Rosario Fútbol se sigue metiendo en la actualidad, y la intimidad de nuestros clubes, y hoy es el turno de A.D.I.U.R, la entidad naranja del viaducto que desde su fundación, allá por 1980, ha sabido atravesar diferentes momentos institucionales. Supo estar muy bien en la local, e incluso jugar el Torneo Regional y otros Torneos santafesinos, allá por principios de los años 2000. Sin embargo, por diversos motivos el club fue cayendo en la mala, y su primer equipo pasó de ser protagonista del Molinas, a penar en la divisional C, la más baja de nuestra Liga.

Con la llegada de un grupo económico que trajo aires de cambio a este humilde club amateur, todo empezó a cambiar. Lo que primero “nació” fue la cancha de césped sintético del fútbol infantil. Para iniciar la obra, y por supuesto terminarla, se necesitó una importante inversión, que rápidamente se recuperaría por los dividendos que esa “canchita” le ha dado a quienes manejan Adiur, pues el terreno se alquila permanentemente y es la “vedette” de la zona. Además, sirvió muchísimo en lo deportivo, ya que sus futbolistas pudieron entrenamientos siempre (y en un piso inmejorable), incluso con condiciones climáticas adversas.

Como toda cosa nueva, al principio se escucharon voces de duda. Lo nuevo, se sabe, suele generar reprobaciones. En este caso se hablaba respecto a si sería realmente positivo una obra de esta embergadura y si se acostumbrarían los jugadores a utilizar esa superficie. No obstante, Adiur fue por más y repitió el proyecto en la cancha de once. Obviamente con doble esfuerzo, y hasta teniendo que cambiar la orientación del campo. Pero se hizo en tiempo récord, y hoy la del “naranja” es LA cancha, en la que quieren jugar todos, incluso los planteles de AFA de Primera División de Rosario Central y Newell's. Canallas y leprosos realizan amistosos de tanto en tanto en ella (sin contar Córdoba, Argentino y Tiro Federal).

Pero la gestión de estos directivos no terminó ahí. En 2009 el que estaba en la Presidencia era Darío Marchano, que siguió comandando los destinos hasta el año pasado. Ya en 2014, el Presi de Adiur es Ramiro Monserrat. Lo último que se estrenó fueron las dos tribunas, colocadas “espalda” con “espalda”. Una da a la cancha de fútbol infantil, la otra a la de once. Ambas están detrás de los arcos. Impecablemente nuevas, ya son disfrutadas por los padres. Pero también se hizo a nuevo el buffet (lugar de encuentro de los padres), la zona de vestuarios, la utilería, la Secretaría, los palcos, el gimnasio, y hasta una sala de reuniones que puede ser utilizada por los profes para diagramar algún partido con su plantel, o incluso ver videos didacticos de fútbol.

Por si todo esto fuera poco, ahora Adiur sumó una escuelita de fútbol, donde ya congrega alrededor de 50 chicos en edad de baby. El espacio es independiente al resto de las dependencias, lo separa un paredón de la cancha de once, y en él también se colocó césped sintético. Los chicos disfrutan gozosos de esas canchitas, donde no se compite y todo es más formativo. Y es que por la cantidad de padres y jugadores que se acercan a la institución últimamente, no todos pueden entrar a los equipos que compiten en Rosarina. En la ARF, Adiur tiene dos líneas de fútbol infantil y una completa de inferiores, pero según sus directivos “se apunta a la calidad más que a la cantidad”.

Las divisiones juveniles están transitando con todo éxito el torneo de la Zona A1. Marchan quintos en la tabla acumulada, detrás de Newell's, los dos Central y Tiro Federal. “El objetivo es superar a Tiro Federal. Los tenemos que enfrentar dentro de 15 días acá como local. Si sacamos una buena cantidad de puntos contra Central Córdoba, y luego contra ellos, podemos quedar en una posición inmejorable” explicó uno de los allegados al club, que prefirió mantener su nombre en reserva.

Lo cierto es que los resultados deportivos positivos nunca son casualidad. En el 2009 Adiur deambulaba en Primera C, cinco años después es protagonista central en Primera A, y sus “fuerzas básicas” (como se dice en México a las Divisiones Inferiores) son de las más fuertes de la ciudad. Esto se debe al trabajo concienzudo que se ha realizado, a los buenos profesionales que se desempeñan en la entidad, y claramente a la gestión que ha llevado adelante la Comisión Directiva. Saber que un club pequeño “labura” a la par de los grandes, seduce a todos, y los jugadores se acercan solos.

“No nos desvelan los resultados deportivos. Obviamente que si uno compite quiere ganar, pero no nos enloquece ganar un partido, o un título. Lo nuestro es más que nada formativo. Acá somos laburantes, aunque muchos no lo entiendan” señaló uno de los miembros de Comisión Directiva actual. En Adiur la Primera, Cuarta, Quinta y Sexta entrenan por la mañana, mientras que las categorías más chicas lo hacen por la tarde. Hay dos entrenadores de arquero para todos los cuidapalos del club, y hasta un espacio exclusivo para ellos, con arena, para mejorar la tracción y fortalecer el tren inferior.

En síntesis, “el naranja” se ha convertido en un club modelo. Si alguien lo visitó por última vez en 2008 y vuelve a ver sus instalaciones hoy en día, probablemente no lo reconozca. Los cambios han sido numerosísimos, la estética es otra, completamente distinta, pero la esencia se conserva. Se trabaja en un clima familiar y las ganas de progresar y aprender se nota en la cara de los chicos. ¡Felicitaciones! Y a seguir por esta senda.