Julio Humberto Grondona inició el pasado 18 de Octubre un nuevo período de 4 años al frente de la AFA. Fue reelecto por aclamación durante la Asamblea General Ordinaria que se desarrolló dicho martes en el edificio de la calle Viamonte al 1300 de la Capital Federal. El dirigente que conduce a la Asociación del Fútbol Argentino desde el año 1979 no tuvo oposición a la hora de contar los votos, pues ninguno de los aspirantes a su cargo pudo reunir los siete avales requeridos estatutariamente para postularse como candidato.

Días previos al cónclave afista, la Justicia ordinaria había revocado dos recursos de amparo que pretendían postergar la Asamblea, declarándolos inadmisibles. Estas medidas cautelares, que habían sido presentadas por dos clubes del interior: Colón de San Lorenzo, y Sportivo Guzmán de Tucumán, fueron revocadas por fallos de las Cámaras Civiles y Comerciales de Rosario y Tucumán respectivamente, permitiendo así que la Asamblea se desarrolle con total normalidad. “Lo que no se dice, es que otros amparos fueron rechazados in limine en tribunales de Capital Federal y Mendoza” señala Mario Schmoisman, asesor letrado de AFA.

“Querían tomar al fútbol por asalto y pasó lo que era más probable. Las Cámaras Civiles de Rosario y Tucumán les dijeron que no a dos fallos inoportunos, injustos, y que no se compadecían con la legalidad estatutaria”, comentó el vocero y periodista Ernesto Cherquis Bialo.

El aplauso cerrado y sostenido con el que Grondona, vicepresidente primero de la FIFA, inauguró su flamante mandato resultó el colofón perfecto para su primera aparición pública de los últimos dos meses, ya que el directivo de 80 años venía de sobreponerse a una intervención quirúrgica programada. Según expreso el propio Cherquis Bialo, “Don Julio goza de muy buena salud”. El primer homenaje en vida que su círculo más cercano planea realizarle, es colocarle su nombre a la Copa Argentina del año próximo, o bien al Torneo Apertura 2012, en reemplazo del de Néstor Kirchner.

Uno de los ejes del próximo mandato de Grondona será el legado que va a dejar tras más de 30 años al frente de AFA. En ese sentido se destacan el canal oficial AFA TV, que comenzará a emitir en febrero por la TDA –Televisión Digital Abierta–, y que ya se garantizó la llegada al 75 por ciento del territorio nacional. Así como la posesión definitiva del predio de Ezeiza, donde hoy se entrenan los seleccionados nacionales de mayores, juveniles, femeninos, de futsal y fútbol playa. Esos terrenos fueron entregados oportunamente en comodato por el Estado y la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner ya habría estampado su firma en el convenio de traspaso definitivo. Sólo falta efectivizar la segura reelección de la señora Presidenta para que sea un hecho. El acto oficial se llevaría a cabo a mediados del mes próximo.

En ese predio, bien cerca del aeropuerto internacional, también se erigiría el Museo del Fútbol Argentino, otro viejo anhelo del presidente, que atesorará testimonios de los mejores equipos, jugadores y dirigentes que pasaron por estas tierras. También habría espacio para un ambicioso plan urbanístico que incluiría bares y restaurantes temáticos con la pelota como protagonista, y mucho, mucho celeste y blanco. Además de alguna gigantografía de Diego Maradona, Lionel Messi y el propio Julio Grondona. La idea, cabe aclarar, está en estudio.

Sabedor de que posiblemente sea su último período de conducción, Grondona tiene pensado realizarle un paulatino “lavado de cara” a su gestión al frente de la cúpula afista. En su nueva metodología planea internacionalizar a algunos de sus directivos de confianza, promoviéndolos a otros destinos como la Conmebol o la FIFA. Asimismo, se podría acercar mucho más a las provincias y al fútbol del Consejo Federal. En la medida que sus compromisos se lo permitan, Grondona viajaría seguido al interior del país y le brindaría “más oxígeno y recursos a las ligas afiliadas”, figurando como prioridad en su carpeta de proyectos, una importante realización en el ámbito jurisdiccional de la Asociación Rosarina de Fútbol, con aval del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que tendría como principal artífice de la misma, a su Presidente, Mario Oscar Giammaria.

Julio Humberto Grondona ganó la votación por 46 votos a 0, y fue reelecto por octava vez.