Fue un verdadero partidazo. Sin dudas el mejor y más parejo que le tocó afrontar hasta aquí al Seleccionado Sub-16 de la Asociación Rosarina de Fútbol. Enfrente estaba la Liga Departamental San Martín con asiento en San Jorge. Liga que incluye localidades con clubes fuertes, como El Trébol, Carlos Pellegrini, Piamonte, etc. El triunfo se concretó en el segundo tiempo, cuando a los 52 minutos Diego Becker, el enganche rojiblanco que hasta aquí no había podido marcar un gol, clavó un zurdazo impresionante al ángulo.

El partido fue emotivo de principio a fin. El conjunto rival se mostró de entrada nomás muy bien plantado. Con dos marcadores centrales que impactaban por su altura, y que se encargaron de demostrar durante todo el juego su fortaleza física. Con un volante central también muy activo y firme en la marca, un número 9 difícil de contener, y un número 11, zurdo él, que pintaba como el armador del juego. Sin embargo, una tontería cometida por el chico, le valió la expulsión cuando corrían apenas 11 minutos del primer tiempo. En una pelota dividida con Agüero, Jeremías Verbena le dio un puntapié al chico de Rosario cuando ya había pitado el árbitro, quien sin dudar le mostró la roja.

Esa jugada sin dudas condicionó el resto del cotejo. El cuerpo técnico de la Liga San Martín reclamó airadamente, empezó a preanunciar conspiraciones en su contra, pero lo cierto es que el árbitro había hecho lo correcto. Ante un golpe adrede y con el juego ya detenido, expulsó. En el primer tiempo la diferencia numérica no se notó. En todo momento “los celestes” platearon una lucha en mitad de cancha que no se pudo destrabar. Se raspó, se corrió, se intentó, pero no hubo grandes llegadas sobre los arcos. A Rosario le faltó desequilibrio, y no hubo tantas opciones de pase cuando los que venían de atrás traían el balón dominado.

En el complemento sí Rosario empezó a prevalecer. A los 5 minutos tuvo su primera chance clara en los pies de Emanuel Ojeda, que remató desde afuera del área y estrelló su disparo contra la base de uno de los palos. Tenía opción también para tocar por afuera pero se tuvo fe. A los 11’ otra inmejorable oportunidad se le escapó, cuando “el tanque” Aguirre recibió en la medialuna del área, giró muy bien, se sacó a su marcador de encima, y le dio de aire… apenas afuera. El balón salió besando el poste.

Y a los 22 minutos llegó la gran explosión de todos los rosarinos que había en la cancha. Cuando se avecinaba una hipotética definición por penales, Becker tomó el balón en la franja derecha, encaró en diagonal, se acomodó para la zurda y la clavó al ángulo. Inagarrable. Parecía liquidada la historia, pero la Liga San Martín no se iba a rendir tan fácilmente. Se siguió viniendo con todo en busca de la igualdad, y tuvo varias pelotas paradas que cayeron sobre el área, bien resueltas por los zagueros nuestros. No obstante, ya en tiempo adicionado al reglamentario se daría una jugada infartante.

Un centro muy bueno desde la izquierda, terminó en cabezazo de Amitrano (SM) que se estrelló en el poste rosarino. La jugada siguió y cuando el ingresado Cuello (SM) se abría hacia la derecha, Agüero fue al piso, lo enganchó, y el juez pitó penal. La pena máxima parecía enviaría el pleito una vez más a los penales, sin embargo Franco Vélez eligió quedarse parado, y pudo atajar el remate de Amitrano, convirtiéndose en el gran héroe de la mañana. Ahí nomás terminó la semifinal, angustiante hasta el último segundo, y se armó el gran festejo de nuestro Selectivo, que una vez más, jugó fantásticamente bien, ante un gran rival por cierto.

Las formaciones:

Rosario: Franco Vélez; Tomás Agüero, Tomás Zanotti, Faustino Nievas y Emanuel Pignani; Martín Acosta, Emanuel Ojeda, Sebastián Batista y Diego Becker; Matías Aguirre y Tomás Gómez. DT: Daniel Moscetta.

San Martín: Alexis Rolando; Iván Matievich, Jorge Martínez, Ignacio Arballo y Brian González; Darien Lugo, Facundo Scotti, Jonatan Ibañez y Hernán Díaz; Fernando Amitrano y Jeremías Verbena. DT: Sergio Chiabrando.

Figura: Franco Vélez.

Cambio en Rosario:

Hernán Paul x Tomás Gómez.