Durante el primero de los tres tiempos de 12 minutos que se disputan en el fútbol playa, Rosario Central se iba al descanso ganándole a Argentino por 4 goles a 0. Era una diferencia impensada un rato antes, ya que ambos equipos fueron mostrando, durante toda la competencia, grandes valores. Arqueros muy solventes, jugadores con gran estado físico, potencia, oportunismo goleador, y hasta viveza para entender los piques de la arena. Eran los dos mejores y se veían las caras de nuevo, tras haber empatado 1 a 1 en la fecha inaugural.

Por eso la catarata de festejos canallas sorprendió hasta al más optimista hincha auriazul. Leandro Camiletti fue el autor del primer tanto, definiendo desde lejos y por arriba del adelantado arquero Andrada. Ángelo Agustini marcaría el segundo con una bomba de tiro libre, inagarrable ciertamente. El capitán Hugo Longo, que jugaba su último partido, marcó el tercero (y como es de suponer lo festejó de un modo muy especial), con un remate rasante; y una vez más Agustini aumentaría, estableciendo el 4 a 0, algo exagerado teniendo en cuenta que el salaíto también había generado sus chances para convertir.

El motivo por el cual no pudo marcar fue Sebastián Azimonti, el arquero de Central y la Selección Nacional. El “gato” apareció en todo su esplendor con algunas atajadas formidables, y demostró porqué lo convocan siempre desde AFA (tuvo además la valla menos vencida del torneo). El segundo tiempo, probablemente el más parejo de los tres, finalizó 6 a 1. Si bien el campeón volvería a marcar por intermedio de Agustini y Nahuel Gigena, el “albo” al menos pudo descontar sobre el final con el tanto de Lucas Torres.

En el último período ya todos los protagonistas entendían que era muy improbable una remontada, y que el título estaba cada minuto que pasaba más cerca de las vitrinas de Arroyito. En el lapso final se marcarían cinco goles más, cuatro de Central y uno de Argentino. Para el de barrio Sarmiento descontaría Alexis Alvarado, dándole alguna luz de ilusión con 2-6, sin embargo el ganador mantuvo la serenidad y estiró las cifras mediante las apariciones del “kily” Cristian Gómez Cuevas, “el chelo” Agustini (que hizo su cuarto gol personal nada más y nada menos que con una chilena impresionante), Nahuel Cipolletta y Milton Jaimes. 10 a 2 y vuelta olímpica merecida.

El canalla terminó siendo un muy justo campeón. Podría decirse que fue de menor a mayor en sus cinco presentaciones. Mostró en todo el certamen, y especialmente en la final, algunos puntos altísimos. Ángelo Agustini por ejemplo, que acabó siendo el máximo artillero del “Torneo de Fútbol Playa” con 10 goles. Y Sebastián Azimonti, un golero asentadísimo a esta superficie, que empuja desde el fondo con sus pases/asistencias, tanto sea con los pies como con las manos.

Y algo más, Rosario Central demostró ser “un equipo”. Con recambio de buen nivel, que en esta disciplina es fundamental, cuando se agotan físicamente los titulares; y una conjunción grupal que también se notó en cada arenga y cada jugada. ¡Felicitaciones a los ganadores, pero también felicitaciones a todos los que participaron! Este torneo quedará en la historia de nuestra Liga por ser el puntapié inicial de un deporte que, seguramente, crecerá en cantidad y calidad cada verano, convirtiéndose en una alternativa ideal para disfrutar del balón en vacaciones.