El atacante rosarino, que está jugando en Bolivia desde hace ya 10 años, marcó el tanto con el que Petrolero empató 2 a 2 con Sport Boys, a tan solo 3 minutos del final. Este partido es muy importante para el elenco “albiverde” porque se están jugando una Promoción (a partido y revancha) para no perder la categoría. Este fue el partido de ida, y el punto sirve porque ganando como local, el próximo fin de semana, los del sur boliviano habrán evitado el temido descenso.

Para hacer aún más épica su hazaña, Palavicini estaba regresando al fútbol luego de 6 meses de inactividad, ya que el 20 de noviembre del año pasado había sufrido un grave accidente doméstico cuando en medio de una tormenta, se electrocutó con un cable de alta tensión. Este incidente, que por poco le cuesta la vida, lo obligó a trasladarse primero a Tartagal, Salta, para quedar allí varios días internado, y luego a Rosario, donde fue intervenido quirúrgicamente por algunas heridas en sus pies.

Palavicini, de 35 años, tuvo una larguísima trayectoria en el fútbol de Rosarina antes de trasladarse a Bolivia. Además de los ya citados clubes, pasó por Morning Star, Rosario Central, Lavalle y Estrella Azul. Es más, mantiene estrecha vinculación con otro club afiliado: Arijón, ya que es sobrino de su presidente, Carlos “cilindro” López. A partir de la buena imagen que tiene Palavicini en el país limítrofe, es que varios jugadores del club de barrio Saladillo han viajado para ser “probados” futbolísticamente allá.

Yacuiba es una pequeña localidad del Departamento de Tarija, en el sur boliviano, y a solo 3 kilómetros de la frontera con Argentina. Esa zona geográfica es conocida como “llanura del Gran Chaco” y por eso muchos denominan al club como el “Petrolero del Chaco”, para diferenciarlo del más reconocido “Oriente Petrolero” que es de Santa Cruz de la Sierra. En esta temporada fueron “el Benjamín” en la máxima categoría, y actualmente se encuentran luchando para mantenerse en la divisional superior.