Fotos: Facebook Jonatan Brulé.

Los que llevan años recorriendo las canchas de la Asociación Rosarina saben perfectamente quién es. Jonatan Lionel Brulé era de chico un mago con la pelota. Un crack, casi al nivel del genial Lionel Messi. El único que podía hacerle sombra en aquella recordada categoría 87 del fútbol infantil. Por aquel entonces “tapita” Brulé jugaba en Rosario Central y lideraba el equipo que un par de veces al año tenía cruces destellantes con el rojinegro elenco de “la pulga”. Pese a todo su talento futbolero, Jonatan no pudo hacer pie en el fútbol profesional.

Hoy es un muchacho de 28 años, hecho y derecho, militante social, y que tuvo infinidad de trabajos y changas para rebuscarse la moneda. Como tantas otras historias similares, sus proezas se hicieron leyenda urbana y los que lo vieron brillar en aquellas canchitas de baby, se lamentan de que nos hayamos perdido su categoría en los estadios de Primera. Razones por las cuales un chico que promete no llega al profesionalismo hay muchas, charlando con él conoceremos algunas. Al menos las que incidieron en su caso.

__Decime Jonatan... primero... ¿cómo jugabas al fútbol? Aunque por ahí sea raro hablar de uno mismo... me dicen que eras un fenómeno, casi al nivel de Messi.... ¿es tan así?
__Mi forma de jugar al fútbol desde chico fue siempre divirtiéndome, con alegría. Siempre me gustó jugar de enganche, hacer goles, dar pases a mis compañeros. A Lionel me tocó enfrentarlo varios años en el baby, tuve la suerte de jugar un torneo con él en Malvinas. Lo de si estaba al mismo nivel que él lo dejo a criterio de los que me conocen y me vieron jugar porque ponerse a la altura del mejor no es nada fácil.

__¿Cómo recordás esa época del baby? ¿Te acompañaba tu familia?
__Las tardes de sábado en el baby las recuerdo con mucho cariño, mi familia siempre me acompañaba a todos lados. Tengo muchos lindos recuerdos de esa época.

__Yo recuerdo a tu hermano mayor que era un muy buen delantero de El Torito, ¿dejó el fútbol también?
__Sí, mi hermano mayor Natalio fue un fenómeno. Lástima que tuvo un problema de salud que le impidió continuar con su carrera futbolística.

__¿Cómo fue que te fuiste alejando vos del fútbol?
__Me fui alejando del fútbol cuando jugaba en Central, a los trece años. Había un coordinador de inferiores, el señor Edgardo Arbe, que no me tenía muy en cuenta por ser flaco. Me tenía pintado. Me dijo que me busque otro club, mientras a mí me habían venido a buscar de Boca, River, Newell's, entre otros equipos. Me terminé yendo de Central. De ahí fui al club de mi barrio, El Torito, donde estaban todos mis amigos; pero no era lo mismo, sino jugaba en Central no tenía las mismas ganas. Después de Torito pasé por Olympia, de ahí me fui a Argentino de Rosario. En ese momento de mi vida, tendría entre 17 y 18 años, ya no me sentía tan ligado al fútbol, había perdido muchos de los hábitos de deportista y como todo pibe en esa edad salía a bailar, dedicaba más tiempo a estar con mis amigos que otra cosa.

__¿Cuando dejaste hubo gente que te fue a buscar, o te dijo “Tapa, volvé que sos un crack”?
__Sí, me vinieron a buscar de varios lugares. Desde que dejé el fútbol hasta el día de hoy me siguen diciendo que juegue.

__¿A qué te dedicás actualmente? ¿Estás trabajando?
__No, actualmente estoy buscando trabajo. Armé mi propia familia, tengo dos hijos varones, a los cuales les dedico mucho tiempo. Pero antes sí tuve muchos trabajos, entre ellos uno en Coca-Cola, en una fábrica de vidrio, en puestos de comida, en supermercados, en Cotar, y algunos otros. Hace poco empecé a interesarme activamente en la política. Estoy militando para el Movimiento Evita, desde donde trabajamos en los barrios más necesitados. Tratamos de ayudar a la gente en todo lo que podemos.

__¿Extrañás el fútbol? ¿Lo seguís jugando con amigos?
__Sí, se extraña el fútbol. Lo juego con amigos una vez por semana.

__¿Qué pensás que te faltó para llegar? Porque condiciones al parecer tenías muchas...
__Primero creo que en Central tendrían que haberme aguantado y cuidado. A medida que me fui alejando del club perdí la constancia, la responsabilidad, que son cosas esenciales para un deportista. Y también me faltó suerte.

__¿Tuviste en algún momento algún representante?
__De chico siempre me quisieron representar; me vinieron a buscar de varios lugares. El chiquilín García me quería llevar a River, Néstor Rozín me quería llevar a Newell's. Cuando tenía diez años me juntaron con Lionel, jugamos un torneo y le ofrecieron a mi padre comprar mi pase pero se negó. De grande, mi último representante fue Rozín en Argentino de Rosario.

__Tenés 28 años ¿no pensaste en jugar al menos los torneos de Rosarina?
__No, me siento bastante alejado del fútbol como para volver a jugar un torneo.

__¿Qué significa el fútbol en tu vida? Sé que sos hincha de Central.
__El fútbol es una pasión para mí. Significa mucho, aunque hoy en día tengo cosas más importantes en mi vida. Soy de Central, es cierto, muy fanático... viene de familia.

__¿Jugaste en tu categoría con muchachos que hoy están en Primera?
__Sí, jugué con Luciano Monzón que hoy juega en Boca, en el club Defensores de América que está en el barrio Parque Casas. También compartí entrenamientos con Ángel Di María, Milton Caraglio, y Facundo Castillón, entre otros.

__¿Qué le aconsejarías a los pibes que juegan en la ARF, soñando con llegar a primera algún día?
__Que sigan soñando, que sean responsables, que tengan constancia en el entrenamiento pero por sobre todo que se diviertan. Aunque el camino sea difícil siempre hay que ir para adelante.

__¿Pensás que hay muchos casos de chicos como vos, que pese a sus condiciones no pueden llegar?
__Seguro, como mi caso debe haber cantidad de buenos jugadores, con talento, que no son tenidos en cuenta por cuestiones que van más allá. Con el paso del tiempo uno se va dando cuenta que el fútbol es un negocio, y que hay muchos intereses en juego. Esto, lamentablemente, es algo perjudicial para el fútbol.