¿Dónde están ahora los que ningunean el rol que debe cumplir el Estado? ¿Dónde los que piensan que el mercado es el que debe ser el regulador de la vida de todos? ¿Dónde esos, que por las mismas razones, reniegan de todo aquello que significa comunidad o trabajo con fin social, y menosprecian el valor que en ese sentido cumplen los clubes? Mucho más en tiempos de crisis. Sobre todo en estos momentos inéditos que la humanidad atraviesa y donde gestos como el de las instituciones de la Asociación Rosarina (y muchas otras, vale aclarar) afloran para decir, como Fito, “¿quién dijo que todo está perdido?” Sí, ellos, los anónimos que lo componen, los que no se ven en TV, se arremangaron en serio, se arriesgaron también a trabajar codo a codo aprendiendo a respetar las medidas sanitarias, pusieron el corazón. Todo para que a los vecinos necesitados de los barrios en los que están insertos, les llegue un plato de comida o un bolsón al menos una vez a la semana. A veces más. De pie, aplausos para ellos.

Mientras algunos miserables amenazan a profesionales de la salud que dan su vida por salvaguardar las de otros, ellos pusieron manos a la obra en sus clubes. Mientras cada tanto hay que lamentar robos de utilería y elementos conseguidos con tanto sacrificio en sus instalaciones, la gente que realmente los quiere y entienden el rol social que ocupan, dan la cara con los barbijos puestos para buscar ollas, garrafas, utensilios y demás, además de buscar donaciones para armar una olla popular o bolsones de alimentos que sacien el apetito que muchos padecen. Y en eso, los comercios de sus zonas y el Banco de Alimentos Rosario también cumplen un papel clave.

La tapa de este suplemento la ilustra el Patón Guzmán, quién mejor, invitando a la comunidad de Mercadito a acercar alimentos al club en un video con la camiseta verde y blanca, para hacer lo mismo, y donde concluye con absoluta certeza: “Como siempre, Mercadito Lux, más social que nunca”.

Seguramente él hubiera querido que fueran otros los rostros que anunciaran esta nota, pero el ex arquero leproso es bien representativo de todos ellos. Los anónimos de San Telmo, de Gálvez, de Pablo VI, de Alianza, de Botafogo, Defensores Unidos, Banco, El Torito, Sportivo y Unión de Alvarez que se unieron como nunca para la movida o los del mismo Social Lux. Las páginas no permitieron incluir más fotos, pero estas serán mostradas en ediciones sucesivas, como los de Argentino (destacadas en la edición de ayer), Morning, 14 de Junio, Sparta, Defensores de Funes, Mitre de Pérez, o de otras asociaciones, como Defensores de América, Unión Central, Federal, El Luchador, Cali, Arizona entre tantos otros, que también pusieron o pondrán en los próximos días manos a la obra.

Y por supuesto, los que sí le pusieron voz a la movida fueron los dirigentes de los clubes, los que coordinan las movidas solidarias que se extendieron por toda la geografía ciudadana y que así lo reflejaron en Ovación: “La movida que se realizó en Alianza Sport significa para nosotros más que ganar un título en la Rosarina. La gente de la barriada se movilizó como nunca en una situación muy complicada”, explicó el presidente del club de la zona sur, Hernán Pastor.

“La decisión de la movida se armó entre todos los allegados que están pendientes siempre de Sparta y fue todo un éxito. Nos pone muy contentos poder darles una mano a los que necesitan”, sentenció a su vez Iván Palma, el titular del histórico club de la zona norte, fundador de la Rosarina, que no hace mucho sufrió robos en sus instalaciones y sin embargo siempre se pone de pie y no lo pone como excusa para una movida como esta.

“Dar una mano a los que más necesitan no tiene precio y la gente de Defensores Unidos sin dudar se puso a juntar alimentos para realizar una olla popular sin precedentes”, contó Gisella Zanabria, hija del presidente José Zanabria, quien encaró toda este evento solidario junto a al jugador de primera Alfredo Idoria y su novia, Karen Locatelli.

Eliana Martínez, tesorera de Botafogo, describió que el club de Granadero Baigorria, “es una gran familia y quedó demostrado en estos momentos de cuarentena. Seguimos con las comidas y repartiendo alimentos para la gente del baby fútbol” y todos los allegados a la gran institución naranja.

“Estamos muy contentos porque cada vez más gente se arrimó a colaborar con Pablo VI y vamos a seguir en las próximas semanas. Se entregaron cerca de 600 raciones de comida en dos eventos realizados”, dijo a su vez el dirigente papal, Néstor Escobar.

“Una vez más los clubes de barrio estamos presentes cuando es necesario para apoyar a los que menos tienen. Siempre damos la cara y respondemos, dando muestras de la vocación de servicio que tenemos los clubes en general y nosotros en particular”, apuntó el presidente de Banco, el club de la zona norte, Alberto Massari.
“Nosotros repartimos comida por familias según la cantidad de integrantes, los días lunes, miércoles y viernes. Además con la ayuda de comerciantes y vecinos estamos entregando bolsones de alimentos”, explicaron desde el club Villa Gobernador Gálvez.

Y Cristian Vallejos, directivo de Morning, contó que “la idea de la comisión y allegados fue que no hacemos comidas sino juntamos alimentos para dar bolsones a las familias del fútbol infantil que no la pasan bien”.

Cada uno con su característica, y aún con carencias, los clubes rosarinos dan lo mejor que tienen y vale más que el que aporta de lo que le sobra. A ellos lo que les sobra es solidaridad.

Señor de las tres décadas

Mario Oscar Giammaría cumple hoy nada menos que 30 años ininterrumpidos al frente de la Asociación Rosarina de Fútbol, la liga más importante del interior del país. El presidente llegó a la ARF a través de su rol dirigencial en Juan XXIII, el popular club de la zona oeste donde surgieron muchos jugadores al fútbol profesional de la ciudad.

Nota publicada online el 24 de abril de 2020. Suplemento Ovación Diario La Capital

https://www.lacapital.com.ar/ovacion/esto-es-ser-solidarios-n2579817.html