Por Lautaro Duboe.

Casi como un título, así se festejó el triunfo de Regatas frente al equipo de barrio Fisherton. Por todo lo que significa, por lo duro que fue el encuentro, y porque más allá de faltar seis fechas, la sensación es que será muy difícil que alguien pueda arrebatarle el título al club de la ribera.

El partido no era sencillo. Se sabía de antemano que el visitante iba a dejar todo para bajar al líder y en definitiva así fue. Unión Americana arrancó enchufadísimo, a los 45 segundos Sebastián Kasevich tuvo la primera, su remate de zurda le picó mal a Franco Campagna quien igual logró manotearla y contó con la complicidad del palo para evitar la apertura del marcador.

De todas formas el cero no iba a tardar en romperse, a los dos minutos Lali Aramberri aguantó la pelota, metió un centro venenoso y antes que algún jugador rojiblanco pueda tocarla, Mauricio Attame la terminó metiendo en contra de su propia valla. Más allá del poco tiempo transcurrido, ya se podía hablar de justicia en el resultado.

Los primeros cinco minutos de los comandados por Rodrigo Aldaz fueron impecables, con dominio de pelota, presión y llegadas claras. Sin embargo, a medida que corrió el reloj el conjunto de Fisherton comenzó a ceder terreno y pelota al local. El recambio no surtía efecto, y el partido comenzó a emparejarse.

Hasta el minuto 7 hubo que esperar para que se vuelva a gritar un gol en el cubierto de la zona norte. Falta clara a Juan Pablo Nieto en el borde del área, la movieron para Attame, quien se tomó revancha y de zurda sacó un bombazo que se clavó al lado del palo.

Nuevamente la justicia se hacía presente en el tablero, pues el predominio visitante de los primeros minutos ya no era tal y Regatas comenzaba a progresar en el terreno. A partir de allí el encuentro se hizo de ida y vuelta, con jugadas de riesgo para ambos y con un alto voltaje en todos los pasajes del partido.

Se metía mucho, pero eso no impedía que ambos generaran peligro en el arco rival. Todo hacía parecer que el primer tiempo se moría con el 1 a 1, pero a 41 segundos de la chicharra el Chule Pocchettino sacó un gran remate de derecha, Campagna no pudo retener y “El goleador”, a lo goleador, puso el 2 a 1. Julián Aramberri aparecía en el momento justo para llevar a su equipo al descanso con un golpe anímico importantísimo.

El complemento fue una continuación del final de la primera parte, con Unión Americana siendo más ordenado y algo más prolijo, pero con un Regatas que apelaba a la tranquilidad para buscar el empate. Las primeras del segundo tiempo fueron para el CUA, Jorge Cura y Sebastián Kasevich hicieron trabajar a Franco Campagna, quien sostenía el resultado y de a poco se iba transformando en una de las figuras.

Recién en el minuto seis se volvió a escuchar un grito de gol, Daniel Puntorillo recibió dentro del área y antes de darse vuelta, Bruno Parma lo bajó tontamente cometiendo un claro penal. De la ejecución se hizo cargo Esteban Pérez, quien remató sin titubear a la izquierda del arquero y puso las cosas 2 a 2.

Sin embargo fue rápida la reacción de la visita, ya que un minuto después, un saque largo de Parma le cayó el los pies a Tomas Tavella, quien ensayó un especie de tijera que se clavó al lado del palo para poner otra vez a los de Aldaz arriba. El partido estaba picante, la buena cantidad de publico le daban un condimento extra al asunto y el resultado hacía esperanzar a los hinchas y jugadores de los otros equipos perseguidores.

Sin embargo el minuto nueve estaba signado en ser el del quiebre del partido. Todo el trabajo del conjunto rojiblanco se desvaneció en el lapso de cuarenta segundos. Primero “Fideo” Pérez remató sin ángulo desde prácticamente la línea de fondo, su remate fue mordido, pero con la complicidad del golero visitante se transformó en el empate transitorio. Veinte segundos después el otro hermano, Alejandro Pérez, envió un busca pie que conectó el recién ingresado Walter Bhuler, quien prácticamente desde la línea la empujó para marcar su primer gol en primera.

Pero Regatas todavía tenía más. Quince segundos después de haberse puesto en ventaja, Esteban Pérez sacó otro gran remate cruzado y en la línea, antes de que Bhuler pueda convertir su segundo tanto, una pierna del CUA se interpuso y la pelota terminó adentro de todas formas. 5 a 3 y pedido de minuto por parte de Rodrigo Aldaz para calmar un poco los ánimos y salir del baldazo de agua fría que le había propinado el equipo de la ribera.

Los diez minutos que restaban lo tuvieron a la visita buscando por todos los caminos y a Regatas aguantando, con Campagna como pilar, e intentando salir de contra. El uno de Regatas se lució todo el partido y la única mancha fue el error que culminó en el descuento rojiblanco. El parquet le jugó una mala pasada y terminó regalando un pase a los pies de Nacho Suárez quien convirtió con el arco a su merced.

Los cuatro minutos que restaron fueron con la visita a la carga barraca. Con Cura en el arco buscando el gol del empate que nunca llegó. Sonó la chicharra con la pelota en las manos de la “Garza” Campagna, como no podía ser de otra manera, y se desató la locura. Abrazos, saltos, gritos y cánticos decoraron la medianoche rosarina. Falta mucho es verdad, pero el gran paso ya está dado, el margen de error existe, pero en Arroyito no ven la hora de una nueva vuelta.