Fotos y texto Miguel Martínez.

Viendo la nueva cancha de A.D.I.U.R, uno no puede más que maravillarse. A los que conocemos, apreciamos y seguimos el fútbol de la Asociación Rosarina, nos enorgullece que uno de sus clubes más tradicionales realice una obra semejante. Estamos hablando de la concreción de un terreno de juego, de 95 por 65 metros, total y absolutamente de césped sintético. Una inversión costosísima que le cambiará la cara a este pequeño club amateur, y quizás le permita captar mayor cantidad de jugadores en los próximos años, tomando en cuenta además, la estratégica ubicación que tiene en nuestra ciudad.

Los trabajos en la cancha de once de Adiur empezaron el 4 de enero cuando se derribaron los viejos vestuarios. Desde entonces se fue desmontando todo: arcos, alambrados, bancos de suplentes, e incluso un par de árboles frondosos que debieron ser talados. La cancha se colocó en sentido norte-sur, idéntico al que tiene la cancha de baby. Es decir, perpendicular a como estaba en el pasado, y paralela al viaducto Avellaneda. La superficie artificial ya está colocada en su sitio, y según lo que nos contó Juan Calabrés, encargado de la obra, se aguarda que en dos meses, aproximadamente, pueda ser inaugurada.

Lo que aún resta colocar son varias cosas. En principio el alambrado perimetral. Que se empezará a poner en los próximos días, e irá exactamente en la línea donde termina la alfombra verde. Entre ese cerco y la línea de cal habrá aproximadamente un metro. De ahí a los paredones laterales, flamantes ellos, quedarán más o menos otros 4 metros (de cada lado) para que se ubique el público. No está pensado colocar tribunas por el momento, pero sí algunos bancos para que la gente de uno y otro club tome asiento y vea el partido cómodamente.

Ambos flancos tendrán accesos distintos. Por un portón, que se instaló en el corner de Avenida Alberdi (más para el lado de calle Salta), ingresarán los visitantes, mientras que por el lado de Av. de la Travesía (o Sabín), donde está el sector de fútbol infantil, entrarán los hinchas del aurinegro. Esta distancia entre los simpatizantes, y lo alejado de las puertas de acceso, convertirán a esta cancha, en un futuro no muy lejano, en una de las más seguras de la Asociación.

Otra de las cosas que está faltando son las seis torres de iluminación, las cuales tienen 12 metros cada una, y por el momento yacen recostadas al lado del predio, esperando ser ubicadas en su lugar. Las luces que se pondrán serán de última generación, y de más está decir que se podrán programar partidos nocturnos allí sin ningún tipo de inconvenientes. “Apenas pongamos las 6 torres, los chicos estarán en condiciones de venir a entrenar acá de noche, cosa que por el momento no podemos hacer. Hoy por hoy están practicando en Agua y Energía” aclaró el propio Calabrés.

La última exigencia para habilitar la nueva cancha será, claro está, los vestuarios. Los mismos se construirán en el sector cercano a uno de los corners, y también al buffet-salón que se utiliza para las jornadas de fútbol infantil. Allí hay espacio suficiente para levantar dos buenos cambiadores, para los equipos de inferiores y primera, y otro para la terna arbitral que visite Adiur. Finalizadas esas tareas, se emprolijará la lonja que quedará entre la cancha de siete y la de once (en la cual probablemente calentarán los jugadores), y se pondrán los arcos en su lugar. Luego sí, la pelota podrá echar a rodar en cotejos oficiales de la ARF.

De momento se concretó más de la mitad de la obra (llevan 5 meses de trabajo, y prometen 2 más). Se levantó un paredón que rodea toda la cancha, se limpió y se alisó el terreno lo suficientemente bien como para instalar esta alfombra sintética, que según dicen era lo más importante antes de ponerla en su lugar, y luego se la colocó (tarea que se realizó en 4 días, apenas). Una vez estirada, se le tiraron 170 toneladas de arena, y otras tantas de caucho, dos “ingredientes” imprescindibles para esta bella y revolucionaria superficie, que tiene por cierto una leve inclinación hacia los costados, la cual permite que cuando llueve el agua drene hacia los laterales y pocos minutos después de terminadas las precipitaciones, esté prácticamente seca.

Desde Rosario Fútbol queremos felicitar enfáticamente a toda la dirigencia del club Adiur, y naturalmente a la gerenciadora que trabaja codo a codo junto a Darío Marchano, presidente de la institución, por tamaño emprendimiento, el cual de a poco se está transformando en una impresionante realidad. A seguir por este camino... estaremos allí con ustedes para cuando a fines de agosto (siempre y cuando las lluvias no demoren las obras), se pueda inaugurar este bonito campo de juego, el primero sintético de la provincia de Santa Fe con estas dimensiones.