Gerardo Daniel Martino sorprendió a muchos cuando en diciembre de 2011 aceptó la oferta de Newell's para dirigir al primer equipo “leproso” y resignar la jugosa oferta de la Selección de Colombia. El “Tata” venía de realizar un gran trabajo en el Seleccionado de Paraguay, llevándolo por única vez en su historia a los Cuartos de Final de la Copa del Mundo. Y aunque su destino parecía ser algún otro Seleccionado del mundo, aceptó retornar al fútbol argentino, y poner en riesgo el prestigio ya ganado, para dirigir al club que lo vio nacer: el del Parque Independencia.

Ahora atraviesa un fantástico momento. El rojinegro lleva 7 partidos ganados consecutivamente. Cuatro por el Clausura, dos por la Libertadores y uno por la Copa Argentina. En el Torneo Local marcha segundo, a un punto de Lanús; en la Libertadores prácticamente tiene abrochada su clasificación a la siguiente ronda. Y en la Copa Argentina también sigue con vida, y en Octavos jugará ante Sportivo Belgrano o Talleres de Córdoba. De modo que los hinchas se ilusionan con pelear en los tres frentes. Y ¿porqué no? Plantel de jerarquía poseen, y DT con experiencia también.

Este viernes ese hombre exitoso y a la vez sereno y amable, se hizo un tiempo en su agenda para acompañar a Gerardo Andrés, su hijo, a la Asociación Rosarina de Fútbol. El chico, que arrancó jugando para Provincial, estuvo el año pasado en Sagrado Corazón, y ante la desafiliación de ese club, pasó a préstamo a Sarmiento, la institución que como ya es sabido trabaja en sociedad con la Fundación Messi. Hoy debía retirar su carnet, y así lo hizo. Como cualquier hijo de vecino.

Eso sí, el “Tata” no pudo eludir el afecto de la gente, que mientras aguardaba su turno aprovechó para pedirle un autógrafo, sacarse una foto con el teléfono celular, o apretarle afectuosamente la mano. En los pocos minutos que permaneció en la ARF, visitó el Salón “Lorenzo Biondo”, inaugurado en 2011, y en el cual se encuentran las imágenes de varios de los futbolistas que surgieron de esta Liga y esta ciudad. Martino se admiró por la cantidad de “estrellas” salidas de nuestra cantera, y felicitó a los directivos presentes por la belleza y la limpieza de dicho Salón de Conferencias.

No hubo tiempo para notas, o declaraciones altisonantes. Entre el cariño que le demostró la gente, el “Tata” apenas si pudo recorrer con curiosidad las fotos que fueron amuradas al flamante Salón de Actos, y preguntó “¿Waldino Aguirre era “el Torito” que surgió de Central Córdoba?”. Tras la respuesta afirmativa siguió mirando con avidez, y al encontrarse a sí mismo, recordó “yo debo tener muy pocas fotos con la camiseta de la Selección”, ya que su gigantografía no tenía la albiceleste (a diferencia de otras) sino la rojinegra. En síntesis... nos visitó un amigo. Y aunque estuvo unos minutos, se sintió como en su casa. Como debe ser.