Una nota de color

Los torneos de la Asociación Rosarina de Fútbol se parecen cada vez más al fútbol profesional. No sólo por el nivel de preparación que tienen los equipos que participan, también por otras cuestiones, como los festejos, las cábalas, y la coqueta vestimenta que se usa. En ese ítem, los botines son de los objetos que más se han modernizado últimamente.

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Daian Vocos, marcador lateral de Central Córdoba, luciendo un par de botines bastante fluo.
Eric Romero de Oriental, tuvo el detalle de buscar unos botines haciendo juego con su casaca.
Federico Pereyra, de Renato Cesarini, usando estos botines naranja muy vistos últimamente.
Gastón Brenga, de Morning Star, usa unos botines Nike de color violeta.
Gustavo Gómez, zaguero de Defensores Unidos, pisa fuerte con su ejemplar de color azul.
Leandro Belén, el hábil volante de Unión de Álvarez, y sus coloridos botines en Bella Vista.
Leandro Cerrutti, de Banco, optó por el calzado blanco, a tono con su indumentaria.
Maximiliano Blanco, de Tiro Suizo, usando unos botines grises de Nike, con la pipeta roja.
Maxi Ghergo, jugador de Tiro Federal y el Seleccionado Sub16 de la ARF, usa Adidas.
El gran Ricardo Chete Ojeda, usando sus botines blancos con franjas doradas.
Nicolás Bustamante, de Adiur, usa calzado blanco y rosa en el sintético del club del viaducto.

Ya casi no nos acordamos de la época en que los botines de fútbol eran, todos, sin excepción, de color negro. De hecho los futbolistas más jóvenes, que no vivieron aquellas décadas, han crecido eligiendo en las casas de deportes, calzados teñidos por una amplia paleta de colores. Y eso que no nos remontamos más atrás en el tiempo, cuando los botines se llamaban así, justamente porque eran como “botitas” (negras, naturalmente), de duro y pesado cuero, similares a las que pueden apreciarse hoy por hoy en el Museo de la Ciudad.

El mediocampista Alan Ball, integrante del Seleccionado inglés campeón del mundo en 1966, fue el pionero en utilizar botines de color blanco. Pero la explosión real de esta tendencia, se originó a mediados de los 90. En nuestro país uno de los jugadores que fue abanderado en esto de usar botines de colores fue Antonio Mohamed. El “turco”, joven y extrovertido por entonces, parecía rarísimo (y usando zapatillas). Los relatores lo distinguían a la distancia por ese detalle, los hinchas también. Lo cierto es que al poco tiempo impuso la moda, y ahora son minoría los que usan botines oscuros.

Como todo evoluciona, la indumentaria para el fútbol no podía ser la excepción. Así, los botines son cada vez más anatómicos y livianos. Los modelos se van renovando periódicamente, y por supuesto, vienen en todos los colores. Una de las empresas que más vende en el país es Nike, que tiene gran llegada entre los jóvenes, y ha incursionado en diseños modernos y llamativos. Su gran competidora, es la alemana Adidas, sponsor oficial de la Selección Nacional, y también con mucha tradición en vestir a este deporte (y a nuestros clubes).

En la actualidad, los diseñadores se siguen esforzando para crear un botín más confortable. Los nuevos modelos tienen lengüetas que protegen al pie del roce con los cordones, suelas ergonómicas, tapones intercambiables para los diferentes tipos de piso, punteras que protegen las uñas, y según los científicos, buscan aumentar el “tacto” del jugador con el balón, y minimizar la posibilidad de lesiones en tobillos y rodillas. Todos estos vistosos botines pueden verse en las canchas de la Asociación Rosarina de Fútbol fin de semana tras fin de semana.

En las fotos que usamos para contextualizar esta nota, es posible apreciar sólo un puñado de los muchísimos diseños que vemos cada domingo.