Fotos y texto Miguel Martínez.

Si bien no hay una escuela para dirigentes, es innegable que si la hubiese, una de las condiciones que solicitaría es el amor por el fútbol y por la camiseta. En la ciudad de Villa Gobernador Gálvez por ejemplo, hay tres presidentes muy jóvenes. Diego Lavezzi en Coronel Aguirre, que fue jugador del club y lo conoce muy bien desde chico; Diego Gutierre en Internacional, que fue arquero en el rojiverde y se planteó el objetivo de armar un nuevo espacio deportivo en su ciudad; y Darío Escalante, que jugó en VGG como marcador de punta hasta el año 2007, y desde entonces le viene poniendo el hombro a la institución.

Por eso esta nueva dirigencia, demuestra que para conducir un club no hay muchos secretos. Hay que tener, evidentemente, una gran perseverancia, y sobre todo pasión por la institución que se eligió. O que lo eligió a uno. En el caso de Escalante, que tiene 29 años, su labor fue encomiable. Golpeó puertas y más puertas para dar con el propietario de estos terrenos, y luego convencerlo de cedérselos al club en Comodato por dos años, con opción de compra, lo cual probablemente sea lo más importante.

De igual modo se movió cuando tuvo que regularizar jurídicamente a Villa Gobernador Gálvez. Consiguió la Personería jurídica, la inscripción en la AFIP, y otros tantos papeles necesarios para estar en regla. Un trabajo “de hormiga”, repleto de trámites, que aunque engorrosos, alguien debía hacer. Ahora, de a poco, empiezan a verse los frutos. En la esquina de Mármol y José Ingenieros, en pleno corazón de Gálvez, se empezará a levantar la casa de este club, fundado en el año 1998, que en gran medida vive a la sombra del gigante de Gálvez: Coronel Aguirre.

Eso sí, Escalante no trabaja solo. Junto a él hay otro directivo de pura cepa: Raúl Dariozzi, que hace 12 años se fue de Paladini, ex club que jugaba en la Rosarina, y desde entonces pugna para darle un lugar propio a VGG. No le ha sido fácil. Lo ha mantenido con vida gracias a un esfuerzo, a veces solitario. A veces compartido con otros directivos y técnicos. El caudal de jugadores siempre estuvo. Pero la falta de cancha ha sido su estigma. Rosario Fútbol charló con él, que como es de suponer, vive un momento de gran ilusión.

__Contanos Raúl, ¿cómo fue que recibieron estos terrenos?

__Mirá... estos terrenos son de un privado, y nosotros nos enteramos de tanto ir a las dependencias municipales y provinciales. Cuando detectamos al dueño nos dirigimos a él, que es alguien que hizo muchísimos loteos aquí en Gálvez, y bueno... por suerte entablamos una buena relación. Yo lo conocía desde el año 70, y también lo conocía uno de nuestros técnicos del baby, Guillermo Cristaldo, él es muy amigo. Y bueno conversamos, se llegó a un acuerdo, y ya nos firmaron, sellaron, y todo como corresponde, un Comodato por 2 años, con opción de renovar, y también con opción de compra.

__Pero me decías que también están buscando la posibilidad de comprar...

__Sí, porque entablamos una relación con un dirigente nacional, que está en la gobernación actualmente, y es cercano al oficialismo... y él dejó entrever la posibilidad de comprarnos el terreno dentro de 2 años, o tal vez antes, para que quede definitivamente para el club, y pueda ser utilizado por el barrio también como espacio verde, ya que tenemos una Escuela aquí al lado, la 448, y ellos podrían usar nuestras canchitas para la hora de gimnasia.

__El terreno es enorme... son dos canchas de once, una a cada lado de la calle.

__Sí, en realidad nuestra idea es dejar la cancha de once de un lado de la calle, y en la otra armar dos canchitas de baby, ya que tiene más de 60 metros de largo, y 60 por 30 es la medida mínima de la cancha de fútbol infantil. Así que... una vez que se termine podremos trabajar muy tranquilos.

__Igualmente terminar todas esas obras les demandará tiempo. ¿Este año donde van a jugar?

__Y... el baby lo haremos jugar en alguna de las 22 canchas de fútbol infantil que hay en la ciudad. Alquilaremos alguna de las mejores y arrancaremos ahí. Y en cancha de once seguiremos en Sportivo Municipal, cuando se pueda, y cuando no iremos a General Paz, institución con la cual tenemos también, gracias a Dios, una muy buena relación.

__Desde que recibieron los terrenos ¿pudieron hacer algo ya?

__Sí, fijate que el terreno ya está parejito, porque han pasado las máquinas. Se desmalezó, se niveló el piso, que tenía muchos pozos, y producto de ese trabajo son las montañas de tierra que vos ves ahí en uno de los corners.

__¿El alambrado es lo primero a colocar?

__Sí, y por suerte ya hay empresas dispuestas a colaborar con nosotros. Prácticamente tenemos abrochada una que se va a encargar de todo el cerramiento. Es más, esta gente que va a construir la cancha ya nos mandó a pedirle un presupuesto a una empresa que está en Timbúes, y se llama “Zanardo”, para los vestuarios. Que son esos vestuarios armados con laja, y son muy rápidos de armar y desmontar.

__¿El barrio como tomó la llegada del club?

__Diez puntos. Para el barrio fue un impacto grandísimo que el club Villa Gobernador Gálvez se instale aquí. Primero estaban algo desanimados cuando les dijimos que nos ubicaríamos al otro lado de la vía, en unos terrenos que son provinciales. Los padres de los chicos estaban algo reacios, porque decían que los movíamos del barrio. Cuando se enteraron que hicimos el Comodato aquí, se pusieron muy contentos, más que nada porque saben que sus hijos no se van a mover del barrio.

__¿Tener un lugar propio les va a servir para crecer?

__Seguro. Igual con Gálvez se dio algo muy raro. Nuestro deficit siempre fue no tener un lugar estable dónde entrenar y jugar, pero igual jugadores no nos faltaron. Haber conseguido esto es un paso importantísimo, de esta manera sí, estoy seguro, la institución va a empezar a crecer. Porque a un chico, o a su padre, cuando te pregunta “¿donde está la cancha? ¿donde hace de local?”, y le tenés que decir que a veces practicás en un lado, otra vez en otro, donde se pueda, como los gitanos, es medio difícil que confíe en vos. Ahora, la mayoría de estos chicos que ves, no están fichados. Se arrimaron en estos días porque ven el movimiento, saben que nos instalamos acá, y de esa forma creo que vamos a armar todas las categorías sin ningún tipo de problema.

__Por si fuera poco, hay que decir que el lugar geográficamente está muy bien ubicado. Es un punto central de la ciudad, está a cuatro cuadras de Sportivo Municipal.

__Sí, y el acceso cuando lo marquemos bien va a ser facilísimo. Se va a poder llegar directo por la Avenida principal, que es San Martín, hasta el supermercado grande que está en la esquina de Além, ahí doblás, y desembocás derecho en esta esquina.

En las canchitas, hay que decirlo, falta mucho por hacer. Pero lo más importante es que ellos ya las sienten propias. Sergio García se ocupa de todo el fútbol infantil, recepcionando a los nuevos jugadores que debutarán en Rosarina, y Luis Andino será el entrenador de la Primera, acompañado por los profes Diego Portillo y Javier Fabini. Ellos, con toda la gente de inferiores, aún practican (después de las 20 hs) en Sportivo Municipal. Si algún jugador desea probarse en el equipo que tiene la casaca parecida a la de Vélez Sársfield, puede concurrir en ese horario de lunes a viernes.