Ningún partido es fácil en el fútbol. Esto se le podría decir a los que presagiaban un cómodo triunfo de General Paz sobre Juan XXIII, equipo este último que ya descendió a la C hace un par de semanas. Sin embargo, lejos estuvo de ser un mero trámite para los dirigidos por Mario Ovando. El rojo elenco visitante se puso en ventaja a los 35 minutos gracias a una maravillosa definición del veteranísimo Martín Araoz, y sorprendía a propios y extraños. El conocido goleador de los “papales” recibió un pelotazo del juvenil Miguel López, hizo pasar de largo a su marcador que fue a buscarlo como tromba, y metió una pincelada con su botín derecho, picándole el balón al arquero Farid Hernández. Una perla que era festejada por los otros implicados en la lucha por no descender: Villa Gobernador Gálvez y Unión Americana.

El primer tiempo fue intenso. A los 4 minutos Brian Becerra, el hábil número 10 local, escapó habilitado, y cuando todos esperaban el centro, incluso el arquero Castillo, le pegó al primer palo. El balón se estrelló en ese vertical, y por poco no se convirtió en el tanto de la apertura. A los 11' Martín Araoz tuvo su primera chance y avisaba que sería difícil de marcar. Encontró un rebote tras una pelota parada y no dudo en buscar el arco. Su remate se fue apenas desviado. A los 26' Becerra intentó nuevamente sorprender, esta vez desde la puerta del área, y su disparo complicó al arquero Miguel Castillo, más que nada por lo alto del pique. El uno la mandó al corner.

A los 34' de esa entrentenida, aunque muy calurosa etapa, uno de los volantes centrales del dueño de casa, Guillermo Acevedo, probó desde afuera y su remate también se fue cerca. A los 41 minutos, y cuando la visita ya ganaba 1 a 0, llegó la jugada polémica de la tarde. A la salida de un tiro libre cercano al área de Juan XXIII, el árbitro Maximiliano Martínez, vio penal en una jugada que francamente no pareció falta. Esto para nada le importó a Ever Coria, que definió con serenidad y justeza desde los doce pasos. Para aumentar la bronca de la gente de Juan XXIII, al minuto 47 una muy buena jugada colectiva de General Paz, sin dudas la mejor de ese período, le quedó a Joel Giménez entrando a la carrera, un balón mansito que estaba picando en el punto del penal. Festejo alocado del equipo de la “V” azulada, y a los vestuarios.

Al regreso del entretiempo, todo pareció más aplacado. El segundo tiempo tuvo otro ritmo, definitivamente. Probablemente haya sido el intenso calor el causante, o el esfuerzo hecho en el primero. En Juan XXIII, según su cuerpo técnico y allegados, sólo había 4 jugadores de los habitualmente titulares. El arquero y tres defensores. Esta falta de rodaje se notó a simple vista. Los pibes del rojo, muchos integrantes de quinta, sexta y séptima división, tenían una disparidad física no sólo con sus rivales, sino también con algunos de sus propios compañeros. Así y todo en el complemento, con más actitud que fútbol, intentaron tomar el protagonismo y lo hicieron.

Manejaron la pelota, aunque sin mucha profundidad. Apostaron más que nada, a alguna corazonada de Araoz. Este pícaro centrodelantero que trataba de presionar, robar algún balón, y generarse sus propias chances. La meseta en la que se estacionó el partido recién levantó a los 32 minutos, cuando Vito Bismar, uno de los delanteros más interesantes que tiene General Paz, quedó libre con el balón en sus pies para definir una contra. No obstante, no lo hizo bien y la posibilidad de gol se le fue por sobre el travesaño. Seis minutos más tarde el mismo jugador la quiso picar por arriba del arquero de Juan XXIII, pero una vez más le erró al arco. Del banco le empezaban a gritar “definiloooo!!!”.

Y Vito Bismar, o “careta”, como le dicen, lo hizo. Definió el partido a los 43 minutos con un remate rasante que apenas pudo rozar el golero Miguel Castillo. El tercero estaba al caer, ya que el cansancio o la desesperación propia de buscar el empate y no encontrarlo, había dejado desequilibrado a Juan XXIII. Minutos antes se lo habían perdido Aldo González, otro de los que anduvo bien, y Acevedo. Antes del pitazo arbitral, que decretaría el justo 3 a 1, el ingresado Iván Sandoval, tuvo en una media vuelta el descuento pero no enganchó bien la pelota con el empeine, y su pifiada se fue lejos, por encima del horizontal.

En definitiva General Paz terminó la tarde con una sonrisa. Había arrancado preocupado, con el triunfo parcial de Gálvez y su momentánea derrota, quedaba dos puntos por debajo de su rival de la última fecha. Aún así dependía de sí mismo. Pero con sus goles (y el de Morning en el otro partido que le interesaba) enderezó el rumbo y llegará al decisivo encuentro con VGG sabiendo que no puede descender ese día. Únicamente (si pierde) lo pueden alcanzar y forzar un desempate. También está la posibilidad de un triple empate con Unión Americana... pero para palpitar eso todavía falta una semana.