La suerte, la casualidad y los infortunios son factores que pueden definir un partido, pero difícilmente tengan la misma suerte a la hora de consagrar un campeón, a la larga los trofeos los levantan los mejores, y en definitiva esto fue lo que ocurrió con este gran equipo de Universidad, que más allá de sufrir en algunos pasajes, siempre mantuvo la cabeza fría y supo pegar en los momentos indicados.
El partido se jugó a reloj corrido, y la primera chance clara llegó a los cinco minutos de juego, Juan Ignacio Bazet la hizo para el y luego de eludir a su marca sacó un muy buen zurdazo que Bussano desactivo tirándola al corner. Treinta segundos más tarde el que tuvo la primera en sus pies fue Tacuara Etcheverri, quien con una media vuelta fulminante hizo estallar el palo derecho del golero universitario.
 
A pesar de estos intentos del local, el partido se jugaba al ritmo de Uni, ya que los de Lerín manejaban la pelota en su propio campo sin desesperarse, aprovechando las dimensiones de la cancha y haciendo prácticamente inútil los intentos de presión de Jockey.
Hubo que esperar casi treinta minutos para escuchar el primer grito de la noche, hasta que otra vez Bazet pegó de zurda y Tito Bussano sacó al corner, pero a la salida del mismo Etcheverri tomó la pelota, giró y desde el borde del área la puso al primer palo para abrir el marcador.
Dos minutos más tarde, la esperanza de los de Fisherton tomó más fuerza cuando Potente tocó para su arquero cuando la jugada no tenia vuelta, el juez cobró el tiro libre indirecto, más allá del reclamo visitante, y le dio la gran chance al local de estirar la ventaja. Sacaron la pelota a Tacuara, quien tocó de cara interna tomando a contra pierna a toda la defensa, el esférico parecía que se iba, pero en su afán por rechazar Agustín Potente la desvió y la terminó metiendo en su propio arco para dejar a los comandados por José Gonzalo a tan solo un gol de igualar la serie.
 
Al partido le quedaba menos de un minuto para culminar la primera parte cuando Lucas Parenti vio solo al Cuchu Domínguez en el segundo palo, el ex Regatas tocó para la entrada del lateral pero antes de que este logre empujarla, apareció Guido Bolla que al igual que Potente algunos minutos atrás terminó batiendo a su arquero de forma involuntaria.
Así terminó la primera parte, con Universidad teniendo la pelota pero extrañando demasiado al Chapa Faicht quien no pudo estar por estar fuera de la ciudad. Por el lado de Jockey el planteo de no desesperarse estaba dando sus frutos pero hasta el momento no le alcanzaba para al menos forzar los penales.
Apenas dos minutos de comenzado el complemento, el local tuvo la primera chance para ponerse a tiro nuevamente, Nicolás Maccagno desde el arco lanzó un largo pelotazo para Nacho Etcheverri quien martilló la pelota de cabeza, pero se encontró con las manos de Bussano, ayudado por el travesaño, evitando la caída de su valla.
Uni lo tuvo con el Colo Parenti, pero su remate se fue cerca del palo derecho, hasta que promediando los quince minutos de la segunda parte la ilusión de Jockey volvió a tener asidero. Guido Bolla anticipó muy bien un saque de arco, agarró a contra mano a la defensa y en el momento indicado abrió el balón para Federico Fernández Bussy, el Pulga acomodó el cuerpo y de cara interna la puso en el ángulo más lejano de Bussano, otra vez diferencia de dos para volver a soñar.
Sin embargo cuatro minutos más tarde una contra letal encabezada por el interminable Colo Parenti echó el resultado atrás. El pivot se fue mano a mano y en el momento que achicó el arquero toco para la entrada de Nicolás Mezio, quien solo tuvo que empujarla para poner el marcador 3 a 2.
Jockey mantenía la calma, pero esa paciencia le jugaba en contra porque no podía doblegar la férrea defensa de Uni. El Gato Girardi pudo poner el parido otra vez en orbita, pero nuevamente las manos de Pablo Bussano, la gran figura del encuentro, evitaron la conquista.
 
Ya en los minutos finales, Gonzalo tiró toda la carne al asador, y con un arquero/jugador fue a buscar los dos goles que le faltaban a cualquier precio. El rombo de Universidad funcionó a la perfección, y en una de las pelotas perdidas el campeón del torneo pasado terminó de abrochar el clausura.
A menos de dos minutos de la chicharra Agustín Potente robó una pelota en su propio campo y con el arco rival desguarnecido tocó para Gustavo Bañez, quien aguantó las patadas hasta llegar al área y en el momento que el último defensor se disponía a interceptarlo soltó para el Cuchu Domínguez quien en la línea hizo inflar la red y desatar la locura del visitante. Los segundos corrieron y el marcador se mantuvo igualado decretando el nuevo campeón de la ciudad de Rosario.
Por su arquero que no pierde vigencia, por su defensa que parece prácticamente inquebrantable, por sus creativos que le impregnan una velocidad y un vértigo inigualable a cada uno de sus ataques, y por sus goleadores que siempre aparecen en los momentos justos, Universidad es además de un justo campeón, un equipo con tantos jugadores de jerarquía que hacen que no exista una figura excluyente. Todo esto aceitado y coordinado por uno de los mejores técnicos de la ciudad, que toma al deporte de una manera apasionada y profesional.
 
Un párrafo aparte merece Jockey, quien en silencio fue saltando escollo tras escollo y logró llegar a un segundo puesto histórico para el club en este deporte. Además también hay que resaltar la destacada actuación de Tacuara Etcheverri quien se erigió en una de las máximas figuras del clausura.
La ciudad tuvo una nueva consagración, o no tan nueva porque Uni logró reafirmar lo hecho en el primer semestre y terminó cerrando un año perfecto, ahora a festejar y a disfrutar de las merecidas vacaciones de campeón, Salud Universidad!!!