El Club Atlético Social Deportivo y Cultural 1º de Mayo tuvo grandes equipos de Primera División. Consiguió varios ascensos, obtuvo títulos de segunda división, y hasta ganó el Torneo Ivancich en dos ocasiones. Hoy por hoy, sin embargo, no compite ni en el Molinas ni en el Unificado. Forma parte de la Asociación Rosarina de Fútbol pero a través de sus torneos de fútbol infantil, donde es protagonista y mueve numeroso público de cancha en cancha. Su Presidente, Fabián Magnavachi, charló con el periodista Rodolfo Parody, quien publicó la siguiente entrevista en www.aredaclubes.org.ar, la página oficial de AREDA. Aquí la transcribimos:

Fabián Magnavachi se crió en el barrio 1º de Mayo, que nació en los 70’ con el nombre de José Ignacio Rucci, el cual la dictadura cívico militar de mediados de esa década obligó a cambiar. Al club, fundado justamente un 1º de Mayo (de 1979), lo vio nacer. Supo de esfuerzos y sueños, y se involucró en su vida como un socio más (jugó dos años en el baby, en la categoría 1967) y luego como directivo. Por lo tanto, es palabra autorizada para adentrarse en la vida del Club Atlético Social Deportivo y Cultural 1º de Mayo, tal su denominación completa.

Del departamento al club

“¿Sabés que es el club para nosotros que vivimos en departamentos? El patio de casa. El parillero, el verde, la pileta. Para quienes vivimos enfrente es bajar y cruzarse al club. Para mí es eso. Me crié acá”.

De simple socio a presidente

“Un vecino e ícono de club, José D’Angelo, que ya falleció, fue a buscarme para que sea presidente. Yo era un socio activo y no quería saber nada, pero me convencieron. Asumí en 2011 y ya estoy en el segundo período. Estar en una comisión directiva es una responsabilidad grande. Tenemos gratificaciones y reconocimientos, pero algunos no llegan a ver lo que se trabaja en el club y lo que cuesta encaminarlo. Después uno es un poco masoquista porque venís tranquilo el domingo a comer un asado y siempre hay alguien que te quiere plantear algo”.

Recuperar la confianza de la gente

“Lo primordial es que la gente vuelva a creer en el club. Pasaron comisiones que se manejaron mal, entonces a la gente le cuesta creer que hay seriedad, que se quieran hacer las cosas bien. Este club llegó a ser tierra de nadie, a tener sólo 30 socios. Hoy no sólo crecimos en número, ya que rondamos los 1000 socios, también en calidad, ya que hay gente muy buena. Se paga una cuota societaria de 65 pesos. Es una cuota baja, al igual que la cuota deportiva. Los socios no son sólo de 1º de Mayo sino de también de Parque Field, Nuevo Alberdi, Cristalería y Lomas de Alberdi. Hasta mi hermano con su familia, que viven en la zona sur, vienen acá. En cuanto a la cuestión social, tratamos de trabajar con los chicos, que se acerquen aunque algunos no puedan pagar la cuota porque los papás están sin trabajo. A ellos no los dejamos afuera”.

Ambiente familiar, aunque lograrlo implique riesgos

“En el club se consiguió la paz. Se logró que sea un club familiar, que los socios se sientan tranquilos. La gente problemática es echada. Yo soy muy sanguíneo y me gustan las cosas claras. Todos somos dueños del club y hay que cuidarlo. Me enfrenté con gente pesada y la he sacado. Alguno me dicen que soy un loco, pero esa es una de las pocas formas de mantener cierto orden”.

Deportes federados y actividad social

“Tenemos fútbol infantil, con el baby que juega en la Asociación Rosarina. El fútbol mayor se perdió porque desgraciadamente no tenemos cancha. En algún momento se usó un predio prestado pero nos lo quitaron y nos resulta insostenible alquilar una cancha. Contamos con patín artístico, que llegó a tener más de 100 chicas. Mi hija menor patina acá desde los 4 años. La mayor también. Después hay vóley, con varias categorías. Hacemos un torneo de vóley con equipos que vienen de afuera. El parabólico (gimnasio), con la cancha de vóley y el patín, está a full casi todo el tiempo. Además hay kick boxing, con uno de los profesores que es campeón argentino, Waldo González. En la pileta de invierno, que está concesionada, se hacen diveresas actividades. En los tres meses de verano, la pileta se la damos a la colonia de vacaciones de la Municipalidad. Después hay gimnasia modeladora, y gimnasia para la tercera edad. Lo que me propuse es que todos trabajemos juntos para que 1º de Mayo pueda brindar cosas que hagan falta. Las subcomisiones a veces trabajaban separadas y eso no estaba bien. A todos nos tiene que interesar todo”.

El compromiso con el club que tanto cuesta

“Uno organiza asambleas y esos que tanto cuestionan no terminan viniendo. Les propongo que se acerquen o armen comisiones, pero no pasa nada. Tenés que aprender cómo actuar y a medir un poco cada cuestionamiento. Nos pasó de hacer fiestas y que no se colabore, siendo que se trata de algo en beneficio del club. En una oportunidad nos arriesgamos con una fiesta grande en la que se rifó hasta una moto 0 kilómetro y vino más gente de afuera, unas 300 personas, que socios del club, que fueron 100”.

La prioridad: el parabólico

“Necesitamos hacer obras. Una es terminar el parabólico. Eso es lo principal. Falta el cerramiento, el reboque, reforzar las paredes. La Municipalidad y la Gobernación hicieron el programa “Querer, creer, crear” y el gobernador Antonio Bonfatti nos prometió el subsidio para terminarlo. Otra idea es tener vestuarios con más duchas y si es posible algunos dormis. Además se hizo un buffet y falta terminarlo. Así, trasladaríamos el buffet de donde se encuentra actualmente y ese espacio lo usaríamos como quincho para que los socios puedan comer en él. Hay varias ideas, como hacer una buena entrada con una galería o cambiar el piso de la pileta, que es el original que está desde que se hizo hace 20 años. Proyectos hay, pero el dinero no alcanza. El invierno es duro para recaudar. Si bien el socio de siempre no se borra, la gente se diluye por varios meses, no paga la cuota y durante ese tiempo se está alambrando porque no tenés dinero para saber qué hacer y las obras se paralizan”.