Este jueves los principales directivos de nuestro club afiliado, el Deportivo y Social Lux, se dirigieron a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde procedieron a firmar los papeles que los convierte en dueños legítimos del espacio físico que ocupan. Estos terrenos, en los que están asentados hace tantos años, eran propiedad fiscal y por diversos motivos burocráticos demoró doce años firmar la escritura. Pablo Montero, Presidente de Social, y Adriana Lofiego, Secretaria de la institución, fueron los que tuvieron el privilegio de participar en el histórico y esperado acto.

El proceso de compra comenzó en 1994. Mensualmente se fueron pagando las cuotas hasta que en 2004 cerraron la operación abonando todo lo que faltaba. De ahí en más sólo quedaba la escritura, pero no fue sencillo. Tuvieron que pasar 12 años para estampar las codiciadas firmas. “El trámite se estiró mucho porque los terrenos, al ser fiscales, iban pasando de un Ente a otro. Del ONABE, a la ADIP, y así...” explicó Lofiego, muy querida por todos en Mercadito. “Después también se frenó por cuestiones nuestras, ya que había que tener todo en orden, no podía quedar ni un solo impuesto por pagar”, manifestó con orgullo la Delegada de Lux en Rosarina.

Lo cierto es que esta semana tuvieron la grata sorpresa de que los llamaron para firmar en la Escribanía de la Nación, donde los atendieron muy bien, y se tomaron las fotos que contextualizan esta nota. Lo único que resta es que les entreguen el Título, procedimiento que suele demorar dos meses. “Para llegar a esto hubo muchos responsables, pero el primero fue Vicente Romeo, que era el Presidente del club en el 94, cuando nos ofrecieron esta posibilidad. Vicente tuvo la visión que ahora nos permite tener el terreno propio” agradeció Adriana.

Lofiego mencionó a otros dirigentes, que aportaron su coherencia y siguieron pagando los terrenos durante su gestión. “Después de Romeo vino Mario Termini, Raúl Travaglini, Enzo Scala, Carlos Rodríguez y ahora está Pablo Montero. También influyó Luis Rubeo, que en ese momento era Diputado, e hizo mucho para que los clubes de barrio pudieran tener sus tierras” señaló Lofiego. “Sé que se las ofrecieron a otras instituciones vecinas, pasa que no era fácil animarse. Había que pagar mucho dinero, y si bien te daban facilidades no te regalaban nada. De hecho nosotros tuvimos que vender una Sede que teníamos para terminar de pagar el remanente” se explayó.

Lo cierto es que este logro significa una gran conquista para los socios y simpatizantes de Mercadito, y no sólo para ellos, también para todos los rosarinos, ya que cada entidad de estas características es un bien preciado que debemos cuidar, pues permiten garantizar, en ese espacio físico, la continuidad de la práctica activa del deporte. Y de más está decir lo que significa el deporte para cualquier sociedad. No solo un divertimento, o un pasatiempo, sino un derecho que sirve para forjar una juventud más sana e integrada.

Desde la Asociación Rosarina de Fútbol queremos felicitar a todos los responsables de este éxito, pues han logrado que “el verde” de Urquiza y Pascual Rosas ya nunca más deje de ser “el verde” de Urquiza y Pascual Rosas. Con la escritura en su poder, como si del más preciado trofeo se tratase, realizarán esta noche un brindis, y el próximo 29 de abril, cuando la institución cumpla 76 años, una gran cena para celebrar esta alegría. ¡Enhorabuena!

Fotos: Andrea Guerra.