El charrúa, que había ganado el pasado sábado 2 a 1 en condición de visitante, tenía que empatar por lo menos para acceder a la gran final por el ascenso, sin embargo no pudo lograrlo. Arrancó perdiendo prácticamente desde los vestuarios, ya que el visitante le asestó el primer golpe a los dos minutos de juego, por intermedio de Oscar Altamirano.

El conjunto de Ariel Cuffaro Russo no hizo un buen partido y prácticamente no generó ocasiones de riesgo frente a la portería del humilde elenco de Loma Hermosa, el cual por cierto había terminado 13 puntos por debajo suyo en la tabla general. El conjunto de Tablada quiso mover el balón con paciencia pero no encontró los caminos, y terminó careciendo de profundidad y cambio de ritmo.

Los minutos pasaban y la buena concurrencia que se llegó hasta el Gabino Sosa empezaba a pensar que el pasaje a la siguiente ronda se determinaría por penales. Sin embargo, el marcador se alteró al minuto 78 cuando Ezequiel Bustamante marcó el segundo para los celestes, y arrojaba un balde de agua helada sobre los presentes.

Así, se decretó el final, y junto al pitazo del árbitro el cierre con sabor amargo de una temporada que parecía iba a terminar en otro ascenso de Central Córdoba. El nutrido plantel, que se reforzó con hombres de experiencia y jerarquía para la divisional, llevó al club hasta un meritorio segundo puesto (el que ascendió en forma directa fue Defensores Unidos de Zárate), pero a falta de tres encuentros (quedaban el de hoy y las dos finales), perdió precisión en los metros finales y terminó quedándose con las manos vacías.

Fotos: Bruno Cerino.