Gustavo Lechner tiene 46 años, y su cara le resultará conocida a todos aquellos que siguen el fútbol de AFA. Los planos de la televisión le han dado cierta notoriedad en los últimos años, ya que se desempeña como asistente de Primera División. Sin embargo, para aquellos que transitan las canchas y los clubes de la Asociación Rosarina, debe resultarles aún más conocido. Y es que Lechner se formó y desarrolló como árbitro en esta Liga, y no debe haber dejado equipo sin dirigir. Y ni hablar de los clásicos y finales, para los cuales, durante mucho tiempo, fue número puesto.

Luego también supo dirigir en las Ligas de Colón, Rojas, Casilda, el Torneo Argentino B, y terminó siendo contratado por AFA en septiembre del año 2000. Su debut en el Nacional B fue en octubre de ese año, en el partido entre Brown de Arrecifes y Atlético de Rafaela. “El árbitro me acuerdo que era Gabriel Chiaraviglio que hoy ya no está –aclara un detallista Lechner–. Una vez que fui contratado ya no podía bajar del Nacional B, hoy sí se puede. Estando con contrato podés dirigir hasta el Argentino A ahora”. Y luego agrega “En septiembre de 2003 debuté en Primera, en un partido en La Plata, que jugaron Estudiantes y Unión de Santa Fe. En la vieja cancha pincha y con Bilardo de Técnico. Todavía guardo la nota que me hiciste para Rosario Fútbol”.

__Después de una década de experiencia, ¿te sentís más tranquilo cuando salís a la cancha? ¿Más asentado?

__Si, indudablemente. En realidad nunca, en ninguna cancha que me haya tocado dirigir, ni de AFA, ni de Rosarina, sentí nervios. Siempre salí tranquilo. Cuando uno está seguro de sí mismo sale confiado. Esa seguridad que tengo es una virtud , supongo. Después hay que estar preparado física y técnicamente. Lo que pasa cuando uno va acumulando partidos, es que gana en experiencia y te van conociendo los jugadores, los dirigentes, los técnicos. Te saludan de otra manera, se acuerdan de los partidos que los dirigiste. Todo eso ayuda porque te tienen más confianza. No obstante, nunca te tenés que relajar. Si adicionó tres minutos tenés que seguir concentrado hasta el final porque cualquier partido se te puede complicar en la última jugada.

__¿Cómo vive el árbitro cuando lo paran? Cuando lo sancionan por algún error. Recuerdo que a vos te pasó con un gol de Calderón en Argentinos Juniors.

__Sí, era Argentinos – Colón, en realidad era una jugada fácil pero yo quise esperar porque si la iba a buscar el jugador que la dejó pasar, hubiese sido un acierto bárbaro de mi parte, pero lamentablemente ese jugador no la fue a buscar, y Calderón que de entrada estaba dos metros adelantado, después me pareció que estaba en la misma línea. Y bueno... me pasó por esperar. Cuando congelan la jugada el error queda muy grosero. Yo después cuando la vi por TV me di cuenta del error, y por supuesto que acepté la sanción porque perjudiqué a un equipo, sin intención obviamente.

__¿Cuál es el secreto para ser un buen asistente? Algunos decían antes que la clave era estar medio metro más retrasado del penúltimo defensor, para tener ese margen entre que parte el pase y el ojo humano llega a mirar la raya imaginaria de ese defensor.

__No, la recomendación que se da hoy en día es no perderle el paso al penúltimo defensor. O sea... estar bien bien en la línea. Si vos estás 20 centímetros más atrás, o más adelante, ya no vas a ver correctamente la jugada. Hoy el fútbol cambió su dinámica, los balones son rapidísimos, los delanteros también son más veloces... entonces no podés dar ventaja. Y para eso tenés que estar 10 puntos físicamente, bien en la repentización para picar, y muy concentrado, obvio. A veces se ve en las cámaras que el asistente va corriendo mucho más atrás de la jugada, y lógicamente queda muy expuesto. Tenés que anticipar la jugada, y estar siempre en esa línea.

__Y a veces tener paciencia a la hora de levantar el banderín ¿o no?

__Sí, también. Porque si bien el fuera de juego se toma en cuenta cuando parte el balón, a veces hay varios futbolistas que están involucrados en una jugada, y alguno está en off-side y otro no. Entonces si te apurás por ahí le cortás la posibilidad de que la vaya a buscar uno que venía entrando bien. Si te fijas, hoy en día pasa mucho que en los tiros libres dejan 4 o 5 en fuera de juego, y mandan a uno que entre habilitado. Entonces los defensores se relajan pensando que la jugada está invalidada y hasta que el asistente no levanta o el árbitro no pita el balón sigue en juego.

__¿Cómo se hace para ser árbitro asistente internacional? ¿Hay una tabla de mérito?

__El principal impedimento en ese sentido es la edad. No tenés que ser menor de 37 años, ni mayor de 45. Yo ya me pasé de los dos topes. Hoy, para proyectarlos, se busca a jóvenes de 32 o 34 años, y se privilegia la juventud por sobre la experiencia. Entonces si tiene condiciones, no importa que no tenga tanta experiencia en su liga de origen, van haciendo la experiencia directamente en AFA.

__¿Sigue existiendo esa división que supo haber en alguna época entre los árbitros del Sadra y los de la AAA? ¿O ya conviven como compañeros en un ámbito de camaradería?

__No, ese resquemor que había surgido en la década del 90, cuando fue creado el Sadra, se debió a una cuestión lógica. Los de Capital Federal nos veían a los del interior como que le íbamos a sacar su trabajo. Pero los del interior también pensábamos “¿Por qué no podemos dirigir los torneos más importantes de AFA?”. Pero eso sucedió con árbitros que hoy ya no están. La camada que vino después se lleva muy bien. Compartimos pretemporadas, habitaciones. Hace más de 10 años que practicamos juntos en Ezeiza, en Mar del Plata, y somos como un equipo, porque nos cruzan en ternas mezcladas. A mí me ha tocado jugar con todos los árbitros de la AAA, y te puedo asegurar que tenemos muy buena relación. Son excelentes compañeros. Cuando uno ve que a otro no le va tan bien, hay mensajes y llamados de apoyo. Así que no, esa división no existe más.

__¿Es más fácil hoy en día para el árbitro del interior llegar al fútbol de AFA?

__Más fácil que décadas atrás sí, pero tampoco es tan fácil. Como te decía antes está el tema de la edad. Puede haber un árbitro con muy buenas condiciones pero con 30 años, y lamentablemente para el arbitraje con esa edad ya sos viejo. Y otra cosa... cuando esta persona va a ser contratada debe haber vacantes. O sea... debe haber gente que se vaya de baja, para que suba por ejemplo de un Argentino B a un Argentino A. Y después debe esperar que se baje alguno del Nacional B, para al año siguiente poder dar un paso más. Es muy difícil. Tenés que tener las condiciones pero también una dosis de suerte, un poco como le sucede al futbolista. Porque cuando hay cupos se tienen que distribuir en todo el país y a veces quedan buenos valores afuera. Es así.

__Así y todo se siguen viendo nuevas caras.

__Sí, seguro. Yo ahora el sábado voy a Chicago – Sarmiento de Junín, y dirige un chico que es tucumano y tiene 4 partidos en el Nacional B, Pedro Argarañaz. Hay otro de Tandil, uno de Mendoza, vienen del Argentino A, los han probado en el Nacional B, y han respondido bien.

__Gustavo ¿qué recuerdos tenés de la Rosarina?

__Los mejores. La Asociación Rosarina de Fútbol es mi casa. Trabajé más de 10 años con los árbitros de Rosarina, y conozco cada rincón, cada cancha, cada delegado, cada presidente. He dirigido muchos clásicos. Central-Newell's, Oriental-Aguirre, Social Lux-Defensores, me acuerdo un partido en cancha de Lavalle. Era una final de ascenso, contra Mitre de Pérez, que lo jugué sin policías y gracias a Dios salió todo 10 puntos. Y eso que ganó el visitante. Esos son los mejores recuerdos que me llevo. Tanto de los clubes como de la Casa, porque siempre que puedo paso. Yo sé que llegué donde llegué por el apoyo de la dirigencia de Rosarina. Y aunque fui tentado varias veces por otros Colegios nunca acepté porque me debo a la Casa. Yo ya dije que cuando me retire me quiero retirar en un partido de Rosarina. Y hasta con sus empleados, vos bien sabés que tengo la mejor relación. Gracias a la ARF estoy en un lugar, quizás impensado en su momento. Quizás también podría haber llegado más lejos, pero estoy muy conforme. Hoy a todos lados donde voy siento un reconocimiento de la gente que me saluda, y me recuerda bien.

__Eso es bueno... que sean más los que te saludan que los que te insultan (risas).

__Sí, por supuesto. Quizás hay alguno que me ignora pero bueno... tampoco uno le puede caer bien a todo el mundo. También me pasa eso en las canchas. Hay infinidad de jugadores que son de Rosarina, y que los he dirigido acá. En Vélez me pasa con Papa, con Sebastián Domínguez, que me vienen a saludar, a tomar mate al vestuario. En River la otra vez estuve charlando con Ponzio, con Abecasis, en el Nacional B también... hay un montón.

__Un partido de Rosarina... ¿cuál es el que más te quedó grabado?

__Y... hubo muchos. Ahora me viene a la memoria uno que no terminó tan bien, aunque no por nosotros sino por un motivo externo. La final del Molinas 2005 entre Central y Central Córdoba. La Rosarina me acuerdo que por seguridad llevó el partido al Gigante de Arroyito, y terminaron asistiendo los barras de Central, que es algo atípico en los partidos de Rosarina. Cuando ya estábamos en tiempo cumplido se saltaron a la platea y agredieron a los padres que había de Central Córdoba. Ahí se desmadró todo y tuve que suspender. Faltaba ejecutar los penales recuerdo. En ese momento jugaban en la local Broun, Tomás Costa, Caraglio...

__¿Tenés esa restricción, como Pezzotta y Laverni, que no podés dirigir a los clubes rosarinos?

__Sí.

__¿Y les pasa sólo a los rosarinos?

__No, a todos los del interior. Yo creo que es una medida que intenta prevenir cualquier problema, porque si vivís en una ciudad como esta, que se sabe todo, y más allá de que no sepan el equipo por el que vos simpatizás, en cada esquina, en cada bar, te van a decir algo. “No me cobraste tal cosa”, “nos perjudicaste en tal jugada”. Tengan o no tengan razón. A mí hasta me han reclamado por la actuación, ya no mía, sino de otros árbitros. Es complicado.

__¿Qué opinás de la situación que atraviesa actualmente Pablo Lunati? Que está siendo investigado por la AFIP y la justicia.

__Yo con Pablo tengo una excelente relación. Cuando viajamos a algún partido al interior hemos compartido almuerzo, cena, todo... él es un tipo muy emprendedor. Yo sé que ha invertido, que tiene dos lavaderos de autos. Él empezó con un café Havanna, después pidió créditos y puso un segundo, y bueno ahora tendrá que demostrar si hizo todo bien o hizo algo mal, si tributó menos o tributó más... pero es un hombre de negocios, y que trabaje en el fútbol no lo inhabilita para hacer otro tipo de negocios.