Son los que parece encontrar la dirigencia de Coronel Aguirre para concretar el máximo sueño de su gente: tener la cancha nueva terminada para afrontar en ella el Torneo Argentino C.
Cuando el año recién empezaba, allá por el mes de marzo, el proyecto de la cancha nueva de Aguirre parecía bien encaminado. Se sabía que era una apuesta a largo plazo, pero se esperaba que al menos a esta altura de la temporada, estuviese ya iniciada. Lo que se necesitaba era un permiso municipal para empezar las obras, pero ese aval del intendente de Villa Gobernador Gálvez nunca llegó y el público del rojiverde sigue en ascuas.
Primeramente el presidente del club, Diego Lavezzi, solicitó un permiso de demolición. Ahí fue cuando Jorge Murabito, el titular del ejecutivo galvense, les informó que no se podría construir la cancha nueva en el lugar que ocupó siempre, y que lo mejor era mudarla a las afueras de la ciudad. Poco después, les prometió un terreno de 4 hectáreas en San Martín y el arroyo Saladillo.
La esperanza de Lavezzi y su Comisión Directiva no declinó, por el contrario, pensaron que allí podrían armar algo muy importante. Consiguieron un inversor (porque el club aún hoy no está gerenciado) al cual le cederían el terreno de Soldado Aguirre y Buenos Aires en caso de concretar el flamante proyecto, que incluía dos tribunas, cancha auxiliar, pileta y quincho. No obstante, la habilitación sigue demorada y los trabajos nunca arrancaron.
El objetivo primordial de los directivos de Aguirre es jugar, a partir de enero próximo, el Torneo del Interior por tercera vez en su mandato. Y naturalmente, lo ideal hubiese sido hacer de local en la cancha nueva. Por tal motivo, y como sabían que el Consejo Federal exigía mejores condiciones para habilitar escenarios, empezaron a soñar con remodelarla.
Luego entendieron que debían hacerla casi nueva, y finalmente no descartaron la posibilidad de mudarse. Lo cierto es que nada de esto pudieron concretar, y mientras tanto, siguen haciendo de local en Gomara. La telenovela de la cancha nueva lejos está de terminarse, y seguramente ofrecerá nuevos capítulos. Por lo pronto, el único líder del Molinas goza de su buen presente futbolístico.
Por otra parte, durante el presente mes Coronel Aguirre abrirá un Comedor para los chicos de la Escuela 1281 (la que está enfrente a la vieja cancha). Esto se concretó gracias al apoyo económico del Pocho Ezequiel Lavezzi, hermano del actual presidente, y delantero del Nápoli de Italia. En ese espacio, los niños del barrio tendrán maestros, psicólogos, médicos, odontólogos, y otros profesionales a su servicio.