Un merecidísimo reconocimiento se le brindó hoy, miércoles 16 de octubre, a Carlos Timoteo Griguol. El mismo se llevó a cabo en el Concejo Municipal, por iniciativa del edil del Partido Demócrata Progresista, Aldo Pedro Poy. El ex futbolista de Rosario Central, ha impulsado desde que asumió su banca, una serie de homenajes a viejas glorias de nuestro fútbol, sean o no nacidos en la ciudad. De hecho Griguol, hombre que en Rosario está claramente vinculado a Central, es oriundo de Las Palmas, pequeña localidad de la provincia de Córdoba.

Timoteo es nacido en septiembre de 1936, y a sus jóvenes 77 años se lo ve espléndidamente lúcido. Estuvo en el Palacio Vasallo acompañado por sus esposa, sus dos hijas, y unas cuantas de sus nietas. Se lo vio feliz, y con su habitual buen humor, recibió los regalos que le prodigaron durante dos horas, personalidades de la política, el fútbol y la música local. Primeramente, el Presidente del Concejo Deliberante, Sr. Miguel Ángel Zamarini, se refirió a lo grato que le resultaba presentar a esta figura de nuestro deporte, y a la unanimidad que había existido en todos los ediles a la hora de aprobar su reconocimiento como “Profesional Distinguido”.

Más tarde el promotor de la idea, Aldo Poy, enumeró los motivos por los cuales se había puesto en consideración el reconocimiento a Griguol. Leyendo, para no olvidarse ningún fragmento del documento, describió toda su trayectoria (la cual detallamos más abajo). Y poco después se le hizo entrega de los presentes. Allí fue el momento en que también la Asociación Rosarina de Fútbol se sumó al homenaje, y representada por su Presidente, Sr. Mario Oscar Giammaría, entregó una camiseta encuadrada de los Seleccionados Rosarinos.

A continuación, se pasó un video que compilaba imágenes (inéditas muchas de ellas), de Griguol como jugador y entrenador. También, claro está, con la palabra de ex dirigidos, como Carlos Aimar, Daniel Pedro Killer o Alberto “hijitus” Gómez, entre otros. Finalmente, vino el momento musical, tal vez el más emotivo del mediodía. Allí, Cecilia Petrocelli se encargó de entonar una gran versión de “Honrar la vida”, la bella canción de Eladia Blazquez, con acompañamiento en los teclados del maestro Jorge Canepa. Unos segundos antes, el hijo de Canepa, había recitado a modo de introducción unas sentidas palabras dedicadas a Timoteo.

Trayectoria:

Como jugador, Griguol debutó en Atlanta en 1957, un equipo que revolucionaría la década del 60 y en el que obtendría su único título como futbolista: la Copa Suecia del 58. En 1966, el Presidente auriazul Adolfo Pablo Boerio lo trajo a Rosario Central, donde rápidamente se ganó el cariño de la gente, por su carácter de líder y sus condiciones adentro de la cancha. Aquí jugó tres años, hasta que se retiraría en 1969, a los 33 pirulos.

Empezó a dirigir en Central en 1970. Y en 1971, con ocasión de un paro de los jugadores de primera, le tocó dirigir a ese equipo cuatro partidos, en los cuales obtuvo excelentes resultados, ante rivales encumbradísimos, lo que le permitió al club alzarse con su primer título de Primera División en AFA, de la mano de Ángel Labruna como DT.

Posteriormente dirigió al canalla en el período 1973-1975, en el cual salió campeón por primera vez como entrenador (en el Nacional 73). Fue aquel uno de los mejores equipos en la historia del auriazul: Lo integraban Biasutto, González, Pascuttini, Daniel y Mario Killer, Aimar, Solari, Poy, Bóveda, Cabral, Kempes, Arico, Munuti, Cornero, Colman y Giribert entre otros. En 1974 fue dos veces subcampeón, en el Nacional y en el Metropolitano, y eso le dio la posibilidad de disputar un triangular con Newell's y San Lorenzo, los campeones de dichos torneos. Aquel triangular se denominó Campeonato Argentino 1974. Tras vencer 1 a 0 a los de Boedo, y 2 a 0 al rojinegro, el equipo de Griguol obtendría dicho título, y el derecho a jugar la Libertadores del 75. Con semejantes resultados, Carlos Griguol se ganaba un lugar eterno en el corazón del público centralista.

Al año siguiente se fue a dirigir a México, donde se puso al frente del Cruz Azul, y más tarde de los Tecos de Guadalajara. Volvió al club de Arroyito en el período 77-78, donde su equipo tuvo un rendimiento regular, y en el 79 pasó al club Kimberley de Mar del Plata. Tras una breve incursión en esa institución, llegó otra etapa inolvidable para Griguol: la de Ferro Carril Oeste. Allí estuvo entre 1980 y 1987. Hasta entonces ese club navegaba en mitad de tabla, con 5 descensos, y nunca había llegado más alto que el cuarto puesto. En 1981, fue subcampeón del Boca de Maradona y Brindisi. Y casi de inmediato, les regaló a los de Caballito los únicos títulos que tienen al día de hoy: el Nacional de 1982, que ganó en forma invicta, y el Nacional de 1984.

En 1987 pasó a River Plate, donde obtuvo la Copa Interamericana venciendo a la Liga Alajuelense de Costa Rica. Pero algunos cortocircuitos con las estrellas del millonario, lo obligaron a volver a Ferro en 1988, donde estuvo hasta 1993. En 1994 agarró la conducción de Gimnasia y Esgrima La Plata, en donde consiguió tres subcampeonatos, Clausura del 95, Clausura del 96, y Apertura del 98. Como consuelo llegó la clasificación a la Copa Conmebol, la primera copa internacional que jugara el Lobo platense en toda su historia. A dicha institución volvió en dos ocasiones, en la temporada 2001 y 2003, donde dirigió hasta retirarse en 2004. En el medio, tuvo breves períodos en el Betis de España, y Unión de Santa Fe.