Desde hoy el Papa es argentino. Sí, aunque suene llamativo e increíble, ya que en toda la historia de la Iglesia Católica jamás se había nombrado a un Papa latinoamericano. Pero es así, efectivamente. Y el nuevo pontífice, desde este 13/03/2013, es Jorge Mario Bergoglio, un porteño quien al ser consultado respecto a qué nombre elegiría para ser designado, eligió el de Francisco I, en honor a San Francisco de Asís. Además del primer latinoamericano, será también el primer Papa jesuita, y el primero en adoptar ese nombre.

El ex Arzobispo de Buenos Aires, es un jesuita austero, que llevó siempre una vida discreta y cultivó el bajo perfil. Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936, tiene 76 años. Egresó de la escuela secundaria como técnico químico, y al cumplir 22 años se unió a la Compañía de Jesús, fundada por Ignacio de Loyola. Estudió luego Humanidades y se recibió de Licenciado en Filosofía. Aunque no se formó bajo la orden de los franciscanos, eligió el nombre de Francisco de Asís porque lo admiraba, y porque decidió servir a Dios y vivir bajo la más estricta pobreza pese a ser hijo de un rico comerciante.

La costumbre de cambiar el nombre, explicó la radio del Vaticano, se adoptó a partir del año Mil para recordar que el elegido para ocupar el sillón de San Pedro experimenta algo así como un segundo nacimiento. En el 2005, y tras la muerte de Juan Pablo II, el alemán Joseph Ratzinger adoptó el nombre de Benedicto XVI. Según trascendió aquella vez, pese a que es una votación ultra secreta y se amenaza con la excomunión a aquellos que filtren información, el argentino Bergoglio había terminado segundo en la consideración de los votantes.

En esta oportunidad, fue elegido por los 115 cardenales en la Capilla Sixtina, y se convirtió en el Papa número 266 de la Iglesia Católica. A las 19.06 hora local (las 15.06 de la Argentina) sonaron las campanas de la Basílica de San Pedro y un denso humo blanco le anunció al mundo, y en especial a los católicos, que tenían nuevo líder. O como dicen en Latín... "habemus papa".

Para realizar un breve pantallazo de su vida, hay que decir que Bergoglio vivió en una pequeña habitación de la Catedral de Buenos Aires. Que no tuvo secretario que le lleve la agenda, y que él mismo se ocupaba de llevarla a diario. Siendo Arzobispo iba a visitar iglesias en subte o colectivo. “Impacta su cercanía con la gente. Siempre visitó villas, los Jueves Santos lavaba los pies a los pobres, hacía visitas a las cárceles, a los enfermos de HIV, celebraba misas en Constitución”, dijo Marcó, el ex vocero del nuevo Papa. “Es intachable – agregó – Se despierta todos los días a las 5.30 a rezar. Siendo Cardenal continuó haciendo una vida normal”.

Su relación con el fútbol es muy especial. Bergoglio es simpatizante de San Lorenzo, a partir de su padre, que también era hincha del Ciclón. Es socio activo del club, y según sus propios dichos no se perdió ningún partido de la campaña de 1946, donde se destacaban el ex Newell's René Pontoni, y el ex Belgrano de nuestra ciudad, Reinaldo Martino. En tres diarios de España, As, Marca, y Sport, coincidieron en destacar su condición de “hincha cuervo”. En la página oficial del club emitieron un comunicado en el que admiten estar muy orgullosos de él, lo felicitan por su nombramiento, y afirman que enviarán una carta al Vaticano.

Desde Rosario Fútbol no podemos sustraernos a este acontecimiento histórico para nuestro país, nos plegamos a las felicitaciones, y le deseamos el mayor de los éxitos en su gestión. Ojalá mientras dure su pontificado, el mundo sea más justo, igualitario, y pacífico de lo que viene siendo. Y que sus ideales austeros y sencillos se propaguen no sólo en Latinoamérica, su lugar de origen, sino en toda la humanidad, sin diferencias de clero, religión o color.