En numerosas ocasiones hemos resaltado, desde esta página, la importancia social que tiene una institución deportiva. El espacio fundamental que represetna dentro de una sociedad y la contención que le brinda a cientos de niños, niñas y adolescentes, acercándolos al deporte, y a los valores que este aporta. Tal importancia la conocen también los dirigentes políticos, y por eso se aguarda que haya una respuesta pronta del poder ejecutivo o legislativo de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, ante la inquietante realidad que atraviesa uno de sus clubes más emblemáticos.

Hablamos precisamente del que lleva el nombre de la ciudad: Villa Gobernador Gálvez. La entidad, que entre fútbol y hockey femenino cuenta con casi 400 deportistas, está cerca de verse una vez más sin cancha donde llevar a cabo sus actividades. Este martes por la noche padres, jugadores, técnicos y dirigentes del Club se autoconvocaron en las cercanías de su predio (sito en José Ingenieros y Alvear) para manifestarse y hacer visible la preocupante situación que vive la entidad albiazul. Rosario Fútbol charló con su Presidente, Sergio Argüello, y esto fue lo que el joven directivo nos contó.

__Explicanos Sergio, ¿qué se pedía en la reunión de anoche?
__La manifestación de ayer fue para contarle a la sociedad la situación por la que atraviesa el club. Explicar un poco porqué estamos con una orden de desalojo. Aclarando que el dueño del terreno trato de evitar que esto suceda, y siempre se manejó de la mejor manera con nosotros. Pero bueno, cómo nadie le dio una respuesta a lo que él pedía, y sigue decidido a vender, el día 18 de junio debería producirse el desalojo. Nosotros ya teníamos una orden de desalojo desde octubre del año pasado, con un plazo de 30 a 60 días. Le habíamos pedido ayuda tanto al Consejo, como a la Municipalidad, y a la Provincia, pero pasaron las elecciones primarias, y estamos a cuatro días de las generales, y nadie de la política llamó al propietario para darle una respuesta. Por eso es que se complicó la cosa.

__¿Los terrenos cómo los habían conseguido?
__En su momento lo habían gestionado Raúl Dariozzi, con Darío Escalante y Mónica Quiroz, que eran de la Comisión en ese año 2011, y se inauguró la cancha en 2012. Cada dos años renovábamos el comodato, pero como el club no podía pagar los impuestos que eran muy altos, se le generó una deuda importante al dueño. Le pedimos a la Provincia que nos exima pero al no ser el Club propietario no nos eximieron. La cosa es que el dueño no quiere renegar más y quiere vender. Si lo compramos nosotros mejor, pero si no lo vende igual.

__¿Y el gobierno no trató de cuidar a la institución, que tan valiosa función social cumple?
__Mirá... nosotros hablamos con todo el arco político municipal. Tanto con el intendente como con la oposición. Todos de palabra se comprometieron a ayudarnos, pero después la ayuda no apareció. La posibilidad más real que tenemos para aferrarnos es la conversación que tuvimos con el dueño, y es porque él nos prometió que nos va aguantar hasta fin de año, pero que para esa fecha le tenemos que reunir una determinada cantidad de dinero, y lo que falta nos lo va a dejar saldar en cuotas.

__O sea que con el dueño ¿hay una buena relación?
__Sí, el dueño tiene muy buena predisposición. De hecho él quiere que lo compremos nosotros.

__¿Y la Municipalidad, como alternativa, no les ofreció otros terrenos que le sean propios?
__Sí, nos ofreció unos que estaban a unas 10 cuadras de barrio Las Flores, zona sur de Rosario, pero ya entrando a Gálvez, o sea cruzando el arroyo. Es una locura porque trasladar a un club que está cerca de Paladini, y que toda su gente es de por acá, hasta allá... donde la mayoría se traslada a pie o en bicicleta, volviendo de noche a su casa, con los problemas de seguridad que hay en la zona, no es muy viable ciertamente.

__¿Qué objetivo se pusieron, o cómo se piensan manejar de acá en adelante?
__En principio abrimos una campaña de socios, para jutar plata de acá a fin de año. Necesitaríamos que 15.000 personas pongan 200$ cada una. De esa forma llegaríamos a los tres millones de pesos que nos alcanzaría para comprar, o bien para hacer una entrega grande y después si falta algo hacerlo en cuotas. Otra salida no encontramos. Confiamos en el arreglo de palabra que hicimos con el dueño, y conseguir esa suma antes de diciembre.

Foto 2: Carolina Sotelo.