Vistió más de una docena de camisetas en su carrera futbolística, y paradojicamente no guarda ni una de todas ellas. Este detalle, que pinta de cuerpo y alma a nuestro protagonista de hoy, se debe a que ha regalado hasta la última casaca (incluso de entrenamiento) a lo largo de estos años. Es más... también ha dado pantaloncitos y medias. Lo que se dice un tipo generoso. “Todos los recuerdos los guardo en mi memoria” explica con sensatez, Leandro Luis Castillejo, 41 años, que de él hablamos.

En algún momento, cuando fue contemporáneo de Gonzalo Castillejos, más de uno los confundía. Obviamente por la similitud de apellidos, y por la costumbre de ambos de meter goles. Aquel llegaría a la primera de Central, y más tarde pasaría por Lanús y Argentinos Juniors entre otros. El nuestro, Leandro, continuó recorriendo canchas incansablemente. Amante de este deporte, se repuso a mil batallas, a un par de lesiones, y el paso de los años parece no quitarle las ganas de entrenar, jugar, y seguir cosechando amigos. Comenzó de grande. Fue fichado a los 16 años por Nautico Sportivo Avellaneda, "es que en mi época ni baby había" explica. A la temporada siguiente ya pasaría al club de sus amores: Rosario Central.

“Leandro es un fenómeno, un excelente compañero. Los chicos lo escuchan mucho, siempre les da consejos” reconoce Mauro Ciotta, actual compañero en Renato Cesarini. “Para mí la satisfacción de compartir plantel con él es doble ya que vive cerca de mi casa y es un gran amigo de la vida” añade el defensor que el año pasado jugó en Unión Americana. Otro que opina de “Casti” es el relator Jorge “bambino” Martínez. “Yo en mis relatos le había puesto «el eterno». Como delantero siempre lo vi como un caballo salvaje, por sus pelos al viento. Vivía en el area. Su mano arriba para marcar el pase y gritar «tiramelá» son características. Un tipo que como jugador es como en su vida, simple. Conserva la alegría, por sobre todo” graficó Martínez, que lleva 25 años acompañando a Ernesto Del Pozzo en sus transmisiones radiales.

Un gran compañero suyo fue Leonardo Lucca, marcador lateral, apenas un año menor que Castillejo, con quien jugó en Social Lux y Mitre de Pérez. “Con Casti logramos el ascenso en Mercadito, año 2006. Siempre voy a tener un gran recuerdo de él, fue muy respetado dentro y fuera de la cancha. Es muy valorable y admirable que aún se mantenga vigente. Otra prueba de que el DNI no interesa al momento de entrar a una cancha” señaló Lucca. Y hasta los árbitros lo conocen bien. Sergio Dessimoni, ya alejado del fútbol (sólo dirige Futsal), comentó “lo apreció muchísimo. Es un genio el narigón. Lo considero uno de los amigos importantes que me dio el fútbol”.

Otro que opinó de Castillejo fue un rival, Germán “el huevo” Chávez, volante de Defensores Unidos. “Aunque nunca me tocó compartir club con él, una vez jugamos juntos, en el 2013, cuando en cancha de Tiro Suizo se hizo un partido benéfico para recaudar fondos para un Comedor. Leandro es una gran persona sin dudas. Excelente jugador que se brindó por todos los clubes en los que jugó. Se ha ganado un respeto en Rosarina, no sólo como futbolista, también como persona” remarcó Chávez, otro veterano, aunque menor, de 34 años.

Leandro jugó en 14 de nuestros clubes (ver nota aparte), y en 2015 apuesta por su equipo número 15: Renato Cesarini. Pero para conocerlo más a fondo, si es que aún no lo "tienen", compartamos lo que charlamos con él:

__Contanos... ¿en Central con qué jugadores pudiste compartir plantel? ¿Alguno conocido?
__Sí, un montón. Con Carbonari, con Cuberas, con Vitamina Sánchez, con Mario Gori… cuando los veo enseguida nos reímos y por supuesto recordamos anécdotas de aquellos tiempos.
__¿Qué es lo más lindo que tiene el fútbol?
__Las amistades que uno puede hacer. El reconocimiento de la gente es hermoso. No sólo de excompañeros, también de conocidos de otros clubes.
__¿Si tenés que mencionar algún amigo especial, podrías?
__Y mirá... la verdad que mi mejor amigo dentro del fútbol siempre fue Emiliano Giorgelli, un pibe que jugó conmigo en Lavalle. Igual tengo infinidad de amigos…
__Sos hincha de Central, pero en Rosarina... ¿sos hincha de alguno?
__(Duda, piensa)... Mitre, pasé tres años excelentes ahí. Tengo muchísimos amigos y un sentimiento importante por ese club.
__¿Recordás alguna campaña más que otra?
__Las campañas que lográs algo son las que te quedan en la memoria. Como la que hicimos con Juan XXIII, con Agua y Energía, con Social Lux, ahí logramos los objetivos… también en Central fuimos campeones de Cuarta División. Pero ojo que el período de Mitre para mí fue importantísimo. Espectacular. Tres años en que siempre fuimos mejorando.
__¿Cuáles son tus principales virtudes como jugador?
__(Hace muecas, sonríe, insinúa no tener virtudes)...
__No sé... ¿cómo te ves como jugador? ¿Tan autocrítico sos con tu tarea?
__Y sí, la verdad es que siempre fui autocrítico, uno sabe cuándo juega bien y cuándo juega mal. He tratado de destacarme por la fuerza, por el cabezazo, y sobre todo por tratar de asistir. Porque no sólo uno como delantero debe convertir, sino también hacerle marcar goles a los compañeros.
__¿Cuál fue el mejor técnico que tuviste? O al menos el que más recordás...
__El que tengo ahora, Andrés Cabrera (risas)… a él siempre lo cargo con ese tema. Pero no, la verdad que recuerdo mucho a otros tres, no sólo excelentes como DT, sino también grandes personas: “el negro” Yoya, “el loro” Gaitán, y Nahuel Martínez, de los tres saqué muchas cosas.
__¿El mejor gol de tu extensa carrera? ¿Cuál fue?
__El de Social Lux significó mucho para todos sus hinchas, por eso se recuerda tanto (N.de la R: Se refiere al que les permitió ascender). Pero yo también me acuerdo de uno que hice en cancha de Tiro Suizo, jugando para Mitre, y nos permitió salvarnos del descenso. Ese fue importantísimo.
__¿Cuál es la principal diferencia que ves entre el fútbol antiguo y el fútbol actual?
__Cuando arranqué corríamos 15 o 20 kilómetros, después pasamos a 200 o 300, y ahora estamos 5 x 5, 10 x 10, 40 x 40… (risas), la exigencia física para mí es el principal cambio.
__¿Y cómo estás en lo físico? ¿Eso te obliga a pensar en el retiro?
__Físicamente estoy bien. Reponiéndome de una lesión que tuve, pero los profes me están llevando bárbaro. Mientras que no me echen yo pienso seguir jugando (risas).
__Hoy imagino que a los compañeros más jóvenes les debés dar muchos consejos, ¿qué les decís?
__Sí, les hablo un montón y por suerte los chicos en Renato me escuchan bastante. Tienen una buena escuela y así se hace más fácil… el Indio Solari los tiene zumbando (risas). Además “el chanchi” también impone mucho respeto.
__¿Soñás con lograr tu cuarto ascenso?
__Sí, por supuesto. Me encantaría ascender de nuevo. Yo creo que Renato merece estar en la A por infraestructura, por jugadores, por técnicos… por historia. Yo voy aportar mi granito de arena, mi experiencia, y le estoy muy agradecido al profe, “el chanchi” Andrés Cabrera, por darme la oportunidad de sumarme a este proyecto.
__La última, si te digo Rosarina ¿qué me decís?
__Y... es parte de mi vida. Indudablemente es la Liga más importante del interior del país… lejos. Yo he tenido la posibilidad de jugar en otras, como la Cañadense, pero en organización y en todo no se compara. Es muy lindo ser parte de estos torneos.