Fotos: www.caprosario.com.ar.

El tiempo pasa, sin dudas, muy rápido. Parece que fue ayer cuando Guido Vadalá era uno más de los gurrumines que vestía la camiseta roja de Provincial en el fútbol infantil de la Asociación Rosarina. Guido era parte de un notable equipo. La categoría 97 de Provin, que siempre peleaba arriba en la tabla, y ganó gran cantidad de torneos. Eran varios los chicos que se destacaban, y todos en su conjunto se complementaban para obtener triunfo tras triunfo, y desplegar un fútbol vistoso y efectivo.

Esos chiquititos que hace unos 7, 8 o 9 años corrían en las canchitas para siete jugadores, hoy ya pegaron el “estirón”, se convirtieron en juveniles fornidos y bien entrenados que pugnan por llegar a primera. Uno de ellos, el ya citado Guido Vadalá, lo logró. Hace casi un año y medio ya, debutaba en la Primera de Boca Juniors, de la mano de un tal Carlos Bianchi (nada menos que el DT más ganador en la historia del xeneize), que confió en él y lo puso en un amistoso de pretemporada.

Marchado el Virrey, Rodolfo Arruabarrena no lo “pintó”. Siguió teniéndolo en cuenta y no sólo lo puso en los partidos del verano, sino también en dos oficiales, ambos por Copa Libertadores, donde el club de la ribera hizo una primera fase impecable, ganando los 18 puntos en juego. Vadalá, aunque estuvo varias veces muy cerca, no logró meter un gol con la casaca azul y oro. Eso no le impidió seguir siendo reconocido por todos los técnicos del club como uno de los chicos con mayor proyección, ni mucho menos ser incluido como parte de pago en “el pase del año” para los boquenses: El que significará el regreso de Carlos Tévez a la Bombonera.

Con apenas 18 años este rosarino que juega como delantero, y aún no es reconocido por la totalidad del público futbolero, desembarcará nada más y nada menos que en el campeón italiano: La Juventus. “La Vecchia Signora” aprobó recibir en sus filas a este juvenil rosarino, orgullo de nuestra Liga, quien es enmarcado por la prensa como una de las más grandes promesas del fútbol argentino. Un jugador con puede “explotar” una vez que le den algo de continuidad, regularidad que no pudo tener en el Boca del Vasco, pues el DT contaba con estrellas, como Daniel Osvaldo, y un numeroso grupo de delanteros consolidados, como Jonatan Calleri, “el burrito” Martínez, y Andrés Chávez.

A los 14 años Vadalá dejó Provincial para probar suerte en Boca, pero antes ganó un tendal de trofeos aquí. En 2007, la 97 de “Provin B” ganó los dos torneos que hubo en juego, el Preparación y el Oficial (más extenso). En 2008 se alzaron con el “Ilusiones del Futuro”, y en 2009 ganaron la Copa Pinasco, en 11ma. Div, y el Torneo Ivancich. Según la nota realizada por José Luis Barragán en www.caprosario.com.ar, la página del Club Atlético Provincial, Guido Vadalá anotó los dos goles con los que el club de barrio Jorge Cura venció 2 a 1 a Sagrado Corazón, y se coronó campeón invicto esa temporada.

En el 2011 arrancó en la novena división xeneize, y desde su presentación, demostró rápidamente sus condiciones. Su nivel futbolístico creció con el correr de los partidos, y a partir de sus goles, que siempre han sido su carta de presentación, logró transitar con todo éxito el camino de las divisiones juveniles de AFA, donde tuvo algunas actuaciones memorables, como aquella de noviembre del 2014 cuando le convirtió 7 goles a la sexta división de Argentinos Juniors. Todo un récord. En el 2013 además, logró convertirse en el máximo artillero de todas las divisiones inferiores de AFA, a partir de los 32 goles que señaló en los 29 partidos que jugó.

Desde Rosario Fútbol por supuesto, Portal oficial de la Asociación Rosarina, queremos felicitar a Guido y su familia, así como a toda la gente que trabaja en Provincial (entre ellos Guillermo González, uno de los Directores Técnicos que más lo tuvo en su paso por el club rojo), por este fantástico paso en su carrera, así como desearle el mayor de los éxitos en el Subcampeón europeo. Ojalá la Juventus, uno de los clubes más importantes y ganadores del mundo, lo vea descollar con la pelota en los pies, tanto o más de lo que lo disfrutamos aquí en la ciudad.