El arduo camino recorrido por Coronel Aguirre tuvo un final feliz. Al menos es el primer puerto al que querían arribar sus dirigentes, hinchas y jugadores, desde hace siete años. El Argentino B se asoma en el horizonte cercano. El Torneo del Interior ya es historia. Fue un campeonato extenuante que el rojiverde tuvo que disputar seis veces, para por fin poder superarlo en esta temporada 2013. En esta edición jugó 12 partidos, de los cuales ganó 7 y empató 5. Esto es, finalizó su brillante performance en forma invicta, detalle que evidencia la suficiencia con la que sorteó las series.

En esta esperadísima final el rival que le tocó fue Viale FBC, un equipo entrerriano con un ADN típico de los clubes de campo: mucha garra, mucha dureza en la marca, aunque a nuestros ojos, nos pareció verle poco fútbol de mitad de cancha hacia adelante. El 1-2 que se llevó de Rosario era un poco mentiroso, y aunque el resultado más justo hubiese sido un 2 a 0 a favor del conjunto de Villa Gobernador Gálvez, también podría haber terminado en un holgado 3-0. Pero hipótesis al margen, el resultado que debían remonar era ese escueto 1-2, y no pudieron hacerlo.

El árbitro Gustavo Muchutti de Resistencia, debió expulsar a Nery Segovia y Lucas Nickel de Viale, y Damián Fernández y Maximiliano Gutiérrez de Coronel Aguirre. Promediando el segundo tiempo el cotejo estuvo detenido varios minutos por agresiones entre jugadores y colaboradores de ambos equipos, y el juez debió adicionar 10 minutos una vez cumplidos los 90'. Según nuestros colegas, que aquí abajo consignaremos, el elenco local no tuvo tantas llegadas claras para convertir, y aunque intentó romper el cero hasta el último instante, careció de ideas para generar peligro real.

Diego Lavezzi, Presidente de Coronel Aguirre, tiene buena parte de la responsabilidad en esta conquista. El hermano del “Pocho” no claudicó cuando en temporadas anteriores se quedaron a mitad de camino, incluso a veces por cuestiones administrativas más que futbolísticas. Desde que asumió su cargo se planteó objetivos bien claros: construir un nuevo estadio y posicionar al rojiverde entre los poderosos clubes del interior que pelean en los Torneos del Consejo Federal. De a poco va dándole forma a su flamante cancha, y en lo estrictamente deportivo, ya se alzó con dos Torneos Molinas, y ahora, luego de este ascenso, hasta podrá disputar la Copa Argentina 2014.

Así vieron la final, y la campaña, algunos de los periodistas y medios que se encargaron de seguir de cerca este torneo:

Franco Scala (Diario El Ciudadano y la región).

Aguirre fue un merecido acreedor del ascenso al Argentino B porque de local se hizo muy fuerte y de visitante también fue sólido. Me da la impresión que Alberto Valiente, usó muy bien la experiencia que ganó en años anteriores, como en el 2008 cuando fue jugador, o en los últimos dos años cuando fue Ayudante de Campo de otros dos cuerpos técnicos. A ese conocimiento del club y del torneo, le agregó su impronta, y armó una excelente columna vertebral con Galetti, Junco, Nicoletti y Camafreita. A Viale FBC te diría que no le dio el piné para superar al rojiverde. Equivocó los caminos en el partido de vuelta, y estuvo más pendiente de ensuciar las acciones que de encontrar la profundidad que necesitaba. En los 180 minutos que se jugaron Aguirre fue más.

Pablo Martínez (Pasiones Rosarinas – Cablehogar).

Para alcanzar este logro tan anhelado yo creo que hubo tres patas bien visibles. Por un lado Diego Lavezzi, el Presidente, que fue insistente en la persecución del objetivo, por otro Alberto Valiente, el DT, que se mostró muy inteligente a la hora de plantear los partidos, y por último el plantel, que demostró ser un grupo humano muy unido. El partido en Entre Ríos fue muy cerrado, pero quedó claro que Aguirre era naturalmente más que su rival. Contestó con calma a la mala predisposición que tuvo Viale. Todo el tiempo ellos quisieron prepotear y provocar, pero el rojiverde fue paciente y no entró en ese juego. En el complemento por ejemplo ellos entraron en una mayor desesperación y ahí se notó la experiencia de Galetti para enfriar el partido. Esto le dio al ascenso un tinte de hazaña.

Bruno Cerino (Última Jugada – LT 3).

Apenas comenzó la campaña se notaba que este era el año del ascenso. Se logró una comunión entre el grupo de jugadores, el cuerpo técnico, la dirigencia y hasta los hinchas, que parecía como si todo estuviese dado para alcanzar el objetivo. Y de hecho los números lo han demostrado. En cuanto al partido del sábado, tuvo un clima bien de final. Aguirre se mostró siempre bien parado, sólido. Viale nunca pareció tener armas suficientes para vulnerarlo. Daba la impresión que por más que jugaran una hora más, o tiraran otros 20 pelotazos, no iban a poder hacer un gol. Y a la vez, aunque parecía resuelta la serie, había que esperar hasta el pitazo del árbitro porque la ventaja era sólo de un gol. Lo que le reprocharía a la “V” azulada es que tuvo una actitud desleal permanente, pretendiendo imponerse con mañas y agresiones innecesarias.