Fotos y texto Miguel Martínez.
Cuando la gente quiere afirmar que algo es improbable lo grafica diciendo “el día del arquero”. Tal fecha no existe, pero el que sí está estipulado es el día del árbitro, el cual se festeja todos los 11 de octubre. Por eso, siempre durante este mes, los hombres de negro se reúnen para celebrarlo y compartir en familia y con amigos, una grata velada, que a la vez sirve para empezar a despedir el año.
En esta oportunidad “la cena de los árbitros” se llevó a cabo en “Excelency”, un salón de fiestas ubicado en la intersección de calles Rioja y Río de Janeiro. Allí, alrededor de 100 personas (árbitros y familiares de los susodichos), se juntaron este sábado para reírse, bailar, y hasta ganarse algún que otro valioso premio, donado por la Asociación Rosarina de Fútbol.
La comida fue francamente espectacular. Empanaditas de copetín y sandwichitos sirvieron de entrada; unos deliciosos crepes con salsa de espinaca fueron el primer plato; y pollo a la parrilla con papas fritas el segundo. Cuando se sirvió el postre ya la música había ganado el recinto y hacía bailar, con sumo fervor, a buena parte de los presentes.
La organización corrió por cuenta de un grupo de árbitros, encabezado por Cristian Ferreyra, entre los cuales estaban Matías Bianchi, Gonzalo Ferrari, David Luzzi y Facundo Domínguez. Precisamente éste último no pudo estar porque se encontraba rindiendo el último examen del curso de árbitro nacional. Domínguez rindió bien la parte física, y espera el resultado por fax de la evaluación teórica.
En la fiesta del arbitraje rosarino dijeron presente Sergio Pezzotta, árbitro internacional, y Julio César Ayala, asistente internacional. También concurrieron directivos de la Asociación Rosarina de Fútbol. Su vicepresidente, el Sr. José Zanabria, y el protesorero, Daniel Bertolano. Además, claro está, el Director de la Escuela, Sr. Néstor Verna.
Para amenizar la velada estuvo “Lyland”, una banda de rock integrada por jóvenes árbitros, que hicieron covers de muy buena calidad. Luego fue el turno de los regalos y allí se sorteó un horno microondas, que quedó en manos de Matías Ballinari (uno de los más jóvenes del plantel arbitral actual), y dos reproductores de DVD. En el primero de ellos el favorecido fue un referí, Fabián Sosa, y en el segundo el designador que tiene la ARF, José Luis Beas.
Lo más lindo que dejó la noche es que se pudo ver el lado más amable de quienes habitualmente imparten justicia en nuestras canchas. Distendidos, sonrientes, y acompañados de sus afectos, los árbitros locales se dieron el gusto de dejar las tarjetas en el cajón de su casa, y disfrutar un encuentro sin silbidos ni insultos. Desde Rosario Fútbol los felicitamos, y les agradecemos por dejarnos compartir “su” momento.