Por Miguel Martínez.

Comienza la Copa América y durante un mes en la patria futbolera no se hablará más que de ella. Los hinchas dejarán colgadas en los roperos las camisetas de sus respectivos equipos y confluirán en un aliento al unísono: el de la celeste y blanca. Argentina, más allá de que hace mucho no la gana, es junto a Uruguay el seleccionado que más títulos tiene. Tanto nosotros como los charrúas obtuvimos 14 ediciones de esta Copa que es, a nivel selecciones, la más antigua del mundo. Su primera edición se hizo en 1916, también en la Argentina, y el campeón fue el vecino rioplatense: Uruguay.

Y pese a la larga abstinencia de festejos que arrastra nuestro país, decir que es candidato a ganarla resulta una obviedad grande como el continente. Por nivel de jugadores, y el aporte de la localía, los dirigidos por Sergio Batista deberían quedarse con el trofeo. El mejor jugador del mundo nació en estos pagos: Lionel Messi. Y varios de los más importantes futbolistas del planeta (Tévez, Agüero, Higuain, Lavezzi, Di María, Pastore, Mascherano, y siguen las firmas) también integrarán el poderoso equipo del “Checho”. Con sinceridad, algunos futbolistas admitieron que no ganarla "sería un fracaso".

El rival a vencer, como históricamente ha sucedido, será Brasil. El pentacampeón mundial tiene antecedentes sumamente favorables. Ganó cuatro de las últimas cinco ediciones (las dos últimas finales ante Argentina). Son dirigidos por Mano Menezes y traen entre sus filas a un Robinho consolidado, maduro y con trayectoria europea, y a un Neymar juvenil pero explosivo. Talentoso y desequilibrante. Con esa combinación, más Maicon, Dani Alves y Alexander Pato entre otros, pueden reverdecer pergaminos y terminar dando la vuelta en el Estadio Único de La Plata.

En tercer lugar de favoritos debemos colocar, sí o sí, a Uruguay. Los orientales hicieron un Mundial fantástico. En Sudáfrica terminaron cuartos y Diego Forlán fue elegido el mejor jugador de la Copa. El Maestro Tabarez intentará repetir el excelente desempeño colectivo, con hombres de la talla de Edison Cavani (delantero del Nápoli), Luis Suárez (del Liverpool) y Diego Lugano (defensor del Fenerbahce). Serán cabezas de serie del grupo C, y procurarán repetir lo hecho en 1995 (última vez que levantaron esta Copa), cuando de la mano de Francescoli festejaron en el Centenario.

En el segundo escalón, debajo de las grandes e históricas potencias sudamericanas, se ubican hoy en día Paraguay, Chile y Colombia. Los guaraníes, que ahora dirige el Tata Martino, se han ganado un respeto en las últimas décadas, patentando un estilo aguerrido y basado en la férrea defensa. Sin embargo, en ataque también tienen delanteros picantes: Roque Santa Cruz, Haedo Váldez y Lucas Barrios. La “albirroja” clasificó a las últimas 4 Copas del Mundo, sin embargo en América hace mucho que no llegan a una final. La última fue en 1979, y tuvo final feliz para ellos: vencieron a Chile.

En los trasandinos precisamente, Claudio Borghi, el nuevo DT, dijo que “quedaron muchas viudas de Bielsa”. De ese modo intentó graficar el ex entrenador de Independiente, Argentinos y Boca, el vacío que quedó luego de la partida del loco. Pese a su ausencia, “la roja” buscará convertirse en la cenicienta. Es uno de los 3 países sudamericanos que no ganó nunca la Copa América, y esta vez, cerca de casa, querrán sacarse la mufa que les quedó en las 4 finales perdidas. Humberto Suazo, Alexis Sánchez y Matías Fernández son sus mayores esperanzas en cancha.

Y hablando de esperanzas, “los cafeteros” tienen unas cuantas. Un puñado de jugadores colombianos brillan en el exterior y los hinchas de aquel país querrán que exploten en este breve pero importante certamen. Aunque no les fue tan bien en los amistosos previos, Radamel Falcao García no para de meterla en el Porto portugués, y de seguro será el as de espadas de los dirigidos por el “Bolillo” Gómez. También están en condiciones de destaparse Teófilo Gutiérrez (de Racing), Hugo Rodallega (del Wigan inglés), o Dayro Moreno (del Once Caldas).

De los otros seis participantes los más destacados son, sin dudas, México y Ecuador. Los aztecas vienen de padecer un conflicto interno inesperado. La expulsión de 8 miembros de su plantel por un problema de polleras, tras uno de sus últimos amistosos, puede resultar un trago demasiado difícil de digerir dentro del grupo. Veremos cómo le va al “tri”, que en teoría aparece doblemente debilitado, pues de antemano iba a presentar un Combinado Sub-22. De no ser por tantas bajas, los dirigidos por Luis Fernando Tena podrían haber estado entre los potables candidatos.

Para Ecuador será una nueva chance de demostrar virtudes. Los dirigidos por Reinaldo Rueda suelen ser muy irregulares. En los últimos años tuvieron grandes partidos, sorprendentes eliminatorias (clasificaron a los Mundiales de 2002 y 2006), y discretas participaciones en esta Copa (nunca pasaron del cuarto puesto). A veces apoyan lo suyo en la altura de Quito, pero aquí no tendrán ese recurso para ganar partidos. En su plantel hay varios nombres históricos: Elizaga, Ayoví, Caicedo, y su mayor promesa: Luis Antonio Valencia, jugador del Manchester.

De los demás, hay más incógnitas que precisiones. Perú, Bolivia, Venezuela y Japón, sueñan con dar algún batacazo, posiblemente con pasar de ronda, pero difícilmente puedan alzar la Copa y salir campeones. Los grupos estarán conformados de la siguiente manera:

Grupo A
Argentina – Japón – Colombia – Bolivia.
Grupo B
Brasil – Paraguay – Ecuador – Venezuela.
Grupo C
Uruguay – Chile – México – Perú.

Otra curiosidad es que de los 12 seleccionados participantes, habrá 5 que tendrán entrenadores argentinos. A Sergio Batista se le suman Gerardo Martino (Paraguay), Claudio Borghi (Chile), Ricardo La Volpe (Costa Rica) y Gustavo Quinteros (Bolivia). Este viernes, a las 21:45 horas en La Plata, echará a rodar el balón con el duelo inaugural entre los dueños de casa y Bolivia. Será la prueba de fuego para Messi y compañía. Antes se podra disfrutar de la ceremonia inaugural. Esperemos que también se pueda disfrutar durante los 90 minutos, de ese fútbol veloz, moderno y maravilloso, que “la pulga” y sus colegas que brillan en Europa, nos permiten ver por televisión cada fin de semana. Sería una linda forma de resarsir la deuda que tiene la Selección Nacional con la ciudadanía, en relación a la falta de títulos Mundiales, pese a la siempre poderosa conformación que ha tenido.