Una situación muy curiosa e infrecuente se vivió el pasado domingo a la mañana, en cancha de Fábrica de Armas, donde hace de local Rosario Central “B”.

Durante la jornada de inferiores que animaban Central B y Provincial, más precisamente en el encuentro de séptima división que estaba dirigiendo el Sr. Fredy Olivares, se originó una jugada extrañísima. La pelota estaba en poder de los chicos de Provincial, un jugador del canalla cayó lesionado y a la vez que el portador del balón lo tiraba al lateral, el juez interrumpía el juego.

Una vez levantado el caído, se reanudó con un bote a tierra pero en vez de devolverle la pelota Central a Provincial, el juez se la dio directamente a los chicos del rojo para que jueguen. Cerca del círculo central, Alejandro Vélez, número nueve visitante, metió un pelotazo largo para darle otra vez el esférico al local, y entre el viento, y el arquero adelantado, su tiro terminó en gol.

Naturalmente que lo primero que reinó fue la confusión, y enseguida, el enojo de los jugadores de Central que no esperaban semejante ofensiva en medio de una jugada de camaradería y fair-play. La intención del juvenil "provincialista" no fue sacar ventaja de la situación, pero lo cierto es que puso el partido 2 a 0 en favor de los suyos (ganaban por uno con gol de Franco Tiberti).

De inmediato, el DT de Provincial, Alejandro Ibarra, les dijo a sus dirigidos que se dejaran convertir un gol, como forma de compensar el error. Entonces, apenas sacaron de la mitad de la cancha, los dirigidos por “el turquito” Pablo Abdala, avanzaron sin mayores obstáculos, y Lucas Salcedo, delantero local, estableció el 1-2, que a la postre sería el definitivo.

Sin dudas, fue una decisión caballeresca la tomada por la gente de Provincial. Algún otro “vivo” podría haber justificado el “pelotazo-gol” de varias maneras. Una situación muy parecida la hemos visto en Internet (del fútbol holandés) y decíamos que aquí en Argentina no era tan fácil de que ocurriese. Sin embargo, estos chicos dieron una verdadera lección de fair-play, que hasta el propio Blatter hubiese aplaudido de estar en la cancha.