. Gran concurrencia para ese cotejo, donde 88.000 simpatizantes fueron testigos del agónico gol de Ernesto Grillo, que le dio el triunfo por 1 a 0 a la albiceleste. La presencia de jugadores del medio rosarino fue totalmente nula ya que el seleccionado argentino se conformó sólo con futbolistas de Boca Juniors, Racing e Independiente.

      Nuestro presidente en 1953

      • Sr. Antonio Garguichevich

        Sr. Antonio Garguichevich

        1. 1950 - 1956

      Campeones de la Rosarina en 1953

      • Primera División "A" – Copa Gobernador Molinas

        • Talleres Belgrano
    • Año 1954

      Reseña del año

      El Club Atlético Central Córdoba obtuvo el título en el Torneo Molinas de ese año, tanto en Primera División como en Cuarta Especial. En la Segunda de Ascenso el club Pleamar obtuvo la mejor posición, pero perdió la posibilidad de subir a Primera en una final frente a Sparta, que finalizó último en el Molinas. En la Cuarta División se coronó el equipo “A” de Rosario Central y en la Quinta División el ganador fue el equipo “B” de los centralistas.

      Sucesos:
      El 3 de enero salen los primeros servicios ferroviarios de pasajeros que comunicaron Rosario con Bahía Blanca a través del Ferrocarril General Mitre y con San Carlos de Bariloche, por intermedio del Ferrocarril General Roca. Durante ese año comenzó la demolición del Teatro Colón de Rosario, cuyo solar se encontraba en la esquina de Corrientes y Urquiza. En el Círculo Católico de Obreros de Rosario, calle Entre Ríos 1264, se inauguró el 18 de marzo el cine “Rose Marie”, que proyectaba en su mayoría producciones fílmicas españolas.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El domingo 2 de mayo del 54 dio comienzo el Torneo Molinas. Doce equipos se disputaron el preciado título al enfrentarse todos contra todos en un torneo a dos ruedas. Se produjo el debut en primera de Talleres Rosario Puerto Belgrano, club de Villa Gobernador Gálvez fundado el 10 de agosto de 1920. La primera parte del torneo fue dominada por el fuerte equipo de Newell’s Old Boys, hasta que en la fecha 9 los rojinegros cayeron frente a Rosario Central. Esa derrota fue aprovechada por Central Córdoba para encaramarse en la cima de las posiciones, lugar de privilegio que mantuvo hasta el final. El 21 de noviembre se jugó la última fecha del campeonato; Córdoba le llevaba dos puntos de ventaja a Newell’s y con solo empatar ante Talleres Puerto Belgrano se proclamaría campeón. El charrúa se impuso por 3 a 2 y de esa forma se convirtió en nuevo monarca del Molinas tras siete años. La formación azul de aquella victoriosa jornada fue: Guido Cacciagio; Dante Álvarez y Marcelo Zárate; Virginio Toledo, Manuel Fernández y Antonio Cabrera; Julio Devito, Alfredo Chorcuetti, Juan Fabiani, Pablo Carnero López y Antonio Scavone.

      En tercera posición quedó Talleres, el campeón anterior, que durante la temporada no pudo ofrecer el mismo nivel de juego que demostrara en los dos años anteriores. Un punto por debajo se posicionó el equipo revelación, Talleres Puerto Belgrano. En su primera participación en la primera división rosarina, los auriazules lograron un más que merecido cuarto puesto, por encima de tradicionales entidades como Argentino y Rosario Central. El 15 de septiembre la Asociación Rosarina de Fútbol suspendió por dos meses a Sparta, lo que hizo que el club de Parque Casas no sume puntos hasta el final y se hunda en el último puesto. El problema se originó en un reclamo de Sparta por la suspensión de su jugador Ramírez. La ARF consideró que la protesta escrita tenía términos “irrespetuosos e injuriosos”, por tal motivo tomó la drástica suspensión.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Nuevamente fueron nulas las incorporaciones en el plantel superior de Rosario Central, por lo que se mantuvo la base de jugadores prácticamente desde 1950. El comienzo del campeonato fue favorable, obteniendo un empate de visitante ante Gimnasia y Esgrima y luego consiguió el triunfo en el clásico de la ciudad, ganándole 2 a 0 en Arroyito a Newell’s. Los centralistas presentaron ese día en el once inicial a Pedro Bottazzi; Nicolás Aresi y Federico Vairo; Héctor Caruso, José Minni y Angel Zof; Antonio Gauna, Humberto Rosa, Oscar Massei, Raúl Gómez y Eduardo L'Epíscopo. Ese año se produjo el retiro de una figura legendaria de Rosario Central: Alfredo Fogel dejaba el club tras 19 temporadas, con 423 partidos defendiendo la camiseta auriazul. Récord absoluto en los 65 años de historia centralista.

      En ese torneo de 1954 RC volvió a golear a River Plate, esta vez por 4 a 0. En la fecha 15, el domingo 1 de agosto, Rosario Central golea en Arroyito a Tigre por 9 a 2, con cuatro goles de Juan Portaluppi. El recordado delantero entrerriano, junto con Humberto Rosa y Oscar Massei fueron los goleadores centralistas de ese año.

      El pobre inicio de Newell’s Old Boys fue una continuación del triste recorrido del año anterior. Los ocho últimos partidos sin victorias, que lo dejaron al borde del descenso en 1953, se concatenaron con los primeros ocho encuentros sin triunfos de 1954. Por suerte para los rojinegros el equipo logro amalgamar su funcionamiento y consiguió resultados que le permitieron respirar más tranquilo y ver un poco más lejos al puesto del único descenso, que ese año le correspondió a Banfield. En la última fecha, jugada en el Parque de la Independencia, Newell’s recibió a Chacarita Juniors, goleándolo por 5 a 3. Curiosamente los ocho goles se hicieron todos en el primer tiempo, siendo los de Newell’s convertidos por José Yudica, Orlado Peloso, Eduardo Bernardo, Juan Bellotti y Bernabé Carranza. Los ganadores formaron con: José Castro; Orlando Peloso y Marcelino Danelutti; Jorge Boveri, Ricardo Ramacciotti y Raúl Miralles; Bernabé Carranza, Juan Bellotti, Eduardo Bernardo, Raúl Belén y José Yudica.

      Mediocre fue el andar de Central Córdoba en el torneo de la Primera B, terminando en los puestos de mitad de tabla. Ganó 15 partidos, empató 4 y perdió los otros 15 encuentros, siendo Antonio Delogu el goleador de aquel equipo azul. La actuación más lucida de los charrúas se dio en la decimosexta fecha, cuando recibieron con un estadio totalmente colmado a Estudiantes de Eva Perón. Esa tarde, con tres goles de Indalecio López, uno de Roberto Pereiro y otro de Lucio Mansilla, Central Córdoba goleó 5 a 0 al futuro campeón. Los once triunfadores fueron: Tulio Luciani; Dante Ramón Álvarez y Eduardo Blanco; Antonio Albino Soressi, Eduardo Daniel Alejandro Villagra y Vicente José Altomonte; Lucio Pedro Gabriel Mansilla, Roberto Oscar Pereiro, Indalecio Antonio López, Vicente De la Mata y Antonio Delogu.

      Tampoco fueron buenas las campañas de Argentino y Tiro Federal en el campeonato de la Primera Amateur de 1954. Los salaítos terminaron octavos y los tirolenses décimos, en un torneo que contó solo con 13 participantes y cuyo campeón fue El Porvenir, quien de esa forma consiguió el pasaje para la vuelta a Primera B. El sábado 31 de julio los dos rosarinos de la segunda de ascenso se enfrentaron en la cancha de Sorrento y Victor Mercante y el resultado fue un aburrido 0 a 0. Argentino: Valvassoni; H. Carreño y Molina; Inocenci, Labrador y Moreyra; Malizenwski, V. Carreño, Grignafiña, Belotti y Rossi. Tiro Federal: Poeta; Momtero y Zanazzi; Ferrari, García y Tobajas; Urquiza, Valenti, Mercado, Barlett y Cabrera.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Luego de no concurrir a los Campeonatos Sudamericanos de 1949 y 1953, y a la Copa del Mundo organizada por Brasil en 1950, la selección argentina volvió a ausentarse de la cita máxima del fútbol al negarse a participar del Mundial de 1954 en Suiza. A finales de ese año viajó a Europa para realizar un par de encuentros amistosos frente a Portugal e Italia. El 28 de noviembre en Lisboa la albiceleste derrotó 3 a 1 a la selección lusitana con goles de Rodolfo Micheli, Ernesto Grillo y Osvaldo Cruz. Una semana después los argentinos tocaron suelo italiano para enfrentar a la Azurra en el estadio Olímpico de Roma. Aquel día, y ante 80.000 espectadores, los argentinos cayeron derrotados por 2 a 0, en lo que fue el primer enfrentamiento entre ambas selecciones.

      Nuestro presidente en 1954

      • Sr. Antonio Garguichevich

        Sr. Antonio Garguichevich

        1. 1950 - 1956

      Campeones de la Rosarina en 1954

    • Año 1955

      Reseña del año

      En 1955 se volvió a organizar el Torneo Ivancich o Campeonato de Honor y el ganador fue Newell’s Old Boys. El Gobernador Molinas fue ganado por segundo año consecutivo por Central Córdoba. En lo que respecta a la Cuarta División, en la especial triunfó Newell’s y en la común Central Córdoba. Por último en la Quinta División, el equipo A de Rosario Central fue quien se erigió campeón.

      Sucesos:
      El 20 de enero dieron inicio los trabajos en el aeródromo de Fisherton, popularmente conocido como La Aviación. A fines de la década del 60 sería reemplazado por el actual aeropuerto “Islas Malvinas”. El 26 de febrero empieza a rodar la línea de colectivos 201 que unía la zona sur con el centro de Rosario. El valor de la tarifa desde Molino Blanco hasta la estación Rosario Norte era de 50 centavos y desde San Martín y Ayolas hasta el mismo destino, pasaba a costar 40 centavos. Se inauguró el 30 de abril la subestación eléctrica ubicada en Presidente Roca y Ombú, que mediante su conexión con San Nicolás integró 5.000 kw a la precaria red eléctrica rosarina. El 12 de noviembre fueron intervenidas por el nuevo gobierno todas las universidades con sede en Rosario.

      TORNEO IVANCICH:
      A principios de año la Asociación Rosarina de Fútbol dispuso dividir nuevamente el año futbolístico en dos y de esta forma realizó nuevamente el Campeonato de Honor o Copa Hermenegildo Ivancich en el primer semestre de la temporada Los 12 equipos que el año anterior participaron del Torneo Molinas fueron divididos en dos zonas y a disputarse en una sola rueda, cinco partidos por zona. Los ganadores de cada grupo se enfrentarían para definir al campeón. En la zona A estuvieron: Argentino, Sparta, Central Córdoba, Rosario Central, Tiro Federal y Provincial. En la B: Newell’s Old Boys, Belgrano, Talleres, Saladillo, Talleres Puerto Belgrano y Sportivo de Álvarez.

      El sábado 9 de abril dio inicio la nueva edición del Ivancich. Ese día en el estadio de Arroyito se enfrentaron los primeros equipos de la Primera División local de Central y Provincial. Los auriazules vencieron 3 a 0 a los rojos, con goles de Céliz, Colla y Cardozo. En el partido preliminar se enfrentaron las cuartas divisiones especiales y los locales golearon 9 a 1. En ese grupo el equipo que se destacó fue Tiro Federal. Los tirolenses ganaron 4 de los cinco partidos y empataron el restante, convirtiendo dieciocho goles y recibiendo ocho. Por la otra zona el mejor de los seis conjuntos fue Newell’s Old Boys, que ganó tres partidos en base a goleadas (7 a 1 a Sportivo, 6 a 0 a Belgrano y 5 a 1 a Talleres), y empató 1 a 1 con Saladillo y con Talleres Puerto Belgrano.

      En la tarde del miércoles 25 de mayo se encontraron Tiro Federal y Newell's para jugar la final en la cancha de los rojinegros. Ramón Reyna, con un tiro cruzado a media altura y Roberto Puppo, con un cabezazo a los 23 minutos del segundo tiempo, le dieron el triunfo y la Copa “Hermenegildo Ivancich” a los del Parque de la Independencia. Ese día los once campeones fueron: Enrique Giulianelli; Hugo Di Giorgio y Jorge Ledesma; Norberto Corcuera, Hugo Sanguinetti y Rodolfo Manzini; Roberto Puppo, José Cerro, Ramón Reyna, Aldo Rodriguez y Ricardo Grant.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      La cancha de calle San Martin al 4200 se vistió de gala el 4 de junio para recibir por la primera fecha a Newell’s, reciente ganador del Ivancich. El poderoso once del parque Independencia revalidó la fama que lo precedía y goleó 4 a 0 a Talleres, su anfitrión. La solidez demostrada por sus líneas defensivas y la concentración y el buen juego de los delanteros rojinegros transformaban al once titular de NOB en el máximo candidato a obtener el Torneo Molinas 1955. Sin embargo, tuvieron a Central Córdoba y Rosario Central como sus máximos competidores.

      Los charrúas eran un equipo que ya conocía las mieles del éxito y que poseía una formación bien aceitada que, aunque no tuvo el mejor de los resultados durante el Ivancich, apuntaba sus cañones a repetir el éxito del año anterior. Central Córdoba comenzó la campaña en la localidad de Álvarez, venciendo 2 a 1 a Sportivo y desde esa primera fecha comenzó la disputa con Newell's por el primer puesto. Los boys del Parque Independencia, secundados siempre por Central Córdoba y Rosario Central, lideraron la tabla de posiciones hasta la fecha 18. En esa jornada los rojinegros tuvieron que visitar el estadio centralista, en una nueva versión del clásico chico de la ciudad. La victoria del auriazul por 3 a 2 hizo que por primera vez el rojinegro se bajara de la punta.

      A partir de esa fecha fue Central Córdoba quien miraba a todos desde arriba, tras derrotar por 4 a 1 a Tiro Federal. Finalmente, el 20 de noviembre, y luego de empatar en cancha de Talleres, el charrúa se coronó campeón del Molinas por segundo año consecutivo. Durante los 21 partidos, ganó 16, empató 4 y perdió solo 2. Los jugadores que integraron su plantel fueron: Enzo Barbieri y Tulio Luciani (arqueros); Marcelo Zárate, Eduardo Villagra, Eduardo Blanco, Enrique Gallego y Rodolfo Rivoiro (defensores); Antonio Cabrera, Rodolfo Villagra, Virginio Toledo, José Chan, Vicente Altomonte y Rodolfo Valenti (mediocampistas); Julio Devito, Roberto Pereiro, Raúl Cid, Fernando Bertral, Pablo Carnero López, Antonio Scavone, Ricardo Caruso, Francisco Cechinni, Trabajo e Indalecio López.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      El 11 de enero, a las 19 horas, partió desde el aeropuerto de Ezeiza con destino hacia Europa la delegación de Newell’s Old Boys que cumplió con la tercera gira internacional de su historia. En el viejo continente los rojinegros disputaron partidos en Bélgica, Alemania y Francia, logrando destacados triunfos ante el Schalke 04, el Rapid Vienna y el Olimpique Lyon. De regreso al país, comenzó una temporada que no dejó prácticamente nada para el recuerdo, salvo el buen accionar de jugadores como José Yudica, Jorge Griffa o Ricardo Ramaciotti, a la postre goleador rojinegro en aquel torneo de 1955. El andar irregular hizo que tuviera que transitar por los últimos puestos de la tabla, llegando a estar, a falta de 5 fechas, en el último lugar de las posiciones. Por suerte dos triunfos seguidos lograron aliviar su situación. El 27 de noviembre los rojinegros visitaron a Estudiantes de La Plata, competidor directo por no descender, y lo goleó 5 a 1. Ese día formó con Luis Masuelli; Jorge Griffa y José Echeverría; Aldo Mastrogiuseppe, Ricardo Ramaciotti y Ángel Echeverría; Bernabé Carranza, Juan Bellotti, Roberto Roche, Eduardo Bernardo y José Yudica. Terminó en decimotercera posición, a tres puntos de Platense, equipo que descendió a la Primera B.

      El año 1955 arrancó con buenas noticias institucionales para Rosario Central. El 26 de enero se firmó la escrituración de los terrenos de Génova y Cordiviola donde se levantaba el Estadio de Arroyito. En el ámbito del fútbol fue un año de cambios para el plantel de la Primera División de AFA ya que algunos de sus habituales titulares como Humberto Rosa, Federico Vairo o Juan Portaluppi, dejaron el equipo en busca de nuevos horizontes. Este recambio no fue positivo en cuanto a los resultados ya que los auriazules desarrollaron una magra campaña que los llevó a ubicarse cerca del último lugar en gran parte del torneo. Solo vio asegurada su plaza en la Primera División, tres fechas antes de la terminación del certamen. En esa jornada, del 4 de diciembre, Central venció 2 a 1 a Newell’s en el Parque Independencia y así se salvó del descenso. Tras empezar perdiendo, los goles auriazules fueron anotados por Appicciafoco y Massei. Rosario Central tuvo en ese trascendente triunfo la siguiente formación: Américo Tissera; Juan Biagioli y Néstor Cardoso; Carlos Álvarez, Alberto Ducca y Miguel La Rosa; Germán Tissera, Antonio Gauna, Roberto Appicciafoco, Oscar Massei y Antonio Vilariño. Finalizó el campeonato solo por encima del descendido Platense.

      Nuevamente Central Córdoba tuvo una temporada de mitad de tabla en el campeonato de Primera B. Todo lo contrario ocurrió con Tiro Federal y Argentino, que en la Primera Amateur de ese año sí lucharon por el puesto de ascenso, aunque finalmente el que subió fue el Club Colegiales.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      En 1955 la Selección Argentina vuelve a competir en el Campeonato Sudamericano de Fútbol, luego de no presentarse en las ediciones del 49 y el 53. El reestreno en la máxima competición continental fue todo un éxito ya que la albiceleste se adjudicó aquel torneo de seis equipos realizado en la ciudad de Santiago de Chile. Argentina dejó en el camino a Paraguay y Ecuador, empató con Perú y goleó a Uruguay. Llegó a la última fecha con 7 puntos al igual que su rival, la selección local, Chile. La tarde de aquella decisiva jornada comenzó de manera trágica. Graves incidentes, ocasionados por la deficiente organización chilena, dejaron el luctuoso saldo de siete muertos, aplastados en las avalanchas que se dieron durante el ingreso al estadio. A pesar de todo hubo fútbol. En un cotejo muy cerrado, Roberto Micheli convirtió el gol de la victoria argentina, cuyo plantel solo estaba integrado por futbolistas de clubes de Buenos Aires.

      En paralelo al Campeonato Sudamericano, se desarrollaron entre el 13 y el 22 de marzo los segundos Juegos Panamericanos en la Ciudad de México. En estos juegos, el fútbol argentino defendió el primer puesto conseguido en la edición anterior. Los otros países que participaron del torneo de fútbol panamericano fueron Venezuela, Antillas Holandesas y los locales de México. El 18 de marzo los juveniles argentinos se aseguraron la medalla de oro luego de vencer 4 a 2 a Antillas Holandesas. En esa delegación argentina brilló en gran forma José Yudica, delantero rosarino que comenzara su carrera luciéndose en los Campeonatos Evita con Morning Star y que luego diera grandes alegrías a la afición de Newell’s Old Boys, como jugador primero, y como director técnico campeón más tarde.

      Nuestro presidente en 1955

      • Sr. Antonio Garguichevich

        Sr. Antonio Garguichevich

        1. 1950 - 1956

      Campeones de la Rosarina en 1955

    • Año 1956

      Reseña del año

      En este año solo se desarrolló el Torneo Gobernador Luciano Molinas y el campeón fue el Club Talleres. El torneo de Cuarta División en tanto, quedó en manos de Belgrano, quien derrotó en el desempate 4 a 1 a Talleres.

      Sucesos:
      En 1956 Antonio Berni presentó el primer dibujo de Juanito Laguna, personaje que representaba a los niños pobres de Latinoamérica y que protagonizó varias obras del afamado pintor rosarino. El 25 de mayo se inauguró la Galería Rosario, convirtiéndose de ese modo en el primer centro comercial bajo techo de la ciudad. Durante este año se rebautizó “Mariano Moreno” a la estación Terminal de Ómnibus, inaugurada en 1950 como “coronel Perón”

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El 15 de enero de 1956, en cancha de Rosario Central, se realizó el tercer partido para ver quien se quedaba con una plaza en la primera división de la Asociación Rosarina de Futbol. De un lado, el Club Belgrano, que había ocupado el último lugar en el Molinas de 1955. El rival de los celestes fue el Club Cultural Social y Deportivo Pleamar, entidad fundada el 9 de julio de 1944 por puesteros del antiguo Mercado de Abastos que se encontraba en la actual Plaza Libertad. Aquel partido decisivo fue victorioso para los albiazules de Pleamar, que de esa forma ascendieron a Primera. De todas formas, Belgrano no perdió su lugar en la Primera Local y formó parte de los trece equipos que disputaron el Torneo Molinas de 1956.

      El campeonato empezó el sábado 28 de abril cuando Newell’s Old Boys derrotó 3 a 0 a Belgrano en calidad de visitante. Los rojinegros desde un principio fueron los dominadores, imponiendo su juego preciso y un gran andamiaje en su delantera que le llevó a ganar varios partidos por goleadas. Completada el 22 de julio la fecha 10 del Torneo Molinas, Newell’s era el líder con 14 puntos, seguido por Rosario Central y Saladillo con 13, Central Córdoba con 12 y Talleres con 11.

      El 13 de mayo se reunieron en Rosario representantes de 24 ligas de fútbol de diversas provincias y crearon la Confederación Argentina de Fútbol. El propósito de este organismo era el de manejar directamente los designios futbolísticos de las ligas del interior, quitándole poder a la AFA. Ésta reaccionó y el 23 de julio de 1956, el Consejo Federal de la Asociación de Fútbol Argentino suspendió a la Asociación Rosarina de Fútbol junto a otras asociaciones. Casi de inmediato, Central Córdoba, Newell’s Old Boys y Rosario Central se desafiliaron de la ARF, abandonando todos los campeonatos que estaban jugando en las distintas divisiones locales.

      Días después Tiro Federal adopta la misma posición. Estos cuatro equipos disidentes se reunieron y acordaron dar nacimiento a la Liga Rosarina de Fútbol, que se mantuvo fiel a los mandatos de la porteña Asociación del Fútbol Argentino. De esa forma el Torneo Molinas continuó con solo 9 participantes: Saladillo, Talleres, Argentino, Sportivo de Álvarez, Provincial, Talleres Puerto Belgrano, Sparta, Pleamar y Belgrano. Al término del torneo, resultó campeón el club Talleres, repitiendo el título que había logrado en los años 1952 y 1953. El equipo verde de la zona sur ganó once partidos, empató dos y perdió solo uno, logrando un total de 24 puntos. Luego su ubicaron Saladillo (21), Sportivo de Álvarez (18), Argentino (13), Provincial (13), Talleres Puerto Belgrano (12), Sparta (11), Pleamar (8) y Belgrano (7).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Rosario Central empezó el año peleando con la AFA por el pase del goleador auriazul Oscar Massei. La entidad de calle Viamonte se resistía a que el riocuartense fuera transferido, aduciendo que el seleccionado argentino perdería poderío ante las competencias venideras. En diciembre del año anterior la masa societaria de Central había aprobado la venta, que finalmente se efectivizó en enero. Ante la pérdida de peso en la delantera, la dirigencia auriazul reforzó ese sector del equipo con tres grandes valores traídos de la Liga Cordobesa: Alberto Sánchez y Juan Castro de General Paz Juniors y Miguel Antonio Juárez de Belgrano. Otra de las incorporaciones, el peruano Walter Ormeño, ocupó el arco de Rosario Central.

      Comenzó el torneo de forma irregular, con tres empates y tres derrotas en las primeras seis fechas. Pero luego hilvanó una destacada racha de cinco triunfos en seis partidos, destacándose los triunfos ante Independiente y Huracán de local y una victoria por 2 a 0 en la visita a Boca juniors. Un total de once victorias, ocho empates y once derrotas, le permitieron quedar en la sexta posición del campeonato, siendo esta la mejor temporada desde el ingreso a los campeonatos de AFA en 1939. Además, tuvo el honor de contar entre sus filas al goleador del campeonato, Juan Alberto Castro. Con 17 goles, Castro compartió el título de máximo goleador con Ernesto Grillo de Independiente.

      No fue para nada alentador el comienzo de campeonato para Newell’s Old Boys. Ocho derrotas en las primeras 10 fechas lo dejaron mal posicionado de cara al resto del torneo y con la espada del descenso pendiendo sobre los rojinegros. Por suerte, un sprint de cuatro victorias en los últimos cinco partidos del campeonato, le ayudó de gran manera a los muchachos del Parque para quedarse en la Primera División y condenar a Chacarita Juniors a jugar en la Primera B al año siguiente. La décima posición final, con 26 puntos, fue gracias a nueve partidos ganados, ocho empatados y trece perdidos. Lo mejor de Newell’s estuvo al final de cada una de las dos ruedas de aquel campeonato ganado por River Plate y eso se simboliza en que ganó los dos clásicos de la ciudad, que se dieron en las fechas 15 y 30. Uno al final de cada rueda.

      El 26 de agosto la cancha del Parque de la Independencia fue testigo del triunfo local ante su clásico rival. Por Newell’s formaron: Américo Nazer; Jorge Griffa y Osvaldo Fontana; Aldo Mastrogiuseppe, Hugo Sanguinetti y Raúl Miralles; Ángel Nardiello, Roberto Puppo, Rodolfo García, José Urquiza y José Yudica. La visita presentó a Walter Ormeño; Juan Biagioli y Juan Lombardi; Carlos Álvarez, José Minni y José Poi; Oscar Mottura, Roberto Appicciafoco, Miguel Juárez, Juan Castro y Ricardo Giménez. A los 7 minutos del primer tiempo, Rodolfo García sacó un tiro rasante que pegó en un pie de Biagioli y se metió junto al palo opuesto de un Ormeño que había quedado descolocado. A los 13 minutos de la etapa final, Ángel Nardiello selló el 2 a 0 final con un tremendo remate recto y a media altura.

      Durante la noche del sábado 1 de diciembre, Rosario Central y Newell’s cerraron el campeonato enfrentándose en el estadio de Arroyito. Las formaciones fueron las siguientes: Rosario Central: Walter Ormeño; Juan Biagioli y Néstor Cardoso; Carlos Álvarez, Alberto Ducca y José Poi; Oscar Mottura, Alberto Sánchez, Miguel Juárez, Juan Castro y Ricardo Giménez. Newell’s Old Boys: Luis Masuelli; Emilio Semprini y Osvaldo Fontana; Jorge Boveri, Jorge Griffa y Raúl Miralles; Ángel Nardiello, Roberto Puppo, Luis Pereyra, Raúl Belén y José Yudica. Ricardo Giménez abrió el marcador para el dueño de casa, que se fue al descanso ganando 1 a 0. Pero un violento remate de Raúl Belén y una exquisita acción individual de Luis Manuel Pereyra pusieron el 2 a 1 con el que se cerró el encuentro.

      Gran campaña de Central Córdoba en el campeonato de Primera B de 1956, solo opacada por Atlanta, que logro el tan ansiado ascenso a la Primera División. En el año en que festejaron sus bodas de oro, los charrúas fueron escoltas de los auriazules de Villa Crespo, quienes en la última parte del torneo consiguieron muy buenos resultados, logrando el campeonato el 1 de diciembre, dos fechas antes del final. En esa jornada Central Córdoba goleó 7 a 0 a Colegiales, pero no alcanzó para frenar la marcha de Atlanta. Ese día los azules formaron con Alfonso Luis Palminteri; Dante Ramón Álvarez y Rodolfo Carlos Rivoiro; Raúl Alberto Fruttero, Eduardo Daniel Alejandro Villagra y José Miguel Chan; Ricardo Salvador Ráccaro, Indalecio Antonio López, Eduardo Pascual Federico, Fernando Alberto Bertral y Jorge Ernesto Acuña. Los números finales del charrúa fueron por demás de alentadores. Fue el equipo más goleador del campeonato con 96 goles en 34 fechas, un sorprendente promedio de casi tres por partido. Su delantero Francisco Cecchini fue el goleador del torneo con 32 goles, diez más que su escolta Luis Bravo de Atlanta. Los charrúas fueron los que mejor campaña hicieron de local con trece triunfos y cuatro empates, manteniendo invicta su legendaria cancha de 25 de Diciembre y Virasoro.

      En la Segunda de Ascenso también fue muy bueno lo hecho por Tiro Federal, que terminó en tercera posición, a siete puntos de San Telmo, el campeón de la divisional. Los tirolenses tuvieron un gran arranque, pero luego no pudieron mantener el andar triunfal que los hubiera puesto más alto en las posiciones. A raíz del conflicto creado por la aparición de la Confederación Argentina de Fútbol, los socios de Argentino votaron la continuación de la entidad en la Asociación Rosarina de Fútbol, y enfrentarse de esa forma a la AFA. Por esto el Consejo Federal decidió cancelar la afiliación de los salaítos, dejando a estos sin jugar en la segunda mitad del torneo. Por tal motivo quedaron en último lugar, pero tuvieron la suerte de que la AFA había anulado los descensos para esa división.

      SELECCIÓN ROSARINA:
      El 12 de diciembre un seleccionado de la Liga Rosarina de Fútbol viajó en hidroavión hacia Asunción para disputar dos amistosos en la ciudad capital de Paraguay frente a un combinado de la liga local. El primero de ellos se jugó el viernes 14 en cancha de Cerro Porteño y fue victoria de los guaraníes por 2 a 0. El domingo 16 en el flamante estadio de la Liga Paraguaya (actual Defensores del Chaco) los rosarinos se tomaron revancha y fueron ellos los que esa vez ganaron 3 a 0. El combinado de la Liga inició el partido con Walter Ormeño; Juan Biagioli y Osvaldo Fontana; Carlos Álvarez, Alberto Ducca y José Poi; Ángel Nardiello, Roberto Puppo, Miguel Juárez, Juan Castro y Roberto Giménez. Los goleadores fueron Juárez, Ducca y Luis Pereyra, que había ingresado al inicio de la segunda etapa.

      Nuestro presidente en 1956

      • Sr. Antonio Garguichevich

        Sr. Antonio Garguichevich

        1. 1950 - 1956

      Campeones de la Rosarina en 1956

      • Primera División "A" – Copa Gobernador Molinas

        • Talleres Belgrano
    • Año 1957

      Reseña del año

      En esta temporada Central Córdoba fue el ganador del Torneo Gobernador Molinas, mientras que el campeonato de Cuarta División fue para Newell’s Old Boys, y el de Quinta para Rosario Central.

      Sucesos:
      El 18 de mayo de 1957 se creó el Instituto Belgraniano de Rosario, el primero de su tipo en el interior del país. El 20 de junio, ante la presencia de una gran multitud, se inauguró oficialmente el Monumento a la Bandera con la presencia de las más importantes autoridades a nivel local y nacional. El 10 de septiembre, el Ministerio de Hacienda estableció por decreto los nuevos precios máximos para el litro de leche: $1,50 cruda suelta, $1,70 pasteurizada en botella y $1,85 en botella a domicilio.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El 11 de marzo fue elegido por unanimidad el Dr. Jaime Soler como presidente de la Asociación Rosarina de Fútbol. El 6 de mayo la Asociación del Fútbol Argentino reincorporó a todas las ligas que se habían escindido el año anterior, entre ellas la A.R.F. De esa manera Central Córdoba, Newell’s Old Boys, Rosario Central y Tiro Federal dejaron la ya extinta Liga Rosarina de Fútbol para pasar a jugar en los torneos organizados por la entidad madre del fútbol local.

      Con trece equipos dio inicio el sábado 8 de junio el Torneo Molinas. En esa ocasión la disposición del campeonato fue bastante original ya que se jugó una sola rueda donde se enfrentaron todos contra todos. Los equipos que terminaron en los primeros seis lugares pasaron a jugar por el título; los siete últimos disputaron la zona descenso. En aquella primera fecha, Rosario Central le ganó 1 a 0 a Belgrano y Newell’s goleó 4 a 1 a Sportivo de Álvarez. Talleres, campeón vigente, tuvo fecha libre.

      Al finalizar la primera parte del torneo los trece equipos quedaron divididos de la siguiente forma: Newell’s, Saladillo, Central Córdoba, Sportivo de Álvarez, Rosario Central y Talleres en la zona campeonato que se jugó en cinco fechas, los dos mejores pasaron a la final. Belgrano, Tiro Federal, Talleres Puerto Belgrano, Sparta, Argentino, Provincial y Pleamar competirían por evitar un puesto de descenso. En la ronda por el campeonato los dos mejores fueron Newell’s y Central Córdoba y se ganaron el derecho a disputar los dos partidos finales. En el primero de ellos, jugado el 1 de noviembre, ganaron los charrúas 2 a 1, en su cancha de 25 de Diciembre y Virasoro. La revancha se disputó el sábado 9 de noviembre, a la mañana, en el estadio del Parque Independencia. Newell’s alistó a: Rocha; Gerbaudo y Ledesma; Corcuera, Ramírez y Galván; Varano, Ruíz Moreno, Sosa, Sansone y Baigorria. Central Córdoba formó con: Molina; Tibaldi y Barrionuevo; Antonio Cabrera, Raúl Fruttero y Manuel Fernández; Agustín Móbili, Jorge Acuña, Marino, Luis Vizzo y Serravalle. El partido finalizó 2 a 2 y ese empate bastó para que los charrúas se coronaran campeones del Molinas por sexta vez.

      En la lucha por no descender el más desafortunado fue Sparta, que terminó último con 9 puntos. De todas formas, los albinegros se vieron beneficiados por la suspensión de los descensos que dictaminó el Consejo de la Asociación Rosarina de Fútbol.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      En 1957 el Campeonato de Primera División de A.F.A. introdujo una nueva instancia para definir al equipo que descendería. Hizo su estreno el promedio, teniendo como parámetros los puntajes obtenidos en 1956 y 1957. Por tercer año consecutivo fue River Plate el gallardo campeón, que realizó una campaña tan superior al resto que se coronó cuatro fechas antes de la finalización.

      Newell’s Old Boys mejoró ostensiblemente en relación a la campaña del año anterior. Esa mejoría no se vio solo en los resultados, el nivel de juego estuvo más engranado que en el último campeonato. Los rojinegros finalizaron cuartos en la primera rueda con triunfos muy significativos ante San Lorenzo y Racing, a los que venció de visitante y luego de local. Durante esa campaña se hizo por demás de notoria la diferencia entre la condición de local y visitante. Jugando en el Parque de la Independencia cosechó la gran suma de 23 puntos, perdiendo solo contra River Plate, el futuro campeón. De visitante solo consiguió 9 puntos y durante la segunda rueda perdió todos los partidos que jugó fuera de casa. El goleador ese año fue Luis Manuel Pereyra, quien convirtió 14 goles. Gran trabajo de la delantera rojinegra conformada por el citado Pereyra, más Ernesto Picot, Manuel Barrionuevo, Héctor Berón y José Yudica.

      Rosario Central comenzó el año realizando una gira por tierras brasileñas, donde realizó su primer partido el 3 de enero. Ese día derrotó 3 a 2 a la selección del estado de Porto Alegre. Los auriazules jugaron 13 partidos en el Brasil de los cuales ganaron 4, empataron otros 4 y perdieron 5. El entrenador Gerónimo Díaz, antiguo guardavallas de Newell’s, le dio una impronta más defensiva al juego que Rosario Central demostró en el campeonato de Primera. En 30 cotejos sufrió un total de 37 goles en contra, la cifra más baja en seis años. Mucho de eso se debía a la pareja de zagueros conformada por Juan Carlos Biagioli y Néstor Lucas Cardozo, juntos después de tres temporadas, y a un juvenil Juan Carlos Bertoldi que se hizo dueño del arco luego de la partida del peruano Walter Ormeño. El intrascendente décimo primer puesto tuvo como punto fuerte la fecha 21. Ese día derrotó a Newell’s en el estadio de Arroyito.

      Central formó con: Juan Bertoldi; Juan Biagioli y José Poi; Carlos Alvarez, José Minni y Miguel La Rosa; Oscar Mottura, Alberto Sánchez, Miguel Juárez, Juan Castro y Ricardo Giménez. Newell’s presentó a Ediberto Righi; Emilio Semprini y Osvaldo Fontana; Jorge Boveri, Jorge Griffa y Raúl Miralles; Luis Pereyra, Héctor Berón, Manuel Barrionuevo, Ernesto Picot y José Yudica. Oscar Mottura y Ricardo Giménez pusieron el 2 a 0 para los locales, José Yudica descontó para Newell’s y un minuto después, el salteño Miguel “Gitano” Juárez puso solo frente al arco el 3 a 1 final.

      Si la temporada anterior en la Primera B de 1956 había sido muy buena para Central Córdoba, la de 1957 fue simplemente histórica. Comenzaron dieciocho equipos un campeonato de ascenso muy parejo, que primero contó con el liderazgo de Chacarita Juniors y luego fue Platense el líder de las posiciones. Pero siempre estuvo Central Córdoba expectante en los puestos de escolta. Hasta que el 12 de octubre, luego de derrotar a Sarmiento de Junín y aprovechando el empate de Platense, pudieron los azules acceder a la punta de la tabla. Faltaban solo siete fechas y se agigantaba el sueño de jugar por primera vez en la máxima división del futbol argentino. A la última fecha llegaron los charrúas dos puntos por encima de Platense; con empatar en Quilmes les alcanzaba para ser campeones. Aquel glorioso 30 de noviembre del 57 el tradicional equipo de Tablada, dirigido técnicamente por el legendario Luis Indaco, alineó a Alfonso Luis Palminteri; Dante Ramón Alvarez y Rodolfo Carlos Rivoiro; Rodolfo Valenti, Eduardo Daniel Alejandro Villagra y Mario Juan Szubert; Ricardo Salvador Ráccaro, Indalecio Antonio López, Francisco Cecchini, Eduardo Pascual Federico y Antonio Delogú. Dos tantos del goleador Cecchini y otro de Delogú, todos en el primer tiempo, sellaron el 3 a 0 final con el que Central Córdoba derrotó al cervecero coronándose campeón del Torneo de Primera División B de AFA y con ello, el derecho a jugar al año siguiente en Primera División. Gran año futbolístico del charrúa que se quedó con las coronas de 1ra B de AFA y 1ra Local de la ARF.

      En el torneo de la Primera Amateur, Tiro Federal y Argentino navegaron por los irrelevantes puestos de mitad de tabla, muy lejos de los 52 puntos que consiguió el campeón Los Andes. El resultado del clásico rosarino de la segunda de ascenso fue el mismo en las dos ruedas, empate dos a dos. Primero en Barrio Sarmiento, con dos goles de Pizzorno para el albo, marcando Affatato y Berón para los tirolenses. Mientras que en la segunda rueda Tiro federal hizo de local en cancha de Newell’s. Calcaterra para Argentino y Ruzzi para Tiro, los goles del primer tiempo. Hernández aumentó en la segunda mitad para el salaíto y Santángelo selló de penal la igualdad para Tiro.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Gran actuación del combinado argentino en el Campeonato Sudamericano de 1957 realizado en Lima, Perú, desde el 7 de marzo al 6 de abril de aquel año. El plantel argentino contó con dos integrantes de Rosario Central, Miguel Juárez y Juan Castro. Sin embargo, ambos jugadores tuvieron muy poca participación en el equipo que salió campeón de aquel torneo. En partidos amistosos jugados a lo largo del año fue Juan Carlos Biagioli quien participó como zaguero titular de la albiceleste.

      Nuestro presidente en 1957

      • Sr. Jaime Soler

        Sr. Jaime Soler

        1. 1957 - 1958

      Campeones de la Rosarina en 1957

    • Año 1958

      Reseña del año

      El Torneo Gobernador Molinas fue nuevamente el máximo campeonato que organizó la Asociación Rosarina de Fútbol durante 1958 y el ganador fue el primer equipo de Newell's Old Boys. Rosario Central le ganó a los rojinegros las finales por la consagración en la división Cuarta Especial. El torneo de Cuarta Común fue ganado por los rojinegros, mientras que la Quinta y la Sexta División fueron ganadas también por Rosario Central.

      Sucesos:
      El Gobierno Nacional decretó en 1958 la creación de la Ciudad Universitaria de Rosario en 27 de febrero y Esmeralda, terreno que utilizó en su momento el Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano. Se multiplicaron los bailes de carnaval durante las noches de febrero, desde los clubes más grandes como Newell’s, Provincial o Central Córdoba hasta los tradicionales clubes de barrio como Ciclón, Nueva Aurora o CAOVA. A fines de octubre de 1958 la Dirección Nacional de Vialidad licitó la construcción del primer tramo de la avenida Circunvalación.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      Prácticamente de punta a punta ganó Newell’s Old Boys el Torneo Molinas de este año. Comenzó el 20 de abril con un empate 0 a 0 en su visita a Pleamar, a la fecha siguiente estuvo libre. Pero a partir de la cuarta jornada, luego de golear a saladillo 5 a 1 en el Parque, fue puntero del campeonato hasta el final. Sportivo de Álvarez y Tiro Federal fueron sus dos escoltas, que trataron de seguirle el ritmo pero sufrieron algunos traspiés en el camino que los fueron dejando atrás. Tan brillante fue el desarrollo del once rojinegro que se apoderó del título varias fechas antes de la finalización, llegando al final con 10 puntos de ventaja sobre sus escoltas. Se coronó el domingo 23 de noviembre, faltando tres fechas, recibiendo a Sportivo, al que goleó por 4 goles a 1. Ese día los equipos formaron de la siguiente forma: Newell´s: Granados; J. Vitali y Bearzotti; Di Santo, Alderete y Bianchi; Varano, Mazza, Tagle, Aquino y Baigorria. Sportivo F.C.: Concetti; Silvestri y Comba; Biancucci, Marquez y Capriotti; Malvestiti, Piazza, Casariego, Celoria y Rodríguez.

      Las posiciones finales las lideró Newell’s (38), seguido por Sportivo y Tiro Federal (32), Pleamar (30), Belgrano (29), Talleres Rosario Puerto Belgrano (28), Rosario Central (27), Central Córdoba (26), Saladillo (23), Argentino (21), Provincial (13), Sparta (8) y Talleres (6). Por demás de curiosa fue la campaña de Talleres, aquel club que tenía su cancha en calle San Martín al 4200. En las primeras cuatro fechas no obtuvo ni un solo punto, los tres partidos siguientes fueron triunfos ante Saladillo, Central Córdoba y Provincial. De ahí en más fueron diecinueve derrotas seguidas, que incluyeron goleadas catastróficas como el 0-16 ante Newell’s o el 0-17 que sufrió el 5 de octubre, cuando visitó a Central Córdoba. Solo dos años antes, Talleres había sido destacado campeón del Torneo Molinas.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      El torneo de Primera División fue marcado por la participación de la Selección Argentina en la Copa del Mundo que organizó Suecia en 1958. Solo tres jornadas se disputaron antes del corte mundialista y fue Atlanta el único que consiguió puntaje perfecto. Luego de la desazón que produjo la participación argentina en la máxima contienda futbolística, fue Racing Club el mejor de todos y el que terminó coronándose campeón.

      Gran campeonato auriazul en la Primera División de ese año. Consiguió un equipo aceitado al mantener la base del torneo anterior, incorporando únicamente al cordobés Hugo Rivero, que se adaptó en gran forma al plantel entrenado por Juan Bautista Piotto. Finalizada la primera rueda, el auriazul se ubicaba en el cuarto puesto (19) a solo tres puntos del líder, Racing Club (22). A raíz de incidentes ocasionados frente a Independiente, el Tribunal de Penas de la AFA clausuró por tres partidos el Estadio de Arroyito. Por tal motivo debió jugar de local en la cancha de Newell’s y ganó todos los encuentros disputados allí. Luego de ganar el clásico en la penúltima fecha, finalizó el torneo en la sexta posición con 35 unidades, convirtiéndose este año en el mejor desde 1939. También tuvo un buen andar en la Copa Suecia, certamen organizado para cubrir el parate mundialista.

      Central Córdoba tuvo su primera temporada en el máximo nivel del fútbol argentino. Como su cancha de 25 de diciembre y Virasoro todavía no estaba dentro de los parámetros reglamentarios que exigía la AFA, el conjunto de barrio Tablada hizo de local en el estadio de Newell’s, excepto cuando enfrentó a los rojinegros en cancha de Rosario Central. Muchos preveían que este sería el único año de los charrúas en la primera. Los resultados conseguidos al final de la primera rueda, donde solo se destacó una victoria por 3 a 2 ante Boca Juniors, no dejaban espacio para discutir esos malos presagios. Penúltimos con solo 10 puntos, compartiendo posición con Newell’s y solo superando a los muy pobres cinco puntos de Tigre. La segunda rueda fue totalmente distinta, con 8 triunfos en 15 partidos y consiguiendo goleadas ante Estudiantes por 6 a 1 o ante Lanús por 7 a 3. Pero sin embargo el 1 a 0 ante Racing Club, el futuro campeón, fue el lauro más brillante. Aquel 23 de noviembre los equipos formaron de la siguiente forma: Central Córdoba: Alfonso Palminteri; Dante Alvarez y Rodolfo Rivoiro; Rodolfo Valenti, Armando Novillo y Raúl Fruttero; Ráccaro, Indalecio López, Eduardo Federico, Fernando Bertral (gol a los 4 m.) y Antonio Delogú. Racing Club: Osvaldo Negri; Norberto Anido y Juan Murúa; Héctor Bono, Vladislao Cap y Julio Gianella; Evaristo Sande, Juan Pizzuti, Pedro Manfredini, Rubén Sosa y Raúl Belén. Finalmente, con 12 victorias, tres empates y 15 derrotas, los charrúas finalizaron en decimoprimera posición, consiguiendo así el derecho a jugar una temporada más en primera división.

      Newell’s Old Boys, en tanto, realizó una muy mala campaña en el campeonato del 58. Atrás habían quedado los 31 puntos de una más que aceptable temporada lograda el año anterior. Esta vez, el accionar rojinegro en cancha fue tan negativo que solo pudo ganar cuatro veces en todo el torneo (Tigre, Argentinos Juniors, Central Córdoba y Gimnasia y Esgrima de La Plata). Lo peor se vio en la segunda rueda, las últimas trece fechas fueron cinco empates y ocho derrotas, con 15 goles a favor y 29 en contra. Dentro del plantel de Newell’s solo se destacaron Vladimir Tarnawski, arquero nacido en Ucrania y Manuel Barrionuevo, goleador rojinegro de ese año con 8 goles. A pesar de todo los muchachos del Parque se mantuvieron en Primera. Tuvieron la suerte de que Tigre tuvo un pésimo año y se fue al descenso sumando solo 12 puntos, Newell's fue penúltimo con 17.

      Newell’s y Rosario Central reeditaron dos veces en 1958 el clásico de la ciudad. El 28 de septiembre empataron 1 a 1 en cancha de Newell’s con goles de Jorge Griffa y Tomás Galván, en contra. El 20 de diciembre en el Estadio de Arroyito, los locales vencieron 1 a 0 con gol de Juan Castro. Esa noche, los dos equipos formaron así: Rosario Central: Juan Bertoldi; Juan Lombardi y Néstor Cardoso; Carlos Alvarez, José Minni y Miguel La Rosa; Alberto Sánchez, Oscar Mottura, Miguel Juárez, Juan Castro y Ricardo Giménez. Newell’s Old Boys: Vladimiro Tarnawsky; Emilio Semprini y Hugo D' Ambrosio; Aldo Mastrogiuseppe, Jorge Griffa y Federico Sacchi; Raúl Pallotti, Roberto Puppo, José Tagle, Nicolás Di Lonardo y Jacinto Merayo.

      Otra vez decepcionaron Argentino y Tiro Federal en la Primera de Ascenso. Ambos equipos rosarinos hicieron 32 puntos a lo largo de las 34 fechas que duró el torneo. El campeón de esa división fue Defensores de Belgrano, que cosechó 56 puntos, 24 más que albos y tirolenses. El 30 de noviembre la victoria de Argentino por 4 a 2 ante Tiro Federal, sacó a los dos del peligro del descenso. Ese día formaron de la siguiente forma: Argentino: Valvasoni; Rivero y Cochrane; Gómez, Rinaudo y Manzi; Grimi, Verdolini, Ordónez, Martinez y Rossi. Tiro Federal: Stelzer, Figueroa y Leguizamón; Apez, Kessel y Bruscantini; Frattini, Castagno, Ruzzi, Acevedo e Ívalo.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Subidos al carro triunfal de los campeones del Sudamericano de 1957, el ambiente futbolístico argentino encaró la víspera de la Copa Mundial de Suecia '58 con exageradas expectativas triunfalistas. A la altanería criolla de creerse los mejores del mundo se sumó la improvisación táctica y física. Hasta la organización de AFA dejó bastante que desear y como claro ejemplo estuvo la falta de indumentaria alternativa para el debut frente a Alemania Occidental. En ese primer partido la selección vistió la camiseta amarilla del club local IFK Malmö que de nada sirvió ante el poderío germano. Luego venció a Irlanda del Norte, para llegar al día 15 de junio y esperar confiados a la selección de Checoslovaquia. Dieciséis mil personas fueron testigos del 6 a 1 a favor de los checos, un verdadero baile que quedará para la historia del fútbol argentino como el “desastre de Suecia”. Dentro del plantel albiceleste no hubo ningún representante de los clubes rosarinos.

      Nuestro presidente en 1958

      • Sr. Jaime Soler

        Sr. Jaime Soler

        1. 1957 - 1958

      Campeones de la Rosarina en 1958

    • Año 1959

      Reseña del año

      Rosario Central resultó campeón de las dos divisiones más importantes de la Asociación Rosarina de Fútbol. Los auriazules se alzaron con las coronas de la Primera División y la Cuarta Especial. También obtuvo los títulos de Quinta y Sexta División, quedando en manos de Newell’s es trofeo de la Cuarta División Común.

      Sucesos:
      El 27 de junio de 1959, la Escuela de Odontología se independizó de la Facultad de Ciencias Médicas y pasó a ser la Facultad de Odontología, ocupando también desde ese año su actual ubicación de calle Santa Fe 3160. Ese mismo día se crea la Escuela de Derecho de Rosario, dependiente de la Universidad Nacional Del Litoral. El 15 de agosto abrió sus puertas el Cine Lumiere, ubicado en calle Vélez Sársfield 1027.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El 18 de abril fue el puntapié inicial para una nueva edición del Torneo Gobernador Molinas, la competencia más importante organizada por la Asociación Rosarina de Fútbol, presidida en ese momento por Erland Ross. Nuevamente el campeonato contó con trece participantes que se enfrentaron todos contra todos a dos ruedas, en cada fecha uno de los equipos quedaba libre. Desde un principio las posiciones fueron dominadas por el subcampeón del año anterior, Sportivo de Álvarez, seguidos muy de cerca por los dos grandes de la ciudad, Newell’s Old Boys y Rosario Central. Fecha tras fecha, estos tres equipos lucharon entre sí durante un camino muy parejo, pero que siempre tuvo a Sportivo en la cima de la tabla. Hasta que llegaron a la penúltima fecha. Antes de esa jornada, Sportivo (37) le llevaba dos puntos de ventaja a Central y Newell’s (35). Los de Álvarez quedaron libres, por lo que los rosarinos tenían la posibilidad de alcanzarlos.

      Rosario Central hizo los deberes y venció 1 a 0 a Talleres, en la cancha de San Martin al 4200. Por el contrario, los rojinegros cayeron en su viaje a Villa Gobernador Gálvez donde perdieron ante Talleres Rosario Puerto Belgrano. En la última fecha, Central derrotó a Saladillo en la zona Sur y Sportivo le ganó a Pleamar, en la cancha de 27 de febrero y Esmeralda. Al quedar con la misma cantidad de puntos, Sportivo de Álvarez y Rosario Central debieron decidir en partidos de ida y vuelta, quien sería el ganador del certamen anual. La primera final se jugó durante la noche del jueves 3 de diciembre en Arroyito y los locales ganaron 2 a 0 gracias a los goles de Marcelo Pagani, talentoso delantero que luego de debutar en la primera división auriazul durante 1958, paseó su sobrada calidad por River Plate, Italia y Chile.

      Central formó con: Díaz; Uriestarazu y Sanitá; Gonzalez, Spatazza y Ramos; Fontán, Picerni, Pagani, Medina y Porporatto. Sportivo alineó a: Concetti; Martínez y Murúa; Biancucci, Marquez y Comba; Rodríguez, Pulenta, Palacios, Peteán y Figueroa. La segunda y decisiva final se realizó el 6 de diciembre en cancha del Sportivo Fútbol Club, histórica entidad de la vecina localidad de Álvarez. A los auriazules les bastaba con un empate y eso fue lo que sucedió a la postre. El 2 a 2 coronó a Rosario Central, que de esa forma obtuvo por octava vez el Torneo Gdor. Molinas.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      En contraposición a lo que fueron las campañas rosarinas del año anterior en Primera, donde Central hizo un gran papel, Central Córdoba se salvó del descenso y Newell’s terminó penúltimo, en 1959 se dio todo al revés. Gran actuación de los rojinegros, Rosario Central terminó penúltimo y Central Córdoba sucumbió al descenso.

      La actuación de Newell’s en 1959 comenzó visitando a Central. El empate 0 a 0 empezó a mostrar una defensa rojinegra más atildada en su juego, muy distinta a la pálida imagen del torneo anterior. Terminó la primera rueda con un resonante tercer puesto, detrás de San Lorenzo e Independiente y obteniendo destacadas victorias ante River Plate y Racing Club, campeón vigente. La segunda mitad del torneo comenzó con una de las mayores alegrías de ese año. El domingo 23 de agosto por la tarde, recibió a su clásico rival, Rosario Central, y lo derrotó por 1 a 0 con gol de Federico Sacchi. El partido se inició con las siguientes alineaciones: Newell's: Vladimir Tarnawsky; Agustín Ambrosich y Pablo Ponce; Andrés Bialle, Anacleto Peano y Federico Sacchi; Raúl González, Rubén Merighi, Esteban Sosa, José Zurita y Alberto Ance. DT: Gerónimo Díaz. R. Central: Juan Bertoldi; Norberto Bautista y Néstor Cardoso; Carlos Álvarez, José Minni y Miguel La Rosa; Alberto Sánchez, Hugo Rivero, Osvaldo Colla, Juan Castro y Ricardo Giménez. DT: Juan Bautista Piotto.

      Newell’s finalizó el campeonato en la quinta posición, a doce puntos de San Lorenzo de Almagro, ganador de aquel torneo. El jugador más valioso del plantel rojinegro fue Federico Sacchi, excelente zaguero que luego se destacó en gran forma jugando para Racing Club y Boca Juniors. Ese año el goleador del equipo del Parque fue José Víctor Zurita.

      Aquel Rosario Central que tanto prometiera en el 58, al cumplir su mejor actuación desde que se incorporó a los torneos de AFA, decepcionó de tal manera que durante todo el año navegó por el fondo de la tabla. Básicamente con el mismo platel que tan buen papel tuviera el año anterior, esta vez el nivel de juego y los malos resultados fueron las partes que conformaron una temporada para el olvido. De los quince partidos que jugó como visitante, empató dos, perdió doce y solo ganó uno. Aunque esa única victoria de visitante, fue el punto más alto de los auriazules en el año, ya que se dio frente a San Lorenzo, flamante campeón. Al final de las 30 fechas, el auriazul terminó en la anteúltima posición, solo por encima de Central Córdoba.

      Los charrúas habían logrado con esfuerzo mantenerse en el círculo superior de AFA y para 1959 la expectativa era la misma, lucha y sacrificio para permanecer en la máxima categoría. Luego de efectuar refacciones en su estadio, principalmente el cambio de orientación del campo de juego, Central Córdoba comienza a ser local en la vieja cancha de 25 de diciembre y Virasoro. El primer partido de Primera División que se jugó allí fue victoria 2 a 1 ante Central Córdoba. Ese histórico día los azules formaron con: Darío Rinaldi; Dante Álvarez y Rodolfo Rivoiro; Rodolfo Valenti, Armando Novillo y Raúl Fruttero; Rodolfo Vidal, Indalecio López, Luis Vizzo, Fernando Bertral y Antonio Delogú.

      La mala campaña de los ferroviarios de zona sur se notó más que nada en las actuaciones que realizó como visitante. Fuera de casa jugó 15 partidos, ganó uno, empató uno y perdió la irremontable cifra de trece encuentros. Finalizó en la parte más baja de la tabla y lo más importante, también terminó en lo más bajo de los promedios. Este sistema definía el único descenso que dispuso ese año la AFA. Gimnasia de La Plata y Central Córdoba finalizaron igualados, con la anotación más baja, 24,00. El desempate de esa igualdad favoreció a los platenses, ya que se tuvieron en cuenta los resultados entre ambos y frente a los cuatro mejores del torneo. Por esa reglamentación los charrúas volvieron a la Primera B.

      Argentino y Tiro Federal, por último, volvieron a realizar sendas campañas intrascendentes en el campeonato de Segunda de Ascenso. Los tirolenses tuvieron un torneo tan pobre que quedaron a solo cuatro posiciones del último lugar de la tabla de promedios del descenso. Los salaítos finalizaron en una mucho mejor ubicación, quintos, pero a 21 puntos del campeón, Deportivo Morón.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      La actividad más importante del seleccionado ese año fue el Campeonato Sudamericano, realizado en Buenos Aires entre el 7 de marzo y el 4 de abril. La presencia del equipo argentino, vapuleado el año anterior en el Mundial, contrastaba con la llegada de Brasil y todas sus estrellas, notables campeones de aquel Mundial de Suecia 1958. Zagallo, Vavá, Pelé, Didí y todo el plantel brasileño eran serios candidatos a ser campeones, sin embargo, el título fue para la Selección Argentina. El defensor rojinegro Jorge Bernardo Griffa fue titular en aquel once victorioso, representando en gran forma al futbol nuestro. Juan Carlos Bertoldi, arquero de Rosario Central, integró el plantel argentino, pero no disputó minutos.

      Nuestro presidente en 1959

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1959

    • Año 1960

      Reseña del año

      El Sportivo F.C. de la ciudad de Álvarez, ganó por primera vez en ese año el Torneo Gobernador Molinas. Newell’s Old Boys obtuvo el título en la Cuarta División Especial. Mientras que Rosario Central se coronó en Cuarta Común, Quinta y Sexta División.

      Sucesos:
      Un miércoles 13 de abril de 1960 comenzaron a rodar las unidades de la nueva línea B de ómnibus, que unió durante tantos años el barrio de Fisherton con el centro de la ciudad. El 10 de mayo se habilitaron en Santa fe y Cafferata las nuevas instalaciones de la Feria Franca Municipal, donde los vecinos podían obtener de primera mano los productos que ofrecían gran cantidad de feriantes. El 1 de agosto del 60 se inauguró la Galería Libertad, paseo comercial ubicado en calle Sarmiento 854. El 30 de septiembre se realizó el quinto Censo Nacional de Población, Viviendas y Agropecuario. En la ciudad de Rosario y su zona de influencia se contaron cerca de 670.000 habitantes.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El Sportivo Fútbol Club de la ciudad de Álvarez había sido protagonista de las dos últimas ediciones del Torneo Gobernador Molinas, siendo subcampeón de Newell’s en 1958 y de Rosario Central en 1959. Hasta que en 1960 se hizo real aquel axioma de que la tercera es la vencida. Por primera vez el equipo blanquiazul pudo gritar campeón en el máximo certamen de la A.R.F. La entidad alvarense, fundada el 30 de agosto de 1922, se unió a la Liga Rosarina Amateur en 1933 y luego debutó en la segunda de la ARF en 1943, siendo su primer año en la primera división rosarina el 1949. Desde el 10 de abril, cuando venció como local 3 a 2 a Pleamar, el Sportivo F.C. se erigió en principal animador del Molinas, seguido por Newell's Old Boys y Belgrano. Hasta que el 13 de noviembre, y por la anteúltima fecha, recibió a Saladillo y empató 1 a 1. En esa jornada el escolta Newell’s tuvo fecha libre y por lo tanto no sumó puntos en su haber, de esa forma la igualdad lograda en casa le sirvió al Sportivo Fútbol Club para ser el campeón del Torneo Molinas de esa temporada. Gran campaña, solventada por un nivel de juego superlativo, fruto de un plantel que se conocía prácticamente de memoria. Los números del S.F.C. fueron avasallantes: 17 partidos ganados, 6 empatados y una sola derrota, frente a Rosario Central; cincuenta goles a favor y dieciocho en contra.

      Las posiciones finales fueron así: Sportivo de Álvarez, campeón con 40 puntos, seguido por Newell’s (35), Belgrano (33), Rosario Central (29), Talleres Rosario Puerto Belgrano (29), Talleres Sportivo (27), Central Córdoba (26), Pleamar (22), Tiro Federal (20), Provincial (19), Argentino (13), Sparta (13) y Saladillo (6). Newell’s Old Boys, con 78 tantos, tuvo la delantera más goleadora de todo el campeonato. El campeón se llevó el honor de contar con la valla menos vencida, pues solo le hicieron 18 goles en las 26 fechas que duró aquella edición del Molinas.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      La noticia más fuerte dentro de los equipos rosarinos que participaban en los torneos de AFA fue el descenso de Newell’s Old Boys a la Primera B. El 27 de noviembre llegaba a su fin una década de malos resultados para los rojinegros que finalmente decantó en su peor caída. Ni siquiera las campañas de 1957 o 1959 sirvieron para engrosar el flaco promedio de puntos y encima 1960 fue un mal año con sólo seis triunfos, seis empates y dieciocho derrotas. Pobres números que enterraron al equipo del Parque Independencia en el último lugar de la tabla. Lo peor se vio en la segunda rueda donde solo consiguió seis puntos, producto de una sola victoria y tres igualdades. Las mayores alegrías de la temporada fueron la goleada a River Plate por 3 a 0 y el triunfo 5 a 3 en el clásico rosarino. Ese domingo 8 de mayo, Newell’s finalizó el primer tiempo perdiendo 2 a 0, pero en una gran reacción marcó cinco tantos en los 45 minutos finales. El once triunfante formó con: Alfredo Gironacci; Agustín Ambrosich y Pablo Ponce; Juan Amaya, Anacleto Peano y Federico Sacchi; Rubén Merighi, Esteban Sosa, Juan Lallana, José Zurita y Alberto Ance. Los goles fueron convertidos por José Zurita, Federico Sacchi, Juan Lallana por dos veces y Esteban Sosa.

      Para tratar de olvidar la mala campaña del año anterior, la dirigencia de Rosario Central realizó un gran recambio en el plantel del equipo de primera y del cuerpo técnico. Juan Carlos Fonda reemplazó como director técnico a Juan Bautista Piotto y grandes puntales como Juan Carlos Biagioli, José Minni, Oscar Mottura, Oscar Colla y Miguel La Rosa dejaron la entidad de Arroyito. Un joven Edgardo Andrada asumió la titularidad en el arco y debutaron futuras figuras como Cesar Luis Menotti y Marcelo Pagani. Gran participación tuvo la dupla de hermanos brasileños Antonio y Francisco Rodrigues que llegaron a principios de año. El ciclo de Piotto duró solo 11 partidos, de los cuales perdió seis. Fue reemplazado por Enrique Lúpiz, un destacado esgrimista y preparador físico, que debutó en el banco ante Boca Juniors. Como las camisetas eran parecidas, Lúpiz dio la orden de que Central vista de Rojo ya que según el DT Boca perdía frecuentemente con Independiente. Ganó Rosario Central 3 a 1, con un gol del debutante Cesar Menotti. Aquel día formaron con: Edgardo Andrada; José Casares y Néstor Cardoso; Carlos Álvarez, Armando Rossi y Oscar Ramos; Antonio Rodrigues, Cesar Menotti, Miguel Juárez, Juan Castro y Francisco Rodrigues.

      Los auriazules finalizaron en mitad de tabla con 29 puntos, doce menos que el campeón Independiente. De local obtuvo 20 puntos, contra los 9 que consiguió de visitante. Fue la defensa más goleada del campeonato con 71 goles en contra. El retorno de Central Córdoba en 1960 a la segunda división no fue lo que se esperaba. Una magra cosecha de puntos llevó a los charrúas a terminar el campeonato en decimoquinta posición, muy cerca del puesto de descenso a la segunda de ascenso.

      Flojo también fue el derrotero que Tiro Federal y Argentino tuvieron en el Campeonato de Primera Amateur de 1960. Los albos de Sorrento y Víctor Mercante finalizaron últimos y no descendieron a la Tercera de Ascenso gracias al sistema de promedios, que con 21 puntos condenó a Sportivo Palermo. Argentino quedó antepenúltimo con 27,33 y un puesto arriba Tiro Federal obtuvo 28,33. El sábado 23 de abril, Argentino y Tiro reeditaron el viejo clásico de la zona norte. El estadio de barrio Ludueña fue testigo del empate entre albos y tirolenses. Fue 2 a 2 con goles de Gaggioli y Dellavalle para los locales; y Andalúz y Calcaterra para los salaítos.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Nutrida actividad tuvo el combinado argentino en 1960, combinando la realización de partidos amistosos con competencias oficiales. Durante el mes de marzo se realizó la última edición del Campeonato Panamericano de Fútbol, torneo organizado conjuntamente por las confederaciones de Norte, Centro y Sudamérica. Argentina se quedó con el título superando a Brasil, ganador de las dos ediciones anteriores y encumbrada desde hacía unos años como potencia futbolística a nivel mundial. En aquel equipo campeón fue mediocampista titular el jugador centralista Carlos Álvarez, que descollaba en Rosario Central desde 1955.

      El 9 de julio se disputó la Copa del Atlántico, donde Argentina enfrentó a Paraguay. En el equipo albiceleste hizo su debut el mediocampista rojinegro Federico Sacchi, que luego realizaría grandes campañas en Racing y Boca. Tres días después, el defensor auriazul Néstor Lucas Cardozo también haría su estreno en la Selección Nacional enfrentando a Brasil.

      Nuestro presidente en 1960

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1960

    • Año 1961

      Reseña del año

      Rosario Central se adjudicó ese año la edición del Torneo Gobernador Luciano Molinas. El título de la Cuarta División Especial fue para Newell’s Old Boys. En la Cuarta Común y la Quinta División el ganador fue también Rosario Central. Mientras que Morning Star, club fundado en 1942, fue quien obtuvo el título en la Sexta División.

      Sucesos:
      El 21 de septiembre se reúnen gran cantidad de rosarinos en la Estación Fluvial para darle la bienvenida al barco Ciudad de Rosario, que se usaría para fines turísticos y excursiones escolares. Luego de reiteradas denuncias en contra de su decadente condición higiénica, comenzó en octubre de 1961 la demolición del viejo Mercado Central, que se ubicaba en calle San Martín y San Luis. Luego de 14 años volvió al circuito comercial de la ciudad la famosa gaseosa “Coca-Cola”, luego de que fuera prohibida en 1947 por no informar en sus envases los ingredientes que poseía la bebida. El 3 de diciembre se habilita la línea K de trolebuses, siendo su recorrido desde Necochea y Pellegrini hasta Mendoza y Nicaragua.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      Impresionante campaña realizó la Primera División Local de Rosario Central para llevarse el Torneo Luciano Molinas del 61. Como muestra de ello, se pueden tomar las primeras seis fechas: seis partidos ganados, seis goleadas (5-0 a Saladillo, 5-1 a Sportivo, 4-1 a Argentino, 8-0 a Tiro Federal, 5-2 a Pleamar y 8-2 a Talleres Sportivo). En esa primera rueda los auriazules sufrieron su única derrota de la temporada, cuando el 4 de junio visitaron a Central Córdoba y perdieron por tres a dos. Luego de esa caída encadenaron trece victorias seguidas y un empate ante Belgrano, hasta que llegaron al 22 de octubre. Ese sábado Central visitó a Sparta y con solo empatar le alcanzaba para obtener el título. El partido terminó en triunfo 3 a 1 y de esa forma los centralistas se quedaron con el campeonato tres fechas antes de la finalización. La gran figura del campeón fue el delantero Carlos Alberto Bulla, goleador con 35 tantos. Junto a Bulla se destacaron otros jugadores que en un futuro cercano llegarían a debutar en la Primera de AFA: Enrique “Nene” Fernández, Néstor Manfredi, Otto Sesana, Nelson Robledo y Jorge Sanitá.

      Rosario Central, luego de veintidós triunfos, un empate y una derrota, ciento un goles a favor y veintidós en contra, terminó con 45 puntos. Le siguió Newell’s Old Boys con 40, Central Córdoba con 37, Belgrano y Talleres RPB con 26, Provincial y Tiro Federal quedaron con 24, Sparta 22, Sportivo de Álvarez 20, Talleres Sportivo de Villa Diego 18, Pleamar 13, Saladillo 12 y Argentino una unidad.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Floja temporada auriazul en la primera División de 1961. Nuevamente volvió a ser la valla maás vencida del campeonato, demostrando el flojo papel de la defensa que habitualmente presentaba a Néstor Cardozo, José Casares, el uruguayo Jesús Castro y Oscar Ramos. En el arco afianzó su posición Edgardo Andrada y en la delantera los jóvenes Marcelo Pagani y César Menotti se afirmaron en sus puestos. La irregularidad de la campaña se vio reflejada en el ir y venir de varios entrenadores. Comenzó el año Enrique Lúpiz, quien venía siendo el director técnico desde julio del año pasado. Luego de la sexta fecha tomó el puesto Juan Bautista Piotto, quien luego de lograr solo tres empates y tres derrotas dejó el puesto, nuevamente, a su antecesor Enrique Lúpiz.

      El ex preparador físico y esgrimista tampoco supo levantar al equipo, seis derrotas, dos empates y apenas dos triunfos. El mayor logro a destacar fue la goleada 4 a 0 ante San Lorenzo. Ese domingo ingresó al césped del Estadio de Arroyito la siguiente formación: Edgardo Andrada; José Casares y Néstor Cardoso; Jesús Castro, Oscar Ramos y Gualberto Mugione; Miguel Juárez, César Menotti, Marcelo Pagani, Alejandro Báez y Ricardo Giménez. El delantero correntino Alejandro Báez abrió el marcador a los 36 minutos del primer tiempo. Comenzando el segundo período, Menotti habilitó a Pagani para el segundo gol. A los 55' Ricardo Giménez hizo el tercero y a los 81' Cesar Luis Menotti cabeceó en gran forma un centro lanzado por Giménez para sellar el resultado.

      El primer año de Newell's Old Boys en la división de ascenso comenzó el 15 de abril cuando venció 1 a 0 a Temperley en el Parque de la Independencia. Jorge Raúl Solari convirtió aquel primer gol en la Primera B. El torneo de segunda no fue nada fácil para Newell’s y tuvo que competir durante las 34 fechas contra Quilmes y Nueva Chicago. Los rojinegros nunca estuvieron punteros hasta la penúltima fecha, cuando aprovecharon el bajón de Quilmes y vencieron a Almagro. En la última jornada Quilmes y Nueva Chicago empataron y Newell’s al ganarle a Deportivo Morón obtuvo el campeonato y el ascenso a primera. Aquel día de festejos los once de Newell's fueron: Alfredo Mariano Gironacci; Agustín Pedro Ambrosich, Pablo Mauricio Ponce, Juan Jorge Amaya, Roberto Belángero, Germán Di Santo, Eduardo, Jorge Raúl Solari, Diogo, Zucca y Conceicao. El alemán Adolfo Celli, legendaria estrella rojinegra de la década del 20, era el entrenador de aquel plantel.

      Sin embargo, días después la AFA inició una investigación sobre un supuesto hecho de incentivación ocurrido en el encuentro Excursionistas versus Quilmes, cuatro fechas antes del final, el cual involucraba a Newell’s como parte incentivadora. En febrero del año siguiente, el Tribunal de Penas suspendió por dos meses a Newell’s y le descontó 10 puntos, privándolo de esa forma del tan ansiado ascenso a Primera División.

      Magro papel el interpretado por Central Córdoba en el campeonato de Primera B compartido con Newell’s Old Boys. Los de Tablada tuvieron un gran comienzo con tres triunfos en las primeras fechas. La primera de esas victorias fue como visitante ante Banfield. Los charrúas formaron con: Alfonso Palminteri; Ricardo Rivero, Rodolfo Rivoiro, Rodolfo Valenti, Oscar Bellini, Armando Novillo, José Luis Mancini, Jorge Sivina, Luis Vizzo, Emilio Jankievicz y Jacinto Merayo. Entrenaba a aquel equipo charrúa el grandísimo ex jugador, Vicente "capote" de la Mata. Con el correr de las fechas el nivel de juego se estancó y se hizo muy notorio el accionar de local y de visitante. En la cancha de 25 de Diciembre y Virasoro se lograron 22 puntos, mientras que las veces que salió de Rosario solo se trajeron 11 unidades. Finalizado el certamen, Central Córdoba ocupó la décima posición.

      En el campeonato de Primera Amateur, la tercera categoría de AFA, hubo un solo descenso a través del sistema de promedios y quien lo sufrió fue Acassuso. Por arriba del club de San Isidro se colocaron los dos equipos de Rosario: Argentino y Tiro Federal, en un claro ejemplo de las pobres campañas que venían realizando ambas instituciones en los últimos años.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      El 12 de octubre de 1961, la Selección Argentina recibió en cancha de Independiente de Avellaneda a su par de Paraguay. A los 17 minutos del primer tiempo, Marcelo Pagani hizo su estreno con la albiceleste y cuatro minutos después convirtió el tercer gol de la jornada. A los 22' del segundo tiempo, Antonio Roma dejó el arco para que ingrese Edgardo Andrada, quien de esa forma tuvo su debut en el combinado nacional. Ese año el equipo argentino realizó una gira por Europa donde derrotó a Portugal en Lisboa, empató frente a Checoslovaquia y a la Unión Soviética y cayó ante España e Italia. Uno de los pilares argentinos fue Federico Sacchi, ex defensor rojinegro que por entonces descollaba en Racing Club.

      Nuestro presidente en 1961

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1961

      • Primera División "B" - Copa Santiago Pinasco

        • Centro de Estudiantes
      • Primera División "A" – Copa Gobernador Molinas

    • Año 1962

      Reseña del año

      Al igual que el año anterior, Rosario Central y Newell’s Old Boys fueron los ganadores del Torneo Molinas y la Cuarta División Especial, respectivamente. Los rojinegros también se quedaron con la Cuarta División. Morning Star obtuvo el título en Quinta y Rosario Central fue el campeón de la Sexta División.

      Sucesos:
      A comienzos de año comenzaron a rodar las unidades de la línea L de trolebuses, cubriendo servicio desde la zona centro hasta Avellaneda y Mendoza. Comienza a construirse en la zona noroeste el conjunto de viviendas conocido luego como Barrio Parquefield. El 9 de diciembre de 1962, luego de 52 años de existencia, cerró sus puertas el conocido Cine Belgrano, ubicado en la esquina noreste de la intersección de calles San Martín y San Juan.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El comienzo del año 1962 trajo una gran novedad para el fútbol rosarino. En asamblea de socios realizada el 31 de enero en su sede social de calle Sorrento, el Club Atlético Argentino decidió retirar su equipo de fútbol de las competiciones organizadas por la Asociación de Fútbol Argentino, luego de que el año anterior los albos descendieran a la segunda de ascenso.

      Nuevo formato para la trigésima segunda edición del Torneo Molinas. Esta vez los catorce equipos jugaron una primera rueda todos contra todos. Al finalizar la misma los siete mejores pasaron a disputar la ronda final por el título; los siete peores pelearían por no descender. El año anterior se reeditó la vieja Copa Santiago Pinasco y su ganador fue el Club Centro de Estudiantes, que de esa forma pasó a jugar en la Primera de Rosarina.

      Rosario Central, campeón de 1961, era el principal candidato a quedarse nuevamente con el máximo título de la ARF. Los auriazules no defraudaron y realizaron una gran primera rueda, ganando los trece partidos jugados con 80 goles a favor y 18 en contra. Junto a Central, los otros equipos que clasificaron a la fase final fueron: Newell’s, Talleres Puerto Belgrano, Talleres-Sportivo de Villa Diego, Sparta, Sportivo de Álvarez y Central Córdoba. En esta parte del torneo las cosas resultaron más parejas y se dieron dos sorpresivos resultados como fueron las goleadas que Sparta y Newell’s Old Boys le propinaron a Rosario Central (4 a 0 y 6 a 1). Casualmente los dos clásicos rivales del fútbol rosarino, Central y Newell’s, empataron en el primer puesto de la tabla por lo que hubo que jugar dos finales a ida y vuelta para saber quién iba a ser el campeón.

      El 18 de diciembre se jugó la primera de esas finales en el Estadio de Arroyito. El local jugó un muy bien en todas sus líneas y se llevó un aplastante 5 a 1, con dos goles del cordobés Oscar Storti, dos de José Arabia y el restante de Carlos Bulla. Roberto Rosa descontó parta los rojinegros. Dos días después, el viernes 21 de diciembre, se jugó la revancha en el Parque de la Independencia. La diferencia de cuatro goles al término de la primera final no se acortó, todo lo contrario. Los goles de Arabia, Bulla, Enrique Nuesch y Armando Rossi le dieron el triunfo final por 4 a 2 y el bicampeonato al canalla. En el auriazul brillaron durante ese año futuros valores de la primera división de AFA como Alejo Medina, Otto Sesana, Oscar Storti y Carlos Bulla. El goleador del campeón fue Luis Álvarez.

      En la ronda que integraban los equipos que luchaban por no descender el peor de todos fue el Club Saladillo. La institución de la avenida Arijón venía de varios años de estancarse en los últimos puestos y el descenso de 1962 fue un amargo final para el equipo subcampeón de 1956.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      En 1962 Rosario Central tuvo una campaña totalmente opuesta a la del año anterior. Si en el 61 se rozó la lucha por no descender, este año un ordenado equipo terminó sexto en las posiciones. El responsable de aquel vuelco futbolístico fue el entrenador Alejandro Galán, más conocido por su antiguo nombre de boxeador: Jim Lópes. Un planteo más conservador, pensando primero en cuidar el arco propio y armando juego siempre manteniendo el orden establecido. El juvenil y brillante delantero Marcelo Pagani pasó a River Plate y Cesar Luis Menotti fue la figura centralista más destacada de aquel año, siendo también el goleador del equipo auriazul. En el arco se destacó la figura de Edgardo Andrada, secundado en la faz defensiva por José Casares y Norberto Bautista. Junto a Menotti, el habilidoso Enrique 'Nene' Fernández, Elio Montaño, Miguel 'Gitano' Juárez y Ricardo Giménez conformaron un quinteto ofensivo que sería recordado por mucho tiempo. La actuación más resonante de Central se dio el 15 de octubre, cuando por la fecha 21 visitó a Boca y lo derrotó por 2 a 0, con goles de Sebastián García y Miguel Juárez. La formación de aquel día fue con: Edgardo Andrada; Juan Biagioli, Domingo Aranda, Norberto Bautista y Néstor Cardoso; Sebastián García y Miguel Juárez; Ricardo Giménez, Elio Montaño, Enrique Fernández y Alejo Medina.

      Por el lado de Newell’s Old Boys, todo era alegría en el Parque de la Independencia en el inicio del año. Luego de una gran remontada a finales del torneo de la Primera B de 1961, Newell’s superó a Quilmes y logró el tan ansiado ascenso. Pero todo el júbilo finalizó el 23 de febrero del 62, cuando la Asociación del Fútbol Argentino oficializó el boletín 858, donde el Tribunal de Penas dispuso la suspensión de dos meses al Club Newell’s Old Boys y el descuento de diez puntos de la tabla de posiciones del año anterior. De esa manera el rojinegro cedía el puesto de campeón de la B a Quilmes y perdía el derecho a ascender. Tan funesto desenlace se originó en un caso de incentivación a jugadores del club Excursionistas en su cotejo frente a Quilmes por la fecha 31. Se halló culpable a Newell’s y se condenó también a su presidente Oscar García, al secretario Mario Álvarez y al ex DT José Curti. En protesta, una asamblea de socios decidió que su equipo no se presente a jugar la primera fecha del torneo de la B del 62 ante Lanús. La AFA les descontó dos puntos, y como el club seguía en la misma postura de reclamo, la entidad madre del fútbol argentino le recordó a los Boys que si no se presentaban en tres partidos seguidos perdían automáticamente la afiliación y descenderían a la categoría siguiente.

      A pesar del partido perdido en la primera fecha y la sanción impuesta por tal causa, la campaña de Newell’s en la Primera B de 1962 fue positiva, aunque no se logró el objetivo de ascender. Finalizó en la quinta posición, con 16 partidos ganados, seis empatados y 12 perdidos. La figura de aquel plantel fue José María Ferrero, no sólo fue el jugador que más veces vistió la camiseta rojinegra en esa temporada de ascenso, sino que también fue el máximo goleador con 28 tantos del campeonato de Primera B. En el cuarto puesto de la tabla de anotadores se ubicó un tal Carlos Salvador Bilardo, jugador del Deportivo Español.

      Central Córdoba, el otro equipo rosarino que se encontraba en la Primera B junto a Newell’s, no tuvo un buen año en la segunda categoría. Las malas campañas anteriores lo hicieron coquetear varias veces con los puestos de descenso y quedó muy cerca de perder la categoría. Bajaron tres equipos a la Primera C y los azules quedaron a un solo lugar de All Boys, Almagro y Excursionistas. Las alegrías más grandes de los charrúas se dieron en los dos partidos que le ganaron a Newell’s Old Boys, en una especie de clásico rosarino de la B. Uno de esos encuentros se dio el 3 de noviembre, cuando Central Córdoba visitó el Parque de la Independencia y venció a Newell’s por 3 a 2. Las formaciones fueron las siguientes: Newell’s: Alfredo Mariano Gironacci; Agustín Pedro Ambrosich, Pablo Mauricio Ponce, Juan Jorge Amaya, Vicente Orlando Alderete, Germán Di Santo, Félix Santiago Velárdez, Joao Cardoso, José María Ferrero, Jorge Weschta y Ronald Olegario Dias. DT: Gabino Ballesteros. Central Córdoba: Alfonso Luis Palminteri; Ricardo Andrés Rivero, Rodolfo Carlos Rivoiro, Andrés Angel Limia, Pedro Manuel Espíndola, Rubén Oscar Altolaguirre, Rodolfo Raúl Vidal, Jorge Raúl Sivina, Américo Rovere, Alberto Andrés Córdoba y José Luis Mancini. DT: Francisco Mackey. Los goles rojinegros fueron convertidos por Weschta y Ferrero, y los de Central Córdoba por Espíndola, Mancini y Rovere. El 31 de Octubre, la Comisión Directiva de Tiro Federal le anunció a la AFA que retiraba a su equipo del campeonato de Primera C, luego de transcurridas 27 fechas. Al igual que lo expresado por Argentino a principios de año, el retiro se debía a la situación económica del club albiceleste.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      La República de Chile fue la anfitriona de la séptima edición de la Copa Mundial de Fútbol. La Selección Argentina participó del torneo integrando el grupo 4, junto con Hungría, Inglaterra y Bulgaria. Mala actuación del equipo nacional que entre sus filas contó con Marcelo Pagani y Federico Sacchi, ex jugadores de Central y Newell’s. El equipo dirigido por Juan Carlos Lorenzo no logró clasificar a la segunda fase.

      Durante el mes de noviembre de 1962 comenzó la disputa de la Copa Carlos Dittborn Pinto, nombrada en honor a Carlos Dittborn, presidente del comité organizador de la Copa Mundial de Chile 1962. Dicho torneo enfrentaba a las selecciones de Argentina y Chile, en cotejos de ida y vuelta. Para esa copa el equipo albiceleste tuvo la conducción de Jim Lópes, entrenador en ese momento de Rosario Central. En el empate en Santiago de Chile y la victoria en Buenos Aires fueron titulares los centralistas Edgardo Andrada, Néstor Cardozo y Cesar Menotti.

      Nuestro presidente en 1962

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1962

    • Año 1963

      Reseña del año

      Rosario Central logró en ese año los títulos más importantes, el Torneo Gobernador Molinas y la Cuarta División Especial. El equipo del Club Celulosa Argentina ganó la Copa Santiago Pinasco, correspondiente a la segunda división. Los campeones de las divisiones menores fueron los mismos del año pasado: Newell’s Old Boys en Cuarta Común, Morning Star en Quinta y Rosario Central en Sexta División.

      Sucesos:
      El 12 de febrero de 1963 finaliza en la ciudad el popular servicio de tranvías eléctricos. Ese día las unidades de la línea 6 partieron desde la Municipalidad hasta los talleres de Zeballos y Ovidio Lagos. Gracias a la reforma de la constitución provincial de 1962, la ciudad eligió por primera vez a su intendente en las elecciones de 1963, donde triunfó Rodolfo Bercovich. El 5 de julio de 1963 la Municipalidad de Rosario establece la calificación de “Confitería bailable” a establecimientos donde se realicen “reuniones danzantes”. Los menores tenían la entrada totalmente prohibida y el horario permitido era de 16 a 2 horas.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El 21 de abril de 1963 dio inició una nueva edición del Torneo Gobernador Molinas que organizaba desde 1931 la Asociación Rosarina de Fútbol. Contó nuevamente con catorce participantes, Saladillo había perdido la categoría el año anterior y fue reemplazado por Coronel Aguirre, ganador de la Copa Pinasco 1962. El club verde y rojo, afiliado a la ARF desde 1961, nació de la fusión de dos clubes de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez: el Coronel Aguirre puso el nombre y el Gobernador Gálvez los colores.

      El bicampeón vigente, Rosario Central, debutó esa temporada visitando a los salaítos. Argentino ya no disputaba los torneos de AFA y su primer equipo se dedicó a la primera división local. Aquel encuentro en la cancha de calle Sorrento fue goleada auriazul, por 4 a 0. Desde las primeras fechas se pudo notar que los aspirantes al título eran el campeón Central junto a Central Córdoba, Newell’s, Sportivo de Álvarez y Talleres Rosario Puerto Belgrano. Los dos clásicos chicos de la ciudad fueron repartidos con un triunfo para cada uno. El 12 de mayo, Newell’s le ganó 3 a 2 a Central en Arroyito, y el 8 de septiembre el canalla se tomó la revancha goleando 4 a 1 al rojinegro en el parque Independencia.

      Cuando finalizaron las 26 fechas se dio una particularidad: auriazules y charrúas empataron en la cima de la tabla con 41 puntos cada uno. Tal como estaba establecido en el reglamento de ese año, se disputaron dos partidos finales. En el primero fue local Rosario Central en su cancha de Génova y Cordiviola. Goleada 4 a 1 que prácticamente dejaba definido el título para los centralistas. En la segunda final, jugada en la cancha de 25 de diciembre y Virasoro, Central ratificó su buen momento y con un 2 a 0 se transformó en tricampeón, logro alcanzado por última vez en 1936 por el Newell’s. Luego del campeón Rosario Central y del subcampeón Central Córdoba, las posiciones quedaron así: Newell’s y Sportivo FC (36 puntos), Talleres Rosario Puerto Belgrano (35), Coronel Aguirre (27), Talleres Sportivo de Villa Diego (25), Sparta (24), Argentino y Tiro Federal (22), Provincial (16), Belgrano y Pleamar (15) y Centro de Estudiantes (9).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      El campeonato de Primera División de 1963 tuvo la particularidad de ser el que menos equipos reunió con un total de catorce clubes, de los cuales once eran de Capital Federal y Gran Buenos Aires, dos de La Plata y solo uno de Rosario, el Club Atlético Rosario Central. Los auriazules venían de una gran campaña en el torneo de 1962, sin embargo, en 1963 volvió a caer en la irregularidad que lo caracterizó durante años anteriores. A una magra cosecha de puntos obtenidos cada vez que salió de Rosario se le sumaron resultados poco convenientes en el estadio de Arroyito. No se esperaba que Central terminara en los puestos de abajo ya que se mantuvo el mismo plantel y el mismo entrenador que tan buenos resultados diera el campeonato pasado.

      Los puntos destacados de ese año en el equipo centralista fueron la consolidación de Cesar Menotti y del talentoso Enrique “Nene” Fernández. El mejor resultado se dio el domingo 15 de agosto, cuando por la decimoquinta fecha visitó a Independiente de Avellaneda, quien sería el campeón de ese año. Aquella jornada Rosario Central formó con: Edgardo Andrada; Domingo Aranda, José Casares, Norberto Bautista y Néstor Cardoso; Sebastián García y César Menotti; Oscar Storti, Enrique Fernández, Néstor Manfredi y Ricardo Giménez. El único tanto del encuentro fue convertido por Cesar Luis Menotti, a los dos minutos del primer tiempo. Menotti fue por tercer año consecutivo el máximo goleador del plantel auriazul y ya era visto con interés por varios equipos de la ciudad de Buenos Aires.

      Newell’s Old Boys desarrolló un buen torneo en su tercer año compitiendo en el ascenso. Luego de quince triunfos, seis empates y once derrotas quedó en el sexto lugar de la tabla de posiciones del Campeonato de Primera División B. Nuevamente fueron infructuosas las esperanzas rojinegras de subir a primera división. Con 36 puntos, terminó a seis de los punteros Ferro Carril Oeste, Unión, San Telmo y Sarmiento de Junín. Dirigido técnicamente por el legendario Ángel Perucca, el equipo del Parque de la Independencia se hizo fuerte de local, perdiendo solo tres veces. De visitante la campaña no fue tan buena, las visitas se hicieron sufridas perdiendo en ocho de las dieciséis salidas de casa. Triunfó en los dos partidos ante Central Córdoba, el otro representante de la ciudad en la Primera B: el 22 de junio fue triunfo de local por 2 a 0 y el 16 de noviembre en cancha charrúa, ganó Newell’s por 2 a 1. Ese día formó con: Alfredo Mariano Gironacci; Germán Di Santo, Mourao, Carlos Alberto Guerra, Hernán Carlos Ramírez, Cacique, Adroaldo, Joao Cardoso, Diogo, Zucca y Alberto Rolando Ance. Los goleadores de esa jornada fueron el brasileño Zucca y el tucumano Alberto Ance.

      La temporada charrúa en el campeonato de primera B de 1963 fue definitivamente mala. Recién en la penúltima fecha se salvó del descenso, cuando Tigre cayó goleado 6 a 0 por Temperley. De todas formas, se hubiera salvado de caer en la C ya que la AFA suspendió los descensos a causa de la reestructuración de los torneos. Los números de Central Córdoba fueron decididamente negativos: de un total de 32 partidos jugados perdió 17, de visitante ganó solo tres veces. Sin embargo, el equipo charrúa había comenzado de muy buena forma el campeonato ganándole 3 a 2 de visitante a su rival por no descender, Tigre. Ese 17 de marzo el conjunto de la zona sur alineó a: Jorge Alberto Antonio Marotta; Ricardo Andrés Rivero, Rodolfo Carlos Rivoiro, Andrés Angel Limia, Pedro Manuel Espíndola, Rubén Oscar Altolaguirre, Pascual Varano, Jorge Raúl Sivina, Américo Rovere, Emilio Antonio Jankievicz y José Alberto Domingo Romeo. Los goleadores charrúas de esa tarde fueron Emilio Jankievicz, de tiro libre y de penal y Américo Rovere. El mismo Rovere fue el goleador de Central Córdoba en 1963, con 17 tantos y al año siguiente actuaría para Rosario Central.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      En marzo de 1963 se realizó por primera vez en Bolivia el Campeonato Sudamericano de Fútbol. La polémica designación del país del altiplano, con sus estadios ubicados a grandes alturas en La Paz y Cochabamba, hicieron que Argentina y Brasil lleven selecciones de segundo orden y que Uruguay directamente no participe. En el plantel albiceleste, dirigido técnicamente por Horacio Torres, se encontraban cinco jugadores del ámbito rosarino: César Menotti, Edgardo Andrada, Néstor Cardozo, Norberto Bautista y Enrique Fernández, todos pertenecientes a Rosario Central. El equipo nacional se clasificó en tercer lugar por detrás de Paraguay y del campeón, Bolivia.

      Nuestro presidente en 1963

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1963

    • Año 1964

      Reseña del año

      Talleres Rosario Puerto Belgrano de Villa Gobernador Gálvez fue el ganador del Torneo Molinas. En 1964 la Asociación Rosarina de Fútbol reeditó el Torneo Ivancich, el cual fue obtenido por el Sportivo Fútbol Club de Álvarez. Rosario Central se alzó con el título de Cuarta Especial y Newell’s con el de Cuarta Común. El campeón en la Quinta División fue también Rosario Central, y el de la Sexta División, Morning Star.

      Sucesos:
      El 31 de mayo de 1964 cerró definitivamente el Teatro Casino, que se ubicaba en la esquina de Pichincha y Jujuy. El 18 de noviembre emitió por primera vez su señal televisiva, LT84 TV Canal 5 de Rosario. Su primer horario fue desde las seis y media de la tarde hasta la medianoche. La empresa Televisión Litoral S.A. recibió en ese año la licencia estatal para lo que luego sería Canal 3. El 18 de diciembre, y a través de la Ordenanza n° 1737, se oficializó el Escudo de Armas de la Ciudad de Rosario, diseñado por el artista rosarino Julio Vanzo.

      ASOCIACION ROSARINA DE FÚTBOL:
      En 1964 la Asociación Rosarina de Fútbol decidió reeditar la copa “Hermenegildo Ivancich” más conocida en esos días como Campeonato de Honor. Sin embargo, esta nueva edición traería profundas modificaciones con respecto a años anteriores. Los encuentros durarían un total de 60 minutos, divididos en dos tiempos de 30. Cada jornada se realizaría en un solo estadio, siendo el de Talleres Rosario Puerto Belgrano donde más fechas se jugaron. Luego de las rondas de octavos y cuartos de final llegó el turno de las semifinales. Sportivo de Álvarez venció por uno a cero a Sparta y por el mismo marcador, Rosario Central derrotó a Central Córdoba. Tras ello, el domingo 12 de julio se jugó la gran final y el Sportivo FC de Álvarez fue el que gritó Campeón.

      En aquel año el Torneo Gobernador Molinas pasó de los 14 participantes de la temporada anterior a los 13 de ese campeonato. Los equipos que no figuraron en la Primera Local Rosarina fueron Centro de Estudiantes, que perdió la categoría en 1963, y Pleamar, que por propia decisión pasó a jugar en la división Comercial. El único equipo que se integró al máximo nivel de la Asociación Rosarina fue Celulosa Argentina, club de la localidad de Andino. Por primera vez el ganador del Molinas fue el Club Talleres Rosario Puerto Belgrano. Los auriazules de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez consiguieron, tras veinticuatro fechas, dieciocho triunfos, tres empates y solo tres derrotas. No fue un equipo con muchos goles, el más goleador fue Coronel Aguirre, pero sí tuvo la virtud de ser uno de los que menos tantos recibió, gracias a una defensa que venía amalgamada desde hacía varias temporadas. Las posiciones finales fueron las siguientes: Talleres Rosario Puerto Belgrano (39 puntos), Rosario Central (35), Newell’s, Central Córdoba y Coronel Aguirre (32), Sportivo de Álvarez (27), Provincial (21), Sportivo Villa Diego (18), Sparta y Celulosa Argentina (17), Tiro Federal (16), Belgrano (15) y Argentino (11).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Para principios de 1964, cuando se hablaba sobre el futuro de la Primera División, la palabra que más sonaba era “reestructuración”. En el torneo de la temporada anterior sólo habían participado 14 equipos y la AFA quería que en su máximo campeonato compitieran más clubes, por lo que se planteó la modificación del campeonato. Es gracias a ese proceso de reorganización que el día 10 de abril la Asociación del Fútbol Argentino oficializó el postergado ascenso rojinegro junto con la suspensión del descenso de Estudiantes de la Plata, situaciones ambas apoyadas por el bloque que conformaban los clubes más grandes de Buenos Aires y que elevó a dieciséis el número de participantes.

      De todas formas, en su vuelta a primera, Newell’s realizó una campaña tan mala que terminó agradeciendo a la reestructuración, no sólo por el ascenso, sino también por la supresión de los descensos, ya que los rojinegros terminaron últimos y no bajaron a la B sólo por aquella suspensión ideada para aumentar la cantidad de equipos en primera. Nunca ganó de local y el único triunfo lo logró de visitante, cuando el 14 de junio venció a Huracán por 2 a 0, con goles de Alberto Ance y José Ferrero de penal. Esa tarde Newell’s presentó a: Rubén Fiorio; Ricardo Vizzo, Hernán Ramírez, Osvaldo Nemiña y Miguel Argüello; Salvador Scoppa y Carlos Gómez; Joao Cardoso, José Ferrero, Felipe Pereyra y Alberto Ance.

      Números para el olvido. En treinta fechas los rojinegros sumaron una única victoria, catorce empates y quince derrotas. Convirtieron solo 19 goles, la peor marca de su historia en campeonatos de AFA y le marcaron 56. El goleador de esa campaña fue José Ferrero con 5 goles. Ya con el regreso a Primera de su eterno rival, a Rosario Central le tocó darle la bienvenida luego de tres sufridos años. En la fecha inicial, jugada el domingo 26 de abril, el conjunto auriazul visitó la casa del recién ascendido para marcarle un regreso no muy auspicioso. Central formó con: Edgardo Andrada; Domingo Aranda, José Casares, Otto Sesana y Néstor Cardoso; Néstor Borgogno y Sebastián García; Miguel Juárez, José Malleo, Miguel Loayza y Alejo Medina.
      José Malleo consiguió el primer gol de ese encuentro y del campeonato, Néstor Borgogno, Alejo Medina y nuevamente Malleo completaron el 4 a 0 con que terminó aquel clásico.

      Esa goleada fue de las pocas alegrías auriazules en una apática temporada. Se fueron dos grandes valores como César Menotti, al Racing Club, y Enrique Fernández a River Plate. Las mejores incorporaciones fueron las del mediocampista Néstor Borgogno, proveniente de Unión de Santa Fe, y el peruano Miguel Loayza. Las riendas técnicas, luego de dos años, dejaron de pertenecer a Jim Lopes para pasar a José D’Amico, DT campeón con Boca Juniors en 1962. Este nuevo entrenador, le imprimió nuevamente al auriazul un orden defensivo. No obstante, quedó en el debe en cuanto al volumen de juego que podían dar los grandes jugadores que tenía su plantel. Una de las cosas positivas de esa campaña centralista, fue la inclusión de valores juveniles como Alejo Medina, Carlos Bulla, José Malleo y Nestor Manfredi.

      La reestructuración de AFA que ascendió a Newell’s Old Boys afectó también al campeonato de la Primera B. Aparte del campeón de la C, Villa Dálmine, se ascendió por decreto a otros ocho conjuntos y esto elevó la cantidad de equipos a 24. Se dividieron en dos zonas de 12 llamadas “Norte” y “Sur”. Los seis primeros de cada zona pasaban a pelear por los dos ascensos y los seis últimos de cada grupo jugaban un torneo sin razón, ya que los descensos estaban suspendidos.

      Central Córdoba, quien había evitado de milagro el descenso en 1963, fue localizado en la Zona Sur, junto a Unión de Santa Fe y a otros diez equipos del Gran Buenos Aires. Los charrúas realizaron demostraciones de gran nivel durante la fase de grupos, clasificando para el torneo de ascenso. El fuerte de los azules de zona sur fue su actuación en el estadio de 25 de diciembre y Virasoro, ya que terminaron invictos con nueve triunfos y dos empates. El 13 de junio el charrúa le ganó 2 a 0 a Lanús, equipo que a la postre sería campeón de aquel campeonato. Central Córdoba alineó a: Justo Ramón Zayas; Ricardo Andrés Rivero, Rodolfo Carlos Rivoiro, José Alejandro Chirichigno, José Minni, Germán Di Santo, Mariano de Jesús Rivas, Domingo Jorge Albil, Alejandro Fidel Báez, Víctor Gustavo Luscher y Darío Cabañas. Los goles fueron en el segundo tiempo: a los 57 minutos convirtió Darío Cabañas y a los 83 aumentó Mariano Rivas. Ya en el torneo de ascenso bajó el rendimiento charrúa y su andar no fue lo mismo que en la fase de grupos. De los 12 equipos que pelearon por subir a la A, Central Córdoba quedó undécimo.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Entre el 7 y el 31 de mayo de 1964 se desarrolló en Lima, Perú, el Torneo preolímpico Sudamericano, clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio. En el plantel argentino, dirigido por Ernesto Duchini, se encontraron cuatro jugadores de Rosario Central: Otto Sesana, Carlos Bulla, José Malleo y Néstor Manfredi. Los juveniles argentinos tuvieron una gran actuación, ganando los cinco partidos que disputaron, con once goles a favor y solo uno en contra. El goleador del certamen fue Carlos Bulla, con cinco goles. Argentina y Brasil fueron los dos equipos clasificados para Tokio 1964. Ese campeonato de fútbol amateur fue tristemente célebre por la tragedia del Estadio Nacional de Lima, donde fallecieron 328 espectadores.

      Nuestro presidente en 1964

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1964

    • Año 1965

      Reseña del año

      Los dos equipos más grandes de la ciudad se repartieron todos los títulos que se pusieron en juego por parte de la Asociación Rosarina de Fútbol durante 1965. Luego de siete años, Newell’s Old Boys se alzó con el Torneo Gobernador Molinas y aparte, triunfó en Cuarta Común y Quinta División. Rosario Central ganó la Cuarta División Especial y la Sexta División.

      Sucesos:
      Coincidiendo con los festejos por el Día de la Bandera, Canal 3 de Rosario comenzó sus emisiones televisivas un 20 de junio de 1965. El 28 de julio falleció en la ciudad de Rosario Julio Marc, abogado, historiador y primer director del Museo Histórico Provincial que al día de hoy lleva su nombre. El 14 de agosto se realizó una función en el Teatro La Comedia que reunió a grandes pesos pesados del folclore nacional como Atahualpa Yupanqui, los Quilla Huasi y el Chúcaro y Norma Viola. Para 1965 dejaron de funcionar los tres grandes tanques de agua que todavía se erigen en Juan Manuel de Rosas 1050, Italia y Ocampo y Riobamba y Ocampo. El de calle Juan Manuel de Rosas fue considerado, al momento de ser construído durante la década del veinte, el más grande del mundo en su tipo.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El 25 de abril de 1965 dio comienzo el Torneo Gobernador Molinas, organizado por la ARF. Para esa edición se mantuvieron los mismos trece equipos que compitieron en el torneo del año anterior. Como en 1964 no se realizó la Copa Santiago Pinasco, no hubo un equipo de Segunda División que ascendiera a la Primera Local. El campeón fue el club Newell’s Old Boys, que desde 1958 no conseguía el título local. Los rojinegros pelearon palmo a palmo durante todo el torneo con el campeón vigente, Talleres Rosario Puerto Belgrano, y recién pudieron festejar en la última fecha cuando recibieron el sábado 4 de diciembre al Club Sparta.

      Las posiciones finales de aquel Torneo Molinas encontraron al campeón Newell’s con 42 puntos, seguido muy de cerca por Talleres Rosario Puerto Belgrano (con 41), Coronel Aguirre (35), Celulosa Argentina (29), Rosario Central (28), Tiro Federal (25), Sportivo F.C. de Álvarez (23), Central Córdoba (21), Argentino (19), Sparta (16), Belgrano (13), Sportivo Villa Diego (12) y Provincial (8). Los rojinegros demostraron durante todo el torneo un gran nivel de juego, sobre todo en su delantera que consiguió un total de 86 goles en 24 partidos, a razón de tres goles y medio por cotejo. Los dos clásicos chicos de la primera local terminaron en empate (1 a 1 y 2 a 2).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Campaña de mitad de tabla para Rosario Central, quien ese año se había reforzado con importantes incorporaciones como la del talentoso uruguayo José Sasía, Adolfo Bielli y José Agustín Mesiano. En la conducción técnica inició Jose D’Amico pero tres derrotas seguidas hacieron que en la fecha 13 deje el cargo y sea reemplazado por pocos partidos por el uruguayo Hugo Bagnulo. En septiembre renunció el entrenador oriental y hasta la finalización estuvo José María Casullo. En el mes de agosto visitó nuestra ciudad el famoso equipo español Real Madrid. Central empató dos a dos con los merengues, el día 17 de agosto. Y dos días antes el canalla se había ganado el derecho de jugar con los distinguidos visitantes ibéricos, tras ganarle a Newell’s en su casa por dos tantos contra uno.

      La décima posición en la tabla marcó a las claras el andar anodino de un Rosario Central que otra vez empató más de lo que ganó. Se impuso en nueve partidos, cinco en condición de visitante, siendo el triunfo más holgado cuando derrotó a Huracán 3 a 0, con dos tantos de Néstor Borgogno y un gol de Néstor Manfredi. Ese día se produjo el debut en primera división de Aldo Pedro Poy, histórico ídolo centralista. Los auriazules formaron con: Edgardo Andrada; Miguel Raimondo, José Casares, Antonio Manillo y Otto Sesana; José Mesiano y Néstor Borgogno; Aldo Poy, Carlos Bulla, Néstor Manfredi y Adolfo Bielli.

      Si irregular fue la campaña de la primera división auriazul, todo lo contrario, se puede decir de la División Reserva que salió campeona del torneo que organizaba la Asociación del Fútbol Argentino. En la dirección del Club hubo significativos cambios durante 1965. Luego de 14 años seguidos en la presidencia, Federico Flynn cayó derrotado en las elecciones del 31 de enero ante el ex presidente de la subcomisión de fútbol, Adolfo Boerio. El 10 de diciembre de ese mismo año falleció el histórico dirigente Federico José Flynn.

      Newell’s en tanto, mejoró ostensiblemente su rendimiento en comparación al año anterior, donde se mantuvo en primera división solo por el hecho de que la AFA decidió suspender los descensos. La campaña rojinegra fue exactamente igual a la de su rival rosarino de la zona norte. Ambos equipos lograron 32 puntos, producto de ganar nueve partidos, empatar catorce y perder once. Pero a pesar de que la diferencia de gol benefició a Central (-2 a -11), los rojinegros se llevaron la alegría de ganar los dos clásicos oficiales que se disputaron ese año. La primera de esas clásicas victorias se dio el 25 de mayo, cuando se impusieron al auriazul por 1 a 0 con gol de Raúl Belén, faltando 10 minutos para el final. Ese triunfo significó también la primera alegría de Newell’s en su casa tras el retorno a primera división en abril del año pasado. El 7 de noviembre las huestes leprosas se dirigieron al Estadio de Arroyito para ver como su once titular derrotaba nuevamente a Rosario Central por uno a cero, el autor de aquella única conquista fue el brasileño João Cardozo. Esa tarde Newell’s alineó a: Alfredo Gironacci; Hernán Ramírez, Luis De los Santos, Osvaldo Nemiña y Salvador Scoppa; Roberto Aguirre y Zucca; Juan Sarrachini, José Ferrero, Daniel Musante y João Cardoso. El entrenador era, curiosamente, Angel Tulio Zof, ex jugador de Central, quien llegó como DT tras la salida de Gerónimo Díaz.

      El que no pudo mejorar su imagen fue Central Córdoba. Otro año dejando una pálida impresión, hundido en los últimos puestos de la tabla de posiciones del torneo de Primera B. De los 23 equipos participantes, los charrúas quedaron en el puesto 21 y agradeciendo nuevamente que la AFA suspendiera los descensos en todas las divisionales. Encima no ayudó mucho la sanción que le impuso el Tribunal de Penas a causa de los incidentes que se sucedieron el sábado 12 de junio. Aquella tarde Central Córdoba recibió la visita del Deportivo Italiano. El partido estaba empatado en dos cuando, a pocos minutos antes del final, el árbitro Ramón Anderain señaló un penal a favor del visitante. Desde ese momento estallaron, primero los jugadores locales reclamando airadamente y luego la parcialidad charrúa, invadiendo el campo de juego. A raíz de las agresiones que sufrió, Anderain expulsó a 3 jugadores de Córdoba (el arquero Hobart Pietrobon, el defensor Juan Carlos Piris y el delantero Alejandro Báez) y suspendió el partido. Días después el Tribunal le dio por ganado el partido a Italiano y le descontó 10 puntos al elenco de Tablada.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      El 21 de Julio de 1965 la Selección Argentina jugó ante su par de Chile el cotejo revancha correspondiente a la Copa Carlos Dittborn Pinto. En ese encuentro fue titular José Agustín Mesiano, mediocampista de Rosario Central. A pesar de haber empatado 1 a 1 aquel encuentro disputado en Santiago de Chile, el título quedó para la albiceleste, que de local lo había vencido una semana antes por 1 a 0.

      Nuestro presidente en 1965

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1965

    • Año 1966

      Reseña del año

      En la Primera División Local, Newell’s Old Boys fue el ganador del Torneo Molinas y la Copa de Honor quedó en manos de Rosario Central. En Cuarta División los dos títulos, Especial y Común, fueron para los rojinegros del Parque de la Independencia. Por último, los auriazules de Arroyito dieron la vuelta olímpica en Quinta y Sexta División.

      SUCESOS:
      El 1 de marzo de 1966 falleció en Rosario el Dr. Emilio Argonz, quien fuera el primer director de la Maternidad Martin. El 20 de junio llegó a la ciudad para encabezar los actos por el día de la Bandera, el entonces presidente Arturo Umberto Illia. Una semana después sería depuesto por un golpe militar. Según ordenanza 33337/1966 la Municipalidad de Rosario comenzó con la proyección y urbanización de terrenos destinados para tal uso en las zonas suburbanas de la ciudad incrementando en gran forma el ejido urbano.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      La edición 1966 del Torneo Gobernador Luciano Molinas fue ganada por el Club Atlético Newell’s Old Boys, repitiendo de esa manera el título obtenido el año anterior. Los escoltas, cinco puntos por debajo, fueron Rosario Central y Talleres Rosario Puerto Belgrano. El club de Villa Gobernador Gálvez volvió a figurar en los primeros puestos, demostrando de esta forma que era uno de los equipos más fuertes de la ARF. En los últimos tres años habían sido campeones (en 1964), subcampeones (en 1965), y terceros (en 1966).

      El campeón Newell’s realizó una gran campaña, siendo un más que justo ganador. Disputó 22 partidos, ganó 17, empató 3 y perdió solo 2, uno de ellos de local ante Rosario Central. Los rojinegros tuvieron la delantera más goleadora con 58 tantos y la valla menos vencida con 11 goles en contra. Grandes números que demuestran el arrollador andar que tuvo Newell’s en el Torneo Molinas, donde de punta a punta se erigió como el mejor equipo de los doce que integraron el torneo más prestigioso que organizaba la Asociación Rosarina de Fútbol. Las posiciones finales fueron las siguientes: Newell’s (37 puntos), Rosario Central (32, +28), Talleres Rosario Puerto Belgrano (32, +19), Sportivo Futbol Club de Álvarez (26), Belgrano (25), Sportivo Villa Diego (19), Celulosa Argentina (18), Sparta (17), Coronel Aguirre (16), Central Córdoba (14, -17), Argentino (14, -18), y Tiro Federal (14, -29).

      No deja de sorprender cómo los primeros equipos de Argentino y Tiro Federal, quienes hasta hace pocos años jugaban en el ascenso de AFA, sucumbieron en los últimos puestos del campeonato rosarino. Se jugaron dos clásicos chicos en aquella Primera Local de 1966. El sábado 11 de Junio Central recibió a su par de Newell’s, en lo que terminó siendo empate uno a uno, anotando Sarmiento para los auriazules y Papalardo para los rojinegros. El 3 de septiembre, por la 18va fecha del Torneo Molinas se invirtió la localía y el estadio del Parque de la Independencia vio como los visitantes triunfaron por uno a cero con gol de Tomás Carlovich, aquel talentoso jugador que tiempo después fuera ídolo de Central Córdoba y abanderado ante el mundo de la talentosa escuela rosarina. Luego de finalizado el Molinas se dio paso a la Copa Ivancich, conocida popularmente como Campeonato de Honor. El título allí, le correspondió a Rosario Central.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      La campaña de Newell’s en el Campeonato de Primera División de 1966 fue discreta, ubicándose en el puesto 11 con 38 puntos, superando por uno a su clásico rival Rosario Central. El plantel profesional continuó siendo dirigido tácticamente por Ángel Tulio Zof, ex entrenador de Independiente de Bigand y antiguo defensor auriazul. Tuvo un flojo arranque de torneo obteniendo su primera victoria recién en la sexta fecha, cuando venció 1 a 0 de local a Vélez Sarsfield. Aquella temporada del primer equipo rojinegro se puede dividir en tres fases bien distintas. La primera fue la más floja: hasta la fecha 12 ganó tres partidos, empató dos y perdió siete. Desde la fecha 13 a la 23 se vio lo mejor de Newell’s con seis triunfos y seis empates. En las últimas 15 fechas, los dirigidos por Don Ángel, volvieron a la irregularidad ganando cinco partidos, empatando tres y perdiendo siete. Su mejor performance fue la goleada 3 a 0 de local ante Platense.

      Aquel domingo 17 de julio el once rojinegro fue con: Alfredo Gironacci; Ricardo Vizzo, Daniel Musante, Osvaldo Nemiña y Mario Zanotti; Salvador Scoppa y Roberto Aguirre; Juan Sarrachini, Roque Avallay, Juan Ibáñez y José Ferrero. Los goles fueron conseguidos primero a los 34 minutos del primer tiempo por parte de José Ferrero, a los 84 Juan Ibañez y faltando un minuto cerró el resultado Juan Sarrachini. La mayor aparición de ese año en las huestes del Parque fue el prestigioso delantero Roque Alberto Avallay. Proveniente de Independiente de Avellaneda, el jugador mendocino convirtió 9 goles con la casaca rojinegra, siendo el goleador del equipo y con 32 apariciones fue el tercer jugador que más partidos disputó en ese campeonato, que finalmente obtuvo Racing Club. Por sobre Avallay se ubicaron el arquero Gironacci y el delantero Sarrachini, con 33 encuentros cada uno.

      Rosario Central comenzó el año 66 con los nuevos aires que trajo la progresista gestión del presidente Adolfo Boerio. El 21 de enero se inauguró el nuevo sistema de iluminación del Estadio de Arroyito y meses después se cerró la compra de los terrenos donde se instalaría la futura Ciudad Deportiva. En cuanto al fútbol, Boerio intentó diferenciarse de su antecesor, Federico Flynn, tratando de imprimir al plantel de primera un espíritu más ganador y ambicioso, no conformándose solo con permanecer en primera. Para eso contrató al entrenador Manuel Giúdice, bicampeón de América con Independiente de Avellaneda. Sin embargo, la campaña del prestigioso DT no fue la mejor. Giúdice dirigió toda la primera rueda, donde Central perdió seis encuentros, empató nueve y ganó solo cuatro: a River Plate, Ferro, Lanús y Banfield, todos en Arroyito.

      Comenzando la segunda rueda el entrenador centralista fue José Minni. Bajo la tutela del ex mediocampista centralista en la década del 50, se consiguieron mejores resultados, sobre todo en los últimos 7 cotejos cuando empató 3 y ganó los otros 4. Una de esas victorias fue la mayor alegría de aquel año futbolístico auriazul. El domingo 6 de noviembre visitó la cancha de Newell’s en el Parque de la Independencia. Desde temprano Central se puso en ventaja, cuando a los cinco minutos Héctor Pignani convirtió tras pase de Ricardo Palma. Faltando diez minutos un fabuloso gol de emboquillada de Aldo Poy puso el 2 a 0 final. Ese día Central formó con: Edgardo Andrada; José González, José Casares, Otto Sesana y Jorge Ainsa; Carlos Griguol y Ricardo Palma; Héctor Pignani, Marcelo Pagani, Aldo Poy y Adolfo Bielli.

      Central Córdoba realizó otra magra campaña en el campeonato de Primera B. Comenzó siendo dirigido por ex auriazul José Minni, pero los pálidos resultados y el bajo nivel de juego lo eyectaron de su silla de entrenador al finalizar la fecha 6 y con el equipo en penúltimo lugar con solo 2 puntos. Desde la fecha 7 a la 19, Roque Di Palma condujo al charrúa, consiguiendo 7 victorias que lo ayudaron a salir del pozo. A partir de la segunda rueda, un treintañero Indalecio Lopez, ex figura del club, se calzó el buzo de DT para completar toda la segunda parte del torneo donde solo obtuvo 5 triunfos. El sábado 25 de junio el futuro subcampeón, Argentino de Quilmes, visitó la cancha de 25 de diciembre y Virasoro. Esa tarde Central Córdoba jugó en gran forma y venció al conjunto albiceleste por 3 a 0, con goles de Vargas, Albil y Rivas. Los once titulares de aquella importante victoria fueron: Roberto Manuel Luque; Raúl Alberto Alomar, Néstor Adolfo Celis, José Alejandro Chirichigno, Manuel José Flores, Francisco Faustino Russo, Mariano de Jesús Rivas, Domingo Jorge Albil, Miguel Angel Vargas, Jorge Alberto Di Mauro y Leonardo Dec. Unión de Santa Fe sería el campeón de la B, logrando de esa forma el ascenso a la Primera A. Por su parte, Central Córdoba finalizó en el puesto 19 con un total de doce triunfos, nueve empates y veintiuna derrotas; 43 goles a favor y 55 en contra. Por suerte para los charrúas, la AFA dispuso la anulación de los descensos una vez más, con el campeonato de la B ya comenzado.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      El 11 de julio de 1966 dio comienzo en Londres la octava edición de la Copa Mundial de Fútbol. En el plantel argentino no se encontraba ningún jugador que estuviera actuando en clubes de Rosario. Jorge Raúl Solari, ex mediocampista de Newell’s Old Boys, fue el único representante del semillero rosarino en una Selección Argentina dominada por futbolistas de Boca Juniors, River Plate, Independiente y San Lorenzo.

      Nuestro presidente en 1966

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1966

    • Año 1967

      Reseña del año

      Central Córdoba fue el campeón del Torneo Molinas de 1967. Rosario Central se coronó en la Cuarta Especial y Newell’s Old Boys en Cuarta Común. En Quinta División el ganador fue Rosario Central, mientras que en Sexta División, la línea “B” de Newell’s fue la que obtuvo el título.

      SUCESOS:
      El 27 de marzo de 1967 cumplió sus primeros 100 años el Club Atlético del Rosario, entidad pionera del fútbol y el deporte rosarino. Durante ese año cerró sus puertas el popular Estadio Norte, donde se realizaron memorables jornadas boxísticas y de catch. Localizado en avenida Alberdi y José Ingenieros, se transformó en galería comercial. A fines de septiembre dejó de funcionar el Cine Rose Marie, ubicado en Entre Ríos al 1200. El 15 de octubre de 1967, el Turismo Carretera corrió la “Vuelta Ciudad de Rosario”, aunque en realidad se desarrolló en un circuito de 55 kilómetros que pasó por distintos pueblos del departamento Rosario.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      En la edición 1967 se dio algo insólito en el Torneo Gobernador Molinas con respecto al ganador. Por primera vez, un equipo que finalizó último en el campeonato anterior fue campeón al año siguiente. Durante 1966, Central Córdoba terminó en la parte baja de la tabla de posiciones, compartiendo el fondo de las colocaciones con Argentino y Tiro Federal. Sin embargo, en la temporada siugiente los charrúas realizaron una excelente campaña que les sirvió para quedarse con la corona de la Primera División Local. Pero no fue un simple campeón, le sacó seis puntos al segundo, Newell’s, y salió campeón invicto tres fechas antes del final, cuando recibió en su cancha a Tiro Federal.

      Con un juego atildado en defensa y arrollador en su línea de ataque, Central Córdoba fue el principal animador durante todo el desarrollo del torneo. Los azules ferroviarios de la zona sur jugaron veintidós partidos, de los cuales ganaron quince, empataron siete y no perdieron ninguno. Las posiciones finales del Torneo Molinas 67 fueron las siguientes: Central Córdoba (37 puntos), Newell’s Old Boys (31), Coronel Aguirre (27), Rosario Central (26), Tiro Federal (26), Belgrano (23), Talleres RPB (23), Argentino (22), Sparta (18), Sportivo de Álvarez (18), Sportivo Villa Diego (9) y Celulosa Argentina (4).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      En 1967 la Asociación del Fútbol Argentino produjo grandes transformaciones en el desarrollo y organización del campeonato de Primera División. La temporada se dividió en dos partes. El antiguo torneo de 1era, aquel que solo reunía a equipos de Buenos Aires y Santa Fe, pasó a llamarse Campeonato Metropolitano. Se jugó con 22 equipos divididos en dos zonas. Newell’s integró el grupo A y Central el grupo B. Por otro lado, en un intento de federalizar la competencia, se creó el Campeonato Nacional donde podían actuar cuatro distintos equipos de las ligas provinciales con los primeros doce del Metropolitano.

      El cambio de mentalidad impuesto por el presidente Adolfo Boerio se empezó a ver en el futbol de Rosario Central durante aquella temporada, cuando estuvo peleando los primeros puestos de los nuevos torneos de AFA. Esta modificación de espíritu y ambición fueron muy bien acompañadas por el flamante entrenador auriazul, Miguel Ignomiriello. El técnico platense no solo se responsabilizó por el primer equipo si no que amplió su trabajo a la coordinación de las divisiones inferiores, obteniendo con el paso del tiempo grandes resultados en cuanto a la proyección de jugadores surgidos de la cantera auriazul.

      El 5 de marzo del 67 dio comienzo el Campeonato Metropolitano donde Central peleó hasta último momento para ser uno de los dos equipos que clasificaban para las semifinales. En la última fecha cayó de local ante River, que fue uno de los clasificados junto a Platense. Al quedar tercero de la zona obtuvo el pase para participar del Campeonato Nacional. La mayor alegría de Rosario Central durante aquel Metropolitano fue la victoria en los dos clásicos rosarinos que se disputaron durante las fechas de duelos interzonales. El 19 de marzo, y con gol de Adolfo Bielli, el canalla le ganó a Newell’s en Arroyito. Mientras que en la revancha realizada el 4 de agosto en el Parque Independencia, los goles de Luis Giribet y Aldo Poy le dieron un nuevo triunfo ante NOB, esta vez por 2 a 1. Aquella tarde Central formó con Edgardo Andrada; José Jorge González, José Mesiano, Aurelio Pascuttini y Otto Sesana; Ricardo Palma, Carlos Griguol y Adolfo Bielli; Enzo Gennoni, Aldo Poy y Luis Giribet.

      Si buena fue la campaña auriazul en el Metropolitano, mucho mejor fue la realizada en el primer Campeonato Nacional. El auriazul terminó compartiendo el tercer lugar con Vélez Sarsfield, a seis puntos del campeón, Independiente de Avellaneda. En el Metropolitano tuvo un buen comienzo también Newell’s, conducido técnicamente por Ángel Tulio Zof y con la base que el año anterior había finalizado en la mitad de la tabla. Tuvo importantes triunfos ante Vélez, Argentinos Juniors o el que obtuvo el 16 de abril. Esa tarde los del Parque de la Independencia recibieron en su casa a quien sería el ganador de aquel campeonato, Estudiantes de La Plata. Los once rojinegros fueron: Héctor Tocalli; Hernán Carlos Ramírez, José Bautista Romero, Osvaldo Rubens Nemiña y Juan Carlos Mesías; Juan Sarrachini, Roberto Aguirre y Juan Carlos Ibáñez; Roque Avallay, Juan Carlos Gustich y Ricardo Ulrich.

      Un doblete de Ricardo Ulrich le dio la victoria a los de Newell’s por 2 a 0. En los partidos siguientes algunas derrotas hicieron desvanecer el triunfo de clasificar entre losa seis primeros que jugarían en el Campeonato Nacional. Por el contrario, los rojinegros quedaron antepenúltimos y de esa forma tuvieron que jugar la zona reclasificatoria. En esta caían los tres últimos de la zona A y B y se le sumaban los cuatro primeros de la Primera B, al final los seis primeros del reclasificatorio quedaban en primera división y los cuatro últimos descendían a la B. Para esta fase Newell’s Old Boys contó con un nuevo director técnico ya que Ángel Zof renunció luego de caer ante Lanús. El nuevo entrenador fue Ubaldo Faina, ex mediocampista de los rojinegros en la década del 50. Faina logró ordenar al equipo, fundamentalmente en la defensa, logrando que esta sea la base fundamental de aquella formación que logró ganar el torneo reclasificatorio, que le otorgó el premio de mantenerse en la primera división.

      Las malas campañas que encadenó Central Córdoba durante gran parte de la década del 60 llegaron a su fin en 1967 con un desenlace por demás de previsible. El campeonato de la B de ese año tuvo una diagramación similar al Metropolitano de Primera A. Veintidós equipos separados en dos zonas de once equipos cada una. Los dos primeros de cada grupo competían en el reclasificatorio con equipos de Primera A, los tres últimos de cada zona jugaban con los cuatro primeros de la C para saber quien se quedaba y quien descendía. Luego de 20 encuentros, donde ganó 4, empató 4 y perdió 12, los charrúas quedaron penúltimos y pasaron a jugar el reclasificatorio. En esa fase los charrúas no lograron despegar y terminaron sufriendo el descenso de categoría, junto a Talleres de Remedios de Escalada y El Porvenir.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Durante el Campeonato Sudamericano de Selecciones que se realizó en Montevideo no hubo ningún representante de los equipos rosarinos dentro del plantel argentino que salió subcampeón. Durante los amistosos que la Selección Argentina realizó en el resto del año, solo Enzo Gennoni, delantero de Central, vio un poco de acción dentro del campo de juego.

      Nuestro presidente en 1967

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1967

    • Año 1968

      Reseña del año

      Gran año del Club Atlético Rosario Central ganando prácticamente todos los títulos que puso en juego la Asociación Rosarina de Fútbol. Se llevó los campeonatos de Primera División Local, la Cuarta Especial, Cuarta Común y Quinta División. En Sexta División el ganador fue Newell’s Old Boys.

      SUCESOS
      Por decreto 35.820 la Municipalidad de Rosario exige a los locales comerciales que actúen bajo la denominación de bar que posean baños debidamente separados por sexo, exceptuando a los locales que funcionan en galerías, a los que se les permitirá un solo baño, exclusivo para damas. El 29 de noviembre de 1968 se creó la Universidad Nacional de Rosario a través de la Ley 17.987, que especificó la autonomía de las facultades asentadas en Rosario, que desde 1919 dependían de la Universidad Nacional del Litoral con sede en la ciudad de Santa Fe.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      Esta edición del Torneo Gobernador Molinas se desarrolló con 11 equipos, uno menos que el año anterior ya que no se inscribió el Club Celulosa Argentina. Rosario Central volvió a ganar en 1968 el máximo título de la Asociación Rosarina de Fútbol, luego de 5 años sin conseguirlo. El equipo auriazul dominó de gran forma durante todo el campeonato, y dando una muestra de su poderío el sábado 27 de abril, por la tercera fecha, recibió a Newell’s en su estadio de Arroyito. Esa tarde Central se impuso por 2 a 0 en el clásico chico de la ciudad, con goles de Troilo y Medina. La revancha fue el 14 de agosto, siendo los rojinegros locales, y culminó en empate 0 a 0.

      Gran campaña centralista que tras disputar 20 partidos cosechó 34 puntos, producto de 15 triunfos, 4 empates y una sola derrota. Convirtió 54 goles y tuvo la valla menos vencida al recibir apenas 12 goles. Aventajó por seis puntos a Central Córdoba y Tiro Federal, coronándose campeón luego de enfrentar de local a Talleres RPB. Luego de ese encuentro quedaban dos fechas y la distancia para charrúas y tirolenses se hizo imposible de remontar. Las posiciones finales fueron estas: Rosario Central (34 puntos), Central Córdoba y Tiro Federal (28), Newell’s Old Boys (26), Sportivo de Álvarez (22), Coronel Aguirre (20), Argentino (16), Talleres Rosario Puerto Belgrano (13), Belgrano (12), Sparta (11) y Sportivo Villa Diego (8).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Otra muy buena temporada de Rosario Central durante 1968. Al igual que el año anterior, los dirigidos por Ignomiriello dieron pelea en ambos campeonatos, en el Metropolitano y en el Nacional. Las incorporaciones más importantes pasaron por la promoción de varios valores jóvenes en los que depositó gran confianza desde un primer momento. Apariciones como las de Luis Giribet, Alberto Gómez y Aurelio Pascuttini no defraudaron al cuerpo técnico y tuvieron muy buenas actuaciones dentro del andamiaje auriazul. Lo mejor del canalla se vio en el Nacional, al que accedió luego de quedar tercero en su grupo del Metropolitano, nuevamente a las puertas de la clasificación a semifinales. En el Metro empató los dos clásicos que disputó con Newell’s, uno a uno en ambas oportunidades.

      Ya en el Campeonato Nacional, el auriazul demostró la valía de un equipo asentado y amalgamado. En el arco la seguridad de ocho temporadas consecutivas de Edgardo Andrada. La defensa se ajustaba a la marca y el recorrido por su franja de excelentes marcadores de punta como Jorge González y Otto Sesana, acompañados en la zaga central por José Mesiano y Aurelio Pascuttini. En la zona media, la figura señera de Carlos Griguol era secundada por los talentosos Ricardo Palma y Alberto Gómez. Arriba tuvieron rotación Aldo Poy, Enzo Genonni, Roberto Gramajo, Raúl Castronovo y Oscar Giribet. Sumaron 21 puntos, uno menos que Racing, Vélez y River, quienes jugaron un triangular final para definir al campeón, que terminó siendo Vélez Sársfield. El 17 de noviembre, los de Arroyito golearon 3 a 0 a Estudiantes en Rosario. Los platenses un mes atrás habían logrado el título de Campeones Intercontinentales, sin embargo, cayeron lapidariamente bajo el juego auriazul y los goles de Castronovo, Giribet y Gómez. Esa tarde Central formó con: Edgardo Andrada; José González, Aurelio Pascuttini, José Mesiano y Otto Sesana; Hugo Mateos, Carlos Griguol y Alberto Gómez; Enzo Gennoni, Raúl Castronovo y Luis Giribet.

      Newell’s Old Boys, por su parte, no pudo tener mejor comienzo en el Campeonato Metropolitano. Integró el grupo A, y le tocó en la primera fecha la siempre difícil misión de visitar a Boca Juniors. Sin embargo, en la noche del viernes 1 de marzo, Canal 7 transmitió para Buenos Aires y distintos puntos del país, cómo los locales fueron superados holgadamente por los dirigidos por el brasileño Roberto Belángero. Grandes actuaciones del veterano Bertoldi en el arco, del talentoso Puntorero y de Roque Avallay. En esa jornada los rojinegros formaron con: Juan Carlos Bertoldi; Hernán Ramírez, José Romero, Daniel Musante y Juan Kairuz; Julio Fernández, Roberto Aguirre y Juan Carlos Puntorero; De Castro, Roque Avallay y Juan Carrizo. Los goles fueron convertidos por Julio Fernández, Avallay y De Castro.

      Esa rutilante goleada, no obstante, solo sirvió para la alegría de esa jornada. En los dos grupos integrados por 11 equipos, los 6 primeros clasificaban para el Campeonato Nacional. Newell’s quedó séptimo, solo un punto por debajo de Colón, que poco antes de finalizar el Metro se llevó una victoria inesperada del Parque Independencia. Así, el conjunto rojinegro pasó a jugar el Torneo Promocional que disputaban los equipos que terminaban en la séptima y octava posición de ambos grupos del Metro, junto a cuatro equipos del interior. Muy buena actuación de Newell’s en este mini campeonato donde fue ampliamente superior a los equipos provinciales, cayendo únicamente en la visita a San Martin de San Juan. Recién en la última fecha, al ser derrotado uno a cero en Banfield, perdió la punta del torneo y permitió que el conjunto del sur del Gran Buenos Aires sea el ganador del Promocional.

      En el campeonato de Primera C del 68, Central Córdoba tuvo una alegría al consagrarse ganador del Torneo Promocional. Accedió a esa competencia al no clasificar en los dos primeros puestos de su grupo. Dentro del Promocional, los equipos se volvieron a dividir en dos zonas y Central Córdoba ganó la suya. En semifinales enfrentó a Arsenal de Lavallol en cancha del Club Comunicaciones, al que derrotó por 4 a 2 en tiempo suplementario. La final de este certamen se jugó el sábado 19 de octubre en cancha de Almagro. De nuevo tuvo que viajar a Buenos Aires el primer equipo de Central Córdoba, esa vez para enfrentar a Talleres de Remedios de Escalada. Los rosarinos, que eran dirigidos por el “Gitano” Miguel Juárez, salieron a la cancha con: Ramis; Andrés Limia, Raúl Alomar, Germán Di Santo y Morales; Domingo Albil, Héctor Galardi y Sánchez; Mariano Rivas, Alejandro Báez y Luis Visso. Finalmente fue victoria charrúa por 3 a 0, con un gol de Alejandro Báez y dos de Luis Ángel Visso.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      El 15 de mayo de 1968, frente a Paraguay, hizo su debut en la Selección Argentina el destacado delantero rojinegro Roque Avallay. Meses después el arquero centralista Edgardo Andrada, su compañero Aurelio Pascuttini y el defensor de Newell’s, Roberto Aguirre, hicieron sus primeras armas con la albiceleste en distintos partidos amistosos jugados al final del año futbolístico.

      Nuestro presidente en 1968

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1968

    • Año 1969

      Reseña del año

      Nuevamente Rosario Central dominó las diversas categorías en los campeonatos organizados por la Asociación Rosarina de Fútbol en 1969. En la Primera Local, los auriazules obtuvieron los títulos de Torneo Gobernador Molinas y Copa Ivancich. En Cuarta Especial también fueron campeones los centralistas, al igual que en Quinta y Sexta División. Mientras que en Cuarta Común, fue campeón Newell’s Old Boys. 

      SUCESOS
      El 17 de mayo la policía respondió duramente a un acto de protesta universitaria y un oficial de la fuerza asesinó al estudiante Adolfo Bello. En reclamo a ese luctuoso hecho, los días 18, 19 y 20 se dieron una serie de violentas marchas y represiones que concluyeron en los lamentables sucesos conocidos como el Rosariazo, donde se volvió a lamentar otra víctima fatal. El 16 de septiembre volverían a manifestarse los estudiantes rosarinos, además de los ferroviarios de los Talleres de Rosario y Pérez, quienes, junto a varios sindicatos, proclamaron una huelga por tiempo indeterminado que fue combatida por las fuerzas de seguridad. Una de las consecuencias de aquellos violentos días fueron las grandes pérdidas en el servicio de transporte público de la ciudad, donde gran cantidad de ómnibus y trolebuses terminaron quemados.

      ASOCIACION ROSARINA DE FÚTBOL:
      Durante el año 1969 la Asociación Rosarina de Fútbol volvió a dividir en dos la competencia de la Primera División Local. Al ya popular Torneo Molinas se le sumó nuevamente el Campeonato de Honor, que ponía en juego la copa que recordaba al ex presidente rojinegro Hermenegildo Ivancich.

      El Molinas se llevó a cabo con un total de 12 equipos, uno más respecto al año anterior. Se sumó el rojinegro Club Atlético Alumni de la localidad de Soldini, ubicada a 15 kilómetros al suroeste de Rosario. En el campeonato más longevo de la ARF Central aventajó por 3 puntos a Coronel Aguirre y al Sportivo FC de Álvarez. La distancia entre el campeón y sus seguidores se hizo inalcanzable en la penúltima fecha, cuando los auriazules batieron 1 a 0 a Newell’s en Arroyito. Ese partido fue la revancha de la fecha 10, cuando el 24 de agosto Newell’s había sido local. El encuentro había terminado 1 a 1, con goles de Berón para los rojinegros y Landucci para Central. El mediocampista auriazul debutaría tres meses después en la Primera División de AFA, teniendo una brillante carrera profesional que lo llevó hasta los campos europeos.

      Las posiciones finales del Torneo Molinas fueron: Rosario Central (37 puntos), Coronel Aguirre y Sportivo FC (34), Newell’s (26), Belgrano (23), Central Córdoba (20), Argentino, Sparta y Sportivo Villa Diego (18), Tiro Federal (12), Alumni de Soldini (12) y Talleres Rosario Puerto Belgrano (9).

      Para el Torneo Ivancich, los once equipos que lo disputaron, con excepción de Alumni de Soldini, fueron divididos en dos zonas y los ganadores de cada una se enfrentarían en partido final a ida y vuelta. El grupo A lo conformaron Rosario Central, Argentino, Sparta, Sportivo de Álvarez y Tiro Federal. El grupo B tuvo a Newell’s, Belgrano, Coronel Aguirre, Talleres Rosario Puerto Belgrano, Central Córdoba y Sportivo Villa Diego. Los ganadores de las zonas fueron Central y Newell’s, quienes se enfrentaron primero en Arroyito (con victoria para el local por 2 a 0), y triunfo para Newell’s en la revancha, por lo que hubo que forzar un tercer y definitivo cotejo en el que fue ganador el canalla por la mínima diferencia. De ese modo, y tras ganar los Torneos Molinas e Ivancich, sumado a los campeonatos de cuarta especial, quinta y sexta, los auriazules se transformaron en los grandes ganadores del fútbol rosarino 1969.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      El Campeonato Metropolitano fue para Newell’s casi un calco de la temporada pasada. Otra vez por un solo punto, volvió a quedar afuera de los seis primeros puestos de su zona, que eran los lugares que clasificaban de forma directa para jugar el Nacional de ese año. De nada le sirvió a Newell’s vencer a Quilmes en la penúltima fecha, igual los cerveceros se quedaron en sexto lugar y se llevaron el último boleto que ofrecía la zona B. Al quedar en séptima posición, el equipo del Parque Independencia jugó un Reclasificatorio junto a Central, Unión de Santa Fe y Gimnasia y Esgrima de La Plata por un puesto para jugar el Nacional. En la primera fecha de ese cuadrangular, se dio el gran gusto de vencer a su clásico rival. El miércoles 2 de julio derrotó a Central 1 a 0 con gol de su delantero estrella Roque Avallay. Esa noche los rojinegros formaron con: Osvaldo Rubén Toriani; Julio Alas, José Bautista Romero, Daniel Ernesto Musante y Mario Enrique Zanotti; Juan Carlos Montes, Hernán Carlos Ramirez, Abayubá Ibañez y Juan Carlos Ianotti; Roque Alberto Avallay y Heraldo Bezerra. Los dirigidos por Raúl Antonio Miralles dieron un gran paso hacia el Nacional y solo les quedaba enfrentar a Unión de Santa Fe, equipo al que habían derrotado una semana antes de visitantes y por la última fecha. En un partido insólito, Newell’s pasó de ir ganando 3 a 0 a perder finalmente por 4 a 3 en tiempo suplementario, quedando el pase al Nacional para los tatengues.

      Luego de dos muy buenas temporadas en este 1969 los resultados no acompañaron a Rosario Central durante las tres competencias oficiales en las que participó: Copa Argentina, Metropolitano y Reclasificatorio. En la recientemente creada Copa Argentina fue donde Central cumplió su mejor actuación del año, llegando a semifinales, y perdiendo allí ajustadamente ante Atlanta, el elenco de Villa Crespo. También en esa copa tuvo la mayor alegría del año, al vencer en octavos de final a su viejo rival, Newell’s Old Boys. El miércoles 12 de febrero empataron 0 a 0 en su estadio, por lo que el pase a cuartos se definía en el Parque Independencia. El sábado 15 de febrero Central formó con: Daniel Carnevali; Alberto Fanesi, Rogelio Poncini, José Mesiano y Otto Sesana; Carlos Griguol, Alberto Gómez y Miguel Bustos; Enzo Genonni, Rubén Bedogni (ST Roberto Gramajo) y Raúl Castronovo. Con goles de Griguol, en su último año como futbolista, Genonni y Castronuovo, los auriazules vencieron 3 a 2 y pasaron de ronda, donde dejarían en el camino a Lanús.

      Opaca fue la actuación centralista en el Metropolitano donde estuvo muy lejos de clasificar a las semifinales. Por su posición en el grupo, octavo, tuvo que jugar ante Newell’s para tratar de acceder al Nacional y perdió dicha posibilidad. Terminó jugando el Reclasificatorio y salvándose por solo un punto de jugarse la posibilidad de seguir en primera en la segunda etapa de la reclasificación. Ese mismo año renunció el presidente Adolfo Boerio, quien le había dado al club una corriente progresista y ambiciosa.

      Para el campeonato de 1969, los dieciocho equipos de la Primera C, entre los cuales se encontraba Central Córdoba, fueron divididos en dos zonas de nueve equipos. Los cuatro primeros pasaban a jugar la zona campeonato que clasificaba a los tres primeros equipos para participar de un reclasificatorio con otros cuatro clubes de la primera B. Los charrúas fueron terceros en su grupo, por lo que pasaron a competir por la fase de campeonato. Nuevamente lograron clasificar al terminar en el tercer puesto e integraron el Reclasificatorio de Primera B. La ilusión del charrúa de ascender a la B se hacía cada vez más fuerte, sin embargo, no alcanzó a ocupar los dos cupos que daban ascensos y debió conformarse con seguir en la C.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Durante este año la principal actuación de la Selección Argentina se dio en el marco de las Eliminatorias para la Copa del Mundo México 70. Fueron cuatro partidos donde fue nula la participación de jugadores del ámbito rosarino, quizás con algunos de ellos se hubiera corrido mejor suerte ya que la albiceleste no clasificó para el Mundial azteca. Desde agosto de 1968, durante los amistosos que se jugaron antes de las eliminatorias, el arquero titular era Edgardo Andrada de Central. Pero perdió el puesto al ser vendido en mayo del 69 al Vasco Da Gama brasilero.

      Nuestro presidente en 1969

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970

      Campeones de la Rosarina en 1969

    • Año 1970

      Reseña del año

      Los seis títulos que puso en juego la Asociación Rosarina de Fútbol para todas sus divisiones fueron repartidos entre Rosario Central y Newell’s Old Boys. Los auriazules ganaron la Copa Ivancich, la Cuarta Especial y la Cuarta Común; mientras que los rojinegros se quedaron con el prestigioso Molinas, siendo además campeones de Quinta y Sexta División.

      SUCESOS
      El 17 de enero de 1970, mientras se proyectaba la premiada película “La Novicia Rebelde”, era destruido por un incendio el lujoso Cine Astral, de calle Rioja 960. El 18 de junio de 1870 abría sus puertas al público el Observatorio Astronómico Municipal de Rosario, ubicado en el Parque Urquiza. Se inauguró también ese año, más precisamente el 26 junio, el Aeropuerto Internacional de Rosario, con una pista ampliada y un nuevo edificio para recibir gran cantidad de pasajeros.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      Al igual que el año anterior, la Asociación Rosarina de Fútbol desdobló en dos la competencia oficial de primera local. Se jugó el Campeonato de Honor, que en ese año homenajeó a Atilio Carradori, ex dirigente de Central Córdoba y fundador del popular Banquito Ferroviario. Ese torneo fue ganado por Central con gran amplitud repitiendo el triunfo del año anterior en el Campeonato de Honor.

      El Torneo Molinas se jugó a partir del 9 de agosto, a una sola rueda de once partidos, y con los mismos doce equipos que disputaron el Molinas 1969. En la primera fecha se destacó el clásico de la ciudad. Rosario Central recibió en Arroyito a Newell’s Old Boys en un encuentro que finalizó empatado 1 a 1, con goles de Juan Troilo para los auriazules y Daniel Marangoni para el rojinegro. Luego de cuatro años el ganador del Molinas volvió a ser Newell’s Old Boys, que obtuvo la corona de campeón tras realizar una estupenda campaña de 9 partidos ganados, 2 empatados y ninguno perdido. Números que demuestran el gran nivel que tuvo y la alta efectividad demostrada por los muchachos del Parque Independencia. Es para destacar también el segundo puesto del Sportivo de Villa Diego y la última posición de Argentino, quien no pudo poner en las canchas rosarinas a sus mejores valores, ya que en 1970 los salaítos volvieron a competir con su primer equipo en el ascenso de AFA, más precisamente en Primera C.

      Las posiciones finales del Molinas fueron: Newell’s Old Boys (20 puntos), Sportivo Villa Diego (16), Tiro Federal (14), Rosario Central y Talleres Rosario Puerto Belgrano (13), Central Córdoba y Coronel Aguirre (11), Sparta (10), Belgrano y Sportivo de Álvarez (8), Alumni de Soldini (6) y Argentino (2).

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      La temporada 1970 de Newell’s Old Boys no empezó de la mejor manera, cuando disputó una nueva edición de la Copa Argentina, dejando de lado por penales a Los Andes y perdiendo en octavos de final ante el rival de toda la vida. Curiosamente en esa edición jugó cuatro partidos, no hizo ningún gol y le marcaron uno solo, el del centralista Agustín Balbuena. Desde su regreso a la primera división en 1964, a través de la reestructuración realizada por la Asociación del Fútbol Argentino, Newell’s realizó distintas campañas que se debatieron entre la mitad de tabla y los últimos puestos. Pero en el Metro 1970, y después de once años, los rojinegros volvieron a figurar en las primeras ubicaciones. Los dirigidos por el “Gitano” Miguel Antonio Juárez lucharon hasta último momento por obtener el torneo pero una derrota ente Estudiantes de La Plata y el empate en el clásico de la última fecha, hicieron que la lepra quedara a solo dos puntos del campeón Independiente de Avellaneda. En la formación rojinegra de ese año se destacaron dos incorporaciones que hicieron historia en la entidad: Alfredo Obberti, delantero proveniente de Huracán de Buenos Aires, y Mario Zanabria, talentoso zurdo llegado desde Unión de Santa Fe.

      El 7 de junio Newell’s recibió a Independiente por la fecha 14 del Metropolitano y venció con total claridad a quien sería finalmente el campeón, con goles en el segundo tiempo de José Solórzano y Alfredo Obberti. Esa tarde los ganadores formaron con: Carlos Fenoy; Ricardo De Rienzo, Rogelio Poncini, Daniel Musante y Juan Kairuz; Héctor Martinez, José Solorzano y Mario Zanabria; Pereira Marcos, Alfredo Obberti y Heraldo Bezerra.

      En el Nacional de 1970 Newell’s integró la zona A. Los dos primeros se clasificaban para el cuadrangular final y los del Parque encararon la segunda mitad del año totalmente esperanzados de pelear nuevamente en lo más alto de la tabla. Sin embargo, el accionar fue muy distinto al del Metro. Solo se ganaron 5 partidos, se empataron otros 5 y se perdieron 10 cotejos, quedando de esa forma muy lejos de los dos puestos que llevaban a la lucha por el campeonato. Por problemas de salud, Miguel Juárez delegó la función de entrenar al plantel rojinegro en su ayudante de campo, Cesar Luis Menotti.

      Después de un mal año futbolístico, Rosario Central volvió a ser protagonista en 1970. Como vimos anteriormente, la Copa Argentina le trajo una gran alegría al club, que ya contaba con un nuevo presidente, el escribano Víctor José Vesco. Luego de vencer a Newell’s, el próximo paso en la copa no fue bueno: Cayó en cuartos de final ante San Lorenzo. Los primeros partidos del Metropolitano fueron dirigidos por la rígida premisa de Enrique Sívori, pero tras algunos malos resultados dejó el puesto de DT a alguien que escribiría con letras de oro su carrera como entrenador canalla: Ángel Tulio Zof. El ex defensor le imprimió un carácter más ofensivo al juego, dándole mayor importancia a la técnica y a la habilidad. En la última fecha del Metro, domingo 27 de julio, empató 1 a 1 con Newell’s en el Parque, consiguiendo el punto necesario para clasificar al Nacional y dejando a su rival sin la posibilidad de ser campeón del Metropolitano.

      Luego de caer derrotado en la primera fecha del Campeonato Nacional, Rosario Central encadenó seis victorias seguidas, una de ellas ante Newell’s, lo que le permitió liderar las posiciones de la zona B. Apoyado en grandes individualidades como Roberto Gramajo o Aldo Poy, los auriazules clasificaron primeros en su grupo dándole el derecho a jugar frente a Gimnasia de La Plata por una de las semifinales. En la otra Boca Juniors le ganó 2 a 0 a Chacarita, pasando también a la final. El sábado 19 de diciembre, en cancha de Newell’s, Zof dispuso a los siguientes once titulares: Ramón Quiroga; José Jorge González, Alberto Fanesi, José Mesiano y Jorge Carrascosa; Carlos Colman, Ángel Landucci y Alberto Gómez; Ramón Bóveda, Aldo Pedro Poy y Roberto Gramajo. Con goles de Landucci, Bustos y Poy, Rosario Central venció 3 a 0 a los triperos, clasificó a la final del Nacional y por primera vez obtuvo el derecho de jugar la Copa Libertadores, siendo el primer equipo en lograr eso fuera de Buenos Aires.

      La final contra Boca se jugó el miércoles 23 de diciembre en el Estadio Monumental de River Plate. A los 41 minutos Ángel Landucci abrió el marcador en favor del club de nuestra ciudad, pero cuando faltaban solo diez minutos, Ángel Rojas empató para los boquenses. De ahí a tiempo suplementario donde a los 108 minutos, un centro lanzado con la pelota fuera del campo de juego fue conectado de cabeza por Coch para poner el 2 a 1 para los de la ribera porteña. Desde ese momento gran cantidad de simpatizantes xeneizes invadieron el campo de juego, colocándose en el borde de las líneas que demarcaban los costados del campo. Los fanáticos no dejaban realizar los laterales a los jugadores rosarinos y el partido se terminó seis minutos antes del tiempo reglamentario. A nadie le importaron los reclamos de Central, que se tuvo que conformar con un dignísimo subcampeonato.

      En 1970 el Campeonato de Primera C recuperó la participación de Argentino de Rosario luego de su desafiliación voluntaria en 1961. En un torneo integrado por 22 equipos, que fueron divididos en dos grupos, los salaítos integraron la zona B junto con el otro representante nuestro en esa divisional, Central Córdoba. Los cuatro primeros de cada zona pasaban a jugar por el campeonato, los que terminaron desde el quinto y el undécimo puesto definían los puestos del descenso. De los dos cuadros de la ciudad, fue Central Córdoba el único que pudo clasificar a la zona que definía los dos ascensos. Los salaítos llegaron en séptima posición, con una buena campaña de local, pero perdiendo demasiados puntos de visitante, lo que hizo que quede a 4 puntos del último puesto.

      Ya en el Torneo Campeonato, el charrúa siguió con sus buenas producciones, lo que hizo que se mantuviera en la lucha por subir de categoría. Sin embargo, dos duras derrotas como visitante, ante Argentino de Quilmes y Colegiales, sepultaron el sueño de los azules de la zona sur. Por su lado, el salaíto tuvo que jugar la Zona Permanencia donde consiguió mejores resultados, asegurándose varias fechas antes la permanencia. Pudo ser el ganador de su grupo, pero en la última fecha no viajó a Buenos Aires para jugar contra Justo José de Urquiza. De esa forma perdió los puntos y el primer puesto quedó para Defensores Unidos de Zárate.

      Los dos clásicos rosarinos en la Primera C terminaron con sendas victorias de los locales. El sábado 11 de abril Central Córdoba recibió a Argentino en cancha de Newell’s y lo derrotó por 4 a 1, con tantos de Muñiz, Adolfo Cavallaro y doblete de Oscar Fachetti. Mientras que la revancha se jugó el 27 de junio en la cancha de Sorrento y Víctor Mercante, ese día el triunfo fue para los albos, que ganaron 1 a 0 con gol de Feito.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Al no haber clasificado para el Mundial de México 1970 y no tener otra competición oficial durante el año, la Selección Argentina disputó encuentros amistosos donde solo participó el defensor centralista Jorge Carrascosa, como único representante de los clubes rosarinos.

      Nuestro presidente en 1970

      • Foto no Disponible

        Sr. Erland Norberto Ross

        1. 1959 - 1970
      • Dr. Walter Buffetti

        Dr. Walter Buffetti

        1. 1970 - 1972

      Campeones de la Rosarina en 1970

    • Año 1971

      Reseña del año

      En la primera división local, Rosario Central fue el ganador del Torneo Molinas y Newell’s Old Boys de la Copa Ivancich. Nuevamente los auriazules triunfaron en la Cuarta Especial y la sección “B” centralista ganó la Cuarta Común. En Quinta División el triunfador fue Newell’s, mientras que en Sexta el campeón fue el representante de una entidad deportiva fundada el 6 de septiembre de 1939, y enclavada en el barrio Belgrano: el Club Social y Deportivo Río Negro.

      SUCESOS
      En 1971 se inauguró el Anfiteatro Municipal “Humberto De Nito”, ubicado en la barranca del Parque Urquiza. Proyectado desde los años 50, se terminó de construir en la intendencia de Pablo Benetti Aprosio. El avance de la televisión como principal fuente de entretenimiento de los hogares rosarinos acentuaba cada vez más la crisis de las salas cinematográficas locales. En 1971 cerraron los cines Carrasco (Agrelo al 1700), Mendoza (Mendoza 5050), Claret (Paraguay 2448) y el Cervantes (San Juan 2450)

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      Gran campaña realizó Central para coronarse campeón de la edición 1971 del Torneo Gdor. Luciano Molinas. En aquella edición hubo un participante menos en relación al año 70 ya que Alumni de Soldini no se inscribió. El campeonato se realizó a dos ruedas, y tuvo un total de veinte fechas. Los centralistas fueron superiores durante todo el torneo, ganando dieciséis partidos, empatando tres y perdiendo solo uno. Esa única caída se dio en la cuarta fecha cuando el sábado 22 de mayo visitó a Newell’s y fue vencido por 1 a 0 con gol de Hilario Bravi. Los auriazules se pudieron tomar revancha el 7 de agosto, goleando a su clásico rival por 4 a 0 en Arroyito, con una gran actuación de Rubén Rodríguez, quien fue el goleador absoluto de la jornada. Tres fechas antes del final, la primera local canalla ya había conseguido la diferencia suficiente para dar la vuelta olímpica.

      Las posiciones finales encontraron a Rosario Central con 35 puntos, seguido por Central Córdoba (29), Coronel Aguirre (26), Sparta (22), Belgrano (21), Newell’s Old Boys (20), Sportivo Villa Diego (17), Sportivo de Álvarez (16), Argentino (13), Tiro Federal (12) y por último, Talleres Rosario Puerto Belgrano con 9 unidades. De esa forma el auriazul coronó un gran año futbolístico, al haber ganado el Campeonato Nacional de AFA, con su primer equipo profesional, y el Molinas, con su primera local. Por su parte Newell’s se adjudicó la Copa Ivancich de la A.R.F.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      La temporada de 1971 de Rosario Central comenzó con la satisfacción de debutar en el máximo torneo a nivel continental: la Copa Libertadores de América, organizada por la Confederación Sudamericana de Fútbol. Le tocó compartir grupo con Boca Juniors y con los representantes peruanos, Sporting Cristal y Universitario. A pesar de realizar buenas producciones, los dirigidos por Ángel Zof no pudieron conseguir el pase a semifinales, resignándose con el segundo puesto del grupo. El andar centralista en el comienzo del Metropolitano no fue el más adecuado y una serie de resultados negativos hicieron que Zof deje su puesto. Luego de un breve interinato de Carlos Griguol, fue Ángel Labruna, señera figura riverplatense, quien se hizo cargo del puesto de entrenador.

      La impronta que le imprimió al equipo el nuevo entrenador hizo que se terminase de manera decente el Metro 1971, venciendo en las últimas fechas a Newell’s Old Boys y a River Plate, ambos en condición de visitante. En octubre participó del Campeonato Nacional, donde integró la zona B, clasificando como primero de su grupo junto a San Lorenzo. El 19 de diciembre enfrentó en cancha de River Plate a Newell´s Old Boys, su acérrimo rival. En un legendario partido, la palomita de Aldo Pedro Poy le dio el pase a la final luego de un cerrado 1 a 0 final. El encuentro decisivo para determinar al campeón del Nacional, se dio el 22 de diciembre en el estadio de Newell’s Old Boys. Rosario Central se enfrentó a San Lorenzo, que en la otra semifinal había dejado en el camino a Independiente, luego de un 9 a 8 en definición por penales. El cotejo en el field rojinegro tuvo rápidamente la apertura del marcador por parte de Héctor Scotta para San Lorenzo, sin embargo diez minutos más tarde Roberto Gramajo empató el score y poco tiempo después el malogrado Carlos Colman puso el 2 a 1 final con el que Central ganó el partido y se consagró por primera vez campeón de la primera división de AFA. La formación de los campeones fue la siguiente: Norberto Menutti; Aurelio Pascuttini y Mario Killer; Jorge González, Ángel Landucci y Alberto Fanessi; Ramón Bóveda (Miguel Bustos), Carlos Aimar, Aldo Poy, Carlos Colman y Roberto Gramajo.

      La campaña de Newell’s en 1971 fue muy buena, tanto a nivel resultados como en la calidad de juego, exhibiendo en sus presentaciones un protagonismo propio de un equipo que imponía a sus rivales toda la calidad de sus jugadores. La consagración a principios de año en el amistoso pentagonal denominado “Copa Ciudad de Rosario”, fue una clara muestra del funcionamiento del equipo que representaba a la entidad del Parque de la Independencia, presidida por esos días por Federico Garrone, ex delantero de la década del 20.

      El equipo de Newell’s estaba conformado por figuras descollantes como Alfredo Obberti, Mario Zanabria o Juan Carlos Montes, quienes con el resto de sus compañeros se destacaron durante aquella temporada rojinegra. A los dirigidos por Miguel Juárez en el Metro y por Pedro Dellacha en el Nacional, solo les faltó coronar con un título para cerrar un excelente año. En el Metropolitano tuvo grandes victorias con goleadas de por medio, aunque la pérdida de algunos puntos jugando fuera de casa hicieron que solo finalizara en cuarto lugar, a cuatro puntos del campeón Independiente de Avellaneda. Para el Campeonato Nacional, el equipo de Newell’s Old Boys siguió con su buen andar, obteniendo triunfos resonantes como el conseguido el miércoles 20 de octubre, cuando derrotó a Huracán de Comodoro Rivadavia por 9 a 0. Esa noche salieron a la cancha: Carlos Fenoy; Víctor Jara y Armando Garrido; Ricardo De Rienzo, Juan Carlos Montes (Héctor Martínez) y José Solórzano (Rogelio Poncini); Santiago Santamaría, Ángel Silva, Alfredo Obberti, Mario Zanabria y Mario Mendoza. Tres goles de Obberti, dos de Mendoza y uno cada uno de De Rienzo, Solórzano, Montes y Silva. Clasificó segundo en la zona A y perdió en semifinales ante rosario Central, en un partido donde el arquero auriazul Norberto Menutti tuvo atajadas preponderantes que privaron a los rojinegros de la clasificación a la final.

      Sumándose al título obtenido por Rosario Central y a la buena actuación de Newell’s Old Boys, Argentino y Central Córdoba lograron una sobresaliente desempeño en el campeonato de la Primera C, conformando el mejor año de los equipos rosarinos en los campeonatos organizados por la Asociación Rosarina de Fútbol. En la Primera C de 1971 el campeón fue Almagro y los salaítos quedaron dolo a un punto del segundo cupo de ascenso a la B y los charrúas a dos, demostrando el protagonismo que desarrollaron ambos equipos de la ciudad. Argentino tuvo destacadas victorias, como la conseguida ante el futuro campeón, en su cancha de José Ingenieros. El sábado 3 de Abril, los albos le ganaron 2 a 1 a Almagro con goles de Srilo y Capellari. Esa tarde formaron: Di Lallo; Piombino, Cappelari, Clabel y Palletti; Mascherano, Berta y Norberto Viassolo; Zagaglia, Strilo y Hugo Viassolo. Por parte de Central Córdoba, los azules estuvieron como punteros durante bastantes fechas al comienzo del campeonato y lucharon durante todo el torneo para conseguir el ascenso que finalmente se llevaron Almagro y el subcampeón, Tigre. La nota negativa de ese año charrúa fue la muerte de la máxima gloria del club, el eximio y talentoso delantero Gabino Sosa. Desde 1969, la cancha de 25 de diciembre y Virasoro lleva su nombre con mucho orgullo.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Luego del mal trago ocasionado por no clasificar a la Copa del mundo del año anterior, la Selección Argentina tuvo un año 1971 sin competencia oficial, pero con algunos amistosos, en su mayoría contra países vecinos. También disputó a principios de año, en las ciudades de Buenos Aires y Mar del Plata, una serie de dos cotejos ante el seleccionado de Francia, del cual formaron parte Jorge Carrascosa y Roberto Gramajo, ambos de Rosario Central. En los amistosos restantes estuvo presente el mediocampista auriazul Ángel Landucci.

      Nuestro presidente en 1971

      • Dr. Walter Buffetti

        Dr. Walter Buffetti

        1. 1970 - 1972

      Campeones de la Rosarina en 1971

    • Año 1972

      Reseña del año

      La primera división local de Newell’s Old Boys se volvió a coronar en el Torneo Molinas, mientras que la Copa Ivancich fue ganada por Rosario Central, club que también fue campeón en Cuarta Especial, Cuarta Común y Quinta División. Río Negro en tanto, se volvió a quedar con el campeonato de Sexta División.

      SUCESOS
      Coincidiendo con un nuevo aniversario de la fecha de la independencia patria, se inauguró el 9 de julio del 72 el Viaducto Avellaneda, obra necesaria para paliar el incesante tráfico vehicular hacia y desde la zona norte de la ciudad. Durante ese año el aeropuerto local inauguró sus primeros mil metros de pista pavimentada. El 30 de julio de 1972 un nuevo cine cerraría sus puertas, se trató del Cine Diana, enclavado en barrio Saladillo. En octubre un nuevo golpe devastador a la cultura rosarina, un voraz incendio en el cine de calle Sarmiento 780 destruyó todo el material producido por el mítico grupo Arteón.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      Al igual que en 1971, la edición del Molinas volvió a tener un competidor menos respecto al año anterior. Esa vez el club que se despidió de la primera local fue el Sportivo Villa Diego, que desde 1960 integraba el círculo máximo del fútbol rosarino. La versión 1972 del torneo más importante de la Asociación Rosarina de Fútbol se jugó con sólo 10 integrantes, la cantidad más baja de inscriptos desde 1948. Aquellos diez equipos jugaron a dos ruedas con un total dieciocho fechas, en donde Newell’s fue el justo ganador. Los rojinegros demostraron a lo largo del campeonato una envidiable regularidad en su juego y un andar arrollador que los llevó a alzar la copa habiendo sido derrotados solo una vez y teniendo la delantera más goleadora del certamen. Peleó palmo a palmo la cima con Rosario Central, su tradicional rival, durante gran parte de las fechas. Sin embargo, hubo un quiebre en la fecha 12, cuando Newell's venció al auriazul 1 a 0. A partir de ahí los muchachos del Parque Independencia tuvieron todo despejado y lograron obtener la suficiente ventaja como para salir campeones una fecha antes de que finalizara el torneo.

      Las posiciones finales del Torneo Molinas las encabezó Newell’s con 31 puntos, seguido por Central con 28, Coronel Aguirre y Sportivo de Álvarez con 20, Tiro federal 18, Argentino 16, Central Córdoba 15, Belgrano 13, Sparta 11 y Talleres Rosario Puerto Belgrano, último con 6 unidades. Los auriazules de Villa Gdor. Gálvez no ganaron en todo el torneo, empataron seis encuentros y cayeron derrotados en doce oportunidades. Como es de suponer, tuvieron la menor cantidad de goles a favor y la valla más vencida.

      Luego de competir con "la lepra" por la obtención del Molinas, a Rosario Central le quedó el consuelo de campeonar en la Copa Hermenegildo Ivancich. Fue la sexta vez que los de Arroyito conseguían aquel trofeo, disputado por primera vez en 1937.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Luego de salir campeón del Nacional 71, Rosario Central comenzó la temporada participando por segundo año consecutivo de la Copa Libertadores de América, compartiendo grupo con Independiente de Avellaneda y los dos representantes de Colombia: Atlético Nacional e Independiente Santa Fe. Contra los cafeteros logró muy buenos resultados pero contra los rojos de Avellaneda empató de local y perdió de visitante. Por lo que quedó en segundo lugar del grupo, sin poder clasificar a semifinales.

      Al mismo tiempo que jugaba la Libertadores, comenzó a disputar el Metropolitano, donde tuvo una campaña aceptable. Comenzó con un duro golpe al perder el clásico en la primera fecha, a raíz de incidentes que involucraron a la parcialidad auriazul, el club fue sancionado con la suspensión de su estadio por cinco fechas. El traspié frente a Newell’s fue rápidamente olvidado al golear en la siguiente fecha a River Plate por 4 a 0. En el partido jugado en la cancha de Colón de Santa Fe, el local Rosario Central formó con: Norberto Menutti; Jorge González, Aurelio Pascuttini, Alberto Fanesi y Mario Killer; Carlos Aimar, Ángel Landucci y Carlos Colman; Ramón Bóveda, Aldo Poy y Juan Carlos Heredia (60m Silvio Fogel). Para los dirigidos por Labruna convirtieron Aldo Poy, dos veces, Ángel Landucci y Ramón Bóveda. Ante el mismo rival, pero en la revancha por la segunda rueda del Metro, Labruna dirigió su último partido. Inmediatamente después, Zof se hizo cargo de la dirección técnica, culminando el Metropolitano en una decorosa sexta posición.

      En el Nacional tuvo un muy buen comienzo, manteniéndose invicto en las primeras cinco fechas. Sin embargo, tuvo algunas caídas, como ante Newell’s y frente al humilde Bartolomé Mitre de Posadas, que le hicieron perder terreno en la lucha por clasificar a las finales. Carlos Aimar y Ramón Bóveda fueron los jugadores centralistas que más presencias tuvieron en la temporada, y Landucci su máximo goleador con 15 anotaciones.

      Gran comienzo tuvo Newell’s en el Torneo Metro 1972. Cuatro victorias seguidas, incluído un espectacular triunfo por 5 a 4 ante Independiente, el bicampeón vigente de los Metropolitanos. Los rojinegros mantuvieron una gran campaña de locales, haciéndose muy fuertes en el Parque de la Independencia. Llegando a la fecha 10 punteros, dos puntos por arriba de San Lorenzo, pero luego de una caída por goleada ante River Plate el equipo empezó a zozobrar entre malos resultados. Eso provocó la salida del entrenador Miguel Juárez, a quien reemplazó un joven Jorge Griffa. La llegada del nuevo técnico trajo aires nuevos al plantel, llegando a finalizar el rojinegro en el séptimo lugar y clasificando al Nacional. Uno de los mejores triunfos de ese torneo fue el del 11 de junio, cuando en la cancha de Rosario Central derrotó 4 a 1 a Boca Juniors. Esa tarde formó con: Carlos Fenoy; Armando Capurro, Víctor Jara, José Solórzano y Armando Garrido; Ángel Silva, José Berta (88m Arsenio Ribeca) y Mario Nicasio Zanabria; Miguel Pappalardo, Oscar Cáceres y Santiago Santamaría (71m Aldo Rojas). Los goles fueron convertidos por Cucurucho Santamaría, Miguel Pappalardo, Oscar Cáceres y José Berta.

      Para el inicio del Nacional, nuevamente Miguel Juárez se hizo cargo del equipo. Pero un muy mal inicio, sobre todo de local, hizo que nuevamente Jorge Griffa reemplazara al ex jugador de Rosario Central en la conducción técnica. La campaña rojinegra en aquel campeonato fue tan pobre que finalizó en el último lugar de la Zona B, ganando solo dos partidos de los trece que disputó. Esa última colocación se puede explicar con la merma en el nivel de juego, totalmente opuesta a los grandes espectáculos futbolísticos que dieron en el Metropolitano figuras como Ángel Silva, Mario Zanabria, Oscar Cáceres o José Berta.

      Argentino y Central Córdoba terminaron cerrando un buen año en el campeonato de Primera División C, aunque cabe destacar que los charrúas tuvieron que lamentar algunos sucesos poco agradables. Los azules de la zona sur comenzaron el torneo de la C con un hecho notorio que con los años sería de gran trascendencia. Por la primera fecha, Central Córdoba recibió en el Gabino Sosa a Justo José de Urquiza y entre los once titulares se destacó el debut oficial de una futura gloria del fútbol rosarino: Tomás Felipe Carlovich. Esa tarde del 4 de marzo de 1972, los locales formaron con: Mario Pinasco; Jorge Ainsa, Páez, Salvador Scoppa, Zucolotti (Gianini); Tomás Carlovich, Arias (Mengarelli), Hugo Viassolo; Fressart, Zamora y Palletti.

      Por la décimo primera fecha, el sábado 13 de mayo, Argentino ganó en su cancha de Sorrento y Víctor Mercante la primera versión del clásico rosarino de Primera C. Fue un lapidario 3 a 0 que dejó los ánimos caldeados en la hinchada charrúa. Una semana después recibió la visita del mejor equipo del torneo, Defensores de Belgrano, en un partido que tuvo que ser suspendido seis minutos antes, a raíz de la invasión al campo por parte de la iracunda hinchada de Central Córdoba, furiosa con las decisiones arbitrales. A raíz de eso, la entidad ferroviaria de zona sur fue castigada con la quita de dieciséis puntos y la suspensión del Gabino Sosa por cuatro fechas. Quince cotejos invictos, con once triunfos y cuatro empates, hicieron que el descuento de puntos no afecte a la permanencia en la tercera categoría, pero si lo alejó de la posibilidad del ascenso. Finalmente el campeón y ganador del ascenso a la Primera B fue Defensores de Belgrano, Argentino concluyó en octava posición y Central Córdoba un par de puestos detrás.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Con vistas a las eliminatorias para el Mundial de 1974, que se realizarían en 1973, el combinado albiceleste realizó varios encuentros amistosos donde tuvieron poca actividad los representantes del fútbol rosarino. Solo Ramón Bóveda y Ángel Landucci por Rosario Central, y José Berta y Mario Mendoza de Newell’s Old Boys, pudieron participar en un puñado de cotejos.

      Nuestro presidente en 1972

      • Dr. Walter Buffetti

        Dr. Walter Buffetti

        1. 1970 - 1972
      • Sr. Adolfo Pallanza

        Sr. Adolfo Pallanza

        1. 1972 - 1976

      Campeones de la Rosarina en 1972

    • Año 1973

      Reseña del año

      De las seis competencias que dispuso la Asociación Rosarina de Fútbol para sus divisionales, cinco de ellas fueron ganados por Rosario Central. La institución de Arroyito ganó con su primera local el Torneo Molinas y la Copa Ivancich, la Cuarta Especial se llevó el título por séptima vez consecutiva y también ganaron sus respectivos campeonatos, la Quinta División “B” y la Sexta División “A”. En la única categoría donde no se impusieron los juveniles centralistas fue en la Cuarta División común, donde el campeón fue la sección “A” de Newell’s Old Boys.

      SUCESOS
      El lunes 16 de julio de 1973 la ciudad de Rosario se cubrió de blanco al caer una intensa nevada. Dicho fenómeno meteorológico, insólito para la zona, no se producía desde el año 1954. El ciclo lectivo de 1973 fue el primero en el cual se aceptaron mujeres en la Escuela Normal N° 3.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      Revirtiendo la baja cantidad de clubes inscriptos que se venía dando en los últimos años, la edición 1973 del torneo Molinas contó con dos nuevos participantes: el Arroyo Seco Athletic Club, fundado el 4 de octubre de 1928 y el Club Unión de Álvarez, cuyo origen data del 1 de mayo de 1921. De esa forma fueron doce los clubes participantes del campeonato que se dividió en dos ruedas de once fechas cada una.

      Arrollador desempeño tuvo la primera local de Rosario Central, coronándose campeón del Molinas con una gran ventaja de puntos sobre su escolta, Coronel Aguirre. Tal fue la diferencia de Central respecto a sus competidores que a cinco fechas del final pudo haberse coronado ganador de la liga rosarina. En la jornada del 11 de noviembre se hizo un minuto de silencio antes del comienzo de cada partido, en honor al destacado político Luciano Molinas, fallecido dos días antes. Desde 1931, y como homenaje a quien por entonces era gobernador de la provincia de Santa Fe, la Asociación Rosarina de Fútbol nombró a su principal campeonato como Torneo Gobernador Luciano Molinas. Ese mismo sábado, Rosario Central goleó como local a Argentino por 6 a 0, si en la jornada siguiente rescataba un punto le bastaba para ser campeón.

      Sin embargo, en la visita del 18 de noviembre al estadio Gabino Machuca del Arroyo Seco Athletic Club, Central sufrió una derrota por primera vez, cayendo ante "los picantes" por 2 a 0. De todas formas, los verdirrojos de Coronel Aguirre no supieron aprovechar la caída auriazul y perdieron ante Belgrano. Por lo que a la fecha siguiente Rosario Central estrenó las ropas de campeón al golear 4 a 1 a Central Córdoba, con dos goles de Alberto Uhrig y uno cada uno de González y Edgardo Paruzzo. Este último, años después, sería campeón con Quilmes e ídolo vistiendo la camiseta de Tigre. Central fue campeón con 39 puntos, seguido por Aguirre con 31 y más atrás Tiro Federal junto con Newell’s, que sumaron 28 unidades.

      La Copa Ivancich dividió a los 12 equipos de la primera local en tres grupos y los ganadores de cada uno pasaron a jugar un triangular para definir al campeón. La zona norte estuvo integrada por Central, Tiro Federal, Sparta y Argentino. La zona centro por Central Córdoba, Newell’s, Belgrano y Coronel Aguirre. En la zona sur se presentaron Talleres Rosario Puerto Belgrano, Arroyo Seco Athletic Club y los dos representantes de la localidad de Álvarez, Unión y Sportivo. El triangular final fue jugado por Rosario Central, Central Córdoba y Talleres Rosario Puerto Belgrano. Los auriazules fueron los campeones tras ganarle 3 a 0 a los charrúas y 1 a 0 a Talleres RPB. Sumando los partidos de la fase de grupo y del triangular, los centralistas disputaron en la Copa Ivancich cinco cotejos, ganaron los cinco, con 12 goles a favor y 3 en contra. Los bicampeones de la Primera local de Rosario Central fueron los absolutos campeones del año, al igual que la Cuarta Especial, la Quinta y la Sexta División. La cantera del club de Arroyito estaba dando grandes frutos luego de la reestructuración iniciada a fines de los años sesenta por el presidente Boerio y el DT Miguel Ignomiriello.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Al igual que en 1971, Rosario Central cerraría su año en la Primera División de AFA festejando un campeonato. Pero la temporada de ese año comenzó de forma oficial en marzo, con el Campeonato Metropolitano. El arranque de Central en aquel torneo no fue bueno, después de 11 fechas se contabilizaban cuatro triunfos, dos empates y cinco derrotas. Aunque la mayor alegría auriazul de aquel Metro se dio en la quinta fecha cuando venció de local a Newell’s por 4 a 1. Luego de caer goleado 5 a 0 por Huracán en el Estadio de Arroyito, Ángel Zof dejó su lugar de entrenador y a raíz de eso la comisión directiva encabezada por el escribano Víctor Vesco designó a Carlos Timoteo Griguol como nuevo director técnico. El "canalla" finalizaría en el octavo puesto del Metropolitano 1973, ganado brillantemente por un histórico Huracán que dirigía Cesar L. Menotti.

      El Campeonato Nacional fue iniciado por los auriazules con el firme propósito de pelear hasta el final. La nueva conducción de Griguol le imprimió al equipo un carácter más aguerrido y menos vistoso, siendo base fundamental el mediocampo conformado por los jóvenes Eduardo Solari, Carlos Aimar y Aldo Poy, quien había dejado su puesto de delantero para encargarse de armar el juego. El Nacional fue jugado por los 17 equipos que participaron del Metro y 13 clubes afiliados a AFA de forma indirecta. Los 30 participantes fueron separados en dos zonas de 15, los dos mejores de cada grupo jugaban una rueda final donde se enfrentarían todos contra todos y en cancha neutral. Central integró el grupo B, junto a equipos como Huracán, Independiente, Atlanta y Boca Juniors. El equipo rosarino clasificaría en segundo lugar, escoltando a Atlanta. En el cuadrangular, Rosario Central arrancó el 19 de diciembre venciendo a River por 4 a 1 en el estadio de Newell’s. Cuatro días después viajó a Buenos Aires para enfrentar a Atlanta en La Bombonera. Volvió a ganar, esa vez por 2 a 1. El nuevo título estaba a la vuelta de la esquina. Con solo empatar frente a San Lorenzo, los “Picapiedras” serían los nuevos campeones.

      Jueves 27 de diciembre de 1973. El estadio Monumental de River Plate fue testigo de la multitud que acompañó a Central para ver a los once gladiadores de Griguol que buscarían el título de campeón frente a San Lorenzo. Esa noche Central formó con: Carlos Biasutto; Jorge González, Aurelio Pascuttini, Daniel Killer y Juan Burgos; Carlos Aimar, Eduardo Solari y Aldo Poy; Ramón Bóveda, Roberto Cabral y Luis Giribet. A los 19 minutos, el uruguayo González conectó con Poy, quien envió un centro desde la derecha que fue magníficamente cabeceado por Roberto Cabral, consiguiendo el 1 a 0. Central dominó todo el resto del partido con su juego práctico y de gran presión al rival, aún cuando Héctor Scotta empató a pocos minutos del final. Así fue que Rosario Central se consagró campeón de AFA por segunda vez desde su incorporación en 1939.

      Mal arranque de año para Newell’s Old Boys, disputando un Metropolitano que fue para el olvido. Con un bajo nivel de juego y una defensa que se mostró varias veces insegura, finalizó en el puesto número 14, solo por arriba de Colón, All Boys y Ferro Carril Oeste. De las 32 fechas que duró el torneo, Newell’s ganó 10, empató 6 y fue derrotado en 16 ocasiones. El jugador rojinegro que más se destacó en el Metro 1973 fue Mario Nicasio Zanabria, no solo por sus dotes de exquisito futbolista, fue también el goleador con 9 tantos.

      Mejoró mucho la actuación de Newell’s en el Campeonato Nacional de ese año, con respecto a la pálida actuación en el Metro. Empezó con cuatro triunfos seguidos ante Instituto, San Martin de Tucumán, Cipolletti y Colón de Santa Fe. Aunque una serie de malos resultados alejaron a los rojinegros de la posibilidad de clasificar a la rueda final por el título. En aquel torneo federal, Newell’s consiguió una gran victoria de visitante en Avellaneda, ante el Racing Club. La formación de los triunfadores fue con Juan Carlos Delménico; Andrés Rebottaro, Osvaldo Barreiro, José Luis Pavoni y Armando Capurro; Oscar Coullery, Arsenio Ribeca y Mario Zanabria; Santiago Santamaria, Manuel Magán y Juan Ramón Rocha. Los goleadores de esa noche fueron Oscar Coullery, Mario Zanabria, Manuel Magán de tiro libre y Juan Rocha. En la última fecha, el rojinegro le ganó en el Parque Independencia 4 a 0 a All Boys y a los 22 minutos de la segunda parte se produjo el debut de Jorge Valdano, futuro campeón del mundo con la Selección Argentina de 1986.

      Pero el Central campeón del Nacional 1973 no fue el único campeón rosarino en los títulos de AFA. En la Primera C de ese año Central Córdoba dio el gran golpe y consiguió el título que lo ascendió a la Primera B. En una carrera cabeza a cabeza con Sportivo Dock Sud, los charrúas dirigidos por César Castagno, ex mediocampista de Rosario Central en los años 50, llegaron a la última fecha un punto por arriba del club de la Isla Maciel. El 8 de diciembre de 1973, C. Córdoba recibió a Argentino de Quilmes con la siguiente formación: Oscar Di Benedetto; Edgardo Severini, Oscar May, Salvador Scoppa, Daniel Piombino; Walter Mainonis, Tomas Carlovich, Oscar Cassinerio; Luis Sullivan, Oscar Fachetti y Omar Ampoli.

      Argentino de Quilmes se puso en ventaja y recién faltando cinco minutos, Walter Mainonis consiguió el segundo tanto que daba vuelta el partido y ponía a Central Córdoba al borde del título. Los hinchas charrúas no aguantaron y faltando tres minutos para el final invadieron el campo de juego. Fue tal la alegría por los festejos que hasta el árbitro Juan Rolando fue llevado en andas por los simpatizantes de Central Córdoba. El encuentro se suspendió, pero días después ambos clubes se pusieron de acuerdo y se dio por finalizado. En ese mismo torneo, Argentino finalizó en la décima posición, muy lejos del campeón. Encima los salaítos perdieron los dos encuentros que disputaron frente a Central Córdoba, uno a cero en ambas oportunidades.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      En vistas a las Eliminatorias para el Mundial de Alemania 1974, la Selección Argentina realizó partidos amistosos en Europa tratando de lograr la puesta a punto en vistas del máximo torneo de la FIFA. Dentro de los jugadores que actuaban en equipos de la ciudad de Rosario, solo Mario Killer de Rosario Central participó en uno de los amistosos y su compañero Aldo Poy fue participe de un encuentro de eliminatorias, el mítico triunfo del 23 de septiembre cuando la “Selección Fantasma” le ganó por 1 a 0 a Bolivia, en los 3.581 metros de altura sobre el nivel del mar del Estadio Hernando Siles de La Paz.

      Nuestro presidente en 1973

      • Sr. Adolfo Pallanza

        Sr. Adolfo Pallanza

        1. 1972 - 1976

      Campeones de la Rosarina en 1973

    • Año 1974

      Reseña del año

      Rosario Central fue campeón, con su primera división local, del Torneo Gobernador Molinas y también obtuvo el máximo título en Cuarta Especial y Cuarta División común. Rio Negro fue el ganador en Quinta División y el Club Paulo VI, nacido el 8 de octubre de 1963 bajo el nombre de “Agrupación Rosario Central”, obtuvo el campeonato en la Sexta División.

      SUCESOS
      Durante 1974, un tramo céntrico de la calle Córdoba se transformó en peatonal de forma definitiva. Desde tiempo atrás se restringía el transporte vehicular durante el horario comercial, pero a partir del 74 la calle Córdoba, desde Laprida hasta Paraguay, pasó a ser solo para peatones las 24 horas. El 3 de abril de ese año un incendio destruyó parte de las instalaciones del Cine Rose Marie, ubicado en calle Entre Ríos 1260, lo que derivó en su cierre definitivo.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El 25 de mayo dio comienzo una nueva edición del Torneo Gobernador Luciano Molinas. Al igual que en el campeonato del año pasado, fueron 12 los equipos intervinientes, pero esta vez se incorporó a la Primera División rosarina el Club Río Negro. Por su parte, el Club Talleres Rosario Puerto Belgrano, de la ciudad de Villa G. Gálvez, dejó de participar en el máximo nivel de la ARF, luego de veinte temporadas ininterrumpidas y de un título mayor logrado en el año 1964.

      Rosario Central retuvo el título obtenido el año anterior con una campaña que fue espectacular por donde se la mire. Los auriazules salieron campeones cuatro fechas antes del final, producto de 18 triunfos, 2 empates y solo una derrota, producida el 1 de septiembre ante Central Córdoba, elenco que le ganó por 1 a 0 en el Gabino Sosa, con gol de Victor Mengarelli. El gran campeonato de la primera local "canalla" se puede ejemplificar también en los 60 goles a favor, casi tres por partidos, y los solo 5 tantos que recibió durante las veintidós fechas que duró el torneo. Como cereza del postre, Central se llevó el preciado galardón de ganar los dos clásicos chicos ante Newell’s. El 23 de junio y en condición de local, los centralistas derrotaron a su tradicional rival por 1 a 0 con tanto de Oscar Rubiola. La revancha en tanto, que fue obviamente en el Parque Independencia, terminó en triunfo de los campeones por un contundente 4 a 0, producto de los goles de Norberto Rossetti, Rodolfo Cofone, Carlos Vidal y Perazzo.

      Las posiciones finales tuvieron a Rosario Central, campeón con 38 puntos, seguido por Sportivo de Álvarez y Newell’s con 31, Unión de Álvarez 29, Sparta 23, Tiro Federal 21, Coronel Aguirre 20, Central Córdoba 17, Argentino 16, Arroyo Seco A.C. 13 y Río Negro y Belgrano 10.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      El arranque en las tres primeras fechas del Metropolitano 1974, no fue el mejor para Newell’s Old Boys. Dos empates de local y una caída en Santa Fe ante Colón, no eran los resultados más esperados por un equipo que evidenciaba gran potencial. Todo cambió en la cuarta fecha cuando los rojinegros vencieron en La Plata a Estudiantes. El excelente once dirigido técnicamente por Juan Carlos Montes hilvanó cinco triunfos al hilo, incluído uno por 4 a 2 ante Rosario Central y finalizó la primera rueda empatando con San Lorenzo y ubicado en la quinta posición, a dos unidades de Boca e Independiente. Al comienzo de la segunda rueda continuó su buen andar, aunque en el partido interzonal cayó por 3 a 0 ante Central. No obstante, se recuperó rápidamente, para terminar como líder de su grupo al final de la segunda rueda. Aquel Metropolitano 74 reunió a 18 equipos que fueron separados en dos zonas, los dos primeros de cada grupo clasificaban al cuadrangular que definía al campeón. Los rojinegros integraron el grupo B.

      En la zona A clasificaron Central y Huracán, mientras que en la B, junto a Newell’s Old Boys, clasificó Boca Juniors, luego de ganar un desempate ante Ferro. En la primera fecha de la ronda final, jugada el 25 de mayo, el rojinegro derrotó al Huracán de Menotti, en cancha de Central y por 3 a 2. Al día siguiente, en cancha de Newell’s, los auriazules le ganaron 3 a 1 a Boca. Cuatro días después, un gol de Alfredo Obberti le sirvió a Newell’s para derrotar a Boca Juniors en el estadio Tomás Ducó de la ciudad de Buenos Aires. Después de dos fechas, y a falta de un solo partido, el equipo del Parque Independencia lideraba con 4 puntos, seguido por Rosario Central y Huracán con 2. La última fecha enfrentaba a Newell’s y Central en el estadio de Arroyito, a los rojinegros les alcanzaba con empatar pero si ganaba Central forzaba a un desempate.

      El 2 de junio de 1974 la cancha de Rosario Central se encontraba colmada, con una gran presencia de hinchas de Newell’s que esperaban con renovadas esperanzas la posibilidad tan cercana de poder gritar campeón por primera vez. La formación rojinegra fue con: Alberto Carrasco; Andrés Rebottaro, José Luis Pavoni, Armando Capurro y Osvaldo Barreiro; Carlos Picerni, José Berta y Mario Zanabria; Santiago Santamaria, Alfredo Domingo Obberti (84m. Arsenio Ribeca) y Juan Ramón Rocha (69m. Manuel Magán). El partido tuvo su primera gran emoción a los 45 minutos del primer tiempo, cuando Gabriel Arias marcó el 1 a 0 para un Central que, a pesar de contar con las ausencias de grandes figuras como Pascuttini, Daniel Killer, Kempes o Poy, supo oponerle resistencia al fuerte equipo visitante. En el segundo período se dieron las mayores emociones de un clásico que quedó en la historia. Carlos Aimar puso arriba a Central por 2 a 0 pero pocos minutos más tarde Armando Capurro, de cabeza convirtió el descuento para los rojinegros. Cuando faltaban tan solo nueve minutos para el final, llegó el deseado gol del empate desde la pierna izquierda de Mario Zanabria, con un furibundo remate que se alojó lejos del esfuerzo de Carlos Biasutto. Antes del final, varios simpatizantes de Central invadieron el campo de juego, obligando con ese accionar a que el árbitro Humberto Dellacasa suspenda el cotejo. Días después la Asociación del Fútbol Argentino decidió dar por terminado el partido en los 88 minutos jugados. De esa forma la AFA declaró oficialmente a Newell’s Old Boys como campeón del Metropolitano 1974.

      Luego del descanso obligatorio por la participación argentina en la Copa Mundial de Alemania Occidental, se desarrolló el Campeonato Nacional. A los 18 equipos que participaron en el Metro se les sumaron otros 18 de las ligas del interior. Un total de 36 equipos divididos en cuatro grupos, donde los dos primeros quedaban clasificados a un emparejamiento final. Central y Newell’s clasificaron segundos en sus respectivos grupos por lo que jugaron el octogonal final, donde se encontraron en la segunda fecha, empatando 2 a 2. Al final, el ganador y campeón del Nacional fue San Lorenzo de Almagro, un punto por arriba de Rosario Central, que fue subcampeón.

      Terminado el Nacional, quedaba por saber entonces quiénes serían los dos representantes argentinos en la Copa Libertadores. Para resolver eso, el reglamento indicaba que se debía jugar un cuadrangular entre los dos primeros del Metropolitano y los dos primeros del Nacional, pero como Rosario Central fue el subcampeón de ambas competencias, el cuadrangular se transformó en un triangular. Los auriazules triunfaron en sus dos encuentros y Newell’s ganó el suyo ante San Lorenzo, por lo que Rosario Central y el campeón del Nacional, Newell’s Old Boys, quedaron clasificados para jugar la Libertadores de 1975. Se cerraba de esa forma un gran año para los equipos rosarinos que actuaban en AFA, con el primer campeonato de Newell’s y los dos subcampeonatos de Rosario Central, que desde ese año contaba entre sus filas con el fabuloso goleador cordobés Mario Kempes.

      Como ya era común, se volvió a modificar el campeonato de Primera B, el cual en 1974 volvió a contar con la participación de Central Córdoba. Los veinte equipos se dividieron en dos zonas, norte y sur, y los dos primeros de cada una se clasificaban a un cuadrangular. La temporada se partió en dos, primero se jugó el torneo Preparación y luego la Copa Campeonato. En el Preparación se destacó en gran forma el andar de Central Córdoba, bajo el liderazgo de talentosos con el “Trinche” Tomás Carlovich o el “Bocha” Jorge Forgues. Con ellos al mando de un homogéneo equipo, los charrúas ganaron la zona norte del torneo Preparación. Sin embargo, llegado el momento de participar del primer cuadrangular definitorio no pudo clasificar a la próxima zona y se quedó en el camino junto con el sueño del ascenso a la Primera División A.

      Buen campeonato realizó Argentino en la Primera C del 74. Finalizó en sexta posición, a seis puntos de Sarmiento de Junín, subcampeón y poseedor del último pasaje a Primera B.

      SELECCIÓN ROSARINA:
      El miércoles 17 de abril se enfrentaron en la cancha de Newell’s Old Boys, y a beneficio del Círculo de Periodistas Deportivos de Rosario, un combinado local frente a la Selección Argentina, que se encontraba en etapa de preparación para el Mundial a disputarse en la República Federal de Alemania. Esa noche el seleccionado rosarino fue dirigido por Carlos Griguol y Juan Carlos Montes, entrenadores de Central y Newell’s respectivamente, quienes dispusieron a los siguientes once titulares: Carlos Biasutto; Jorge González, José Luis Pavoni, Armando Capurro, Mario Killer; Carlos Aimar, Tomás Carlovich (Berta), Mario Zanabria; Sergio Apolo Robles (Carril), Alfredo Obberti (Aricó) y Mario Kempes. Los rosarinos dieron una cátedra de fútbol durante la primera etapa, que finalizó 3 a 0 para los locales, cuando Obberti, Kempes y Zanabria monopolizaron el balón, pero sobre todo fue el partido que elevó a Tomas Felipe “Trinche” Carlovich a un pedestal casi como leyenda del fútbol local. Fue tan memorable su actuación en esos primeros 45 minutos que Vladislao Cap, entrenador de la Selección Argentina, le pidió a la dupla de directores rosarinos que el talentoso mediocampista no juegue más: “Saquen al 5 que nos está humillando, por favor”. Al final el “Trinche” no volvió para jugar el segundo tiempo y el encuentro finalizó 3 a 1 para la Selección Rosarina.

      El combinado nacional tuvo una pálida actuación en la copa mundial de Alemania 74, donde clasificó en la fase de grupos, pero terminó su camino en la siguiente ronda, donde por ejemplo cayó vencido por 4 a 0 ante el brillante seleccionado de Holanda. En aquel plantel mundialista argentino se encontraban los centralistas Aldo Pedro Poy y Mario Alberto Kempes.

      Nuestro presidente en 1974

      • Sr. Adolfo Pallanza

        Sr. Adolfo Pallanza

        1. 1972 - 1976

      Campeones de la Rosarina en 1974

    • Año 1975

      Reseña del año

      Entre Rosario Central y Newell’s Old Boys se repartieron todos los títulos que puso en juego la Asociación Rosarina de Fútbol ese año. Los auriazules ganaron los dos torneos oficiales de Primera División; el Molinas y Copa Ivancich, mientras que los más chicos de la entidad de Arroyito se llevaron el máximo premio en Cuarta Especial y Quinta División. Los jóvenes de Newell’s fueron campeones en Cuarta Común y Sexta División.

      SUCESOS
      El 24 de junio de 1975, en conmemoración del 40mo aniversario del fallecimiento de Carlos Gardel, se inauguró una estatua del legendario cantante frente a la estación de ómnibus “Mariano Moreno”. En las amplias instalaciones del Teatro La Comedia, se despidió del público rosarino el popular dúo de rock argentino “Sui Géneris” conformado por Charly García y Nito Mestre. Fueron dos funciones continuadas a lleno total que se realizaron la noche del viernes 12 de septiembre.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      La temporada oficial 1975 de la primera división de la Asociación Rosarina de Fútbol dio inicio el 9 de marzo con la primera fecha de la Copa Ivancich, torneo que ganaría Rosario Central, entidad que se había llevado las dos ediciones anteriores (1972 y 1973). El conjunto auriazul también fue el triunfador del Torneo Gobernador Molinas, imponiéndose a su rival de toda la vida, Newell´s Old Boys. La lucha entre ambos equipos fue muy pareja durante todo el campeonato, pero Central logró sacar ventaja en partidos importantes, como el que se disputó el sábado 27 de septiembre. Ese día los auriazules recibieron a los once de Newell’s para derrotarlos por 2 a 0, en un cotejo que fue de vital importancia para los dos puntos de ventaja con que terminó Rosario Central sobre el equipo del Parque.

      Las posiciones finales encontraron a Rosario Central (33 puntos), Newell’s Old Boys (31), Sportivo de Álvarez (29), Argentino (23), Unión de Álvarez y Belgrano (21), Tiro Federal (20), Coronel Aguirre (18), Central Córdoba (16), Arroyo Seco Athletic Club (15), San Francisco Solano (13), Sparta (8) y Rio Negro (3). El triunfo de Rosario Central en el Torneo Molinas fue el tercero del club de Arroyito logrado de forma consecutiva, ya que se había adjudicado también las dos ediciones previas, en 1973 y 1974.

      En ese año de 1975 ingresó por primera vez a la primera división de la ARF la Asociación Atlética y Cultural San Francisco Solano, institución deportiva que se fundó el 25 de mayo de 1966 y cuyo campo de deportes se encontraba en Crespo y Avenida Pellegrini.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      El mes de febrero de 1975 encontró a Rosario Central y a Newell’s Old Boys compitiendo por primera vez en un torneo internacional de carácter oficial. Ambos equipos rosarinos integraron el grupo 1 junto con los dos representantes del Paraguay: Olimpia y Cerro Porteño. Rosario Central y Newell’s empataron ambos clásicos coperos por 1 a 1, los auriazules le ganaron los dos partidos a Cerro Porteño y con Olimpia empataron de local y visitante. Por su parte Newell’s, aparte de las igualdades con Central, se trajo un triunfo y una derrota de su viaje por Asunción del Paraguay y luego en Rosario despidió a los guaraníes del Parque Independencia con dos victorias, ambas por 3 a 2. De esa forma los dos representantes argentinos empataron en la primera posición del grupo con 8 puntos y tuvieron que jugar un desempate para ver cual de los dos pasaba a las semifinales de la Libertadores. La noche del viernes 11 de abril se encontraron Rosario Central y Newell’s en el estadio de Arroyito para definir cual de los dos era se merecía seguir en tal prestigioso torneo. El empate favorecía a los auriazules por tener mejor diferencia de gol, los rojinegros tenían que ganar sí o sí. Los nervios y las presiones de tan importante cotejo dieron como resultado una primera mitad de bajo nivel y recién en el segundo tiempo llegó la única emoción del partido, cuando Roberto Cabral cedió a Mario Kempes, quien con un potente zurdazo estableció el 1 a 0 final.

      Los once ganadores fueron: Carlos Biasutto; José Jorge González, Aurelio José Pascuttini, Daniel Killer y Mario Killer; Carlos Aimar, Eduardo Solari, Hugo Zavagno y Ramón Bóveda (83m Víctor Mancinelli); Roberto Cabral y Mario Kempes. Rosario Central pasó a las semifinales para competir contra Independiente de Avellaneda, campeón vigente y Cruzeiro de Brasil. El grupo fue tan parejo que los tres equipos empataron en 4 puntos y Central quedó fuera de la final solo por un gol de diferencia.

      En el mes de febrero también dio comienzo el Campeonato Metropolitano de 1975, donde los dos equipos de Rosario mantuvieron su base de jugadores que tantos resultados le dieran en el año anterior. Es por eso que con justa razón Central y Newell’s se calzaron las ropas de candidatos para el campeonato de primera división de AFA. Sin embargo, en el Metro los dos equipos rosarinos tuvieron una actuación apenas discreta, finalizando Central en la séptima posición y Newell’s justo a mitad de tabla, en el décimo lugar. A pesar de la irregularidad exhibida por los rojinegros a través de las 38 fechas, est6os se dieron el gusto de ser el único equipo que le ganó al campeón River Plate las dos veces que se enfrentaron. El primero de esos triunfos fue en condición de visitante, cuando el 13 de abril Newell’s visitó el estadio Monumental con la siguiente formación: Alberto Carrasco; Roberto Aguerópolis, José Luis Pavoni, Daniel Sperandio y Jorge Ortiz; Arsenio Ribeca, Américo Gallego y Mario Zanabria; José Danguise (59m. José Berta) (84m. Carlos Picerni), Jorge Valdano y Jorge Salas. Temprano se puso en ventaja River Plate, pero sin amilanarse los muchachos del Parque Independencia mostraron porque eran los campeones vigentes y con goles de Zanabria, Valdano, Sperandio y Salas configuraron una goleada tajante por 4 a 1. En la revancha jugada el 23 de julio, Newell’s hizo de local en cancha de Vélez Sarsfield y le ganó 1 a 0 a los millonarios con gol de Jorge Salas.

      El Nacional de 1975 estuvo integrado por 32 clubes repartidos en 4 grupos. Los dos primeros de cada grupo se clasificaban para el octagonal final que determinaba al campeón. La primera fecha fue la de los interzonales donde se cruzaron los distintos clásicos, en nuestra ciudad Rosario Central derrotó a Newell’s por 3 a 0 con tres tantos del “Matador” Mario Kempes. Los auriazules habían cambiado de entrenador cuando, luego de quedar fuera de la Copa Libertadores, Carlos Griguol dejó su cargo y fue reemplazado por el uruguayo Ricardo de León. En la revancha de los interzonales, finalizaron empatados 1 a 1 en el Parque Independencia, con goles de Sergio Apolo Robles y Mario Kempes. Al llegar a la última fecha Central ya se había clasificado cómodo en el primer lugar de su zona y Newell´s era el líder de su grupo. Sin embargo, los rojinegros tenían que viajar hasta el sur del Gran Buenos Aires para enfrentar a su escolta, Temperley, que venía un punto por debajo. Los celestes ganaron 3 a 1 y dejaron a Newell’s sin la posibilidad de clasificar, solo por un punto. En el octogonal final, Rosario Central no pudo seguir con su paso triunfal y quedó lejos de la posibilidad de campeonar.

      Las sucesivas modificaciones que se realizaban en la organización del campeonato de la Primera B no habían dado los frutos deseados por la dirigencia de la divisional y en 1975 decidieron volver a la forma tradicional, dos ruedas en partidos de todos contra todos. Central Córdoba realizó una muy buena campaña, logrando un puesto en el hexagonal final que otorgaba el segundo puesto del ascenso. En los cinco partidos de la rueda final, los charrúas solo ganaron un solo cotejo, por lo que la posibilidad de ascender quedó truncada.

      Digno papel también el de Argentino en el campeonato de la Primera C, donde los albos fueron protagonistas a lo largo de todo el torneo pero donde finalmente quedaron en el sexto lugar. En la edición de 1975 del Torneo Regional organizado por el consejo Federal de la Asociación del Fútbol Argentino, participó por primera vez un representante de la Asociación Rosarina de Fútbol. El Sportivo Fútbol Club de la localidad de Álvarez, subcampeón del Torneo Molinas de 1974, compitió frente a Colón de San Justo por la primera etapa del Regional. Los albiazules vencieron a los del norte de la provincia y en la fase siguiente cayeron ante Estudiantes de Río Cuarto.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      En 1975 se volvió a realizar, luego de ocho años, el tradicional Campeonato Sudamericano, llamado desde ese momento Copa América. El plantel argentino, dirigido por el rosarino César Luis Menotti, contó con una gran cantidad de jugadores de las provincias, sobre todo de Santa Fe y más precisamente de Newell’s y Central. Fueron 10 en total los rosarinos: José Luis Pavoni, Andrés Rebottaro, Américo Gallego, Mario Zanabria y Jorge Valdano de Newell’s; Ricardo Ferrero, Daniel y Mario Killer, Ramón Bóveda y Mario Kempes de Rosario Central. La selección nacional compartió grupo con Brasil y Venezuela, el primero de cada zona clasificaba a la próxima fase. Se le ganó fácilmente a Venezuela, de local y de visitante, pero se perdieron ambos partidos con Brasil, por lo que no se clasificó a la rueda final. En ese torneo que no tenía sede fija, la Selección Argentina hizo de local en el estadio de Rosario Central, que el 17 de diciembre de 1974 había sido elegido como sede para la Copa del mundo a realizarse en Argentina en 1978.

      Nuestro presidente en 1975

      • Sr. Adolfo Pallanza

        Sr. Adolfo Pallanza

        1. 1972 - 1976

      Campeones de la Rosarina en 1975

    • Año 1976

      Reseña del año

      Nueva repartición de títulos de la Rosarina entre los dos equipos más poderosos de la ciudad. Newell’s Old Boys se quedó con los dos campeonatos de primera división local: el Torneo Molinas y el Campeonato Ivancich. También fue el ganador en la categoría más juvenil, la Sexta División, con su equipo “C”. Por su parte Rosario Central se consagró en Cuarta Especial, Cuarta Común y Quinta División.

      TORNEO GOBERNADOR MOLINAS:
      El máximo campeonato de la Asociación Rosarina de Fútbol tuvo en 1976 un total de quince integrantes, ya que se sumaron el Club Pulgarcito, ganador de la segunda división el año anterior y el Club Unión de Arroyo Seco. Los participantes fueron divididos en dos grupos. En la zona A estaban Arroyo Seco Athletic Club, Belgrano, Central Córdoba, Coronel Aguirre, Newell’s Old Boys, San Francisco Solano y Unión de Arroyo Seco. En la zona B: Argentino, Pulgarcito, Rio Negro, Rosario Central, Sparta, Sportivo de Álvarez, Tiro Federal y Unión de Álvarez. Luego de desarrollarse una primera rueda, los cinco primeros del grupo A y los cuatro primeros del B pasaron a disputar la Zona Campeonato, los demás equipos integrarían un grupo consuelo.

      La fase final fue muy disputada entre tres equipos que tuvieron un muy buen nivel en ese torneo: Newell’s Old Boys, Rosario Central y Sportivo de Álvarez. En la última fecha casualmente se enfrentaron los dos rivales tradicionales de la ciudad, con los rojinegros de locales. Newell’s le llevaba dos puntos a los auriazules y con solo el empate le bastaba para festejar el título de campeón; Rosario Central tenía que ganar para forzar un partido desempate. El encuentro finalizó igualado uno a uno, con gol de Roberto Rodríguez para Newell’s, que de esa forma fue el campeón del Torneo Gobernador Luciano Molinas. Los rojinegros también fueron los ganadores del Torneo Ivancich.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      El Campeonato Metropolitano de 1976 contó con veintidós participantes, dos más que el año anterior ya que se suspendieron nuevamente los descensos. La Asociación del Futbol Argentino dispuso que los equipos se dividan en dos zonas, donde los seis primeros de cada grupo se clasificaban para pelear por el título y los últimos cinco jugaban otra fase para evitar el descenso. Rosario Central integró la zona “A”, junto a poderosos equipos como Huracán, Boca Juniors o Independiente. Newell’s Old Boys en la zona “B” compitió con River Plate, San Lorenzo y Racing Club. Ni Central, ni Newell’s cumplieron una gran primera fase, logrando clasificar ambos en el último lugar de los seis que otorgaba cada grupo.

      En la fecha 15, Rosario Central se dio el gusto de golear a Boca Juniors, futuro campeón del Metropolitano. El encuentro se realizó en cancha de Newell’s Old Boys, ya que el estadio de Arroyito se encontraba suspendido por tres fechas, tras incidentes que se dieron durante la visita de Independiente. El domingo 2 de mayo Central formó con: Héctor Zelada; José Van Tuyne, Oscar Craiyacich, Daniel Killer y Jorge García; Hugo Zavagno, Carlos Aimar y Osvaldo Potente; Oscar Lamberti, Oscar Agonil (68 min. Carlos Vidal) y Mario Kempes, que cumplió una gran actuación logrando tres tantos. Los otros dos goles fueron convertidos por Hugo Zavagno y Oscar Lamberti, cerrando un lapidario 5 a 1 final para los dirigidos por José María Silvero. En la ronda final del Metro la actuación auriazul no fue más que discreta, quedando lejos de pelear por el campeonato. El clásico del 1 de agosto, en el cual empataron 0 a 0, fue el último partido de Mario Alberto Kempes con Rosario Central, totalizando 94 goles en 13 partidos jugados. Dejaba el club auriazul para viajar al Valencia de España.

      El campeonato Nacional de ese año se desarrolló con 34 equipos divididos en cuatro grupos, dos de ellos, el A y el B, contaron con 8 integrantes y los otros dos, C y D, se conformaron por 9 participantes. De esas cuatro zonas clasificaban los dos primeros de cada una, para llegar en partidos únicos y por simple eliminación a una decisiva final. Gran campaña desarrollada por Newell’s Old Boys en el grupo D del Nacional, donde definió el primer puesto con Talleres de Córdoba, demostrando un gran nivel de juego frente a todos sus rivales. Como el 7 de noviembre cuando los entrenados por José Yudica derrotaron por 3 a 0 a San Lorenzo en su cancha de Avenida La Plata. Esa tarde la formación de Newell’s fue: Alberto Carrasco; Andrés Rebottaro, José Luis Pavoni, Daniel Sperandío y Jorge Ortiz; Ricardo Giusti, Américo Gallego y Juan Rocha; Héctor Montes, Horacio Moyano y Juan Irigoyen. Horacio Moyano, por dos veces, y Juan Rocha fueron los goleadores del cotejo. Dos semanas después venció a Rosario Central y siguió con su marcha triunfal hasta la definición del primer puesto de la zona D frente a Talleres de Córdoba, con quien cayó derrotado. En cuartos de final se enfrentó con un encumbrado Huracán en cancha de Boca Juniors y los rojinegros perdieron 2 a 0, despidiéndose de esa forma del Nacional de 1976, que también fue ganado por Boca Juniors.

      En una de las tantas decisiones insólitas que la AFA tomaba en cuanto a la organización de sus campeonatos de fútbol, el campeonato de Primera B de 1976 dio un puesto de ascenso con solo jugar una rueda. Al final de esta se clasificaban los seis mejores para jugar un hexagonal que definiría no solo a quien subiría a la Primera A, también daba un lugar en el Nacional. Central Córdoba luego de 19 fechas igualó en la quinta posición con Almagro y Los Andes, por lo que tuvo que jugar con estos un triangular para definir los dos puestos que faltaban para el hexagonal. Lamentablemente los charrúas quedaron afuera de la clasificación.

      El campeonato de Primera C, donde participaba Argentino, no se quedó atrás en cuanto a la organización inusual del torneo. Para la edición de 1976, los diecinueve equipos que participaron de la Primera C se dividieron también en dos zonas, los albos integraron el grupo A. Después de cinco triunfos, ocho empates y tres derrotas, los de Sorrento y Víctor Mercante consiguieron el segundo lugar del grupo y pasaron a la fase final. En la zona campeonato estuvieron muy cerca de subir a la B, quedando en tercer lugar, tres puntos por debajo de Argentino de Quilmes, que obtuvo el segundo lugar para ascender.

      En el Torneo Regional de 1976, aquel que ofrecía cuatro plazas para el Campeonato Nacional de Primera División, Sportivo de Álvarez fue nuevamente el representante de la Asociación Rosarina de Fútbol. En primer término, despachó a Nacional de Santa Fe, con un resultado global de 4 a 2. En la siguiente fase se cruzó con el Sportivo Patria y los formoseños fueron los que clasificaron a la próxima ronda, ganando ambos partidos de ida y vuelta por 2 a 0.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Buena cantidad de amistosos realizó la Selección Argentina dirigida por el rosarino Cesar Menotti, buscando la forma mas apta para llegar a la Copa del Mundo que se realizaría en nuestro país durante el año 1978. En el total de trece partidos jugados por la albiceleste en 1976 resaltó la presencia de valores que brillaban en Newell’s y Central, quienes mantenían desde varias temporadas un gran protagonismo en los campeonatos de la Primera División de la AFA. Los rojinegros Andrés Rebottaro y Américo Gallego junto con los centralistas Daniel Killer y Mario Kempes fueron los que le imprimieron al conjunto de Menotti la cuota de buen juego y sacrificio que los hacia destacar domingo a domingo en sus clubes rosarinos.

      En enero de 1976 se desarrolló en la ciudad brasilera de Recife el Torneo Preolímpico de Fútbol y por nuestro país fue la tercera división de Newell’s Old Boys por completo vistiendo la casaca argentina. Desafortunadamente, y a pesar de ganar los dos primeros partidos, el equipo de Argentina/Newell’s que fue dirigido por Jorge Griffa no pudo lograr el objetivo de clasificarse a los Juegos Olímpicos de Montreal. En aquella brillante tercera división rojinegra descollaban jóvenes valores que luego serian figuras internacionales como Ricardo Giusti, Roque Alfaro y el futuro DT de Newell’s y Argentina, Marcelo Bielsa.

      Nuestro presidente en 1976

      • Sr. Adolfo Pallanza

        Sr. Adolfo Pallanza

        1. 1972 - 1976
      • Sr. Lorenzo Biondo

        Sr. Lorenzo Biondo

        1. 1976 - 1983

      Campeones de la Rosarina en 1976

    • Año 1977

      Reseña del año

      En la temporada de 1977, Newell’s Old Boys logró el bicampeonato en el Torneo Molinas y además se coronó en la Quinta División. Los demás títulos fueron para Rosario Central, que se consagró en Cuarta Especial, Cuarta Común y Sexta División. La Segunda División fue ganada por el Club Atlético Defensores de Peñarol, que por tal motivo obtuvo el ascenso a la primera local.

      ASOCIACION ROSARINA DE FÚTBOL:
      Para el Torneo Gobernador Luciano Molinas de 1977 se inscribieron catorce equipos, uno menos que en el año anterior. A las salidas del club Rio Negro y de los dos equipos de la ciudad de Arroyo Seco, Unión y Athletic, se le contrapuso el ingreso por primera vez a la máxima división local del Athletic Club de Villa Gobernador Gálvez y del Club Alumni de Soldini, campeón de la última edición de la Copa Pinasco.

      Al igual que en 1976, la totalidad de los equipos que disputaron el Torneo Molinas fueron divididos en dos grupos. En la zona A se encontraron Athletic Club de Villa Gobernador Gálvez, Argentino, Coronel Aguirre, Pulgarcito, Sparta y Sportivo de Álvarez. En la zona B participaron Alumni, Belgrano, Central Córdoba, Lealtad San Francisco Solano, Rosario Central, Tiro Federal y Unión de Álvarez. Los cuatro primeros de cada grupo pasaban a jugar la zona Campeonato y los cuatro últimos lucharían en una zona aparte por no descender. Para sorpresa de muchos el líder del grupo A de la fase campeonato terminó siendo el Athletic Club de Villa Gobernador Gálvez, quien, con nueve partidos ganados, dos empatados y tres perdidos, aventajó por una unidad a Newell’s Old Boys. Los verdirrojos de Coronel Aguirre y Sportivo de Álvarez fueron los otros dos clasificados de esa zona. Del otro lado, Rosario Central clasificó primero, cuatro puntos arriba del otro equipo de la localidad de Álvarez, el Club Atlético Unión y Sociedad Italiana, conocido popularmente como Unión. En tercer lugar, finalizó Central Córdoba y el cuarto lugar estuvo igualado por Tiro Federal y Lealtad San Francisco Solano, por lo que tuvieron que ir a un partido desempate en el que finalmente salió victorioso el equipo tirolense por medio de una vibrante definición por penales.

      Ya en la zona campeonato, Rosario Central y Newell’s Old Boys se presentaron como los protagonistas de una muy pareja lucha por el título y fueron los rojinegros quienes finalmente lograron el primer puesto y la victoria en el Torneo Molinas. Recién en la última fecha, cuando visitó a Central Córdoba, el equipo del Parque de la Independencia pudo obtener el punto que le faltaba para ser el campeón. Terminó siendo de gran importancia el triunfo de Newell’s en el clásico del 4 de septiembre, cuando por la tercera fecha de la zona campeonato los rojinegros visitaron el barrio de Arroyito y se alzaron con un triunfo de 2 a 0, con goles de Héctor López y Jorge Bianchi.

      En la zona descenso, el mejor de los seis equipos fue Argentino, que terminó invicto luego de ganar siete partidos y empatar tres. Por otro lado, Belgrano solo obtuvo tres puntos y fue el equipo que cayó a segunda. Aunque luego la Asociación Rosarina suspendió los descensos para fortalecer a la primera división local con el mantenimiento de Belgrano y la incorporación de nuevos clubes.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Veintitrés equipos compitieron durante el Campeonato Metropolitano 1977 de la Asociación del Fútbol Argentino, por lo que se disputaron dos ruedas de todos contra todos en maratónicas 46 fechas de un torneo que duró desde el 20 de febrero hasta el 13 de noviembre. Rosario Central y Newell’s fueron grandes animadores, repitiendo el protagonismo que venían demostrando durante aquella década del 70.

      Los auriazules jugaron durante todo 1977 como local en la cancha de Newell’s Old Boys, ya que, desde diciembre del año pasado, el estadio de Arroyito se encontraba cerrado por las refacciones que se le estaban realizando para poder cobijar seis encuentros de la Copa Mundial de Fútbol de 1978. En el aspecto futbolístico, el retorno de Carlos Griguol a la dirección técnica del primer equipo compensó la salida del plantel auriazul de destacados jugadores. El orden que caracterizaba a los equipos de Griguol se notó en el Central del Metro de 1977, ya que fue la valla menos vencida del campeonato, al recibir 35 goles en 46 fechas. Pero también supo mirar bastante el arco de enfrente, consiguiendo victorias rutilantes como la del 10 de abril, cuando visitó a Ferro carril Oeste y los goleo por 8 a 1. Esa tarde formó con: Héctor Zelada; José Jorge González, Carlos Aimar, José Romero y Jorge García; Norberto Rosetti, Miguel Ángel ManziI (72 min. Jorge Pintos) y Víctor Mancinelli; Oscar Palavecino, Luis Andreuchi (74 min. Oscar Coullery) y Miguel Ángel Benito. El encuentro se desató rápidamente con un gol en contra del mediocampista verdolaga Néstor Oca a los doce minutos, después anotaron sucesivamente Miguel Manzi, Miguel Benito, Luis Andreuchi por dos veces, Jorge Pintos, Oscar Palavecino y Norberto Rosetti. Finalmente, cuando el prolongado Metropolitano llegó a su finalización, encontró a Rosario Central en una meritoria sexta posición, una unidad por encima de Newell’s Old Boys.

      El Nacional de 1977 comenzó el 20 de noviembre, por lo que la poca disponibilidad de fechas hizo que solo el líder de cada grupo, de las cuatro zonas conformadas, clasificara a las semifinales. En este torneo Rosario Central terminó en la tercera posición, a seis puntos del líder Estudiantes de La Plata.

      Los rojinegros tuvieron muy buena actuación en el Metro y una mucho mejor en el Nacional, clasificándose puntero de su zona. En el primero de los torneos finalizó en el séptimo lugar, pero lo que más se destacó fue el nivel de juego que demostró el equipo, realizando cotejos con producciones futbolísticas de gran calidad. A pesar de haber tenido tres entrenadores durante las larguísimas 46 fechas del Metropolitano, José Yudica, Eduardo Bermúdez y Jorge Solari, el buen trato de la pelota y el respeto por el buen fútbol se destacaron en todo momento. Como por ejemplo, el domingo 11 de septiembre cuando derrotó a Argentinos Juniors por 5 a 0. Formaron esa tarde para Newell’s: Alberto Carrasco (77 min. Victor Civarelli); Andrés Rebottaro, José Luis Pavoni, Armando Capurro y Daniel Sperandío; Ricardo Giusti, Américo Gallego y Raúl Roque Alfaro; Héctor Montes, Hugo Paulino Sánchez (78 min. Roberto Rodriguez) y Sergio Apolo Robles. Los goles fueron anotados por Raúl Alfaro, Hugo Paulino Sánchez, Héctor Montes y un doblete de Sergio Apolo Robles. El delantero salteño fue el goleador rojinegro con 24 goles convertidos en 38 partidos jugados y Daniel Sperandío fue el que más presencias tuvo ya que fue titular en 41 partidos.

      En el Nacional, Newell’s Old Boys tuvo una fase de grupos prácticamente ideal, ganando 8 partidos, empatando 5 y perdiendo solo una vez, contra Independiente Rivadavia de Mendoza. Al lograr 21 puntos fue el puntero del grupo, cuatro puntos por arriba de San Lorenzo y clasificando de esa forma a las semifinales donde se enfrentaría con Talleres de Córdoba. El 14 de enero de 1978 se jugó en Córdoba el partido de ida y los rojinegros consiguieron un provechoso empate al igualar 1 a 1. Ese resultado obligaba a los cordobeses a ganar en Rosario y teniendo en cuenta la regla del valor doble para el gol conseguido por el visitante. El 18 de enero se dio un partido parejo con un empate en cero que consagraba a Newell’s para jugar la final. Sin embargo, a falta de solo cinco minutos para el final, Talleres consiguió el gol con el que los rojinegros se despidieron del sueño de ser campeones.

      El campeonato de la Primera B de 1977 fue una página triste para el fútbol rosarino, ya que en esa temporada Central Córdoba perdió la categoría. Para ese año se dispuso por primera vez que descendieran los últimos cuatro equipos y los charrúas, luego de una mala campaña terminaron antepenúltimos. A falta de tres fechas venció 2 a 0 en su estadio a Almagro, competidor directo por no descender, pero luego solo empató frente a El Porvenir y en la última fecha quedó libre. Argentino cumplió una regular actuación en el campeonato de Primera C de 1977, finalizando a mitad de la tabla de posiciones, lejos de la posibilidad de luchar por un puesto de ascenso.

      Por tercer año consecutivo, Sportivo de Álvarez fue el representante rosarino en el Torneo Regional de AFA que brindaba plazas para jugar el campeonato de Primera División. En la primera ronda se enfrentó al Club Pucará de la ciudad de Santa Fe. En el partido de ida, jugado en la cancha de Central Córdoba, empataron uno a uno y en la ciudad de Santa fe, el triunfo fue para el Sportivo. En la segunda fase se encontró nuevamente con Sportivo Patria de Formosa y al igual que el año pasado fueron los formoseños quienes clasificaron a la tercera etapa del Regional.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Un año antes del Mundial que se jugaría en nuestro país, la Selección Argentina siguió con los amistosos, buscando la puesta a punto final que los depositara de la mejor forma en el torneo máximo del fútbol mundial. En aquellos cotejos fue titular indiscutible Américo Rubén Gallego, mediocampista de Newell’s Old Boys, su compañero Juan Rocha entró en algunos partidos desde el banco de suplentes.

      Nuestro presidente en 1977

      • Sr. Lorenzo Biondo

        Sr. Lorenzo Biondo

        1. 1976 - 1983

      Campeones de la Rosarina en 1977

    • Año 1978

      Reseña del año

      El club Renato Cesarini obtuvo el Torneo Molinas en lo que fue su primera participación en el círculo principal de la Asociación Rosarina de Fútbol. Rosario Central salió campeón del Torneo Ivancich y por decimosegundo año consecutivo de la división Cuarta Especial; también logró el primer puesto en la Cuarta Común y la Quinta División. Newell’s obtuvo el título en Sexta División.

      SUCESOS
      Durante el mes de junio la ciudad de Rosario fue una de las sedes del Campeonato Mundial de Fútbol, motivo por el cual se realizaron diversas obras que ayudaron a un mejor funcionamiento del máximo torneo futbolístico y que al mismo tiempo sirvieron para el progreso de la ciudad. Se ampliaron avenidas, se mejoraron los accesos a la ciudad y se inauguraron entre otros el Hospital Clemente Álvarez y el Centro de Prensa ubicado en la Plaza Pinasco.

      ASOCIACION ROSARINA DE FÚTBOL:
      El primero de los torneos oficiales que la Asociación Rosarina puso en juego durante el año 1978 fue la Copa Hermenegildo Ivancich. Para las semifinales se clasificaron por un lado Argentino y Rosario Central y por el otro lado, el Club Pulgarcito y Newell’s, que le ganó un partido desempate a Unión de Álvarez. En la primera de las semifinales, jugada el 29 de abril, Central le ganó a Pulgarcito por 2 a 1, con goles para los auriazules de Edgardo Bauza y Omar palma, futuras estrellas del club de Barrio Arroyito. En la otra semifinal, Argentino venció a Newell’s por 2 a 0 y se clasificó en gran forma a la final, que se jugó el 7 de mayo. En esa ocasión Rosario Central marcó el único tanto del partido durante el primer tiempo suplementario y se coronó por novena vez del Torneo Ivancich.

      Siguiendo con la política de incorporar nuevas instituciones, el Torneo Gobernador Luciano Molinas de 1978 presentó cuatro equipos más que en la edición del año anterior, llegándose a un total de dieciocho participantes y siendo la mayor cantidad desde que se instauró la primera división en el fútbol rosarino, allá por 1907. Los nuevos clubes en la primera local fueron: Coronel Domínguez, fundado en la localidad homónima un 18 de marzo de 1942, Defensores de Peñarol, sito en Ovidio Lagos al 6400, Nueva Unión, nacido un 6 de febrero de 1941 en la pujante ciudad de Pérez y el más joven de todos, el Club Renato Cesarini, con solo tres años de vida.

      Los dieciocho equipos fueron divididos en dos grupos de nueve integrantes cada uno, los dos primeros de cada zona clasificaban a la ronda campeonato y los dos últimos de cada grupo, competirían en otra zona donde el peor descendería. Por el grupo A, Newell’s Old Boys y Unión de Álvarez fueron los mejores, empatando en el primer puesto con 26 puntos, teniendo los rojinegros mejor diferencia de gol. En el grupo B, Rosario Central fue el mejor, sumando 31 puntos y fue escoltado por Renato Cesarini que llegó a las 26 unidades.

      Fue precisamente Renato Cesarini, la entidad fundada el 15 de enero de 1975 por los hermanos y ex jugadores Jorge y Eduardo Solari, la que se alzó con el título en el Torneo Molinas en lo que fue su primera participación. Luego tres triunfos, dos empates y una derrota en la Zona Campeonato, Renato superó por un punto a los dos grandes de Rosario y logró de manera totalmente justa ser el campeón en la última fecha, durante la última fecha y en su visita a Newell’s Old Boys.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      Veintiún equipos fueron los participantes del Campeonato Metropolitano de Primera División de AFA que dio comienzo el día viernes 3 de marzo y que, debido a la realización en nuestro país de la decimoprimera Copa del Mundo FIFA, tuvo un descanso oficial desde el 21 de mayo hasta el 2 de julio. El torneo fue ganado por Quilmes, quien se impuso en la lucha por el título ante Boca juniors y Unión de Santa Fe. Los del sur del Gran Buenos Aires se aseguraron el campeonato en la última fecha, al vencer por 3 a 2 a Rosario Central en su flamante estadio mundialista.

      Gran comienzo tuvo Newell’s Old Boys en el Metro de 1978, con un invicto inicial que cayó recién en la fecha 10, cuando finalizó derrotado en su visita a Quilmes. Luego de esa caída ante el futuro campeón tuvo una seguidilla de buenos resultados durante los siguientes quince encuentros, donde solo perdió en el clásico. El equipo dirigido por el salteño Miguel Antonio Juárez llegó en la cuarta posición al finalizar la primera rueda, destacándose su buen funcionamiento basado en una sólida defensa y complementada esta por un ataque brillante donde destacaron figuras como Roque Alfaro, Héctor Yazalde o Hugo Paulino Sánchez. El máximo nivel de Newell’s en el Metro 78 llegó en la fecha 35, cuando recibió a su eterno rival, Rosario Central. Los rojinegros venían golpeados porque una fecha antes habían perdido contra Chacarita Juniors y encima Miguel Juárez había renunciado al puesto de entrenador. Por lo tanto, aquel domingo 1 de octubre, la subcomisión de fútbol dispuso que jugaran: Alberto Carrasco; Héctor Roux Larrosa, Dardo Jara, Roberto Aguerópolis y Daniel Sperandío Américo Gallego, José Berta y Raúl Roque Alfaro (83 min. Roberto Rodriguez); Héctor Montes (77 min. Enzo Bulleri), Hugo Paulino Sánchez y Jorge Cortez. Un tempranero gol de Gallego, un tiro libre de Alfaro y un regalo del defensor auriazul Van Tuyne, bien aprovechado por Sánchez, redondearon el 3 a 1 final.

      Desgraciadamente, luego de tan festejada victoria, el rendimiento de los rojinegros cayó en picada, dejándolos fuera de la pelea por el campeonato. En las tres últimas fechas perdió con Racing, River Plate y Boca Juniors, terminando en la séptima posición. En el Nacional, donde clasificaban a cuartos de final los dos primeros equipos de cada grupo, Newell’s sumó 18 puntos en la zona A y quedó a solo un punto del segundo, Racing Club y a tres del líder Talleres de Córdoba. Los hinchas rojinegros ese año tuvieron la satisfacción de ver campeón a la tercera división de su club, encima Rosario central quedó como su escolta.

      Por segundo año consecutivo, y por última vez en su exitosa carrera, Carlos Timoteo Griguol fue el entrenador del plantel profesional de Rosario Central. Al igual que Newell’s, los centralistas también tuvieron un muy buen comienzo en el Metro, llegando a estar invictos hasta la fecha 11, cuando fue derrotado por Boca Juniors. Llegada la fecha 14 se realizó la primera edición del clásico rosarino, donde Rosario Central ganó por 3 a 1y fue local en el Parque de la Independencia, ya que su cancha todavía estaba en plena puesta a punto para el Mundial 78. Recién el 26 de agosto Central pudo disfrutar de su remodelado estadio, cuando recibió a San Lorenzo de Almagro. Esa tarde formaron: Ricardo Ferrero; Jorge González, Oscar Craiyacich (76 min. Edgardo Bauza), José Van Tuyne y Jorge García; Carlos Aimar, Víctor Mancinelli y Hugo Zavagno; Ramón Bóveda, Rubén Pérez y Félix Lorenzo Orte (71 min. Jorge Pintos). A los 4 minutos de juego, Oscar Craiyacich convirtió de cabeza el único tanto del partido y el primero de Rosario Central en el flamante Gigante de Arroyito. Mediocre desempeño en el Metro, quedando a mitad de tabla. Peor campaña en el Nacional, consiguiendo solo 10 unidades, lejos de los 21 que lograron los dos clasificados en la zona C, Independiente y Vélez Sarsfield. Guillermo Trama fue el goleador de la temporada con 17 goles y el “Pampa” Félix Orte el que mas veces vistió la camiseta auriazul con 52 presencias.

      El campeonato de Primera C, donde competían Argentino y Central Córdoba, fue ganado cómodamente por Talleres de Remedio de Escalada, que así ascendió a la Primera B. Los dos clubes rosarinos lejos estuvieron de la punta en la tabla de posiciones, finalizando Central Córdoba en quinta posición con 48 puntos, doce menos que el campeón; Argentino termino en el noveno puesto con 39 unidades. Los dos clásicos chicos finalizaron con el mismo marcador: el 11 de marzo fue empate 1 a 1 en el José María Olaeta y el 26 de agosto se dio el mismo resultado en el Gabino Sosa.

      Por cuarto año consecutivo, Sportivo de Álvarez fue el representante de la Asociación Rosarina de Fútbol en el Torneo Regional, campeonato organizado por el Consejo Federal de la Asociación del Fútbol Argentino. En la primera fase los albiazules se deshicieron del Club Atenas de la ciudad de Santa Fe, con un resultado global de 3 a 2 a favor del Sportivo. Como pasara en las dos ediciones anteriores, el Club Sportivo Patria de Formosa enfrentó y eliminó al Sportivo, restándole la posibilidad una vez más de enfrentarse con los grandes del fútbol argentino.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Año de excelencia en lo que se refiere al seleccionado de futbol de nuestro país, ya que en 1978 Argentina no solo tuvo el privilegio de organizar el Mundial de Fútbol si no que por primera vez pudo ser campeón de la Copa del Mundo. Dirigido técnicamente por Cesar Menotti, ex jugador de Rosario Central y DT de Newell’s Old Boys, el equipo argentino tuvo como máxima figura a Mario Alberto Kempes, delantero que desde 1974 a 1976 se distinguió de gran forma con la camiseta auriazul. Kempes fue el goleador del Mundial y aparte fue distinguido como el mejor jugador del torneo y de la final, donde Argentina derrotó a Holanda por 3 a 1. Casualmente el goleador de Bell Ville pudo demostrar todo su potencial cuando el seleccionado jugó la segunda fase en el estadio mundialista de Rosario Central, donde Argentina consiguió el pase a la final. Otro que se destacó por su regularidad fue Américo Rubén Gallego, mediocampista que en ese tiempo descollaba en Newell’s Old Boys y que fuera pieza clave en el funcionamiento de la selección. Dentro de los veintidós jugadores que integraron el plantel campeón se encontraba Daniel Killer, jugador surgido de la cantera de Rosario Central, que no tuvo minutos de juego.

      Nuestro presidente en 1978

      • Sr. Lorenzo Biondo

        Sr. Lorenzo Biondo

        1. 1976 - 1983

      Campeones de la Rosarina en 1978

    • Año 1979

      Reseña del año

      Rosario Central logró el campeonato en el Torneo Gobernador Molinas, la Cuarta Común y la Quinta División. Central Córdoba obtuvo el título de la Cuarta División Especial, cortando de esa forma con trece títulos consecutivos de Central. El título en la Sexta División fue para la Escuela de Fútbol Olympia, que en ese mismo año se afilió a la Asociación Rosarina de Fútbol. El club de la zona noroeste había sido fundado solo dos años atrás.

      ASOCIACION ROSARINA DE FÚTBOL

      La edición de 1979 del Torneo Gobernador Luciano Molinas mantuvo prácticamente el mismo formato del año anterior, con los mismos dieciocho equipos divididos también en dos zonas, pero este año clasificaron los tres primeros de cada grupo a la ronda final sonde se luchaba por el título de campeón.

      La Zona A del Molinas estuvo integrada por Alumni de Soldini, Belgrano, Central Córdoba, Coronel Aguirre, Renato Cesarini, Rosario Central, San Francisco Solano, Sportivo de Álvarez y Tiro Federal. Al finalizar la fase de grupos, el puntero de la zona A fue Rosario Central con 29 puntos, seguido de Renato Cesarini con 26 y San Francisco Solano con 21.

      En la zona B se presentaron Argentino, Athletic de Villa Gobernador Gálvez, Coronel Domínguez, Defensores de Peñarol, Newell’s Old Boys, Nueva Unión de Pérez, Pulgarcito, Sparta y Unión de Álvarez. El ganador fue Newell’s Old Boys con 30 puntos, escoltado por Unión de Álvarez y Sparta, con 27 y 25 puntos respectivamente.

      En la Zona Campeonato, los seis clasificados jugaron partidos de ida y vuelta, en lo que fueron diez fechas y donde el ganador final fue Rosario Central. Los auriazules conformaron un equipo muy compacto con un juego muy desarrollado, por lo que a nadie sorprendió que se quedaran con el torneo tres fechas antes del final. El campeón Rosario Central, que ganó la zona con 17 puntos, fue seguido por Unión de Álvarez y Newell’s Old Boys con 13, Renato Cesarini y Sparta con 6, cerrando San Francisco solano con 5 unidades.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO

      Para 1979 el fútbol argentino seguía saboreando las mieles de saberse campeón del mundo y de eso tomó ventajas River Plate que tenía dentro de su plantel a cinco jugadores que habían alcanzado la gloria el año anterior con la Selección Argentina. Por lo que no fue de extrañar que los millonarios se alzaron con los dos títulos que puso a disposición la Asociación del Fútbol Argentino para la Primera División A: el Campeonato Metropolitano y el Nacional.

      Para aquella temporada se dio el regreso de Ángel Tulio Zof a la dirección técnica del plantel profesional de Rosario Central. El buen trato a la pelota y la vocación netamente ofensiva que caracterizaba a los conjuntos de Zof se unió ese año a talentosos jóvenes que habían sido promovidos en gran parte por la sabiduría de Carlos Timoteo Griguol, el anterior entrenador auriazul. De esa forma nació “La Sinfónica”, un equipo que injustamente no obtuvo los frutos que su brillante calidad merecía. Tuvo un gran arranque en el Metropolitano ganando sus cinco primeros partidos para luego clasificar con comodidad como líder de la zona A. Sin embargo, en semifinales se encontró con Vélez Sarsfield y para sorpresa de todos, el que había sido el mejor equipo del Metropolitano cayó por un global de 1 a 0.

      Newell’s Old Boys no se quedó atrás y también fue protagonista en la zona B, donde compartió grupo con River Plate, Quilmes y Vélez Sarsfield, los principales candidatos a lograr los dos primeros puestos que clasificaban a las semifinales. También al igual que Central, los rojinegros demostraron un fútbol de gran calidad y muy vistoso para sus seguidores. La eficacia ofensiva del once rojinegro se ejemplifica claramente cuando vemos que en tres partidos Newell’s convirtió cinco goles, frente a Platense Velez Sarsfield y Huracán. El 15 de abril visitó el Fortín de Liniers con la siguiente formación: Victor Civarelli; Roberto Aguerópolis, Juan Simón, Daniel Killer y Daniel Sperandio; Enzo Bulleri (60 min. Jorge Ortiz), Américo Gallego y Raúl Alfaro; Jorge Cortéz, Héctor Yazalde y Santiago Santamaria. Tres goles de Héctor “Chirola” Yazalde y uno cada uno de Santiago “Cucurucho” Santamaría y Enzo Bulleri conformaron la goleada 5 a 3 que posicionó a Newell’s en los primeros puestos. Pero el buen nivel de los rojinegros cayó en los últimos partidos, ganando solo uno y quedando de esa forma fuera de la clasificación en la última fecha, cuando empató en el Monumental ante River y Velez lo superó por un punto, luego de ganarle a Huracán, consiguiendo de esa forma los velezanos el segundo lugar.

      En el Nacional siguió el buen andar de Central, siendo protagonista de la zona D. En el interzonal del 18 de noviembre, Rosario Central visitó la cancha del Parque Independencia con los siguientes once: Ricardo Ferrero; Héctor Chazarreta, Oscar Craiyacich, Edgardo Bauza y Jorge García; José Gaitán, Daniel Sperandio y Eduardo Bacas; Rodolfo Rodríguez (74 min. Rubén Díaz), Guillermo Trama (62 min. Raúl Herrera) y Félix Orte. A los 27 minutos Edgardo Bauza, con un certero cabezazo puso el primer y único gol del encuentro que tuvo una recaudación de $182.361.000. Central e Instituto de Córdoba fueron los dos clasificados de la zona D, ambos con 18 puntos. En cuartos de final los auriazules despacharon fácilmente a Racing Club con un global de 6 a 1, pero en semifinales Rosario Central fue vapuleado por el futuro campeón, River Plate. Los de la banda roja ganaron 4 a 0 en el partido de ida jugado en el estadio Monumental y también salieron victoriosos en la revancha, donde triunfaron por 3 a 1.

      Al igual que en el Metropolitano, Newell’s Old Boys estuvo a pocos puntos de alcanzar alguno de los dos primeros puestos de su zona y con eso la ansiada clasificación a los cuartos de final. Los del Parque Independencia tuvieron resonantes victorias, como el 1 a 0 ante River Plate pero sin embargo en la última fecha solo dos puntos lo separaron de la posibilidad de pelear por el título. En aquella temporada se destacaron la seguridad de Victor Civarelli en el arco, los defensores Daniel Killer, ex Central y Juan Simón, el despliegue de Raúl Alfaro y Américo Gallego en el mediocampo y los goles de Héctor Casimiro Yazalde, figura fundamental de la delantera de Newell’s Old Boys.

      Central Córdoba y Argentino se mantuvieron en los primeros puestos del campeonato de Primera C que fuera ganado por el Deportivo Español. Los charrúas finalizaron en un meritorio quinto lugar y los salaítos lo hicieron en la séptima posición, dos puntos por debajo de sus vecinos de la zona sur. Ambos equipos tuvieron la alegría de ganar el clásico rosarino del ascenso en sus respectivos estadios: el 12 de mayo Argentino venció 1 a 0 en el Olaeta y el 22 de septiembre Central Córdoba goleó por 3 a 0 en su casa de 25 de diciembre y Virasoro.

      El representante de la Asociación Rosarina de Fútbol en el Torneo Regional de 1979 fue el campeón del Torneo Molinas de 1978, el Club Renato Cesarini. Los fundados por la familia Solari despacharon en la primera fase a Gimnasia y Esgrima de Santa Fe, con un global de 4 a 1 en los dos partidos de ida y vuelta. Pero luego detuvo su participación al chocar con Chaco For Ever, con quien perdió 3 a 1 y 3 a 2.

      SELECCIÓN NACIONAL

      La Selección Argentina que tuvo la actividad más importante en 1979 fue la juvenil, que luego de terminar segunda en el Sudamericano Sub-20 de Uruguay quedó clasificada para el segundo Mundial de la categoría, a realizarse desde el 25 de agosto al 7 de septiembre en Japón.

      En el plantel que dirigía técnicamente Cesar Luis Menotti descollaban como figuras principales Diego Maradona y Ramón Díaz, quienes imprimían un gran poderío al ataque albiceleste y quienes finalmente llevaron al seleccionado argentino juvenil a ganar su primera Copa del Mundo Sub-20. En el equipo campeón había dos jugadores que representaron destacadamente a las divisiones inferiores del fútbol rosarino: Juan Simón de Newell’s Old Boys y Daniel Sperandío de Rosario Central.

      Durante el segundo semestre de 1979 la selección mayor disputó la Copa América y para tal certamen Cesar Menotti convocó a Ricardo Ferrero, Jose Van Tuyne y José Luis Gaitán de Rosario Central y al campeón del mundo Américo Rubén Gallego de Newell’s Old Boys.

      Nuestro presidente en 1979

      • Sr. Lorenzo Biondo

        Sr. Lorenzo Biondo

        1. 1976 - 1983

      Campeones de la Rosarina en 1979

    • Año 1980

      Reseña del año

      Newell’s Old Boys se quedó con los dos títulos más importantes: el Torneo Molinas y la Cuarta Especial. El Club Morning Star fue el campeón en la Segunda de Ascenso, mientras que en Cuarta División Común el ganador fue Renato Cesarini y en Quinta División, la sección “B” de Rosario Central. En este año la Asociación Rosarina de Fútbol incorporó tres nuevas divisiones juveniles: Séptima, Octava y Novena. El Club Lealtad San Francisco Solano, que al año siguiente sería parte de la Agrupación Juan XXIII, fue campeón de Sexta y Séptima División. Rosario Central se coronó en Octava División y Newell’s Old Boys en la Novena.

      ASOCIACION ROSARINA DE FÚTBOL:
      Como en las cuatro ediciones anteriores, los equipos inscriptos en el Torneo Gobernador Luciano Molinas fueron divididos en dos zonas que clasificaría a los tres mejores de cada una a una ronda final que definiría al campeón. A diferencia del torneo jugado el año anterior, esta vez hubo dos equipos menos ya que no participaron Defensores de Peñarol y un equipo histórico de Rosario, el Club Belgrano. La entidad de Rueda e Italia, participó en la primera división rosarina desde 1915 y salió campeón de la Copa Vila en 1924.

      En el grupo A se encontraron Alumni de Soldini, Argentino, Coronel Domínguez, Newell's Old Boys, Pulgarcito, Renato Cesarini, Sparta y Sportivo de Álvarez. Los clasificados al hexagonal final fueron Renato Cesarini, el campeón vigente, Argentino y Newell’s. Los de Renato tuvieron la delantera más eficaz en las dieciséis fechas que duró la fase de grupo y la defensa menos vencida fue la rojinegra.

      En el grupo B participaron Athletic Club y Coronel Aguirre, ambos de Villa Gobernador Gálvez, Central Córdoba, Nueva Unión de Pérez, Rosario Central, San Francisco Solano, Tiro Federal y Unión de Álvarez. En esta zona el claro dominador fue Rosario Central, que terminó liderando la tabla de posiciones de manera invicta con once triunfos y cinco empates. Unión de Álvarez y el Athletic Club de V.G. Gálvez fueron los escoltas de los auriazules. Ya en la ronda final se hizo más que evidente el nivel superior de Central y Newell’s con respecto a los otros cuatro competidores y ambos equipos finalizaron el hexagonal con 15 puntos por lo que debieron ir a un desempate, en sendos partidos de ida y vuelta. La primera final fue ganada por los rojinegros con un dos a uno a su favor, pero en la revancha se impuso Rosario Central por uno a cero, por lo que hubo que disponer de otros noventa minutos para dilucidar quien sería el campeón. En el tercer y último cotejo, Newell’s Old Boys venció por uno a cero a su clásico rival y de esa forma obtuvo el Torneo Gobernador Molinas 1980.

      Para saber qué equipo descendería a la Segunda, se jugaron dos partidos de ida y vuelta entre los últimos equipos de cada zona, Pulgarcito y Nueva Unión. El primero de los encuentros finalizó uno a uno y en la revancha se impusieron los de Pérez, por lo que Pulgarcito bajó de categoría.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:
      A pesar del tan buen andar que había tenido el equipo de Rosario Central durante el año anterior, la falta de títulos hizo que Ángel Tulio Zof se alejara del puesto de entrenador. Roberto Saporiti fue el elegido por la directiva auriazul para dirigir al primer equipo en el inminente comienzo del campeonato Metropolitano de 1980. Pálido comienzo de Central con cinco derrotas en los primeros diez cotejos del Metro, incluyendo un 0-3 ante Newell’s en el estadio mundialista de barrio Arroyito. Como el equipo siguió sin levantar cabeza, el 28 de mayo fue el último encuentro dirigido por Saporiti, tres días después Ángel Zof se volvía a sentar en el banco de suplentes, dando comienzo a la cuarta etapa como director técnico de su querido club. El clásico ante Newell’s fue el primer partido de Zof como visitante y fue victoria centralista en el Parque independencia con gol de Jorge García. El 31 de agosto finalizó la participación de Rosario Central en el Metro, donde se ubicó a mitad de tabla, en la novena posición.

      A contrapunto de su clásico rival, el comienzo de Newell’s Old Boys en el Metro de 1979 tuvo grandes resultados, como un tres a cero en cancha de Central y una gran victoria obtenida ante Boca Juniors en el Parque de la Independencia. Esa victoriosa tarde los dirigidos por el uruguayo Luis Cubillas fueron: Víctor Civarelli; Ricardo Demagistris, Juan Simón, Roberto Aguerópolis y Miguel Piazza; Juan Acosta Silva, Américo Gallego y Raúl Alfaro; Santiago Santamaria, Héctor Yazalde y Rolando Barrera. Aparte del gol en contra de Capurro y del tanto del entrerriano Rolando Barrera, la nota destacada de la jornada la dio Santiago “Cucurucho” Santamaría, convirtiendo tres de los cinco goles con el que Newell’s le ganó 5 a 2 a Boca Juniors. Los rojinegros no llegaron más arriba en el Metro, acabaron en la sexta posición, porque en los últimos ocho cotejos solo consiguieron dos triunfos, alejándose de esa forma de la posibilidad de luchar por el título.

      El Nacional de 1980, denominado oficialmente Campeonato Nacional “Libertador General Don José de San Martín” 1980, estuvo integrado por veintiocho equipos divididos en cuatro zonas de siete integrantes cada uno. Los dos equipos rosarinos tuvieron grandes actuaciones en la fase de grupos, finalizando como lideres de sus respectivas zonas y clasificando con grandes méritos a cuartos de final. En esa etapa, Rosario Central se enfrentó con Unión de Santa Fe, evidenciando el poderío que demostraba como local en el estadio Mundialista. El partido de ida lo ganó en Arroyito por 2 a 0 y en la revancha cayó 2 a 1, pasando de esa forma a semifinales. Newell’s Old Boys se enfrentó en esa instancia a River Plate, campeón del Metro, en el Monumental y perdió 3 a 2. A la vuelta, los rojinegros empezaron perdiendo 0-2 pero en una épica remontada lograron no solo los cuatro goles necesarios para clasificar, terminaron goleando a los millonarios por 6 a 2.

      En una de las llaves de semifinales se enfrentaron Independiente y Racing de Córdoba y los cordobeses se deshicieron fácilmente de su rival, logrando el honor de clasificar por primera vez a una final de un torneo de Primera División de AFA. Dirigidos por Alfio Basile, ex DT centralista, habían compartido grupo con Central en la primera fase y esperaron rival de la otra semifinal. Como había sucedido el 19 de diciembre de 1971, los dos equipos mas grandes de rosario se enfrentaban para ver cual de los dos sería finalista del Campeonato Nacional. Rosario Central fue local en el partido de ida, jugado el 7 de diciembre, y logró un aplastante triunfo por tres a cero con goles de Juan Carlos Ghielmetti, José Luis Gaitán y Victor Marchetti. La revancha se jugó una semana después y el gol de penal convertido por Santiago Santamaría para la victoria rojinegra por uno a cero no alcanzó para evitar el pase de Central a las finales para enfrentar al Racing cordobés.

      El 17 de diciembre se jugó en el Gigante de Arroyito el primero de los cotejos para saber quién sería el campeón del Nacional 1980. Como fue costumbre en esa temporada, Central aplastó en su casa al rival de la Docta, goleándolo por 5 a 1 con tantos de Bauza, Palma, Marchetti, Agonil y Trama. Semejante diferencia hizo que los dirigidos por Zof viajaran con confianza para protagonizar la revancha en el estadio mundialista Chateau Carrera. El 21 de diciembre, a pesar de ser derrotado por 2 a 0, Rosario Central se consagró por tercera vez campeón del torneo Nacional. Ese día los campeones formaron de la siguiente forma: Daniel Carnevali; Juan Carlos Ghielmetti, Oscar Craiyacich, Edgardo Bauza y Jorge García; José Luis Gaitán, Omar Palma y Lalo Bacas; Félix Orte, Víctor Marchetti y Daniel Teglia.

      En el Campeonato de Primera C de 1980 tuvo buenas actuaciones de Central Córdoba y Argentino, destacándose la segunda posición de los charrúas, quienes terminaron escoltando al campeón Deportivo Morón. La noticia negativa para el club de la zona sur fue el fallecimiento del ídolo Vicente de la Mata, quien dejó este mundo el 4 de agosto de 1980. En cuanto a los partidos entre ambos equipos, el 14 de junio Central Córdoba ganó 2 a 1 en el estadio Gabino Sosa y el 1 de noviembre volvieron a triunfar los subcampeones, cuando vencieron 2 a 0 en la cancha salaíta con tantos de Cecotti y Pieres.

      El Club Atlético Unión y Sociedad Italiana de la localidad de Álvarez participó del Torneo Regional 1980, representando a la ARF. Integró el grupo 7 y quedó en segundo lugar, no pudiendo pasar de fase ya que solo clasificaba el equipo que quedaba en primera posición.

      SELECCIÓN NACIONAL:
      Bajo la dirección de César Luis Menotti, en mayo de 1980 la Selección Argentina, vigente campeón del mundo, realizó una gira por Europa donde fue derrotada por Inglaterra en Wembley por 3 a 1 y se recuperó derrotando en Dublín a Irlanda 1 a 0, y goleando 5 a 1 a Austria en Viena. En aquellos partidos participaron los rojinegros Américo Gallego, Santiago Santamaría y Juan Simón.

      Nuestro presidente en 1980

      • Sr. Lorenzo Biondo

        Sr. Lorenzo Biondo

        1. 1976 - 1983

      Campeones de la Rosarina en 1980

    • Año 1981

      Nuestro presidente en 1981

      • Sr. Lorenzo Biondo

        Sr. Lorenzo Biondo

        1. 1976 - 1983

      Campeones de la Rosarina en 1981

    • Año 1982

      Nuestro presidente en 1982

      • Sr. Lorenzo Biondo

        Sr. Lorenzo Biondo

        1. 1976 - 1983

      Campeones de la Rosarina en 1982

      • Primera División "A" – Copa Gobernador Molinas

      • Primera División "B" - Copa Santiago Pinasco

        • Fábrica Militar "Domingo Matheu"
    • Año 1983

      Nuestro presidente en 1983

      • Sr. Lorenzo Biondo

        Sr. Lorenzo Biondo

        1. 1976 - 1983

      Campeones de la Rosarina en 1983

    • Año 1984

      Reseña del año

      En el fútbol de la ARF Newell’s Old Boys se adueñó del Torneo Gdor. Molinas por seguno año consecutivo y se quedó también con las coronas en Cuarta Común y Octava División. Argentino obtuvo por cuarta vez el Torneo Hermenegildo Ivancich de primera división. Rosario Central fue campeón en Cuarta División Especial y en Quinta y Séptima División. En la Sexta División el ganador fue la Agrupación Deportiva Juan XXII. En Novena División, quién finalizó en primera posición, fue El Torito, institución de la zona norte rosarina, fundada el 17 de agosto de 1975 y afiliada a la ARF desde el año 1979. El campeón de la Segunda División de ascenso fue el Club Atlético Garibaldi de la localidad de Fray Luis Beltrán.

      ASOCIACIÓN ROSARINA DE FÚTBOL:

      Los ocho puntos con que Newell’s Old Boys terminó aventajando a su escolta, Rosario Central, son una clara muestra del poderío demostrado por los rojinegros a lo largo del Torneo Gobernador Luciano Molinas. No sólo fue el club que mas ganó y el que menos perdió, también tuvo la delantera mas efectiva. Todo ese combo de orden defensivo, talento y sacrificio para buscar el arco contrario, hizo que nadie se sorprendiera cuando varias fechas antes de la culminación del campeonato Newell’s se coronara como bicampeón.

      En lo bajo de la tabla se dio una sorpresa, Central Córdoba sumó apenas 14 puntos, luego de empatar cinco encuentros, ganar tres y perder ocho del total de dieciséis cotejos que disputó en el Molinas de ese año. Debido a tan mala campaña el conjunto charrúa descendió a la segunda de ascenso, luego de haber participado durante 70 años consecutivos en la Primera División rosarina. Las posiciones finales fueron las siguientes: Newell’s Old Boys, campeón con 43 puntos, seguido de Rosario Central (35), Sportivo de Álvarez (32), Renato Cesarini (30), Unión de Álvarez (29), Sparta (27), Oriental y Argentino (25), Tiro Federal (24), Juan XXIII (23), Fábrica Militar Domingo Matheu (20), Morning Star (19), Coronel Aguirre (17) y lo ya visto, el equipo que salió último y descendió fue Central Córdoba.

      Después de cinco años se volvió a disputar el Torneo Hermenegildo Ivancich y el ganador de esa nueva edición fue el Club Atlético Argentino. Los albos sumaron un nuevo título de ARF, dejando como subcampeón a Newell’s Old Boys.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:

      Cuatro entrenadores distintos tuvo Rosario Central durante el año 1984. Comenzó Aurelio Pascuttini, lo reemplazó Reinaldo Volken, luego subió José Malleo y finalmente Miguel Ángel López. Este constante cambio de directores técnicos, sumado a la sangría que se venía sufriendo en el plantel que hacía poco había sido campeón, decantó en algo que a las luces parecía impredecible: el descenso de categoría. Central comenzó el año disputando el Campeonato Nacional 1984 integrando el grupo C junto con Belgrano de Córdoba, Central Norte de Salta y Vélez Sarsfield. Luego de tres triunfos, dos empatas y una derrota, terminó en el segundo lugar escoltando a Belgrano. De esa forma clasificó a octavos de final, donde se encontró con Independiente quien lo derrotó en Avellaneda, luego de empatar en Arroyito.

      Ya en el Metropolitano, el accionar centralista fue de mal en peor cayendo al puesto decimonoveno y bajando a la B a causa del bajo promedio, 30,66 contra 31,66 de Platense y Unión, sus rivales más inmediatos en la lucha por no perder la categoría. Se despidió de la Primera División, ya descendido, en su estadio mundialista el domingo 23 de diciembre. Esa tarde goleó a Platense 3 a 0 y formó con: Francisco Ruiz; José Di Leo, Ariel Cuffaro Russo, Daniel Kuchen y Mario Killer; Alfredo Killer, Jorge Balbis (79 min. Marcelo Toscanelli) y Rubén Morelli; Osvaldo Mattei, Hugo Galloni y Jorge Neffle (71 min. Fernando Lanzidei). Los dos goles de Mattei y el penal convertido por Kuchen dejaron la sensación que la vuelta a primera no se haría desear mucho.

      Dentro de los treinta y dos equipos del nacional 1984, Newell’s Old Boys integró la zona A junto a Boca Juniors, Ferro Carril Oeste de Gral. Pico (LP) y Talleres de Córdoba. Ganó su zona de gran forma y clasificó a los octavos de final. En dicha fase se enfrentó a Olimpo con quien empató cero a cero en Bahía Blanca y uno a uno en el Parque Independencia. Ante la igualdad de resultados y goles fueron a definición de tiros desde el punto penal y los rojinegros ganaron siete a seis. En cuartos de final Newell’s se enfrentó a San Lorenzo, con quien empató dos a dos de local y en Buenos Aires el triunfo de dos a uno fue azulgrana, eliminando del Nacional al equipo dirigido por Juan Carlos Montes.

      En la fecha 10 del Metropolitano 1984, Jorge Solari tomó el mando del primer equipo rojinegro, luego de que Juan Carlos Montes dejara el puesto de DT tras un flojo comienzo de campeonato. De los primeros nueve encuentros Newell’s perdió seis y ganó solo tres, uno de ellos el clásico. El 22 de abril recibió en su estadio a su tradicional rival con la siguiente formación: Víctor Civarelli; Sergio Barbieri (75 min. Sergio Giovagnoli), Carlos Macat, Jorge Pautasso y Fabián Basualdo; José Bianco, Gerardo Martino y Raúl Vargas Ríos (71 min. Juan José Oficialdegui); Gustavo Dezotti, Waldemar Victorino y Ricardo Santillan. Los goles de Ricardo Santillán y Gustavo Dezotti determinaron el dos a uno final a favor de los rojinegros. Solari siguió la línea del buen futbol y funcionamiento en todas las líneas por lo que se terminó el Metropolitano en una mas que aceptable séptimo puesto, que evidenció a las claras la mejoría que trajo la llegada del nuevo entrenador.

      El arranque que tuvo Argentino en el torneo de la Primera B de 1984 fue algo totalmente impensado, en las ocho primeras fechas ganó siete partidos y empató el restante. El punto máximo de aquel espectacular comienzo del equipo albo se dio el 24 de marzo de 1984 cuando recibió al Racing Club de Avellaneda. La expectativa por aquel encuentro fue tan grande en todo el ambiento futbolístico de Rosario, que los salaítos tuvieron que dejar su estadio de Sorrento y Víctor Mercante para recibir a los albicelestes en la cancha de Rosario Central. Las 50.000 almas que llenaron el estadio mundialista fueron testigos de un legendario triunfo de Argentino por 4 a 3, con goles de Manuel Herrero, Omar Bastía, Rubén Corbera y Billy Trevino. Los salaítos, dirigidos por Norberto Bautista, formaron esa memorable tarde con: José Luis Vilche; José Minello, Horacio Monti, Raúl Belén y Rubén Corbera; Rolando Bertolini, Omar Montero y Jorge Jansa; Omar Bastía, Billy Trevino y Manuel Herrero. Lamentablemente Argentino no pudo mantener el mismo nivel de juego a los largo de las interminables cuarenta y dos jornadas que duró la competencia de la Primera B. Pudo clasificar a los cuartos de final pero en esa fase fue vencido por Gimnasia y Esgrima de la Plata.

      En el torneo de Primera C el campeón fue el Club San Miguel, Central Córdoba luego de descender en 1983 de la B, integró el grupo D y quedó lejos de los dos primeros puestos que le hubiesen permitido clasificar al octogonal final para lograr el segundo ascenso.

      Por tercer año consecutivo el Club Renato Cesarini participó del Torneo Regional, como mejor equipo de la Asociación Rosarina de Fútbol en el año 1983, exceptuando a los equipos directamente afiliados a AFA que jugaban en la primera división local de Rosario. Los de Renato integraron, lideraron y clasificaron en la subzona B1. Luego se enfrentaron a Huracán de Chabás, a quien vapulearon con un resultado global de ocho a cero en los dos encuentros. El siguiente paso fue la final a partido de ida y vuelta contra los entrerrianos de Atlético Uruguay. El primero de los cotejos finales para ver quién clasificaba al Nacional se disputó en Concepción del Uruguay y triunfaron los locales uno a cero. La revancha disputada en cancha de Newell’s tuvo la victoria de Renato Cesarini por dos a uno y ese único tanto de Atlético Uruguay les dio el pase al Nacional 1984 ya que el gol de visitante valía doble.

      SELECCIÓN NACIONAL:

      Víctor Rogelio Ramos de Newell’s Old Boys y Gerardo González de Rosario Central fueron los únicos jugadores del futbol rosarino que tuvieron minutos de acción en la serie de amistosos que realizó la Selección Argentina dirigida por Carlos Bilardo durante 1984 en Asia, Europa y también en nuestro país.

      Nuestro presidente en 1984

      • Foto no Disponible

        Dr. Heriberto Tersse Berraz

        1. 1984 - 1986

      Campeones de la Rosarina en 1984

    • Año 1985

      Reseña del año

      El 1985 fue un gran año para las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys coordinadas por Jorge Bernardo Griffa. Los rojinegros fueron otra vez los ganadores del Torneo Molinas y obtuvieron también el título en Cuarta Especial, Cuarta Común, Sexta, Octava y Novena División. Rosario Central fue el ganador en Quinta y Séptima División. En la Segunda de Ascenso el campeón fue el primer equipo de la Sociedad Tiro Suizo Rosario, club de la zona sur fundado en septiembre de 1889.

      ASOCIACIÓN ROSARINA DE FÚTBOL:

      En 1985, un golpeado Club Sparta se desafilió de la Asociación Rosarina de Fútbol y por primera vez, luego de setenta y dos años consecutivos, el albinegro no participó en ninguno de los certámenes organizados por la casa madre del fútbol local. Ante esta deserción la ARF dejó sin efecto el descenso de Central Córdoba y de esa forma el torneo más importante del fútbol rosarino se mantuvo con catorce participantes.

      La edición de ese año del Torneo Gobernador Luciano Molinas se caracterizó por la gran paridad que demostraron los dos conjuntos que se encumbraron en lo alto de la tabla de posiciones, Newell’s Old Boys y Rosario Central. A lo largo de las 26 fechas que duró el torneo, los dos equipos más importantes de la primera división local cumplieron similares campañas: veintiún partidos ganados, cuatro empatados y uno perdido. Al finalizar ambos con 46 puntos tuvieron que jugar un partido desempate para saber quién sería el campeón, el cotejo finalizó uno a uno y se tuvo que recurrir a la definición por penales donde se lucieron los pateadores rojinegros, ganando por 5 goles a 4 y dándole así al club del Parque Independencia su vigésimo campeonato del Torneo Molinas y el tercero en forma consecutiva. La delantera de Newell’s fue la más efectiva con 85 tantos y los centralistas consiguieron la valla menos vencida, con sólo ocho goles en contra. Rosario Central tuvo también al goleador del certamen, Jorge Díaz, quien convirtió en 18 oportunidades.

      En la parte baja de la tabla se dio la misma situación que en lo más alto, dos equipos igualados en puntos, que tenían que definir en dos partidos quién descendería a la Segunda División de Ascenso. Hasta ese lugar llegaron Central Córdoba y Coronel Aguirre, los dos peores equipos del Torneo Molinas. El primero de los encuentros lo ganó Central Córdoba y el segundo finalizó empatado, por lo que los charrúas lograron permanecer en primera.

      Las posiciones finales fueron las siguientes: Newell’s Old Boys (campeón) y Rosario Central (subcampeón) con 46 puntos, Renato Cesarini (clasificado para el Torneo Regional) 34 puntos, Sportivo de Álvarez (30), Argentino y Unión de Álvarez (27), Fábrica Militar D. Matheu (24), Morning Star (21), Tiro Federal (20), Oriental (19), Garibaldi y Juan XXIII (18), Central Córdoba y Coronel Aguirre (17).

      Durante esta temporada no se pudo realizar el Torneo Hermenegildo Ivancich ya que por la inclemencia del tiempo se tuvieron que posponer varias fechas del Molinas y no hubo entonces lugar en el calendario para la copa que el año anterior había ganado el Club Atlético Argentino.

      ASOCIACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO:

      El 17 de febrero de 1985 comenzó el último Campeonato Nacional, ya que la Asociación del Fútbol Argentino dispuso una serie de reformas organizativas con respecto a la fecha de inicio de la temporada futbolística adecuando esta al comienzo del calendario europeo, que disponía sus torneos desde mediados de un año hasta mediados del año siguiente. De esa manera fueron abolidos los torneos Nacional y Metropolitano y a comienzos del segundo semestre de 1985 daría inicio el nuevo Campeonato de Primera División 1985/86.

      Después de veintidós años seguidos, hubo un solo representante rosarino en el máximo círculo del fútbol nacional: el Club Atlético Newell’s Old Boys, ya que Rosario Central había descendido a la Primera B. A comienzos del Nacional de 1985 los rojinegros integraron el grupo E junto con Círculo Deportivo Nicanor Otamendi de Mar del Plata, los mendocinos de Huracán de San Rafael y San Lorenzo de Almagro. Con dos victorias y cuatro empates, Newell’s terminó en primer lugar de su zona y pasó de esa forma a la rueda de ganadores, donde se enfrentó con Chacarita Juniors. A los Funebreros los eliminó luego de un dos a uno en Campana y en la fase siguiente quedó eliminado de la rueda de ganadores al caer frente a Vélez Sarsfield en Junín. Ya en la zona de perdedores venció a Temperley y nuevamente a Chacarita Juniors, para caer luego ante Independiente y River Plate. Dentro del plantel rojinegro se destacó Sergio Omar Almirón, goleador ñulista en el Nacional y capitán del primer equipo.

      Por cuestiones del nuevo calendario futbolístico que dispuso la AFA, el Campeonato de Primera División 1985/86 dio comienzo en julio de 1985, al mismo tiempo que se desarrollaban las últimas instancias del Torneo Nacional. En esa competencia los dirigidos por Jorge Solari demostraron un gran nivel de juego y el orden característico que el entrenador imponía en todas las líneas de su equipo. Newell’s tuvo partidos de alto vuelo como la goleada que le propinó de local a Huracán por la fecha 26. Ese día los rojinegros formaron con Norberto Scoponi; Rubén Rodríguez, Jorge Theiler, Jorge Pautasso y Dalcio Giovagnoli; Juan Manuel Llop, Gerardo Martino y Rubén Ciraolo; Gustavo Dezotti, Ariel Cozzoni y Sergio Almirón. Dos goles de Ariel Cozzoni, uno de Gerardo Martino y otro de Gustavo Dezotti conformaron el cuatro a cero final. Los rojinegros finalizaron el año de gran forma en una expectante cuarta posición, con grandes esperanzas y sin perder de vista al puntero, River Plate.

      Por tercera vez en su historia, el primer equipo profesional de Rosario Central tuvo que disputar un campeonato de segunda división. Para lograr el objetivo de ascender, la comisión directiva que tutelaba el escribano Víctor Vesco contrató al entrenador Pedro Marchetta. Este le imprimió al plantel auriazul una mentalidad netamente ganadora que quedó demostrada en los campos de juego que pisó durante la realización del torneo de la Primera B. Tan arrollador fue el andar de aquel equipo llamado “los Pitufos”, que seis fechas antes del final, el 2 de noviembre de 1985, pudo festejar el tan ansiado retorno a la Primera División. Esa tarde de sábado, frente a Villa Dálmine, la formación auriazul que gritó campeón en el Gigante de Arroyito fue la siguiente: Jorge Fosatti; Juan Carlos Ghielmetti, Jorge Balbis, José Serrizuela y Omar Pedernera; Omar Palma (Víctor Wolheim), Adelqui Cornaglia y Raúl Chaparro; Pedro Argota, Rubén Rojas y Claudio Scalise. Un gol de Omar Palma y otro de José Serrizuela de penal pusieron el dos a uno para Central promediando la segunda etapa. Faltando ocho minutos para el final, la multitudinaria parcialidad auriazul saltó el campo de juego para comenzar a celebrar la vuelta a primera división. Ante la invasión de hinchas el árbitro Abel Pérez suspendió el partido que días después se completó y finalizó dos a dos.

      Al concluir el torneo de la Primera B, Rosario Central fue el justo campe&oa