Para el espectador imparcial no hay nada mejor que un encuentro con goles, muchas situaciones y cambios constantes en el marcador. Partidos en los cuales los dos estén siempre a tiro y que se definan sobre el final. Todo eso fue lo que dieron Echesortu y Jockey, en un choque en el cual no dejó conforme a ninguno por la igualdad, pero satisfizo las expectativas de todos los presentes.

En los primeros instantes el visitante se mostró un poco más suelto, tuvo la más clara al minuto de juego a través de Juan Ignacio Etcheverry y de Guido Bolla en una misma jugada, pero luego de muy buenas tapadas de Silvio García, el último de los dos la terminó tirando por arriba. Igualmente, el leve predominio continuó algunos minutos más, aunque no fue permanente.

Promediando la primera parte los comandados por el Topo Del Re comenzaron a imponerse en el juego y a través de sus hombres de mayor experiencia logró inquietar el arco defendido por Maccagno. Precisamente, el uno del conjunto hípico tuvo cinco minutos para poner en un cuadro, primero con una doble tapada y luego sacándoselo a Vignatti, quien en el rebote estrelló la pelota contra el palo.

Era todo del Eche, quien a esa altura merecía ampliamente la apertura del marcador, la cual por decantación no tardo en llegar. A los 26 Canavecio remató cruzado desde el sector izquierdo, su disparo no tenía destino de red, pero por el segundo palo apareció Juan Guardoni para marcar el 1 a 0.

Pese a que luego del primer tanto el partido se desinfló y ambos equipos abusaron demasiado de los saques largos de sus arqueros, el Rojo se las ingenió para ser un poco más y así estirar la ventaja. Tomas Salvia recibió en posición de pivot, giró, se sacó su marca de encima y en el borde del área sacó un potente remate que se metió arriba y al primer palo para irse al descanso con el 2 a 0.

En la segunda parte, obligado a salir, el equipo de Testoni se volcó íntegramente al ataque pero se desprotegió atrás, realizando un partido netamente abierto. De hecho, pese a que Jockey buscaba, las más claras eran para Echesortu, quien no podía vulnerar a Maccagno.

Fue por ello que sostenido en su arquero, el equipo de Fisherton llegó al descuento. Buena doble pared entre Franco Bella y Etcheverry, centro atrás del primero y toque – con algo de fortuna – del segundo para poner las cosas a tiro. A partir de allí la visita se acomodó mejor, le encontró la vuelta al encuentro e hizo mérito para llegar a la igualdad, más allá que esta vino en una jugada increíble.

Bella, sin opción de pase, de atrás de mitad de cancha y casi sacándosela de encima, la tiró por arriba probando al arco y se encontró con García adelantado para convertir un verdadero golazo, más allá de cierta complicidad del uno. Empate justo y últimos diez minutos para el infarto.

Desde el juego el encuentro era ordinario, desprolijo, pero con ambos buscándolo, lo volvía emocionante. Así fue que a los 35 la cosa parecía empezar a definirse, Silvio García salió con la pelota dominada, intentó rematar desde mitad de cancha, pero su disparo no tuvo ni violencia ni dirección, su par Maccagno la tomó sin dar rebote y de aire le dio con quirúrgica precisión para meterla por arriba y desatar la locura, por el golazo y porque Jockey lograba darlo vuelta.

Sin embargo, la alegría duró solo un minuto, ya que al instante aparecieron Vignatti y Sardo para realizar una buena jugada y cederle el tanto del empate a Juan Guardoni, quien de primera y con pierna zurda estampó el 3 a 3 final. Los últimos instantes fueron intensos, pero ya con ambos equipos sin piernas y un desgaste a cuestas importante.

En definitiva, un verdadero partidazo protagonizado en el Gimnasio de calle San Nicolás, por dos equipo que buscaron siempre, que intentaron quedarse con los tres puntos, pero debieron conformarse solo con uno. Hubo errores y falencias al por mayor, sin embargo eso será materia de análisis de ambos cuerpos técnicos, el resto pudo disfrutar de atajadas, goles y jugadas de buena factura de dos equipos con una propuesta ofensiva y saludable.