Si hay algo que nos caracteriza a los argentinos es compartir un rico café con amigos y hablar del deporte que más nos apasiona. Hoy en Rosario Fútbol juntamos a seis profes de dos de las instituciones más grandes de la ciudad conjugando en su presencia juventud y experiencia al servicio del fútbol infantil. A continuación, el resumen de esta hermosa charla que será el puntapié inicial de uma nueva sección para reflexionar sobre el fútbol infantil de la Rosarina y su proyección en un futuro no tan lejano. 

Profesores convocados:

Mauricio Rivarola, 33 años, DT 2014 y 2015 (Rosario Central)

Matías Pierabella 32 años. DT 2010 y 2011 (Rosario Central)

Hernán Pisani, 35 años, DT Categorías 2010 y 2011 (Rosario Central)

Ignacio Sommer, Subcoordinador de fútbol infantil de NOB

Gastón Lencina, 28 años, DT Categorías 2010, 2011 y 2012 (NOB)

Ricardo Fernández, 71 años (ex dt de NOB en la Asociación Rosarina de Fútbol durante años, actualmente en el área de captación de deportistas)

¿Cuál ha sido la mayor alegría como DT en el fútbol infantil y cuáles han sido las categorías destacadas que dejaron su sello en el fútbol de Rosarina?

Rosario Central

Mauricio Rivarola: Desde 2014 estoy trabajando en el baby y me toca ver el proceso de los chicos que uno tuvo en la primera categoría, por ejemplo 2006, y ahora sentir esa sensación de haberlos visto crecer y de que todo ese esfuerzo y trabajo que uno hizo sirvió de una manera que quizás de cien chicos que pasan, tres son los que llegan. No importa cuántos llegan a ser jugadores destacados porque cuando en la calle me dicen, ey profe, ¿te acordas de mí? esa es la mayor satisfacción, buscar otra cosa en el fútbol infantil es perder el camino. Es formación de personas, básicamente.

Matías Pierabella: Coincido con mi compañero. Todos los chicos que uno tuvo de niños, verlos crecer y jugar en las inferiores, en fin, te queda la expectativa de si llegará o no. Y después que se acuerden, más allá de si uno fue o no fue un buen profe, lo más importante es si uno fue con ellos una buena persona. Todos sabemos que el promedio de chicos que llega no es el más grande pero sí es indispensable entender que hay muchos valores que se pueden enseñar en el fútbol que sirven para la vida.

Hernán Pisani: El otro día fuimos a ver la novena división de Rosario Central de AFA y los 18 jugadores que estaban en el campo salieron del baby y a nosotros nos llenó de orgullo. Al margen de formar personas nosotros somos clubes formadores de personas y la idea es poder nutrir a las divisiones inferiores con la mayor cantidad de jugadores surgidos del baby. Después, con respecto a anécdotas, recuerdo categorías puntuales como la 2003 de Renato que estaba Gino Infantino, la 2002 de Provincial que era un equipazo, la 2004 en Mitre de Pérez que salieron campeones varios años seguidos. Si bien Central y Nob siempre tuvieron categorías buenas esas que nombré marcaron un hito, sin dudas.

Newell´s Old Boys

Ignacio Sommer: Una de mis mayores gratificaciones es ir a ver juveniles, Reserva, Primera y decir siempre estos dos o tres jugadores son de Malvinas, son del fútbol infantil. Y, hablando de primera, desde Maxi Rodriguez para abajo, todos. No hay categorías que presente Newell's que no haya mínimo dos o tres que hayan salido del fútbol infantil del club y creo que por ahí pasa. Después, la gratificación también de cruzarse jóvenes por la calle que uno apenas reconoce la cara y te dicen hola profe y vos tenés el recuerdo de un chico y te encontrás con un adulto y es muy fuerte. Quiere decir que lo correcto estuvo ahí.

Gastón Lencina: En mi caso no hace mucho que estoy en el club pero es gratificante, por lo menos yo que tengo la categoría 2010 que citen jugadores de mi línea para entrenar con juveniles. Es lindo ver inferiores, cuarta, quinta, novena y ver chicos que surgieron de Malvinas. Creo que 2003, 2004, 2005 y 2006 han sido muy buenas categorías que he tenido en Nob. Son chicos que ahora están llegando a un nivel donde se toman decisiones. Han tenido un buen pasar por la escuela. Hay muchos chicos que están prometiendo y están cerca de la Reserva.

Ricardo Fernández: En este sentido he tenido mucha gratificación, después de tantos años porque muchos me ven y me saludan y esa es la mayor satisfacción. Uno hace el trabajo de ir edificando para que pueda llegar a ser jugador y buena persona. La satisfacción de uno es esa, lo malo a veces son los padres , que se acuerdan de cosas que no son lindas pero, sin dudas, la mayor alegría es la que proviene del chico que es agradecido.

¿Qué diferencias notas en los chicos si lo comparas con generaciones anteriores , en lo humano y en lo futbolístico?

Rosario Central

Mauricio Rivarola: La principal diferencia es la cantidad de oportunidades que hay ahora. Cuando a mí me tocó jugar baby si no jugabas en Nob o Central no jugabas en ningún lado. Hoy, quizás si vas a un club donde te entrenan con la metodología adecuada, tenés chances el día de mañana de probar en otros clubes. Antes el espacio era muy reducido y la metodología de trabajo muy rudimentaria. Ahora tenés acceso a nuevas tecnologías y podés apoyarte en un amplio marco teórico que te permite intervenir sobre el fútbol infantil de otra manera. La verdad que me hubiese gustado entrenar como yo entreno a mis chicos hoy y no porque yo sea bueno sino por la metodología. Los chicos cuentan con una gran ventaja en ese sentido en comparación a las posibilidades que nosotros teníamos.

Matías Pierabella: Cuando yo jugaba en el baby era distinta la relación entre los técnicos y los padres No se si mejor o peor pero, por ejemplo, cuando yo jugaba en mi pueblo mi papá no preguntaba si yo jugaba o no o por qué no me ponía el profe, era absolutamente distinto. También hay que tener en cuenta que hoy en día hay más comunicación porque hay más medios y más cercanía. Antes no tenías tanto contacto con la familia. Depende de cada situación y cómo se plantea.

Hernán Pisani: Una de las cosas que ha modificado la relación entre unos y otros son las redes sociales. El tema de las presiones siempre estuvo pero ahora es más visible. Como profes tenemos que lidiar con esas cosas, coincido también que antes uno no preguntaba si jugaba o no y ahora esa cercanía -por decirlo de algún modo- también se da hasta en las escuelas. La sociedad está más convulsionada y se hace más difícil relacionarse. También decir que ahora hay muchas más posibilidades, quizás antes todo se circunscribía a Central y Nob y ahora en todos los clubes hay gente capacitada que trabaja muy bien.

NOB

Ignacio Sommer: Creo que esta profesión te exige capacidad de adaptación constante. Creo que todo lo que estamos hablando tiene que ver con eso, con adaptarse a los cambios, a las diferencias, y a las necesidades. Hoy se presenta la cuestión interdisciplinaria donde intervienen desde cuestiones de psicología, sociología -entre otras disciplinas- y somos conscientes de eso. La neurociencia, la psicología son herramientas que tenemos a disposición e incluso también podemos mencionar que se ha avanzado en tener otro tipo de herramientas a disposición como la utilería misma, es decir, los elementos para poder practicar. Esa cuestión de contar con infraestructura adecuada es la que va produciendo cambios. Creo que los cambios generalmente son para mejorar y en esto hay que adaptarse a cómo cambia la sociedad y cómo cambian los contextos del fútbol.

Gastón Lencina: Pienso que el fútbol es como la medicina, es decir, uno se tiene que ir interiorizando en los avances, siempre salen cosas nuevas. Metodologias que hay que ir actualizando, creo que eso es sumamente positivo. Con respecto a lo social creo que la edad de los padres de los chicos que dirigimos en baby es menor que aquella que tenían nuestros padres cuando nosotros jugábamos y eso yo lo tomo como una contra porque hay muchos papás que quizás jugaron al fútbol, no les fue bien y quizás quieren que sus hijos sean lo que ellos no pudieron ser. Eso nos juega en contra y es con lo que tenemos que lidiar día a día.

Ricardo Fernández: El tiempo nuestro era muy previsible. En este sentido, el técnico recibía a los diez o quince chicos, trabajaba con ellos y no había tanta comunicación como ahora o era de otra manera, boca a boca, y todo era hecho a pulmón, más artesanal. Después fue variando la época y un aspecto positivo de que haya mucha comunicación es que te posibilita saber cómo planificar, cómo trabajar con niños. Antes, trabajar con niños era con frecuencia un papá que salía de su trabajo y se relacionaba con los chicos sin tener ninguna preparación. Ahora hay mucho trabajo sobre los niños. Se ha progresado y se ha profesionalizado el fútbol infantil, cosa que antes no existía.

El mundo del fútbol infantil es maravilloso y años atrás quizás contaba con otra jerarquía, incluso era hasta más lindo de ver. ¿Qué es lo que no permite que surjan jugadores con esa distinción o esa categoría?

Mauricio Rivarola: Es una pregunta que nos hacemos todos. Yo jugué dos años con Angel Di María en Sol de Cuyo y era darle la pelota a él y que resolviera, de todas maneras la primera razón que encuentro es que hay una cuestión social que tiene que ver con lo que le cargamos a los chicos sobre las espaldas “el nene nos tiene que salvar como profes, como club, a los padres, tienen que salvar a todos” entonces reflexiono qué inventiva va a tener el chico que tiene que hacer todo bien cuando se trata de un nene que simplemente está jugando. No soy muy adepto al pasado porque genera nostalgia y me pierdo lo que pasa pero sí hay que rescatar en la base esto es un juego y que si el chico no lo está disfrutando no va a pasar nada. Los resultados si bien son inherentes al juego es algo que nos condiciona permanentemente a la hora de formar deportistas.

Hernan Pisani: Antes no había tanta mirada en lo táctico o estratégico y quizás ahora con la locura que vivimos, uno se actualiza y los cambios son más intensos y les damos más indicaciones y nos olvidamos y entramos en esa rueda. Nosotros mismos limitamos a los chicos a que creen solos y quizás antes eran más libres.

Gastón Lencina: En estas últimas décadas quizás los jugadores estaban cinco o seis horas en el campito jugando al fútbol todo el día. Se pasaban todo el día en el potrero. Hoy los chicos a los que estamos formando no tienen ese espacio por todas las cosas que pasan hoy en día: por la inseguridad, las redes sociales, el uso excesivo del teléfono.

Ricardo Fernández: Yo creo que los profes deben darle en la práctica más libertad al chico, dejarlo que se exprese y que haga lo que no hace cuando vos estás enseñándole lo que queres para el sábado o el día en el que juega. Darle libertad creativa es clave para que te empiece a agarrar confianza. Cuando el chico le agarra confianza al técnico no hace falta ni que le grites. Se los digo con experiencia. Incluso te vas a dar cuenta que va a rendir el doble. Darle libertad como para hacer y crear y dejar que ese sea el potrero, son las claves.

¿Hay espacio para reflexionar sobre todos estos aspectos que hablamos en sus respectivos clubes?

Ricardo Fernández: Es fundamental la escucha del nene pero también escuchar al padre y llevarlo, conducirlo. Hay padres que siempre están enojados y ahí es cuando también tenes que poner atención, saber lo que les está pasando para entender. También tenés padres que son para tenerlos lejos y llevarlos bien, no confrontar, pero marcar cierto límite o distancia.

Mauricio Rivarola: Nosotros en ADIUR teníamos un espacio mensual donde nos sentábamos con la psicóloga del baby para evaluar dónde estábamos parados. Donde me paro yo, cuáles son mis herramientas pedagógicas. Cuando ves a un entrenador exaltado gritando tenemos que preguntarnos cómo podemos ser mejores. Me parecen necesarios los espacios para reflexionar sobre estos aspectos. En Central existen. Si uno se sienta a hablar con los chicos y genera la confianza de la que antes hablaba Ricardo (NOB) entendés que ellos te cuentan el mundo como lo ven por eso creo también que una cuestión fundamental es escuchar a los chicos. Tenemos que escuchar más a los chicos y corrernos del lugar de que lo sabemos todo.

Ignacio Sommer: Es mucho más fácil trabajar en Nob y Central que son clubes donde todos desean estar que en clubes donde a veces tenés que convencer al otro para que quiera estar. En cuanto a los espacios de reflexión en Nob le apuntamos mucho a los días de semana que hay lluvia y no hay práctica para hablar sobre estos temas. Nos parece una buena instancia para juntarnos y porque ya todos tienen ese espacio. Mayormente lo hacemos entre todos los profes, para que puedan todos. Las personas que comparten el día a día tienen mucho para decirse entre sí.