Por Miguel Martínez.

La Copa del Mundo Brasil 2014 está en su apogeo, y hoy al mediodía, en pleno horario laboral, buena parte del país se detuvo para seguir las alternativas de la tercera presentación argentina. Esta vez la albiceleste no decepcionó, venció 3 a 2 a Nigeria pero con algunos rendimientos altos y una saludable mejoría. En realidad, en sus anteriores cotejos tampoco habrá decepcionado a los que piden sólo victorias. Los ultra-resultadistas habrán visto un desempeño ideal: dos jugados, dos ganados. Los que intentamos analizar un poco lo que ocurre durante los 90 minutos, más allá de la alegría por las victorias, observamos grietas y un preocupante andar colectivo.

Hoy en cambio la Argentina arrancó enchufada. Tanto es así que a los 2 minutos ya ganaba el partido. Pese a ese auspicioso comienzo, “las águilas verdes” empataron rápido y hubo que empezar de nuevo. Así y todo, la albiceleste siguió manejando el trámite gracias al brillante trabajo de los rosarinos Lionel Messi, Ángel Di María, y el sanlorencino Javier Mascherano. El volante central mantiene el equilibrio con sus quites permanentes y su garra ya característica, mientras que las súper estrellas del Barcelona y el Real Madrid, estuvieron por encima de los 7 puntos.

“Fideo” entregó su típico despliegue por la banda izquierda, y con su vértigo fue el socio ideal para Lio. El “10” cerró un grandioso primer tiempo con dos tiros libres fantásticos. Uno, sacado desde el ángulo por el buen arquero nigeriano, y el otro que terminó adentro y se convirtió en el 2-1 merecido. En el complemento una vez más sufrimos atrás. Por el lado de Pablo Zabaleta (el sector por donde más nos han llegado) nació la jugada que terminó en el empate 2 a 2, y en la cual también hubo una floja reacción de Federico Fernández.

Al toque contestó nuestra Selección, esta vez con una pelota parada. Por primera vez en el torneo aprovechamos un tiro de esquina, y fue a través de Marcos Rojo que establecimos el 3 a 2. Al rato el también rosarino Ezequiel Garay tuvo una clara chance con un cabezazo frontal para poner el cuarto, pero se le fue por poco afuera. El ex zaguero de Newell's, que convierte muy seguido en el Benfica, no está teniendo el toquecito de suerte que todo “goleador” necesita. En cuanto al antes criticado Rojo, cabe decir que el ex Estudiantes está haciendo un muy aceptable torneo y hoy por hoy es aplaudido por los hinchas argentinos.

En los últimos minutos, un revolucionario Ezequiel Lavezzi le infundió otro ánimo al ataque nacional. El “pocho”, que en verdad entró en el primer tiempo en reemplazo del Kun, aportó su velocidad y coraje para aguantar la pelota, lejos del arco de Romero. Di María, el jugador que llegó con más partidos en el lomo a la Copa, corrió como loco hasta la última pelota, y terminó desparramado en el piso, en una postal de su entrega. Ricky Álvarez entró bien, cuando sustituyó nada menos que al genial Messi, puesto a descansar en la última media hora por el DT.

Pese a la alegría de la clasificación y al primer puesto asegurado, está claro que recibir 3 goles en la primera ronda no estaba en los planes. El fondo argentino sigue pareciendo endeble. Y arriba, ni Higuain ni Agüero muestran su mejor versión. El goleador del Nápoli se ve lento, y todavía no pudo marcar aunque tuvo algunas ocasiones, mientras que el delantero del Manchester City tocó muy poco la pelota. Su incidencia hasta aquí ha sido mínima, y encima ahora se duda de su presencia por una posible lesión. Habrá que ver si su salida no termina propiciando algo positivo, ya que la titularidad del delantero surgido de Coronel Aguirre es cuanto menos prometedora.