Fotos y texto Miguel Martínez.

No son pocos los directivos de la Rosarina que empiezan a intersarse, averiguar, y ver con buenos ojos la instalación de alguna cancha de césped artificial. Los costos obviamente, se convierten en la principal traba, pues no son nada fáciles de afrontar. Sin embargo, cuando alguna empresa privada se interesa en el asunto, llevarla a cabo se vuelve viable. Es el caso de Social Lux, que a mediados de marzo estará inaugurando una cancha de fútbol “siete”, de similares dimensiones a las que se utilizan en los torneos de fútbol infantil.

El que hizo punta en esta modalidad fue Adiur. El equipo “del viaducto” ya posee una hermosa cancha de baby con “alfombra” sintética, y ahora está en pleno proceso de armado para su segunda cancha de ese estilo, nada más y nada menos que la de once jugadores. Una inversión importante, para una obra significativa. Morning Star en tanto, también le puso “verde artificial” a sus instalaciones. Agregó dos canchas de cinco, que si bien no utiliza en los torneos de la Asociación Rosarina, visten de otra manera  a su Predio deportivo.

En cuanto a “Mercadito” es un caso intermedio entre uno y otro. ¿Por qué? Pues porque en Lux decidieron hacerle la concesión de una parte de su terreno a un grupo empresario por los próximos 8 años, con opción de renovar dos años más. Ellos usufructuarán las canchas (que serán dos) durante ese período, y luego posiblemente queden para el club. En primer término se hará la cancha “de siete”, y una vez inaugurada ésta, aproximadamente 60 días después, comenzarán los trabajos para la cancha “de cinco”, que se ubicará en el sector donde actualmente se estacionan los autos.

El espacio donde están trabajando tiene aproximadamente 70 metros por 40, y para arrancar la obra tuvieron que talarse algunos árboles, y cambiar la Secretaría del club de lugar. Donde estaba antiguamente, ya se han colocado los sanitarios pues ahí irán los vestuarios de las canchas nuevas. La empresa a cargo de este emprendimiento, se hizo cargo de todos los gastos que demandó el traslado, y también de cerrar con laja uno de los laterales donde había alambrado (son varios metros) y de cambiar buena parte de la iluminación de ese sector.

Por lo pronto, esta obra privada no tendrá relación con el fútbol de la ARF, ya que el baby del club “verdiblanco” seguirá utilizando la cancha que históricamente ha usado. Eso sí, como sus directivos estiman que en un futuro las dos canchas “sintéticas” podrían pasar al activo del club, no descartan que en décadas venideras disputen allí sus partidos en condición de local. Al fin y al cabo, están dentro de su terreno, el cual por cierto, es propio.

Una buena entonces para esta entidad que milita en la B de Rosarina, y a la cual sólo resta felicitar, y decirle que allí estaremos cuando se concrete la inauguración. Seguramente será pronto, y más allá que en las fotografías dé la impresión que aún resta mucho por hacer (y que las últimas lluvias demoraron un poco el avance de los trabajos), los especialistas afirman que una vez que el piso está listo, la "alfombra verde" se coloca muy rápidamente. Será cuestión de esperar.