Esta semana estuvo en boca de todos. Es la gran aparición del año en Europa. Sacando a Lionel Messi, al que es imposible opacar, ya que no para de convertir y romper récords casi semanalmente, él ha sido el jugador del momento. Hablamos de Mauro Emanuel Icardi Rivero. El rosarino que el domingo pasado le metió 4 goles al Pescara en la goleada de su equipo, la Sampdoria, y que es disputado por las Selecciones de Argentina e Italia, para contar con su poder de fuego en ataque.

En relación a este tema puntual, hay que aclarar que Mauro ya jugó para un Seleccionado Argentino juvenil, sin embargo una reglamentación de la FIFA, que entró en vigencia en enero del 2004, permite que un jugador represente a un país a nivel internacional juvenil, y a otro a nivel internacional mayor, con la condición de que el jugador se decida antes de cumplir los 21 años. Es decir, que Icardi tiene hasta el 16 de febrero de 2014 para tomar su determinación, personal e inmodificable.

Mauro Icardi es otro crack rosarino. Uno más y van… Nació en la cuna de la bandera, y capital del fútbol, el 16 de febrero de 1993. Es el primer hijo de la familia formada por Juan Carlos y Analía, que luego se completaría con la llegada de Ivana y Guido. A los 5 años su papá lo inscribió en el Club Infantil Sarratea, una modesta institución de zona norte que participa de la Liga ARFI. Su primera temporada la disputó en el 99, y como tantos otros que “la rompen” en el baby, se convirtió en el máximo anotador del equipo con 51 goles, un equipo que además fue campeón de la categoría. La segunda temporada fueron campeones nuevamente, y en ella Mauro anotó 108 goles, en las dos competiciones que disputó, y en su tercera y última temporada en Argentina fue de nuevo campeón, marcando 99 tantos.

En el 2002 su familia se fue a vivir a la isla Gran Canaria, e inscribieron a Mauro en la U.D. Vecindario. Pasó todas las preselecciones de jugadores, comenzó a jugar en la categoría “Benjamín”, y fue el máximo goleador del equipo y de la historia del club en esa categoría con 128 goles en el año. En el 2007 se destacó en un torneo realizado en Tenerife, donde fueron campeones relegando a clubes como el Espanyol o el Porto de Portugal. Además, se adjudicó el trofeo al mejor jugador del certamen. Ahí lo observaron muchos representantes y managers de varios clubes.

En el 2008, cuando Icardi tenía apenas 15 años, llamaron a su casa dirigentes de la Federación Española de Fútbol, para invitarlo a jugar con la Selección de ese país, pero el pibe se negó porque dijo que quería formar parte de los Seleccionados argentinos. Mauro dio sobradas muestras de querer vestir la albiceleste. Su familia y su representante, Abián Morano, mandaron material al cuerpo técnico de las Juveniles, que en esos momentos dirigía Batista. En una nota con el diario Olé, Morano admitió que “la primera vez que lo citó el Tata Brown para un amistoso del Sub 17 Mauro estaba muy feliz... de ese día no se olvida más”. En estos momentos el representante recibe ofertas de los grandes de Italia: Nápoli, Inter, Milan.

Después de aquellos partidos con el Sub 17 en el 2008, el delantero volvió a vestir la celeste y blanca en el 2012: Trobbiani lo citó para un amistoso en Alemania y luego fue el top scorer de la Sub 20 en el torneo de L’Alcudia, España, donde Argentina salió campeón. “Fueron lindos momentos. Me dio bronca no poder ir al Sudamericano porque tenía muchas ganas, pero la Samp no me dejó. Y después me dolió lo que pasó con los chicos en Mendoza y que no pudieran clasificarse al Mundial. Yo quería estar en Turquía”, aseguró el diestro número 9 en la misma nota con Olé.

Cuando Mauro eligió ponerse la camiseta del Barcelona, lo hizo por dos motivos: para poder hacer realidad su sueño de jugar junto a su ídolo, Lionel Messi; y porque tiene sus colores favoritos, el azul y el rojo, igual que el club de su infancia: Sarratea. En La Masía, campo de entrenamiento de las inferiores del Barça, impactó a varios entrenadores y consiguió que ellos confiaran en él. Para el chiquilín era un sueño cumplido, se fotografió con ídolos culés como Puyol, y compartió muchos momentos con Lio Messi. Sin embargo, cuando fue creciendo no tuvo mucho espacio en el mejor equipo del mundo, y en el 2010 lo dieron a préstamo a la Sampdoria, con una opción de compra muy baja: 400 mil Euros. A los pocos meses los genoveses lo compraron.

El 2012 fue el año del despegue: debutó como profesional en mayo, cuando la Samp estaba en la B. Metió un gol clave para que el equipo se clasificara al cuadrangular, en donde luego el team de Chiquito Romero conseguiría el Ascenso. Después llega la historia más conocida: su pretemporada con los profesionales, su debut en la Serie A contra la Roma y el gol del triunfo en el clásico de la ciudad, el cual le dio el primer golpe de fama en Genoa y la península itálica. En este 2013 su doblete a la Juventus y los cuatro goles al Pescara, lo terminaron de consolidar en el Calcio.

Ahora la Sampdoria rechaza ofertas haciendo valer que el delantero tiene contrato hasta 2015, mientras en Barcelona no pueden creer cómo lo dejaron partir por tan poco dinero y que sólo les quedará un 15% de una futura venta. Las marcas deportivas tocan su puerta para tentarlo, y todo con tan solo 19 años. Desde la Azzurra lo tientan pero él afirma que sueña con la celeste y blanca, y adoraría jugar con Lionel Messi como compañero. Cesare Prandelli, el DT de la Selección de Italia, dijo en declaraciones a la prensa que lo quiere para la Azzurra, y sus palabras no hicieron más que ampliar el boom generado por el pibe. Pero Mauro, que tiene como máxima referencia a Batistuta en su puesto, se manifestó siempre sereno y con los pies sobre la tierra. Habrá que esperar. La decisión le pertenece sólo a él.