Tarde de sol en zona sur, promesas de buen fútbol, condimento ideal para un domingo. Mucho en juego, los tirolenses necesitaban sumar para no perderse la pelea de arriba, mientras que el Charrúa solo pensaba en despegarse del fondo.

Apenas arrancó el encuentro la visita tuvo una de las más claras, Alejandro Herrera quiso entregarle la pelota a su arquero, Darío Guarrochena, pero el pase se quedó corto. Rápido, Marcos Murua, anticipó aunque su remate se fue apenas arriba del travesaño. Sorprendía a varios el Matador, y avisaba que no sería un rival más.

A los diez minutos de juego volvía a encender alertas el visitante, un tiro libre por izquierda que conectó Facundo Toso, pero el arquero de Tiro, rechazó y en el rebote despejó la defensa. Era todo para Córdoba en el arranque, y al local le costaba y mucho encontrarse en la cancha, pero aprovechando ese desconcierto, el Charrúa estaba firme.

Cuando los hinchas del equipo helvético veían un futuro complicado, una jugada extraña con un cruce muy fuerte entre Maximiliano Reynoso y Alejandro Zuccolotti, hizo que los dos vean la roja. Con esa situación cambiaba todo, cuando más roce había mejor se mostraba el visitante y sin espacios le costaba a Tiro, generar peligro, con dos jugadores menos, la cancha se agrandaba y se ilusionaban los locales.

A partir de ese momento fue cuando se despertó el que peor venía, pero sin generar situaciones claras, llegó el entretiempo. Era el momento para reformular los planteos, todo apuntaba a que el que pegaba primero se quedaba con los tres puntos.

Ya en el complemento, Tiro Suizo salió a buscar el resultado, olvidó el letargo del primer tiempo y arremetió contra su rival, que no se quedó atrás, práctico y rápido, llegaba contra el arco local. A los diez minutos de la segunda parte, en una jugada extraña un pelotazo cruzó el área de Central Córdoba y apareció solo Gastón Luján que cabeceó bombeado pero en lo alto salvó su valla Darío Paniego. Casi después de una hora de juego llegaba la primera clara que obligaba al arquero a salvar su arco.

A los pocos minutos, volvía a avisar Tiro con una jugada preparada desde un córner, pase rápido para Héctor Correa, que desde la medialuna remató mordido, la pelota la desvió Rogelio De Vito, pero terminó en las manos del guardameta.

En la contra se avivó el Charrúa, pase al vacío para Alejandro Barrionuevo, que en el mano a mano terminó tirándola afuera y sepultando la ilusión. Porque hay un dicho que dice: “Los goles que se erran en un arco se hacen en el otro”, y así fue. Desborde de Gastón Avecilla, tiró el centro al área y abajo del arco Franco Plaino, puso el 1 a 0.

A pesar del ímpetu y las ganas, no pudo ser, y Central Córdoba las que tuvo no las convirtió. Así se terminó, el local se quedó con los tres puntos, en un partido por demás de parejo.