Conocé el listado completo de las últimas modificaciones que dispuso la FIFA, vigente para los torneos de la ARF. Además, interpretá las sanciones por manos y el recurso de último hombre como lo hacen los árbitros.
Como es habitual cada año, la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación), a través de la Board Internacional (ente encargado de revisar, modificar y definir las reglas de juego del futsal para mantener su universalidad, es decir, para que se practique igual en todo el mundo), dispuso un nuevo listado de modificaciones en junio de 2020. Debido a que en 2021 no se realizó, se mantiene vigente el del año pasado.
Walter Chavarri, reconocido árbitro del fútbol de campo y de futsal, charló con este medio y brindó las variantes que rigen en los torneos de la Asociación Rosarina de Fútbol (ARF), como así también las interpretaciones finales, que se deben cumplir. “Los cambios pretenden simplificar el juego y alinear muchas de las reglas del futsal con las del fútbol, aunque sean dos deportes diferentes”, explicó.
El árbitro, que se recibió en 1998 y viajó a cinco de los primeros seis Torneos Nacionales de Futsal, reconoció la importancia del conocimiento de las reglas y sus respectivas modificaciones. “Necesitamos unificar criterios para que todas las categorías se jueguen con las mismas reglas. Es fundamental el conocimiento por parte de jugadores, técnicos y el público, para evitar inconvenientes y que los partidos sean más dinámicos”, subrayó.
A continuación, el listado de las modificaciones en el reglamento de futsal:
MODIFICACIÓN NUEVA
o PERMANECE IGUAL
• Saque de salida (reanudación después de un gol e inicio de ambos períodos):
Se permitirá marcar un gol directamente en el arco contrario (si entra en arco propio es córner).
Se podrá mover el balón hacia su propio campo.
o Los rivales permanecerán en su campo al menos a tres metros del balón.
• Saque de banda:
El balón solo podrá ubicarse sobre la línea demarcatoria (ni dentro ni fuera de la cancha).
El ejecutante podrá tener uno o ambos pies dentro del campo (pero no de espaldas al mismo).
o La orden del árbitro podrá ser con silbato, a viva voz o con gesto claro de brazos.
o No podrá marcarse un gol directamente (arco rival: saque de meta / arco propio: córner).
o Los rivales permanecerán a cinco metros del balón, aunque está permitido jugar rápido (siempre con autorización del árbitro) con el jugador a menos distancia si no interfiere en el juego.
o No está permitido arrojar el balón contra el jugador a propósito para que retroceda.
o Si un jugador queda cerca de la zona de reposición, deberá ir a cinco metros a la orden de árbitro; sin embargo, no está permitido que además evite que el saque pueda hacerse hacia otro sector (por ejemplo, hacia atrás o los costados) por cuestiones tácticas. En tal, caso será advertido y, de reincidir, amonestado.
o Si la distancia es correcta, pero por cambio de ejecutante un rival invade, se ordenará que retroceda, pero los segundos perdidos no se devolverán (por ejemplo, le quedarían dos segundos para reponer al bando ejecutante).
o Si un jugador ejecutante tiene el balón a disposición y su banco decide cambiar de cuarteto completo, el árbitro ordenará el comienzo de la cuenta de reposición normalmente sin esperar tal situación.
o El tiempo de reposición máximo es mayor a cuatro segundos. Por lo tanto, cuatro segundos exactos es correcto.
o Si el balón oscila levemente por las irregularidades del piso no se considera en movimiento; cuando tal caso lo aleje de las líneas, el jugador deberá recolocarlo y el árbitro contemplará un tiempo extra a tal fin.
• Saque de esquina:
o Rigen las mismas directrices que un saque de banda, excepto que sí se puede marcar un gol en arco rival.
• Saque de meta (reposición del arquero luego que el balón abandonara el campo):
Los receptores podrán situarse y recibir el balón dentro de su área. Sin embargo, los atacantes permanecerán fuera hasta que el arquero se desprenda del balón.
Se considera que la posesión del arquero es total (no puede ser disputado) mientras hace botar el balón contra el suelo, lo retiene con una mano contra su cuerpo o piso o, incluso, si lo exhibe palmas arriba.
• Balón a tierra:
Si se interrumpe el juego por situaciones no sancionables, el árbitro dará un balón a tierra (pique) exclusivamente con la presencia del equipo que tenía posesión del balón al interrumpirse el juego.
• Finalización de los períodos:
La señal acústica (bocina o chicharra), o en su defecto el silbato del cronometrador, da por concluida cualquier acción que estuviera en curso (incluso si un tiro va a meta y se encuentra en el aire).
o Si se sancionara una sexta falta o penal antes de la chicharra, el tiro se ejecutará aún con el reloj en 0.00.
• Interferencias externas:
Si un técnico, ayudante, suplente o cualquier otro miembro de un banco de suplentes interviniera en el juego para molestar, interceptar o detener un avance rival se concederá un tiro libre directo (si su equipo está en quinta falta se concederá un tiro de 10 metros y si es dentro del área, un tiro penal).
o Aquella persona que intervenga en la situación anterior será expulsada del partido.
Los árbitros podrán conceder un tanto con interferencia externa no vinculable a ningún bando (otro balón en campo, un perro, público invadiendo, etc.) siempre que en su criterio no hubieran afectado el desarrollo natural de la acción.
Los árbitros podrán conceder un tanto con la portería desplazada cuando, según su criterio, sea leve, no haya sido provocada por el equipo atacante o en los casos fortuitos no se haya modificado de tal forma la posición de manera que no afecte la trayectoria original del disparo.
Recordatorios:
Los jugadores lesionados pueden retirarse fuera de la zona de sustitución.
Si un jugador es expulsado, la penalización para su equipo es de dos minutos en inferioridad numérica o un gol en contra. Si tras una expulsión simultánea los equipos quedan 4 vs. 4 o 3 vs. 3, la penalización para ambos es de dos minutos, independientemente de cuántos goles se conviertan.
Si un jugador merece una expulsión, pero se otorga una ley de ventaja que deviene en gol rival, la acción es "cronológicamente anterior" al gol, por tanto, el equipo infractor reanuda con cinco jugadores.
Si un jugador es expulsado, por ejemplo, a falta de 1.10 del primer tiempo, deberá su equipo (en caso de no recibir un gol en contra antes) purgar 0.50 del segundo período aún con un jugador menos.
Si un jugador pierde el calzado o la canillera accidentalmente, podrá seguir jugando e, incluso, marcar un tanto, siempre que no haya habido antes alguna detención del juego para que pueda ponerse en regla.
Si un jugador visiblemente es confundido por un silbato de un espectador y, por ejemplo, toma el balón con sus manos, se otorgará un balón a tierra. Si proviene del banco rival, se sancionará un tiro directo en su contra.
Se permiten sustituciones en tiempos muertos solo una vez que los equipos hayan reingresando al campo.
Los tiempos muertos se conceden en la próxima posesión del equipo solicitante.
Si un equipo comete una sexta falta entre la línea imaginaria de 10 metros y el área penal, el ejecutante tiene derecho a optar por dicha posición o el punto de 10 metros para ejecutar sin barrera.
El tiro de 10 metros, a diferencia del penal, no puede ejecutarse a dos toques.
El jugador tiene permitido arrojarse libremente al piso, con intención de bloquear tiros o pases de su rival, pero no puede trabar en forma directa con un rival que permanece de pie utilizando este tipo de barrida, salvo que lo haga de tal forma que no exista riesgo alguno para el mismo. De lo contrario, sigue configurando falta por juego peligroso como mínimo (indirecto) y, de considerarse una acción imprudente o temeraria, puede ser sancionado con tiro directo de acuerdo a la gravedad del contacto (no es excusa haber "tocado primero el balón", ya que es su absoluta responsabilidad ejecutar la acción sin poner en riesgo a su oponente o evitar un contacto físico durante la barrida). Cuando ambos utilizan este método para "disputar" la pelota, se considerará válido mientras no sean imprudentes.
Las modificaciones anteriormente mencionadas no requieren de la interpretación del árbitro. Para las reglas referidas a sanciones por manos y malograr oportunidades (“último recurso”), debido a su complejidad se abordarán a continuación. Cabe aclarar que dichas reglas no sufrieron modificaciones, pero es necesario recordarlas y repasar algunos puntos que se prestan a confusión.
• Sanciones por manos:
La acción de tocar el balón con la mano (entendiendo como tal cualquier parte del brazo, excepto los hombros) no es por sí misma una infracción. Por lo tanto, históricamente la regla la entiende como una sanción subjetiva, interpretativa, donde deben además sumarse otras condiciones.
Antes, tal condición extra se reducía a que la acción fuera intencional (que el jugador la ejecutara a propósito) o fuera accidental. Sin embargo, los jugadores fueron sacando ventaja del gris del reglamento y por, ejemplo, en las barreras o al cortar un centro aéreo saltaban de espaldas con los brazos abiertos, con lo cual buscaban evitar la "intencionalidad". Eso llevó al reemplazo de "intención" por "deliberado" que era un concepto más amplio, que incluía no solo la acción (mover los brazos para interceptar una trayectoria) sino también la omisión (dejar de hacer algo para evitar que el balón golpee en los brazos separados del cuerpo).
Así se fue llegando al concepto actual, que clarifica ambos términos, y pone como condición evaluativa para una mano sancionable la idea de "posición antinatural de los brazos" y "ganar cobertura ampliando el volumen ocupado por el cuerpo". El criterio seguirá siendo del árbitro, pero nos permite sacar algunas conclusiones al respecto:
1) Si un jugador "repliega" sus brazos contra sí mismo para cubrirse de un pelotazo, tal acción es natural y además no amplía la cobertura del remate, por lo tanto, este tipo de acciones nunca es considerada mano (aun cuando el jugador se encuentre en la línea de gol con su arquero vencido).
Sin embargo, hay que hacer algunas salvedades:
Si con la excusa de mantener el brazo "pegado al cuerpo" el jugador se inclinara o arrojara para interceptar el remate, su postura defensiva pasaría a ser "antinatural" y, por tanto, sancionable.
Si en lugar de replegar sus brazos los extendiera por delante suyo, pasaría a ser sancionable.
2) Si el brazo está situado por encima de la altura de los hombros y el balón golpea allí, siempre será considerado mano, aun cuando provenga de un rebote fortuito en sí mismo u otro jugador (la única excepción es cuando el mismo jugador rechaza defectuosamente, "pifia", y en el proceso golpea su brazo en alto; nótese que se trata de un rechazo propio y no de un balón que proviene de un remate rival).
3) Si el brazo está colocado en una posición antinatural y se gana ventaja ampliando el volumen corporal, son válidas las mismas consideraciones que en el punto anterior (siempre mano, excepto “pifia” propia).
4) Si el brazo está despegado del cuerpo por debajo de los hombros, aunque no esté replegado, pero su posición es "natural" de acuerdo al gesto deportivo del jugador (saltando, corriendo, yendo al piso, etc.), el árbitro determinará si esa mano es sancionable de acuerdo al siguiente criterio:
Si el balón golpea directamente allí desde el tiro, sí sancionará por ampliar la cobertura del remate.
Si el balón golpea primero en una parte lícita y desde allí se desvía hacia la mano, no sancionará.
Si golpea allí desde un rebote "corto" en otro jugador cercano, no sancionará.
Si el jugador está recostado sobre su brazo de apoyo al ir al piso, no sancionará.
Excepción importante:
Todas las consideraciones anteriores son válidas excepto que luego de golpear en la mano, el jugador convierta un tanto o genere una ocasión "inmediata" de gol en la acción siguiente. Dicho de otra manera: si de una mano se convierte un gol, en esa acción o la inmediata posterior la mano será sancionable por el solo hecho de ocurrir, aun cuando fuera absolutamente accidental.
Este apartado deviene del fútbol de campo y el legislador lo agrega para prohibir que una mano de cualquier índole genere un gol. Sin embargo, allí la posibilidad de convertir un tanto en arco contrario después de una mano defensiva es casi imposible por la distancia a recorrer y un tiro libre directo en caso que ocurriera en ataque no genera acumulación de faltas ni el peligro de una sexta falta.
No obstante, hay casos en los que se puede dar. Por ejemplo, cuando un equipo juega con arco vacío con arquero-jugador, un defensor que cometiera mano accidental al borde de área propia puede muy probablemente acertar a arco rival y, de así suceder, el gol es invalidado y reemplazado por un tiro libre en su contra. Asimismo, si un delantero en quinta falta cubre su cuerpo en una presión alta y de ese rebote en mano replegada por mala suerte termina dentro del arco rival, sería gol invalidado y sexta falta en contra de su equipo.
Finalmente, contrario al saber popular, como regla general las manos no son sancionables con tarjeta, excepto:
Si se intenta ganar un gol por engaño al árbitro (simular cabecear y golpear el balón con la mano), será una amonestación.
Se evita que un rival se posicione en posición ventajosa de ataque (por ejemplo, cortar un 2 contra 1), será una amonestación.
Si se malogra una oportunidad manifiesta de gol, será expulsión.
Toda mano considerada sancionable es tiro libre directo. No existen las manos indirectas
• Sanciones por malograr una oportunidad manifiesta de gol (último recurso):
Desde hace ya un tiempo las reglas agregan como motivo de expulsión directa a ciertas acciones que el equipo defensor ejecuta con la sola finalidad de evitar la posibilidad "clara e inminente" de gol del rival. Se trata de penar más severa y justamente dichas acciones, que a pesar de no encuadrar en las causales de tarjeta roja, al sumarle la posición en el campo y su actitud antideportiva manifiesta, así lo merecían.
Vulgarmente, en el mundo deportivo se hablaba de manera incorrecta de "último hombre" y, luego, acercándose más al concepto, como "último recurso". Existe dos tipos bien diferenciados:
1) Impedir "con una mano sancionable" (según los criterios ya mencionados respecto a las manos) un gol o una oportunidad manifiesta de gol rival. Será válida la interpretación de las manos antes expuesta, siendo absolutamente irrelevante donde ocurra la mano: aunque el jugador estuviera en la línea de gol y la mano estuviera recogida por delante de su cuerpo para protegerse del remate, al no ser sancionable esa acción, la regla no se aplica. Habiendo remarcado esta salvedad (la mano tiene que sí o sí encuadrar en "sancionable") diremos que:
Si un jugador comete mano sancionable y detiene la trayectoria al arco de un remate franco rival, el jugador será expulsado solo si su arquero no se encuentra detrás de él en la línea del remate.
Si un jugador detiene o malogra con mano sancionable un autopase (por ejemplo, un sombrero o corta un 2 contra 1 rival) para evitar que el rival quede mano a mano contra su arquero, será expulsado ya sea dentro de su área penal o en el borde de la misma.
Si un arquero detiene o malogra con mano sancionable un autopase (por ejemplo, un sombrero o corta un 2 contra 1 rival) ya sea dentro de su área penal o al borde de la misma con el fin de evitar ser sobrepasado, será expulsado, aunque queden compañeros defendiendo su arco detrás de él.
Si un arquero abandona su área y en el borde de la misma comete mano sancionable al intentar tapar un remate, será expulsado siempre que ya no quedan jugadores detrás de él.
Si un arquero abandona su área y en el borde de la misma comete mano sancionable al intentar tapar un remate, pero quedan compañeros defendiendo su arco detrás de él, será expulsado sólo si dicha mano es antideportiva (claramente intencionada a tal fin, alevosa, etc.).
Si un jugador o arquero cometen mano sancionable en remates que suceden lejos del área o del borde de la misma, o en trayectorias que no se dirigen al arco directamente (por ejemplo, centros o pases rasantes a segundo palo), no serán expulsados en general (*) por este inciso de las Reglas.
Si un jugador o arquero cometen mano sancionable en remates que no pueda determinarse fehacientemente que se dirigen al arco (por ejemplo, cuando con arquero-jugador el portero rival recupera e intenta volear de arco a arco y es bloqueado en el área contraria), no serán expulsados por este inciso de las Reglas en general (*), aunque serán obligatoriamente amonestados.
(*) Aún en estos casos el árbitro podrá decidir la expulsión si considera que a pesar de la distancia o dirección del pase, autopase, centro o remate, la mano sancionable malogra una acción que inevitablemente y sin ningún margen razonable de duda terminaba en gol rival de no haber sucedido.
2) Impedir con una infracción sancionable con tiro libre directo o indirecto, un gol o la oportunidad manifiesta de gol "de un adversario que se dirige hacia la meta". Aquí se engloban todas aquellas otras infracciones (no por mano sancionable) que malogran un gol rival. Deben considerarse según el siguiente criterio combinado:
Distancia hacia la meta contraria.
Dirección del juego hacia la meta contraria.
Posesión o dominio del atacante que se dirige hacia la meta.
Cantidad y posición de los posibles defensores de la acción.
No todas las acciones encuadrarán en tales consideraciones, por lo tanto, al evitar un mano a mano el infractor será expulsado solo si el rival corre de frente al arco, cerca del área o ya dentro de la misma, con el balón dominado o altas probabilidades de hacerse de su control y con escasas o nulas posibilidades de ser interceptado lícitamente antes de enfrentar al arquero todo a la vez.
IMPORTANTE:
Si la infracción encuadra en otros causales de expulsión por la gravedad de la acción (por juego brusco grave, intento de agresión por conducta violenta, etc.), igual será expulsado.
Si la distancia es excesiva (aún en campo rival), pero la infracción la comete el arquero o el último defensa, con su arco ya vacío, contra un jugador a balón dominado, igual será expulsado.
Si la trayectoria no es hacia al arco, con motivo que el atacante, a balón claramente dominado, está gambeteando el arquero o último defensa, igual será expulsado.
Si no existe posesión, pero la misma es inevitable sin la infracción, igual será expulsado (por ejemplo, si un jugador va a convertir de cabeza a meta descubierta y recibe una falta antes que le llegue el balón).
Si existieran uno o varios defensores por delante, pero no pueden intervenir a tiempo, igual será expulsado (por ejemplo, la falta ocurre sobre el eje central frente al arco y quedan dos defensas más abiertos contra las bandas, claramente no estarían en condiciones de intervenir a tiempo).
Si la infracción genera un tiro penal y proviene de un intento de disputar el balón, el jugador sólo será amonestado (se baja un nivel al castigo por sancionarse un penal en contra).
Si la infracción genera un tiro penal, pero proviene de un gesto antideportivo (por ejemplo, sujetar desde atrás, ir directamente a derribar, etc.) el jugador igual será expulsado y se otorgará el penal.
Agradecimiento y mención especial para Walter Chavarri, árbitro de la Asociación Rosarina de Fútbol (ARF), por la información brindada.
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