Matices europeos mostró la final de la Copa Argentina 2015. Todo era fiesta, algarabía y se pintaba de color azul y amarillo en una noche que sin dudas era para que todo hincha de nuestro país (presente en el estadio o no) lo recuerde por mucho tiempo, hasta que Ceballos hizo sonar su silbato y el fútbol se convirtió en otra cosa que nada tenía que ver con lo que aprendimos desde chicos.

Es difícil analizar un partido en el que las tres pelotas que ingresaron en el arco que daba su espalda a la tribuna popular que colmó la gente de Central, arruinaron el espectáculo montado en el Mario Alberto Kempes. Y no es porque dos de ellas fueron convalidadas a favor de Boca, el rival del representante de la Asociación Rosarina de Fútbol en el partido decisivo de la Copa Argentina. Va más allá del resultado. Errores groseros hicieron que el festejo de uno y la desazón del otro, se convirtieran en un ambiente raro de injusticia, impotencia, y hasta impedía el festejo de los ganadores.

Rosario Fútbol te fue contando cómo fueron las horas previas. Mucha gente, 50 mil almas, se congregó en uno de los grandes escenarios que presenta nuestro país para albergar a este deporte. Desde las 17.30 el público comenzó a colmar las gradas y a disfrutar del show de Banda XXIII, que amenizó y muy bien la larga espera. Hasta que, a las 21.05 y con un lleno total, se apagaron las luces y entre una cortina musical de otro continente, fuegos de artificio y flashes que explotaban desde todos los ángulos, aparecieron los equipos y la cuaterna arbitral. Estaba todo listo.

El encuentro estuvo marcado por dos cuestiones: el campo resbaladizo producto de 10 horas consecutivas de lluvias y la actuación de los jueces. El sector derecho de la defensa canalla en el primer tiempo contaba con un sector en el que se acumuló agua y complicaba el normal recorrido del balón, así como en otros espacios, con el correr de los minutos se empezó a romper y allí los jugadores no hacían pie. Sin embargo, la intensidad estuvo. Boca no fue el mismo que se mostró en el torneo que venía de ganar el domingo y Central necesitó de un cuarto de partido para empezar a imponerse. Un remate de Lodeiro que controló García y una aproximación de Larrondo por izquierda fueron la antesala de la primer polémica del partido. A los 34, Cervi metió el centro con rosca al primer palo y allí aparecieron Ruben, Larrondo y Pinola. Fue el primero quien ganó de arriba y convirtió el gol de cabeza pero el asistente 2, Marcelo Aumente, anuló el tanto por posición adelantada del lungo atacante canalla que nunca tomó contacto con la pelota. Central explotó de rabia y, además de la amarilla a su capitán, su entrenador se fue expulsado.

En el segundo tiempo, Ferrari reemplazó al lesionado Villagra y en la primera jugada que lo encaran, Peruzzi lo supera y el Loncho le comete falta de atrás. Ceballos, que se encontraba cerca de la jugada, no dudó y cobró penal. ¿Penal? La infracción del defensor auriazul había sido cometida al menos un metro afuera del área. Sobre 10’, Nicolás Lodeiro cambió el error del árbitro por gol y el partido ya no era partido. Desconcertado, Central salió a buscar todo, empujado por la impotencia del desacierto del juez. Tuvo su posibilidad en un cabezazo de Ruben que obligó a Orión a estirarse contra su poste derecho y enviar la pelota al corner. Luego, solo fueron intentos. Boca defendió los impotentes embates de Central, hasta que liquidó el duelo. Pero no sería un gol más. Sobre 43’, Meli cede el balón al medio de una defensa desarmada para el ingresado Andrés Chávez, que, en fuera de juego, sentenciaba las acciones. Solo quedó tiempo para la expulsión de Pinola por doble amonestación.

Con el pitazo final, todo Boca salió a celebrar el título obtenido y a metros, Ceballos con sus asistentes se veían rodeados de policías que los custodiaban de las airadas protestas de los jugadores canallas. La imagen no era la que se preveía o con la que se especulaba antes del pitazo y, si bien los festejos se dieron con total normalidad, los actores dentro y fuera de la cancha no dejaban de sorprenderse por lo que había sucedido durante los 90 minutos.

El Canalla no pudo coronar con un título una temporada más que satisfactoria, algo que no se registraba desde hacía mucho tiempo y se suponía impensada después de aquel descenso en el 2010. Sin embargo, la gente le devolvió con un aplauso cerrado todo lo que el equipo le brindó durante el año. Un 2015 que lo volvió a poner en una competencia internacional y que le devolvió al hincha el sentido de pertenencia, y la identificación con el fútbol que desplegaron los dirigidos por Eduardo Coudet en cada juego. Entrega, protagonismo, y buenos valores individuales, volvieron a poner a uno de los clubes de la ciudad en la pelea grande. Lamentablemente no se pudo coronar como esta campaña merecía. Pero eso, como ya narramos, fue por otras cuestiones. ¡Felicitaciones Central! Representaste en gran forma al fútbol rosarino.

Formaciones:
Rosario Central: Manuel García; Víctor Salazar (82’ Franco Niell), Alejandro Donatti, Javier Pinola, Cristian Villagra (45’ Paulo Ferrari); Walter Montoya (71’ Nery Domínguez), Damián Musto, José Luis Fernández; Franco Cervi; Marcelo Larrondo, Marco Ruben ©. DT: Eduardo Coudet.
Boca Juniors: Agustín Orion; Gino Peruzzi, Fernando Tobio, Daniel Díaz, Fabián Monzón; Marcelo Meli, Cristian Erbes, Pablo Pérez (60’ Rodrigo Bentancur); Nicolás Lodeiro (88’ Alexis Rolín); Carlos Tévez ©, Jonathan Calleri (81’ Andrés Chávez). DT: Rodolfo Arruabarrena.
Árbitro: Diego Ceballos.
Figura: Marcelo Meli. Le costó entrar en partido pero después fue de los que más aparecieron. Corrió todo, incluso la pelota que terminó liquidando el pleito.