Una tarde dentro de esta gran pausa que nos dejó sin fútbol, nos encontramos con Laura López quien, entre tantas cosas, es una de las casi 2000 jugadoras de Fútbol de Campo y Futsal Femenino de la Asociación Rosarina. Como se ha transmitido en diversas notas y coberturas, el fútbol femenino es lo que está sucediendo y, claramente, lo que viene, y esta cuestión está refrendada por la firme decisión de la institución en impulsarlo y darle el protagonismo que se merece

Y es precisamente esta pausa la que habilita una charla sin horarios, de una manera informal y profunda, pero a la distancia. A pesar de la falta de contacto cara a cara, al hablar con ella se tiene la sensación de estar frente a una ser autónomo a quien nada le fue dado en la vida. Destaca que tuvo que salir a pelear por todo lo que siempre soñó y que las dificultades en el camino no fueron pocas aunque su mirada optimista la ayudó a superar todos los obstáculos y miedos, empezando por los propios.

“Siempre tuve miedo de ser la distinta”, dispara en una de sus primeras reflexiones a propósito de esta tendencia que tiene la sociedad de ponerle etiquetas a todo. Laura es la mayor de siete hermanos y actualmente vive con dos de ellos Sus tiempos deportivos los reparte en dos clubes, 1° de Mayo (Futsal Femenino) y ADIUR (Fútbol Femenino de Campo) y al cierre de esta nota estaba decidida a retomar sus estudios secundarios que no pudo finalizar porque tuvo que salir a trabajar desde muy pequeña.

¿Cómo llegaste hasta acá?

Al principio, cuando era más chica no me gustaba el fútbol, lo veía muy varonil para mi. Después, alrededor de diez años atrás, una amiga que jugaba me invitó a participar y como no sabía demasiado me mandó al arco. Arranqué y me gustó porque, precisamente, me gustan los desafíos, superarme y después de tantos tiempo en el arco me decidí a jugar y seguir. Pasé por un montón de equipos, conozco un montón de gente y hoy puedo decir con orgullo que soy conocida en el ambiente del fútbol.

¿Cómo se dio ese reconocimiento?

Cuando empecé con el fútbol no pensé ser reconocida. Cuando arranque a jugar lo mío sólo era divertirme, después me gustó, me atrapó y lo empecé a tomar más en serio. Me di cuenta que tenía condiciones en el arco y como jugadora. Entonces dije: tengo condiciones, siento que sirvo para algo y así me dediqué a investigar, a ver videos y mis compañeras me ayudaron muchísimo. Y ese reconocimiento también se da porque me gusta llevarme bien con todo el mundo y trato de no incomodar a la otra persona. Trato a los demás como me gustarìa que me traten a mí, con sinceridad, alegría, buena onda y respeto. Igual no todos son así conmigo pero cada uno tiene derecho a aprender y a tener su punto de vista.

¿Cómo llevás el tema de las expectativas y todo aquello que se genera en torno a eso?

Viene todo de uno mismo, si no te querés y aceptás como sos, lo demás siempre te lastima. Estoy muy segura de lo que soy y ningún comentario me lastimó excepto en la adolescencia que fue una etapa muy difícil. Vos estas buscando para donde disparar, a dónde querer ir en tu vida, y yo creo que es la etapa mas dificil de una persona trans, lesbiana y diria de cualquier persona, no importa el sexo. A medida que van pasando los años y las cosas te vas queriendo vos y después cuando surge un comentario malicioso o discriminatorio no duele tanto porque estás segura de lo que sos.

Aún así, sigue habiendo mucha discriminación y distintas formas de violencias ¿Cómo lo enfrentás?

Sin dudas sigue habiendo mucha discriminacion. Hace poco hubo una situación donde se decía que yo tenía ventaja deportiva por sobre otras chicas. y muchas personas se solidarizaron y me apoyaron .
Recuerdo que una vez estaba jugando y se dieron un par de roces con una jugadora contraria, me pegaba mal en las piernas, le puse el cuerpo para que se quede quieta y me dijeron “còmo le podes pegar”, me empezaron a gritar que era hombre, que no podía estar jugando con las mujeres. Si bien estoy acostumbrada a esas situaciones, me molestó la actitud de los profesores: no podes decirle a las jugadoras que me peguen o que me jueguen fuerte.

"Pasé por muchas situaciones de discriminación por ser trans pero el apoyo de la gente que me quiere es todo para mí"

¿Cómo se actúa frente a esas situaciones?

Cada vez que pasa algo así siento más el apoyo de la gente, de mis amigos y toda la gente que me quiere y que es mucha. Y el apoyo es todo para mi. Cuando empecé a jugar en Futsal porque me llevó una amiga le dije “decile al profesor que soy una chica trans” porque ya pasé por esas situaciones incómodas y como quería evitarme un mal trago entonces prefiero ir de frente. No obstante quiero agradecer y destacar que me siento muy cómoda jugando en la Asociación Rosarina de Fútbol.

¿La mirada del otro te condiciona?

Claramente, la cuestión de lo que ve el otro es un problema. La pasé mal en la infancia, era otra época y ser gay prácticamente era una enfermedad. Ser distinto era una enfermedad. Pero una vez que yo me acepté no tuve la necesidad de explicarle nada a nadie. Siempre respeté mucho a mi familia, ni yo le dije nada a nadie ni ellos a mí, incluso cuando mi cuerpo empezó a cambiar con los tratamientos. Afortunadamente todo fluyó.

Laura sabe de comienzos y, uno de ellos, se dio a partir de obtener el nuevo Documento Nacional de Identidad. “Mi DNI es como un hijo para mí”, afirma con orgullo. “Un día me levanté y tenía un nuevo DNI, fue una alegría tan grande, como que empezó una etapa nueva más allá de que también tuve complicaciones porque tenes que hacer todo de nuevo y enfrentar muchos trámites administrativos y burocráticos.” Sobre este punto, cuenta que a pesar de los avances en materia legislativa y ampliación de derechos, cuando quiso retomar sus estudios secundarios algunos años atrás “fui al Ministerio de Educación, estuve tres horas esperando y yendo de asistente a otro asistente, que el trámite iba a Santa Fe, que tenía que esperar y finalmente ese día me desanimé y me fui.”

Pero eso también quedó en el pasado.
Antes de terminar esta nota, llega un mensaje de Laura: “Te quería contar que voy a terminar la secundaria.”

Gol.

Nota: Andrea Giammaría

Fotos: Gentileza Laura López