Un chico de 13 años fue asesinado en las inmediaciones de barrio Ludueña. El joven se llamaba Gabriel Alejandro Aguirrez, y recibió un balazo en la espalda. Un despropósito que deja en evidencia la irracionalidad con la que algunos se manejan. La saña con la que destrozan una familia y arrebatan una vida, que tenía todo un futuro por delante. Un chico cuya ausencia nos llenó de dolor a todos los que queremos una ciudad en paz, y una convivencia respetuosa.

Gabriel era jugador de Rosarina. Pertenecía a Tiro Federal y estaba a préstamo en Social Lux. Formaba parte del equipo de décima división que dirigen Gustavo Zárate, Sebastián Coronel y Lorenzo Díaz. Fue éste último el profe que lo arrimó a Mercadito, porque lo conocía del barrio, y sabía su calidad de persona. “Gabriel era un fenómeno. Un chico 11 puntos. Todo lo que han dicho de él en los medios es verdad. Un pibe tremendamente educado, que nos trataba de usted a diferencia de los otros chicos que a su edad son más confianzudos” graficó Coronel en charla con Rosario Fútbol.

“La verdad que estamos todos muy dolidos en el club. Hoy estuvimos en la práctica y terminamos todos llorando. Gabriel justo había dicho que quería volver a los entrenamientos, porque había dejado en las últimas semanas por la música. Le habían comprado un teclado y quería armar una banda, pero ahora había podido sincronizar los horarios para venir igual” confesó Coronel, uno de los técnicos que asistió al velatorio del joven Aguirrez.

Como corolario, Sebastián Coronel enfatizó “además de gran persona, Gabriel era un gran jugador. Jugaba de dos, y apenas llegó al club se insertó sin problemas, los compañeros también lo incluyeron muy bien. Nosotros le pedíamos la libreta del colegio como hacemos con todos los chicos, porque queremos que privilegien el estudio. Porque más importante de que lleguen a primera, es que se conviertan en personas de bien. Gabriel lo era”.

Desde la Asociación Rosarina de Fútbol queremos, mediante esta humilde nota, recordar su nombre, y enviar las más sentidas condolencias a sus familiares y seres queridos, acompañándolos en este difícil transe, deseándoles que Dios y el tiempo los ayude a superar tanto dolor.