__Contanos Hugo… ¿cuándo fue que llegaron a Chile?

__Nosotros vinimos el 23 de enero, o sea que cuando fue el sismo ya hacía un poquito más de un mes que estábamos acá.

__¿Vos y Sebastián solos, o eran más chicos de Rosarina?

__No, vinimos a probarnos cinco jugadores de Unión de Álvarez y quedamos nosotros dos. Nos trajo Ricardo Piassi y Pablo Tallarico, que vendrían a ser nuestros representantes. Ellos manejan una empresa que se llama “Academia Rosario Sport”.

__¿Hay otros argentinos en tu club?

__Sí, dos. Matías Sepúlveda y Andrés Colombo. Colombo es de Rosario, tiene 22 años y jugó en Oriental y San José. Sepúlveda es un delantero pampeano, de General Pico. Los dos se volvieron a la Argentina después del terremoto. Ahora están volviendo.

__¿Dónde estaban ustedes cuando sucedió el sismo?

__Durmiendo. Nos agarró durmiendo. Primero pensamos que las cosas se estaban moviendo porque había mucho viento, pero después, cuando vimos que todo se seguía sacudiendo cada vez más fuerte, nos dimos cuenta que no era viento sino un terremoto. A nosotros se nos cayó un ropero, y después cuando se estaba por caer el televisor lo alcanzamos a agarrar. Ahí escuchamos gritos pidiéndonos que saliéramos de la casa porque había peligro de derrumbe y bajamos corriendo.

__¿Dónde están viviendo?

__Es una casa de dos pisos. Un residencial donde vive una familia, que son los dueños, y otros pibes, jugadores de Deportes Concepción y la U de Concepción. En total seremos 12 más o menos.

__¿Y qué pasó en ese momento? ¿Cuándo bajaron a la calle? ¿Se pasó el susto?

__Al principio, con Sebastián, como que no caíamos. Pero después, cuando empezamos a recorrer la ciudad, la parte del centro, y vimos cómo estaban todas las calles levantadas, los edificios derrumbados, partidos al medio algunos… los autos rotos, ahí nos empezamos a asustar un poco y nos dimos cuenta la suerte que tuvimos de que no nos pasara nada.

__Podríamos decir que en la calle de ustedes no pasó nada…

__Sí, porque a cinco cuadras de donde estamos parando nosotros está todo destruido. Pero no, gracias a Dios la casa nuestra aguantó muy bien. Se ve que es muy fuerte porque no tiene ni una rajadura. Lo único que se cayó fue la chimenea, y se rompió un vidrio.

__¿Cómo vivieron los días posteriores? Todo el tema de los saqueos y el desabastecimiento.

__La recomendación que nos daban todos, por el toque de queda y por el caos en que se convirtieron las calles, era que nos quedemos adentro. Así que tratamos de mantenernos en la casa. Igual desabastecimiento nunca pasamos. La familia que nos atiende tenía provisiones, hacía pan, y siempre comimos tres veces al día. Desayuno, almuerzo y cena.

__¿Cómo hicieron para avisarles a sus familias?

__La ciudad quedó incomunicada. Pero por suerte ese mismo día fueron a visitarnos Tallarico y Daniel Salvador, el coordinador de todas las inferiores del club. Se fijaron que estuviéramos bien, y le avisaron a Piassi, que enseguida habló con mi familia para que se queden tranquilos.

__¿Y cómo están ahora? ¿Practican normalmente?

__Sí, ya estamos haciendo vida normal. En el club hay agua, luz, todo. Veníamos practicando con la reserva, y de golpe nos dijeron que empezábamos a entrenar con la primera. Es más, mañana sábado jugamos un amistoso contra Osorno en Valdivia, y nos convocaron a los dos. Así que estamos muy contentos.

__Tengo entendido que el club de ustedes se convirtió en un Centro de Ayuda para los damnificados ¿es así?

__Sí, y nosotros por orden de los dirigentes estamos colaborando. En la página de Internet del Conce (N. de la R: www.deportesconcepcion.com) creo que se pueden ver algunas fotos. Pasa que Iván Zamorano mandó un camión lleno de cosas para que el club las reparta entre su gente, socios, vecinos, jugadores… en realidad no sé si lo mandó él, el gobierno, o la Federación Chilena de Fútbol. Todos dijeron Zamorano.

__¿Cómo se sienten actualmente Hugo? ¿Felices por la chance que tienen de practicar con la primera o aún con algo de miedo por las réplicas que se vienen dando en los últimos días?

__Nooo, miedo no tenemos. Gracias a Dios estamos bien… tranquilos. Tratando de pensar en positivo. De mirar para adelante. Acá todos sabemos que lo peor ya pasó. Lo de las réplicas no nos asusta porque nos dijeron que son las capas de la tierra que se están reacomodando.

__Esta nota la van a leer muchos en Rosario… ¿a quiénes les querés mandar saludos?