Como cada diciembre, el Círculo de Directivos y Ex Directivos el Fútbol Argentino (CIDEDFA), llevó a cabo la tradicional ceremonia en la que hace entrega de los Premios Alumni. En ella distingue a jugadores, técnicos, árbitros y directivos de todas las categorías del fútbol argentino, incluso a dirigentes de las Ligas del interior. En 2007 y 2015 por ejemplo, Mario Giammaria, Presidente de la Asociación Rosarina de Fútbol, fue elegido el mejor dirigente deportivo de la Región Litoral.

Pero el pasado lunes a la noche el que fue premiado fue Ezequiel Omar Barco, volante de Independiente de Avellaneda que recibió el galardón como “Revelación del fútbol argentino de primera división”. Ezequiel, de 17 años, debutó en el actual torneo y descolló con su talento sencillo y de potrero. Lleva disputados 17 partidos con la casaca del rojo, 5 en los que entró de titular y 12 en los que vino desde el banco. En sus pocos minutos en cancha ya pudo marcar un gol (ante Godoy Cruz).

Barco, que en Rosarina jugó en Central Córdoba y en la Asoc. Atlética Jorge Griffa, debutó en primera división de la mano del actual entrenador, Gabriel Milito. La ceremonia de premiación se llevó a cabo en el Palais Rouge, del exclusivo barrio de Palermo, y en la terna el “pibe” de Villa Gobernador Gálvez compitió con Santiago Ascacibar de Estudiantes, y Sebastián Driussi de River Plate, otros dos juveniles que están teniendo un gran presente.