La tabla dirá que Newell´s sumó tres puntos, que por supuesto son vitales, pero que al mismo tiempo se quedan cortos a la hora de reflejar todo lo que significa haberse quedado con este partido. Por lo que significa un clásico, por la manera en la que ganó el encuentro y sobre todas las cosas, por el lugar expectante en que lo deja, este encuentro puede ser un envión anímico clave para las aspiraciones rojinegras.

En el Micro Estadio del Cruce Alberdi, Central recibía al conjunto del Parque. El trámite fue parejo durante toda la primera parte, sin embargo en el complemento la visita logró quebrar con la paridad y a partir de su buen juego asociado y un estado físico envidiable, logró doblegar a su rival y quedarse justificadamente con el encuentro.

De arranque quien pegó fue el Canalla, a través de un pase largo de Emanuel Coraglio que Lali Aramberri bajó de cabeza para el ingreso de Guillermo Bay, quien de volea la puso contra el palo izquierdo para decretar la apertura del marcador, en algo más de un minuto de juego.

En desventaja, Newell´s intentaba manejar la pelota, pero era demasiado impreciso y carecía de profundidad. En cambio, Central cada vez que llegaba lastimaba y le faltaba solo el toque final para poder estirar la ventaja. Igualmente se estudiaban demasiado y ninguno generaba, hasta que a cinco del final el encuentro revivió.

Primero con una sexta falta que Brizzi le sacó a Testono, sin embargo, a la salida del lateral provocado por dicha atajada, Franco Duca enganchó de derecha a izquierda y definió rasante para decretar la igualdad. La Lepra parecía reaccionar, sin embargo otro cachetazo estaba por llegar.

Pase al medio de Aramberri para Matías López, quien giró y definió de zurda entre las piernas de Fabrizio Mariano, quien no logró sacar una pelota que parecía fácil. La cosa se volvía a complicar, sin embargo, el intérprete para salir del apuro sería nuevamente el mismo. Duca se escapó, remató, Brizzi le ahogó el grito, pero el mismo jugador llegó para tomar el rebote y estampar la igualdad con la que terminaría la primera parte.

Hasta el momento el resultado era justo, la pelota había sido en gran parte de la visita, pero los locales habían tenido las más claras. La paridad parecía a priori la moneda corriente del juego, aunque las piernas empezaron a pesar y el poco recambio en el conjunto de Arroyito terminó siendo clave.

Casi a los 5, Duca tiró el pase atrás para Mori, éste definió, pero la pelota rebotó en un defensor, sin embargo, cuando parecía que la jugada estaba perdida, el Chala la peleó desde el piso y desde ese mismo lugar sacó un sorpresivo remate que se terminó metiendo en el palo izquierdo del arquero. A partir de allí todo fue de la Lepra, quién supo dominar las acciones y no dudó en liquidarlo.

Así fue que antes de los 10, y en una gran jugada de pelota parada, Testoni entregó para D´Andrea, éste la metió al medio y allí apareció Ramos, para quitarse la mufa y gritar el 4 a 2. Y como si esto fuera poco, a los 12 llegó la jugada polémica, que terminaría de definir el pleito.

Duca, actor principal de todas las jugadas ofensivas, se iba junto a D´Andrea hacia el gol, sin embargo el ocho decidió sacar un potente remate desde lejos, Brizzi alcanzó a desviarla, la pelota dio en el travesaño y picó en la línea, el juez del encuentro marcó la mitad de la cancha decretando el 5 a 2.

Con esos tres tantos de diferencia el rojinegro se dedicó a cuidar la pelota y a desgastar a un rival al que le quedaba poca energía. La anteúltima frutilla del postre la puso el zurdo D´Andrea, quién luego de una gran jugada individual, dejó en el camino al arquero, pero Bay se le interpuso con el brazo, haciendo un clarísimo penal, que el propio D´Andrea se encargó de marcar.

En el final cada uno tuvo la posibilidad de marcar un tanto más, que solo serviría para la estadística. López descontó para el Canalla, y Duca, en una tarde descomunal, empujó un pase de Mori para sentenciar la historia con el 7 a 3 final.

Contundente victoria, la cuál más allá de los reclamos arbitrales, se sustentó en el buen juego del conjunto rojinegro y en algunas individualidades que fueron las que con el correr de los minutos hicieron torcer la balanza. El elenco del Parque se ilusiona y sabe que tiene con que hacerlo, deberá ser cauto y no envalentonarse, sin embargo nadie le quita la ilusión a este grupo de jugadores que hace rato viene luchando para estar en los puestos de privilegio.