Marcelo Villafañe es sin lugar a dudas un ejemplo a seguir en el arbitraje de Rosarina. El “negro” (como también lo conocen muchos, cariñosamente) tiene 54 años, muy bien llevados por cierto, y como muestra de su profesionalidad, sigue plenamente vigente a fuerza de un excelente estado físico. Sumamente respetado por sus pares, y aunque no es algo sencillo de conseguir, también por jugadores y técnicos, Villafañe da muestras de sobriedad cada domingo, y saca a relucir toda su experiencia para salir airoso de los partidos más difíciles y las situaciones más complicadas.

__¿Cómo fue que decidiste ser árbitro de fútbol?
__Uh... hace tanto. Yo me decidí a ser árbitro cuando un muchacho que era vecino mío en ese entonces, Carlos Badaracco, me presentó acá en la Asociación Rosarina. Y bueno me gustó, decidí probar suerte, y desde ese momento empecé y nunca más paré.

__¿De qué año estamos hablando?
__Yo me recibí de árbitro en 1985. No sé si eso que te cuento habrá sido en ese año, o tal vez 1984. Por ahí.

__¿Cuál es el partido que más recordás en estos 27 años de carrera?
__Hay varios. Los más lindos para jugar siempre son los clásicos. Si no me equivoco acá los jugué a todos. Central-Newell's, Aguirre-Oriental, Social Lux-Defensores... recuerdo una final en El Trébol también muy linda por lo mucho que se jugaba. Era cuando íbamos a dirigir a la Liga San Martín que tiene asiento en San Jorge.

__¿Qué es lo más lindo que te vas a llevar de esta profesión?
__Lo que me dejó, y me sigue dejando, es el reconocimiento. Eso es lo lindo de todo esto. Que te pare gente por la calle y te salude. Técnicos, directivos, jugadores. El arbitraje es una cosa que la llevo muy adentro. Nunca lo hice por el dinero, gracias a Dios siempre tuve un buen trabajo, y desde que arranqué siempre lo hice por hobbie, por gusto. A mí me encanta cuando me dan la designación, y cuando llego el domingo a la cancha, ver a la gente, charlar con uno y con otro, prestar atención a qué es lo que se puede jugar en cada partido.

__De todos los equipos y jugadores que habrás visto en tu carrera... ¿cuáles mencionarías como los mejores?
__Uuuh hay montones. Acá los debo haber dirigido a todos los que después llegaron al profesionalismo. Cuando recién arrancaba por ejemplo me acuerdo mucho del arquero Buljubasich, también de Belloso, que pensar que ahora estaba de manager en Central. Y de Newell's me acuerdo de Lunari... en cancha de Unión de Santa Fe, por el Torneo Beccar Varela, me acuerdo haber dirigido a Trullet, que después fue técnico.

__Si te tendrías que calificar... ¿dirías que sos más bien “tarjetero”?
__No. Estoy en un término medio. Por ahí antes, cuando era más joven, sí sacaba más tarjetas. Ahora en general los advierto una vez, a la segunda ya está... listo. Esto del arbitraje también es muy psicológico. Uno ve cuando puede hablar con el jugador y calmarlo, y cuando está muy sacado y no hay palabra que lo tranquilice. En esos casos sólo sirve la tarjeta.

__¿Te quedaron cuentas o asignaturas pendientes en el arbitraje?
__Sí, la principal es cuando tuve posibilidades de arbitrar en AFA y no se me dio. Igualmente eso no me melló el espíritu. Yo seguí laburando mucho acá y particularmente me llena de orgullo todo lo que conseguí.

__¿Te enorgullece el respeto que te tienen la mayoría de los jugadores?
__Seguro que si. Y el respeto se gana de a poco, con la trayectoria. Yo cuando entro vestido de negro a la cancha siempre pienso lo mismo. Me digo “este es mi partido, lo tengo que sacar bien, y tengo que tratar de que se peguen lo menos posible”.

__¿Cuánto más vas a dirigir?
__Yo siempre dije que mientras esté bien física y mentalmente voy a seguir. No sé, por ahí puede ser un año, pueden ser dos, por ahí puede ser más tiempo, no lo sé. Ahora estoy viendo que tengo un problema en una rodilla, una lesión que cada tanto me vuelve y que se me produjo jugando al fútbol. El Dr. Aparicio me operó... debe hacer 20 años fácil... si yo veo que esa lesión se supera y no me molesta para correr, seguiré arbitrando sin ponerme una fecha fija.

__¿Cómo te gustaría que sea tu retiro de las canchas? ¿Algún partido especial, alguna final?
__No lo pensé. No es que me dé lo mismo... me gustaría que fuera en algún club donde me sienta cómodo. No digo con esto que uno sienta afinidad por alguna institución, pero siempre hay algún club donde te atienden mejor... es así.

__¿Y qué asistentes elegirías para ese día?
__Me gustaría estar acompañado por los árbitros que tengo más afinidad... pero no te voy a nombrar a ninguno en especial. Hay varios muchachos con los que me llevo muy bien. Por ejemplo ahora, en una semifinal que dirigí en Villa Constitución, tuve que elegir a los asistentes y elegí a los que habían ido a entrenar. Si le doy un premio a alguien se lo voy a dar a los que se lo merezcan, no a los que se quedan en la casa.

__¿Cómo ves a los árbitros más jóvenes y qué consejo les darías?
__Les diría que se tienen que preparar, instruir, y que no crean que con 2 partidos en primera están para dirigir River-Boca. Todo se consigue por decantación. La experiencia no la podés comprar en un kiosco. Tenés que tener paciencia y pasar por todas las divisiones.

__¿A quién le quisieras agradecer por el apoyo en todos estos años de carrera?
__Uy, yo soy muy respetuoso de la gente que me da trabajo. Por eso le voy a estar eternamente agradecido a Mario Giammaría, el Presidente de la Asociación Rosarina. Igual que a toda la gente que trabaja en la Liga, a José Luis Beas, el designador... en fin... y a todos los compañeros que han trabajado junto a mi.

__La última ¿qué diferencias encontrás entre el torneo de Rosarina de hoy, y el de 20 o 25 años atrás?
__Hay muchas diferencias. Antes me parece que había otro respeto con los árbitros de Primera. Ahora los pibes son más rebeldes, todo les da igual. Y no sólo en el fútbol, pasa lo mismo en la sociedad. Otra diferencia es que ahora todos tratan de sacar ventaja. Se habla mucho, se pide mucho, en las áreas se agarran todos... tenés que estar muy atento a todo ese tipo de cosas. Y en lo futbolístico antes me parece que era un poquito más competitivo. Ahora noto mucho chico joven que está haciendo sus primeras armas. Cuando vas al campo te das cuenta que hay jugadores más grandes, con más experiencia, y esos jerarquizan bastante la competencia.