Fotos: Miguel Martínez. Texto: Juan C. Gazzo.
En esta oportunidad nos visitaron en los estudios de Radio Nacional, Olga Herrera, madre de Tomás, categoría 2001 de Griffa; María Cecilia Barrios, mamá de Aaron Zumofen, un chico de la categoría 2002 de la misma institución; Sandra Silguero, madre de Samuel Pereyra; y Alejandra Castillo, mamá de Ernesto Gastaminsa, éstos últimos jugadores de la categoría 2001 de Newell’s Old Boys.
La charla duró 90 minutos, los cuales se esfumaron casi sin darnos cuenta, y se caracterizó por lo amena y lo profunda en los conceptos vertidos por las presentes. El primer segmento del programa sirvió para que cada una de las mamás nos contara cómo se arrimó su hijo al mundo del fútbol infantil, y las vivencias de cada una de sus familias durante esos primeros años de los chicos en la competencia.
Olga nos contó que fue ella y no su marido la que se decidió a llevar a Tomás a practicar fútbol. María Cecilia nos sorprendió con la forma en que Aaron se transformó en futbolista, después de arrancar jugando al rugby, deporte en el cual solo se dedicaba a patear la pelota, gesto que llevó al profe de turno a darles un consejo muy sabio “señora, llévelo a jugar al fútbol”.
Sandra y Alejandra nos contaron los comienzos de Samuel y Ernesto, en cuyos casos los inicios estuvieron ligados a los padres, que fueron los que los acercaron a Malvinas y a partir de allí no dejaron de jugar más hasta el día de hoy. Incluso, en el caso de Ernesto, cambiando de puesto y transformándose en arquero de la noche a la mañana.
La segunda mitad de la charla estuvo centrada en comentar la campaña contra la violencia que inició hace muy poco la Asociación Rosarina de Fútbol. En tal sentido, las mamás invitadas resaltaron el éxito con que se está llevando a cabo la misma, no sólo en las canchas, a través del reparto de volantes y la pegatina de afiches, sino también en los medios de difusión.
Olga hizo hincapié en la maravillosa tarea social que encabeza la Asociación, y a la cual no todos le dan el valor que tiene. Además, se encargó de resaltar que, pese a que conoce casi todo el país, en ningún lugar encontró una competencia de la envergadura y la proyección que tiene la que se desarrolla en nuestra ciudad.
María Cecilia se tomó su tiempo para leer un poema que le habían regalado a todas las mamás en la jornada sabatina, y resumió la actividad infantil como una foto imborrable para la familia. Hizo hincapié en la función social que cumplen las instituciones, y en lo mucho que deja el deporte en materia de enseñanzas. Los momentos compartidos, la experiencia ganada, no sólo por las alegrías, sino también por los contratiempos y sinsabores que los chicos aprenden a sobrellevar en función del equipo.
Por último, Sandra y Alejandra resaltaron lo valioso que es compartir una jornada con el hijo y en familia, junto a los compañeros de equipo y los rivales de turno. Resaltaron el trabajo de los profesores, así como también la función de los directivos, cancheros, bufeteros, y tantos otros que desinteresadamente hacen posible esta actividad. En definitiva, la del domingo con las madres fue una charla repleta de anécdotas y reflexiones interesantes, que deberían servirle de ejemplo a todos aquellos que forman parte de nuestro querido baby fútbol.