Gerardo Battistoni hace años juega en el futsal de Europa. Es, a todas luces, uno de los mejores jugadores de esta disciplina, no sólo en el país, sino en todo el mundo. Gerardo es rosarino, tiene 33 años, y viene de coronarse campeón del mundo de Futsal integrando la fantástica Selección Argentina que ganó la Copa recientemente disputada en Colombia. Es el primer título para nuestro país en este deporte, y se consiguió en el octavo Mundial (en las anteriores ediciones el mejor puesto había sido una cuarta colocación).

Battistoni jugó, aquí en nuestra ciudad, en tres clubes: Náutico Sportivo Avellaneda, Rosario Central y Regatas Rosario. Pero su primer amor, esa institución en la que se formó y tuvo su grupo de amigos adolescentes, fue Náutico. Y allí es donde pasó los últimos días. El lunes a la noche estuvo allí con sus familiares y amigos más cercanos, y este miércoles nuevamente, en lo que fue un merecido reconocimiento de las autoridades del club. Encabezados por Horacio Muñoz, su Presidente, varios jugadores y profes se acercaron para saludarlo y hacerle entrega de una plaqueta recordatoria, y de algunos otros presentes.

En lo que seguramente debe ser el mejor momento de su vida profesional, ese punto cúlmine donde cualquier deportista sueña con llegar, es ahí donde Gerardo se refugia en sus afectos y sus orígenes. Cuando acaba de coronarse campeón del mundo, y el reconocimiento de todos los medios y los colegas recrudece en todas las páginas dedicadas al futsal, este “súper campeón” no se olvida de su querido Náutico evidenciando una enorme sensibilidad y humildad. ¡Lo que se dice un crack!

Felicitaciones Gera!!