Si bien la sociedad en general muestra a menudo comportamientos agresivos o violentos, en todos los ámbitos, incluyendo por supuesto los espectáculos deportivos, la Asociación Rosarina de Fútbol ha logrado, a partir de su incansable trabajo, minimizar el porcentaje de conflictos a una cifra muy minúscula. Es que aunque se programan 400 partidos por fin de semana (160 en cancha de once, 190 de fútbol infantil, y 50 de futsal), algo así como 12.000 cotejos anuales (5200 en cancha de once, unos 6100 de baby, y 1100 de futsal), no se registran prácticamente actos repudiables.

Este lunes se volvió a realizar una reunión entre los grandes protagonistas del fútbol infantil: el plantel completo de árbitros, acompañados por sus representantes y delegados; más los coordinadores y directivos de clubes afiliados, muchos de los cuales integran el Consejo Auxiliar de fútbol infantil. Tiempo atrás, ya se había realizado un acercamiento de este tipo, y sirvió para escucharse mutuamente. Que los “hombres de negro” sepan qué se les reclama en general, y que los directivos conozcan también los requerimientos del cuerpo arbitral.

Se buscó unificar procederes, tocando diversos temas, tanto reglamentarios como extrafutbolísticos. Se habló del trato, que naturalmente se espera que sea con sumo respeto de ambos lados. Se habló de las planillas, y la correcta confección de las mismas. Se reiteró el pedido de “individualizar” a los responsables de la jornada de cada club, haciéndolo por escrito y en la planilla, los cuales serán los encargados de solucionar cualquier inconveniente que pudiese surgir durante el transcurso de la tarde. Y se habló de la tolerancia y el sentido común, virtudes que deberán esgrimir tanto árbitros como directivos y técnicos de cada institución.

Finalmente se reflotó un proyecto que fue difícil de implementar en su momento, pero que había dado buenos resultados cuando se lo puso en práctica. El de enviar árbitros a los clubes durante los días de semana, para “dirigir” prácticas, interactuar con los niños y los padres, y “educar” a los más pequeños sobre algunas reglas de juego. Esta medida sería importantísima en caso de regularizarse ya que acercaría muchísimo al árbitro con el público, ya que el resquemor que genera el sábado cuando se convierte en la autoridad máxima, se atenuaría considerablemente.

De la interesantísima charla, que duró casi dos horas, tomaron parte Sergio Pezzotta, Secretario General del SADRA en la provincia de Santa Fe; Néstor Verna, tutor de la Escuela de árbitros de Rosarina; Cristian Ferreyra designador y responsable de los referís en la ARF; y el grupo de coordinadores y delegados del fútbol infantil: Juan Ardison, de Newell's Old Boys; Liliana Barón, de Banco; Víctor Heitz, de Unión Americana; y Andrés Borré, de Social Lux. ¡Ojalá se repitan encuentros así! Porque como dice el refrán, hablando la gente se entiende.