Foto 2: Daiana Roch. Foto 3: Eduardo Sosa.

La grandeza de las instituciones deportivas se puede medir por muchos tópicos. Su historia, su actualidad, sus títulos, su caudal de hinchas, su vida social fuera del fútbol. Sin dudas, Central Córdoba es uno de los “grandes” de nuestra ciudad. Entre otras cosas por su riquísima historia, por lo que significa para su barriada, la populosa zona de Tablada, y por los grandes jugadores que vistieron su casaca. El año pasado sin embargo, el “matador” vivió un duro revés en el fútbol de la Asociación Rosarina, ya que su primera local perdió la categoría y bajó a la segunda división, hecho que no había ocurrido nunca desde que compite en ésta, su Liga de origen.

Lo bueno para el charrúa es que rápidamente dio vuelta la página, y puso manos a la obra para recuperar el sitial perdido. Sumó a Mario Ovando como DT, que venía de trabajar en General Paz, y volvió a apostar, como siempre, a los pibes de su cantera. En 26 fechas que se llevan disputadas ganó 16 encuentros y sumó 52 puntos, gracias a ese alto porcentaje de victorias (un 61%), y a 4 empates (todos conseguidos como visitante) relegó a otros candidatos, como Renato Cesarini, Argentino, Gálvez, etc. En tanto, de las tres derrotas que padeció, dos fueron fuera de casa y sólo una en el Poli que posee en Gálvez, la de la fecha 25 ante San Telmo.

Su diferencia de gol impacta más por la solidez atrás, que por la potencia adelante. Convirtió 47 goles (está lejos de los 65 de Unión Americana, el equipo más goleador), pero es uno de los menos vulnerados (junto a Olympia) gracias a sus 19 tantos en contra. En las últimas dos fechas, por la salida de Marcelo Vivas del primer equipo de AFA, Mario Ovando pasó a encargarse de ese plantel (y ya cosechó un triunfo en Primera C). Por eso, y aunque Ovando también estuvo presente, Pablo Crocco estuvo a cargo. Él estaba sentado en el banco este domingo cuando en la Ciudad Deportiva vencieron 1 a 0 a Rosario Central B, asegurando el ascenso.

El resto del cuerpo técnico (y bien vale darles su crédito y mencionarlos), lo completaron los Profes Leandro Retamar y Mariano Ariagno. Otra que trabajó incansablemente para que a los chicos no les falte nada durante todo el año fue su delegada, Teresa Bejarano, sin olvidarnos que hace poco más de un mes asumió, como Coordinador de Inferiores, el Profe Daniel Jozami. En ese ítem también festeja Central Córdoba, ya que su línea de juveniles parecía perfilada a perder la categoría (recordemos que compite en la Zona A1), sin embargo se reordenó, reforzó planteles, empezó a sumar más tupido, y hoy faltando tres jornadas y media, parece salvada del descenso.

La gran campaña de la Local puede coronarse con el título de campeón, logro que peleará con Unión Americana, el otro ascendido. Por el momento tienen la misma cantidad de puntos, si ambos ganan (empatan, o pierden) deberán enfrentarse en un único partido definitorio, en fecha y cancha a designar por la Comisión Directiva de la ARF. En igualdades de este tipo, nunca la Asociación Rosarina toma en cuenta la diferencia de gol. El charrúa tendrá que vencer entonces a Social Lux, y ver qué sucede en el cotejo entre los rojiblancos y 14 de Junio.

El plantel ascendido, al que por supuesto saludamos desde aquí, estuvo compuesto de la siguiente manera: Matías Giroldi, Gabriel Murúa, Sebastián Garcilazo, Tomás Trusendi, Matías Verón, Héctor Deguardia, Jorge Medina Bitin, Mauricio Rolón, Eduardo Sosa, Lucas Poelstra, Emiliano Díaz, Facundo Gómez Hidalgo, Alexis Roch, Juan Ignacio Abdala, Claudio Sosa, Farid Moramarco, Leonardo Froidevaux, Gianluca Garibaldi, Santiago Argüello, Sebastián Moyano, Fermín Pérez Molina, Bruno Pintos, Lautaro Crocco, Eneas Aiello, Alvaro Pedernera, Ayrton Bonacci, Mariano López, Luis Baiochi, Yair Moamed y Jorge Zaen.