Por Miguel Martínez.

La mayor cantidad de años que estuvo afiliado a Rosarina Juan XXIII los pasó en la A. Las dos veces que le tocó descender subió rápido. Su primer título de la Copa Pinasco fue en 1998 (cuando todavía había un solo ascenso), y ahora, en 2010, aunque quizás no salga campeón, ya se apoderó de uno de los dos boletos que había para el Molinas 2011. Un club con mucha historia en la ciudad, del cual han surgido, entre muchos otros, el Kily González, Roberto Bonano, Luciano Figueroa,  Lucas Bernardi y Mauro Fórmica.

El logro no fue sencillo. En su carrera por volver a la A tuvo que superar a duros rivales como Botafogo, Provincial y Argentino entre otros. Su presidente es Adolfo Rinaldi, con quien ya conversamos en Rosario Fútbol Radio, y su técnico Ariel Ercoli, con quien charlamos hoy para que nos haga un repaso de la gran campaña realizada, la cual les permitió, una fecha antes de la finalización del torneo, asegurarse el ascenso, y todavía tener chances de ser campeón.

__Contanos Ariel ¿cómo te sentís luego de haber obtenido este ansiado ascenso?

__Muy bien. A 48 horas del logro uno está un poco más tranquilo, analiza mejor las cosas que pasaron, y siente una profunda satisfacción por el logro obtenido.

__Más allá de que el logro es colectivo, primero te pregunto a título personal... ¿habías conseguido otros ascensos antes?

__Sí, había ascendido con Universitario de Córdoba en la Liga Cordobesa, y había tenido dos subcampeonatos, uno con Cremería de Carcarañá en la Liga Cañadense, y otro con Nueva Unión de Pérez en la Liga Interdepartamental. Después lo que he logrado también son campeonatos de inferiores.

__Acá en Rosarina... ¿a qué otros clubes dirigiste?

__Me inicié en Adiur, después fui a Juan XXIII, en el 2004-2005 fui Coordinador. Lo reemplacé a Raimundo en primera. De ahí me fui a Central Córdoba, donde dirigí a la 4ta y 5ta división. Después a San José y ahora de vuelta en Juan XXIII.

__Te oí marcar algunas diferencias entre ustedes y Arijón, que es el otro equipo que ascendió. Contame un poco al respecto...

__Sí, lo que decía es que Arijón tuvo un plus extra sobre los demás equipos porque tenía un grupo conformado con varios años de trabajo. La verdad que hay que sacarse el sombrero ante Cilindro por armar y contener a ese grupo. Nosotros tuvimos que empezar de cero. Sufrimos la partida de 14 jugadores. Con la incorporación de algunos chicos de la zona, más alguno que yo conocía, se armó un plantel nuevo. Por suerte supieron asimilar rápido el proyecto.

__Fueron de menor a mayor, de eso no hay dudas.

__Sí, por lógica todo plantel nuevo va de menor a mayor. En la Zona Clasificatoria sacamos muchísimos empates, perdimos uno solo, y clasificamos prácticamente en la última fecha. Gracias a Dios explotamos en la Zona Campeonato, y así como Arijón tuvo la delantera más goleadora, nosotros tuvimos una de las vallas menos vencidas (N. de la R: Tienen 25 goles en contra y sólo los supera Provincial con 24). Creo que recorrimos dos caminos distintos pero los dos llegamos a conseguir lo mismo.

__¿Cuáles fueron las claves para conseguir el ascenso?

__Para mí hubo dos claves. Primero la fortaleza del grupo para solucionar problemas personales dentro del mismo grupo. Yo he sufrido la muerte de un familiar, otros chicos también, y de ahí para abajo... creo que nos hicimos fuerte en eso. En procurar que no se caiga el amigo, el compañero. Y en el plano estrictamente futbolístico fuimos un equipo sólido, que no brilló, que se armó de atrás para adelante, porque sabíamos que arriba con Olivera, Castañeda, Rojas, con los chicos que iban por los carriles como Maciel, en cualquier momento podíamos encontrar la diferencia. Atrás estábamos firmes. Bueno, vos viste algunos partidos nuestros, en algunos daba la impresión que nunca nos iban a poder convertir.

__Te escuché también tirar una estadística interesante referida a los segundos tiempos. Contanos cómo es.

__Sí, porque en los primeros tiempos nosotros estuvimos más o menos parejo con todos, pero en los segundos nos fue mejor y casi siempre pudimos marcar una diferencia a favor. Es más, perdimos solamente un segundo tiempo en todo el año. Es una estadística que habla bien del trabajo físico que hizo el profe Nicolás Klebcar.

__¿Cuál fue la edad promedio del plantel?

__El promedio yo calculo que andará en los 24 o 25 años, que para la divisional es importante porque estamos hablando de gente madura. El más viejo fue el número 5, Raúl Aranda, que tiene 33, y los más jóvenes Alan Ledesma y Antonio Castañeda, que son categoría 89.

__¿Tenés pensado seguir en Juan XXIII el año que viene?

__Mirá... propuestas tengo. A principios de año tuve algunas del campo. Actualmente soy también Coordinador de Atlético San Jerónimo de la Liga Cañadense. La prioridad la tiene Juan XXIII, después se verá qué otras cosas surgen. De todas maneras ahora no quiero hablar de eso porque falta mucho. Primero hay que trabajar para hacer un buen papel ante Central B, después trabajaremos hasta el 30 de noviembre porque tenemos algunos partidos como premio para los jugadores en el interior, y después a descansar, y recién después me reuniré con los dirigentes para ver si sus ideas se condicen con la mía.

__¿Les interesa salir campeón o ya se dan por satisfechos con el ascenso?

__Sinceramente el objetivo ya está logrado. Lo que queríamos era poner a Juan XXIII en la A, si después viene la frutilla del postre mejor, pero si sale campeón Arijón, bienvenido sea también porque es un equipo que se lo merece. Que se ganó su lugar con fútbol, con ideas claras, y no me parecería mal que el título quede en manos de ellos.

__¿A quién le dedicás este ascenso?

__A mi familia, a mis hijos, a mi madre, que siempre estuvo al lado mío en las malas, y ahora también en las buenas. A mi pareja, y por sobre todo a los chicos, los muchachos. Un plantel por el que hay que sacarse el sombrero y al cual le estoy infinitamente agradecido, porque si el plantel no entiende tu prédica, si no está con vos, si no te da el lugar que te corresponde, cualquier logro es imposible. Y después por supuesto a los dirigentes que confiaron en mí, y al resto del cuerpo técnico, Nico Klebcar, Claudio Marinich, Rubén Giménez, y a los técnicos de inferiores.