Dicen que las casualidades no existen. Y nosotros aquí no nos cansamos de señalar que Rosario es la Capital del Fútbol Argentino. Quizás por eso no nos sorprende que, oh casualidad, en la final de la Copa América 2015, los Directores Técnicos que se enfrentarán son formados aquí. Uno, el de la Selección Argentina, es Gerardo Daniel Martino, rosarino, “nacido” como jugador en nuestras canchas. El otro, el de la Selección Chilena, Jorge Luis Sampaoli, casildense, pasó por las inferiores de Newell's, se lesionó, debió colgar los botines, y años más tarde regresaría como DT.

La historia de Sampaoli es de cuentos. Era un zurdo con mucho carácter que vino de su ciudad natal a probar suerte a las inferiores de Newell's. Era un carrilero incansable y con garra, que prometía llegar a primera. Sin embargo, se fracturó tibia y peroné y no pudo recuperarse. Tuvo que olvidarse del fútbol profesional, y sólo por la insistencia de sus amigos siguió jugando un tiempo más en forma amateur en Alumni de la Liga Casildense.

Por entonces se ganaba la vida en el Banco de Santa Fe, donde trabajaba como cajero. Más tarde las privatizaciones y el destino lo llevarían a ser oficial del registro civil, en la pequeña localidad de Los Molinos. A su vida la terminó cambiando una foto. Es que “el zurdo”, que comenzó como DT en la Asociación Rosarina de Fútbol, dirigiendo a Renato Cesarini, pasaría luego a trabajar en Alumni de Casilda. En una final ante 9 de Julio de Arequito lo expulsaron, se trepó a un árbol lindero para seguir dando las indicaciones. Esa imagen, captada por un fotógrafo del Diario La Capital, fue publicada en el matutino al día siguiente, y la vio la persona indicada.

Eduardo J. López, por entonces presidente de Newell's, quedó encantado con el “apasionado” entrenador que desafiaba los límites para seguir viendo a los suyos. Lo llamó y le ofreció dirigir en Argentino de Rosario, club que por entonces tenía un vínculo con el rojinegro. Corría mayo del año 96, y Sampaoli asumía en el salaíto para afrontar el torneo de la B Metropolitana. El club de barrio Sarmiento fue el único al que dirigió en torneos de AFA, ya que luego se transformaría en un DT itinerante.

Las primeras experiencias en el exterior las hizo en Perú. Dirigió en Juan Aurich, Sport Boys, Coronel Bolognesi y Sporting Cristal. En el 2008 viajó a Chile, donde lo aguardaba la consagración. Primero pasó por O'Higgins, luego partió hacia el Emelec de Ecuador (donde eliminó de una Libertadores a Newell's), y finalmente retornó a Santiago, donde asumió en un grande: la Universidad de Chile. Allí ganó cinco títulos y semejante cosecha de logros lo catapultó a la Selección trasandina, en diciembre de 2012. Primero consiguió clasificar a “la roja” al Mundial de Brasil, y ahora la metió en la final de la Copa América. Tiene 55 años y es uno de los entrenadores más pretendidos y reconocidos del continente.

La historia de Martino circuló por caminos de mayor popularidad, obviamente porque llegó al profesionalismo en el club en que hizo inferiores: Newell's Old Boys. Fichó en “la lepra” a los 10 años, y recorrió nuestras canchas hasta su debut en la Primera División, que sería en junio de 1980, ante Platense. Tenía 17 años. El “Tata” era un volante talentoso, y supo jugar con la “8” y la “10” rojinegra. “Yo tenía mucha técnica pero era vago, no corría” declaró el propio Tata en una entrevista con la revista “El Gráfico”. Su estirpe de futbolista venía de familia, ya que es sobrino del ex jugador Rinaldo Martino, “prócer” del fútbol rosarino, surgido del club Belgrano de nuestra ciudad, que en la década del 40 triunfaría en San Lorenzo y la Selección Nacional.

Identificado a pleno con la institución del Parque Independencia, una de las tribunas del Estadio lleva su nombre: La “visera” Gerardo Martino. El “Tata” es el jugador que más partidos disputó con la camiseta de Newell's, 505 (convirtiendo 35 goles), y el que más títulos obtuvo, 3. Fue campeón en el campeonato de 1988, integrando aquel equipo de José Yudica. Luego ganaría el torneo 90/91, de la mano de Marcelo Bielsa, venciendo en julio del 91 a Boca en la Bombonera, por penales. Y finalmente obtendría el Clausura de 1992.

Como jugador tuvo breves pasos por el Tenerife de España, Lanús, Barcelona de Ecuador y O'higgins de Chile, mismo club donde trabajaría luego Sampaoli. Es decir, esta institución trasandina y Newell's, son los dos clubes que unen a estos entrenadores. La carrera como DT del “Tata” comenzó en el 98, en Almirante Brown de Arrecifes, entidad que por entonces estaba en la B Nacional. Para conformar su equipo de trabajo convocó de ayudantes a los dos marcadores centrales que tenía el equipo campeón del 88: Jorge Walter Theiler y Jorge Remigio Pautasso. Dice la leyenda que quién lo recomendó para ese puesto fue un ex Rosario Central, el “patón” Edgardo Bauza.

Más tarde el actual DT de la Selección “albiceleste” dirigiría en Platense, Instituto, y se consagraría en Paraguay, comandando a Libertad y Cerro Porteño. Con el primero ganó dos títulos en la primera división guaraní (2002 y 2003), y con el segundo uno más (en 2004). Tras una breve incursión en Colón de Santa Fe, retornó a Paraguay para ser campeón una vez más con Libertad (en 2006). Tras ese nuevo festejo llegó a la Selección de aquel país. En la “albirroja” hizo un campañón. Clasificó al Mundial de Sudáfrica en forma impecable (venciendo, entre otros, a la Argentina en las eliminatorias) y llevó al país del “chipá y el tereré” por primera vez en su historia a los Cuartos de Final, donde perdieron 1 a 0 ante España, luego campeón de la Copa.

Más tarde el Tata volvería a Newell's y sería campeón en 2013 (pese a que tenía ofertas de la Selección de Colombia). El 23 de julio fue oficialmente nombrado como técnico del FC Barcelona, uno de los dos clubes más poderosos de todo el mundo en la actualidad, a nivel económico y títulos. En “el equipo de Messi” sólo obtuvo la Supercopa de España, y debió dejar su puesto pese a que sacó 107 puntos sobre 186 en juego. La exigencia altísima de ese puesto no le permitió seguir, pero dicen que “cuando una puerta se cierra, a veces se abre un portón”. Y así fue. El rosarino se hizo cargo de la Selección mayor, en gran parte, por las gestiones que Julio Grondona realizó previo a su deceso, ya que el otrora presidente de AFA insistió en contratarlo, y tenía su asunción “arreglada de palabra”.

Este sábado ambos tienen ante sí un gran desafío. Para Chile sería el primer título de su historia, y el ex DT del salaíto quiere ingresar en los anales del fútbol de aquel país. Para Argentina la obtención del trofeo no sería menos importante, ya que hace 22 años que no se gana algún título (salvo la medalla de oro de los Juegos Olímpicos). Por eso el Tata también sueña con la consagración. De su estilo, y de esta generación que conoce tan bien, y aún no levantó trofeos pesados.